Aubenque - El Problema Del Ser en Aristoteles PDF [PDF]

  • 0 0 0
  • Gefällt Ihnen dieses papier und der download? Sie können Ihre eigene PDF-Datei in wenigen Minuten kostenlos online veröffentlichen! Anmelden
Datei wird geladen, bitte warten...
Zitiervorschau

PIERRE AUBENQUE

EL PROBLEM A DEL SER EN ARISTOTELES Versión castellana de V l DA L PEÑA

taurus

l[

r..

PROLOGO Sine Tboma mutus tsrtl Aristoules. (PICO DB LA MIRANDOLA.)

cl..4 injusticia que con mttyOr /recutnd4 sutlt com~· lerst con el pensamiento especultttivo consiste m torntult unilttUral~· es decir~ tn lomar soLvnentt en con· sidtraci6n una de las proposiciones Je /u que se compone.,

Al principio de su lección de apertura de curso de 1862 acerea de La significación múltiple del ser en Aristóteles 1, señalaba Brenrano lo presuntuosa que podía parecer, tras veinte- siglos de comen-

tario casi ininterrumpido y unos cuantos decenios de ex6gesis filológiea, la presentación de decir algo nuevo a propósito de Aris tóteles, y pedfa que, en gracia a su juventud, se le perdonase la temeridad del intento. Lo que ya era cierto en 1862, ¿no lo será todavfa más unos cien años después? El siglo que nos separa de Brentano no ha sido menos rico en estudios aristotélicos que los precedentes. En

FrancittJ si bien un latente cartesianismo apartó por mucho tiempo a L! filosolfa del trato ron el aristotelismo, el rebrote de los estudioia en~ ¡., esperulaciones lógias. Cfr. RI'I'TI!.O, Hisloir< ú Úl phJosophitajisicll habria stdo d1rectam~t~ mspirado ~r indicac1~nes del mismo Arinótcles, utili:.:índose desde la prunera ge:neraaón del L1ceo: $U paternidad podría atribufnele a Eude.mo, d,cl que por otra parte sabemos (AscL!.PIUS, in Mtt11pb., 4 , 4·16; Ps.·ALEX., "'· Mttaph., ~15, J.-11). que se habrfa ocupado Je la puesta a punto de los esctltos ~etafbiCOS ~e Anstóteles. A la Iu:. de estoS trabajos, una cou nos parece b1en establtt~da de_ ahora en adelante: el thulo 11w.i tá ~f!JOu:d no designa '!n or~en. _de suces1Ón .en un co.t4logo (Moraux obscrv:t al resp«to que, en la list~ pruru_uva, reconstruida por ~t. la Mtta/lsica oo va después de. las ob~s Hs1cu, smo de 1~ obras matc:m.iticas), y responde, aun cuando haya !'aodo. -y sobre. todo 11 lo ha hecho-- dentro del circulo de los sucesores mmcch.atos de Artstóteles, a una intención doctrin•l.

32

33

enseñanza y la lectura, que llegará a ser entre los comentaristas temA clásico de discusión, estaba ya presente en Andr6nico: «Boeto de Si· dón dice que hay que empezar por la fisica, porque nos es más familiar y conocida; ya que debe empezarse por lo más cierto y mejot conocido. P ero su maestro Andrónico de Rodas decla, apoyándose en una invesúgación más profunda, que habrfa que empezar por la 16gi· ca, pues ésta trata de la demostración• "· El orden del Corpus de 2J La atribud6'n a Aristón de Ceos, cuarto escolarca dd Liceo, ha sido mantenida recientemente por P. Mouux, Lts listes ancitnnts ..., pp. 233 n.

milj~ ~r M.H!man:.EC: {~~t>1~· p:b:;;2~ ~:k~ir~b;;;j~d~fr::

cesa, p. 66). l$

ar.

P.

MoRAUX,

op. cit., C$pecialmente pp. 173, 239, 304.

» In C•tt¡ ., ' · 16 ss. Busse.-Discusiones semejantes se produjeron a

~~:to~tU!eth~~~ d~\J: ;,:casse~Jtt ~ ~tat:ro~~ d~~~!

n(

'

1

o

ello dejaban de estar mejor informados que nosotros acerca de las uadiciones vinculadas con aqull. Dicha interpretación es, ciertamen-

te, de dos clases, según el sentido que se le dé a la preposición p.ata. De acuerdo con el primer tipo de interpretación, que podrfarnos llamar «platonizante», la preposición p.nci significaría un orden jerárquico en el objeto; la metafísica es la ciencia que tiene por objeto lo que está más allá de la naturaJeza: údp rpóotv o titixetva 'tfuv 'fUOtxWv Estas expresiones se encuentran en un tratado de Herenío, pero en

un ¡asaje que, según Eucken, seria una interpolación del Renacimien· to : de hecho, esta interpretación, ya la más corriente en la Edad Media"', llegará a ser predominante con el rebrote del platonismo. Pero la idea está ya inoontestablemente presente en los comentaris-

tas neoplatónicos. Así en Simplicio: «A lo que trata de las cosas completamente separadas de la materia (.:•pi ,.; xroptold >:dYl'Q ·~~ ól..YJ:rpl tp~A.oaofli~ (y quiz' tambi~n x~:pi oo'fllaresiones J>Jr• ll eauiva1~tes. Tras explicar por qu~ Aristóteles h1 llamsdo a su tratado Sabidurla (que es una csne.cie de cl•riftc.ci6n, oloYt! Mf•ta ·ut; ~). citl una refc:rt:nd• de Aristóteles a este resoecto. tomsda de la Apodictica (3, 27 u .). Pero no c:oooc:emos ningun• Apodíctic11 de Aristóteles y los. catlilogos no la mencionan. En cuanto a Jos Stgundos An.IIIicor, en los que podría pensarse, no remiten en parte alguna a un 1r1pi a~{a¡;. E ste testimonio es, pues, sospechoso; •demás, puede suceder que Asc.lepio no se haya d ado cuenta de que las dClOmina-

B, 2, 997 a U.

37

en el libro: c bay tantas partes de la filosofla como esencias hay• », añadiendo : •Asl pues, es necesaria que haya, entre estas partes (¡¡.ópl)) de la filosofla, una filosoffa primera y una filosofla segunda; sucede en efecto que el ser y lo uno se dividen inmediatamente en géneros, y por ello las ciencias se corresponder6n a esos diversos géneros; le pasa ~1 filósofo .lo mismo que al que llaman matemático, pues las ma· temáocas tamb1~ conllevan par tes: hay una ciencia primera, una ciencia segunda, y otras ciencias que vienen a continuación en este campo.• Asl pues, la filosofla primera es a la filosoffa en general como la aritm~tka es a la matemática en general 51: siendo parte de una ciencia más general~ se refiere a una parte del objeto de ~sta, pues, según un principio a menudo afirmado por Aristóteles, «a un género diferente corresponde una ciencia diferen te» sz, y a una parte del género cor responde una parte de In ciencia. Pues bien: ¿qué sucede con la ciencia del ser en cuanto ser? Al principio del libro r , se la opone precisamente •a las ciencias llama· d.as !'articularen (t ci>v iv ¡¡.ip