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DIDACTICO-MUSICAL
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La cuarta inversión de los acordes de novena dominante es im practicable, porque al colocar la novena en el Bajo, se produciría, forzosamente, el choque de segunda con la fundamental, defecto éste que hay que evitar siempre, lo mismo cuando los acordes de novena se hallan en estado directo que en cualquiera de sus inversiones. Analícense por el alumno los siguient~s ejemplos, entresacados de diversas obras. .Acordes de novena dominantes: Madd'
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correspondiente. Esquema de los acordes tonales y complementarios y sus más na turales afinidades:
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Ninguna dificultad ofrece, naturalmente!. el cifrado de un Bajo en el que tan sólo hayan de emple~rse acordes esenciales en estado En cuant fundamental, por no ser posible en tal caso la duda en la elección su uso a dos de acorde. Esta dificultad se inicia al emplear, al mismo tiempo que cuando la n los fundamentales, sus inversiones acordes de sexta y de cuarta y entre otras sexta, lo que permite aplicar a cada nota del Bajo una de las tres ascendente o formas armónicas: fundamental, primera inversión o segunda in la cuarta y s versión, correspondientes a otros tantos acordes de la tonalidad en de un sentid que nos encontramos.
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(1) Algunos armonistas, repetimos, llaman al acorde de la Subdominante, Dc¡ minante inferior, como oposición a la quinta por debajo de la tónica, de la domi nante, que se halla a la quinta superior. S. D. M. 109
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