Resumen La Verdad Es Sinfónica [PDF]

Zitiervorschau

La verdad es sinfónica Haus Urs Von Balthasar -

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Sinfonía quiere decir armonía. En la sinfonía diferentes melodías se interpretan. El bajo no puede confundirse con el flautín, ni el violoncelo con el fagot, cada uno posee su timbre característico y esto se ve claro en los concierto. La mejor ilustración es la Mozart, es el ejemplo perfecto que hace la resaltar la singularidad de cada instrumento. En la sinfonía todos los diferentes instrumentos se integran en un todo de manera armonioso. Mozart tenía la sensibilidad de poder transmitir la parte de un instrumento. Siempre el compositor tiene en su mente la orquesta y debe reunir la mayor parte instrumental. Balthasar hace una semejanza con el mundo que es equiparable a una gran orquesta, que hace sonar todos sus instrumentos, mientras el público va entrando en la sala y aún no ha aparecido el director, cada músico ensaya y afina su instrumento. Cada uno de los instrumentos tanto de cuerda, como el cuerno, hace posible el contraste. Cuando el director mueve la batuta, la unidad arrastra y atrae hacia si y se ve la función de cada instrumento. A través de su revelación, DIOS ejecuta una sinfonía, en la que no se sabe qué es más rico, si la armonía de su composición, o la orquesta polifónica de la creación que lo interpreta. Antes del que el Verbo de DIOS se hiciese hombre, la orquesta que es el universo tocaba más bien sin obedecer a ningún plan u orden preconcebidos, concepciones del mundo, religiones, bosquejos del estado, eran algo así como melodías aisladas y sin unidad. La pluralidad de instrumentos que la componen adquiere sentido cuando interpreta, bajo la dirección de Cristo, la sinfonía de DIOS. La unidad de la composición procede de DIOS. El sentido del pluralismo, no consiste en rechazar la unidad que radica en DIOS y que es comunicad por él, sino en adherirse a la sinfonía y en ajustarse a la unidad que está por encima. Al principio se sentían extraños los unos a los otros. El depósito de la Iglesia es la “profundidad de las riquezas de DIOS” en Jesucristo, que se halla instalado en medio de ella. Ella deja a este caudal expandirse en una pluralidad inagotable, que fluye inconteniblemente de su unidad. De repente, cuando el empieza el concierto, ven con toda claridad como sus diferentes voces no se limitan a sonar al unísono, sino que se integran en la superior belleza de la sinfonía.

. Los oyentes, son los propios protagonistas, al interpretar la divina sinfonía, cuya composición puede ser comprendida a partir de cada uno de los instrumentos, ni de su totalidad, todos experimentas para que han sido reunidos. . Al principio de sentían extraños los unos a los otros, incluso hóstiles. . . La verdad cristiana es sinfónica. . Proclamarlo a los cuatros vientos y tenerlo siempre presente nos parece quizá la tarea más necesaria del momento actual. . Pero la sinfonía no supone en modo alguno una armonía almibarada y sin tensiones. . La música más profunda y sublime es siempre dramática, es acumulación y resolución (a un nivel más elevado) de tensiones, de conflictos. . Pero la disonancia no tiene nada que ver con la cacofonía. . Tanpoco es último medio de poner en marcha la tensión sinfónica. . Mozart da a sus melodías más simples, a menudo se trata de simples repeticiones de la escala, una elasticidad, una ligereza, una tensión tales, que la fuerza característica que a los pocos compases nos permite reconocer su música parece brotar de un depósito inagotable de tensión espiritual, lo invade todo y halla resonancia por doquier. ..