Molano Alfredo. Los Años Del Tropel. Relatos de La Violencia [PDF]

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Zitiervorschau

LOS

AÑOS

DEL TROPEL

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CASA DEL LIBRO H. RAJUL & CIA. LTDA.

Calle 18 No. 6-43- Bogotá Teléfono: 243 26 68

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IANCO Df LA REPUBLICÁ .uól'ICA U,,JIS.'-ANGtl AJtAN(ijl, ·

WlO, DI ADOUI$1CION

LOS AÑOS DEL TROPEL a.Jatoa H la vlolucio

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BIBI.IOTECA 8JIS ANGEl ARAPROCfiiOi l pansión terrateniente, por la reconfirmación de ésta se desarrollaba desde la post .. guerra, un captta!tsmo M b . . durante la hegemonía conservadora instaurada a partir rario y vigoroso que dio lugar a un resque ra¡amtenag · · d d ·' 1o que de 1946 y por la influencia del partido comunista, facto de las formas no captta!tstas e pro uccton; tores que posibilitaron la interiorización de un esque·onstituyó un clima propicio para que el estÍmulo políma económico, político y social fundado en una refor~ico generara la violencia en su versión más despiadada ma agraria capaz de alentar el acceso a la tierra y a los y crim_~f1ai.JPlro es precisament~ ese basamento soctorecursos técnico-financieros suficientes para su con- . ecóñomtco, e que expltca el caracrer parctalmente au- . servación y competencia dentro de la economía de tónomo que revestÍa la violencia Andina.@ldesarrargo • . mercado. La Óptica conservadora aparece sustentada de las formas de producción tradicional, la descompopor los lÍmites propios de la pequeña burguesía agraria ~ición del pequeño propierario, la expulsión de colonos apegada a la propiedad y recelosa del capital, no por la y arrendatarios, la intensificación de la opresión, la.:xesencia de su valorización, sino por los excesos de éste poliación, la explotaci~n, que tenían como condtoon, en su tendencia hacia la competencia desigual y la conherramienta y expreston la vtolenoa, fueron canaltzacentración. El verdadero trasfondo de dicha ideología dos por los partidqs y así se transformaron las tensiono d, por tanto, anticapitalista sino antimonopolista. nes y contradicciones propias del proceso de desarrollo No está orientada realmente hacia la demolición del capitalista agrario, en violencia J:artidis~a.[La debtltdad estado capitalista y su sustitución ppr un estado sociadel Estado, o mejor, la existencta de un Estado patrilista, sino más bien hacia el montaje de un estado demonial, impidió una mediación incisiva y radical de un mocrático-burgués que instrumente una reforma agra-. poder autónomo sobre la estructura parri?ista para ria impulsora de la pequeña y mediana propiedad". evitar la generalización de la vwlencta palmea. 1 Si se atiende a la configuración del terreno, se puede ; . El fenómeno de la violencia tuvo en las regiones anhablar de dos· zonas de Violencia inuy claramente delidinas un substrato socio-económico que los partidos no mitadas. ',La violencia en los Llanos y la violencia An¡;¡odían controlar, a pesa; de manejar sus expresiones. dina~ La primera claramente política: un movimiento Esto explica la dispersron, la semt-mdependencra, es estrátégico montado y avalado por el liberalismo, con__.- decir, la tendencia rebasa los límites de la "aversiÓn¡;· una dirección central política y militar, con apoyo losectarismo políticos ... la extralimitación en elapoypl gístico e ideológico del partido. En cambio, la violencia ·o adhesión al gobierno... " y tomar el canz de cnmen en e!Tolima, Huila, Valle, Caldas; no era tan orgánica, atrqz. Claro está que el grado de crueldad y perversión no se articulaba a un partido tan directamente como en que alcanzó la violencia no puede explicarse solamente el caso de los Llanos, quizás porque los gobiernos conpor la independencia que cobra el fenómeno de su hoservadores cumplían, a través del· ejército y la policía, gar inicial. Habría que agregar que un pueblo hamlas funciones principales de centralización,orientación briento, ávido de soluciones místicas y salvajemente y protección, etc. En estas regiones los grupos liberales reprimido en las órbitas de su deseo, ve en la retaliase hallaban dispersos y en cierta medida divorciados de ción sangrienta la afirmación que alindera su cuerpo, un agente aglutinante. De otro lado, la situación a.gra-

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realiza sueños inconfesables largamente promovidos, y elimina de un tajo el fantasma de la negación. Los dos tipos de violencia dieron lugar inclusive a una terapéutica socio-económica distinta y a un epílogo totalmente diferenteLJ\1Jentras que en los Llanos el gobierno invirtió casi todo el dinero proveniente del Impuesto de Rehabilitación y Fomento, que decretó el gobierno con destino a las zonas afectadas, en las regiones andinas no hubo prácticamente inversión en este período. Mientras en el Llano se apoyó la colonización, se estimuló el crédito y se abrieron vías, la zona andina permaneció al margen de estos benefici~,.l Quizás se buscó crear un polo de atracción para la. población golpeada por el proceso socio-económico y por la violencia en un área diferente. . • __:A-demás la violencia del Llano fue desarrollada y fo~ ·mentada en sus inicios con la participación directa y personal de los propietarios de los hatos, lo que no sucedió--t-an-sistemáticamente en otras regiones. Estos propietarios no sólo eran económicamente influyentes, sino lo que es más importante, eran avezados g~" monales que presionaban la distribución discriminatória del impuesto de rehabilitación. En realidad en el Llano estaba ausente el fundamento socio-económico de que hablamos y el movimiento revestía el carácter de una contitiui~ad de la política liberal por medio de la resistencia armada a la reconquista conservadora y al agotamiento de las vías legales. Por eso, la violencia del Llano se terminó unavez pactada la entrega y otorgada la amnistía y el indulto.. ! En cambio, la violencia del occidente, tras_un instante i de vacilación, se prolongó en una segunda oleada de pavor y sangre, que hoy, descartada la interesada catálisis de los partidos tradicionales y respondiendo a otras. condiciones sociales y económicas, no sólo se mantiene, sino que se amplí~·_j 28

Itinerario de una metodología EL plan original del trabajo era clásico: re_coger los testimonios de protagomstas de la V 1olencw ef1 Colombia, por el interés que sus punws de v1sta tienen ara una comprensión del movimiento caú1pesmo. tualquier militante rural de hoy lleva una improntn de aquellos días bien sea en forma de vago recuerdo, bien sea como nostalgia ancestral por los paiSaJes que , . tejieron su apellid~J.. El primer proposlto fue allegar un numero de encuestas representativas de las reg10nes y de _los otros rasgos con que numerosos analistas han tipifiCado la Violencia. El instrumento escogido fue__ !¡l_e~rrevista no-directiva, al menos para la etapa expforatoria, con elfin de que la libre asociación pudiera aportar.r~sgos nuevos desp.ués de tantos años y de tantos anahsis. ¡, Un primer esguince heterodoxo fue la decisión de aprovechar algun?s contactos que d~taban de l1Ue~tra época universitana, cuando en el furor IZqUI~rdJsta y con la inspiración de CaJ11ilo, hubo la oportunidad de conocer algunos de los Jefes legendanos o de sus mmediatos lugartenientes. Por este camino se podría llegar a personajes clave, cuyo testimonio poseería Una cuahficación indiscu.tible. Este. comienzo del trabajo produjo resultados definitivos al combinarse con una elaboración teórica y una reflexión metodológica paralelas. En el campo de la teoría tratábamos de no convenir la Violencia en abstracción.¡La abstracción es, por definición, una negación de la-realidad inmediata y no una gen-eralización de ella; no es· una acumulación de información, sino una "disección" para aprehender su nexo interno,, La lógica dialéctica muestra en esta tarea toda su potencialidad corrosiva para diluir la apariencia, reconstruyendo las unidades antagónicas como un complejo producido por oposiciones. Sólo a partir de la nueva.sínte-·

sis es posible entender la verdadera estructura de la realidad. Ahora bien, el análisis concreto, como retorno a la realidad vista y comprendida a la luz de la teoría, apropiándose de ella de la única manera que lo puede hacer el pensamiento, supone no sólo el conocimiento de las leyes que rigen estas determinaciones sino su despliegue en la concreción. El verdadero perfil de la realidad aparece a este nivel: la verdad es concreta. De allí la urgencia de encontrar a los protagonistas y de escucharlos pacientemente, siguiendo sus códigos antes que jalonándoles sus trochas. Las entrevistas terminaron siendo esbozos autobiográficos qu'e no parecía lícito descomponer, so pena de volverlos incompren' sibles. Ei'l este instante hubo que tomar una decisión dictada por el calendario y por la acumulación de materiales que deberían ser procesados en alguna forma: ' '\El respeto a la integridad de lvs relatos requería re, bajar el número de testimonios paramant!"ner los "da· ros" dentro de proporciones manejables. Mucho más espinosa era la pregunta sobre la forma de procesar una autobiografía, sin destruirla por la1 disección. llin el entre tanto, un experimento vino a sugerir un camino posible: Visitando un sector campesino botiJbardeado por el Ejército colombiano con el pretexto de insurgencia, llegamo-s a la conclusión de que tOdos aquellos reportajes de los migrantes forzosos podían integrarse en personajes colectivos. La repetición del relato por diversos integrantes del grupo que había practicado el éxodo nos permitió identificar las líneas comunes de las vivencias. Al escuchar una y otra. vez las mismas experiencias contadas por diversos protagonistas aparecían bien visibles las que Merton llama· ra "regularidades".___ ,•

pe otro lado, cada relato era una vivencia individual alumbrada por creencias pr0pias y medida según valores íntimos que permitían establecer diferencias y comparaciones. Pero establecer éstas y aislar aquellas por medio de una ~arnicería estadística. ~onver.tía la Violencia en un fenomeno de redtstrtbucton de tterras 0 en un tejido de hipótesis acerca' del juego político, sin que a la mayoría de los 200.000 muertos les hubiera tocado mucho de lo primero ni hubieran entendido nada de lo segundqj'(a que las víctimas fueron, en la casi totalidad, humildes cultivadores que después de jugarse la vida sólo conquistaron, temporalmente, la tierra que cubrió sus huesos y a quienes de habérseles preguntado sobre el Estado o los postulados liberales, .~u­ biéramos visto hacer cara de absoluta mcomprenSIO!J.. Así aleccionados por los campesinos de El Pato y por el éxito de haber analizado sus penalidades colectivas por medio de un relatq "novelesco", tomado directamente de los prisioneros del estadio de Neiva y plasmado en personajes que revivían roda la experiencia detectada efltre~iíquellos cientos de labriegos cauriyos, llegamos a la cbnclusión de que valía la pena intentar el mismo método con una muestra de protagonistas de la Violencia. . El éxito del análisis sobre los campesinos de El Pato había sido sancionado por los coleg~s, al reconocer que los relatos no solamente superaban los cánones del repbrtaje periodístico sino que suministraban el material para un trabajo profundo y sistemático por parte del lector. Pero mucho más importante aún fue para nosotros el reconocimiento que los mismos campesinos hicieron del material ya elaborado y de la utilidad que le descubrieron como herramienta para una estrategia organizativa que previniera desastres parecidos. Asíse alcanzaba un objetivo del Programa de Participación Popular. ~-

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Esta fue la luz verde para iniciar la creación no-crea ti va de resumir una entrevista tras otra en la "vida" d personajes de carne y hueso, vestidos de novehi pero preñados de sufrimiento histórico concreto. En esa labor de transcribir y volver aescuchar una y otra vez los registros magnetofónicos de nuestras entrevistas, fueron naciendo los personajes que ustedes encontrará[l en el transcurso de estas páginas. La diversidad de los protagonistas ha sido dictada por dos criterios: la tipificación de los participantes en la guerra y la necesidad de encontrar polos de ama' rre para grupos de experiencias y para diferencias re' gionales y partidarias. Por eso cada personaje pertenece a una región geográfica y tiene una afiliación partidista dentro del binomio liberal-conservador que ca' racterizó de una manera simbólica eJ. enfrentamiento. , ¡~s regiones son: 1) Boyacá y Santander que correspOllile parcialmente a lo que arriba llamamos "politización de los conflictos tradicionales de sociedades campesinas'' y que es una parte de la violencia andina, 2) Tolima, Valle y Huila, donde hay además la respuesta de "revancha terrateniente" dentro de la modalidad geográfica andina, y 3) el Llano; donde se dio más apoJ yo político directo y se pensó, por consiguiente, en la subida a los centros urbanos con miras a la ·roma del poder.J Los personajes nos permitieron, además, un escrutinio de los temas vedados a los científicos o ]lsurpados por los literatos que trataron la Violencia ames que nosotros: la magia, el erotismoy la muerte. Sin duda, todos nuestros predecesores han mencionado, así fuera de paso, la religión, la división partidaria colombiana tiene un dintel religioso'en su simbología. Sin embargo, al nivel al que nos estamos moviendo, la creencia religiosa, común a los dos. adversarios, tiene una mediación mágica que le permite superar el conflicto ideológico político puro: En este nivel lo único que se 32

sabe sobre partidos es que se nació liberal o conse~;a­ dor y que, si se han prese?tado ca~btos de afthacton, no se deben a ninguna razon tdeologtca smo a los arrues de motivos sentimentales. Los campesmos liberares ni siquiera pueden ser anticlericales todos,, com? sus opartidarios de la ciudad, porque la medtaoon magtca e más poderosa y profunda que la práctica electoral. ~ . 1 . En cambio, la sevicia de los ases matos reve a oerra naturaleza ritual en su ejecución:·. . . En forma parecida, si toda guerra ha mclutdo componentes depredatorios sexuales, la Violencia no es una excepción. Los ejecutor¡;_s de una revancha terrateniente, aún en casos en que no medraran claramente con sus fechorías, logran ser explicados por medio-de conquistas y proezassáuales que arrojan luz sobre una adicción que logró prolongar la guerra durante ve m te años.

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LPor último, la idea de la muerte como un persona¡e omnipresente es algo que sólo se puede captar con este método de trabajo, puesto que los métodos convencionales la han reducido a un conteo de partidas de defunción. Pero sólo al hablar des prevenidamente con ]os protagonistas de la Violencia descubrimos que durante veinte años de nuestra historia el verdadero Presidente de la República fue La Muert:_Sigo pensando que el conservatismo es el defensor de la Iglesia y de la familia, los únicos bienes que uno realmente tiene porque lo demás so!l meros adorno_sJDios es el verdadero apoyo en la otra vida y la familia en ésta, el resto es una majadería, puro orgullo, pura vanidad. Cuando a uno lo llama el Señor, le pasa lo que le pasó a León María Lozano "El Cóndor", cuando Rojas Pinilla losacó de...1J!!uá; sólo pudo Ue'l¡arse a Agripina su mujer, a Violeta su hija y un retrato de la Virgen del Carmen. 1La cosa no .es la misma porque León María se )levó también a su perro, pero quiero decir que cuando a uno lo Llaman no puede arrancar con nada de lo que ha hecho, León María, por ejemplo, fue un hombre que nunca al$!.bicionó dinero, ni riqueza, ni honores; el sólo vivía para su fe, eso era lo que le importaba, sólo eso. El ~hrla podido s.er up hombre muy rico porque tuvo

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todo en sus manos. La vida de mucha gente dependía de él. Que alguien viviera o no, era algo que sólo él decidía, y por eso él había podido hacerse inmensamente rico. Y no. Cuando salió para .B!o!f~J;atnanga exiliado por Rojas, lo único que llevaba fuera de la familia, era su perro. lEso fue por allá en el año 54, cuando Rojas Finilla ya estaba en el gobierno. Ellos habían sido muy amigos cuando Rojas era el comandante de la Tercera Brigada. con sede en Cali. Inclusive el General una vez que vino a Tuluá, le regaló a León María una pistola bellísima y lo trató de gran patriota e ilustre colombiano. Pero Rojas cuando fue presidente temía que León María lo denunciara, dijera todo lo que sabía, contara lo que habían hecho en combinació'2·)Entonces Jo sacaron deTuluá y después lo asesinaron en Pereira. Porque León Ma~ía sabía muchas cosas que arGeneral no le conve-' nían, León María era el dueño de la política del partido conservador desde el 9 de Abril. Fue el que manejó el partido durante Ja violencia, porque en Tuluá no se movía una hoja sin que él lo supiera. rJOI se había. destacado el 9 de Abril y de ahí salió hecho un jefe. Antes de esa fecha era un hombre humilde que vendí ·quesos en ]a galería. Yo mismo le compraba cada semana una lonja. , El 9 de Abril, después de la muerte de Gaitán corrió el rumor de que los liberales iban a atacar al colegio d los salesianos, que. lo iban a incendiar, a bombardear Entonces León María organiza a una gente para defender el colegio. Con Anselmo Tascón y Martinian< Barrera armaron el parapeto. Unos en el colegio otros puro enfrente, en la casa de Martiniano. Al rat< pasaron unos camiones con manifestantes y El Cóndor diú la orden de fuego. Primero a bala y después a punt< de dinamita detuvieron a los asaltantes. Hubo vario muertos y heridos. De ahí el cariño que el padre Gonzá

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!ez, que era el rector, le tenía a León María: porque salvó a Jos salesianos de un atentado que quién sabe cuántos muertos hubiera costado. León María no era querido sólo por la Iglesia y por los salesianos, sino por el conservatismo. Al otro día, es decir, el 10 de abril, reunió un poco de gente en los Molinos de Viento, Jos armó con palos, machetes, revólveres para tomarse el Palacio Municipal que había caído en manos de los liberales el mismo 9 de Abril y que habían nombrado de alcalde municipal a Joaquín Paredes. ·¡Cuando estaban por. salir haCia el Palacio llegan los refuerzos, es decir el ejército, que había mandado Rojas Pinilla, para recuperar el poder en Tulúa. Leó.n María se les une y se toman el Palacio. Ahí es que se crea la amistad con Rojas.jDespués León María, autorizado por el mismo ejército, organiza una especie de Policfa Qvica para cuidar la ciudad y para denunciar a los liberales que atentaran contra el gobierno. Esa policía la creó el propio León María con la ayuda de la Brigada. Y o fuí a una de esas reunione~ donde se organizaba la policía cívica y nos dijeron que de Bogotá iban a llegar las armas para defender a la ciudadanía y para defender al gobierno porque los li-. berales, los nueve-abrileños como se llamaban, querían tumbar al conservatismo.¡NJ:e acuerdo que de una de esas reuniones en que se hablaba de hacer las co~as rápido, volando, fue que salió el apodo ~e pájaro. lfqfer las c.osas como un pájaro era hacerlas volando, en el acto. Y en verdad así se had!Jn.J esa policía cívica, que organizó León María ayuda'ifo por el ejército de Rojas Finilla, fue que salieron lQ$ ,pájaros; Con esa policía cívica fue que se destacó máP LeÓn María y que hizo efectiva la consigna que a l\Jh¡á trajo Caicedo Pala u: el partido conservador tiene que armarse y d-efeñderse porque, como lo había dicho Carlos Lleras Res trepo, el liberalismo tenía que ganar

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las elecciones y tumbar el conservatismo. Esta consig la dió en la casa de Heliodoro Rodríguez, yo mismo l oí. Estaban todos los notablés: el doctor Tamayo Chic el doctor Luis Carlos Delgadoy otros que no me acue do. 1En ese momento no se trataba de matar a nadi nadie .habló de eso. La idea era solamente asustar liberalismo, hacer un poco de bulla, crear el pánico e las elecciones para que los liberales no fueran a vota pero no era matar ni asesinar. u-Iabía que elegir Laureano a toda costa. Por fortuna los liberales, retiraron de la elección y el partido co'nservador no cayó. Pero hay que decir que había irregularidades. tenía 19 años y fuimos a votar alrededor de mil much chos entre los 15 y los 19 años a Trujillo. Nos fotogr fiaban en la casa de León María y nos daban la cédul Así ganamos. León María era el centro clave de ese pánico qu había que crear, pero nadie, y menos Julio Caiced Palau, que era el jefe del conservatismo, creyó o pens que las cosas se le iban a salir de las manos. De ese di que creamos se aprovecharon otros como José Ríos Trujillo, los Rojas del Dovio y otros. Ellos fueron l que llevaron las cosas a un punto en que ya no hab otra salida que echar para adelante así eso fuera lo m' horrible. Lo de Ceilán y Betania en el 49 no tenía p objeto hacer las masacres que se hicieróñ, sino a terror zar a los liberales de esas regiones que eran mayor para que no salieran a votar, pero lo que pasó fue q unos tipos inescrupulosos se aprovecharon de eso pa robar, matar, asesinar. Después vinieron las venganz de los liberales y después la defensa de los conservad res y eso se volvió una guerra. León Maríadecía: "yo soy dueño de los sentimientos de mis amigos". Es deó yo no puedo controlar todo, ni soy responsable de : que ellos hagan. 40

II

En esos días yo tenía como unos veinte años y me acuerdo que después de una de esas reuniones políticas me compré uh cuchillo, que en ese entonces valían 70 y 80 centavos, era una pretensión de muchacho que quería ser macho, verraco. Nos dieron órdenes de ir a Guacarí porque corría la ~ola de que iban a matar a León María que venía de Cali. Salimos en buses y a mí me tocó una comisión en Buga. Consistía en pararme a defender el Puente de Buga con unos 10 ó 20 ti pos. Allí estuvimos toda la noche, pero no pasó nada. León María en agradecimiento le regaló una casa al Directo~io y entonces así era fácil reunirnos y recibir órdenes y consignas.¡ Porque todas esas órdenes salían era del Directorio y no de León Mar(a. : Yo fuí muy amigo de los sobrinos del Cóndor. Era un tipo muy reservado. Decía: "Yo no doy órdenes pero t!unpoco puedo gobernar la voluntad de los que me estiman y me quieren". El se encerraba mucho tiempo en una pieza y a veces lo veíamos sacar armas y otras cosas, pero yo nunca le oí decir que había que matar a fl;ilano o a sutano. No. Puede quea otras personas les conversara lo que había que conversarles pero yo no fui t~tigo de algo mal hecho. Inclusive un día que me vio af1lar mi cuchillo me dijo: ''Bótelo o esté dispuesto a· tWtrlo pero no lo o:mestre tanto. El que carga un arma · te¡J.Tiina usándola". .::Pero a pesar de que él no hubiera matado a nadie al hpmbre no se la perdonaban y fue así como la violencia ibª haciendo más violencia, por las venganzas. Un día bajaba León María por la carrera 26 acompañado de. ltiacipio muy bueno. Pero el miedo nos cogió por las oop;as y uno sabiendo que no tenía medios de defen_,derse ... pues tocó salir. Allí me volví flojo, ya no quise 1ebfrentar más a los godos.

Ili ·pi_.n;. ,~limos

con el mero encapulladito a refugiarnos en _ : ciencia que había en Palmita, Villa Lulú, de un - Jl·Gildardo Morales. El nos recibió y medió traba-

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jo. Habíamos 75 hombres trabajando y cultivando, mate, todos éramos liberales y· todos andábamos. huída. La hacienda estaba al lado del cementerio y veía como llegaban las volquetadas de cadáveres, ras, señoritas, hombres, niños, todos destrozados. tiraban ahí en la puerta sin piedad como si El olor a mortecino se sentía hasta en la casa hacienda y los chulos revoleteaban todo el día encima del cementerio. Pero no podían bajar· una ancianita, cucha la vicaria, y flaca como un ro, los espantaba con un palo y no los dejaba tocar cadáveres. ¡A_la pobre mujer también la mataron que la chulamenta arrimara dizque porque los también eran pájaros y tenían derecho a acabar lo los otros habían comenza~o, ¡ Es que los godos eran malos, como si hubieran do en el propio infierno. A un conocido mío que en Galicia, lo asesinaron de la manera más cobarde. hombrecito era el mayordomo de una hacienda llamaba El Porvenir de un señor Jesús ''""uw quedaba a mitad de camino entre Moralia y Ceilán. día le avisaron que habían mandado a Ceilán unos 30 pistoleros haciéndole campaña al conscon•arisnnc habían matado hasta el hijueputa y acabado hasta el nido de la perra. Decían que el río donde jondearon camionados de muertos, estuvo de sangre durante 8 días. Bueno el conocido mío se nombraba para más veras Arcesio Arango y ' liberal, tuvo la verraquera, la osadía de atender a el personal que había asaltado a Ceilán porque a la cienda fueron a parar. Llegaron ;ñ,indados por p_arilla, por Pájaro Azul, por Ili.J::himbilá, por !lito, todos unos asesinos de lo peor, llegaron ecuauu• vivas a Laureano Gómez, a León Maria Lozano, a ro Rey y mueras a los rojos, a los patiamarillos. mi hombre los saludó muy arentameñfe les

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donde alojarse, y ellos le contestaron que no. Arcesio puso unas canoas en el solar,man"""""'"''c·'"aña para las bestias y los invitó a s~guir a la la hacienda. Mandó matar 18 ga!lmas para un sancocho, les dió cerveza, aguardiente, ona.l'llPO, mejor dicho, lo que pidieran. El tip~ como que · plan para vengar la muerte de los ltberales de u~ por eso los atendía bien. Al rat? Páj~r~.Azullo le dijo: "¿Bueno y usted que es? . Yo so~ yde tal", contestó Atcesio. "Sí, pero ¿de que es?" volvió a preguntar el Pájaro. "Pue~ mire Arcesio- yo soy liberal, mi situación pol!t:ca. es i>Ardi!JetaJ". El otro dice: "Entonces usted es el unicO que queda por aquí". "No señor, están tambié? eaStañedas" dice Arcesio. "Estaban -contestaPa" "Y . Azul- porque no quisieron protestar~.e . o me protesto" les respondio el otro . ~.ueno verá, pero primero hagámosle alsancocho . Ar. mandó servir la gallina, pero nadie qu¡so comen"""""c:onaer hasta que Pájaro Azul que maliciaba algu,na no diera la orden. El hombre no la daba Y solo a Arcesio fijamente. En esas agarró por el ~scucozo a un guámbito de mi amigu, le abrió la boca Y :,.:,•chb el caldo, después le echó mano a otro Y a ?tro, ¡a~t!""'" a la mujer. Arcesio cuando se vio descubierto ·.tra:ando. -:Pero esos liberales, que eran los que habían hacía lo que le daba la hijueputa gana; mataba, la región, eran muy organizados y en vez de ba, robaba. Se tomaban los caseríos a pura bala con las amenazas más se organizabaQ., Tenían armitas y un sistema de vigilancia. En todos los 78

caminos pusieron vigías para avisar al pueblo In veían. Un día por allá de agosto tal vez, como a las seis d mañana los vigías comenzaron a oír tiros, tiros, grivoces de hombres, trotes de caballos y ahí mis dieron la alarma al pueblo, y claro a la primera aut dad. El cura se estaba preparando para dar la misa, estaba limpiando las uñas, cuando le trajeron la notic Salió corriendo, atravesó la iglesia y cuando llegó atrio, los pájaros ya estaban entrando al pueblo, da vivas al partido conservador, vivas al Sagrado Coraz de Jesús, vivas a la Virgen del Carmen y muera inspector, mueras al cuoa. Cuando vio esto reg corriendo y obligó a la familia a tenderse en el pisa correr las ventanas y las puertas y volvió al atrio. P la curiosidad en las mujeres es suprema y por eso hermana del cura novelió todo. Dice que los caballos, que venían los bandidos eran bellísimos pero mon dos en pelo. Todos traían un pañuelo azul amarrad cuello, a la c.abeza o en un brazo. A la entrada del pue mataron un perro, uno de los jefes lo levantó y cua llegó frelite al cura que estaba en el atrio se lo tiró a _pies y le dijo: "Cuídese curita traidor porque pu quedar como este animalito". El cura les comes "Ustedes son unos asesinos, ustedes no son hombr son animales, ustedes no son cristianos, son bárbaro Los pájaros se reían y por fin le dijeron: "Agrade que está su familia aquí con usted y nosotros sabe respetar a las mujeres ... ". El cura se puso furioso y gritaba: "¡Miserables! ¡Cobardes! ¡Hijos del diabl Bueno, todo lo que sabía. Los otros no le contestara voltearon la grupa y se fueron despacio. Dizque en e el bobo del pueblo se acercó a mirar a los tipos sin sa que era lo que pasaba y los hijueputas lo enlazan el cuello y lo arrastran por toda la plaza mientras el bre bobo trataba de gritar. El inspector que era un ho 80

•br!: muy valeroso salió a impedir el hecho, pero los pájaros lo desarmaron, le bajaron los pantalones, Jo amarraron a un palo en mitad de la plaza y comenzaron a zurrarle con un vergajo, mientras los otros bandidos arrastraban a toda carrera el bobo por la plaza. Disque no se sabía que era más terrible si los aullidos del bobo o Jos gritos del inspector. Al curita a todas estas lomantenían en el atrio de la iglesia encañonado. Cuando vieron que .el bobo ya no se movía y que el inspector había perdido los sentidos, se largaron dando los mis.mos gritos que dieron a la entrada. El bobo claro está quedó muerto, ahorcado, con la lengua y los ~jos afuera: ál inspector parecía que le hubieran volteado el cuero era una llaga. ' Al otro día la familia del cura salió de Betania. Ni el cura ni la familia querían irse del pueblo porque ellos -~abían que eran una garantía, pero los vecinos los 'convencieron de que ellos solos eran capaces de defenderse y que los godos no hadan más que amenazar 'pero que no eran capaces de meterse de verdad. Al fin •diez hombres de a caballo llevaron a la familia hasta Roldanillo, ·porque ese camino estaba lleno de p_ája. ros, estaba todo conservatizado. El cura se quedó en Betanta pero a los pocos días lo acusaron ante el obisptD de liberal, de perseguir a Jos conservadores y el obispo lo llamó para regañarlo. El cura salió por la mañana y por la noche El Chimbilá da la orden de asaltar a Betania. ··· ···· · Llegaron por la noche. Unos 500 hombres según ruentan. Rodearon el pueblo y cerraron todas las salidas. Los liberales habían hecho una especie de trinche'tas en la entrada pero se habían guarecido en las casas ,~si todos. Primero dízque hubo una balacera la hijueíamos se comenzaron .a asustar y la gente decía: do. ¡Quién dijo miedo! Un matón a sueldo que antes de que nos asesinen; echemos a gualos godos llamado Luis Emilio Sánchez, un tipo que en las casas". Y así fue. Por ahí a las dos de haberse declarado la violencia había matado por tarde el mercado estaba solo, todos nos habíamos ido como a 18 ó 20 y andaba tranquilo, antes ufanándose · esconder y a sacar los fierritos pata esperarlos en las todos sus crímenes, llegó a la cantina de una Pero no pasó nada, no se decidieron tampoco a Tamayo como a las diez de la mañana y dijo: "Si a . Por la noche, como siempre, hubo bala. Inclupesos pagan porliberal, yo se los dejo en 2S y d~y le pusieron unas bombas a don Perdomo, el jefe el entierro" .... Un señor Carvajal, un liberal t'L'u''"'~ll·!iberal, pero no pasó mayor cosa. . Después de las elecciones del Sde junio, los liberales que lo oyó le contestó: "Dejá de hablar mierda,vos sos capaz de enfrentarte con un hombre, vos lo ,dijimos: hay que darles una lección en las elecciones hacés es matar por la espalda". El Luis Emilio rpara presidente. En noviembre vamos a sacar a Echanhizo caso, siguió amenazando sin mirar siquiera a día para que pacifique el país. Pero los conservadores vajal. Al rato Carvajal fue a salir y cuando ya :son muy sabidos, o mejor, los godos son muy jodidos. la puerta. Sánchez le gritó: "Hijueputa, mostrá la :Ellos sabían que si había eleccio,nes nosotros ganábaEntonces Carvajal se voltió y Sánchez le empacó S :m os porque siempre ganábamos. Entonces fue cuando, en el mismo sitio. Carvajal cayó allí mismo. Sánchez sí, comenzó la fiesta. acercó y le tiró un billete de 100 pesos para el En la Cámara hubo muertos; un godo más malo que El cadáver tenía un solo agujero de entrada y Judas juntos; don Amadeo Rodríguez, mató a salida. Era un hombre con una puntería muy jefes en Bogotá; en Santander hubo matanzas, .en 140

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Boyacá, y sobre todo aquí en el Valle. Primero bajó delante de todos en un café. Yo creo que lo después El Dovio, La Primavera, Betania y por pasaba era que Gordillo tenia una rivalidad con mo la casa liberal de Cali. A Zarzal comenzó a Chimbilá, entonces éste que era un jodido se valió de ese gentío de la cordillera, huyendo, huyendo \'al!lpa.ruta· para quitarse de encima al tal Gordillo. Es era terrible. En aquella época era más bien candela. · De Betania,porejemplo,llegó mucha gente. mozo. Alto, fuerte, de ojos zarcos que le relampaera puramente liberal, no habla godos ni para un •dut,aban en una cara grande. Yo personalmente lo dio. Entonces la pajaramenta no convenía con liellOmbne, usted por qué no vende esto?". Y el tipo hacienda La Cambia que era de un liberal muy ya no podía visitar su finca, le contestaba: "¿Pero do: llegó la policía le quitó al personal todo ¡0 que hombre?". Respondía el otro: "Yo conozco un las escopetJCas, las rulas, los cuchillos, y por Ja que está interesado". Entonces se hacía el negocio cayeron los chusmeros de La Chorrera. los vecino iba agrandando su finca. Así se compraron trabajadores no. tenían con qué defenderse y los tierras alindes, a puro terror. Así pasó con ron a todos: dejaron la pila de cadáveres. Si no Geledura1 plaza con un d1scur~o de Ganan que come~zaba: V 1va ban, pues era muy fácil conseguir tierra. Claro que .el partido liberal, vtva el pawdo ltberal, v1va el pawdo que más echaron bueno fueron los comerciantes liberal". Dizque el hombre estaba oyendo al jefe cuanque ellos eran los que podían quedarse con todo. dode golpe un tipoquesalióde nosesupodedónde romviolentos, eran los que directamente boleteaban, pió el altoparlante. Evelio pensó: aquí andamos metaban, incendiaban, asesinaban, poco disfrutaron jor pero no estamos bien. Claro, en Ca1cedon1a la cosa sus bellaquerías porque no podían echar raíz. estaba peor. Yo me instalé donde don Dimas Cantor entonces iban con los que tenían el ojo puesto en que además de ser amig,o de Evelio era padrino de Al; tierra, y hasta llegaban a repartirse las ganancias. PoQ demar, un niño que habla naodo en Sevdla. Me mstale eso fue que la protesta no siempre sirvió. Servía . unos días y después medió una casa, puro en frente a las elecciones, pero después no les convenía que la de él que tenía desocupada. Pero no había acabado gente protestara porque no podían quedarse en la arreglar los jotos en la casa nueva cuando matan a tierra, por eso fue que el partido conservador abando• Azadas Vargas, un chusmero que operaba por los lanó la cuestión de la protesta después de la elecciórl dos de Aures, un tipo malo, bueno sólo para matar, de don Laureano. Es que son muy sabidos. para robar, un pájaro godo que había asesinado muchos liberales. Cómo sería de malo que su misma chusma, sus mismos hombres lo mataron. Se lo quitaron de VI encima porque era muy atravesado. Lo mató un comCaicedonia estaba más bien calmada. La violencia era pañero un lunes de feria como a las tres de la tarde. Yo en el campo y al pueblo llegaba .el desfile de gente que estaba en la cocina, oí los disparos y dije: "¿Qué patenía que abandonar la tierra o venderla y venirse para sará? ¿A quién habrán pelado?". Salí a mirar y en eso el pueblo con el atadito, y las criaturitas, a andar calles; pasaba un carro lleno de godos sacando la cabeza por porque ¿qué más hadan? Era distinto a lo que sucedía en las ventanillas, haciendo tiros al aire y gritando: "AbaVillarica, según contaba Evelio. En Villarrica había jo rojos hijuetantas! ¡Abajo rojos malnacidos! ¡Esta gente de todas partes del país, gente de Antioquia; noche no la pasan ... ! ¡Viva el partido conservador...! ¡mataron a nuestro padre ... ! ¡Viva Azadas Vargente de Caldas, gente del Valle y gente del Tolima, cantidad de gente; dizque como 7.000 habitantes tenía· gas .... ". Claro, lo que buscaban era echarle la culpa al 164

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liberalismo para poder matar la gente que no les Villarrica No les importó que fueran sólo 1.000 venía. El carro paró en la esquina, frente al café 6.000 porque la policía los ayudaba y porque se Tres Ases y se reunieron, siempre gritando Y auH::I.Ja+ pronto. Cuando Evelio llegó, no había auzando con los machetes. Por ahí a las seis de la tarde, raridad en el pueblo. Había policía en Cunda y y alcalde en Carmen de Apicalá, dos pueblitos cercanos, pero en tomados, ví que venía don Dimas para su casa, Y dije; ¡Virgen Santa! A ese hombre lo van a matar. Villarrica propiamente no había autoridad. Por eso trató de echar para atrás cuando vió la montonera t>''~-· e( jefe de los conservadores, un tal Antonio Malina, ya era tarde. Por la otra bocacalle venía otro pidió que la gobernación -pusiera un puesto de policías de godos, gritando lo mismo. Don Dimas siguió Y dizque para que hechos como el disparo al altoparlante dos grupos se le fueron acercando. Cuando ya estaban 00 volvieran a suceder. Es que son jodidos. Los liberabien cerca uno de los grupos se abrió y le hizo una ]es, claro, no podían oponerse a eso porque eran los calle. Don Dimas respiró, pero se engañaba. El hom. afectados y así, con esa disculpa, metieron la policía. bre comienza a pasar y los malvados esos lo encienden , Eran hombres de la policía departamental. Todos cona plana. Trató de correr pero un machetazo en una esf. ' servadores, puros chulavitas traídos de por allá del pinilla lo tumbó y le partió la pierna. Y ahí en el suelo (auca, sacados de la cárcel. Llegaron a la casa de don lo cogen. El apenas se amparó la cabeza, pero eso qué, Antonio Malina mientras se les. construía el puesto, si la lluvia de plana era una verraquera. Cada plana- el cuartel. Ahí dizque don Antonio no hacía sino halazo que le descargaban era seguido con un viva Azarías · garlas. Se emborrachaba con ellos, los sentaba a la meVargas, un viva al partido conservador y un grito de sa y hasta dejaba que le echaran el ojo a las hijas. Es don Dimas: "No me maten, no me maten". De la casa que don Antonio era como decir León María pero chicle él y de la nuestra salimos las IT)Ujeres a defenderlo quito, sabido para tejer chinchorros y no dejar a nadie así nos dieran a nosotros también. Pero cuando llega- por fuera. Metelón, buen tomador, montaba un mamas, los matones se hicieron a un lado y nos dejaron cho negro y se emborrachaba acaballado. Tenía dos cargarlo. "Eso es para que aprendan mejor hijuetan- gatilleros, un tal Chucho Osario y un tal Joaquín Petas", decían. Casi muerto llevamos a don Dimas a la droza, ambos boyacenses como don Antonio. Eran dos casa: era una llaga; tenía la piel toda reventada Yllena matones que no lo desamparaban. El tipo era tan jode morados. No se podía mover. Pero eso no era· lo dido que se dio mañas para hacer nombrar inspector peor, era el comienzo de lo peor. Sabíamos que los de policía deVillarrica al Osorio y así las tenía todas godos no iban a dejar la cosa así. Ellos lo que comien- con él. zan lo terminan y saben cómo comenzar, son organizaUn día estaba Evelio tomando aguardiente con dos y no les da miedo ser la minoría. Ellos pueden ser unos amigos en una cantina, tranquilos, conversanminoría pero como pueden hacer las cosas unidos, do cuando entra el tal Joaquín con otros matones y se bien unidos, disciplinadamente, bien disciplinada- sientan puro en frente. Comienzan a gritar: "¡Viva mente, entonces se le meten a las cosas más difíciles. Antonio Malina!" ¡Viva el partido conservador! ¡Viva · la religión católica!". Provocando, provocando, tratanAdemás como contaban con el amparo de la pues iba una cosa por otra. Así fue como comenzaron do de buscar el reviva. Pero Evelio y sus amigos no 1

quisieron coger la caña, no quisieron pisar la en el claro que había hecho por allá en una se hicieron los pendejos, pero dizque eso sí, se les que llamaban Mercadillas. Pero, embuste, el un nudo en la garganta de la rabia. Así estuvieron dormía con la negrita. Moncaleano y Malina una hora, joda y joda: que viva, que abajo, que tal vecinos de finca y habían sido hasta amigos, juntos tal otra. Hasta que a Evelio se le subió la sangre a abierto la tierra y se habían ayudado. Después se las cosas y ya no se saludaban. Cuando llegaron cara, se paró y gritó: "¡Viva el partido liberal! ¡ Gaitán! ¡Muera Laureano Gómez!". Ahí se armó el policías chulavitas todo se acabó de joder. Comenblema: ahí mismo se le fueron encima. Evelió sacó zaron de un día para otro las intriguitas, las vainas. peinilla y dijo: "Al primero que se me acerque f)on Antonio le hacía saber que quería comprarle la toleteó, vamos a vérnoslas, godos hijuetantas, finca, le mandaba mensajes. Moncaleano no quería quen para descontar enemigos". A un viejo que se lef~ .· ·vender, no quería vender y el otro joda, pújelo, empújeacercando por detrás, un viejo que llamaban ' . , '¡0 . Comenzó el graneadito: aparecían muertos uno o papa", le hizo el primer viaje y le alcanzó a tasajiar · · dos a la semana, trabajadores de Moncaleano o amigos · manoyentonceslosotrosretrocedieron.Peroe!J de él. Así hasta que una noche le echaron candela a la sacó una pistola. Un amigo de Evelio, un casa de don Alberto y casi lo cocinan adentro. Yo no Muñoz se puso en la mitad, de puro valiente y e'ntiendo porque los godos siempre usaban la noche "Para hacerle algo al paisa tienen que tirarme a mí". '¡para hacer sus cosas. No era para esconderse porque muchacho como que lo respetaban o yo no sé qué rodo el mundo sabía quiénes eran los responsables, las pero entonces el Joaquín guardó el fierro y le dijo autoridades lo sabían y no hacían nada, total que no era Evelio: "La tenemos, ándese firme, no· siempre por eso. Más bien era para meter más miedo, porque la acompaña a uno. el ángel de la guarda". Cuando noche da miedo, la oscuridad hace ver las cosas peliron, Muñoz le aconsejó a Evelio: "Piérdase, grasas, uno se siente solo por más de que esté acomporque Joaquín se la sentenció". Evelio le pañado. Yo creo que ellos actuaban de noche para ayu."No hombre, yo vine aquí huyendo pero· a darse con el miedo que lo embarga a uno cuando no No me voy, nos vamos. No es el primer valiente que hay luz. Porque el atentado a don Dimas también fue me atraviesa". A Evelio claro le dio miedo porque , de noche. Cuando el hombre se alentó de las magullaquío estaba respaldado por don Antonio y don Ao.to; duras, volvió a coger su negocio, aunque él sabía que ni o por la policía. Entonces se fue a vivir dizque con no se la perdonaban. negrita que tenía, porque el hombre solo es como Don Dimas fumaba mucho y yo estaba medio acotecriaturita que necesita que lo arrullen y le hagan jando una tiendecita en la casa. Yo andaba trabajando cito. Se fue para donde su negrita y ella lo guareció. hasta bien tarde porque tenía que acomodar los esiba al claro que estaba haciendo, porque de seguro ahí lq tanques y organizar la mercancía. Claro que con la pillaban. Porque el hombre desde que. llegó se metió , puerta cerrada porque después de que oscurecí~, nadie la zona y cuando quería salir a la plaza se quedaba por se atrevía a salir a la calle. En esas cuando llegó uno noche donde don Alberto Moncaleano, el jefe liberal de los pelados de don Dimas a pedirme unos tabacos al otro día salían juntos. Pero .hacía creer que para el papá. Se los di. Volví a cerrar y tranqué. Me 168

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resbalé unos aguardientes para dormir ño lo asesinaron en la Federación de Cafeteros. cuando me estaba adormitando sentí unos tiros. a pesando el poco café que había podido cosech~~ asomé a la ventana y vi cuatro tipos, de esos año, cuando sintió que lo iban a matar. Se vo~no en el carro el día que mataron a don Azadas, no dar la espalda. Ahí recibió los tiros. El asesmo portón de la casa de don Dimas. Y o miraba por · voló y él quedó patas arribiado enci~a de la bá~cula rendija porque ¿qué podía hacer? No tenía armas, don Dimas, pesaba apenas 60 klios. El cafe que había un hombre en la casa. Los ti pos volaron la ese año era nada comparado con el que sacaba pa y entraron. Don Dimas dormía en la alcoba años. El tenía la finca muy bien montada, buen pal que daba contra la calle, pero esa vez la ·"JL'ron·. hacienda como de 100 plazas, por ahí 50 en café, bala, Y a bala los hicieron devolver. Don Alejancirin también tenía ganado y mantenía los 30, 40 obresorprendió a los pájaros que no creían en las au.JeJoa;¡¡ diarios. Yo me fui con él, traje mis chicos y me ni en la organización de la gente, creyeron que era en la hacienda. Había que hacer de comer como fachada Y se llevaron su sorpresa y sus muertos. 50 y además cuidar la ropa; Don Nicolás era entonces dizque el cura Buenaventura montó en persona, un liberal que desde el principio me Y se vino _contra los Evangélicos, unos pocos. cariño porque sabía que yo era muy perseguida. cos que VIvían en otro municipio alinde con San dió una media casita y ahí me guarecí con las nw Y que le ayudaban a don Alejandrino. y comencé a trabajar. Esa era la única havanos de ellos habían estado en la Quiebra del BurroifCI•encJa grande de la región, las demás eran de 3-4- S y detemendo a los pájaros. El cura comenzó a diez plazas, todas en café; ahí no había más que cantaleta contra ellos y a los pocos días los chulavitas Claro que sí se tenían unos terrenos para el pan los pájar?~ los asesinaron en sus casas. Los cogieron donde se sembraba la yuquita, el maíz, la atracauna n>union, como una misa de ellos, y los mataron .• para la casa. Para el mercado se sacaba el café y a arroclill~dos. Cmco familias con niños y todo. A los. los. cerdos engordaditos o las gallinas. Los compocos dias llegaron otros doctores de Cali, un tal Azael· anticipaban la plata para todos los gastos Ceballos, un doctor Alcides Zuluaga, y los grandes · . el año y al final subían con mulas compraban el del conservatismo, don Camilo Restrepo y don Rafael y descontaban lo que se había adelantado. Cuando Sala zar a conversar con don Alejandrino, a convencerlo algo, y eso siempre sobraba, la gente le decía al de que acabara el pacto de paz, a invitarlo a defender a deje eso ahí, trabaje con esa plata y me va laureano. Pero don Alejandrino no quiso conversar, para comida y para gastos. No cobraban intereno quiso ceder y no los recibió. Estaba furioso por lo de ninguno de los dos, ni el comprador de café, ni el los evangelistas y no salió de su casa ni dejó que ellos vendedor de abastos que eran los mismos. La vida era entraran. Era un hombre muy guapo, muy porfiado. como barata y todo era de confianza, no se veían docu-

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mentos firmados, ni nada. Si se necesitaba "No, nadie va a saber, ¿pero qué anduvo haciendo, conseguía prestada de palabra, y la vida era barata. vuelve?". Ernesro y don Alejandrino mantenían ese o ando con el General Arboleda por allá en L1s vendían mercancías durante el año, y a la .rrno.sas en el Tolima, y vine a hablar con una gente compraban y se pagaban. Compraban el café a organizar varias cosas aquí en el Valle y en Caldas. 18.80 y se lo vendían a la Federación a 20 [Jesmu usted· no se preocupe, siga en lo que está que bajaba a San Antonio cada 8 días compraba do·ndlP·il vuelva le cuento todo. Ahora no puedo". Alejandrino el abasto y el abarrote que se ue•cq,ua!ll dió un beso en la mano, me jaló un dedo y se volvía otra vez para arriba. Don Nicolás me [)agarra¡ . No volví a verlo hasta un tiempo después. El sueldo fijo, yo vivía tranquila y me miraba llnlbr·e· había venido varias veces, según me contó viendo que por fin podía dormir. Claro que esP•ues, pero no había querido vernos. Estaba organipreocupaba, no sabía nada de el hombre, no sabía la resistencia liberal, las guerrillas en la Cordilleque andaba, pero yo decía: "Cada uno en lo Central. Resulta que a principios del S3 hubo en defendiéndose por allá y yo defendiéndome por en los Llanos de Casanare, una reunión de Algún día nos volveremos a en'contrar". Y así fue. ru1nv> de todas partes. Se encontraron gentes del día llegó a la hacienda, allá en Canoas, venía DUSGtvl , gente de los Llanos, de Santander, del Valle, trabajo. Yo lo vi y sentí que la' felicidad me el fin de unirse en un solo movimiento para defenreventar. No dije nada. El me miró como pid mejor. Pero también llegaron al acuerdo de ay usilencio y se fue a hablar con don Nicolás. Lo contJc~ a organizar la resistencia eri todo el país. Evelio, ron. Por ahí de vez en cuando nos encon'trába·mos estuvo en Y opa!, había llegado a Sevilla a organizar hablar.· Las criaturas no lo reconocieron por guerrillas. Los liberales estaban de acuerdo en co~ estaba muy cambiado: flaco, amarillo y medio !l!leuz'"' a pelear porque los godos los tenían derrotados Y o me veía feliz. Lloraba por las noches de ya habían comenzado a declarar zonas totalmente pero me decía: "Por qué el hombre querrá donde no podía entrar un !Ibera!. La inadvertido, por qué no querrá que nos miren izquierda del Río Cauca, de Restrepo al Aguila matrimonio. Bueno él tendrá sus razones··. goda; Caucasia y Sevilla habían sido también Un domingo me siguió y nos fuimos en con ver!! ~ 0 ,dific8!da.s. Inclusive llegaron al descaro de declarar el -"Mire -me dijo- yo no quiero que sepan· Soberano de Aures y La Samaria". Allá los nosotros porque estoy haciendo una diligencia no podían volver a sus -fincas y los .dueños general Arboleda. Vine por pocos días pero ya casi comenzaron a versen afectados, tenían que tengo que ir". Las lágrimas se me salían; quería por cualquier cosa. Entonces un tal Roberto por todas partes. El como que entendió y me 'l>(lmez, que había sido seminarista, muy liberal y muy -"Y a pronto podremos volver a andar en junta. que era maestro de escuela en Cumbarco, en quería solamente saber cómo está usted y cómo uuuuc> con el Tolima, le dijo un día a los Restrepos, los los críos, pero que no vaya a saber nadie que yo ,,," rtm de muchas haciendas grandes: "Los gueaquí'" rrillerwu, de Génova, .de Barragán. Era un tipo jodido, ¡flgt)!O•CHlaclo con los godos. Por allá en el Valle hizo · andanzas, una muy famosa en La Marina y otra Cebolla!. La del Cebolla], una región que había sido · god.ificada, fue terrible. El Mosco tenía más 100 hombres armados y dizque les dijo: "Pueden '"",'" todo lo que esté vivo porque todo lo que está es godo". Bueno, bajó a Cebolla] y se llevó 18 conrv,uic'n''• 18 godos. A todos los encontraron boca con un machetazo en la nuca. Quedaron con la colgando. Fue la primera vez que los liberales una cosa de esas. Pero fue que los godos lo habían m>•ou.m. Bueno Evelio llegó a organizar la resistende los liberales, a organizar el apoyo de los ricos a las '""'~"''"·, liberales y sobre todo a organizar la unión de guerrillas. Cuando los conservadores se dieron de que los liberales estaban respondiendo, se taban uniendo, comenzaron a tratar de ganarse a los de cuadrilla. Los llamaban y les ofrecían plata para se fueran para otra parte; el gobierno mismo se las . Por ejemplo a Teófilo Rojas alias Chispas, el le ofreció 250.000 para que dejara las armas y fuera para Florencia a trabajar. Teófilo les contestó no fueran hijuetantas, que él no era bobo. Pero los ientos seguían y seguían. Por allá en el 53, wa.no1o sube mi General Rojas, cuando todos estaban contentos, Evelio se puso a organizar una reunión guerrilleros grandes, cerquita de Sevilla. El órdenes del General Arboleda y dejó lo que haciendo para la reunión. Como Rojas había JR9

prometido la paz, entonces las guerrillas debían restarle, y para eso se reunieron. Llegó Dumar con doscientos hombres desde el Llano, arr·aves.mcls._.díª_s dieron Otllli ~amnistía), la segunda, la de•.!Jt:_r¡¡s