Iván D Parra - Resumen de Benjamín Labatut - Un Verdor Terrible [PDF]

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Zitiervorschau

Un verdor terrible Benjamín Labatut Editorial Anagrama, Barcelona, 2020 Resumen por Iván Darío Parra Mesa

Nota: los números entre corchetes corresponden a la página/párrafo donde se habla del tema en el libro o de donde es extrae la cita.

Reseña: En este libro, Labatut mezcla realidad con ficción en los relatos de algunos descubrimientos, en el mundo formal o en el mundo natural, que fueron claves en el siglo XX y principios del XXI. En todos ellos ficciona una relación entre el descubrimiento y una especie de estado de locura del descubridor.

El Azul de Prusia En “Azul de Prusia” narra cómo un pintor suizo, Johann Jacob Diesbach y su ayudante, el alquimista Conrad Dippel, crearon, a principios del siglo XVIII, ese color que, de inmediato, se empezó a usar en la pintura. Fue el primer pigmento sintético moderno. La primera gran obra que lo usó fue El entierro de Cristo del holandés Pieter van der Werff en 1709.

La imagen es tomada de: https://www.elnacional.com/bbc-news-mundo/el-legendario-azul-de-prusia-el-colorque-puede-salvar-o-segar-vidas/

En 1782, el químico Carl Wilhelm Scheele revolvió un pote de azul de Prusia con una cuchara que contenía restos de ácido sulfúrico y con ello creó, accidentalmente, lo que él llamó el ácido prúsico pero que es gas de cianuro, uno de los venenos más potentes en la actualidad usado en los campos de exterminio nazis y en las cámaras de gas para las ejecuciones en Estados Unidos. Ese gas también fue usado por los alemanes contra sus enemigos en las trincheras de la primera guerra mundial, matando miles de soldados, todo bajo la planificación del químico Fritz Haber, de raíces judías. Él, poco después de la guerra, recibió el premio Nobel de química por su descubrimiento de cómo extraer nitrógeno del aire para hacer fertilizantes lo que salvó de la hambruna a millones de personas.

La singularidad de Schwarzschild Aquí cuenta Labatut, agregando ficción, el proceso por el que Karl Schwarzschild resolvió, tan sólo un mes después de conocerlas, las ecuaciones de la Relatividad General de Einstein para predecir la existencia de los agujeros negros. Todo como militar en medio de las trincheras de la primera guerra mundial. Los físicos llamaron a esta solución La singularidad de Schwarzschild. Además, descubrió el radio de Schwarzschild que es la frontera entre el agujero negro y el universo circundante. Cualquier cosa que pase esa frontera hacia el agujero desaparece del Universo. En 1939, Robert Oppenheimer y Hartland Snyder publicaron un artículo en Physical Review donde mostraban cómo se formaba un agujero negro.

El corazón del corazón Este relato narra ficcionadamente, la relación entre el matemático japonés Shinichi Mochizuki y la conjetura abc (a+b=c) cuya solución él puso en su blog personal en 2012 pero que nadie ha podido entender hasta ahora. También narra la historia del matemático sin patria Alexander Grothendieck y su gran aporte a las matemáticas, cuando,según él, halló el “corazón del corazón”, una extraña entidad que descubrió en las matemáticas y que, según Labatut, lo desquició completamente, a tal punto que abandonó las matemáticas y el mundo y terminó como un eremita los últimos años de su vida.

Cuando dejamos de entender el mundo Narra aquí Labatut el enfrentamiento entre Schrödinger y Heisenberg con sus respectivas teorías de la Mecánica Cuántica. La ecuación de Schrödinger y las matrices de Heisenberg. Este “prefacio” antecede a varios relatos en los que cuenta la forma como estos dos físicos y también de Louis de Broglie llegaron a sus teorías. 1. La noche de Heligoland En este relato cuenta Labatut su historia ficcionada de cómo Heisenberg llegó a sus matrices en un instante de enfermedad y de locura en la isla de Heligoland, en Alemania, a donde fue para librarse de un ataque de alergia del polen. El resultado de todo esto fue un artículo que publicó Heisenberg en diciembre de 1925 con la primera formulación de la Mecánica Cuántica. 2. Las olas del príncipe

Cuenta Labatut la historia ficcionada de cómo Louis de Broglie llegó a su teoría de la dualidad onda-partícula en un estado de casi locura escatológica. Transcribe Labatut, parte de la disertación que presentó de Broglie ante sus jurados en la defensa de su tesis de grado [pp. 131-132]. 3. Perlas en los oídos Se cuenta aquí el proceso de Erwin Schrödinger, entre la enfermedad y la locura, para llegar a su función de onda, luego de leer la tesis de De Broglie y mientras estuvo recluido en el sanatorio del Doctor Herwig para recuperarse de la tuberculosis. Todo en medio del enamoramiento con la hija del doctor que también padecía esa enfermedad. 4. El reino de la incertidumbre Cuando Schrödinger regresó, muy recuperado, publicó en Zúrich su ecuación y, en una conferencia que dictó al respecto, cuenta Labatut que fue interrumpido por Heisenberg quien argumentaba, a los gritos, que no se podían usar los métodos de la Física Clásica para explicar el mundo cuántico. Posteriormente Schrödinger demostró que su teoría y la de Heisenberg eran matemáticamente equivalentes. Bohr, el mentor de Heisenber, aceptó las dos posiciones bajo el principio de complementariedad según el cual tanto la perspectiva de onda de Schrödinger como al de partícula de Heisenberg eran complementarias para entender y explicar el mundo cuántico. Una vez que Heisenberg aceptó esta perspectiva se le facilitaron las cosas para enunciar su principio de incertidumbre que terminaba con el conocimiento cierto propio del Universo-Reloj de Newton. Esto llevó a Bohr al principio de superposición según el cual, una partícula no seguía una trayectoria definida entre un punto y otro sino todas las trayectorias posibles de acuerdo con la ecuación de Schrödinger. Al medir la trayectoria, la función de onda colapsa y la partícula elige una trayectoria por puro azar. Dios juega a los dados. 5. Dios y los dados En este último relato narra Labatut lo que sucedió en el Congreso de Solvay de 1927, en el cual los científicos se reunieron para analizar los fundamentos de la Física Cuántica y sus consecuencias científicas y filosóficas. Allí Bohr y Heisenberg presentaron su teoría de la Mecánica Cuántica que se conoció como la Interpretación de Copenhague en la que postulaba que la realidad no existe aparte del acto de observación; “la Física ya no debía ocuparse de la realidad sino de lo que podemos decir sobre la realidad” [189/4]. El mundo subatómico existe en estado de posibilidades. “La transición de lo posible a lo real sólo [ocurre] durante el acto de observación o de medición” [189/4].

Todo esto llevó al debate entre Einstein y Bohr sobre la naturaleza de la realidad y llevó a una posición irreconciliable entre los dos que se reflejó en la frase de Einstein “Dios no juega a los dados con el Universo” y en la respuesta de Bohr “No es nuestro lugar decirle a Él cómo manejar el mundo” [194/1].