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GUIA DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS María Clara Díaz González
Foto: Juan Carlos Noreña Tobón
TABLA DE CONTENIDO
2
Bolborhynchus ferrugineifrons
51
PRÓLOGO
3
Hapalopsittaca amazonina
52
AGRADECIMIENTOS
5
Hapalopsittaca fuertesi
53
PRESENTACION
6
Leptosittaca branicki
54
INTRODUCCIÓN
7
Ognorhynchus icterotis
55
Lista de especies alimentarias para loros altoandinos
8
Pionus chalcopterus
56
SIMBOLOGIA
14
Pionus tumultuosus
57
CLASIFICACIÓN DE LAS HOJAS
15
Pyrrhura calliptera
58
GLOSARIO
16
BIBLIOGRAFÍA
59
PLANTAS ALIMENTARIAS DE LOROS ALTOANDINOS
17
Ceroxylon quindiuense
18
Dictyicaryum lamarckianum
20
Citharexylum subflavescens
21
Hyeronima antioquensis
22
Myrcianthes rhopaloides
24
Sapium stylare
26
Billia rosea
28
Cedrella montana
30
Meriana peltata
32
Miconia salicifolia
34
Croton magdalenensis
36
Phyllantus salviifolius
38
Quercus humboltii
40
Muehlenbeckia tamnifolia
41
Antidaphne andina
42
Dendrophtora clavata
44
Familia Bromeliaceae
45
Familia Orchidaceae
46
LOROS ALTOANDINOS COLOMBIANOS
49
Amazona mercenaria
50
Para poder notar todo esto, el observador necesita paciencia, y la jornada de campo requiere desconocer los afanes y el cumplimiento estricto de horarios límite. Se convierte en un acto de entregarse a la verdadera contemplación. Y la contemplación no sólo lleva al placer que ofrece para la mente detenerse a observar la naturaleza, también lleva a la sorpresa y a la aparición de dudas o inquietudes. Es decir, constituye justo el modo en que es posible la ciencia: a partir de la pura observación hacer preguntas, y luego, buscar respuestas. El proceso detrás de un libro como éste seguramente implicó cansancio físico y mental, sortear obstáculos y sobrepasar alguna frustración, pero asimismo, también con seguridad, recompensó ampliamente a quienes dedicaron su tiempo para lograrlo y puede ser un recurso para que sus usuarios y lectores obtengan recompensas parecidas.
PRÓLOGO Un libro resulta de un proceso que a veces es invisible para los lectores, pues estos pueden apreciar el resultado final pero no necesariamente pueden saber, o imaginar con detalle, qué lo motivó, cómo fue pensado, qué tan difícil fue hacerlo, o qué cantidad de tiempo se necesitó para terminarlo. Si se trata de una guía de campo como esta “Guía de plantas alimentarias para loros altoandinos” (libro útil para los observadores de aves, para ecólogos y conservacionistas), es muy claro que en el proceso de la obtención de información hubo investigación, jornadas de campo para recabar datos, y un escudriñamiento en la literatura y en los reportes previamente existentes. La importancia de observar el comportamiento de forrajeo de distintas especies de loros en los bosques altoandinos con el propósito de generar conocimiento sobre las interacciones ecológicas entre loros y plantas, tiene obvias implicaciones para facilitar la restauración y la conservación del hábitat. Por ejemplo, saber qué especies de árboles sirven de alimento a los loros que están en peligro de extinción, puede guiar los esfuerzos de restauración de su hábitat para que se siembren las especies de árboles que ellos prefieren, y no otras, y así ofrecerles con exactitud sus recursos, en aras de favorecer la supervivencia de sus disminuidas poblaciones. Varias secciones de este libro explican la importancia de conocer estos tipos de interacciones ecológicas. Así, el lector irá encontrando a lo largo de estas páginas ilustradas, varias de las implicaciones directas de la información generada. Acá, sin embargo, como antesala a la lectura de esta guía de campo, mi intención es enfatizar que el proceso de generar esta valiosa información para la conservación de los ecosistemas altoandinos está atravesado por la simple y pura acción de observar. Simple y pura no significa fácil. Llevar a cabo una guía así requirió de la cuidadosa observación de la naturaleza. Seguir aves para trazar sus rutas, o detenerse con ellas bajo el árbol del cual están comiendo sus frutos o flores, no sólo es parte del método científico para cubrir vacíos de conocimiento: para quien lo experimenta puede ser una experiencia de contemplación que conlleva toda clase de aprendizajes. Los loros localizan visualmente los árboles que les ofrecen recursos alimenticios, hacen mapas mentales del bosque y los caminos, a veces se comunican entre ellos mientras forrajean, haciendo llamados a la pareja o a los compañeros de grupo para compartir el alimento, y al mismo tiempo permanecen en alerta ante los posibles depredadores. Mientras el observador toma nota de su comportamiento de forrajeo, los loros quizás hacen una pausa para socializar o para escalar y ubicarse en una mejor rama; cuando ya están satisfechos y dejan de alimentarse, no necesariamente siguen su camino al vuelo, sino que a veces se quedan allí, generosos con quien los observa, y empiezan a jugar, a acicalarse, a pelear, a hacer maniobras complicadas o divertidas entre las ramas.
Esta guía, además, demuestra que ampliar y promover la observación es benéfico para la conservación de las especies, de su hábitat y del ecosistema, no sólo porque sea el medio para la obtención de conocimiento especializado. Dentro de las personas que dedicaron su tiempo para contemplar la interacción plantaloro y recabar los datos en campo para hacer esta guía, están incluidos habitantes locales de las zonas de estudio. Considerando que algunos loros son perseguidos para comercializarlos o tenerlos como mascotas, incluir en el proceso de la observación a los seres humanos que viven en las mismas áreas que los loros perseguidos, fomenta que se generen lazos de afecto y amor por los loros y las plantas, un factor muy relevante para la conservación que a veces se deja de lado. Esta guía queda a disposición de personas científicas y no científicas, y de pronto, con suerte, logrará alimentar la curiosidad sobre qué más tienen para enseñarnos los loros altoandinos mientras interactúan entre ellos y con otros seres vivos.
Ángela María Amaya-Villarreal Cali, febrero 2022
3 3
PRÓLOGO Cuando conocí a la bióloga María Clara Díaz y al equipo de Fundación Vida Silvestre, noté que la pasión por la naturaleza colombiana corría por su piel de una forma especial. El entusiasmo por investigar y conservar un loro amenazado incluye un total que va más allá de la especie en sí. Partiendo de este concepto las posibilidades de lograr los objetivos son bastante altas, ya que, sin la energía de esa pasión, no se puede salir al campo durante
tantos días en solitario, para poder mimetizarse con el entorno y entender cómo funciona el bioma donde habita un tipo de loro. Donde muchos dijeron que no estaba la especie, allí me mostró María Clara que sí que estaba. En una ocasión hizo falta, incluso, un terremoto, para que pudiéramos descubrir al Loro Orejiamarillo que permanecía mudo y bien camuflado en las cercanías. Ver aves en campo no es tarea sencilla, aunque lo pueda parecer. Estudiarlas a fondo es aún más complejo. Leyendo esta guía, que tiene el lector entre sus manos, se dará cuenta que es la herramienta indispensable para cualquier observador de aves. Especialmente para los ornitólogos colombianos, que podrán localizar como auténticos profetas la presencia y ausencia de las especies de loros propias de su paisaje único. Saber con qué plantas interactúan los loros en ese entorno permitirá localizarlos desde la discreción para poder conocer su intimidad y de esta forma, casi sin darnos cuenta, veremos que la botánica del lugar es también la especie en sí. Le doy la enhorabuena a los autores y también al lector que tenga opción de tener este libro como una potente herramienta más de conocimiento y conservación de las especies. Y aprovecho este espacio para enaltecer la figura de cada uno de los que conforma Fundación Vida Silvestre y sus colaboradores, ya que junto con Loro Parque Fundación están logrando que Colombia avance con pasos de gigante en la conservación de las especies a nivel mundial.
Rafael Zamora Padrón Director Científico Loro Parque Fundación
4 4
Foto: María Clara Díaz, 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
AGRADECIMIENTOS A la Fundación Vida Silvestre y todos sus integrantes y colaboradores: Juan Carlos Noreña Tobón, Eduardo Soler García de Oteyza, Annie M. Jiménez Bonilla, Cristina Parra Escobar, Diego Fernando Espitia Pachón, David Bejarano Bonilla (Truman), Diego Alejandro Ceballos Gaviria, José Castaño Hernández, Claudia de Antonio de Antonio, Juan Carlos Vargas Oviedo, Jhon Velásquez Castañeda, Johan Danilo Jaramillo Ríos y Valentina Vanesa López Cano. Esta guía es fruto del trabajo conjunto, a menudo en condiciones difíciles, de todos ellos, ya que han proporcionado gran parte de la información que aquí se presenta. A Loro Parque Fundación y, especialmente, a su director científico, Rafael Zamora, por su apoyo incondicional en los últimos y difíciles años. Sin ellos, no habrían sido posible los proyectos de investigación y conservación fruto de los cuales surge esta guía. A los colaboradores científicos Luis Miguel Renjifo, Angela María AmayaVillarreal y Boris Stefan Villanueva Tamayo, quienes, con su desinteresado asesoramiento, han enriquecido y mejorado esta guía de manera muy significativa. A quienes aportaron datos de campo y fotografías, y con ellas el respaldo de información valiosa para la conservación de los loros: Arnulfo Sánchez, Carlos Mario Restrepo, Jacob Hervé, Jurgen Beckers, Dean LaTray, Ken Chamberlain, David Monroy Rengifo, Edwin Múnera, Fabio Grajales, Jhuly Rincón, Lyndon Car-
vajal Rojas, Cristian Leguizamo, Cristian Cufiño, Camilo Váquiro, Rodrigo Gaviria, Oswaldo Cortés, Eugeni Capella. Y, especialmente, a los propietarios y trabajadores de los predios en donde se han venido realizando las observaciones, un largo listado de personas de campo apasionadas por la conservación de paisajes y naturaleza, y fuentes de información crecientemente más valiosas en el marco de la ciencia ciudadana.
5 5
Foto: María Clara Díaz, 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
PRESENTACIÓN La Fundación Vida Silvestre de Colombia es una entidad que trabaja para la conservación de la Biodiversidad en Colombia, a través de Proyectos enfocados en especies sombrilla y con alta amenaza de extinción. En los últimos cuatro años, los profesionales integrados en dicha Fundación hemos venido desarrollando importantes actuaciones de estudio y conservación sobre tres especies de loros actualmente endémicos de los Andes de Colombia y con un importante grado de amenaza: el loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), el lorito coroniazul o de Fuertes (Hapalopsittaca fuertesi) y el perico cadillero (Bolborhynchus ferrugineifrons). Para dichos trabajos, Vida Silvestre ha contado con el soporte técnico y económico mayoritariamente de Loroparque Fundación. De hecho, la presente guía es un producto realizado dentro del Proyecto PP-166-2021 “Avanzando en el conocimiento y conservación del loro orejiamarillo en Colombia”. En el marco de dichos proyectos, se ha realizado un gran esfuerzo en trabajo de campo destinado a adquirir un mayor conocimiento de la ecología de dichas especies, especialmente en algunos ámbitos donde la información era muy limitada. Hasta ahora, los esfuerzos de conservación de las mismas han estado centrados, en muchos casos, en la provisión de mejores oportunidades para la nidificación, pero otros aspectos esenciales, como la alimentación, han recibido mucha menor atención. En nuestro trabajo hemos tenido la oportunidad de realizar muy interesantes y novedosas observaciones sobre el comportamiento y preferencias alimentarias de dichas especies, y también de otras especies de loros con las que comparten hábitat y, a menudo, alimento. Dado que nuestro trabajo se ha venido realizando en localidades por encima de los 2.500 m.s.n.m., hemos considerado que las especies de loros que habitan por encima de esta cota podían ser llamados loros altoandinos, ya que son especialistas en los diversos ecosistemas de bosques altoandinos, bosques de niebla de subpáramo y páramos. La relación planta-animal, tan importante en los ecosistemas tropicales, tiene una especial significación en el caso de los loros, ya que se ha demostrado su papel crucial en la diseminación de especies de flora; además, los psitácidos son depredadores de semillas, lo cual es muy importante para mantener la diversidad de los bosques tropicales. En el caso de las especies que nos ocupan, a menudo dependen de recursos alimenticios más escasos que en zonas bajas, y en muchos casos, producidos por especies de flora que también están amenazadas. Hay que recordar que los ecosistemas altoandinos están muy afectados por la extensión de la frontera agroganadera tradicional (ganado de vacuno y cultivos de montaña) y nuevos monocultivos intensivos como el aguacate, y por proyectos de gran impacto como la minería. A nuestro entender, las especies amenazadas con las que trabajamos pueden ser consideradas especies sombrilla, puesto que comparten hábitats y especies 6
de alimentación con otras especies de loros y otras especies de fauna principalmente frugívoras, como tucanes, pavas y algunos mamíferos. Esta guía recopila la información de campo generada por nuestros proyectos, así como la revisión bibliográfica de estudios anteriores, la evaluación sistemática de fuentes de ciencia ciudadana, como plataformas online de fotografías de aves y la contribución de muchos observadores que han proporcionado datos muy valiosos. La guía no pretende ser exhaustiva; todavía hay mucha información por conseguir y mucha otra por ordenar y validar. No obstante, pretende cumplir un objetivo fundamental: dar a conocer las especies de plantas más importantes para la alimentación de los loros altoandinos. En esencia, pretende ser una herramienta útil para gobiernos, asociaciones, propietarios de fincas, campesinos y naturalistas que pretendan mejorar el hábitat de dichas especies de loros, y de muchas otras especies de fauna, poniendo atención en las plantas alimentarias, tanto mediante la conservación de las ya existentes en el terreno, como su siembra y enriquecimiento, en el contexto de proyectos de restauración de hábitats y sus servicios ecosistémicos, tan necesarios en nuestro país.
6
Foto: Eduardo Soler G. 2021
INTRODUCCIÓN
En Colombia existen publicaciones de árboles y arbustos de alta montaña,
compendios de vegetación para Parques Regionales y Reservas de la sociedad
Las actividades humanas han generado grandes cambios en el mundo; muchos
Civil, así como libros generados por las Corporaciones Autónomas Regionales;
de ellos han mejorado la calidad de vida, lo que se ve reflejado en un aumento
y con el avance tecnológico, también surgen cada vez más portales de biodi-
demográfico de la especie humana sobre el planeta. Es tan indiscutible, que
versidad, catálogos virtuales de vegetación y herbarios ON LINE, que caracteri-
actualmente los geólogos plantean una nueva era geológica en donde el hom-
zan la vegetación de algunos ecosistemas y que constituyen una fuente impor-
bre es su principal actor, denominándola Antropoceno. Sin embargo, esto le ha
tante de información con respecto a la vegetación alto andina en Colombia. Sin
costado al mundo un desequilibrio a toda escala y, lo que es peor, a gran velo-
embargo, nuestra intención va más allá, involucrando las relaciones alimenta-
cidad. En consecuencia, estamos siendo testigos de una de las seis extinciones
rias que tienen con la comunidad de loros, para entender mejor el ecosistema,
masivas de la historia de la Tierra, mediante un círculo vicioso que parece no
sus redes complejas y su funcionamiento. Una publicación similar, en cuanto al
tener fin. Cada vez es más importante hablar del cambio climático y de la crisis
objetivo de atraer aves, ha sido divulgada por la Sociedad Ornitológica de An-
de biodiversidad, como consecuencia de la pérdida de hábitat, la sobreexplota-
tioquia SAO, denominada VIDA, COLOR Y CANTO Plantas neotropicales que
ción de los recursos naturales y la contaminación. Lo que parece impensable es
atraen aves y cuenta con la descripción de 121 especies de plantas (SAO, 2009),
que aún no se toman medidas contundentes que contrarresten estos efectos,
abarcando una escala mucho mayor a la nuestra.
jugando con el tiempo en contra.
Esta guía, en su primera edición, es una herramienta visual de reconocimiento,
Simbiosis significa “vivir juntos”. Es un término que ha sido adoptado por la
con fichas informativas de 16 especies de plantas alimentarias y 9 especies de
ecología para explicar asociaciones muy estrechas, en donde un organismo es
loros distribuidos en rangos altitudinales que van desde los 2000 a los 4000 m.
hospedero y, al beneficiarse los dos organismos como respuesta a esta unión,
sobre el nivel del mar a lo largo de las tres cordilleras. El objetivo es el de llegar
se convierte en mutualismo (intercambio de bienes y servicios). El ejemplo más
a la ciudadanía en general, a las Corporaciones Autónomas, a los jardines botá-
clásico que se presenta en la naturaleza son las relaciones planta- animal, que
nicos, a los viveros y a todos los que quieran contribuir con la conservación,
además cuentan historias tan largas en el tiempo, que dejan ver como en mu-
especialmente a los propietarios de extensiones de tierra, en zonas de media y
chos casos han evolucionado uno de la mano del otro. Es muy importante po-
alta montaña, para que, a través de este trabajo, puedan conocer y propagar
der entender dichas relaciones puesto que determinan aspectos demográficos
las plantas más relevantes en las dietas de los loros, que son atrayentes de bio-
y comunitarios de ambos organismos y a su vez son fundamentales en la confi-
diversidad y como aporte a las interacciones naturales que fortalecen la restau-
guración del paisaje y en la dinámica de los bosques (Begon M, et-al 2006; Gar-
ración y la conservación en nuestro país.
cía D. et-al 2009).
Hay que reconocer que Colombia, como potencia en biodiversidad, deberá to-
Entendiendo la interacción loros– plantas en ecosistemas de alta montaña (por
mar medidas o acciones dirigidas a la restauración y conservación, sin afectar
encima de los 2500 m.), es posible diseñar nuevas estrategias encaminadas a la
su productividad de modo sostenible, en medio de situaciones desafortunadas,
recuperación, mantenimiento y conservación de la biodiversidad, dando priori-
como la desigualdad, la violencia y la corrupción que dificulta aún más los retos
dad a las especies más vulnerables en términos de amenazas. Un ejemplo de la
mundiales a los que nos enfrentamos. En Fundación Vida Silvestre entendemos
relación planta- animal en el territorio es la que existe entre la palma de cera y
la conservación como un proceso integral que aúna también la transformación
los grandes dispersores de semillas, entre ellos diferentes especies de loros
y participación social para mejorar la calidad de vida, proceso para el cual ha-
(MADS, 2015), que al igual que la palma se encuentran bajo diferentes niveles
cen falta nuevas herramientas, como lo es la presente guía.
de amenaza, y son meritorios de estudio y protección. 7 7
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
P. callyptera
P. chalcopterus
P. tumultuosus
O. icterotis
L. branicki
H. amazonina
H. fuertesi
B. ferrugineifrons
8
Especie
A. mercenarius
Familia
Resolución 1912
IUCN
(Mads,2017)
Actidianidiaceae
Saurauia cuatrecasana
x
-
LC
Actidianidiaceae
Saurauia tomentosa
x
-
NE
Actidianidiaceae
Saurauia ursina
x
-
NE
Aquifolaceae
Ilex laurina
x
-
NE
Araliaceae
Oreopanax floribundum
x
-
NE
Arecaceae
Ceroxylon alpinum
x
EN
EN
Arecaceae
Ceroxylon quindiuense
x
EN
VU
Arecaceae
Ceroxylon ventricosum
x
EN
EN
Arecaceae
Dictyocaryum lamarckianum
x
-
NE
Asteraceae
Baccharis nitida
x
-
LC
Asteraceae
Baccharis tricuneata
x
-
NE
Asteraceae
Bidens pilosa
x
-
NE
Asteraceae
Baccharis sp.
x
-
NE
Asteraceae
Diplostephium sp.
x
-
NE
Asteraceae
Espeletia hartwegiana
x
-
LC
Asteraceae
Espeletia uribei
-
LC
Bignoniaceae
Delastoma roseum
x
-
NE
Bombacoideae
Ochroma sp.
x
-
NE
Boraginaceae
Cordia barbata
x
-
NE
Boraginaceae
Cordia sp
x
-
NE
Bromeliaceae
Bromelia spp.
x
x
-
NE
Bromeliaceae
Tillandsa sp.
x
x
-
NE
Bromeliaceae
Vriesia sp.
x
-
NE
x
x
x
x
x
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
P. callyptera
Brunelliaceae
P. chalcopterus
Brunellia propinqua
P. tumultuosus
Brunelliaceae
O. icterotis
Brunellia goudotii
L. branicki
Brunelliaceae
H. amazonina
Racinaea subulata
H. fuertesi
Bromeliaceae
B. ferrugineifrons
Especie
A. mercenarius
Familia
x
Resolución 1912
IUCN
(Mads,2017)
-
NE
-
LC
x
-
LC
Brunellia sp.
x
-
NE
Chloranthaceae
Hedyosmum bonpladium
x
-
NE
Clusiaceae
Clusia haughtii
x
-
LC
Clusiaceae
Clusia multiflora
x
x
-
LC
Clusiaceae
Clusia alata
x
-
LC
Clusiaceae
Clusia sp.
x
-
NE
Clusiaceae
Garcinia macrophylla
x
-
LC
Cordiaceae
Varronia cylindrostachya
x
-
NE
Cunoniaceae
Weinmannia pubescens
x
-
NE
Cunoniaceae
Weinmannia sorbifolia
x
-
NE
Elaeocarpaceae
Vallea stipularis
-
LC
Escalloniaceae
Escallonia discolor
-
NT
Euphorbiaceae
Alchornea glandulosa
x
-
LC
Euphorbiaceae
Croton magdalenensis
x
-
NE
Euphorbiaceae
Croton smithianus
x
x
NE
LC
Euphorbiaceae
Croton sp.
x
x
-
NE
Euphorbiaceae
Hyeronima antioquensis
x
x
-
NE
Euphorbiaceae
Hyeronima oblonga
x
-
NE
Euphorbiaceae
Hyeronima sp.
x
-
NE
Euphorbiaceae
Sapium stylare
x
-
NE
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
9
x
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
Euphorbiaceae
Euphorbia laurifolia
Fabaceae
Erythrina edulis
x
Fabaceae
Inga sp.
x
Fabaceae
Inga edulis
Fabaceae
Inga villosissima
x
Fabaceae
Erythrina poeppigiana
x
Fabaceae
Acacia dealbata
Fabaceae
Albizia carbonaria
Fagaceae
Quercus humboldtii
Hypericaceae
Hipericum lancioides
Lauraceae
Ocotea sp.
Lauraceae
Persea caerulea
Lauraceae
Ocotea infrafoveolata
Leguminosae
Macrolobium grallator
Loranthaceae
Gaiadendron punctatum
Malpighiaceae
Bunchosia armeniaca
Melastomataceae
Meriania peltata
Melastomataceae
Miconia cf. ochracea
Melastomataceae
Miconia salicifolia
Melastomataceae
Miconia sp.
Melastomataceae
Miconia cataractae
x
P. callyptera
Sapium utile
P. chalcopterus
Euphorbiaceae
P. tumultuosus
O. icterotis
L. branicki
H. amazonina
H. fuertesi
B. ferrugineifrons
10
Especie
A. mercenarius
Familia
x
-
NE
x
-
NE
x
-
NE
x
-
LC
x
-
NE
-
LC
-
LC
-
LC
VU
LC
-
NE
x
-
NE
x
-
LC
?
-
NE
-
LC
-
LC
x
-
NE
x
-
NE
x
-
NE
-
NE
-
NE
-
NE
x
x
x
x
x
x x
x
x
x
x
x
x x x
x
(Mads,2017)
LC
x
x
IUCN
-
x
x
Resolución 1912
x x x
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
P. callyptera
Meliaceae
P. chalcopterus
Ruagea glabra
P. tumultuosus
Meliaceae
O. icterotis
Cedrela montana
L. branicki
Meliaceae
H. amazonina
Miconia chionophila
H. fuertesi
Melastomataceae
B. ferrugineifrons
Especie
A. mercenarius
Familia
x
Resolución 1912
IUCN
(Mads,2017)
-
NE
x
-
NE
x
-
LC
Guarea kunthiana
x
-
LC
Moraceae
Ficus gigantea
x
-
NE
Moraceae
Ficus glabratum
x
-
NE
Moraceae
Ficus sp.
-
NE
Moraceae
Helicostylis tovarensis
-
LC
Myrsinaceae
Myrsine dependens
-
LC
Myrtaceae
Eucalyptus globulus
x
-
LC
Myrtaceae
Myrcia cf. popayanensis
x
-
NE
Myrtaceae
Myrcianthes rhopaloides
x
-
NE
Myrtaceae
Myrtus foliosa
x
-
NE
Myrtaceae
Psidium cff. arrayan
x
-
NE
Myrtaceae
Psidium guajava
-
LC
Myrtaceae
Eugenia dittocrepis
x
-
LC
Ochnaceae
Cespedesia macrophylla
x
-
NE
Orchidaceae
Orchidaceae spp.
x
-
NE
Passifloraceae
Passiflora tripartita
-
NE
Pentaphylacaceae
Freziera canescens
-
NE
Phyllanthaceae
Phyllanthus salviifolius
-
LC
Phytolaccaceae
Phytolacca sp.
-
NE
Poaceae
Chusquea sp.
-
NE
x
x
x x x
x
x
x
x
x x x
11
x
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
P. callyptera
P. chalcopterus
P. tumultuosus
x
O. icterotis
x
L. branicki
Podocarpaceae
H. amazonina
Podocarpus oleifolius
H. fuertesi
Podocarpaceae
B. ferrugineifrons
12
Especie
A. mercenarius
Familia
Resolución 1912
IUCN
(Mads,2017)
x
-
LC
Retrophyllum rospigliosii
x
-
VU
Podocarpaceae
Podocarpus sp.
x
-
NE
Podocarpaceae
Prumnopitys montana
VU
VU
Polygonaceae
Muehlenbeckia tamnifolia
-
NE
Proteaceae
Panopsis suaveolens
-
LC
Rosaceae
Hesperomeles ferruginea
x
-
LC
Rosaceae
Lachemilla orbiculata
x
-
NE
Rosaceae
Rubus sp.
-
NE
Rosaceae
Acaena elongata
x
-
NE
Rosaceae
Polylepis sericea
x
-
NE
Rubiaceae
Chinchona pubescens
x
-
NE
Rubiaceae
Guettarda crispiflora
x
-
LC
Rubiaceae
Guettarda sp.
x
-
NE
Rubiaceae
Cinchona pubescens
-
LC
Rutaceae
Zanthoxylum quindiense
x
-
NE
Rutaceae
Zanthoxylum rhoifolium
x
-
LC
Sabiaceae
Meliosma echeverriana
x
-
NE
Santalaceae
Antidaphne andina
x
x
-
NE
Santalaceae
Antidaphne viscoidea
x
-
NE
Santalaceae
Dendrophthora clavata
x
x
-
NE
Sapindaceae
Billia rosea
x
-
LC
Sapindaceae
Matayba sp.
x
-
NE
x x x
X
x
x
x
x
x
ESPECIES DE PLANTAS ALIMENTARIAS PARA LOROS ALTOANDINOS
Smilax aspera
Solanaceae
P. callyptera
Smilacaceae
P. chalcopterus
Buddleja sp.
P. tumultuosus
Scrophulariaceae
O. icterotis
Buddleja bullata
L. branicki
Scrophulariaceae
H. amazonina
Buddleja americana
H. fuertesi
Scrophulariaceae
B. ferrugineifrons
Especie
A. mercenarius
Familia
x
Resolución 1912
IUCN
(Mads,2017)
-
LC
X
-
NE
x
-
NE
x
-
LC
Iochroma gesneroides
x
-
NE
Staphyleaceae
Turpinia heterophylla
x
-
NE
Theaceae
Gordonia fruticosa
-
LC
Urticaceae
Cecropia angustifolia
x
-
NE
Urticaceae
Cecropia sp.
x
-
NE
Verbenaceae
Citharexylum sp.
x
-
NE
Verbenaceae
Citharexylum subflavescens
x
-
NE
Winteraceae
Drimys granadensis
-
NE
x
x
x
x
13 13
Parte de la planta consumida por los loros:
SIMBOLOGÍA Categorías de amenaza: Se refiere a la jerarquización de las amenazas que soportan las especies a nivel mundial por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza - IUCN por sus siglas en inglés. A nivel Nacional se han adoptado los mismos criterios para evaluar el estado de conservación, unificadas en la lista de especies amenazadas, bajo la legislación vigente a través de Resolución 1912 del 2017 (MADS). Esta resolución se basa en los análisis de expertos y las publicaciones de los libros rojos de Colombia.
Frutos
Flores
Partes de la flor:
Las categorías utilizadas son las siguientes: CR - En Peligro Crítico EN - En Peligro VU - Vulnerable NT - Casi amenazado LC - Preocupación Menor NE - No evaluado La presente guía hará referencia a las dos entidades; en el caso que sean valoraciones diferentes se pondrá primero la valoración mundial y seguido la valoración nacional. Riesgo de extinción
CR EN VU NT LC NE Hábito de la planta:
Partes de la hoja: Árbol
Epífita
Herbáceo
Liana
Palma
Fauna asociada a las plantas:
Loros 14
Aves
Aves y mamíferos
14
Hojas
Corteza
Semilla
CLASIFICACIÓN DE LAS HOJAS
Por su forma (simples):
Las hojas se pueden dividir por su composición o por su posición en el tallo. Por su composición Simples:
Compuestas: Lanceolada
Imparipinadas
Paripinadas
Cordada
Bipinadas
Ovada
Aristada
Sagitada
Lobulada
Oblonga Pinnatisecta Astada
Palmeada
Alterna
Subulada
Elíptica
Bipartida
Circular
Trifoliada Por su borde:
Por su posición en el tallo: Alterna dística
Cuneada
Opuestas
Opuestas decusadas
Entera
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Ondulado Espinoso
Crenado
Aserrado
Ciliado
Obtusa
Orbicular
GLOSARIO
Haustorios: raíz modificada de una planta parásita que penetra el tejido anfitrión, pero permanece fuera de la membrana del huésped.
Altriciales: crías poco desarrolladas, que requieren del cuidado parental hasta su desarrollo.
Hojas: estructuras formadas por yemas, peciolos y limbo, divididos a su vez en más partes.
Androceo: componente masculino de la flor, formado por filamentos y anteras.
Imbricadas: hojas dispuestas una sobre otra similar a la disposición de las tejas.
Apétala: flores sin pétalos.
Lóbulos: división redondeada de cualquier órgano.
Arilo: tejido que envuelve la semilla.
Nectario: glándulas que secretan una sustancia dulce denominado néctar, generalmente presente en las flores, sin embargo pueden presentarse en las hojas.
Axilar: estructura que se sitúa en el ángulo entre una estructura de la planta y el tallo.
Nervaduras: venas o nervios que se encuentran en la lámina de las hojas.
Bráctea: órgano foliáceo u hojas modificadas cercanas a las flores o tallos de las flores, diferentes a las hojas, pétalos y perianto.
Panícula: inflorescencia en forma de racimo, con ejes laterales que se ramifican a su vez. Algunas veces con forma de espiga.
Cáliz: sépalos que cubren inicialmente las estructuras reproductivas de la flor, generalmente verdes, algunas veces de colores vivos.
Peciolo: eje que nace del tallo y sostiene la lámina de la hoja. Pedúnculo: eje que sostiene las flores o inflorescencias.
Collpa: término del idioma Quechua para denominar “Tierra salada”, lugares utilizados por grupos de loros para ingerir y complementar su dieta.
Perianto: vestimento de la flor desde el cáliz a la corola Pistilo: órgano femenino de la flor compuesto por ovario, estilo y estigma.
Corola: estructura conformada por el conjunto de pétalos de la flor, se reconoce por sus colores mayormente vivos y más delicados que los sépalos.
Pubescencia: superficie cubierta de pequeñas vellosidades.
Dísticas: hojas en dos filas sobre el tallo.
Racemosa: en forma de racimo.
Dehiscente: que se abre de forma instantánea para vaciar su contenido.
Raquis: eje principal de hojas compuestas.
Drupa: fruto carnoso, pulposo, con las semillas al interior, envueltas por el endocarpo.
Sésil: sin pedúnculo. Sépalos: hojas modificadas que envuelven y sostienen la corola, su conjunto se denomina cáliz.
Endémica (endemismo): es la condición de una especie a estar restringida en una zona concreta con una extensión determinada con características particulares para la especie.
Sinonimia (Snm.): se refiere a más de un nombre para una misma especie (taxón).
Estambres exertos: por fuera de la corola.
Semicaducifolio: árboles o arbustos que pierden parte de sus hojas.
Estípulas: apéndice generalmente laminar que aparece con frecuencia en la base de las hojas de muchas especies.
Yemas: abultamiento primario o rudimento de una hoja, flor o vástago naciente.
Espuelas dorsales: relativo a espolón. Prolongación alargada y hueca situada en algunas partes de la flor según la especie. Epífita: hábito de algunas plantas herbáceas que requieren de un hospedero como sustrato o sostén. Exudado: sustancia más o menos densa, que sale de las plantas cuando se les ocasiona una herida, o se les arranca un órgano. Foliolos: laminas en forma de hoja, que constituyen una hoja compuesta.
Gineceo: parte femenina de la flor, generalmente formada por el pistilo. 16
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PLANTAS ALIMENTARIAS DE LOROS ALTOANDINOS De acuerdo con Orlando Rangel (2005) la región Andina presenta la mayor riqueza vegetal con el mayor número de especies, en comparación con las demás regiones de Colombia, lo que sustenta una mega diversidad de plantas junto con sus interacciones. Pese a que se conocen cada vez más las especies que conforman los ecosistemas altoandinos y el nivel de endemicidad, su vulnerabilidad es igualmente grande, dado que la deforestación, la explotación de los recursos naturales, la fragmentación de los bosques, la transformación de hábitats y las alteraciones ambientales se han concentrado en esta región, debido a la alta densidad de la población humana en esta zona. Por lo que la región reúne el mayor número de especies de plantas bajo categorías de amenaza. En concomitancia, las familias de plantas con mayor número de especies bajo categorías de amenaza - Arecaceae (palmas), Orchidaceae (orquídeas) y Bromeliaceae (Bromelias) (Rangel-CH 2000; 2005) - se encuentran estrechamente rela-
cionadas con las especies de loros que habitan ecosistemas de alta montaña. Esto supone una fragilidad en la comunidad de loros y plantas que debe ser atendida con estrategias de conservación. Las especies de plantas que se presentan en esta guía, son una recopilación de información a partir de bibliografía, fotografías, bases de datos y observaciones de campo. En conjunto, la compilación obtenida brinda información de un total de 126 especies (algunas identificadas sólo hasta el nivel de género) y aporta información sobre la relación con las diferentes especies de loros altoandinos. De todo el compendio de plantas alimentarias, a continuación, se ilustrarán 16 especies y dos familias puntuales con imágenes de algunos eventos de alimentación. El trabajo de campo realizado a través de la financiación de Loroparque, ha permitido añadir al conocimiento científico 11 especies alimentarias nuevas para la comunidad de loros altoandinos. Además del compendio de información, las
observaciones hechas en campo durante los últimos años, han aportado información relevante en cuanto a la coexistencia de diferentes especies de loros y su confluencia en los hábitos alimentarios. Es especialmente relevante los nuevos registros que se han observado para el Loro de fuerte (H. fuertesi), al que se le han sumado cuatro nuevas especies alimentarias. Esta información es muy valiosa para su conservación, pues se trata de una especie endémica en peligro crítico de extinción.
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Foto: María Clara Díaz, G., 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
Ceroxylon quindiuense (H.Wendl) Familia: Arecaceae Hábito: Palma Gradiente altitudinal: 1600-3000 m. Nombres comunes: Palma de cera del Quindío. Distribución: Cordillera de los Andes de Colombia y Perú.
Fotos: Eduardo Soler G. 2019
VU EN IUCN
Res.1912
Descripción: Palma entre 20 a 40m, sin embargo puede crecer hasta 60m de alto (registro histórico), corteza fuerte recubierta de cera blanca con segmentos horizontales, único fuste que se angosta a medida que llega a las hojas (35 cm de diámetro aprox). La corona foliar está compuesta de 14-20 hojas de 4 m, con 90 foliolos a cada costado del raquis. El envés de los foliolos presentan un color grisáceo y la superficie es verde oscuro. La inflorescencia está recubierta por varias brácteas de color amarillo quemado. Su madera y cera fue utilizada para hacer cerillas durante la década de los 70. Actualmente se utiliza como bigas para construcciones, alimentación de cerdos, en algunas zonas se utiliza el cogollo durante la celebración de domingo de ramos (Conservation Internacional, 2004; MADS, 2015).
Plántulas
La inflorescencia se ramifica en forma espiral, y cada flor es pequeña de color beige, con tres sépalos y tres pétalos. Sus frutos son redondos color verde al naranja de acuerdo con su maduración, poseen una única semilla de color oscuro y muy duro (MADS, 2015).
Fotos: María Clara Díaz G. 2018
Historia Natural: Florece en marzo– abril, con la maduración de sus frutos en noviembre, extendiéndose hasta abril, con picos de producción cada 6-7 años. Preferido por los orejiamarillos para alimentación de sus frutos en estado inmaduro, así como de otras especies de loros. (MADS, 2015). Existe una asociación especial con el loro orejiamarillo como sitio de anidación. 18
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Semilla - germinación
Otras especies similares: Ceroxylon alpinum, Ceroxylon ventricosum, al igual que la palma de cera, constituyen una fuente importante de alimento para la fauna en su rango de distribución. Actualmente C. alpinum, considerada bajo la categoría En Peligro a nivel mundial y nacional. Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis Leptosittaca branikii Pionus chalcopterus Hapalopsittaca fuertesi (MADS, 2015) Hapalopsittaca amazonina (MADS, 2015) Otra fauna asociada:
Aulacorhynchus prasinus albivitta Andigena hypoglauca Andigena nigrirostris Chamaepetes goudotii Penelope montagnii Ortalis columbiana Cyanocorax yncas Turdus fuscater Eira barbara Nasua olivaceae
Foto: María Clara Díaz G. 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
Fotos: Carlos Mario Restrepo.
Foto: María Clara Díaz G. 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
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Dictyocaryum lamarckianum (Mart.) H. Wendl. Familia: Arecaceae Hábito: Palma Gradiente altitudinal: 400-2100 m. Nombres comunes: Palma zancona, palma choapo, bombona, barrigona. Distribución: Cordillera de los Andes desde Venezuela hasta Bolivia.
Fotos: Lyndon Carvajal Rojas.
NE NE IUCN
Descripción: Palmeras grandes, en su mayoría de gran altura, alcanzando hasta 40m con fuste irregular, robustos y sin espinas de hasta 50 cm de diámetro, el tronco emerge de un cono de raíces zancudas. Las hojas poseen foliolos divididos en segmentos longitudinales regularmente iguales, que nacen desde diferentes planos del raquis, con el haz color verde y el envés grisáceo ceroso con el ápice de los foliolos en punta dentada. Inflorescencia erecta de hasta 2 metros, con pequeñas flores de seis estambres, dentro de tres pétalos color amarillo. Fruto grande (3 cm), globoso color verde, amarillo a naranja conforme se madura. Su semilla es esférica color marrón con fibras alrededor de color más claro (Gentry A.H. 1996, Galeano & Bernal 2010, Carvajal-Rojas, 2016)
Foto: Lyndon Carvajal Rojas., 2016.
Usos o aprovechamiento Se utiliza comúnmente su hoja para la construcción de techos y sus tallos para postes. La comunidad indígena Emberá la utilizan para enterrar a los muertos. Igualmente es utilizado como palmitos para platos típicos de algunas regiones (H. Balslev et-al. 2012; Carvajal-Rojas, 2016; Borchsenius F. & Moraes R. M., 2006)
Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis
Historia Natural: Generalmente crece en grupos densos, siendo dominante dentro de los bosques.
Otras especies asociadas a esta palma:
Chamaepetes goudotii Sapajus apella Sciurus granantensis Apis mellifera
Res.1912
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Citharexylum subflavescens (S.F. Blake) Familia: Verbenaceae Hábito: Arbóreo Gradiente altitudinal: 1100-2800 m. Nombres comunes: Gavilán, cajeto, caragay, cascarillo, palo-guitarra, quimulá, uruapo. Distribución: Desde Venezuela hasta Perú. Descripción: Árbol de hasta 20m de alto, corteza con profundos cortes verticales, la sección de las ramas presenta ángulos, hojas simples opuestas, enteras, alargadas de unos 15cm, atenuadas en el peciolo con un par de glándulas o nectarios en la base laminar. Inflorescencia racimosa, flor de color beige o blanco con 5 pétalos unidos en la base. Fruta en drupa con colores de verde- amarillo - rojizo según la maduración (EIA,2014).
Fotos: María Clara Díaz G., 2019.
NE NE IUCN
Res.1912
Evento de alimentación:
Historia Natural: Produce inflorescencias en agosto– septiembre, con la maduración de sus frutos en mayo. Preferido por los orejiamarillo para alimentación de sus frutos en estado inmaduro. Usos o aprovechamiento: Se utilizada para la fabricación de muebles, carbón, herramientas y como especie nativa para la restauración ecológica (EIA1, 2021). Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis Amazona mercenaria Otras aves asociadas:
Fotos: María Clara Díaz G., 2019. Municipio de Ibagué– Tolima
Aulacorhynchus prasinus Pavas Quetzales
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Hyeronima antioquensis Cuatrec Familia: Phyllantaceae Hábito: Arbóreo Gradiente altitudinal: 2000-2900 m. Nombres comunes: Candelo, motilón. Distribución: Cordillera central Andes Colombianos.
Descripción: Árbol de hasta 20 m de alto, corteza con profundos surcos verticales muy irregular, en ocasiones cubierto por líquenes, musgo, orquídeas y bromelias. Hojas simples, coráceas, alternas en espiral, enteras, ovadas con pelos minúsculos en forma de estrella, color rojizo en el envés. Las hojas toman coloraciones rojizas antes de caer. Peciolo acanalado, en ocasiones color rojizo, con yemas axilares. Inflorescencia en forma de panícula, de crecimiento axilar, flores pequeñas, apétalas de color amarillento. Fruta en drupa, racimosa con colores de verde- amarillo - rojizo según la maduración (Toro & Vanegas 2003; Alzate F. et-al, 2012).
Fotos: María Clara Díaz G., 2019.
NE NE IUCN
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Res.1912
Historia Natural: Produce inflorescencias de enero a marzo, con la maduración de sus frutos en mayo. Preferido por los Orejiamarillo para alimentación de sus frutos en cualquier estado de maduración. Posee una relación estrecha con plantas epífitas. Usos o aprovechamiento: Su madera es apreciada por su calidad, por lo que se utiliza en ebanistería, para cercos, también se usa para hacer carbón, y en actividades de restauración ecológica por ser de rápido crecimiento (Toro & Vanegas 2003; Alzate F. et-al, 2012).
Fotos: María Clara Díaz G., 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
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Evento de alimentación:
Foto: Annie M. Jiménez Bonilla, 2020. Municipio de Ibagué– Tolima. Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis Leptosittaca branickii Otras aves:
Aulacorhynchus prasinus albivitta Andigena nigrirostris Atlapetes schistaceus
Otras especies similares: Hyeronima oblonga, H. moritziana y H. macrocarpa, éste género es una fuente importante de alimento para el loro orejiamarillo en su rango de distribución. Actualmente no ha sido evaluada su categoría de amenaza a nivel mundial y/o nacional de ninguna de estas especies.
Fotos: Diego F. Espitia Pachón, 2020. Municipio de Cajamarca– Tolima.
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Myrcianthes rhopaloides (Kunth) McVaugh Familia: Myrtaceae Hábito: Arbóreo Gradiente altitudinal: 1700-3300 m. Nombres comunes: Guayabo blanco, arrayán negro, chiso, riso. Distribución: Desde Costa Rica hasta Bolivia. Descripción: Árbol de hasta 20m de alto, de corteza en capas delgadas y lisas desprendibles, en varios tonos marrones y ramas rojizas. Hoja simple corácea, entera y opuestas, de aproximadamente 2,5 cm Flores pequeñas, que emergen de las axilas de las hojas; cuatro sépalos de color verde y cuatro pétalos crema, estambres numerosos y largos, que sobresalen de la corola en forma de borla del mismo color de los pétalos. Fruto pequeño (0.5- 1 cm) en forma de baya, carnosa inicialmente verde, pasando por colores rojizos hasta tonalidades oscuras o casi negras en su maduración (Alzate F. et-al, 2013).
Fotos: María Clara Díaz G. 2019
LC
NE
IUCN
Res.1912
Historia Natural: Fructifica durante los meses de junio y julio. Preferido por los loros para alimentación de sus frutos en estado inmaduro. En ocasiones hospedero de líquenes y epífitas. Usos o aprovechamiento: Su madera es utilizada como combustible y para la elaboración de muebles. En algunas culturas es utilizada como comestible (Pérez, D. & L.C. Matiz-Guerra, 2017; ).
Fotos: María Clara Díaz, 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis Hapalopsittaca fuertesi
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Evento de alimentación:
Foto: María Clara Díaz, 2019. Municipio de Ibagué– Tolima.
Foto: David Bejarano Bonilla, 2021. Municipio de Ibagué– Tolima. Foto: Juan Carlos Noreña Tobón, 2020. Municipio de Santa Rosa de Cabal.- Risaralda.
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Sapium stylare Müll. Arg. Familia: Euphorbiaceae Hábito: Arbóreo Gradiente altitudinal: 100– 3150 m. Nombres comunes: Lechero, lechero andino, lechudo, caucho, mantequillo, murillo, chirriador, nadador. Distribución: Desde Costa Rica hasta Bolivia Descripción: Árbol de hasta 30m de alto, de corteza corrugada que al provocar herida produce látex (exudado blanco acuoso). Hojas simples, alternas, ovadas, acartonadas, con una nervadura central principal que recorre toda la hoja de aproximadamente 10 cm; posee un par de glándulas en la base de la hoja y el peciolo en ocasiones es de color rojizo. Inflorescencia en forma de espiga, disposición en espiral, en la parte terminal de las ramas, de coloración verde amarillenta, sin pétalos. Sus frutos son carnosos en forma de cápsula con terminación en punta, similar a una breva, de color verde rojizo (González Ramírez, J. 2010; GBIF, 2021).
Fotos: Diego F. Espitia Pachón, 2021.
NE NE IUCN
Res.1912
Historia Natural: Preferido por los loros orejiamarillo para alimentación de sus frutos en estado inmaduro. En ocasiones hospedero de líquenes y epífitas. Usos o aprovechamiento: Su madera es utilizada como combustible y para elaboración de carbón vegetal. (Hernández M. 2010). El nombre del género Sapium se debe a que con estas plantas se producía jabón y aceites (Burger, W. & M. Huft. 1995; Hernández 2010). Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis
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Foto: Diego F. Espitia Pachón, 2020. Municipio de Cajamarca-Tolima.
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Foto: Cristina Parra Escobar, 2021. Municipio de Murillo– Tolima
Evento de alimentación:
Foto: Diego F. Espitia Pachón, 2020. Municipio de Cajamarca– Tolima.
Foto: Carlos Mario Restrepo, 2019. Municipio de Río Sucio– Caldas.
Foto: Cristina Parra Escobar, 2021. Municipio de Murillo– Tolima.
Otras especies similares: Sapium laurifolium al igual que el lechero, constituye una fuente importante de alimento para el loro orejiamarillo en su rango de distribución. Actualmente considerada bajo la categoría LC– Preocupación menor a nivel mundial.
Foto: José Castaño, 2021. Municipio Río Sucio- Caldas.
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Billia rosea (Planch. & Linden) C.Ulloa & P. Jørg.
Loros que se alimentan de este árbol:
Ognorhynchus icterotis
Familia: Sapindaceae Hábito: Arbóreo Gradiente altitudinal: