Satán Burger [PDF]

Zitiervorschau

Satán Burger Una novela de absurdos espeluznantes Carlton Mellick III

Para algunas personas, una hamburguesa es más importante que un alma…

Nota del autor Escribí este libro (básicamente) cuando tenían 20 años y estaba al filo del auto-asesinato. No estoy seguro si se debía a una fascinación con la desconocida vida-más-allá o era debido al aburrimiento total. Lo más probable es lo último. El mundo se vuelve más y más claro cuanto más envejecemos, mucho menos misterioso/excitante, y todo su atractivo que experimentamos durante nuestra infancia se vuelve lógico, y lógico es un sucio y aburrido mundo. Esta historia es desde el punto de vista del rebelde, de quien todavía estoy profundamente enamorado, que se rehúsa a aceptar las creencias (la lógica) que han entregado a él como un uniforme: me niego a la esclavitud del dinero, me niego a aceptar la aclaración de la vida futura, o las opiniones que otros tengan por hechos, me niego a aprender idiomas extranjeros, me niego a decidirme, me niego a recordar todo lo que he aprendido, me niego a que uno más uno sea siempre igual a dos, me niego a ser bueno, porque no estamos seguros todavía de la definición de bueno, y me niego a convertirme en ciego, perder mi audición, extraviar mis piernas…

Satán era un rebelde también. La Biblia te enseña a odiar a los rebeldes. —Carlton Mellick III, 3/10/01 1:58 pm

Dedicado a Food Fortunata, un genio en su propia retrasada y pequeña manera. “Quiero que Dios me vea.” —Doug Rice, A Good Cuntboy is Hard to Find.

Acto Primero Héroe aceptando su viaje.

Escena 1 Ácido Océano Ojos Ácido Océano OjosÁcido Océano OjosÁcido Océano Ojos El mundo es todavía nuevo. Todavía se está desarrollando/mutando como si se deslizara a través de sus momentos de pubertad, dentro de las complicadas, incómodas etapas de desarrollo físico y emocional, solo encontrando pelo donde antes no lo había. Parece viejo para nosotros, pero solo parece porque nuestras vidas son muy cortas. Por no mencionar que el time corre más rápido para los planetas que para nosotros los humanos. Cómo de rápido pasa el tiempo para los humanos comparado con los pequeños bichos de sándwich, que necesitan vivir a un ritmo lento con el fin de alcanzar una buena visión del mundo antes de que su tiempo expire, puesto que su esperanza de vida es de tan solo 2.51 días. Para el resto del universo, el planeta Tierra es solo un adolescente, lloriqueando alrededor de las piernas de mundo mayores en el universo. Sus hermanos y hermanas mayores —Júpiter y Venus, por ejemplo— también son considerados inmaduros, pero comparados con la Tierra son lo mejor de la sofisticación, y el niño Tierra los mira hacia arriba todo el día. Puesto que los mundos antiguos prefieren no sondear los asuntos de los planetas mocosos y gamberros, el universo no reconoce nuestro sistema solar de forma regular.