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LEYENDAS DE FRANCIA LA SANTA FIDES Pero esta vez quiero colaborar con una historia extraída del libro "El puente de Alcántara" de Frank Baer, que, por cierto, os recomiendo su lectura, sobre los famosos milagros de la Santa Fides: "En el año 1013, el monje Bernard de Angers viajó al monasterio de Conques (al sur de Francia), consagrado a santa Fides. El moje casi se muere de espanto al ver que sus compañeros de orden tenían en el altar de su iglesia una pesada estatua de oro adornada con piedras preciosas que representa a la santa, y que la exponían para que sus feligreses la veneraran. En el riguroso norte de Francia, de donde él procedía, esos materiales nobles y el privilegio de la representación plástica estaban reservados exclusivamente al Hijo de Dios. A los santos sólo podía representárselos en pinturas murales o en ilustraciones de libros. Sin embargo, Bernard de Angers presenció varios milagros realizados por la estatua de santa Fides, renunció a sus ideas, se convirtió en un fervoroso adorador de la mártir milagrera y empezó a escribir sobre los milagros que hacía: historias de ciegos que recuperaban la vista y de prisioneros que salían milagrosamente en libertad; historias de campesinos, estratos sociales de los que apenas hablan las crónicas de la época. En el transcurso del siglo XI, otros monjes continuaron la lista de milagros empezada por Bernard de Angers. Se hicieron diferentes transcripciones." Según el autor estos datos son reales y extraídos en parte del "Libro de los milagros de santa Fides". OTRAS LEYENDAS DE ORIGEN DESCONOCIDO EL SUDARIO DE LA BRUJA En el siglo XV, hubo una epidemia o peste y comenzó a correr el rumor de que no acabaría hasta que una anciana, con gran fama de bruja, que había muerto hacía poco, engullese y digeriese el sudario con el que la habían envuelto. Los rumores eran tan grandes que el Podesta y el Burgermeister (algo así como el alcalde) decidieron comprobarlo. se armaron con una escolta y se dirigieron al cementerio, desenterrando el ataúd. Cuando levantaron la tapa vieron cómo el cadáver había engullido la mitad del sudario. El Podesta, asqueado ante la visión, desenvainó la espada y le cortó la cabeza a la muerta. Acto seguido la peste terminó LA BRUJA Y EL ABAD Cuentan los Señores Kramer y Sprenger en su libro que en la época en que fue escrito aún vivía una mujer que todos tenían por bruja, pero que no podían demostrarlo por falta de pruebas consistentes. Hete aquí que a la susodicha le dio por ligarse a un abad de un monasterio cercano a la localidad donde vivía, cosa que consiguió con cierta facilidad. Una vez conseguido esto, lo volvió loco con sortilegios. Vino un segundo abad, al que también engatusó y volvió loco una vez conseguidos sus favores y así ocurrió con un tercero. Por último, el cuarto parece que consiguió resistirse pero en venganza la mujer le hechizó para que se suicidase, cosa que el otro hizo. Si no es obra de Lilith....