Liturgia de Las Horas 14 de MAYO [PDF]

  • 0 0 0
  • Gefällt Ihnen dieses papier und der download? Sie können Ihre eigene PDF-Datei in wenigen Minuten kostenlos online veröffentlichen! Anmelden
Datei wird geladen, bitte warten...
Zitiervorschau

14 DE MAYO NUESTRA SEÑORA DE LA EVANGELIZACION Solemnidad I VISPERAS HINMO Virgen María Madre de Dios Reina y Señora de la Evangelización En la tarde de mi vida me dirijo a ti, Señora, suplicando la ternura que mi frágil fe añora. En las penas y en los gozos en el llanto de mi alma, en las culpas de mi pueblo quiero ser la voz que clama Como tu supiste, Madre, dar vida a la Palabra quisiera ser testigo del Dios que nos habla. En la cruz de aquel calvario Atravesada tu alma 1

supiste, junto a tu hijo, colmarnos de esperanza. Virgen María Madre de Dios Reina y Señora de la Evangelización. Y al final de mi camino, Madre del amor, llévame contigo, contigo hacía Dios. SALMODIA Ant. 1. Dichosa eres, Virgen María que llevaste en tu seno a Cristo, Buena Nueva para todos los pueblos. Aleluya. Salmo 112 ALABADO SEA EL NOMBRE DE DIOS Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre: de la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. 2

¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo; a la estéril le da un puesto en la casa, como madre feliz de hijos. Ant. Dichosa eres, Virgen María que llevaste en tu seno a Cristo, Buena Nueva para todos los pueblos. Aleluya. Ant. 2. Por medio de la Virgen María, Dios ha enviado a la tierra al que es la Palabra para que anuncie su mensaje y bendiga a sus hijos con la paz. Aleluya. Salmo 147 ACCIÓN DE GRACIAS POR LA RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; 3

manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden, y se derriten; sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. Ant. Por medio de la Virgen María, Dios ha enviado a la tierra al que es la Palabra para que anuncie su mensaje y bendiga a sus hijos con la paz. Aleluya. Ant. 3. Tú eres, Virgen María, la elegida desde antes de la creación del mundo para darnos a conocer el misterio divino de la salvación. Aleluya. Cántico Ef 1, 3-10 EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos 4

e irreprochables ante Él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Ant. Tú eres, Virgen María, la elegida desde antes de la creación del mundo para darnos a conocer el misterio divino de la salvación. Aleluya.

5

LECTURA BREVE

Ga 4, 4-5

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. RESPONSORIO BREVE V. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. R. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. V. En ti confiamos y esperamos. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Todas las naciones me llamarán Bienaventurada porque el Poderoso ha hecho obras grandes, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Aleluya.

PRECES Elevamos nuestras suplicas al Padre, que por medio de María nos dio a Cristo, autor de nuestra salvación, y digamos confiados: Que Santa María, Madre nuestra, interceda por nosotros. Tú, que enviaste el Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos con María Virgen, -protege al Papa NN, a nuestro Obispo NN., (a los obispos auxiliares), presbíteros y diáconos para que llenos de ese mismo Espíritu no se cansen de anunciar el Evangelio.

6

Tu, que has hecho de María el modelo y figura de la Iglesia, -haz que la Iglesia de Lima crezca en el amor a Cristo y en todas virtudes cristianas para que sea signo de salvación. Tu, que por medio de María nos diste al Príncipe de la Paz, -concede la paz y concordia a nuestra patria y a todos los pueblos. Tu, que enviaste a tu Hijo a anunciar el Evangelio a los pobres, a dar la vista a los ciegos y la liberación a los cautivos. -concede, por intercesión de Santa María, consuelo a los que sufren, gozo a los tristes y libertad a los oprimidos. Tu, que escogiste a María para que cooperara en la obra salvadora, -haz que los jóvenes respondan con generosidad a tu llamada (se puede agregar otras intenciones) Tu, que llevaste a María en cuerpo y alma al cielo, -concede a nuestros hermano difuntos gozar eternamente de tu compañía. Confiados en el amor que Dios nos tiene, digamos la oración que Jesús nos enseñó: Padre nuestro. Oración Señor, Dios nuestro, que colmaste a la Virgen María con los dones del Espíritu Santo mientras oraba con los Apóstoles; concédenos a cuantos la celebramos bajo el titulo de Nuestra Señora de la Evangelización, que, movidos por ese mismo Espíritu, perseveremos unánimes en la oración y fervientes en la caridad y anunciemos a los hermanos la buena nueva de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo. 7

INVITATORIO Ant. Venid, adoremos a Jesucristo, Palabra eterna del Padre, nacido de Santa María Virgen. Aleluya. A continuación se dice el salmo del Invitatorio. OFICIO DE LECTURA HINMO Brotó de ti la gracia y nuestra vida, oh Virgen manantial de toda dicha, cuando igual que la madre primeriza fuiste madre con gritos de alegría. Mujer de aldea y madre los hombre, Mujer de grandes gozos y dolores, ¡cómo esperan de ti los corazones, porque eres las más pobres de las pobres! El Rey de la paz te acoge, en ti se goza, Y en tu virginidad sella su gloria; ¡cante el mundo y la Iglesia deseosa al Señor que de gracia te corona! Amén. SALMODIA Ant. 1. María ha recibido la bendición del Señor y la misericordia de Dios, su salvador. Aleluya.

8

Salmo 23 ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO Las puertas del cielo se abren ante Cristo que como hombre sube al cielo (S. Ireneo). Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. - ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? - El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso. Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. - Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria. - ¿Quién es ese Rey de la gloria? - El Señor, héroe valeroso; 9

el Señor, héroe de la guerra. ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria. - ¿Quién es ese Rey de la gloria? - El Señor, Dios de los ejércitos. Él es el Rey de la gloria. Ant. María ha recibido la bendición del Señor y la misericordia de Dios, su salvador. Aleluya. Ant. 2. El Altísimo consagra su morada. Aleluya. Salmo 45 DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: el Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.

10

Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios lo socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos. "Rendíos, reconoced que yo soy Dios: más alto que los pueblos, más alto que la tierra". El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Ant. El Altísimo consagra su morada. Ant. 3. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María!

11

Salmo 86 HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! "Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido allí". Se dirá de Sión: "uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado". El Señor escribirá en el registro de los pueblos: "Éste ha nacido allí". Y cantarán mientras danzan: "Todas mis fuerzas están en ti" Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María!

V. María conservaba todas estas cosas. R. Meditándolas en su corazón.

12

PRIMERA LECTURA Del libro del Apocalipsis

11, 19-12,17

La gran señal de la mujer en el cielo En aquellos días, se abrió en el cielo el santuario de Dios, y en su santuario apareció el arca de su alianza; se produjeron relámpagos, estampidos, truenos, un terremoto y temporal de granizo. Después apareció una figura portentosa en el cielo: una Mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Estaba encinta, y gritaba entre los espasmos del parto, y por el tormento de dar a luz. Apareció otra señal en el cielo: un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba en frente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tienen un lugar reservado por Dios, para que allí la sustenten mil doscientos sesenta días. Se trabó una batalla en el cielo; Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron, y no quedó lugar para ellos en el cielo. Y al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás, y extravía la tierra entera, los precipitaron a la tierra, y sus ángeles con él. Se oyó una gran voz en el cielo: “Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y 13

no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas. ¡ay de la tierra y del mar! El diablo bajó contra vosotros, rebosando furor, pues sabe que le queda poco tiempo” Cuando vio el dragón que lo había arrojado a la tierra, se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz el hijo varón. Le pusieron a la mujer dos alas de águila real para que volase a us lugar en el desierto, donde será sustentada un año y otro año y medio, lejos de la serpiente. La serpiente, persiguiendo a la mujer, echó por la boca un río de agua, para que el río la arrastrase; pero al tierra salió en ayuda de la mujer, abrió su boca y se bebió el río salido de la boca de la serpiente. Despachado el dragón por causa de la mujer, se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús. Responsorio

1 Co 15, 54. 57; Ap 12, 1

R. Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: “la muerte ha sido absorbida en la victoria”. ¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Aleluya. V. apareció una figura portentosa en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. R. ¡Demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Aleluya. SEGUNDA LECTURA De los sermones de San Bernardo (Sermón In Nativitate Beatae Mariae (275) nn. 3b. 6. 7a. en Obras completas de san Bernardo, vol IV, BAC, Madrid, 1986) Todo lo recibimos por María La vida eterna es la fuente inagotable que riega toda la superficie del paraíso. ¿ y quién esta vida eterna, sino Cristo el Señor?, nos lo dice la Escritura: cuando se manifieste vuestra 14

vida, con él os manifestaréis también vosotros gloriosos. la plenitud se ha vaciado, por así decirlo, para hacerse nuestra justicia, nuestra santificación, nuestro perdón; y solamente aparece como vida, gloria y bienaventuranza. Las aguas de esta fuente han sido canalizadas hasta nosotros, y llegan a nuestras plazas, aunque no la beben los extraños. Este hilo de agua celestial ha descendido a nosotros por un acueducto que nos reparte el agua de la fuente; no toda de una vez, sino que hace caer la gracia gota a gota sobre nuestros corazones resecos; a unos más y otros menos. El acueducto va siempre a rebosar, y todos pueden recibir de su abundancia sin agotarlo jamás. Considera, hombre, el designio de Dios; contempla el proyecto de su Sabiduría y de su amor. Antes de regar la era con el rocío del cielo, empapó el vellón. Antes de rescatar a la humanidad depositó todo el precio en manos de María. ¿Y con qué fin hizo esto? Tal vez para que Eva pudiera rehabilitarse por medio de su Hija, y cesara ya la queja del hombre contra la mujer. Adán, no digas ya: la mujer que diste me dió del árbol prohibido. Di más bien: “la mujer que me diste me ha alimentado con un fruto bendito”. ¡Qué designio tan santo! Pero todavía hay algo más, algo que no podemos comprender. Lo que hemos dicho es cierto, pero si no me engaño no satisface vuestros deseos. La leche contiene azúcar, pero si la desnatamos nos da también una exquisita mantequilla. Mirad, pues, más alto y ved con cuánta devoción quiso que honráramos a María, aquel que depositó en ella la plenitud de todos los bienes. Toda nuestra esperanza, gracia y salvación proceden de ella, que subió exhalando fragancias. Es un jardín lleno de encantos, a quien no sólo acarició el astro divino, sino que lo agitó impetuoso, para que sus aromas –los carismas de sus gracias-se difundan y propaguen por doquier. Suprime ese cuerpo solar que alumbra al mundo, ¿Qué ocurre con el día? Suprime a María, estrella del mar, de este mar inmenso e infinito, ¿Qué nos queda sino oscuridad impenetrable, sombra de muerte y densas tinieblas? 15

Con todas las fuerzas, pues, de nuestro corazón, con nuestros más vivos sentimientos y anhelos, veneremos a María, porque es voluntad del Señor que todo lo recibamos por María. Sí, es voluntad suya, pero a favor nuestro. Responsorio R. Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza. De ti salió el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios, por quien hemos sido salvados y redimidos. Aleluya. V. Celebremos con gozo esta fiesta de Santa María Virgen. R. De ti salió el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios, por quien hemos sido salvados y redimidos. Aleluya. Se dice Te Deum, y luego la oración como en Laudes. LAUDES HINMO Señora de la Evangelización, Madre amada y venerada, hoy tus hijos celebramos jubilosos el don de nuestra fe . Hoy tus hijos celebramos jubilosos El regalo de tu amor. Llena de gracia, de amor y de ternura junto a Jesús viviste en Nazaret. Tú nos enseñas a caminar con Cristo y anunciar el Evangelio por doquier. Contigo vino la salvación del mundo, Tu nos sembraste la semilla de la fe, 16

hoy florece gracias a tu presencia Madre nuestra y Madre del Redentor. SALMODIA Ant. 1. Dichosa eres, Virgen María, tuviste sed de Dios y creíste en el Dios vivo. Aleluya. Salmo 62, 2-9 EL ALMA SEDIENTA DE DIOS ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré de manjares exquisitos, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, 17

y tu diestra me sostiene. Ant. 1. Dichosa eres, Virgen María, tuviste sed de Dios y creíste en el Dios vivo. Aleluya. Ant. 2. Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Aleluya. Cántico Dn 3, 57-88. 56 TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor. Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor.

18

Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.

19

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Ant. 2. Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Aleluya. Ant. 3. Cantemos un cantico nuevo al Señor que ha amado y adornado con la victoria a su humilde sierva. Aleluya. Salmo 149 ALEGRÍA DE LOS SANTOS Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria 20

y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. Ant. 3. Cantemos un cantico nuevo al Señor que ha amado y adornado con la victoria a su humilde sierva. Aleluya. LECTURA BREVE

Is 60, 1-3

Levántate, brilla Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. RESPONSORIO BREVE V. El Señor, tu Dios, está en medio de ti. Aleluya, aleluya. R. El Señor, tu Dios, está en medio de ti. Aleluya, aleluya. V. Su gloria amanecerá sobre ti. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R. El Señor, tu Dios, está en medio de ti. Aleluya, aleluya.

21

CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Bendigamos a Dios, que con la cooperación de la Virgen María, ha visitado y redimido a su pueblo. Aleluya.

PRECES Llenos de confianza filial elevemos nuestras suplicas a Dios, nuestro Padre, en la fiesta de nuestra Patrona, Nuestra Señora de la Evangelización y digámosle: Que la llena de gracia interceda por nosotros. Te bendecimos, Señor, porque tanto amaste al mundo que nos enviaste a tu Hijo, el Salvador, nacido de Santa María Virgen, -y te pedimos que todos los hombres reconozcan y confieses que tu Hijo Jesucristo es el Señor. Te bendecimos, Señor, porque has querido que tu Hijo nos redimiera en el misterio de la Cruz y de su resurrección, -y te suplicamos que busquemos siempre los bienes de arriba y actuemos siempre según los principios del Evangelio. Te bendecimos, Señor, porque tu Hijo, en la cruz, nos dio como Madre a María, -y concede a los que veneramos a la Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Evangelización, ser evangelizados por tu Palabra para ser evangelizadores en el mundo. Te bendecimos, Señor porque has enviado al Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles, -y envía este mismo Espíritu para que encienda nuestros corazones, nos renueve y nos impulse a ser fervientes evangelizadores como los apóstoles.

22

Unidos fraternalmente bajo la protección de Nuestra Señora de la Evangelización, pidamos al Padre que venga a nosotros su reino: Padre Nuestro. Oración Señor, Dios nuestro, que colmaste a la Virgen María con los dones del Espíritu Santo mientras oraba con los Apóstoles; concédenos a cuantos la celebramos bajo el titulo de Nuestra Señora de la Evangelización, que, movidos por ese mismo Espíritu, perseveremos unánimes en la oración y fervientes en la caridad y anunciemos a los hermanos la buena nueva de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo. HORA INTERMEDIA Todo del común de Santa María Virgen, menos la oración II VISPERAS HINMO Dios te salve María estrella de los mares guíanos al puerto antes que se haga tarde. Dios te salve María, faro vigilante, luz que siempre brilla en nuestras tempestades. Dios te salve María, protectora y Madre: 23

en las culpas y penas de mis ansiedades nunca me abandones, no quiero olvidarte. Dios te salve María, creyente incansable, disipa las tinieblas que impiden amarte. Madre del Evangelio queremos que nos hables como lo hiciste a tu Hijo cuando se hacía grande; porque entonces sabremos conversar con el Padre y a Dios predicaremos con tu don admirable. María Madre Nuestra Señora de la Evangelización ruega al Padre por nosotros y danos tu bendición. Amén SALMODIA Ant. 1. Alégrate, María, bendita de Dios y templo del Espíritu Santo. Aleluya. Salmo 121 24

LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN ¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. Desead la paz a Jerusalén: "Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios". Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: "La paz contigo". Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Ant. 1. Alégrate, María, bendita de Dios y templo del Espíritu Santo. Aleluya. Ant. 2. María escuchaba la palabra de Dios, y la conservaba, meditándola en su corazón. Aleluya. 25

Salmo 126 EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, que comáis el pan de vuestros sudores: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del vientre: son saetas en manos de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: No quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza. Ant. 2. María escuchaba la palabra de Dios, y la conservaba, meditándola en su corazón. Aleluya. Ant. 3. Bendita eres María, elegida por el Señor para dar al mundo a Cristo, el Salvador. Aleluya. Cántico Ef 1, 3-10 EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN

26

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: 27

recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Ant. 3. Bendita eres María, elegida por el Señor para dar al mundo a Cristo, el Salvador. Aleluya. LECTURA BREVE

Gal 4, 4-5

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. RESPONSORIO BREVE V. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. R. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. V. En ti confiamos y esperamos R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Tú nos entregas a Jesús. Aleluya, aleluya. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Hoy celebramos la fiesta de Nuestra Señora de la Evangelización. Hoy sus hijos alabamos al Señor porque Ella dio a luz a Jesucristo, que vino anunciar la Buena Nueva a los pobres y a proclamar el año de gracia del Señor. Aleluya.

28

PRECES Al celebrar la fiesta de Nuestra Señora de la Evangelización, nuestra Patrona, invoquemos a Cristo que nació de Santa María Virgen para salvarnos, y digámosle: Hijo de Dios y de María, escúchanos. Tú que dijiste que tu madre y tus hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la cumplen, -concede a todos los cristianos, por tu intercesión, conocer, amar y cumplir tu voluntad divina. Tú que nos concedes la alegría de celebrar hoy la solemnidad de nuestra Señora de la Evangelización, nuestra Patrona, -concede a la Iglesia de Lima venerarla con amor, proclamarla bienaventurada e invocarla con fe. Tu que participaste en Caná de Galilea e hiciste el primer milagro, -haz que los matrimonios, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad. Tu que desde la Cruz nos diste a María por Madre, -concede por su mediación salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores. (pueden añadirse otras intenciones) Tu que has glorificado a la Virgen María en el cielo y nos has prometido prepararnos una morada en la casa del Padre, -concede a nuestros hermanos difuntos la felicidad de tu reino. Con el gozo y la alegría de los hijos de Dios, digamos con confianza: Padre Nuestro.

29

Oración Señor, Dios nuestro, que colmaste a la Virgen María con los dones del Espíritu Santo mientras oraba con los Apóstoles; concédenos a cuantos la celebramos bajo el titulo de Nuestra Señora de la Evangelización, que, movidos por ese mismo Espíritu, perseveremos unánimes en la oración y fervientes en la caridad y anunciemos a los hermanos la buena nueva de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.

30