26 0 9MB
JUAN AMOS COMENIO OBRA, ANDANZAS, ATMOSFERAS EN EL1V CENTIENAR10 DE SU NACIMIEN1D (1592- 1992)
GEORGINA MARIA ESTHER AGUIRRE LORA (COORDINADORA)
COORDINACION DE HUMANIDADES CENTRO DE ESTUDIOS SOBRE LA UNIVERSIDAD
--"37IMNOP".
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO MEXICO, 1993
La publicacion del presence libro fue financiada por el Proyecto de lovestigacion 0501989: "La universidad frente a la crisis" del programs de apoyo a proyectos de investigaciOn e innovaci6n docente de la Direcci6n General de Asuntos del Personal Academico, UNAM.
PRESENTACION
Sin pretender negar le polifac6tica personalidad de Juan Amos Comenio y la riqueza y despliegue propios del inicio de la modernidad, siglo XVII en Europa, se hace necesario reconocer una verdad un autor existe en tanto que existe el otro que lo lee. Un autor se conoce en la medida en que es posible seceder a sus planteamientos; es deck, 'solo cuando en nuestros espacios academicos de alguna manera circulan ediciones de sus libros o se pueden encoatrar indicios de su existent:la. Hay autores que en su momento suscitaron polEmicas, dejaron huellas en su afin por transformer el mundo, pero sus aportaciones con el curso de los anos se desvanecieron y lentamente fueron distemciandose de nosotros. En el caso de Juan Antos Comenio, motor-motivo de la publicacion colectiva que hoy presentamos, Zola ha sido la vfa de acceso?, Zdesde qu6 lugar se inicie este acercamiento?
Primers edicidn 1993 • DR 1993 Centro de Estudios Sobre is Universidad Unidad Bibbogrifica, lado none del Centro Cultural
Resulta inevitable referirme a la experiencia compartida con aquellos que, por rezones de "officio", nos movemos en el campo de lo educativo. Para muchos el nombre de Comenio pas6 desapercibido, era un dato mas que habfa que cruzar en una lista de correlaci6n simple con el de la Diddctica magna. Mss adelante cuando empezaron a circular con mayor amplitud las ediciones de la Diactica magna,' una vez superada la dificul-
Universitario, Deleg. Coyoacin, 04510, D. F. barrow y limbo en Matico ISBN: %8-36-3021-9
1 Hasta 1992, la unica obra de Comenio publicada en espahol; ahora esuin al &leaflet tambiEn la Pampcdia y el Orbit samualium pictus (min en proceso de edicidn).
7
tad del primer acercamiento a esta obra, comenz6 a perfilarse la imagen de un Comenio complejo, a quien es posible conocer desde diferentes facetas: tenemos asi al teologo, al politico, al reformador, al fil6sofo, al cientifico, al profeta, al mfstico, al educador, al linguista, al pedagogo, al musicologo; testigo de una epoca de reformas e intolerancias religiosas, de reordenamientos socioecon6micos, de instauraci6n de nuevos saberes y de nuevas formal de relacien social. Nos encontramos frente a un hombre que crew y recrea los legados culturales de ese gran pueblo checoslovaco. Comenio es un hombre en bUsqueda permanente, incansable, despierto, de caminos ineditos, que tree en las posibilidades humanas, que no pierde su impulso originario por mejorar las condiciones propias de su momento y en quien la education adquiere el rango de medio para lograr su ambicioso proyecto social. Resulta diffcil, Si 2 no es que imposible, acercarse a Comenio sin apasionarse, sin "compartir sus locuras", sin Sentirlo proximo a nosotros en estos diffciles y complejos momentos de reordenamiento socioeconOmico que tanta energia nos demandan, pero que a la vez confirman nuestra confianza en to ut6pico: en la posibilidad de una vida mils plena y conscientemente humans. Esta seria la preocupacion de la que nace la empresa que convoca y aglutina los esfuerzos de diversas instituciones y de diversas disciplinas, que sienta las bases del programa Viejo: pensadores, nuevas ideas; nuevos pensadores,
viejas ideas, cuyo balance hoy por hoy es, sin lugar a dudas, gratificante, enriquecedor y prometedor desde muchos puntos de vista.
Juan Amos Comenio: una lecture posible La primera exigencia planteada en Mexico para la realization del Seminario Internacional Juan Amos Comenio: obra, andanzas, atmOsfe3 ras, fue la de crear las condiciones propicias para un espacio de estudio y reflexion en torno a la figura de Comenio, cuyo punto de partida era una ostensible carencia de Fuentes accesibles, una deliciente cukura educative —cuando no francamente inexistente — , generalizada en nuestro medio, asf como la existencia de algunos esfuerzos individuales dispersos y discontinuos. Esto se tradujo en la necesidad de impulsar un'trabajo colectivo, sistematico a partir de enero de 1991, que centralizara los esfuerzos alrededor de un programa orgdnico que — con la intention de superar las grandes dosis de improvisackm cristalizadas en eventos coyunturales que han proliferado recientemente ea los ambientes academicos— estructur6 en torno a Juan Amos Comenio un seminario de estudio preparatorio (que nos introdujera con profundidad a este autor, nos proporcionara informaciern basica sabre la epoca y nos dotara de un lenguaje comas para proceder despues al desarrollo de tudios permeados por la optica de los propios oficios y disciplinas),4un proyecto de traduccidn, publicaciOn y difusitin de algunas de sus obras y de estudios sobre el (algunos de estos logros son la edition en curso de El mundo sensible en imdgenes y la publication que ahora se presenta), asf co-
2 El estudio que inicialmente realid sabre J.A. Comenio (Aguirre: 1990), fue seleccionedo como una de las lecturas pienarias por la ISCHE XII que se celebrd en la Univetsidad Kadra, Praia, Checodovaquia, agosto de 1992. En esa ocasion solicid a Is Dra. D. Capkovi su colaboraciOn como reconocida comeniblop y directors del Institute Comeniano para que participara en el primer Seminario Internacional Juan Amdr Comenio; obra, andanzas atmOsferas, a realizarse en Malice ea 1992. Posteriormeate en Maxim, 'ogre la colaboracilin de la embajada lie la Repiblica Federative Cbeca y &Imam por conducto del agregado cultural Dr. Moldy+ Mao; sinadtineamente se integre. el Comite Interinstitucional que asmni6 M tares de orpnisar y rudder dish° seminario, con side en el Centro de llibtadias Sobre M Uairamidad, UNAM, institticiam promotora, como un home* ea d IV centenario del natalicio de Comenio (1592-1992).
3 Realizado en el Auditorio Alfonso Case de la Universidad Nacional AutOnoma de Maxim, del 9 al 11 de noviembre de 1992. 4 Este seminario, prcparado y coordinado por Ma. Esther Aguirre (CESU), Oraciela Guzman (CESU) y Francisco Javier Meraz (ENSM), tuvo una duration de 70 Its. Participaron en 0 Rosy Laura Castellanos, Ramon Mier, Irma Leticia Moreno, Leticia Monies y Eduardo Weiss. S Recientemeate traducida del latin por el Dr. Alberto Hernandez Medina, investipdor smirk° del Centro de Estudios Educativos, A.C.
8
9
mo la realizaci6n de Jornadas Itinerantes6 dirigidas a los estudiosos interesados en nuestro programa. El corolario de Gatos trabajos antecedeates, cuya intend/la principal era crear las atmosferas comenianas, fue el Seminario Internacional. Ahora bien, en este empress el lugar desde el cual acceder a Comai°, es dedr la perspective teerico-metodolOgica, resultaba de suma importancia pare dotar de contenido, significado y vitalidad a los hechos; la inquietud que subyacta era precisamente is de romper o superar las mired= pedevogizadas —circunscritaI a lo pedagogic() en sf y por sf misino— y la de construir horizontes cukurales (histerico-social, filosefico, politico, artistica religiose, mono:nice, etc.) que posibilitaran recuperar la riqueza y complelidad del acontecer educative, sus discursos y pricticas con dimension con perspective:, con otros ojos. Ad, el trabajo orgdnico relacionado con J.A. Comenio plante6 is necesidad de ensayar nuevos enfoques pare el estudio de los chisicos en educacien que posibilitaran lograr, en cpda caso, una compreasion totalizadora de su sigaificado en la historia social de la culture y de la educacion y, por to tante, de sus perspectives. En principle, pare poder llevar a cabo este prop6site se hada necesario adopter un "estado de alerts" frente a las opticas convencionales en las que muchas veces se procede visualizaado los acontecimientos politicos, religiosos, filos6ficos, cc:ono:oleos, cieatificos, artfsticos, etc. que "rodeos" al actor como mera sumatoria de hechos que, en el mejor de les casos, dan demotes pars interpreter mecirtictunente su vida y sit obra; contrariamente, la intension era acercarnos a la trama que subyace en una region determiaada darante una epees precise, que amerce un est& de vide social. Es dedr, se tratarfa de "hilar fuio", de asumir cabal-
6 Puma pianteadu canto una forma de sensibilizar y difundir los °Amos aicauados eq al estudio en torno a Comenio. Compreadieron exposition fotogrillea, wilt:tones de misica de la ipoca, conferendas y exhibicide de la pelicula El penrinaje de 14. Consado (0. Vivra, 1983). lis de reconoceme la buena dieposicida y la miaboracion que al respecto ha timid° el Dr. Jarosiev Bioko, aarcaule cultural de Is embajada Checa y E,slovaca.
10
mente una actitud hermeneutica frente a nuestros objetos,7 de compenetrarnos con ellos y tratar de desentrafiar las peculiares formas de pensar y de pensarse, de sentir y de sentirse, de problematizarse y de responder, que traslucen una urdimbre de pensamientos y sensibilidades, de mentalidades que nutren Ia vida de las generaciones y de las personas concretes en forma de imaginario colectivo, de legados, de tradiciones. Son estas atm6sferas, a fin de cuentas, las que hacen viable el propio proyecto de vida, la Erayectoria de un Ind dentro de un grupo social, la construeden de Wilt obra. Estes ban sido las directrices a partir de las cuales iniciamos sistemiticamente los estudios sobre Comenio; asimismo, este fue el criterio que prevaleci6 al inviter a los comenielogos internacionalmente reconocides y a los capecialistas y otros estudiosos que dieron a coTracer acs aportacione,s durante el Seminario Internacional. Finalmente, estapublicacidn eoleetiva tambito pretende abordar diversas vetas de la obra, la trayectoria y las atmesferas de Comenio. Ademas, movida por la latencies de enfrentar el vacio que existe en nuestro medio en relacion a los estudios sobre Comenio, indui al final algunas orientaciones, a la manera de "rosa de los vientos", que ofrezean una vision panorimica y algunas herramientas al lector y al estudioso que quiera adentrarse en esta tematica. Por supuesto, la poblacien a la que estan destinadas es aquella que cree y encuentra placer, en el contacto directo con los grander portavows de una epoca y en el valor formativo que nos aporta el acercamiento a las vicisitudes en medio de las cuales se gestan los discursos y practices educativas. En el caso de los referentes cro-
7 Son muy sugerentes los pianteamientos respecto a Ia hermeniutica como ciencia o como arse, que present6 Giulio M. Chiodi en Henn enetaico: estudio de los clddcos en educaciOn, ea nuestro seminario internacional. 8 Se tuvo particular cuidado en inviter a estudiosos internacionaimente reconocidos por sus trabajos; obviando las particularidades anecd6ticas, su calidad se refleja en los minims trabajos que integran este volumen. Como dato curioso se schala que las personas quo fueron invitadas desde un principio, fueron las que estuvieron presentes en el Seminario Internacional.
11
nologicos de J.A. Comenio: obra, andanzas, atmdsferas, me interes6 sobremanera dar cuenta de la riqueza y versatilidad del autor en cuestion, de AI tambien su parcialidad. A matters de posdata, quiero aclarar que dichas orientaciones expresan limitations de diversa indole en el momenta actual y que afortunadamente, como todo 'proceso de construction, son perfectibles ya que es nuestro deseo avanzar en este camino...
La contesiolegia ea el horizonte latinoanseeicano Sin negar la existencia e incremento9 de grupos de comeni6logos y de sociedades de estudios comenianos que sistematicamente se reinen a presenter el avance de sus estudios, intercambiaa publicaciones, traducen a su propia lengua algunas obras de Comeaio, etc. i.cuales sedan las perspectivas para los estudios de esta naturaleza en el korizonte kainoamericano? Tal vez, antes que nada, sea importante cuestionarnos respecto a su pertinencia en confroataciou colt las mks elenteatales careacias educativas que non prevalecen en nuestras sociedades. Mis que abitadar en el significado cultural que este tipo de estudios tiene pare la compression de los legados presages en el campo educativo, me gustaria precisar algunas aportaciones fundamentales en nuestro medio acaddmico mexicano y, me atreverla a afirmar, latinoantericano: 1. El estudio de un autor tan rico, complejo y polifacetico, como indudablemente lo es Cornelia°, ya en principio resulta afortunado por propiciar fluidamente el estudio interdisciplinarlo de diferentes filones kistOrico-sociaks. Este trabajo, una vez superadas las difictaltwks del acercandento initial, resulta refrescante y renovador al superar Is parcdaclOn de los eafoques disciplinarios convencionales Y rfilidoL
2. El estudio de Comenio coma un clasico de la educaciem, puede considerarse una de as Arts para acceder a la comprension de las tradiciones y legados en educacien a partir de fuentes primarias; a la vez, puede favorecer el ensayo de Optficas de anglisis que proporcionen una vision holistiat del objeto de estudio en cuestiOn. La disciplias que este trabajo nos exige, a su vez conileva la necesidad de captar, disponcr, conservar y difundir fuentes primarias, materiales biblio-hemerograficos, etc. de escasa circulaciOn en America Latina. 3. En mundos en apariencia tan distantes como los son la Europa Centro-Oriental y el Nuevo Mundo en los siglos XVI y XVII, es indudable que existen sutiles y poderosos vinculos culturales que escapan a las formas ntM ostensibles e inmediatas de relacien social, como pueden ser, en una primera aproximaci6n, las de conquista y evangelizaciem. Al respecto interesa rastrear los indicios de la forma en que las atm6sferas europeas humanisticas, here ticas, milenaristas, etc. fermentan y son fermentadas en aquello que ahora se ha dado en Ilamar encuentro de dos mundos. Parecerfa ocioso indagar sobre la presencia de vinculos entre nuestro autor y la Nueva Espana, region inicialmente catolizada; sin• embargo, existen indicios que resulia interesante trabajar y profundizar como formas de acercamiento a nuestra propia historia: la coincidencia entre Fr. Pedro de Gante, fraile franciscano de origen flamenco, y J.A. Comenio en los ambientes formativos de la Europa central del norte; I° las referencias a las culturas del Nuevo Mundo que el propio Comenio hace en algunas de sus obras,' I etc. Esto, a la vez que nos permite entender la forma en que determinados autores penetran, se asimilan y se recrean en AmOrica Latina, tambien nos conduce a captar la verdadera dimension de las aspirations humanistas y universalistas de Juan Am& Comeaio.
9 as pod. skint au exiseencia por lo stenos en laglatura, Puncia, }Iolanda, biumalea, thogria, Pokes, Baba, Mentania, Rumania, Bulgaria, Unit% Sovidelea, China, Jay6n; ea el eau de Antirica, en Emados Unidos yen Bruit.
10 Kobayashi, Jose Ma. La educaciOn coma conquista. La empresa franciscana en Marko. El Colegio de Mexico, Mexico, 1970 11 Por ejemplo, en el Linguarinn methodus novissitna compara el valor y la beiieza de las leagues mexica y quifehua con el latin y el griego.
12
13
Finalmente, la gran perspectiva del horizonte comeniolOgico en America Latina Lno serfa, sin mis, recuperar y recrear el legado humanista presente en nuestras culturas como una manera de fortalecer una actitud constructiva en relacien a las crisis que actualmente padecemos en todas las esferas de la vida social?
Georgina Ma. Esther Aguirre Lora.' Centro de Estudios Sobre la Universidad, UNAM Otono de 1992.
•
ALGO SOBRE LOS CLASICOS
QUefe011011 tracer ua reconocimiento ea este 4:ipecac, a la participant del emote que two a sir cargo la realizaciem de la primers hue del programs: ilejos pensaelares, naevas Mew naevos pensaslares, viejas ideal. Alberto Hernindez Medina (CBE), Mauna) Aceves (UAT), Eduardo Weiss (DIE, IPN), laraslav Shako (Embajada de la Reptiblica Chum y Ealovaca), Francisco Javier Meraz Uprte (ENSM), Irma Leticia Moreno Gutierrez (ISCEEM), Grackle Games Baratta (CESU, UNAM) Raman Mier Garcia (ENM, UNAM), Eacquiel Maldonado (UPN).
VIGENCIA Y PERTINENCIA DE LOS CLASICOS EN EDUCACION Georgina Ma. Esther Aguirre Lora De cuando en cuando °curtfa que las palabras de los muertos coincidian con lo que estaban pensando los vivos (si unos estaban vivos y los otios muertos). Rayucla, Julio Cortdrar.
En la preoeupaciOn pot dark cuerpo a mis ideas y asi discurrir desde eau en torso a los dOsicos en educacion, caigo en cuenta del juego analksdor-analizado que puede derivar en que el anaJisis, mas que propose& yo, sea a nif a quien lo apliquen y, como medida de precaution seamark a la desk de "ortodoxia" requerida por nuestro profile discorso cuando quereinos ser convincentes, me apresuro a mtplicitar algunos rekrestom que bien pueden resumirse en lo siguiente: usk **bras truism= la marca de origen; esto es, la institudam en k gee iaicia ml acereamiento a lo educativo, ya que en ella se reereaban tradiciones espeefficas propias de ese lugar y no de otro, les *fares que pogerionnente me has ido configurando profesionsimente y units& en mis crisis y replanteamientos en la practica del Ado y, por qua no, ens generacien que ha coincidido en conflicts', empresas, sensibilidades y preferencias. Desde esta marca es desde donde me planteo fundamcntalmente dos interrogantes: Lpor qua lea dices en educacien?, Ldesde d6nde los clasicos en educaclan? Es deck, Ltiene algin sentido "des-modernizarnos" (o "despeamoderainareos" pare ser mis exactos) y defender a los clasicos en edam:clan, cuando la corriente actual pareciera indicar una negaci6n generalizada de la historia y de las historias?, Lpor qua el empeIto de traniitar lo educativo desde otros caminos?
Los clisitos en education: caution de rakes Un calsico es el que ha logrado sobrevivir, el que sale a note de los naufragios y liega lejos; el clisico ocupa un lugar de privilegio 17
que deyiene lugar recurrente, punt° de referenda obliged° para tratar de rechazarlo o bien de superarlo; un clisico posibilita la legitimaciOn de un discorso y dote de significado a algunos metalenguajes. Sin embargo, un clisico no se constituye como tal de macre absolute y universal; bien dice Borges, "clisico no es un Iibro quo necesariamente posee tales o cuales m6ritos; es un libro que las generations de los hombres, urgidas por diversas rezones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealted" (Borges: 1974, p. 773). El tema de los clasicos es recurrente, por lo menos en los tiempos y en las cultures occidentales; a los 'Micas que no imaginamos recurriendo a los clisicos, por rezones obvias, es a Platen y a Aristateles, aunque tangbien epos tuvieron sus propios legados intelectuales. No obstante, no hay clasicos per se y ad aeternwn; el significado de los clasicos se construye desde la particularidad del momento historic° en cuestion (por ejemplo, el tratamiento que se les da en el Reasoning° difiere al de la Ilustracien y mit aim al de nuestro actual fin de milenio), de la especificklad de cada campo discipline& y de la perspective tearica desde la quo nos aproximamos a los objetos de estudio. Esto es, cede campo diacWitiario en su propia configuraciOn recoge y recrea diferentes legados en lo tocante a be pricticas y &curses que lo constituyen. Asf, en las disciplinas luananisticas y arikeicas en general, hay autores y obras que son pontos de trinsito oblige& Tel es el caso en la filosofia, literature, Ictras chit:ices, Woke, artes plesticas y esc6nicas, etc. en las maks los clisicos conserves su atractivo y vitalidad, aunque tambien es cierto que pueden ser kicks desde diversas Opticas o — en algunos casos coma ea el de las lbonades belles arks — incluso ser noiebrados de otra mamba, por lo memos por el momenta, ye que bits puede intaginane la comfusian que seamark' el bablar de clasicos ea artes 'plasticas o ea nelaska. En el cam de as ciencias nasuraies, debido a su carieter ammo's&+o, panders que cads auevo avance integre el anterior y a la vez dada a sus aateccaoras; en este sentido la opci6a propia de estas disciplines, poi "eat errar" o per rear a los calicos, depende nuis bin. di la *Ica da mandio, ya quo nadie puede now que 10 que boy se caw= en is loofa de la relatividad ea torso al espacio, dear
po y energta rebasa con creces a las !eyes de la gravedad descubiertas por Newton. Aqui tambi6n es innegable el horizonte cultural y por ende formativo, por der un ejemplo mis, que proporciona la historia social de la cicada en cuaato a la comprensi6n del producto, del productor y de las conditions socioe,con6micas que posibilitan su producciOn. En el caso de las ciencias somata, desde el principio salta a la vista su caricter altamente valorativo pues la relaciOn con la realidad es mediada por la perspective tearica que se asume, ya se trate del empirismo que privilegia los datos e integra los avances de los antecesores de manera cercana a las ciencias naturales; del neopositivismo que al recuperar la teoria tambi6n acepta a los clasicos; de la Escuela de Frankfurt, especiabnente la "Teorfa de la comunicacion" de Habermas o la "Argued's& del saber" de Foucault. Tanto Habermas como Foucault coinciden en seglalar que las ciencias sociales tienon como imbito propio al discorso, en este sentido los clasicos constituyen un lenguaje contun minim° para poder debatir y proceder a trabajar los datos empfricos, eir la medida que recogen e uneaten diversas traditions de un momento historic° dado. Aunque no hay que °bider que al respect° intervienen tambi6n las preferencias, sensibilidades, modes, etc. de la comunidad acadernica de que se trate, situation quo a la vez propicia nuevas lectures y relecturas de los °Lukas. Los atom no nacen en cualquier momento y de cualquier modo, pueden rastrearse sus hoar"' y es posible encontrar una linea tendencial: el ferment° que posibilita aportaciones significativas en diferentes 6rdenes es la crisis, la urgencia por responder, sea en el piano de la reflexion o en el de la action, a problemiticas histOricas percibidas como tales. Con lo cual se podrfa sefialar como rasgo definitorio com6n a los clisicos el de ser "solitarios en transiciOn" Silgado' a mitad del cambia entre aquello con lo que se quiere romper y ague& que se quiere construir.
18
19
Podrfamos ahora dirigir nuestra miracle al objeto de nuestro discorso: Up* sucede en el campo de lo educativo?, La quienes se erige ea &micas?, Lqu6 lectura de la realidad es la quo nutre a los easier*? Para responder a estas intenogantes tendriamos que empezar por pre guntarnos si existe en este campo disciplinario el estudio de
los clisicos como tradici6a, mis alli de atribuirle a algunos autores determinadaspaternidades; paternidades que a final de cuentas casi todas, por lo comae, paean por Comenio: esto es, Comenio come padre de la didactics, padre de la ciencia de la educeet6a,1 etc. Ad come en otras disciplines, en las Ciencias Sociales por ejemplo, los clisicos constkityen el paso obliged° aun pare avaazar, es muy probable quo esto no ocurra asi en la pedagogia, puede que ea general fake el primer peldado: conocer, ea el mis elemental siginificado del amino, a los disicos. Este desconocimiento de los clisicos en education en Mexico, alas que en sigmas otras regiones de America Latina me atreverfa a &firmer, obedece a motivos de logica elemental que por ahf se van decantando ea el curso de las generaciones: la escasez de fuentes primaries a disposiciOn. Si analizamos el caso concreto del autor que hoy nos ocupa, Juan Am6s Comenio, y revisantos la edicien de la Ditiactica magma (Comenio: 1988) a nuestro alcance y accesible a nuestros estudiantes, vemos que ella registra una primera edici6a ea Madrid hacia 1922, y selo a partir de 1970 se inician sucesivas reimpresiones que coincides con el aniversario de la muerte de Comenio, Itres siglos despues de la publicacion original! Es cierto que hcmos de reconocer la existencia de acervos bibliogrificos ea los que podemos2encontrar *tunas de estas obras, asf como esfuerzos editoriales por difundir a los clasicos incorporarlos a una culture basica del educador, pero can son insufielutes. Maeda a las dificukades locales de disposicien de incases primaries pars el estudio de los clisicos en education, heroes de
considerar en algunos casos el tardfo descubrimiento de obras fundamentales, como sucedi6 con la Consulta universalis de Comenio descubierta en Alemania hacia 1934 y recien publicada en Checoslovaquia hacia 1966:3 la obra de un clisico se valora por lo que en ella se expresa, pero a la vez por su presencia en la historia. Esto es elemental. Es probable que a las generaciones que nos toc6 acercarnos a las ideas 'andantes de nuestra discipline a tray& de "listas de correlaci6n simple" entre autores y obras, carentes de significado formativo medular, seamos las que hoy estemos preocupadas por acceder a los clisicos europeos y los que se visualizan como tales en la pedagogia mexicana 4 Reconozen tambida que en el cruce de generaciones y en las transformacioaes socioculturales que necesariamente traen aparejados cambios educativos, la educaci6n se replantee e interrogue de otra forma y sobre otras bases. Como dice Borges "cada cual descree de su arte y de sus artificios" (Borges: 1974, p. 773). Eno nos Ileva a la constante necesidad de reescribir la historia de la education, de rectum nuestros mitos fundantes, de explicarnos nuestros orfgenes; este exigencia por sentir una historia viva y cercane a nosotros conduce a crearla y recrearla una y otra vez. Tal vez la necesidad de historia de la education que hoy percibimos, no pase por la descripcilm de ideas y autores sin mis, sino por historizar los conceptos y legados propios de la disciplina, pare lo cue! los clisicos en education constituyen una de las vfas, una saute de pretext° pare mirar lo educativo desde la perspective de In historia social. Ubieados desde este hprizonte historico-social, es ostensible el generalized° desarraigo de la pedagogfa mexicana, su deshistoriza-
1 Bate edicite homes* de la UNESCO, con motive del 300 aniversario de la pabiimeida de Is Dadiksica mare en Amsterdam, team riaget introduce Is maids yea ella sedate la "podium:ion de una cicada a pried de la educeeide, engeosaila al peincipio de la Daddies magma (Comenius, Johann Amos, Pays losing keroonsion r Joan Pig" Pans, UNESCO, 1907, p.9). 2 Se radon sebalat, entre ones, la Cokaidn &pan cubism.. de Editorial Ponds emirs Makes ea penal y, eatre silos, *roes en education; la libilkosca Aukudipica de I a Univessidad Nacional Automats' de Mkco que coasts de mane swiss: velversal, anima, hisafiriea y documentid; el reciente inteato de Elaseial Tribes, etc.
3 Ver dapkovi, D. "Introduccion" en: J. A. Comeniu; Consuka universal sabre ['ammo dek alas hunsans, Barcelona, Eumo editorial, 1939. 4 Seg4n Owes y finbitce propos del nonnatismo o de la universidad, podemos sells*, a miners de ejemplo, los siguientes maestros nornialimas: Gregor% Torres Quintero, Emigre %%semen, Enrique Laubscher, Ignacio Ramirez, Rafael Ramirez, Lauro Aguirre, etc. Entre los universitarios, no necesariamente pedagolos tanernos a Vaseeneelos, Justo Sierra, Antonio Caso, etc.
20
21
citin actual. LCuil fue el rumbo que tom() nuestro campo disciplinario?, Lea donde perdimos nuestras ideas fundantes, nuestros legados, nuestros clisicos locales?, Len qut momento fueron opacados y nepdos?, Lail es nuestra identidad actual? La deshistorizacion de la pedagogla mexicana eats muy ligada a lo que acontece can nuestros mitos fundantes como aveva ad& =lemma: a partir de la revolucien emerge el campeskadd como sujeto colectivo, y con 61 la escuela rural necesaria; la legitisnaciOn del Estado moderns) se ha de lograr a tray& de una forma de cohesion social que se express en el imaginario colectivo conformado en torno al tema de la nacion, de la nacionalidad y de la identidad de lo mexicana. Tema constante y recurrente que subynce ea los residuos histOricos de la culture nacional, en maltiples forma de seasibilidades, creencias, ideas y metalenguajes. Sin embargo, la lulus).* revolucion campesina, interrumpida por diwersas vias, a la vcz que marca el protagonism( de otros grupos socieles, tansbiin marca su desapericiOn, su sacrificio "en aras del proposes"; es posible que de aqui se desprenda una imagers del mesicano, en la cal la identidad, tan comics/temente buscada, estari sips& por la renuncia o el despiazamiento de lo mexicano. i.Seri esto lo que tambiEn nos viene sucediendo en lo educativo? Parecieta que las ideas fundantes locales de nuestro campo disciplinario y hombres que las han protagonizado, en general se opacan hacia la diced& de los 4fis condo la sociedad mexicana logr6 la aided y estabilidad minima& pars incorporar la racionalidad politico-ideologies requerida por la logics capitalista. Es a partir de ese momenao ea que se hate miss Weal* que el dcsarrollo de una pcdagogfa originaria iricialniente nutrida con tradicione,s francesas y alemanas,‘ finahnente sea desplazada por ma forma de pedagogia pragmatic* totalmente achatada, que no ve call :Ili de lo inmediato.
S Be aastrasivo aelisler pre en torso al caspcsinado, en Mak* eeineiden refinsioses dinelplearks de la ledge*, entrap** y la incipient. 100166461. 6 Mom sea*/ drams tandeneims en evanto a las tailitiones frasseasa y allsonma es la pa*** asexiams inesposadas dinmanstans por nannalissas y
En este sentido: Lead seria la diferencia entre un autor cualquiera y in clasico? En el oficio del pedagogo termin6 por prevalecer un vicio propio: la urgencia por dar siempre "la propuesta", orientacite inmediatista despreocupada por apoyarse en la reflexi6n, en la fundamentacien, en el anilisis, en la piofunda sensibilidad de los requerimientos locales. Con el advenimiento de la "ran% tecnica", se impuso la costumbre de echar mano del autor del que se puede o que esti de mode y (pie como tal se desecha de la misma manera,7 ya que tate se utiliza solo para fundamentar un "prontuario de respuestas ripidas". Paralelamente, en ogres modalidades del oficio, en el reflexionar sobre lo educativo, se ha btsscado fundamentacion transitando de la in/pronto humanisticas a la del cientifico social, pero se abre un hueco: Ito sera posible lograr una nueva sintesis, una nueva forma de creencias, una nueva profesion de fe enriquecida por un hori-
univentitarios. Se puede char el caso de Ezequiel A. Chivez que tome como model( la Pseuds Normal Superior francesa pare fundar los estudios educativos en la Banda de Altos Estudios a principios de este siglo, que es el antecedence de la actual Facultad de Filosoffa y Letras; iguahnente, este influencia esti presence en su pensantiento educativo. Por otra parte, la tradiciOn neo-kantiana se introduce en MEXICO a tiseda de Francisco Larroyo yes continuada en pedagogia, entre otros, por Agustin 0. Limus, etc. En relaciem a Larroyo, podemos seSalar ens rice y sugerente elinoraci& en Pita Gutiirrez, Teresa de J. Francisco Lamp y I. historia de Sc educacidn en Mexico. La constitucien de un campo diaciptinario. Tests de licancistura ea Pedagoea, ENEP-Arag6n, 1993. 7 Chasms el mao de B. Bloom, Mager, R. Tyler, H. Tabs, etc. ye que en la decade de los sonatas, a propOsito de la modernized& educative planteada despuis de la crisis del 'dB, se impuir6 la tecnologia educative como forma de racionalidad trionea. Animism(, ha habido autores como Freire, Mich, etc. que causan furor y luego nen ea el olvido como hustres desconocidos. 8 La acepene en que esti tornado el termino es en relacion a las humanidades; es dear, de morello disciplines y estudios que enriquecen el horizonte cultural y formational% tenor una apnoea& prictica inmediata. El tdrmino humanism°, del quo se despond& estos servos seminticos, en el curso de los siglos ha tenido Avenge woe que, particado del programa cultural renacentista alternativo a la escohistica, propugnaba por una culture viva, ail, adquirida en las propias fuentes; hada el siglo XIX se two pare designer un programa formativo, tambiEn 'homely° a la educed& tecnologica ye en curso. Ahon, en el umbral del siglo XXI, representarfa un reducto de bisquedas ut6picas frente a la deshumanizaciOn de is vide del hombre.
23
zonte humanistico con disicos y todo lo demas incluido, aproplandose edemas de los inks valiosos logros de to cientfleo social? Pero eso si, a condicifon de que el pedagogo no pierda au objeto propia=ate dicho.9 En fm, mas all de to que es posible inferir a este altura del discurso ique perspectives nos °from hoy el estudio de los disicos en echscad6a? Parafraseando a Mills pudi6ramos dear que constkuye una via pars despertar la "imagination pedag6gica"; es decir, pan propiciar la sensibilidad, el azoro, la comprensiOn en el significado de lo educativo. A los clisicos se les puede conocer pare recrearlos, pare dark consistencia a nuestro oficio, pare aprehender nuestro kgado disciplined°, pare configurar nuestros gestos y nuestro leagueje. Como una forma de doter con nucvos signiftcados y contenidos, maestros discusses y nueatras practices. rrnahnente podemos minder en relacilm a los dasicos en educeci6n, algunas tendencies observables que coincides con las de los &aims en general: los encores que trascienden en el Ambito de to educativo tans treshmen un resquebrajamiento de canons, una Weigel= de otros horizordes freate a deterrainadas situations que los &dross= sociehnente; en elk) va expresado un proyecto de =jeremiad° social que oscila entre la critics social y alguna fele utopica, que se ccmcreta en una forme de proyecforma de ere: to educativo. En el caso de Corneal°, este articulation de pianos resuka dare. No obstante, alas& nos enfrentamos a la tam de volver a pensar c6ao se produce el discurso contensporineo sobre to educativo —los poderes con que se articula y sus relations de privilegio— no nos queda esis que volver la vista hacia atris, al inicio de la moderni-
9 El entudio de to educative, blame pedagogia, cicala o cieseias de la educacitio, una vez autoaossitado de la Nowa gut era la que le otorgaba el canicter unitano, sucesivassente blower" identidad en la psicologia, en diversas disciplines acclaim, paw a final de cuestas wind su propia identidad: lo educativo prediassine diebo. 10 EON precupoits el hack) educative, entendido como unidad cultural, las taxies educative', la soasatividad respective y las directness o politics educative, ya sea de Inman is ein& o bite privilegiando algunos de estos aspectos sobre (Arm.
24
dad mexicana y percibir *films rasgos de su continuidad, resignificedes con los desplazatnientos internos. Me explico: pareciera que el "Siglo de las lutes" inaugura los debates pedagOgicos que son vigentea en nuestros dies: el concebir a un pueblo ilustrado necesariamente conileva la exigencia de focalizar la'atencion en la instruction y, por end; en la escuela pOblica gestionada por el Estado nacional; la escuela Oldie& habra die admiaistrarse, diferenciar sus funciones y sots:terse. Su tarea central sera la instruccion, el lograr un pueblo ilustrado, y en este ego cobra fuerza, sentido e identidad la pedagogia; la conduction de las almas — como forma de educacien dada por la iglesia — es laleizada y desplazada por el Estado. i,Sera que en este privikgiar al sistema escolar, faceta visible de la educaciOn, nace nuestro reduccionismo pedagogic° y pedagogizante? A final de cuentas, tomando en considered& lo anterior y el actual "estado del arte" de to educativo, ipor que no distinguir matices y orientaciones en Los dasicos y diferenciar entre los cldsicos de la pedagogia como tales y los cldsicos de la educaciem, abriendo entre estos Oltimos el hcwizonte de autores Tee desde otras disciplines aportan a la construed& de to educativo?"
iMesie dande Atirair a los chisicos? Uno de los acercamientos Bias comunes a los clasicos es el de la perspective de los grander hombres; en elk) subyace la idea de genialidad, de rnspiraci6n, de originalidad, de destino, de cierta forma de protasis= y volumed a partir de la cual las ideas, las institutions, las obras resishan Wet de la aportaciOn de los grandes hombres, de individuos excepcionales y ajenos a las personas de came y hueso. De esta manera estos Tres resultan mss cercanos a los heroes de los que nos habla Carlyle' que a nosotros; las grandes obras, por tanto,
11 En cads momenta hist6rieo podemos senalar dasicos: Bacon, Durkheim, Weber, etc. Es interesante indicar que los fil6sofos, a partir de la teorfa de In formaci6n humane siempre derivan a la educacion: Hegel, Nietzsche, Schopenhauer, etc. 12 "(...) a nil entender, In Historia Universal, la historia de lo que los hombres han realizado en este mundo es, en to esencial, la historia de los grandes hombres que
25
resultan de sus aportaciones, consideradas totalmente al margen de las espedficas condiciones sociohistericas, polfticas, econemicas y culturales. A veces el estudio de tales autores avanza solo al grado de destacar algunos rasgos de su obra y algunos rasgos de su vide que se relacionan, pero haste ahf Begs; lo que persiste es la condition de privilegio de la obra y, pot ende, del autor, aunque se desconozca que cads autor recoge y recrea legados y experiencias histOricamente acumuladas. Pareciera que entre el autor y su obra raediara una relaciOn migica, de cuyos efectos maravillosos desconocemos la genesis. De este modo, la relaciton entre la biografta individual y la obra se realize en terminos descriptivos, anecdeticos y, cuando mucho, amens, pulcramente eruditos, pero se omite el interjuego individuo-sociedad; por to demas, se desconoce tambien que este relation I-S no se da de una vez y pare siempre, sino que varfa de un momento a otro, de una soeiedad a otra: el origen de la biogrefia individual en los rasgos que nos intense destacar lo podemos rastrear edesde el Renacimiento, en la nueva forma de ver la vida y dc aspirar a otra soelected, cuando el hombre dirige la mirada hacia sf *ism° y descubre sus posibilidades como tal, optimistamente, para conocer, para crear, pare despiazarse, pare diafrutar. La vide del hombre en si adquiere sentido. Este individualism en el curso de los siglos sucesivos aparece como continuum, si Men replanteando su manifested& y sus contenidos seg6n is mirada en turno. Se manifests en forma de Romanticismo,13 movimiento que en franca rebeldfa ante la incipience industrializacion y freate al predontinio de la raz6n propio de la Ihts-
ban actuado en dl. Estes grandes hombres son los conductores de hombres; los modeladores, los ejemplares y, en sentido lato, los creadores de todo cuanto el combs de la gitate se ha populist° ham o lograr, todo to qua vemos persistir de lo reale:Ledo ea el mundo, es poopiamente el resuitado material exterior, la realbacida practice y corpdrea de los pensamientos que residieran en los glandes bambini eaviedas al me do: el alma de tads la historla del IMMO, mimeos Odd° con Leda is seeds, be silo la Iliii01411 de estos hombres" (Catlyle:19115, p.3) 13 Este movistiento aaelfi ea Msaania entre 1790 y 1120, plasm ea el terreno de la literal= y Hamm ea iss Seam Artes en paeral. Como oteablereas, coincide ton las ataidskras ramencioeasies fray stomata.
26
tracidn, busca el retorno a la naturaleza y privilegia la sensibilidad, a la vez que cksarrolla un gran culto a la personalidad encarnada en el escritor y en el artista, cuya propia vide, como relato, es en sf misma una creation artistica, la narration estetica de un "destino" percibido como unidad coherente, sin saltos bruscos,.ni crisis, ni incertidumbres. Esta narration, a veces, adquiere la forma de la memoria. Este (*navel% de In biograffa de los grandes hombres, la vemos tantbien manifestarse en el historicismom que —en el siglo XIX aunque con otra intencionalidad posiblemente — comparte con el Romanticism° una miasma matriz: el desarrollo de los Estados nacionales es obra de individuos. De hecho para el historicismo los grandes hombres son los autores de los grandes acontecimientos histericos. En el curso de la primera mitad del siglo XX, el avance de las ciencias sociales y el fermento del marxismo trae aparejado el trdnsito de la biogrytfla individual a la biograffa social, solo que esta es referida a una sociedad que no tiene rostro, que se percibe en forma macro, desde lo estructural, desde la macroteorfa. En este interjuego que por momentos se polariza privilegiando un termini) en detrimento del otro, poco a pow — como via de equilibrio — se Ilega a perfilar la nodes de sujeto colectivo o de sujeto social, que ya nos remise a la entergenda de grupos sociales que configuran individualidades a partir de rasgos, busquedas formas de participation social, etc. que los aglutinan c identifican entre sf y hacia afuera, en cuyo caso la biogaffe adquirirfa otra orientaciOn. En el fondo de estos planteamientos lo que resulta evidente es la dialectics individuo-sociedad, la manera en que es percibida y el mo-
14 El hisioricismo es Is corriente de intepretacien historica que privilegia la singidaridad de los hechos historicos, centnindose en los acontecimientos polkicos y militares coma empresas realizadas por los grandes hombres. Albinism°, el Estado se concibe a su vez coma un individuo. Su filiation positivists le conduce at estudio miatickno de las hechos considenindolos singulares, Unice*, brepetibies; emplea una metodologfa individualizadora y ham use de Is herineedutice cldeca pars recabar Is veracidad de las Fuentes, exclusivamente doeumentaies. Es la forma de hater historic propia del surgimiento de los Be ados nacioaales.
27
do en que es resuelta. N. Elias nos enfrenta a este problema ya desde los sugerentes tkulos de dos de sus obras: La sociedad de individuos y Mozart, sociologla de un genio. Por su parte, Leone de Castridisis al referirse a la situacion del hombre de nuestros dies en la sociedad actual amine una sugerente expresion: "individualismo de mesas", que nos retake al mists° problema: el individuo que se vuelve sociedad y que express las Welles de la frame de retaciones sociaks en que vive y la socieded que es tal por la construcci6a conjunta de iadividuos en donde cada uno hace also por otro. Entre ambos certain% dialecticos, individuo-sociedad, se tienden puentes de ida y vuelta; la disociacien entre ambos —que por igual los distorsiona — derive de su desarticulaciOn, verbalizada a haves de palabras tales como individualism° y colectivismo, y otras mks que terminan por crear grupos semanticos en torn a ellas. Pero el problema estriba en que no son solo logos, sino que refiejan conceptos, practices, mentalidades. Tel pareciera que individuo equivale al ser que vive absolutamente solo, por sf y para sf, en tanto que sociedad se refiere a una entitled abatracta, surgida de fuerzas anonimas, supraindividuales. Individualism y sociologismo, subjetivismo y objetivismo, expresiones de otras taatas miradas parciales; eon al mismo Bourdieu se k escape una forma de determinismo estructural al battler de la "duskin biogriSca".16 En todo caso habrfa necesidad de dejarnos orientar no por las exclusions sino por la bisque& de equilibrio individuo-sociedad, a partir de una vision totalizadora que no de Ingar a la autonomizacien de elementos de antdisis gee &titan la riqueza de significados perceptibles solo en relacion al todo. Es decir, lo que proponemos no es estudiar a los clasicos en la educacion como personajes, por mks que algunos de ellos sean reahnente mukifaceticos y carismiticos como Comenio, sino proceder a partir de otro aparato tetiricoinetodologico que nos permita este mirada totalizan-
te, de ininterrumpidos cruzamientos entre el autor, la obra y el tiempo social que la posibilita, puesto que inevitablemente el elasico, como hombre ubicado en una sociedad y en un momento especifico, es el resultado de su propia historia individual y de la historia social" en curso: se trate de la trayectorie de un hombre en un espacio socio-histerico cultural especifico. Ea este sentido un Pico en educacien es un indicio, una sera! de un complejo ambiente iatelectual, cultural, politico, economic°, que se express a traves de su vide, vide que a su vez nos habla de otras vides, la Ikea de una historia de la que en realidad emergen otras tantas histories que se tocan entre sf, como dirk Foucault. Selo de esta forma es posble &means:is al clasico como una persona que sintetiza tan momento histOrko, un grupo social; el clisico aprehendido coa t° 4`portavoz de una epoca", de sus preocupaciones, de sus poallglidades, de sus Wakes, en direcci6n mks cercana a la idea de sujeto colectivo. Unicamente de esta manera su estudio constituira un fragment°, un recorte de realidad que nos conduce a reconstruir y eadender la totalidad. Con ello no queremos eludir Ia presencia de les clisicos en un determined° momento del desarrollo interno de la discipline; desde ahi norman y establecen canonesi que forman parte de las traditions disciplinarias que con el paso del tiempo pierdensu hegemonfa pero no asf su presencia. Todavia mss, es posible visualizer estos canones como importantes residuos historicos que subyawn y fonnan pane de los depOsitos inconscientes de las disciplines. Esto finahnente nos orilla a crear y recrear las categories desde las males se puede mirar a los clisicos, aunque al respecto es preciso achwar cpte a pesar de que a veces se utilicen terminos sinenimos, la kern de su use los ha cargado con significados que ahora desearia-
15 Ver Leone de Cateridis, Arcangelo. Le adore della alai; ideologic, perrito e Piessiosse gicvanik, Bari, De Donato editrice, 1978, p. 26 y 16 Bud* del lat. ilhadere, easallar, dark la impasido de quit la rids propia, come pcsibilidad de optimist, de autodetessainaci6o, es ado usa bowie, una images Ice oat forenames de also mcai*ente ea la Enfiladed, ua espepoko.
17 Pniocupaciones y polimicas al respecto se pueden percibir entre los fundadores de Aristides: Marc Bloch y Lucien Febvre. Cada uno se contra preferentemente en ono de los tdrminos cotoplementarios, ye sea el scenario en el que se desenvuelve Ia vide comp aventura (Bloch), ye en el relato de la aventura biogrdfica espectfica que se Ileva a cabo en ese horizonte (Febvre). 18 Bo este sentido imerpreotmos el caricter de los ejecutantes de las revolutions sitedlices de Bourdieu (Bourdieu: 1987, p.151).
28
29
mos superar. Algunas de las categories que hoy es posible proponer, son las siguientes: Frente a la idea de contexto, de filiacien historicista, de medio, de ambiente, de trasfondo — que nos remite a lo que nos rodea pero que no "toca", que no se entrecruza con un productor y un objeto cargados de sociedad, sino que solo se presenta come "antecedentes historicos", o come "introduction al tema", solo al inicio, de una proponemos buena vez y alejado pare siempre de nuestro objeto atmdsferas, como aire que se respira en un monaento dado, cote° ambito cultural, espiritual en el sentido mss mph° del amino que posibilita la expresion de rasgos personales, la realization de proyectos, etc., haciendo las veces de catalizador a soaves del cual se pueden percibir las huellas en la vida y obra de los clisicos. Entrelazado con atathsferas, asumimos la categorfa bourdiana de habitus, como "la cultura de una epoca, de una clue o de un grupo cualquiera en tante que interiorizada por el individuo bajo la forma de disposiciones duraderas que conatituyen el principio de su comport:naiad° ode su action" (Bourdieu: 1991, p. 136); es deck, se trataria para dicho :tutor, del "principio activo de unification de las pricticas y representaciones que generan dispositions" expresadas en un oficio, un cimulo de creencias, de t6cnicas y de referencias). La intention es superar la notion de elementos Caicos, aislados, etc. que, finaknente, por su excesiva particularidad resultan poco signifiCafiVOS en t6rmiaos de una historia social o de una sociologia del conocianiento, seem el hag& en que nos situemos. Muchas veces se Aida una obra individual o un aspecto de ells, por ejeaaaplo, reduck a Commie a la Didactica 'sutra, nos propordone un horizonte may baited° en c,omparacien con el entenderlo a partir de la totalidad de la Consults universal pare la eosins& de rlos mottos hunsanos.2° 0 lien, suele suceder que In obra no se
to dentro del grupo de obras afmes que nos hablan de una sensibilidad, del gusto de una epoca y de una sociedad. La exigencia de una mirada totalizadora nos Ilevaria a ubicarla en un cuerpo social de productos, productores y reglas del juego para producir bienes simbilicos. Podemos valernos tambien de la categorfa generation, de Los contemporimeos y los coetineos que comparten preocupaciones vitales, crisis y conflictos, pertenencias, arraigos y desarraigos, limiter, emproses. Todo esto marca, imprime un caracter, una huella, "un aire de familia", como dirk Krauze (Krauze: 1991). Cada generation cubre an espacio social y temporal e influye sobre los espacios inmediatos anteriores y posteriores. En el caso de Comenio, por ejemplo, tenemos generaciones gee se c,rustan y que haven las veces de interlocutores coetineos y contemporineos: Cop6rnico, Galileo, Bacon, Descartes, Rembrandt, etc.; a travels de ellos percibimos el horizonte cultural que se manifiesta en su obra y en sus andanzas. Con los referentes ntencionados hasty este momento, fmalmente nos podemos orientar a entender la vida y obra de los clasicos ya no come biograffa convent oral, sea hagiografi'a o prosopografla serial distorsionada, a la mamma de sumatoria de acontecimientos, de datos y fechas sin tropieno aiguno, relatados como la description de un personaje, sino mats bien en terminos de andanzas, de trayectoria, de remold°, de curso vital a la manera de los antiguos latinos,21 en el que esti impficado el movimiento, el desplazamiento, las crisis y los conflicted, los despliegues, los matices, los juegos de posibilidades e imposkiidades. En donde a la vez que somos el mundo que nos apropiamos, terabit ° tenemos mirgene,s para optar por el mundo (pm queremos construir o, en todo caso, para dejar de hacerlo. La categoria trayectoria implica un seguimiento biografico en el que esti pre sente un cameo de eventualidades en la trama social y en los atirgenes de autonetela de cada persona que favorecen encuentros
ltl
skean& es commis a Is actitud de historian, de intender Is historic woo ell aninendor. 30 Odd obis ea as totalkad condom is akin de Console a is sociedad de as Name, a is vim spa es peopuesta de atoms social. Calla de ante panes, mu de he mans, Is Aropeula, se soden a Is aorta general de ls education universal.
30
21 Caws, comp action de corms, carrera, espacio por donde se transita, ruts, secorrido, desplazamiento multidirectional, itinerario. Los estados sucesivos por los pas atraviesa una salon, un asunto, un proceso.
31
y desencuentros, posibilidad de acceder a otras posibilidades, aun a costa de las crisis existenciales, que redunda en mayor disponibilidad y aperture o bier en irunovilizacien, que a la vez genera menor disponibilidad pare optar, Avatar conflictos y emptier mirgenes de opclones. Es decir, frente a la idea de biografia atonalities, rigida, acebade, de destino, se presenta la idea de la vide como proyecto, como construcci6a, como recorrido azaroso, como curso, como proceso. Se trata, en fm, de entender a un hontbre inserto ea un espacio vital, en diilogo, en construccien. Este planteamiento nos Neva de la nano a la polemica entre evilcacitin y comprension: el entender la vide en estos tenninos nos remite al sentido de la existencia, a la intencionalidad que subyace en unit obra, a una suerte de empatia-simpatia, a use forma de respeto hacia la otredad. La slave de lecture del ditsico en cur,stiOn coasistiria — diremoe parafraseando a Octavio Paz — n en un juego de restituciones, ya que si el clinic ° adquiere este range y su obra sobrevive, es debido a que existen estudiosos que la interpret, n y la reerten, niediando en elk la mirada de otras generaciones. Es este juego de restituciones que nos Veva a acercarnos a 61, a entenderlo, a identificarnos y a email°, Lpor qui no?, sin distorsionar conscientemente sus atmosferas, no obstante tomer en clients' que somos el otro que interpela desde otro Inger. Es aqui donde el clAsico tal vez ya no es totabnente 61 mismo,23 sino una buena parte de la recreation que hacemos de 61. Como nos dice Borges, "caste° es aquel libro que una naciOn o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como si en sus pi ginas todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones sin termino" (Borges: 1974, p 773).
va a la ambicien de comprender el espacio social que posibilita la obra, las marcas sociales que ostenta el autor, las condiciones sociales en que se produce, la posici6n social que ocupa en el campo de produccion cultural. La aperture de este horizonte nos hace transitar de la sociologist del conocimiento a la sciciologia de la culture; en fin, nos asalta la conciencia del caracter siempre arbitrario de los recortee dc realidad y de los otro tanto arbitrarios deslindes disciplinarios. /Cull es, puts, la inter:teed& que interesa? Interesa en todo caso una miracle mithiple, en una zone de frontera, enriquecida desde diversas dira*lines, ya sea filoeofia de la cicada, historia de la ciencia, sociologic de la culture, etc., set& donde nos situemos, dirigida a lo educativo, a travels del &Audio de los clasicos en educacion, como una de las vies pare configurar la historia social de la discipline. Se trataria, en Wilma instaacia, de enriquecer el analisis, de "culturalizarlo", de dotarlo de contertidos que nos permitan darle dimensiones ea el kortmete historic°, sin perder de vista la propia identidad, es decir, lo educativo comet tel. Frente a esta aparente dispersion, podriamos afirmar con Leibniz que "hay disciplines que se concretan a medida que se expander". En fin, al humanizer la mirada hacia los clasicos de la educacion, hemos querido acercarnos a Juan Amos Comenio como hombre de gran sensibilidad, inteligencia y capacidad de trabajo, con un gran legado cultural a las espaldas como lo es la culture checa; multifac6tieducador, cientifico, amigo, padre, esposo), pero co hombre al fm y al cabo, que vivi6 en un especffico espacio social, en un tiempo preciso. Es desde aqui desde donde podemos percibir y sentir a Comenio; es 6sta la matriz originaria de la que nace Juan AmOs Comenio: obra, andanzas, atm6sferas.
Por el pretender acceder a los clasicos de la educaciim sin aislar, sin autosoanizar los hechos, de percibirlos en forma totalizedora en la complejided de sus facetas e interrelaciones in situ nos Ile-
Pas, Octavio. La tramps de iaft,1146tico, Pondo de Culture Economic., 19€18. 23 Paul Ricoeur hose now gee "la trayectoria de un text escape al horMonte finito que vis su autor. Lo qua el two dice ahora, imports mit que io que el moor guise deck".
32
33
Bibnegro& Alexander, Jokey. "La centralidad de los clgsicos" en: Giddens A. et at La teoria socia4 hoy. Mexico, Alianza Editorial-CONACULT, 1991. Bartra, Roger. La jaula de la melancolla; identidad y metamorfosis 4 del mexicano. Mexico, Ealace-Grijalbo (Culture y Sociedad), 1991. Bernal, John D. Historia social de la ciencia. Vol. 1. Barcelona, Ediciones PC11111811114 1979.5 Borges, Jorge Luis. Obras completas, Buenos Aires, F.mece Editores, 1974. Bourdieu, Pierre. Campo del poder y camps intelectual. Tr. C. Boccardo, Argentina, Folios Edicione,s, 1983. Bourdieu, Pierre. Coe as dichas. Barcelona, Gedisa, coleccien El mamffero parlante, 1987. Bourdieu, Pierre. Sociologla y cutlery. Mexico, CONACULT-Grijalbo, editores, 1990. Carlyle, Thomas. Los farm, Tr. J. Ferran ), Mayoral, Barcelona, Ediciones Orbis, SA. (Biblioteca de Historic no. 5),1985. Casanova, Julian. La historia social y los historiadores, Barcelona, Ed. Critica-Gr4albo, 1991. Comenio, Juan Ames, Didactica magma, Mexico, Edit. Porraa (Col. Sepia CuMlos No. 167), 1988.3 Weiss, Eduardo. "Pedigo& y filosofta hoy" en: Alba, Alicia de (Coardinadora). Teoria y educackin: en tomo al cockier ckntifico de in aducacidn. Mexico, CESU, UNAM, 1990.
Gemelli, Giuliana. Fernand Braude! e l'Europa universals, Venezia, Mars; i° Editore, 1990. Gusdorf, Georges. Le scienze umane nel secolo dei lumi. Firenze, La Nuova Italia (paideia 25), 1980. Julia, Santos. Historia social sociologia historica. Madrid, Siglo XXI de Espana Editores, SA., 1989. Krauze, Enrique. "Los temples de la culture" en: Camp A. Roderic, Hale, Charles A., Vazquez, Josefina Zoraida (Editores). Los intelecmales y el poder en ho. Mexico, El Colegio de Mexico, UCLA Latin American Center Publications, University of California, Los Angeles, 1991. Kula, Witold. Refleriones sobre la historia. Mexico, Ediciones de Culture Popular, SA., 1984. Mills, C. Wright. La imaginacidn sociollica. Tr. F. M. Torner, Mexico, Fondo de Cultura Eeonemica, 1987. 2 Tenti, Emilio. "Rakes disicas y contemporineas de una ciencia social hist6rica" en: Reconstruccidn del texto histOrico en educacidn. CESU, UNAM, 1992 (ediciOn en curso). Wright, Georg Henri von. Esplicacidn y comprensiOn. Tr. Luis Vega, Madrid, Alianza Editorial, SA., 1979.
Inmates benteirognificas Carr, David. "La narrative y el mundo real: un argumento en favor de la continuidad" en Historias 14, revista de la DirecciOn de Estudios Historic:0s del INAH, julio-agosto, 1986. Gonzalez Gonzalez, Enrique. "Hacia una dermicion del termino humanismo" en Estudis 15, revista de historia moderna, Universidad de Valencia, Espana, 1989.
Certeau, Michel de. La escritura de la historia. Tr. Jorge Lopez Moete'nma, Mexico, Universidad Iberoamerictusa, 1965. t3l4s, Norbert. La sockiadegii individui. Bolcom, B Mulino, 1990. Wm, Norbert. 140ZOrt: wick* de un genio. Tr. M. Fernandez -O. Strunk Barcelona, Ediciones Peninsula, S. A., 1991.
Loyo, Aurora. "Balances optimistas sobre la culture en Mexico. La vision de los intelectuaks `consagrados', 1946-1962" en: Historias 21, revista de la Direccieut de Estudios HistOricos del INAH, Mexico, Oct., 1988-marzo, 1989.
34
35
XX
JUAN AMOS COMENIO. ATMOSFERAS
‘404
m?*Istz
REFORM Y CONTRARREFORMA, EL PROYECTO EDUCATIVO DE LOS JESUITAS Pilar Gonzalbo Aizpuru Es lager comOn referirse a los jesuitas como abanderados del catolicis= contrarreformista. nimbi& parece anomatico que la Contrarrefonna fue un salto atris.que tan solo consisti6 en un conjunto de medidas reaccionarias, dictadas en respuesta a la iniciativa luterana. Y, como consecuencia de estas afirmaciones, resultaria que la labor docente de las jesuitas tan solo se caracteriz6 por ciertas innovaciones en los m6todos y por la influencia masiva de su actividad educadora. A los protestantes, y solo a ellos, corresponderfa el merito de }caber descubierto la importancia de la escuela como instituciOn Capaz de alentar el indivittualismo y el espfritu de libertad. Sin embargo, en ewe conjunto de afirmaciones se encuentran implicitos no pocos prejuicios enter:es e importantes contradicciones. En primer lugar debeznos descodificar el mismo terrain() Contrarreforma, pare devolverle su auantico significado. Ademas tenemos que desliadar los elententos integrantes del proyecto educativo de losjatuitas para identificar los fines y los medics, la teorfa docente y la prietica didictica, las abstracciones universales y la aplicaciOn local y temporal de sus principios. lguahnente se impone el analisis emparativo de los programs docentes de cat6licos y protestantes, sin dejar de lado la actitud de los laicos, puesto que las preocupaciones refigiosas de refornaadores y tradicionalistas no habrian llegado muy lejos si los padres hubieran carecido del estImulo necesario para envier a sus hijos a spreader en las escuelas, confesionales o no, de una u otra ideologfa. Conviene apreciar la influencia renacentista quo repereutio *ultimate en ambos campos. Y por ultimo, pero es 39
lo esencial, el que los jesuitas tuvieran gran nastier° de escuelas y alumnos, el que ideasen un metodo ordenado pare la instruccion humanista o el que Ilevasen a la practica el ideal de Ia disciplina como instrumento pedagogic°, no habrfa cambiado sustanciahnente el sistema educativo de los colegios cat6ficos; si lo hicieron, en cambio, los ejercicios espirituides de Ipacio de Loyola. Ya se ha didio clue Lutero e Ignacio, peso a su sustagonismo irreductible, habrian podido entenderse mejor entre si de lo que lo Laden con cualquiera de los fieles o te6logos cristianos del siglo XX. Al menos elbs se referian a los mismos problemas y contaban con una formed& academica similar. Y esto es macho mas que una coincidencia crosolOgica; esto significa que en su concepciem de la nisi& docente de la Iglesia, cat6fica-roman o evangelica-reformada, los metodos estaban al servicio de una misitm redentora. La &create forma de interpretar esa mision se reflej6 precisamente en las diferencias de metodos y contenidos de la educaciOn proyectada por uno y otro. AI contemplar el proceso de Reforma y Contrarreforma desde la perspectiva de finales del siglo XX, parecerfa que Lutero fue el profeta de la libertad y del individualism, el hombre modern frente a la reaction de los inmovilistas; pero lo que conocemos de su biografie y de su obra nos muestra a un hombre conservador, enemigo del lujo y partidario de la traditional economfa agraria, preocupado por el problema de la salvation e inclined° a una interpretaci6n providencialista y espiritual del conocimiento y de la practice religiosa. Nacido en una sociedad de transicion, entre el antiguo mundo cabaIleresco y el naciente espfritu burgues, su colaboracidn a la modernidad consisti6 ea el rechazo de la vida monistica y en la exakacion de las actividades de la vida cotidiana como camino idOneo pare servir a Dios.1 No file tampoco el primero en hablar de la reforma de la leesia, pero si el balm que tuvo el genio, el teson y la capacidad de sacrificio necesarios para Ilevarla a la practica.
1 Balaton, Roland H. The Reformation of the Sixteenth Conauy, Boston, Beacon Press, 1980, p. 345
40
Por su parte Ignacio de Loyola, y con el la Compafifa de Jests, hizo alga mis que vertu "vino viejo en odres nuevos", al superar afiejos prejuicios y enfrentar contradicciones que paredan insalvables. Los jesuitas transformaron el concepto de educacion escolarizada y difuntheron como nunca antes la instruccion extraescolar, proclamaroe la eficacia de la formacian de "los selectos", a la vez que atendine a las eapas mds bajas de la sociedad, adoptaron las ideas pedapgicas del Renachniento y abtieron paso a la cultura del Barroco, se edorzaron por fortalecer el espfritu cristiano pero contribuyeron adivamente a sectdarizar las mentalidades. italbrasar pars preserver
Hacia el final de la Edad Media, no habfa preocupaciUn mas constante en el espfritu de los cristianos, que La reforma de la Iglesia. Los predicadores hablaban continuamente de ello y los doctores le dedicaban gruesos volumenes. Este ideal habia movido a Gregorio VII y no pocos papas y obispos habfan tenido la misma inquietud. Cuando Inocencio III abri6 las sesiones del IV Concilio de Letran (1215), recomend6 la reforma de la Iglesia en su conjunto, no solo en los miembros del ciero, contra quienes se alzaba el mayor ntimero de quejas. El surgimiento de herejfas, la fundacion de 6rdenes regulares mendicantes, la renovacien de los estudios teol6gicos en las universidades y no pocas muestras de la literatura religiosa y profana de los siglos XIII al XIV, constituyeron distintas respuestas a esta Ramada. El V Concilio de Letran (1512-1517) se abri6 bajo el signo de la necesidad de la reforma, reclamada en forma patetica por el general de los agustinos. La renovation de la Iglesia se habia convertido en una obsesiem palpable pees afectaba a la mayor pane del pueblo cristiano. Puede considerarse significativo el fracaso de este concilio, clausurado pocos meses antes de Ia publicaciem de las 95 tesis de Lutero. Es muy probable que las preocupaciones teologicas de Lutero — en caso de que el concilio hubiera logrado una purification de ritos y costumbres — no hubieran cambiado, pero habrfa sido diffcil que los cristianos respondieran con fervor a cuestiones puramente intelectuales si no hubiera sido general el profundo sentimiento de 41
frustracion que embark a quienes habian esperado una acciOn efectivamente renovadora por parte de los padres coacifiares. La esperaaza de los fieles se basaba en la nostalgia del pasado. Asi como el bautismo y la penitencia tenian la virtud de renovar al hombre, una reforms profunda podria devolver a la iastitucien edesiistica su primitive pureza. No se pretendia inventar una nueva te2ologla ai auevas reglas de discipline, sino de recuperar las antiguas. Durante la Edad Media tardia, la ansiedad retormadora de los fieles auntie la necesidad de inteasificar los estudios pare alcanzar una vide religiose alas Integra. Los holandeses Ger Groote y Florent Radewijns, inspirados en el Evangelio y alentados por el misticismo del dominico Juan Eckhart, fundaron Ia orden de los Hermanos de la Vida Comfits, a Ia que se integraron indistintamente clerigos y locos que no estaban ligados por votos solemnes ni residian en monasteries o convestos.3 Los miembros de las hernmadades buscaban su santificacion personal por medio de la piedad, is °reckon y la peaitencia, al tic's's° que intentabaa participar eficazmente en la santificaci6n de sus contemporineos. Los laicos se limitaban a dar been ejemplo y a exhorter a los fieles en conversaciones privadas micatras los d6rigos reafizabaa su labor docente mediante sermones y codeslates. En an muado imbuido por el espiritu religioso, aces° de obras &cranes y Ivido de conocimientos, estos copiaban y reveadian a bajo precio los libros piadosos y se ocupaban capecialmente de los estudiantes, a quienes invitabaa a acudir a su case dando sermones especiales. Tambien recibiaa como hudspedes a los pobres con vocadoe religiose para cue pudieraa realizar sus estudios. A partir de 1480, ante la difusion de la itapreata que ameaazaba extinguir su es-
cualida Puente de ingtesos, se dedicaron con especial empefio a la dos. Los Hermanos de la Vida Comfits difundieron la "devotio moderna". La nueva espiritualidad era sobre todo pedagOgica. Ensefiaban que los movimientos del corazen y los recursos de la voluntad podian set objeto de educad6n. Sin llegar al desprecio de los ritos, recomeadaban que en su cumplimiento se prescindiera de formulismos itaitiks, pare ejercitarlos como signs externos de una piedad verdadere. La lecture y la meditacidon alimentaban la vida cristiana, por lo que no podia descuidarse la instrucci6n. Los textos manuscritos de Agustin, Cadent), Buenaventura y otros doctores de la Iglesia servian de canoe para el foment° de la devocion. Pero mss que todos ellos coaftibuy6 a alentar la nueva espiritualidad la obra de uno de los harmataos, Tomas de Kempis, que en la Imitacion de Cristo sintetiz6 los priacipioa de la devotiq moderna. 4 Las tames reformadas de las 6rdenes monasticas y mendicantes se kapiraron en la devosio modem y el propio Cisneros la recomendo. Lutes() conoci6 y estime la labor de los Hermanos e Ignacio de Loyola habl6 con entusiasmo del efecto causado por la lectura de la Indeacion, a la que afeetuosamente ilamaba "el gersoncito". 5 Dumate su estancia en Paris, Ignacio residi6 en el colegio de Montaigu, que habits perteaecido a los Hermanos de la Vida Comim y cuya influencia pensistla. Otros muchos jesuitas fueron alumnos de las escuelas de los Hermanos e incluso su centro mss importance, 6 la Universidad de Lieja, path a sec regida por los jesuitas en 1580. No foe simple casualidad que la predicaci6n de las indulgencias se convirtiera en la chispa que prendi6 el fuego de la rebeldia. Tanto los cattllicos como los protestantes, al menos medio siglo antes de la convocatoria del Condit) de Trento, se preocuparon por el problema de la gracia, relacionado con la abrumadora conciencia del pecado y la insuficiencia de las obras humanas para alcanzar la salvaci6n.
2 Rapp, Francis, L 'Eglise et la vie refigieuse en Occident a la fin du Moyers Age, Paris, Presses Univessitaires de France, 1971, pp. 207-211. 3 Ger Groote de Deventer y su compeller° Moran Badewijns comenzaton a peedicar, buscando pars ello las regimes mis lejanas y abendonedas del cuidado pastoral. Desunciaros con cal virulescia los vides del duo que el obispo de Utreebt dociditS amosdazarlos. Groote no habfa recibido mis que erdenes mesons, ad que tuvo que someterse a la orden de que solo los dingo' podian prettiest. Mudd en men despues, pero sobrevivi6 su complier° quien Ilev6 a cabo la ivadecida. bid. p. 345.
4 Ibid pp. 245.248. 5 Se atribufa por entonces la autorfa del libro a Juan Gerson. 6 Franca, Leonel. 0 meiotio pedagogico dos jesuitas "0 Ratio Studiorurn", Rio de Janeiro, AGIR, 1952, p.35
42
43
En este terreno se encontrarfan las diferencias hindamentales entre la prerreforma espaiola y la reforma luterana, y las distintas attitudes en el pensamiemo pedagogic°. Segun Ia doctrine de Lutero el alma estaba sustancialmente corrompida e incapacitada para realizar buenas obras, mientras que Ia position de los reformadores e.spaholes se situaba en el esteem° opuesto, al requerir un comportamiento tal que preparase el amino para la recepciOn de la gracia: "no solo en el leer, rats en el obrar esta el entender". 7 Lectura, comprensi6n, estudio y comportamiento, resultaban ser conceptos relacionados con la docencia tanto como con la doctrine religiosa. Siempre se ha hablado del vergonzoso relajamiento de las costumbres, de la perdida de la disciplina religiosa y del fervor mistico a lo largo de la Edad Media, pero nadie se atrevcrfa a sostener hoy que la reforma protestante tuviera como razon de su 6xito y two motivo de su protests la corruption del clero. Sato era algo antiguo, sabido, consentido y denunciado por sigios. Muy atinadamente se ha senalado que la originalidad del protestantismo y el secreto de su fuerza fue la alianza de las elites, que acusaban a la Iglesia de mal creer, y de las masas, que la acusaban de mal vivir. 8 Lo que en toda Europa constituia una confusa inquietud y un ansia de renovacien, en Espana se consolid6 en realizaciones concretes por obra del cardenal Francisco Xim6nez de Cisneros. Ana frame a La inertia renuente de los prelados y de la Santa Sede, las hiquietudes de los flees y la preocupacilm de los monwcas espaimies, este personaje $ogro getter una reform en la Igiesie castefiaaa anterior a la rebeldfa de Lam. El movintiento renovador que se ha Bentado Prerreforma y que tuvo en el cardenal Cisneros se representante mfs conspicuo, mai() las conceptions humanistas de Erasmo de Rotterdam, la :aegis% a la Philosophia Christi —tan affn al espfritu franciscano — y las exigencies de austeridad tut el clew regular y se-
7 Melquiades, Andric La seadogfa espodola en el Oslo WI, 2 volimeses, Madrid, Eiblioteca de Autrey' Cristiaaos, 1977, vol. II, pp. 425-433. 8 Rapp, op. cif p. 262.
44
.fflimpporImp=
—
cubir qu% constituian clamor public° desde hada mss de una centuria. El movimiento reformista espahol tuvo un fuerte acento mistico y &leo, peso al mismo tiempo opt6 por alinearse con el Renacimiento en el impulso a la investigation lingiifstica y en la nueva orientacion 10 pedag6gica. La fundacion de la Universidad de Alcala, en 1509, la tarea que se le encomend6 de producir la Biblia polfglota y el predominio del caricter humanista de sus estudios fueron decisiones dirigidas a eliminar los vicios del escolasticismo decadente, a fomentar el estudio de la Sagrada Escritura y a dar a Ia teologia natural o positiva la primacia perdida durante las pasadas centurias. El espfritu renacentista impregnaba tanto la vida religiosa como la profana. Lorenzo Valla, Pico de la Mirandola y Baltazar Castiglione, entre los mis destacados humanistas italianos, expresaron las nuevas ideas en relation con una education integral, que no solo mirase a la forreligiosa sino a is superacion del hombre conleto, incluyendo los ejercicios fisicos y el cultivo de la inteligencia.14 En el mundo hispanic° fue mucho mis profunda la influencia de Erasmo, Moro y Luis Vives, quienes elaboraron un concepto de la sabiduria que integral* el estudio con el comportamiento. La ciencia carecfa de validez si no podia transformarse en obras y todo conocimiento asimilado por el hombre se convertia en parte de si mismo, que lo inapelsaba a perfeccionar su modo de ser. 13 Los humanistas recomeadaron el estudio de la Biblia y la recuperation de los mode-
9 Ratailion, op. cit. pp. 1-22. 10 Reiman, Rokind. The Age of the Reformation, Princeton, New Jersey, Van Nostrand Company Inc., 1256, pp. 61162. 11 &Usti* en Aleala de Hewes un antiguo colegio, incorporado desde mediados del silo XV al convento framiscano. Este dio origen a Ia nueva institution; la primers piedm fee colocada en 14%. Los primeros estudiantes ingresaron en ratios mesas antes de que se iniciaran regularmente las clams. Bataillon, Mattel, Erwin° y Espana, Maim, Fondo de Culture Econemica, 1950, pp. 11-12. 12 Iftanattiono y Rasacintkato, seleccidn de Pedro R. Santidrian, Madrid, Mama Editorial, 19116; Garin, Eugenio. Ciencia y vida social at el Renacimiento Madrid, Taurus, 1%2. 13 Rice, Eugene. The Renaissance Idea of Wisdom, Harvard University Press, 1958.
45
los del Antiguo Testament°, olvidados en la mayor parte de los fibros piadosos. En la Espana de comienzos del siglo XVI, el impulso dado a los estudios lingilisticos y teologicos en la Universidad Comphgense fue acompanado de la reforms de las 6rdenes regulares y coincidi6 con el final de la Reconquista, que significe tambi6n el termino de la tradicional tolerancia con los practicantes de otras religions. La interiorizacion de la vide espiritual, recomendada por predicadores y escritores piadosos, propici6 la practice de una nueva religiosidad, expresada en ttrminos que con frecuencia se aproximaron a las palabras de Lutero: "alcanzar la verdad de Dios es sentir al lumens() Dios dentro de sf, en todas partes", dirfa un reformador espanol. Es cierto que sin la Reforma no podrfamos comprender la personalidad de Ignacio de Loyola, pero tampoco sin el antecedente de la Prerreforma castellaaa. El voto de obediencia ineondicional al Pontifice exigido a los jesuitas profesos, la formacian teolagiia de los jesuitas que participaron en el Concilio de Trento y Ia expansion de la actividad educadora de la Compailia de Jesus responden a maniples causas y se explican por diversas circunstancias. Acostumbramos matizar la Reforms por las diferentes manifestaciones quc tuvo en regions y momentos diferentes, mientras que pare la Contrarreforma tropezamos con an bloque aparentemente monolitico, clue se expres6 en los acuerdos y decretos del Concilio de Trento. Es evidente quc la Iglesia romans no careci6 de contradkeiones, pero tampoco podemos olvidar que la caracterfstica fundamental de la Campania de Jesus fue an flexibilidad, su capacidad de adaptacion. Erarano contribuy6 a resucitar la antigazdad disica y cristiana y la convirti6 en un poder reformador dentro de is Iglesia. Sus trabajos sobre textos bib cos y patrfsticos marcaron el camino de estudios posteriores, al tiempo que su denuacia de la ignorancia y asoksaterfa del dem foe ackate para el foniento de la instruecian dentro del ambito de la Wale que permaned6 obedience a Rotna.14 Los *Lukas
14 Atkisson, James. Duero y ci ndeindento del Protemandome, Madrid, Alison Editorial, 1971, F. 360.
46
aceptaron el reto y se dedicaron con ardor a elevar el nivel intelectual de los miembros de su orden y contribuyeron a la preparacion de los futuros sacerdotes, asf como abrieron escuelas para laicos con el fat de diftuidir el conocimiento entre todos los grupos de la sociedad. Ignacio de Loyola inici6 su °bra antes de que se convocara el Coacilio, pero cuando ya el tema de la Reforma preocupaba a la mayor parte de los cristianos. Sus compaiieros de la primera Nora se hablan formed° en Ia Universidad de Paris y conocfan bien las mss moderns corrientes del pensamiento teologico, asf como las justificadas quejas motivadas por la corrupcian del clero. Siendo innegable la ciencia tridentina de la espiritualidad jesuitica, parece importante sena& hasta gut punto los colegios y la pedagogia de la Compailfa de Jesus recibieron influencias diversas y no exclusivas de una ortodoxia que algo tenfa de medieval pero no poco de reaacentista. En 1526 se tract* al castellano el Enquiridion milites christini, manual de vida cristiana en el que Erasmo ofrecia una sintesis de su pensamiento. Su clifusion en Espana fue considerable y su aceptacian puede juzgarse mis por la forma en que sus ideas se divulgaron que por el flamer°, acaso exiguo, de lectores que se impregnaron de aquella nueva espiritualidad. Pese a rechazar les textos erasmianos, Ignacio de Loyola recibi6 su infiuencia. Dice el de Rotterdam en el capftulo II del Enquiridion que las arenas del cristiano son la °radon y la ciencia, y no tard6 el de Loyola ea aplicarse al estudio como el mejor camino para servir a Dios. El espiritu humanista era contrario a las mortificaciones desmesuradas y pronto Ignacio llego a la misma conclusi6n, redujo Is penitencia y estableci6 en la regla de la orden la limitacion de la aseesis, que solo podfan ejercitar los jesuitas bajo estricta vigilancia de sus superiores.ls Recomendaban los humanistas
15 Es particularmente ikistrativa la forma en que Tomas Moro se refiere al juicio que a los ut6picos les merece el ascetismo: "consideran locura grande practicer virtudes asperas y dikiles, renunciar a las dulzuras de la vide y sufrir volumariamente dolores que no ban de producir fruto algurio"; en Mom, Tomas, Tommie() Campanella y Francis Bacon. Utopias *1 Renacindento, Mexico, FCE, 1941, p.96.
47
la constante lecture de los disicos pare fomenter las virtudes humanas, y los colegios jesufticos impusieron su estutllo como medio de perfeccionar las facultades de los jevenes al servicio de la nisi& apostelica. 16 Entre la tradicien y la modernidad, preocupado per la influencia secularizadora del clasicismo, pero respetuoso de su valor pedagOgico, Lutero recoraend6 la ensefianza de las leagues disicas a la vez que se incline a favor de una teologfa estrictamente biblica. 17
Los floes y los insdies Alpine vez dijo Ignacio "si quieres el fm quieres los medios", lo cual nada tiene que ver con la maquievtlica formula que burlonamente se le ha atribuido de que "el fm justifica los medios". Lo que Ignacio pretendla dejar bien estabiecido era la importancia de elegir correctemente el objetivo de una empress para luego aceptar las dificultades que pudieran encontrarse en el camino. Buscaba la renovacion del mundo por medio del perfeccionamiento de los cristianos y para ello no pens6 en volver a la iglesia primitive, cosa que tampoco pretendi6 Lutero. El fin al que la Compaiifa aspiraba no era to preservacion de un orden caduco sino la revitalized.% de la vide cristiana. A esto se referia el fundador cuando advertfa que era necesario recurrir a estrategias hunumas para lograr objetivos divinos, lo cual no significaba "dobiar las rodillas ante Baal" sins aprovechar las cualidades y destrezas que Dios habfa otorgado a los hombres, como la capacidad oratoria y la ha billdad persuasive en el trato con el prejimo. 18 La nisi& docente de la iglesia postridentina requerfa de buenos maestros y de adecuadas instituciones, de modo que los jesuitas asuniie-
16 Desidero &UM de Rotterdam. El Enquiridion o manual del caballero crisiano, edicion de Dimas° Alonso, prOlop de Marcel Basilian, Madrid, anejo de la *Mara de FilolookiEqurnole, 1932, pp. 70-104. 17 Atkisson, op. cit. p. J6. 18 Carta al padre Juan Alvarez, escrita por el padre Potence en 18 de julio de 1549 por comae& de Ipacio en Loyola, Ignacio. (!bras conyktes, Madrid, Biblioteca de Autores Cristiana., 1977, p. 761.
48
rota el compromise de promover escuelas cristianas como un medio de santificar la sociedad, El padre Sacchini, historiador de la orden, defini6 chtramente esti era la responsabilidad de los jesuitas ante la tares educative: "entre nosotros la cducacion de la juventud no se limits a impartir los nufintentos de la gramitica, sino que se extiende, shmtkineamente, a la formaci6e cristiana".19 En Is mente de todos los fides de mediados del siglo XVI estaba la eeeesidad de reformer 1os sistemas de ensefianza, y de un modo u Otto se apficaroa a ream& los representantes de las iglesias refornodes, Memos, camas y anglicanos y los catelicos obedientes a Roma. Ea feche tan temprana como 1524, Lutero se referia a la urgencia de mukiplicar las escuelas y de ensefiar en ellas algo diferente de las rutinas escolisticas. Stu palabras podrian haberse aplicado indistintamente a cualquier pais, ya que en todos era comfin la lamented& por le inutilidad dc la ensefianza: Dios ape me ha dado la boca me manda hablar... Estamos viendo hay' &a en los pakes akmanes como se van arruinando las exudas... Las universidades se enervan, los monasterios decrectn... y nadie manda a sus hijos a estudiar porque dicen: "ique was a aprender ,tai no han de ser curas, frailes o monjas?", dirds: "Ique utilidad nos reporta el aprender [min, griego y hebreo y las artes liberaks? Inc nos basta para la salvacion aprender la Bibib a y la palabra de Dios en alemdn?..." aunque los idiomas no atvieran otra utiidad, deberla animarnos y estimularnos a "vender/0s el heeler de ser un noble y exquinto don divino.20 El razoaantiento sustentado en estos parrafos corresponde al pensentient° expresado per varios humanistas. En Utopia, donde solo una minorfa se dedicaba exclusivamente al estudio, "todos desde ni-
19 Donohoe, John W. !emit Education; An Essay on the Foundations of its Idea, Nueva York, Forham University Press, 1963, p. 59. 20 Anionestacian "A los consejeros de todas las ciudades de AJemania, sobre el deber de fuadar y sostener escuelas cristianas", Garcia Villoslada, Ricardo. Martin Littera, 2 volimenes, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1976, p. 131.
49
nos recthen ens educaciton literaria y, buena paste del pueblo, ad hombres cacao mujeres, coneagrea al estudio, durante toda su vide, las horn de &scans° previas al nano". 21 En Ciudad del Sol, el estudio de las cicadas naturales se iniciaba a los 7 altos y Rune& se abandomaba por caliph:to. Antonio de Nebrija recomendeba quo la instruccion se iniciase en la primers Wanda, aprovechando la natural inquietud y ansia de everimentar cocas nuevas propias de La juVentud y de la infancia. Luis Vives crificaba la eiterilided del mac& esco&ktico y sugeria el fomento de la actividad per paste del alumnus. Juan Lorenzo Palmireno construia una mistica de la docencia. Guevara, Rimdeneyra y Huarte de San Juan se refute* al fomento de las virtudes yet major ,provechandento de las cualidades naturales de habilidad e ingenio.nSiempre al servicio de la viand y tenieado coso ideal La formacion de us hombre fiel y &memo, se recontendaron formulas pnicticas y metodos didgeticos que facilitares el apreadizaje. La iglesia reformed& se enfrent6 al problem de organizer un nuevo sodelo de vide en las regions que luddaa acept* el pratestandem°. La resonate &banal* los cambia' en la liturgia y en la orgasizaci6a comuniteria de la iglesia parroquial, ci ministenio pastoral, la ethaeacilm de los niitos haste el nivel de la universidad, el cuidado de los pokes y el de los enfermos. La *genie teafa que ser anther insanity** en todas tans tareas.23 El orbe medico se enfrem6 a una situackLa paralek, ya quo saki con disciphna se podria combidir a las ideas con ideas, alai y a is instrueekin con lento:66n. Por eso en 1530, cuando el Papa resolvi6 aprober la erden pregnant& pot Ignacio de Loyola, iiir6 con complacent:la que se reckliasen eitrigos dispneatos a la vide censers& y a la obedlancia, a !impairs la lie per 'Radio de la pr a-
31 Moro, sp. sic p. 96. al Teaks salessionadas de Astoria de Nebrija, ham Loa Vivo, Antal& de Ckesosa, km Loma Minim% P. de leiberlisossa, Jam Homo & sea hon, Mai Sods Alni1 y awns polissios opallaks ow se bigisoon ow de las its semoalitas ea Wm, Warts de ins lariplaa. Tame pedagRpees kligoiwaRteistims, alleskia Noma, SR, pp. 111141111 Aaratimpek11 345.
Win, a
los ejercicios espirituaks dispuestos "particularmente a la educe: km religiose de los niflos". Cando los diez primeros jesuitas suspendieron su peregrinaciOn a los Sanas Lugares, decidieron convertir a Roma en "su Jerusalen". Deade alit — a trolls de los colegios — iniciaron la batalla contra el protestantiono. Logieementee su actividad educative se centr6 preferentemente en las regiones donde los catOlicos daban la batalla frontal al protestantismo. Alemania, Baviera, Austria y Polonia vieron proliferar las escuelas de la C.ompaiifa y algunas de sus universidades los recthieron como maestros. De inmediato se diversific6 la actividad docente, de mode que alcanzase al pueblo ignorante, a los alumnos de escuelas elementales y a los javenes que iniciaban los cursor de hunianidades.25 Paso a peso los jesuitas afianzaban su position y definfan sus actividades. Como teologos ixintificios, Diego Lafnez y Alfonso Saliner6n presentaron sus informes en varies sesiones del Concilio de Trento; limbos perticOaron ea las discusiones sobre los sacraments yen el plan de "Reform general de la iglesia", asi Como en la redaccion de los decretos sabre la devociOn a los santos y la participaciOn de los fobs difuntos en el tesoro espiritual del cuerpo mIstico. 26 Quedeba asf aprobada la aplicacion de sufragios e indulgencias y se refrendebe is creel cia en el purgatorio que Lutero habia negado. Dismantles teolOgicas, promotion de la frecuencia a los sacramentoe, instrucciOn catequfstica y formaciOn intelectual de los fieles se adazaban ea un fin cousin y constituian los medios idoneos para loiter equate reform por la quo todos clamaban. Una vez mas, la espirituaNdad emanada de los ejercicios impregnaba todas las actividades de la Corapanfa.
34 T document° pontificio en Balaton, MIN Bons,del 25 Mcfsbal Edward. The Counter Reformation, The Age. op. cit. p. 154. Princeton, New Jersey, Van Nestsmd, 19M, p.35. X Limo Bernardino, "ParticipaciOn de Eyeful en Trento" en Garcia VON:Oda, Siondo. Niatoria tie I a Veda en Espana, Madrid, Biblioteca de Anton: Gistianos, 19410, pp. 416-490.
50 51
Del "Principle y bedstead." a Is Ratio Autism& La primers meditation de los ejercicios es tansbiOn la piedra angular del mfificio ignaciaao. Sobre efia podri construirse toda usta *writ pedagogic-a, tun organizaciOn estrategica pan la evangefizacien o un sistema teolegico, pero sin efia nada de eso time seatido. Ea pasting lianas, cameos de reanimate la vacilante k de gaieties se agercasea a pacer lea ejercicios, Sam Ignacio inicia Ia primers seams de estos con la afirmasion dcl fin Ultimo por el quc done scatido la vide del hombre en la tierra: El hombre es criado pow alabar, hater reverencia y serval . a Dios nuestro Senor, y mediante esto salvor su tinima; y las ores cosas sobre la haz de la tierra son criadas para d hombre y pant que k ayuden en la prosecution del fin para que es criado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de elks quango k ayudan para sit fin (...) en sal manera que no queramos dettueswa pane mds salad que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor villa 'err que corta y per consigtdente en todo ha de-
Tres estas primera knees vendrian los recursos draralticos, las meditaciones sobre el pecado y el infierno, los coamovedores ejemplos de la condenacion de pegadores empedernidos y de justos exakados a la gloria; pero el comienzo nada tiene de artificio ni en absoluto pretrade recurrir a imigenes semis. El razosmaiento se mucatra itsy objetivo pare los cristianos. A nadie se pretende gassier, p porque so es concebible que alguien que no sea catolico intense seriantente pacer ejercicios espirituales. Aceptada la premisa del fm trascendente del hombre, cuya sumisite a la volumed de Dios se presenta como consecuencia natural de la consideration de la grandeza del Creador y de la propia miseria,
27 Eiercieists espiriataks de San Ignacio de Loyola, Mho, Editorial Tradicidn, 1977, pp. 26-27.
52
queda tan solo la basqueda del camino propicio para la consecution del fin. A olio se deifies' las tres scannas siguientes de los ejercicios espirikutles y a ello dedicaron los jesuitas su habilidad y su experiences, de modo que nada se confiase a la improvisaciOn ni a iniciativas individuales. La rapila expansion de la Compatifa propici6 el aprovechamiento homprane de enpetieneias diatrsas. Los teelogos disputaban en las uniarsidades, los preaficadores amonestaban a los fieles desde el pulpit°, los ejercicies espirituales conmovfan las conciencias, los maestros inculcaban en los nifios nuevas attitudes y, en todos los terreaos, los jesuitas se convertfan en soldados de la igiesia romana y representaates de is ortodoxia tridentina. Pero also esencial en Ia obey ignaciana fue el no limitarse a ser eco de otras votes sino que contrinage a forjar, ea gran medida, el espfritu de la contrarreforma. Los colegios de GOV Coimbra y Gandfa fueron antecedentes del sistetaa colegial; el de Mesina, fundado en 1548, inici6 bajo la rectoAt del padre Jeronimo Nadal la aplicaci6n de un plan de estudios sisteanitice y peculiar gut sirvie de base para el programa pedagogico gee regirfa en todos los colegios. Cuando en 1550 se present6 al Poleax tare nueva version de los estatutos de la Companfa, ya se consideraba COMO aetividad propia y preponderante la apertura y mantenhniento de escuelas para alumnos laicos ajenos a la orden. La parte IV de las Coestituciones, redactadas por San Ignacio, tratan "del instiller en tetras y en otros medios de ayudar a los projimos" y define la poach% da fundador respecto de la instruction humanista corm un medio para la formaciOn del cristiano. Ratio et oratio, pensar y hablar bien, era el lema de las escuelas de gramatica. La fOnnula significaba una transacciOn entre la Philosophia Christi —que no apreciaba mks sabidurfa que el amor de Dios— y el humanismo renaceutista —que requeria de hombres cultos e instruidos — Quedaba superada la pregunta de Kempis: "i0u6 aprovecha la curiosidad de saber cosas oscuras y ocultas, pues que del no saberlas no seremos el dia del Juicio reprendidos?"28 La respuesta
28 Kempis, Tomas de. Imitacion de Cristo, maltiples ediciones, capftulo IV.
53
era que tales cases hablaban de la graadeza del Creador y de lies merhos infinitos de la recension. La fundacian del col* roman% al ono siguiente, confirm6 la vocnci& docente de losjeguitas. A partir de la experiencia en los colegios de Make y Roma, se inicid la elaborackm del texto reglamentario, le Redo asps Instinaio Silidi011INS Sadirons lesu, que se redact6 en varies versions y ea elle se recogieroa las experiencias aportadas par los rector= de los galegios &tante cad medic siglo. La version definitive, pubficada ea 1399, trataba detalladamente de la forma en que &Wan impartirse las clams, las lectures propias de cads grade, la promos i& de los alumnos, las horns de recreo y las 6pocas de vacationer', etc. 38 Las 467 reglas contenidas en la Ratio se encesstran distribuidas en cuatro parte': el gobierno d l colegio, a cargo del padre provincial y del rector, las reglas pare los profesores ea general, la organized& de los estudios elemeatales y las normas pare los estudios superiores. La Ratio representaba un compendia ordenado de las ideas renacentistas &coral de la educaci6n. Se recomendaba la lingtackle de los castigos fisicos, quo nunca impartida el maestro sine un "corrector", asatituidos por el estimulo de is promos, el foment° del espfritu de competencia y la participaci& continua de los estudilutes ea las dues, mediante las repeticiones, los debates, la presentacift de tareas y el control de los "decuriones" canto responsables del aprovechruniento de sus compefieros.31 Team estos recursos facifitaron la concurreacia de pupas amperages de akunnos a las escuelas, que podfan estar atendidas por ono o dos hermaaos coadiutoree. La novedad de las escuelas y colegios y su exit° en Europa y America se debi6 a circungtancias entre las que destaca el cambia de acti-
tad de los padres, que aspiraban a situar a sus hijos en una posici& de prestigio reconcile. Los humildes artesanos vieron c6mo paulafinamente se sustituia el tradicional aprendizaje en casa de un maestro por la prepared& previa en un establecimiento escolar; los modeetos comerciantes y empleados p6blicos confiaban en el estudio coma mete de promocidn social de sus hijos y nun los burgueses y asiembros de la baja nobleza reconocfan la necesidad de la ensefianza para desempeiiar adecuadamente las tareas burocrfiticas que a machos atrafan. Sobra decir que sin este inter6s de las families por doter de instrucci& humanist* a sus hijos, de nada habrfan servido las exceleacias de cuniquier modelo educativo.32 Paraielameate a la educed& masiva de la mayor parte de los escalates, en los octet*s de la Campania de Jesfis se foment6 la preparaci& de aqutllos de quieaes se esperaba que tendrfan mayor idiots:la ea su medico que podrfan rendir servicios a la orden. Para elks se fomentaroa las academies y las congregaciones, que ya la name Ratio recomendaba. Las congregaciones contribuyeron a completer la formed& de los jevenes estudiantes, a conserver su re!eel& con el colegio aft &spuds de conduidos los estudios y a crear en ono' un sentido de la responsabilidad basado en el ejercicio (stempre limitado) de la libertad individual orientada al gobierno de su asociacion, y propiciado por el entrenamiento en formulas de prficticas democaticas, que solo podrfan ejercer dentro de la conr . Las eangregaciones, que siempre se llamaron m arianas per ester ads aitas a la Anunciata de Roma, aunque se hubieran instituido bajo el patrocinio de algda otro canto, tenfan como fm primordial el lento de la vide religiose de los congregantes. Para ello se impartial conferencias doctritudes y sermons morales, se fomentaban les actos de piedad y se practicaban obras de caridad en hospitales, Oradea y barrios pobres de las ciudades. Las academies, que t ambign reunfan a grapes selectos de estudiantes, limitaban sus acti-
29 bilmis, Ladd.. "Ds alpine cobs... externona, lupe costropottatis circa ammo pmestuteas oboe.* es Achim. Ithaoriaass Socksaris /au, barna, ballots. Mialoncost Societal' lass, wk, XXIX y XXX, pp. 189-245 y 1419; p. 214. 31 lissesea, Braes.. El cod* educarivo dr a Compagia is Jags, Maim Usioanibe bosommicasa, 1988, pp. 23-35. Oasts baba a, had.. limartalataa at Maw as it sob A El slow id Csiiirslit At bus Parka y San Mho, Ma co, IMAM, 1934, pp. 911-102.
32 Alds, ippe. $01, pp Ptril 4 00406.El tibia y vista familiar bajo el autism° rtassen, Madrid, Taurus,
54
55
vidades a los ejercicios &credos, masque sus efeetos pedageogicas taillike mayor trascendencia en la Nested& de Whites de discipline, rutiaas de trabajo y cosliguracion de criterics estiticos. La simple existencia de un meted° pedagogic° era ya indica° del callable en los *studios. La difusilm de la Ratio C41 ludas las previacies de la Cosapaika artifice' la usiversalizaciem de su sistema, y la insposicien de la discipline case fundament° de la CniCill11741 name una profuada husk ea los prorates educative& pomeziores.
El Reeve Braude y las amens estrategias Los objetivos explicitos de la ordeal en el coati:mete europeo eran cosnbatir la herejfa protestante y restabkcer in primitive pureza en cosnunidades cristianas deterioradas por un largo relajamiento de las coatumbres. Mabry direcian de sailed° en las posesiones americanes de la corona espaliole. Pricticeunente no hubo infikraciOn protestante en la America espailoke y el catolicismo apenas comma& a propios cu es. implantarse en poblaciones que antes practicable& El dere regular, las autoridades seculares y los representantes de la jerarqufa ordinaria y de los religiosos, reunidos en sinodos provinciales, as preocuparon por implanter las decisiones del Concilio de Trento en los dos virreinatos del continente. Los jesuitas tomaron parte en ese proceso y enfocaron sus actividades hacia el proyecto do regenerar el desfalledente catolicismo de los conquistadores, al tiempo que implantaban su propia version de vide cristiana en las misiones indigenes. Las protestor contra la ignorancia del clero dio por resulted° que en Trento se decretase la exigencia de un periods' de estudio previo a la cowered& sacerdotal. Los seminaries conciliates recibian en regimen de internado a los aspirantes al sacerdocio que deblan ejercitarse en los actos de piedad y las buenas costuabres, tante como en la grasslike lathes y la oratoria sagrada. Sin embargo en amebas di6oesis ameriesmas as salsas(' la funded& 'de seminaries porque, a juicio de las autoridades, se considerabe Rue los convictorios de los jesuitas supilas con ventaja sus funcloses." 33 Ear Nueva Esparta se rani° el printer setninario trident's° en la ciuded de Puebla par darisios y bajo el patrocinio del obispo don Juan de Motor y
56
Siendo la vide de los colegios eminentemente urbane, la actividad de los Jesuits & de la vieja provincia mexicana, a partir de su ilegada en 1572, se centr6 en las principales ciudades de la Nueva Espaiia. Meditate la aplicacies de metodos similares a los que utilizaban en los askew ettropeos, iniciaron su pesetracion en la sociedad colonial; per©, al seism° tiempo, deseosos de participar en la evangelized& de los naturales, disenaron un sistema de misiones bastante dikwente del empicado por las Ordenes mendicantes que los hablan pram:lido. En menor escala y siempre sometido a las intromisiones de atoms colones y propietarios laid*, se reproducia en el noroeste de Mexico el sistema de reducciones de indios aislados de influencia espahola, tal corneae desarrollo en el Paraguay. La Ratio Studiorust se aplice con bastante flexibilidad en las escuelas urbanas; pero la instrucciOn y asistencia espiritual a mujeres y hombres adultos„ a negros esclavos, indios y miembros de las castas, trabajadores en minas, haciendas y obrajes, a enfermos y ancianos de cualquier condicien, exigi6 la aplicacion de nuevos recursos. El sistema escolar tan cuidadosamente disenado pudo aplicarse facilites:ate a la mineda de jOvenes criollos de las ciudades, los cuales disfistaban ek dote desahogo economic° y de algal' prestigio en la consunidad. Y este no fue deliberadamente establecido como limited& que eacluyera a los menos afortunados, sino que se impuso por las circunstancias personates de quienes necesitaban iniciar tempranamente el aprendizaje de algfin oficio o ayudar al sostenimiento de la fama por medio del trabajo servil. En las escuelas de externos &nee se cobs() por La ensenanza y tempoco se exigieron certificados de legkimidad o limpieza de sangre. No obstante, los miembros de la elite veian con disgusto la mezcla etnica y social en los salones de clase, par lo que mas de una vez tuvieron que discul-
Mendoza, en el atio 1648. Clonzalbo Aizpuru, Pilar. Historia de la educacian an epoca colonial La educacion de for criollos y la vida urbane. Macke, El Colegio de Mixico, 1990, pp. 307-309.
57
parse los prefectos de los colegios jesufticos per recibirindistintemate a indios y "morenos" junto a los nines espaloies. Por otra parte, la Ratio, come la parte IV de las Constiateiona y las decisiones de las congregaciones generales, recomeadaban el cuidado de la instrueci6n en los niveles medio y superior, partiendo de las huntanidades pare Heger a la universidad. Se advertia en enable que la enseianza elemental exigfa gran ea nterzo y no proporcionaba Nieves vocaciones ni Muted& aprovechables a grotto o mediano plaao.35 Y, sin embargo, en la Nueva Espana no lksarot' los jesuitas a otorgar grados universiterios, tar/Akron curses de teologfe s6io en dos o tees de sus colegios durante inns do cies altos y en &neve desde mediados del siglo XVIII, e impartieron Arles o Filosofla en otros tantos. Casi todos abrieroa curses de gramitica hake, que constituk el cido de las hurnanidades, y no heron pocos los clt sostuvierai escuelas element*: de easenante ck prim:vas Wren Retake pees ipte los jesuitu menaces' d cateeisme y los rues de la lecture y de la against* a la gran mays& de les novoliapenos glee alcanzaron mos conotaimientos. Los jesuitas interpretaron con arnplitud su mision docente, de
34 Ante las gimps de les criollos, el prefect° del role& de Veracruz intense en 1625 gee aunties se recibiaa niece novas y mulatos, se distribuian en Is sale de claw sepia "les categories de sus padres en mesas diverses si es que son potties o sleek somass o esdaros". Memorial del Cole& de Veracruz, citrate per Palencia, Joni kparla. "La actividad educative de les *WINS iradeseas dodo 1572 raw el passeate" ea Raab # km cow de ps Copra* is Joie es ififics, 2 vols., Melee, edition Itivada, 19911, p. 352. SI ealegio de Piliertaino reek& a nibs Wks plague art lo estibledan sus exinsaltaeleete, el de 011eadeeto mope "aim les oils pribradtos (...) bate iediecitar y altos eedievillos" y el de San Luis de la Psi, is. wpm* sob excepric•naksente scope a les Moles. Gumbo. ap. ci 1981, pp. 172-174, 194, 210 y 214. 35 Las padres Nbedeaspa y %whisk historiedores de la Counpallie, se rehrierna a is vesture de alp tees escaeles einikentales que repo nensaben una dura amp, pare tea las rusk, as dabs "mayor Alexia a Dios", Desaltee, Jobe W. sp. eit, p 39. 35 !As 11 Mopes del aisle XVI twin= 6 omelet de pnmaaas tetras; 17 ookipos ea Is siguiente centerte sostuvieron 10 escudos; ye ea el XVIII, drone de presperidad y prolifenicidn de las sscuelas particulates, sae 7 de los 22 **gips twister' eassalem elemental. Goezallio, op. a pp. 217411
58
modo que aun aquelos que no impartfan clues en las escuelas, se ocupaban de la educed& popular, ya fuese en catequesis callejera, en Antes a obrajes y eirceles, en el pfilpito o en el confesionario. Use ÷d peculiar, aunque no exclusive de la Companla era la de predicar misiones locales, circulares o temporales, que de rates tics formes se ilamaben. &an ocasionales visitas a haciendas, pueblos o barrios de las eiudades en donde realizaban procesiones, sernsones pnbicos en La iglesia parroquial o en las canes y • plazas y solemnes actos de contricci6n multitudinarios. Para estas elisions se seleccionaban algunas de las meditaciones de los Ejercidos y se concentraba la atencion en lograr confesiones generates y consusiones colectivas. La cuaresma y el adviento eras los momentos e lls propielos del alto &ink% que coincidfan con la epoca en que lea canines estaban transitables tins la temporada do lluvias. El n6mere de oonfesiones realizadas durante la mision era el indicador Inds wpm del oche de l misma. Tomb* se ocuparondo tareas docentes los jesuitas que escribierca WOOS catequkiisos, tratados de ascetismo y relator de vides eimplares. Los cateeismos constiturron el =Is duradero fundaments de In educadik popular. Adonis, los jesuitas novohispancs Caron oportunidad que les brindaban las fiestas populaces pars &pro:inane a la poblati6n listrada con actividades Micas de two religicso. Los ea antes de los colegios participaban en mascaradas, las calles se adornaban con embkmas y alegorfas, los carros de las proeesiones representaban escenas edificantes, los arcos de Elia& representaban pesajes bfbficos o de la historia clasica y algunas oomedias, Latinos o en romance, se reRresentaban en las calles y plazas pare regocijo de Coda la poblaci6n. Ea la Casa Profesa do la eluded de M6xico y en varios de los colepies, se predicaban stwatones morales dedicados a la explicacion de la doctrine cristiana. Expuestos en un estilo sencillo, accesible a un public° ignorante y totalmente alejado de los excesos del conceptis-
37 Cionsalbo Aizpuru, Pilar. La educacidn popular de los *ultras, Waco, Universidad 1beroantericana, 1999, pp. 57-61.
59
mo barroco, estos serniones atrafan a un auditoria beterogemeo pie disfrutabe de la oratoria a la vez que asimilaba el coetenido doWinal, meteclicamente pre sented° caw explicacien de las pastes fundameatales del dogma y de la amoral. El efecto mukiplic.ador de las ense-rianzas jesellicas se proyeciaba con preferencia en las oltedres de cases o confereacias de cases de conciencia, que se impartien pare la instruceirm de citrigos secularres. La casufstica, que kakis de aplicarse en el tribunal de la pathoscia, no fue hammiest josuftica sing medieval, pero los jesuitas la integraron en la took* moral. El probabilismo, que defendieree los te6logos de la ordea en libros y sermons, se comvirti6 en chimesto de acusaci6a cuando se buscaron motives pan la oval/4611y eafinch% de la Conspanfa. La doctrina de la eked& probable en case de co:reloads &dose, *crab& a las conciencias de leglifstiOS011 esc repukis y Ameba el camiao de la progresiva secadarizacien de la sociedad. Result6 asf que, en In America colonial, los meiedos euidadosamente elaborados en los colegios europeos sirvieron pare der a los crioilos la false *resit% de que elks podrfan aspires a las mismas responsabilidades y distiaciones que se otorgaban a los peninsulares, puesto que en nada diferfa su formacion humanists de is de aqulhios. Mientras Lento, el ejereicio de tareas docentes ea ofitedras improvisadas y en regimes remarries, sembraba las bases de am criolfismo rpm se proclamaba hispanic° pero dedicaba su devocite a la Virgo& dcl Tepeyac, se fasaar . izaba con la coavivencia de mired* y Via, padeda frecuentes eatastroks naturaks pero siempre pared* dispoem° a disfrutar de festejos suntuosos, era esetpdso ante las promesas de las autoridades a la vez que se inclinaba a aver en pro& gios y milagros, adinkaba el ascetismo mientras practicaba Was costurnbres swamies y se deleitaba con I6s mas vas y exquisite' aromas y sabot's. El pueblo novobispano confiaba en el arrepentimiento a la bora de la muerte, esperaba quo in limes= pucker* remakr males tesaporales y comprar bienes espirituales, rewards los mentos del trabajo pero se dr-jaba seducir per el atractivo de la holganza. El discorso jesu*ico cay6 en la trampa de au previa estrategia: se adapt6 de tal mud° a las &coasts:who locales que tern046 siendo
absorbido por elks. Para alcanzar el fin de cristianizar la sociedad utilize como medios la tolerancia y la contemporizacion; perdon6 con facilidad al pecador, propici6 la ennuenda de cualquier error y la acgociacion de cualquier restituci6m, foment6 la piedad exterior y dej6 en un segundo piano la devocion interior. Finalmente resulto clue los medios y no km fines se impusieron como parte sustancial de su discurso, de mode que lejos de sacralizar la vide cotidiana llegaron a secularizes las actividades religiosas.
60
61
REMMA ItELIGIOSA, PWITSTANTISMO Y CATOLICISMO EN AMERICA LATINA Jean-Piem Bastian eepatio impolitic° tine hoy conocemos como America Latina, anted as la atedernided per la feerza de la armas de las conquistas maspeas en VP% per° eat* en Is modernidad en el mkoio moment° as we Europa se edge divkfiendo por la irrupcion de las refor(Interim 1517, calvinista 1532, anglicana 1555) y las aaa ammo ryas que bas a durar mss de un siglo. La paz de Westphalia de 1448 sell6 un sumo equilibrio sobre el principio del cujus via, - ralttrio quo &AM a Europa, a grandes rasgos, entre un mete protestant* y n sar eatelico. En cierto sentido, el destino de Makin Latina qued° *gado al deveair de ese sur cat6lico y a la relation asissatrica que as establecit entre un norte europeo — portador de la modernidad econtmica, politica y religiosa— y un sur que as *stabs integrando de manera subordinada y reacia a aquella. Este Ebro homenaje en torn a la figura de Juan Am6s Comenio (15I2-1670), hijo de esta Europa aortae y protestante, puede ser um =dente oportuaidad pare intentar pensar la relaciOn que America Latina ha entablado con las reformas y los movimientos protestantes desde el siglo XVI. Si se quiere entender la pertinencia del problems, a n# parecer este dabs ser abordado igual a como lo lin el 'merits*. y politico mexicano Enrique Gonzalez Pedrero, quien se pregame de que o de cual modernidad participa America Latina. En an articulo publicado en la revista Yreka, este plante6 en terminos contundentes lo que percibie como el problema fundamental del ser latinoamericano y que consider6 como un desgarramiento permanente del hombre latinoamericano. Gonzalez Pedrero se pregun63
ta: "LNo vive este una doble vide, una hipocresia, sae horror que ea aparentar, simular que esti de acuerdo con la logics de la sociedad industrial, con los valores politicos moderns y con la economia neoliberal contemporanea, cuando en realidad no se corresponden con el mundo en el que este naci6 y con los valores en que se ha formado?". 1 Las respuestas a esa constatacien trigica me pence que pueden encontrarse en lo que Bainaria la doble relacion que America Latina mantiene, por un lado, con la cukura catelica y con la cuestien protestante, por otro. De hecho, la incorporackm forzada de America Latina a la modernidad europea desde 1492, se hire vinculandola a ese sur de Europa que iba a erigirse — con Carlos V y luego con Felipe II, a partir del Concilio de Trento (1543-1565)— ea el camped& de La Contrarreforma o de lo que podriamos Hamar una modernidad cattlica, que quedara subordinada a la otra moderaidad que surf& en el norte de Europa, abierta a las ideas de los radormadores pro• testaates y a la posterior secularizaci6n. Quisiera entrar en este lave de lecture abordaado tres pates quo puedea ayudar a hilar mejor mi argumento. En primer lugar, me propongo sclera los conceptos de reforms y de protestantismo, poniendolos en perspective con la realidad religions latinoamericana durante la colonia. Ea segundo lager, me interasart en la cuestion religiose que esti a la raiz de Los nevus estados latinoamericanos de la primers naiad del sigh) XIX. En fin, termiaart eisborando la Maci6n que hay entre reforms liberal, reforms religiose y protestantismo en Ametica Latina.
Reforms y pretestautesmo 1.Que debt enteaderse per los tenants de reforms y de protestantismo? Los te6logos han dado dtimiciones peninsulas de ambos, pero el hiitoriador cuando reticulate she los terminus epee capita tiene
1 00.1410Z Tedium, Enrique. "Refkaiones barroom" en Hails, MMco, XIV, mar de 1900, p. 22-27.
64
que emanciparse de toda percepciin doctrinaria. Con el desarrollo de la nueva historia, el ctistianismo se estudia con las mismas herramientas que los otros sectores de la investigacion historica, pues la historia es religiosa solo por su objeto y tiene que emanciparse de toda tutela doctrinal. Esta aclaracion metodologica es fundamental para deslindar las realidades hist6ricas que han quedado atrapadas en las percepciones dogmaticas que asimilaron reforma y protestantismo. For consiguiente, son realidades identicas la Reforma del siglo XVI y el protestantismo? La mayoria de los investigadores estaran de acuerdo con una interpretacion evolutiva: del acontecimiento a las instituciones, de la ruptura a las organizaciones, de la protesta a los poderes y de la here:jia a nuevas ortodoxias. Pero mirando los acontecimientos de cerca, el historiador atento esti ya menos seguro de la precoz aparici6n dcl protestantismo y de poder acoplar los terminos reforma y protestantispio para su estudio. Existe un consenso generalizado sobre el punto de arranque de la Reforma el 31 de octubre de 1517 con las 95 tesis del monje agustino Martin Lutero. Pero, este terminus a quo Isera tambien el del protestantismo? Se podria contestar de manera positiva si se parte desde un punto de vista teologico, donde los grandes principios que caracterizaran al protestantismo se encuentran en germen en los escritos de los reformadores. La aparicion del termino "protestamos", en el sentido de atestar y contester, en la dieta de Spira durante el verano de 1526, reforzarian ese sentimiento de contemporaneidad entre la reforma y el protestantismo. Sin embargo, una minuciosa consuka — como la que ha hecho Hubert Bost — en los principales diccionarios franceses de los siglos XVI y XVII, muestra que el termino protestantismo no es una nocien relevante en el discurso religioso frances del siglo XVII, toda vez que la existencia de una alternative confesional al catolicismo ya existia. El teilogo a historiador alemin Ernst Troeltsch, en su clasico ensayo de 1911 sobre el sigaificado del protestantismo para el estable-
2 Boat, Hubert. "Protestantisme: une naissance sans faire-part" en Eauks Oteologipes a religiaaes, Montpellier, 67,199113, p. 359-373.
65
diniento del mundo modern (Die Betkutung des Protestantismus jtir die Entstehung der Madmen Welt), propose distinguir en este — el protestantismo— dos ?mentos: lo que podriainos Hamar tin pale° y un neoprotestantismo. Para Troeksch, el movimiento de reforms rereligiosa del siglo XVI y las mentalidades de los reformadores se inscriben en la tradition del corpus cristianiun, de dm raigambre premodern. Al examiner cuestiones como las de Ia familia, del deredio, del estado, de la econonla y de la soeiedad, la Reforma pertenece todavia al mundo de la cristiandad europea. Estes cuestiones harian aparecer que la significackm comini del termino protestantismo — asociado en general al concepto de fibre examen, a una cierta forma de individualismo, a la democracia y a una cierta fibertad critics frente al texto biblico— no se correspoaden con las actitudes nacidas de la Reforms. Podrfa adelantarse (pie mientras la Reforms, ea su forma magisterial como en su movimiento radical, se caractetizO por el exdusivismo y la condena reciproca, el protestantismo se centre sobre el principio del libre examen y del ?luralismo religioso. De alli que una misma notion histOrica no puede designar dos sistemas tan distintos, al punto de oponerse muchas veces. Es por ello que propongo reservar el use del tennis° protestantismo para un segundo periodo, posterior a la Reforms, ligado a las diferenciaciones religiosas del siglo XVII y al "Siglo de las lutes" del XVIII. Siguiendo las investigations de Bost, podriamos retomar la defmiciOn histories que el propose del protestantismo. He aqui la definiciOn de Bost: "El protestantismo es un movimiento religioso y cultural suscitado por una shtesis incoactiva entre las afinnaciones teolegicas de la reforms magisterial del siglo XVI y las pridicas o actitudes provenientes de corrientes que aquelhi habia condenado".4 Tanto para Inglaterra como para Bohemia este protestantiono ludo con los disidentes del siglo XVII. De esta forma, Comenio perteneci6 al protestantismo y a la modernidad que aquellos movie:lentos religiosos radicales, como el de los hermanos husitas, encamiaaron.
3 Track**, Brost. El posestarstiono y el num& moslono, Mexico, Fondo de Colton Ecoodosica, lik51, la ed. siestaoa 1911. 4 Bost, op. cit., 1592, p. 371.
66
No obstante cabe precisar que no considero al protestantismo woo el agente mismo de la modernidad. Tal como Troeltsch, yo tomo en cuenta que si bien "el protestantismo ha estimulado muchas veces de manera potente y decisiva la formation del mundo modern, nunca ha sido simplementc el iniciador".5 Troeltsch mismo ha asentado que la Soso& de la ilustraciOn contribuy6 aim mss que el mismo protestantismo a la mutacien que dio por resukado el mundo modern. Sin embargo la autonomfa de la conciencia filosefica tuvo que pasar por la autonomfa de la conciencia religiosa y el protestantismo al respect° fue un paso necesario, aunque quiza no suficiente. Una vez aclaradas estas categorias histOricas, conviene preguntarnos que relaciOn entabl6 la America Latina colonial con la Reforma y con el protestantismo. El movimiento de evangelization de las colonias espafiolas particip6 del movimiento de reforms europea. Espafia misma habia sido antes de 1492 tin espacio donde las reformas cisnerianas habian adelantado practicas e ideas precursoras de las reformas religiosas europeas. El clero regular espaiiol estuvo ademas permeado por las ideas reformistas erasmianas y su proposito en America fue el de reconstruir una cristiandad esporea, sin los vicios de la vieja cristiandad europea y sin las tensions o rupturas suscitadas por las reformas religiosas europeas. La gran esperanza de este clero regular humanists, encarnado en refigiosos como el franciscano Martin de Valencia, el dominico Bartolome de las Casas y tantos otros, era el de cress una igiesia indiana. De aid su impetu por entender y rescatar las cultures inclfgenas que estaban desapareciendo bajo el golpe de la videncia de las arenas y del choque microbiano. Pero el propio proceso espafiol que dio inicio el mismo afio de 1492 con la expulsion de los moros y, posteriormente, la de los judios, transformaba la Espafia donde habia predominado una herencia de tolerancia religiosa recurrente en una Espana marcada por el endurecimiento doctrinal y nacionalista, haciendo coincidir por primera vez el espacio national y el dogma catolico. Este cierre de Es-
5 Troeltsch citado por Bost, op. cit., 1992, p. 369.
67
paha a las otras dos grandes religions del libro se extendie en su rechazo a todas las ideas reformistas. Reflejo de este movimiento son las dos fases que la inquisicien espanola durante el siglo XVI, acabo por adoptar: use primera fase antijudaizante (1492-1520) y una segunda antiluterana (1520-1570). Este cierre sobre si misma fue reforzado par la politica de los Habsburgo, los que se hicieron campeones de la cristiandad catefica frente a los movimientos de independeacia politica y religiose que dividian a la Europa cristiana. A grandes rasgos, esto tambitn iinplic6 el cierre de los espacios coloniales a toda reforms religiose, al predominio del clero secular sabre el dero regular y a la aplicacion de los principios de contrarreforma emanados del Concilio de Trento. Como corolario de lo anterior la Biblia fue secuestrada de las manos del pueblo y se destin6 al use exclusivo y limited° del ckro. La esperanza de una iglesia indiana y de un clero indigene se desvanecieron. Se estructur6 mss biers una cristiandad de Contrarreforma en manos del clero espariol o criollo e hicieron su aparici6n los grandes mitos integradores como el de la Nirgen de Guadalupe, codificado en 1648, que ha sido analizado con tanto brill° por Edmund° O'Gorman y Jacques Lafaye.6 Expresion de este cultura de la Contrarreforma lo constituye el desgaste de la forma en el barroco colonial, el cual es simbolo de un espacio lien e integredor que no tolera vac o, ni autonomia individual. Exuberancia del color y de la forma, manifestacion de una sensualidad a for de pick el barroco americana fue la manifestacion del triunfo de la pasion sabre la introspecci6n, de la ostentaci6n sabre la ascesis. Este barroco visti6 la realidad con una formidable carga de imaginacien y busc6 "transformer el mundo visible en fiesta; vale deck, busc6 poner la actividad productora al scrvicio del gozo" (Devi d). Antitesis del desprendimieato y de la sobriedad puritanos, el barroco americana fue mis Wen la minima expresion de one cukura religiose opuesta a la protestante. Es la expresien del triunfo del espiritu de la Contrarreforma en los espacios coloniales.
9
La traducciOn social de este orden teolOgico y estetico colonial fue simbolizado por los cuadros de castes, gdnero pict6rico que flocede en el siglo XVIII. En ese elan ilustrado de cataloger y clasificar la poblaci6n colonial se refiej6 el orden social, racialmente sancionado, en una piramide integradora de gtneros cuya definicien era aim mis despeetiva cuando uno se acercaba a la base, cuya dinamica residle en la cespide de la piramide encabezada par el blanco. A la vez, este proceso condujo al rechazo de toda idea protestante, posteriormente combatida con fuerza par Ia misma que sirvie Para cerrar los espacios coloniales a toda influencia que no fuera catelica. Las ideas de la Ilustraci6n de todas maneras penetraron, s6lo que en el orden del reforzamiento del absolutismo real y no en el seatido de Ia modernidad politica, fundada en una culture religiose caracterizada par el fibre albedrio y el libre acceso a Ia Biblia. Podriamos, par consighiente, sintetizar nuestro argumento diciendo que — despots de haber fracasado la tentative de reforma religiose sabre la cual se intent6 fundar la nueva cristiandad colonial — el protestantismo no tuvo ningin cspacio e incluso ninguna base pare desarrollarse en las colonies, una vez que la reforma religiose humanista habia sido derrotada per la Contrarreforma. Pero la cuestion protestante no fue del todo ignerada. Om& como una amenaza externa y coma un interrogante radical at tipo de modernidad que los .1labsburgo y luego los Borbones quisieron implanter en sus colonies. Al ser la religiOn la culture de los espacios coloniales, nos sorprende que las ideas protestantes y las de la Ilustracien radical hayan quedado mezcladas en una comm condena contra el "tolerantismo", coma lo Ilamaban los inquisidores del siglo XVIII. Tanto el padre Miguel Hidalgo como el padre Jose Maria Morelos, pr6c,eres de la independeacia en la Nueva Espana, fueron condenados coma herejes luteranos-calvinistas, deistas, materialistas y seguidores de Voltaire, Hclvetius y Hobbes. Las biblias y las obras teolOgicas
7
6 Cf. Lahr, Jacques. Quetzakdatl y Guadalupe la fonnaeletn de la coreciencia national at Affair-0, !Maio), FCE, 1976. la. ed. francesa 1974.
Sobre el protestantismo durante Ia epoca colonial ver Bastian, Jean-Pierre. Historia del protestarttismo en Anufrica Latina, MExico, Cupsa. 1990.
69 68
protestantes, asi como las obras cientificas inglesas y francesas fueron todas censuradas por la Inquisicido hasta principios del siglo XIX. Este cleric de los espacios coloniales a las ideas de la modernidad protestante e ilustrada, produjo un tipo de soeiedad autoritaria fruto de una dobk herencia, como lo dice Fuentes, "de Ins tradiciones autocriticas de los iperios Indies y del imperio espaaol en sus dos vertientes, el paternalism° de los Habsbvrgo y el activismo asstralizador y modernizador de los Borboaes". Eats inodernidad absolutista de un Pombai para Brasil o de un Revihagigedo para Nueva Espaia, estuvo dispuesta a eliminar hasta 1os people's agentos de la Contiarreforma, los jesuitas, en su aft!' de senor y coatrolar la totalidad de los comportamientos y combatir las autonomias.
Independencias y reforasa cat‘lica Con la irrupcion de los movimientos de independencip, el choque fue extremadamente brutal. Las naciones indepeadientes rechazaron su pasado hispanic° y quisieron adoptar los principios de la modernidad politica y econ6mica, aunque tuvieron que plantearse el tema de la reform y del pluralism° religioso. Liberales y conservadores querian la modernidad politica republicana y la modernidad econ6mica del Libre comercio. Opuestos sobre las estrategias a seguir, en particular en lo economic°, ambos grupos se encontraron unidos en torn al problema religioso. Las constitutions liberales o conservadoras reflejaron ese consenso. Todas mantuvieron durante la primera mitad del siglo XIX el monopolio religioso catelico, en la tines de la Constituci6n liberal de Cadiz de 1812. Como bier to ha subrayado Halperin Donghi,9 ante el temor y el desprecio a los que llamban las chuunas (indios y negros), los criollos blancos se detuvieron frente a las jerarquias corporativistas y vieron en el catolicismo el knico
agente integrador, capaz de frenar las fuerzas politicas y sociales centripetas que amenazaban a las javenes nacionalidades. Mientras que para los conservadores se trataba de mantener el status quo regalista heredado de las politicas reformistas borbonicas, para los liberales la modernidad latinoamericana debia fundarse sobre una reforma del catolicismo colonial. Su dilema era — como lo ha subrayado Charles Hale en el caso del intelectual y sacerdote liberal mexicano Jost Mai* Luis Mora (1794-1850) —: Lcomo encontrar vaIo es a los que parecian portar Estados Unidos e Inglaterra como naciones econtaticamente poderosas y politicamente demeeraticas?, ©6m° modernizar sus sociedades sin tener que norteamericanizarlas, es deck, protestantizarlas? La busqueda fue la de encontrar una solucien al desgarramiento del que ya nos hablara Going= Pedrero. En esta basqueda primero se quiso conciliar al catolicismo con la modernidad. Este primer liberalismo, simbolizado per el mexicano Mora o el ecuatoriano Vicente Rocafuerte (17831847), intent6 fundar una modernidad latinoamericana sobre el catolicismo y no en contra de 61, como luego se tuvo que hater. De alli que el tema de la tolerancia religiosa se volviera central en las discusiones polkicas de la primera mitad del siglo. Las respuestas fueron contradictorias: el espacio ideolOgico religioso qued6 cerrado para los latinoamericanos, pero la tolerancia religiosa fue reservada para los extranjeros e incluse tuvo que ser impuesta desde afuera por los tratados comerciales o desde adentro en su afin de fomentar una amplia inntigracion blanca para sustituir a las "chusmas", de las que los liberales en el poder desconfiaban para asegurar la buena marcha 11 politica del progreso. Se busc6 desarrollar, por otro lado, una reforma educativa, pues como lo apunta Fuentes, "la education colonial fue un sistema de ensenanva que podriamos defmir como de inteligencia dirigida". Esta reform educativa tuvo necesariamente, y no sin koala, que inspirarse en las experiencias protestantes forine,as. Se adopt6 el sistema
8 Fuentes, Carlos. Valente mundo nuevo, epica, utopia y nitro en la novela hispanoetneticana, bleak°, FCE, 1990. 9 Halperin Donshi, Togo. Refortna y disolucien de los impel): ibtfrica; 1750-1850, Madrid, Ahem editorial, 1955, p.220.
10 Hale, Charles. El libaalismo mericano en la epoca de Mora, 1821-1853, Mexico, Siglo XXI, 1977, p.115 as. 11 Cf. Halperin Donghi, op. cit., 1985, p. 220; Bastian, op. cit., 1990, p. 102-116.
70
71
lancasteriano de escuelas monitoriales invented° por el quaker° Joseph Lancaster (1778- 1838) en Inglaterra y que usaban la Biblia como libro de texto pant aprender a leer. El primer difusor de este sistema en toda America Latina fue el pastor batiste escoces, James Thomson (1788-1854), agente de4a Sociedad I -nnamteriana de Londres fundada en 1808 y de la Sociedad Biblica Britinica y Extranjera, fuadada en 1804. James Thomson, representando a ambas sociedades, difundi6 el nuevo sistema escolar y la Mrfie desde el aio de 1819, fue recibido por el cabildo de Buenos Aires y el presidente Bernardo Rivadavia. Aqui lo nombraron director general de camedon, fund6 escuelas y difundie la Biblia. Luego en Chile fue recibido por Bernardo O'Higgins en 1822, en Peru en 1823 y en 1824 San Martin lo nombre director general de educaci6n. En Colombia en 1825 fund6, con la ayuda de Santander, una sociedad biblica y en Mexico en 1827 fue recibido por Mora, quien se volvie el agente de la Sociedad Be lice Britanica y Extranjera y el agente de la Sociedad 1 .2 nracteriana de Londres, haste 1847. Pero este tipo de actividad quedb inscrito en el estrictis marco de un proyecto de reforma del catolicismo y no de difusien del protestantismo. Se trataba de un proyecto que se situaba en la reforma de cristiandad y no en una modernidad religiose que implicara fibre albedrio, pluralism° refigioso y sacerdocio universal de los ricks. Este liberalismo catidico del cual participaron muchos sacerdotes, se encontr6 confronted° casi de inmediato con el proceso de endurecimiento aatimoderno del catolicismo romano. Ese proceso empez6 a principios del siglo XIX y culmin6 en el pontificado de Pio IX (18451876), autor de la endclica Quanta Cura y el Syllabus o catidogo de errores moderns de 1864. En su din de escaper a la tutela del Estado, la Iglesia medic* se someti6 a Roma pare enfrentar al Estado que pretendia apropiarse de los derechos regalistas heredados de la monarquia cola. La imposibilidad de fundar la modernidad latinoamericana sobre un catolicismo que lejos de reformarse se manifestaba siempre nits intransigente ante la modernidad polkies y religiose, los liberales moderados tuvieron que abdicar de su proyecto frente a regimenes conservadores que se acomodaban al status quo. En un coatexto internacional de cambios econemicos y politicos recibidos desde alisera en America Latina, el desgarramiento in72
L
tenor se hada mss angustiante, en la medida en que los liberales moderados no habian logrado reconciliar catolicismo y modernidad liberal. Quedea por tanto una sofa via, tragica como lo nota Ortega y Medina, Ia de la confrontacien entre liberalismo y catolicismo y la imposition, por las armas, de una reforma liberal y con ella de la modernidad econ6mica y social.
Reforms liberal y protestantismo Los liberates de la segunda generacien se dividieron entrc moderados y puros, como ellos mismos se autodenominaron. Ambos quisieron la modernidad econOmica y politica y lucharon contra los privilegios corporativos, la desamortizacien de los bienes en manos muertas, la liberaciOn de la mano de obra y la educaciem obligatoria. Es interesante constatar que divergieron solo en relation a la Iglesia cat/slice. Los primeros idtentaron it lo mss lejos que se pudiera para evitar la confrontacien con la Iglesia y seguir con la esperanza de fundar todavIa una modernidad con y no en contra de la Iglesia catolice romans. Esto fue muy claro en el proceso constitucional de la reforma liberal mexicana. La constitucien de 1857 aunque quite los privilegios corporativistas del clero, conserve al catolicismo como religion de Estado, admitie la tolerancia religiose pero rechazo la libertad de cultos. Aim en 1857 la puerta seguia abierta para articular el catolicismo a la modernidad liberal. El rechazo violento de Ia Iglesia a esta propuesta moderada Ileve a la radicalizacien del liberalismo y a la confronted& definitiva y tragica expresada por las Leyes de Reforma (1859) que secularizaron definitivamente al pais. Separadon Iglesia-Estado, registro civil, libertad de culto y educacien laica, son algunos de los aspectos de una modernidad politica que abrio el espacio social a los principios religiosos de la modernidad. Por esta puerta juridica abierta por primera vez, el protestantismo aparecie en America Latina vinculado a un proyecto de reforma politica y
12 Cf. intervention de Ortega y Medina en Dos revoluciontA Mexico v Estado, Unidos, MExico, Jus, 1976, p. 168-175.
73
econ6mica bajo las modalidades de reforms religiosa. Muchos fueron los liberates radicales que vicron en el protestantismo un eventual modo de fundar una modernidad religiosa affn con la modernidad politica y economics. En Argentina, Domingo F. Sarmiento (1811-1888) concebia al protestantismo wino un instrumento de In civilizaciern en contra de la barbarie del ntuado rural corporativista y del catolicismo. En Brasil, Aurelian C. Tavares Bastes (18391875) imaginaba que el protestantismo debfa necesariameate acompafiar los cambios econOmicos y politicos que se esperaban. En Mexico, el liberal y espiritista Jose Marfa Vigil (1829-1909) lo exprese daramente cuando "splaudia sin reserva" la difusien de la sociedades protestantes, porque solo una reforms religiosa podia permitir, a su juicio, que terminase "una crisis harto peligrosa debido a la oposicion entre una sociedad retrograda y monirquica en la leesin y una sociedad progresista y liberal en la plaza pfiblica". El protestantismo pars estos liberates constituia un amino meclio para armonizar estas dos tendencias antagenicas, ya que conics el mismo Vigil decia: "en el siglo XIX, ni el culto a Huitzilopochtli, ni el cristianismo sentiarabigo de Felipe II pueden satisfacer las necesidades morales de un pueblo republican que aspira a ocupar un lugar en la moderns civilizaci6a".13 Aunque una gran mayorfa de liberates apoyaban al protestantismo esperando coat° el propio Juarez que ensefiara a los indlgenas a leer en lugar de encender velas— , muchos siguieron softando con un catolicismo liberal mss affn con la cultura y los valores heredados. Asf, otro escritor liberal mexicano, el indigena Ignacio M. Altamirano (1834-1893), en su ensayo intitulado Navidad en las montasias, imaginaba la fuerza que generarfa la alianza del cura ilustrado ckseoso de levantar la cultura de su pueblo con el maestro republican portavoz de los derechos universales del hombre y del ciudadano. Pese a todo, las sociedades protestantes se dilindieron entre miaortas sociales en transicien y sirvieron para reforzar la cultura poll-
13 Math Vigil, Jose. "Catolicismo y protestantismo" en El Porvenir, Mexico, 23 de noviembre de 1875, p. 1.
\
74
tics del liberalismo radical, sin poder it mss ally de la geograffa minoritaria de este mismo liberalismo radical. Fracasaron como el mismo liberalism° radical en su intent() de llevar la reforma liberal a Ins masas. Por cleft°, los liberates en el poder jamas adoptaron el protestantismo para dos misrnos: Lo vieron como un instrumento pars educar a las masas o para cambiar su religi6n, pero no como un element° decisivo de la modemidad cultural a la cual aspiraban. La cosisecuencia de esta actitud fue que ninguna sociedad civil suficiententente fuerte pudo existir. Sin un solidi espacio de pluralismo religioso y cultural aut6nomo, la construcciOn de instituciones democraticas flexibles y duraderas no se llevo a cabo. De esta forma, el liberalismo radicalizado no consigui6 apoyar su reforms polftica mediante una reform religiosa y menos a traves del protestantismo. El catolicismo se volvie combativamente antimoderno, rechazando toda tentativa que implicara sacarlo de sus sacristias a la plaza pOblica. El protestantismo qued6 atrapado entre las minorfas Literates sin poder alcanzar a las masas y aquellas quedaron analfabetas. Mientras tanto el liberalismo pas6 de la edad metafisica a la edad positiva, tal como to deseaban los discfpulos latinoamericanos de Auguste Comte. Como la modernidad no habia podido fundarse en la religion, esta tenfa que encontrar su raz6n de ser en la cicada y los "cientfficos" iban a ser los nuevos ap6stoles del progreso de los pueblos. Frente al liberalismo radical que pensaba fundar to modernidad democratica desde abajo, en el cambio espiritual y moral15 del sujeto social, los cientificos pensaban que habfa que fundar esta modernidad desde arriba, aplicando las leyes del progreso, de las cuales se beneficiarfan despues las masas. Sin reforma religiosa de fondo, la distancia entre la modernidad economics impuesta por las elites y los valores que segufan atrapados en una cultura reli-
14 Sabre el lazo entre protestantismo y liberalismo radical en Mexico ver Bastian, Jean-Pierre. Los disidenses, sociedades protessanies y sevokwien en MErico, 1872-1911, Mexico, PCE, 1989. 15 En esta linea pensaba tambien el krausista espahol Jose Sanz del Rfo y sus discipulas como Castelar, que tuvieron mucha influencia sabre los liberates radicales latisoamericanos. Sabre este tema ver Gil Cremades, Juan Jose. Krausistas y amok°, Madrid, Dossat, 1981.
75
giosa profundamente antimoderna, se increment6. El desgarramiento lejos de ser resueko se ahondO, Ia distancia trigica entre los signs de Ia modernidad econOmica que se difundian a gran escala y el ser profundo de una cultura latinoamericana que segufa dominada por las ideas de la Contrarreforma o por lo que podriamos Ilamar una modernidad catOlica — cuyo simbolo fue el regimen de Gabriel Garcia Moreno (1863-1875) en Ecuador, la Rep6blica del Sagrado Corazen de Jes6s—, permanecieron.
Conclusion El dilema planteado desde el siglo XVI por la entrada forzada de America Latina a la modernidad catOlica contrarreformista, que culmin6 en el siglo XIX con la confrontacion brutal de los valores religiosos latinoamericanos con una modernidad importada, ha seguido intacto durante el siglo XX. Numerosos escritores latinoamericanos han sefialado can realidad en sus dos vertientes: popular y cuka. Para la primera permitanme citar a Vargas Llosa, quien observara que: "sobre el latinoamericano pesa, como una lapida, una vieja tradicion que lo neva a esperarlo todo de una persona, institucion o mito, poderoso y superior, ante el que abdica su responsabilidad civil. Este vieja ftmcion dominadora la cumplieron en el pasado los birbaros emperadores y los dioses incas, mayas o aztecas y mis tarde, el monarca espariol o la Iglesia virreinal y los caudillos carismiticos y sangrientos del siglo XIX. Hoy, quien lo cumpte es el Estado. Esos estados a quienes los humildes campesinos de los Andes Hanna 'el senor gobierno', formula inequivocamente colonial, cuya estructura, tame& y relacion con la sociedad civil me parece ser la cause primordial de nuestro subdesarrollo economic° y del desfase que existe poutica„ .16 entre el y nuestra modernizacien Para la segunda es Paz quien subraya lo que podriamos Ilamar "Mut modernidad paradojica", que se refleja en la actitud de los mis-
16 Varps Lion, Mario. "Entre la libertad y el miedo" en Vuelta, Mexico, 147, febrero de 1969, p. IS.
76
mos intelectuales. Dice Paz: "las ideas son de hoy, las actitudes de ayer. Sus abuelos juraban en nombre de Santo Tomas, ellos en cl nombre de Marx, Pero para unos y otros, la razOn es un arma al servicio de una Verdad con may6scula. La mision del intelectual es defenderla. Tienen una idea polemica y combatiente de la cultura y del pensantiento: son cruzados. Asf se ha perpetuado en nuestras tierras una tradicien intelectual poco respetuosa de la opinion ajena que prefiere las ideas a la realidad y los sistemas intelectuales a Ia critica de los sistemas".17 En fin, to que tanto Vargas Llosa como Paz tratan de decir es que para veneer estas mentalidades del rodeo, de la mediacion necesaria fundada en la tradicion religiose del culto de las imagenes, y pasar de la defense inquisitorial de una verdad precritica a un pensamiento critic°, una reforma del catolicismo serfa necesaria para Hever a cabo una reforma fundamental de las mentalidades populares y los comportamientos intelectuales. Para que tal cambio pueda operarse, el protestantismo no puede servir de vehiculo, ya que nunca dej6 de ser visto como un cuerpo extraiio en una cultura que se le ha escapedo desde el siglo XVI. Sin embargo, el progreso y la modernidad de America Latina, pare que puedan reconciliarse con su tradicien religiose, tienen que pasar por una reforma cat6lica que conduzca a nuevas formes de catolicismos tal como la Reforma del siglo XVI pudo Hever indirectamente al protestantismo. Pero el catolicismo contemporineo — casi cuatro siglos desputs — no puede hacer la economia de la modernidad religiose protestante. Si quiere ser un agente positivo y no un freno a la modernidad, tendra que plantearse algunos parametros desarrollados por el protestantismo como los siguientes: en lugar de imagenes, la Biblia que ensena a leer; en lugar de la mediacion, la autonomfa del sujeto religioso; en lugar del dogma de la tradici6n, la libre crftica teologica y biblica. Octavio Paz no ha afirmado otra coca cuando hace algunos altos escribiera: "es necesario regresar a Montesquieu, tanto en to que to-
17 Paz, Octavio. El peregrino en su park; histotia y politico de Mdrico, Mexico, FCE, 1967, p. 466.
77
ca en la esfera de la vida privada como a la de la vide pablica, quiero dear, conocer y reconocer los Mikes de cada uno, las mios y los de nil vecino. De ahi que la reforms politica sea inseparable de la reforma intelectual y moral. Esto anieamente puede realizarse por una accion interior e interpersonal, una enmienda, una conversion. Por eso me atrevo a deck que la reforma moral es, o deberia ser, la tarea de la nueva generackm de intelectuales". 18 El discurso de Paz dicta mucho de ser novedoso. Se podria incluso deck que desde las independencias esta lase de aseveraciones es recurrence. Asi, muy al principio del siglo XIX, el precursor liberal argentine Mariano Moreno (1778-1811) excLantaba: "si los pueblos no se ilustran, si no vulgarizan sus derechos, si cads hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe sera tal vez nuestra suede mudar de dramas sin destruir la tirania". De esta manera, Paz al hablar de conversion, de enmienda y de reforma moral, no esta diciendo otra cosa que AmOrica Latina necesita miles de intelectuales como Comenio para implemeeptar una reforma intelectual y moral, que permita al continence reconciliar sus valores con la modernidad y fundar asi una modernidad latinoamericana que no sea mera copia de otras, como las que fascinaron a las elites gobernantes decimonemicas. Solo entonces el desgarramiento del hombre latinoamericano podria ser sustituido por la plenitud de una raza meatiza reconciliada consigo misma, fun dada en una cukura catelica renovada, reformada y pluralists.
■
LS Octavio Pas, op. cit., 1987, p. 409. 19 Otatio pee Mod Mariebal en Cleary lases de la hissoria insclecusal latinownesicana, 1810-1970, Madrid, 1978, p.34.
78
DE LO MUSICAL EN LA EPOCA DE COMENIO
RamOn Mier Garcia La vida de Juan Amos Comenio (1592-1670) transcurre en una epoca de reordenamiento socio-economic° que afecta todas las facetas espirituales y culturaks de la vida humana, epoca en la que se instauran y manifiestan nuevis concepciones y saberes acerca del universo, del hombre y de la naturaleza; el siglo XVII se expresa en la convergencia de crisis y despliegues de la conciencia, de las sensibilidades, del pensamiento. La m6sica, como campo cultural, a su vez manifiesta el proceso general de transformaciOn de la sociedad. En las atmitsferas musicales especificas de esta epoca, me interesa destacar *gums rasgos que atafien a la vision que Comenio tenia sobre la educaciOn musical, ad como de la peculiar dimension de lo musical en este momento.
El legado cultural y musical en Comenio A principios del siglo XV, Jenitejn i contribuy6 al desarrollo de los sentimientos y anhelos nacionales en Bohemia: La pasiOn de Jesucristo, ineluida en el cantoral husita de Jistebnicz fue la primera pasion escrita en lengua vernacula. Juan Huse entre sus actividades tambien desarroll6 la creaci6n musical y en particular dio al canto un interns
1 Das Fischer Ladcon, pp. 297 2 Juan Hus naci6 entre los altos 1369 y 1372, muri6 en la hoguera en 1415.
79
relevante, similar al que Lutero le conferirfa postcriormcnte en los tiempos de la refornsa alemana. Las congregaciones husitas entonaban Keo kit bozi bojovnIci (Vosotros que sins los con:bailouts de Dios), como uno de los cantos preferidos de aquella epoca; posteriormente algunas de estas melodfas fueron incluso asimiladas por la reforma religiosa alemana. La misica husita form6 parte del contenido de los cancioneros de los Hermanos Bokemios que en el siglo XVI y principios del XVII circulaban junto con publications con las que se fortalecia el espiritu de identidad y de lucha populares. Por su parte Comenio, a la vez que continue los senderos musicales iniciados por Blahoslav,3 hizo suya la rica tradici6n cultural theca; gracias a investigations relativamente recientes, Comenio se revela como te6rico y educador musical, asf como compositor y recopilador de himnos preocupado por la educacion est6tica y de la sensibilidad.4 Juan Amos Comenio nace en el seno de la Unitas Framan la cual surge en una de las traditions del husismo; en Este, tuvq una importante presencia la musica, asf como el cultivo de la lengua materna, de las artesanfas locales y otros saberes tradicionales en general que Comenio integr6 en el curso de su vida5 y de su obra. Al concebir un magno proyecto para el mejor destino del hombre al abordar en forma integrada todos los temas relacionados con el pensamiento y la education universales desde una perspective humanistica, no po-
dfa escapar a su aguda observacion la importancia de Ia musica en la educaci6n que contribuye, ademis, a formar la identidad cultural. Settari nos hace notar que Comenio se propOnia alcanzar en todos los niveles de escolaridad un estrecho contacto con la musics y el 6 canto a la vez que tambitn profundizaba en la importancia psico-social de la masica en todas las actividades humanas: "LDe d6nde proviene la duktura que todos encuentran en el canto y en la musica? Las madres placentertunente tranquili7an y arrullan a su Wino con el canto, los viajeros y campesinos en las visas asf como los navegantes en sus navfos y las mujeres cuando tejen y cosen, disipan, todos, la soledad de su mente y haven mks llevadero su trabajo con las dulces melodias que entonan..." Comenio, al transformar su legado musical en pensamiento educativo, nos dice: "Musica componit nobs melodias quibus verba aptat, ague ita cantat vel voce solo, vet concentu, vel instrumentis musicis" ("La nitsica compone melodias con notas, a las que pone letra, y asf canta a una voz, o en coro, o con instrumentos musicos") 8. Esta breve cita nos permite apreciar el profundo conocimiento que Comenio tenia acerca de la mUsica y, asimismo, nos describe algunos aspectos de las pr4cticas de lo musical en su tiempo: el manejo de la notation o escritura musical, de la poesfa en conjuncion con la musica, de la forma de cantar sea como solista o como conjunto coral o bien realizindola por medio de conjuntos instrumentales.
La =dam en los proyectos de las reformas religiosas
3 No es casual que Jan Blahoslav (1523-1571), primer dirigente de los hermanos rnoravos (oars conocido, entre otras cosas, por sus pricticas y conocisnientos musicales. 4 Al respecto puede verse C:aplcovi, D. "Comenius on emotional education", en Paedagogicu Historica, XXIV, Basica, 1984; Uzdil, J. "Comenius, a great initiator of esthetic education"; Settari 0. "John Amos Commit°, Musicologist, pedagogue and Hymnographer", en Homage so 1. A. Comeruus, Univerzita Karlova, Praha, 1991. 5 Adam Welt°, Michna Z Otradovic (1600-1676) y Heinrich Schutz, musicos coatemponiaeos de Comenio, desarrollaron en forma definitive y similar Ia musics barroca en sus respectivos paises. De Adam Viclay Michna se han conserved° adgunas de sus obras como Is Mims Sancti Wencedai edited/1 por Musics Antique Bohemica, Ed. Dr. Jan Racek —Panama Praha 1966, Stiftni Hudebni Vrilavatelstvi — Export, Artie, Prague.
80
, "119111'"
En los siglos XVI y XVII se estableci6 un fuerte contraste entre el espiritu popular y el gusto que se cultivaba en la residencia de la cor-
6 Estos planteamientos pueden ampliarse en Settari, Olga. "La education en Ia casuals de la infancia", (mecano s/f) 7 Del prefacio al Libro de leinsnos de Comenio, publicado en Amsterdam en 1659, que contiene Los resultados de largos ahos de su trabajo sistem5tico comp musicslogo, recopilador musical y compositor. En d sistema comeniano, el primer gran period° formative del hombre comprendfa desde la escuela de la infancia hasta la mad urez del individuo visualizada hacia los veinticuatro atios de edad. 8 La traducciOn de las cites tomadas del original Latino para este articulo es debida
81
to imperial en Praga; esta ciudad constituy6 un espacio social, politico y cultural en el que la Contrarreforma cre6 un centro de atraccien musical con ctlebres mtisicos europeos, procedentes en su mayor parte de Italia, pais del que ententes 9 irradiaba la influencia que eclipsaba la vida musical europea. Bajo tales conditions sociales y politico-religiosas, se perfilaba la presencia de dos sensibilidades que se encontrarin presentes en el centro del drama ocasionado por las rupturas ideologicas y sociales que irremediablemente se desarrollaran en esa epoca. El proyecto de Ia unidad de las iglesias cristianas sufri6 una fuerte conmociOn, una dilatation que condujo a muy profundas transformaciones. Martin Lutero (1483-1546) en Alemania, es uno de los que logra institucionalizar los movimientos de reformas protestantes que se suc,edian desde siglos atras y proyectarlos continentalmente. En reladon al campo de lo musical, interesa destacar el reconocido taknto musical de Lutero, para quien la musica tuvo una importancia capital: parte de su forniacien basica la realith cantando en coros infantiles, liege a desarroliar en su madurez una buena voi de tenor, ademis de ejecutar refinadamente el laud; efectuaba, asimismo, labores de recopilador musical y se le atribuyen numerosas composiclones musicales. De todo esto, lo mss importune fue su cualidad dittica socializadora ya que privilegia el canto coral c,omunitario, con cuya practica obtuvo un efecto arrollador que consolid6 el
a la valiosa colaboracion del Dr. Alberto Hernandez Medina del Centro de Estudios Educativos, A. C. 9 Entre algunos de los acontecimientos musicales relevances del siglo XVII, se pueden mencionar los siguientes: 1602, se editan los den conciertos eciesideticos de Viadana; 1607, El Orfeo de Monteverdi; 1619, de Praetorius aparece el Syntagma musicum ammo; 1628, dc Giustiniani se edits el Discurso sobre la ingsica de su tiempo; 1635, aparecen las Fiori musicak de Frescobaldi; 1638, aparece el VIII Libro de madrigales de Monteverdi; 1643, La coronacidn de Fopea de Monteverdi; 1650, de Carissimi, lephte; 1672, muere H. Schutz; 1676, muere Adam \tacky Michna Z Otradovic. 10 El coral es tun forma musical que results accesible pars la mayor parte de los individuos,tasto Hunks como ntelddicamente; su adecuseifin arni6nica a metro votes (soprano, alto, tenor y bajo) permits que toda la comainidad cants; cads individuo cost eta formed& musical basica puede °scowl Is tesiturs vocal qua k correspoede y puede canter sin fonamientos, pero el hecho mds importance
82
espkitu religioso de quienes coincidian con sus ideas: el mensaje luterano fue dirigido simWt(meamente al pensamiento, a la sensibilidad y a la religiosidad de los hombres. Lutero mismo expresa en la carts que dirige al distinguido music° Senfl: "desde el punto de vista twit:vie°, ningfin arte puede alcanzar` el nivel de la musica" y continua, "es absolutamente necesario prestar cuidado a la musica dentro de la escuela. Es precise que el maestro de escuela sepa cantar, de no ser asi, le consider° una nulidad. La musica es un don sublime 11 que nos ha sido otorgado por Dios, semejante a la teologia". La midi% luterana fortaleci6 la creatividad musical y, por ende, reforz6 la atencion dirigida a la funciOn formativa de la musica como instrumento educativo para ser aplicado en la escuela, aspecto afin a Comenio; sin embargo, no todos los reformadores coincidieron plenamente con Lutero; Calvin() no obstante haber sido tambien un buen conocedor de la ngtska, prefiri6 evitar: "los peligros de Ia musica quo pueden ilevar a la condena del alma de no ponerse dicho mundo al servicio exchmivo de la fe". Algfut observador y conocedor de los dirtersos matices de temperamento que se daban entre las diversas comunidades religiosas en relacien a la musica las definio de la siguiente manera: "el cat6lico eh la iglesia no canta, escucha; el calvinista cants, sin escuchar; el luterano en cambio, canta escuchando y cantando escucha". En esta ultima actitud, se percibe daramente la importancia que alcanz6 la musica en el luteranismo. En la Contrarreforma, las cocas siguen su propio curso, es decir, la sensibilidad y el use de la mOsica fueron normados fundamentalmente por los trabajos realizados durante dieciocho altos por el Con-
consiste en que cada participante, cuando canta, se encuentra identificado con el encanto de acciones individuales que al cantar en grupo se convierten en colectivas, delineando asi use utdpica y armoniosa representation de lo social. 11 Fubini, Enrico. La essitica musical desde la Antigkedad hasta el siglo XX. pp 154 ss. 12 La Inglaterra isabelina fue apoca de oro para la music& yen general para las arses; sin embargo, al inicio del periods) de los Estuardo y de Cromwell, hacia 1641, se mandest6 desde el circuit, de influencia puritana una position extremists en contra de las asses que conduy6 con el cierre de tains y la prohibicion de musica en las Wes* se Ileg6 al extremo de &sainr libros, e instrumentos musicales en los que se incheyeron los organs de las igksias.
83
cilio de Trento (1545-1563). El Concilio tuvo el prop6sito de analizar la problematica que brotaba del movimiento protostante, y efectuar los ajustes interns para que la Iglesia romans recuperara su carteter cat6lico, es decir universal, y continuar lievando a cabo la evangelizacion del mundo. El tema de la masica eclesifistica fue tons de discusi6n entre los obispos y padres de la iglesia e involucraba en forma directa a los mfisicos dedicados al oficio de la composicion musical sacra. La grave acusaci6n que se lanzaba en contra de la musica consistia en afirmar que "las elaboradas composiciones vocales e instrumentales glue se escuchaban en la iglesia, usurpaban d lugar debido al ciao"; 3 seg6n esto, la complejidad musical impedla seguir el mensaje biblico y evangelic° gut se &tufa en el entretejido polif6nico. Es por ello que en torn al m6sico romano Giovanni Pierluigi da Palestrinal4 (1525-1594), se construy6 una leyeada que Anna que con su misa Papae Mutat a seis votes compuesta en 1562, superb la prohibicien del Concilio de Trento para escuchar m6sica polif6nica durance el servicio liturgic°. Los compositores .intentaron satisfacer los ordenamientos trentinos y esto les conduit) entre otras cosas a la elaboraciOn de la cantata sacra y del oratorio, y es hacia finales del siglo XVI, que los compositores generan un nuevo impels° para no permanecer supeditados constantemente al lenguaje. La masica instrumental transits entonces hacia nuevos y ricos horizontes. El concepto "mfisica sacra°5 es de curio contrarrefortnista, surge al inicio del siglo XVII y representa un intento para delimitar los nations ladecameos de los estilos musicales evitando asi con scabies en la liturgia. La fundamentacion tomista de caracter mora-
lists-racionalista se sostuvo sin cambios en el contexto de Ia reforma cat6fica interna. La preocupacion educativo-musical, fue tomada y llevada a cabo tambi6n por los jesuitas que alcanzaron una epoca de auge hacia la d6r.ada de 1580 y encauzaron predominantemente la sensibilidad musical hacia fines religiosos. Las dos posiciones de reforma, catOlica y reformadora, desarrollaron con el transcurso del tiempo dos sensibilidades en relation a Ia mfisica: la Iglesia catolica pretendi6 conservar su espacio de poder y hegemonfa mientras que la Iglesia protestante, per su parte, confiri6 una mayor libertad a la contposicien musical, con menos restricciones, situation que algunos compositores utilizaron para impulsar la fluidez contrapuntistica en la elaboration de sus compositions. En el transcurso de los afios la tradition catOlica se lakiza y, paralelamente a Ia rica production musical sacra, en Italia surge la opera y en Francia, la comedia. Por su parte, la tradition protestante profundiza en los temas religiosos y cultnhut en in PasiOn htterima y la cantata, que alranzaran posteriormente too la obra musical de J.S. Bach (1685-1750) a su mayor expose . Wines y stuevas forntas de racionalidad
13 Ver Raynor, H. Una kimono social de la masica. Siglo XXI, Mexico, 1987. 14 Cfr. La MiniCa nella scoria, a cure di Piero Mioli, Caldera'. pp. 173-174. 15 La misica sacra del siglo XVII se dialogue estilaticamente en polifaitica a capella, polik5nica con WO continuo, monodies con bajo continuo o concertante con instnunentoc Puede haber una segunda distineion prActica: littagica, parahtiirgica o extraitorgica. La forma litUrgica abarca pricticamente lodes los estilos e incluye la miss, el salmo y el motets; la tonna paraliturgica o simplemente devotional monodies o concertante es el oratorio, relevance en la difusidn de la fe aunque se encuentre excluido del rito, la forma extralittirgica y mooddica o concertante es la cantata sacra, moral o espiritual. (Cfr. Ibid. p. 221).
De la nueva cosmovisi6a del siglo XVII podemos percibir indicios en lo musical, gee se manifiestan en diversos matices a nivel de las practices musicales (forma& de hacer musics y de ensefiarla) y de los discursos respectivos. Algunas de estas transformations se pueden ejetupleacar con el que se ha denominado bajo cifrado. No es casual, por tanto, que al siglo XVII, se le identifique como el Siglo del bajo cifrado, tecnica de composition y de ejecucion musical que se desarroll6 desde el sigio anterior y que por lo general consiste en la colocacion de una cifra escrita a cada sonido de la melodia del bajo, cifra con la que se representa y sintetiza la estructura arm& nica de cada acorde que posibilita al mfisico-ejecutante un cierto grado de improvisation. Esta indication, efectivamente, solo es una cifra, pero en aquel momento historic° tenfa un sentido casi magic°, cuyo significado era que los mfisicos podian hacer use tambien de paratnetros cuantitativos en la composici6n musical a la manera como se hacfa en otros saberes modernos que expresaban diversos ti-
84
85
--srowerairo-
pos de racionalidad. Racionalidad conectada con el numero, la armonia musical, la astronomia y el cosmos, esto es, con la obra creaDios. da
Misica y utopia social
posee una textura y forma que represents una utopia armonica y ccismica de la sociedad humana: el yo, la otred%ly el continuo intcrcambio con la sociedad, el mundo y el universo.
Musica y nuevas formas de sociedad: el ocaso del madrigal
La crisis social del siglo XVII c,onlleva a pensar, a imaginar nuevas Lomas sociales deseables que a nivel intelectual se expresan en utoplas16 y a nivel popular asumen los rasgos del relato, del cuento Lainbi6n utopico; en suma, a la aspiraciOn de nuevas formas de sociedad. De esto encontramos huefias en el campo musical, cam lenguaje que las mats de las veces llega a considerarse abstracto, pero que en si mismo adquiere concrecion cuando se entiende comp expresi6n proveniente de las resonancias del alma humana, de los espacios de la mss profunda y fins sensibilidad del hombre. Una importante expresiOn de lo anterior es lo que sucede con la forma que se conoce con el nombre de fuga, t6cnica y forma de composicien musical que si bien tiene importantes antecedentes en el periodo anterior a J.S. Bach (1685-1750); con 61 es con quien se da su cuhninacien a partir de una personal recreacion que sintetiza las tradiciones musicales. Se trata de un modelo musical estructurado, concebido con alto scatido geom6trico y de espacialidad cOsmica que, a la vez, expresa una forma de racionalidad propia del inicio de la Enodernidad; en este sentido, la fuga simboliza un alto grado de perfecci6n, de racionalidad sensible o de sensibilidad racional. Sin embargo, sus elementos constitutivos, nos remiten a las nuevas forInas de relacitm social a las que se aspira: consta de un sujeto,1 que expresa el yo; de un contrasujeto, que represents a su vez la otredad; y de un entretejido de voces o contrapunto — deumuisadas voces secundarias porque alga& sombre se les ha de dar que represeatan la atm6sfera social en la que se sostiene el dialog°, la discusi6a, el desarrollo del sujeto contrasujeto y su sociedad. La fuga, en sung,
Otro indicio que interesa senalar es que el siglo XVI se embelesa con el madrigal, forma musical culta, elegante, graciosa, armoniosa, tambien dramatica, que se cultiva en forma privada en la casa del principe, de la nobleza, de los letrados. Por otro lado, el siglo XVII muestra cambios notablemente profundos, ya que la musica empieza a ampliar su campo social: se desplaza hacia las cofradias, las catedrales, los municipios, es decir, la musica se proyecta hacia sectores sociales mss amplios. Asf se explica que en determinado momento el madrigal empieza a caer en desuso, pierde espacio• social, se restringe a los pequellos circulos y hacia 1620, se hace ostensible su franco descenso cuantitativo marcado por una menor produccitin y ejecucien, momento que, es interesante destacarlo, coincide con los inicios de la Guerra de los 30 gios (1618-1648), 9 6poca en la que toda Europa sufre las consecuencias belicas. Las sociedades, al transformar su mentalidad y sus condiciones socio-econ6micas tambi6n cambian sus gustos, hecho que se refleja en sus forms de expresiOn musical.
Misica commica: annonia, concepto de la metaffsica que pasa a la astronomfa, al alma y a la sociedad humana Es evidente que uno de los rasgos de la epoca se expresa en su fuerte conmociOn frente a los cambios provenientes del campo de la cos-
16 Ver La cisidad dd sol de Tomaso Campanella. 17 Termini) a la vez tecnico-musical que nos remite a los elementos que se inte.gran entre a pars conatituir un grupo social.
18 El arte de la Fuga de J.S. Bach es uno de lac intentos m>