Reflexión Lectura "Seis Competencias Claves para Hacer Frente A Un Mundo Topsy-Turvy" [PDF]

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Edwin Francisco Salinas Martínez - MBA Cohorte 28. REFLEXIÓN LECTURA “SEIS COMPETENCIAS CLAVES PARA HACER FRENTE A UN MUNDO TOPSY-TURVY” El mundo inevitablemente ha cambiado bastante en los últimos años. La tecnología ha generado cambios bastante notorios en la manera como se percibe el mundo y las formas de relacionamiento entre las personas. Las organizaciones no son ajenas a dicho cambio (incluso la organización en la que trabajo, y a pesar de no mencionar su nombre, cada vez que me refiera a “organización” u “organizaciones”, me estaré refiriendo a ella), y por ello cada día es más retador generar espacios adecuados para que las personas laboren y puedan cumplir con sus objetivos, sin embargo también existen retos que las personas deben cumplir, y están enfocados especialmente al desarrollo de competencias y la capacidad que se tenga para adaptarse a las situaciones que se presentan cada día, ya que existen organizaciones dinámicas, que demandan adaptación, de lo contrario las personas no sobreviven a dicho dichas organizaciones. Se trata de un tema de selección natural, así como lo planteó Charles Darwin, y un tema de inteligencia, así como lo planteó Jean Piaget: La inteligencia es adaptación al entorno. Pero no únicamente la adaptación se requiere para este mundo globalizado y dinámico: las organizaciones también requieren personas que manejen situaciones empresariales con su hemisferio izquierdo del cerebro (pensamiento convergente), y también con su hemisferio derecho del cerebro (pensamiento divergente), según lo amerite cada situación que se presente en una organización dinámica, joven y con trabajo bastante especializado. Esto hace que atraer personas que cuenten con estas características sea un gran reto para las organizaciones y por ello constantemente replanteen sus estrategias

de selección de personal y deban tener en cuenta no únicamente la estructura de compensación para atraer el talento; también deben tener en cuenta hacer cambios en la estructura organizacional, espacios físicos, formas de manejar la información, entre otros aspectos. A su vez, en las organizaciones, especialmente en las que se basan en la ingeniería como fuente de productividad, es necesario que las personas tengan pensamiento creativo, que sean curiosos, críticos y que piensen diferente frente a cómo se puede resolver un problema determinado que se presente en las organizaciones. Sin embargo hay grandes retos para dichas organizaciones: ¿Cómo fomentar el pensamiento creativo?. ¿Cómo hacer para que las personas sean curiosas y desarrollen su capacidad de observar?. ¿Son bien vistas aquellas personas que lanzan críticas frente a los procesos que se manejan en las organizaciones?. ¿Realmente existe interés por potencializar estas habilidades tanto por parte de las personas como por parte de las empresas?. Es muy posible que por lo menos para una de estas preguntas no se encuentre respuesta fácilmente en las organizaciones y sea necesario discutirlas en comités en los que participen todos los niveles. Ahora bien, suponiendo que en las organizaciones se pretenda desarrollar el pensamiento creativo, y haya interés porque las personas “piensen con las manos”, se hace necesario manejar dos tipos de culturas: una enfocada a atender las actividades del día a día y otra cultura enfocada a facilitar el “trabajo con las manos” y de esta manera fomentar la investigación y el desarrollo. Por último, motivar a las personas para que cumplan con un determinado objetivo y para que interactúen efectivamente es un gran reto. No existe una formula exitosa para desarrollar el liderazgo o para hacer que las personas trabajen en equipo, a pesar de que en las organizaciones se hacen grandes esfuerzos por desarrollar estas habilidades. Muchas veces se invierten recursos considerables para su desarrollo, pero los resultados

no son los esperados y en la mayoría de casos, ocurre porque simplemente a las personas no les interesa desarrollar dichas habilidades. Para el caso del trabajo en equipo, la historia ha demostrado que la mejor manera para que exista desarrollo en un grupo social, es gracias a las interacciones grupales, por ello si en las organizaciones se carece del trabajo en equipo, difícilmente serán exitosas. Las personas deberían contar con las competencias mencionadas, sin embargo, es responsabilidad de las organizaciones desarrollarlas, y es responsabilidad de las personas querer desarrollarlas, con ello se genera un espacio de “gana – gana” entre personas y organizaciones. La lectura es bastante interesante y plantea con acierto las competencias que cualquier trabajador debería tener en una organización de cualquier tipo. Es un reto tanto para organizaciones como para las personas desarrollar dichas competencias, lo cual se puede llevar a feliz término siempre y cuanto las dos partes tengan voluntad de hacerlo.