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Zitiervorschau

02

Los cimientos del aprendizaje del sistema de escritura Objetivo de la clase

Presentar las habilidades denominadas “cimientos” del aprendizaje del sistema de escritura y haciendo hincapié en la importancia de estas habilidades en relación al proceso de aprender a leer y escribir palabras.

Itinerario

Introducción En la clase 1 analizamos algunas características del sistema de escritura. En esta clase comenzaremos a recorrer el camino por el cual los niños llegan a comprender cómo funciona nuestro sistema de escritura para poder leer y escribir palabras.

El sistema de escritura: sonidos, letras, palabras Analicemos las propuestas realizadas a sus alumnos por tres maestras de 1er grado.

El aprendizaje del sistema de escritura

Manuela, Ana y Lucía son maestras. En un encuentro de capacitación, las tres comentaron que estuvieron jugando al bingo con sus alumnos durante los primeros días de clase. Manuela contó que en su bingo, ella “sacaba” bolillas con letras e iba “cantando” a los chicos el nombre de la letra. Si sacaba, por ejemplo, la , ella decía /¡efe!/ y los chicos iban poniendo en sus cartones los porotos en la letra que correspondía. Ana contó que hacía una actividad similar a la de Manuela, pero en vez de cantar los nombres de las letras que sacaban en las bolillas, ella iba diciendo los sonidos. Si sacaba, por ejemplo, la , ella decía /mmmm/. Los chicos tenían cartones con letras e iban poniendo los porotos en la letra que correspondía (en este caso, la ). Por último, Lucía contó que había armado un bingo diferente. Los chicos tenían cartones con dibujos (por ejemplo, con el dibujo de un oso, el dibujo de una mesa, el dibujo de un sol y el dibujo de un ala). Ella iba sacando de su bolsa de bolillas tarjetitas con dibujos, entonces si sacaba por ejemplo el dibujo de un sapo, los niños tenían que buscar en su cartón y poner el poroto en algún dibujo que comenzara igual que el dibujo de la bolilla que sacaba la maestra (en este caso el poroto debía ir en sol porque el dibujo que había sacado Lucía era el sapo).

¿Ustedes qué piensan? ¿Qué estaba trabajando cada una de las maestras?

Cada una de las maestras estaba abordando un aspecto de la enseñanza del sistema de escritura. El que le parecía más importante. La primera maestra, Manuela, considera que para el aprendizaje de la lectura y la escritura de palabras es fundamental que los niños conozcan los nombres de las letras. Ana, en cambio, prioriza la enseñanza de los sonidos de las letras. Lucía, por su parte, trabaja para que sus alumnos analicen las palabras, no las letras, y reconozcan en esas palabras orales los sonidos que las forman.

¿Qué nos dice la investigación psicolingüística actual sobre las opciones de estas maestras?

El aprendizaje del sistema de escritura

Los nombres y los sonidos de las letras Hace siglos, en Grecia se inventó el método alfabético. Este método consistía en enseñar a leer y a escribir a partir de enseñar los nombres de las letras. La lógica de esta propuesta es clara: los niños ya saben hablar, todo lo que tienen que hacer es conocer las letras y podrán escribir. Esta idea es tan potente que sigue circulando en nuestras sociedades: muchas familias enseñan a sus niños pequeños el abecedario, esperando con eso contribuir para que aprendan a leer y a escribir con más facilidad. Pero la realidad ha demostrado ser más compleja. Muchos niños pueden recitar el abecedario y no por ello saben escribir o leer palabras. Cuando a estos niños se les pide que lean una palabra como sapo, suelen responder: ESE A PE O. Eso es deletrear, pero no es leer. Porque nunca llegan al significado de la palabra. La psicolingüística actual nos propone que, más que los nombres de las letras, lo que los niños necesitan conocer son los SONIDOS de las letras, es decir, las correspondencias entre grafías y sonidos. Necesitan saber que M suena mmmm, que P suena pppp, etc.

¿Por qué para aprender a leer y a escribir necesitamos los sonidos y no los nombres de las letras?

Empecemos por el caso de la escritura. Veamos un ejemplo: Cristian está escribiendo la palabra FOCA. Cristian: Seño, ¿cuál es la ffff?

El aprendizaje del sistema de escritura

Lo que este ejemplo nos muestra es que cuando los niños analizan las palabras, reconocen en ellas los sonidos que las componen. Si los niños conocen las letras por su sonido, establecer la correspondencia para escribir se vuelve más directo. Veamos qué pasa en el caso de la lectura: Jazmín está leyendo la palabra FOCA Jazmín: fe o ca a. ¿Feo? Al no conocer los sonidos de las letras, la niña atribuye a cada letra un sonido que cree que es correcto. La F es la fe, la C es la ca. Pero esta estrategia es en realidad un obstáculo para la lectura. Muchos niños a los que se les enseñan los nombres de las letras “descubren”, infieren sus sonidos. Esto es así porque la mayor parte de los nombres de las letras incluyen a sus sonidos (emmme, enne, effe, ese). Es posible que los niños con mucha experiencia de lectura y escritura o los niños con más facilidad para aprender a leer y a escribir no necesiten la enseñanza explícita de los sonidos de las letras. Pero los niños más vulnerables sí lo necesitan. Es importante que los docentes estén atentos a la posibilidad de que sus alumnos requieran de esta enseñanza.

¿Cómo enseñamos los sonidos de las letras?

Este es un tema que abordaremos en nuestra próxima clase.

Analizar los sonidos de las palabras Volvamos ahora al ejemplo de las maestras jugando al bingo, para concentrarnos en Lucía. ¿Qué está promoviendo Lucía en sus alumnos?

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Lucía, había armado un bingo diferente. Los chicos tenían cartones con dibujos (por ejemplo, con el dibujo de un oso, el dibujo de una mesa, el dibujo de un sol y el dibujo de un ala). Ella iba sacando de su bolsa de bolillas tarjetitas con dibujos, entonces si sacaba por ejemplo el dibujo de un sapo, los niños tenían que buscar en su cartón y poner el poroto en algún dibujo que comenzara igual que el dibujo de la bolilla que sacaba la maestra (en este caso el poroto debía ir en sol porque el dibujo que había sacado Lucía era el sapo). En este juego las letras no intervienen. Y sin embargo, promueve en los niños una habilidad que es fundamental para aprender a leer y a escribir palabras: la conciencia fonológica.

La conciencia fonológica es la habilidad para analizar los sonidos que forman las palabras orales (las palabras habladas).

¿Qué significa que necesitamos desarrollar una habilidad para analizar los sonidos que forman las palabras? Para los adultos alfabetizados esa no parece ser una gran hazaña. Apenas oímos una palabra sabemos cuántas letras la forman. Pero justamente la palabra clave acá es letras. Las personas que ya sabemos leer y escribir pensamos en las palabras en función de las letras que las forman. Hagamos una prueba. Van a escuchar unas palabras y les pedimos que piensen cuántos sonidos (fonemas) tiene cada una.

OÍR AUDIOS EN EL AULA

¿Les resultó igual de fácil con todas las palabras? ¿O dudaron con algunas? La mayoría de las personas altamente alfabetizadas encuentran muy fácil decir cuántos sonidos hay en mar, mesa o sal, pero dudan cuando se les dice hoy o que. Porque quienes llevamos años leyendo y escribiendo tenemos dificultades para pensar en las palabras como meros sonidos, siempre pensamos en las letras que las forman. Y las palabras hoy y que tendrán solo dos sonidos, pero nosotros “vemos”

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tres letras. Para nosotros, sonidos y letras están unidos, amalgamados, nos cuesta pensar en las palabras sin sus letras. Pero para los niños que todavía no han aprendido a leer y a escribir, las palabras no tienen letras. En realidad, al principio, tampoco tienen sonido. Las palabras para estos niños son puro significado. Ningún niño aprende a decir gato porque le gusta cómo suena. O porque rima con pato. Aprende la palabra para nombrar a los animales que conoce. Para aprender a escribir debe cambiar su relación con las palabras. Debe asumir una actitud metalingüística: debe empezar a analizar los sonidos que las forman. Pero la conciencia fonológica no surge de un día para otro. Se va desarrollando a lo largo de varios años. El proceso comienza con las rimas. Cuando los niños de 3 años escuchan canciones o se les leen poesías, captan que algo sucede con las palabras elegidas. No es necesario que sean capaces de informan cuáles son los sonidos que riman. Solamente el hecho de que comiencen a percibir que las palabras son sonido además de significado, ya los pone en el camino hacia el dominio del sistema de escritura. Una tarde, volviendo del recreo a la sala, Matías, de 4 años, le dice a su maestra: “el nombre de Manuela empieza como el mío”. La maestra se sorprende y le pregunta: - ¿Dónde viste los nombres escritos, Matías? Al principio Matías no entiende la pregunta. El no vio ningún nombre escrito. No se dio cuenta que Manuela y Matías empiezan con la misma sílaba por haberlos visto en carteles. Se dio cuenta porque analizó los sonidos de los nombres. - Yo pensaba nomás, contesta Matías. La docente, con lógica de adulto, supuso que Matías había hecho una comparación de las grafías. Pero Matías había comparado sonidos. Repitiendo una y otra vez los nombres descubrió la sílaba compartida. Tal vez Matías todavía no pueda darse cuenta de que su nombre también empieza como el de Micaela. Porque reconocer sílabas en las palabras es más fácil que reconocer sonidos (fonemas) aislados. Pero todos los niños de 4 años, con ayuda de sus familias o de sus docentes de nivel inicial, pueden reconocer las sílabas que forman las palabras. Y siguen, así, en el camino hacia el dominio del sistema de escritura. La conquista siguiente es el sonido inicial de las palabras. Es lo que Lucía, la maestra del ejemplo, trataba de promover en sus alumnos. El reconocimiento del sonido inicial es fundamental en el

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proceso de aprender a escribir. Porque es un sonido fácil de reconocer (el sonido al comienzo de la palabra es más sencillo de deslindar que los del medio o el final) y porque permite comenzar a representar sonidos de las palabras con letras. Si Matías sabe que su nombre empieza con mmmmm, cuando lo ve escrito rápidamente puede darse cuenta que mmmm se escribe con M. Este es el punto en que conciencia fonológica y conocimiento de las correspondencias se juntan, para dar apoyo al proceso de aprender a escribir. Para escribir palabras los niños tienen que analizar los sonidos que las forman, identificarlos y establecer las correspondencias. Es por eso que decíamos al principio que no alcanza con conocer los sonidos de las letras para escribir. Porque podemos conocer todos los sonidos de las letras, pero si no somos capaces de reconocer los sonidos que forman las palabras, ¿cómo sabemos qué letra utilizar? Cómo ayudamos a los niños a dominar las correspondencias y a desarrollar la conciencia fonológica es el tema de la próxima clase.

Foro de intercambio de la Clase 2

Estimados colegas: En este foro les proponemos que piensen y compartan por lo menos una actividad para que los chicos analicen los sonidos de las palabras que decimos. Recuerden que en este tipo de actividades, como lo que queremos es que los chicos traten “de escuchar bien”, de reconocer todos los sonidos de las palabras orales, no se trabaja con letras, ni con palabras escritas sino, justamente….¡con palabras orales! Es muy común que en esas actividades se utilicen dibujos para ayudar a los chicos y chicas a recordar las palabras que se están analizando mientras se trabaja. AYUDA: les dejamos algunos ejemplos de actividades para trabajar el análisis de las palabras orales (conciencia fonológica). -Trabajo con rimas: se presentan a los niños tarjetas con dibujos (por ejemplo: casa, luna, zapato, taza, cuna, pato). Los niños deben encontrar las parejas de dibujos cuyos nombres riman. -Situaciones con el sonido inicial: se presentan tarjetas con dibujos y se pide a los niños que agrupen los dibujos “que empiecen con el mismo sonidos” (por ejemplo, dibujo de SOL con dibujo de SAPO). -Situaciones con el sonido intermedio: se presentan tarjetas con dibujos cuyos nombres difieran solamente por un sonido intermedio (por ejemplo, luna y

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lupa). Los niños escuchar bien las palabras e identificar cuál es el sonido diferente. ¡Los leo con atención! Nombre de la tutora

Material de lectura



Borzone de Manrique, A.M.; Rosemberg, C; Diuk, B. y Mangone, L. (2001). Propuestas para el aula. Material para docentes. Lengua E.G.B. 1. Programa Nacional de Innovaciones educativas. Ministerio de Educación. Propuesta 2

Bibliografía de referencia ▪

Valdivieso, L. (2002). La conciencia fonológica como una zona de desarrollo próximo para el aprendizaje inicial de la lectura. Estudios Pedagógicos,28, 165-177.

Créditos Autor/es: Beatriz Diuk y Marina Ferroni Cómo citar este texto: Diuk, Beatriz y Ferroni, Marina (2017). Clase Nro. 2: Los cimientos del aprendizaje del sistema de escritura .El aprendizaje del sistema de escritura. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

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