Cuentos para Emprendimientos [PDF]

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Zitiervorschau

Lecturas cortas empresariales. Cuentos para emprender: El león sin miedo  

En una lejana sabana africana, andaba perdido un león. Llevaba más de veinte días alejado de su territorio y la sed y el hambre lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz a beber de ellas para así, apaliar su sed y salvar su vida. Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas aguas calmadas. – ¡Vaya! el lago pertenece a otro león – Pensó y aterrorizado, huyó sin llegar a beber. La sed cada vez era mayor y él sabía que de no beber, moriría. A la mañana siguiente, armado de valor, se acercó de nuevo a lago. Igual que el día anterior, volvió a ver su rostro reflejado y de nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber. Y así pasaron los días con el mismo resultado. Por fin, en uno de esos días comprendió que sería el último si no se enfrentaba a su rival. Tomó finalmente la decisión de beber agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó con decisión al lago, nada le importaba ya. Metió la cabeza para beber … y su rival, el temido león ¡desapareció! Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen. No dejes que tu imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni te pierdas en las creaciones y reflejos de tu propia mente. Ya sabes que tus sueños, tus anhelos, están justo detrás de tus miedos y la única forma de vencerlos es enfrentándolos. ¿Qué harás para enfrentarlos? ¿Cuál es el coste real que estás pagando por no enfrentarlos? por no vencerlos? ¿qué es lo peor que te puede pasar si lo haces? Reflexiona y verás que distorsionados están algunos de tus miedos. Ellos son los que no te dejan avanzar, los que te bloquean. Recuerda que “El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños”.

¿Qué valores alimentas? Lucha entre lobos  

  Un anciano Cherokee contaba a su nieto acerca de la lucha que se desarrollaba dentro de sí mismo, y dentro de todo ser humano. Ésta era entre dos lobos… Uno de ellos es de color negro: representa la envidia, aflicción, codicia, arrogancia, resentimiento hacia mí mismo, siente lástima hacia mí, actúa desde la culpabilidad, tiene un fuerte complejo de inferioridad, miente, es orgulloso, falso y su ego no posee límite. El otro es de color blanco: representa la alegría, me ayuda a alcanzar la paz conmigo mismo, su amor es incondicional hacia los demás, actúa desde la esperanza con serenidad, humildad, bondad y benevolencia, demuestra constante empatía, generosidad, compasión y fe. El nieto pensó sobre eso durante un largo minuto, y entonces le preguntó: “¿Qué lobo ganará?” “Aquel al que tú alimentes”. Estoy totalmente convencido que las crisis actuales no tienen como origen de base un problema económico. Creo firmemente que estamos inmersos en una crisis de valores y el desplome económico ha sido la consecuencia de ello. Hay un gran divorcio entre lo que somos y lo que hacemos, dando importancia a unos valores respecto a otros. Valores que en muchas ocasiones nos han sido impuestos por la propia sociedad y nada tienen que ver con nuestra identidad más profunda. Decía Pirké Avat Cuida tus valores porque se convierten en tus pensamientos Cuida tus pensamientos porque se convierten en tus palabras Cuida tus palabras porque se convierten en tus acciones Cuida tus acciones porque se convierten en tus hábitos Cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter Cuida tu carácter porque se convierte en tu destino. Bien, ahora es fácil ver qué valores hemos estado alimentado, viendo el destino en el que estamos. ¿Qué valores hemos estado alimentando estos años atrás? ¿Qué valores representaban nuestras empresas? ¿Cuál de los dos lobos ha ganado? Ahora tengo claro que lobo voy alimentar a partir de ahora ¿Y tú …?

Cuentos para emprendedores: La vieja máquina de escribir.    

En muchas ocasiones, demasiadas tal vez, me encuentro con emprendedores y emprendedoras que tienen muy buenas ideas pero que piensan que el mundo no necesita de sus ideas y por tanto no podrán vivir de su proyecto. ¡¡¡¡ Cuántas buenas ideas se han quedado en el baúl de los recuerdos por esta creencia !!!!. Para todos ellos quiero compartir esta historia. Aunqux mi máquina dx xscribir xs antigua, funciona bastantx bixn, xxcxpto una dx sus txclas. Sin xmbargo, muchas vxcxs mx hubixra gustado qux funcionara pxrfxctamxntx. Xs vxrdad qux cuarxnta y sxis txclas van bastantx bixn, pxro la única qux falla, sx nota considxrablxmxntx. Es posible que pienses que eres como esa letra, que el mundo puedo seguir sin ti …y tendrás razón. De la misma manera, puedes creer que tu idea podrá contribuir, como esa letra, a crear un mundo mejor, ¿y sabes qué? ¡¡¡Qué también tendrás razón ¡!!. Lo creas o no, llevarás razón. Lo que quieras creer depende de ti ¿Qué quieres creer?

Cuentos para emprendedores: El águila y la gallina    

Un campesino se encontró un pollito de águila caído del nido. Lo recogió y decidió criarlo con sus gallinas. Pasaron los meses y el pollito creció, imitando y comportándose en todo como sus nuevas compañeras. Un día, vio como un ave majestuosa sobrevolaba la granja. Maravillado, le preguntó a una de las gallinas quien era ese animal tan espectacular. – Es un águila, le contestaron. Pero deja de perder el tiempo en sueños. Nosotras nunca seremos como ella. Y así prosiguió la vida del águila, que toda su existencia ignoró el potencial que tenía y siguió comportándose como una gallina hasta su último día. Y tú ¿eres águila o gallina? ¿Sabes realmente cuál es todo tu potencial? Si realmente eres águila y no has sacado todo tu potencial ¿te has preguntado alguna vez qué te impide no hacerlo? ¿Te has preguntado cuál es el coste real de seguir viviendo así? El único límite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy

Cuentos para emprender: Los dos halcones    

Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó a uno de sus hombres para que los cuidara. A la mañana siguiente el Rey salió a su balcón y miro al cielo y solo vio a un halcón que volaba y llamo al cuidador para preguntarle que sucedía con el otro, a lo cual el cuidador respondió: – La verdad no sé lo que le pasa a ese halcón, esta sobre una rama y no quiere volar. El rey mandó llamar a varios curanderos y sanadores, pero nadie lograba hacer volar a aquel pequeño animal. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. – ¿Cómo lo han conseguido? Traedme al autor de ese milagro, dijo el rey. Enseguida le presentaron a un sencillo campesino. – ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo lograste? ¿Eres mago, acaso?, preguntó el rey al campesino. Aquel hombre contestó: Alteza, lo único que hice fue cortar la rama sobre la que reposaba. El pájaro no tuvo más remedio que empezar a emplear sus alas y echar a volar. Reflexiona conmigo, (es mejor que esta reflexión la escribas en un papel): ¿A cuántas ramas te sujetas para no echar a volar?¿Quién te ha puesto esas ramas?¿Para qué necesitas esas ramas? Y sobre todo … ¿Quién serías sin esas ramas? Imagínate sin ellas Recuerda que un verdadero pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas. Haz memoria de todos los recursos que tienes antes de lanzarte a emprender (conocimientos, talentos, experiencia, red de contactos, familia, amigos, etc.) Toma conciencia de ello, pues éstas son tus alas. No dejes que nadie te diga que no puedes cumplir tus sueños  

 

Anoche vi la película “En busca de la felicidad”. Toda ella es preciosa. Pero esta escena, concretamente, me parece sublime. Es por ello que quiero compartirla contigo. ¿Cuántas veces te has encontrado en esta situación? Tienes un sueño, una idea, un proyecto, un propósito, ¿qué se yo? Lo compartes con tus personas más cercanas… y zas. Siempre hay alguien que te lo hace añicos. “Rodéate de realistas, hazles caso y será el primer paso a tu infelicidad”. ¿Cuántas buenas ideas se han ido al retrete por esto? Desafortunadamente pertenecemos a una sociedad que penaliza la acción. Le da miedo salirse de los patrones establecidos los cuales protege con garras y dientes. Mira con recelo a las personas emprendedoras a las cuales señala con desprecio.  Pero cuando es alguien cercano, quien no es capaz de ver todo el potencial que llevas dentro, duele… duele y mucho. ¿Pero sabes cuál es la buena noticia?: Todos, absolutamente todos tenemos un talento que nos hace especiales. No importa que otras personas no sean capaces de verlo, lo tenemos. Y tampoco debemos culparles por ello, pues es nuestra responsabilidad trasmitir lo valiosos que somos. ¿Cómo culpar a otros, si en numerosas ocasiones somos nosotros mismos los que no creemos en nuestras propias posibilidades? ¿Pero sabes lo importante de todo? Es en este talento, en el que debes de apoyarte para hacer realidad tus sueños. ¿Cuál es tu talento? ¿Y tus sueños? Descúbrelos, es un viaje apasionante, de verdad. Y, sobre todo, no dejes que nadie te diga que no puedes cumplirlos. Aprende como, lucha por ello, paga el precio, y hazlo. Si das tu 100% los conseguirás, estoy seguro de ello.  Sólo así, como Chris Gardner (Will Smith), encontraras la verdadera felicidad. Aquí te dejo el vídeo

Lo importante de fijar bien nuestros objetivos  

Hallándose Alicia perdida se encontró con el gato de Cheshire. – Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, ¿qué camino debo seguir para salir de aquí? – Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – contestó el gato. – No me importa mucho el sitio …- dijo Alicia. – Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el gato. – … siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia como explicación. – ¿Oh, siempre llegarás a alguna parte – aseguró el gato -, si caminas lo suficiente? ¿Sabes dónde quieres ir? ¿Lo qué estás haciendo hoy te acerca a dónde quieres estar mañana? Todos debemos tener una misión, un objetivo por el cual merezca la pena levantarnos cada mañana. ¿Para qué te levantas tú? ¿Te lo has planteado? Puede ser un objetivo personal, puede ser profesional, puede ser de emprendimiento, no lo sé. Pero tenlo. Es importante tenerlo bien definido y si es por escrito mejor. ¿Sabías que tenemos más de 60.000 pensamientos al día? Casi tantos como segundos. Escribir nuestro objetivo, es decir a nuestro cerebro cual, entre todos los pensamientos del día, es el importante. Es ayudarle a poner foco y energías sobre éste. Además, y esta es una opinión muy personal, tu objetivo debe de estar alineado con tus valores. Créeme, te ayudará a no entrar en conflicto con tu YO INTERIOR cada vez que tengas que tomar decisiones. Sabido esto, cada vez que te encuentres con un gato de Cheshire, sólo tendrás que recordar tu objetivo, consultar con tu corazón (pues es allí donde residen tus más profundos valores) y decidir por ti mism@ que camino quieres seguir. Porque como dijo el gato de Cheshire: si caminas lo suficiente siempre llegarás alguna parte, pero… ¿Es dónde quieres llegar?  Tiene sentido ¿verdad? Recuerda: No hay viento favorable para quien no sabe para dónde va.

7 historias para vivir con más productividad

En el blog hablo frecuentemente de productividad personal y profesional. Muchos piensan que se trata de un tema aburrido que habla sólo de métodos y de sistemas de organización formalizados, pero en realidad las herramientas más importantes para gestionar la propia vida de una forma más satisfactoria suelen ser dos sencillas preguntas: ¿Qué debería estar haciendo ahora? ¿Necesito realmente esto en mi vida? ¿No tienes la sensación a veces de que el trabajo no te cunde y que por mucho que te esfuerzas no pareces ir en la dirección que quieres? Como en la viñeta, tal vez intentar sacarle más punta sea incluso contraproducente. Una gestión eficiente de la vida cotidiana tiene más que ver con dejar de hacer y de perseguir lo que NO queremos que con organizarnos mejor para conseguirlo. Os presento siete historias ya «clásicas» en Yoriento que intentan responder a siete preguntas facilitadoras de la planificación que tienen que ver con factores o variables fundamentales relacionados con la productividad: 1) Tus intereses personales y profesionales; 2) El desarrollo de hábitos; 3) El conocimiento de tu mercado de trabajo; 4) La toma de decisiones; 5) La priorización entre los proyectos y opciones posibles; 6) La evaluación de la propia motivación; y 7) La actitud de mejora continua. Si te apetece, coméntanos cuál de estos relatos te ha parecido más productivo y aplicable en tu caso. 7 historias para la productividad personal

PREGUNTA 1. ¿Cuáles son mis verdaderos INTERESES? ¿Estoy preparado para vivir con simplicidad, o me complico la vida con planes y objetivos innecesarios y artificiosos? El Rey Pirro y el filósofo.  Un filósofo cínico vivió largo tiempo en la Corte del rey Pirro. Pirro, que era un conquistador, una especie de Alejandro de los persas, estaba constantemente haciendo planes de invasión y de conquista. Un día llegó donde el filósofo, quién se encontraba tumbado a la sombra de un árbol en el jardín del palacio, y le dijo: - “He hecho un plan y mañana mismo salgo con mi ejército. Vamos a cruzar el estrecho y a conquistar toda Grecia, todo el Peloponeso”. A lo cual respondió el filósofo -“Muy bien. ¿y después qué?”. -“Después continuaremos adelante, hacia Italia”, respondió Pirro. - «¿Y después?”, interrogó nuevamente su interlocutor. -“Pues seguiremos y procuraremos llegar hasta el final del mundo”. -“Bueno, muy bien, ¿y después?”. – “Bueno, ya después habré conquistado todo “¿Y entonces qué?”, volvió a preguntar Y dijo Pirro: -“Entonces podré descansar”.

el el

mundo”. filósofo.

Ante lo cual el filósofo concluyó - “Bueno, si de lo que se trata es de descansar, por qué no te sientas aquí conmigo bajo este árbol y empezamos directamente, sin tanto trajín”. PREGUNTA 2. ¿Me he propuesto desarrollar unos HÁBITOS cotidianos productivos y satisfactorios en mi vida personal y profesional, o voy a dejar que el día a día me lleve? Cuento de la afiladora de lápices.  Una mujer decidió un día que su deseo más ferviente era convertirse en escritora. Salió temprano de su casa y compró 5000 lápices y un brillante sacapuntas. Desde ese momento la familia debería hablar susurrando y andar de puntillas por la casa para no molestar a su novelista preferida. Esa misma tarde se sentó en su escritorio, cogió del cesto uno de los lápices, lo afiló esmeradamente con el lustroso sacapuntas y se dispuso ufana a escribir su libro. Pasaron las horas y mientras esperaba la inspiración afiló con dedicación muchos otros lápices con el reluciente sacapuntas. Al final del día no había

redactado una sola palabra. Todas las mañanas afilaba sus lápices y se preparaba para cumplir su sueño de escribir un libro. Un día se dio cuenta de que jamás lograría empezarlo y terminó de afilar con deleite y perfección el resto de los lápices que le quedaban con el radiante sacapuntas. Y así, sin quererlo, se convirtió en la campeona del mundo afilando lápices, en la más experta afiladora de la Tierra. PREGUNTA 3. ¿Conozco bien las REGLAS de búsqueda de trabajo y desarrollo de la carrera profesional que funcionan en el mercado de trabajo que me interesa? Historia del pastor y el científico. Un científico se trasladaba de viaje en un tren de Madrid a Asturias. En el compartimento se encontraba una segunda persona, pastor de ovejas que iba a visitar a su abuela enferma. El científico aburrido le comenta al pastor: Buen hombre, este viaje se me está haciendo un poco aburrido. ¿Querría usted participar en un juego de apuestas? Usted dirá – le dice el pastor. Yo le hago una pregunta, y si usted no la responde me de mil pesetas. Luego usted hace lo propio, y si yo no la respondo le doy las correspondientes mil pesetas. ¿Le parece? El pastor le contesta: Mire, soy una persona de pueblo y no muy culta y usted se le ve que es una persona inteligente y de ciudad. Estaría en desventaja. El científico le dice: Está bien haremos otra cosa. Yo le hago una pregunta, y si usted no la responde me da mil pesetas. Luego usted hace lo propio, y si yo no la respondo le doy 20.000 pesetas. ¿Le parece? Eso está mejor- dice el pastor. Comienza el científico: ¿Cuál es la combinación química del acero compuesto? El pastor rápidamente mete la mano en su bolsillo y le entrega las mil pesetas. Turno del pastor: ¿Cuál es el animal que camina con tres patas, pero que corre con dos? Tras unos minutos de larga espera y pensar el científico, se saca las 20.000 pesetas y se las da al pastor. El científico pregunta: ¿Y cuál es dichoso animalito? El pastor introduce su mano en el bolsillo y le da las mil pesetas. PREGUNTA 4. ¿Actuaré con determinación y DECISIÓN para obtener nuevas experiencias y oportunidades, o me mantendré en terreno conocido para no cometer errores y evitar asumir riesgos? Historia del ratón indeciso. Un ratón entró de noche en una tienda. Olía todas las cosas buenas que había allí dentro: la mantequilla, el queso, el tocino, el chocolate, el pan…Así que se levantó sobre las patas traseras estirando el hocico y soltando un silbido de alegría. Pero, ¿con qué debería empezar primero? Le iba a hincar el diente a un paquete de mantequilla cuando desde

algún lado le llegó el aroma riquísimo a tocino y desde otro lado el olor irresistible del queso. A punto de empezar a devorar el queso le invadieron las fragancias del chorizo, y luego las de las zanahorias frescas. Iba a echarle el diente a las naranjas zanahorias cuando desde algún lado le llegó el aroma de las nueces, y desde otro lado volvió a oler tan rico a mantequilla. El pobre ratón corría de un lado a otro, sabía y no sabía lo que tenía que comer primero. Y de repente se hizo de día. La gente entró en la tienda y echaron de allí al ratón. Y éste les contó después a los otros ratones: “Nunca jamás volveré a esa tienda. ¡Cuando quieres empezar a comer te echan fuera ¡” PREGUNTA 5. ¿Soy capaz de PRIORIZAR los proyectos y las acciones importantes y dedicarles suficiente tiempo y energía? Metáfora de las piedras. Un experto en gestión de empresas quiso sorprender a los participantes de su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó: – ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco? Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: - ¿Está lleno? Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió: - ¿Está lleno? Esta vez los oyentes dudaron: - Tal vez no.- ¡Bien! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. - ¿Está bien lleno? preguntó de nuevo. - ¡No!, exclamaron los asistentes. Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba. -Bueno, ¿qué hemos demostrado?, preguntó. Un alumno respondió: – Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas. - ¡No!, concluyó el experto: Lo que esta lección nos enseña es que, si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después.

PREGUNTA 6. ¿Mi MOTIVACIÓN es suficiente para acometer los objetivos que me he propuesto? Historia del pianista y la anfitriona. Un pianista famoso daba un recital en una fiesta. La anfitriona le dijo: Haría lo que fuera por tocar como usted. El pianista la miro pensativo y replicó: no, no haría lo que fuera. La anfitriona avergonzada frente a sus invitados dijo: sí, haría cualquier cosa. El pianista negó con la cabeza: le fascinaría tocar como yo en este momento, pero no estaría dispuesta a practicar ocho horas diarias al día durante los próximos 20 años para alcanzar este dominio. PREGUNTA 7. ¿Podría estar haciéndolo mejor, tal vez debería hacer AUTOEVALUACIÓN de forma más frecuente? El leñador tenaz. Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel. El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles. -Te felicito -le dijo el capataz-. Sigue así. Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó bien temprano. A la mañana siguiente, se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más de quince árboles. -Debo estar cansado -pensó. Y decidió acostarse con la puesta de sol. Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol. Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento. El capataz le preguntó: - ¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez? -Afilar, no he tenido tiempo para afilar. He estado demasiado ocupado talando árboles. Lo dicho, ¿cuál de estas 7 preguntas crees que deberías hacerte más a menudo, o te parece más relevante?

https://yoriento.com/2009/09/7-historias-para-iniciar-el-otono-con-productividad616.html/ Las 5 mejores fábulas empresariales 07/12/2017 | 13:20 Compartir:  

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Compartir Para subsistir en el competitivo mundo empresarial resulta muy recomendable aprender las lecciones que se extraen de las fábulas. Aquí están mis cinco preferidas. Matar la vaca Un viejo maestro quería enseñar a un joven discípulo que una vida llena de conformismo y mediocridad coarta nuestro desarrollo. Fueron a visitar el pueblo más pobre de la comarca, y dentro de él buscaron la casa más humilde. En ella malvivían el padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos. La familia contaba con una sola posesión que para ellos era muy preciada. Una vaca... una flacucha y escuálida vaca que con su escasa leche permitía a la familia sobrevivir. Maestro y discípulo pasaron la noche en aquella casa, pero antes del amanecer el maestro se levantó y degolló a la pobre vaca. "¿Qué has hecho maestro? ¿Cómo has podido dejar a esta familia en la ruina total y sin la única posesión que tenían?", preguntó el joven. Un año más tarde, los dos hombres volvieron a aquel pueblo para ver qué había ocurrido con la familia. Buscaron en vano la humilde vivienda, porque donde antes se encontraba la ruinosa casucha ahora se levantaba una casa grande y suntuosa. Y ante su sorpresa vieron salir de la casona al mismo hombre que un año antes les había dado posada. Su aspecto era impecable. Le saludaron y el hombre -que ignoraba que el maestro y el joven eran los responsables de la muerte de la vaca- les contó que algún maleante había degollado al animal, y que para no morirse de hambre se habían puesto a sembrar. Decidimos limpiar la parte de atrás de la casucha -les dijo- y allí sembramos hortalizas y legumbres. Como la improvisada granja producía más de lo que necesitábamos para nuestro sustento, comenzamos a vender vegetales a los vecinos, y con esa ganancia compramos más semillas. El joven, que escuchaba atónito la increíble historia, entendió finalmente la lección que su maestro quería enseñarle. La vaca simboliza todo aquello que nos mantiene atados a la mediocridad. Las vacas más comunes son las

excusas, que sirven para eludir nuestras responsabilidades y para justificar nuestra acomodada posición buscando culpables fuera de nosotros. El perrito, la pantera y el mono Un señor va de cacería a África y lleva con él a su perrito. Un día, el perro se aleja del grupo y se extravía por la selva. En eso, ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda carrera. Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué puede hacer. Está en eso, cuando ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos. Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: "¡Ahhh, qué rica pantera me acabo de comer!". La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: ¿Quién sabe qué animal es ése? Mejor me voy antes de que me coma. Un mono que estaba en un árbol, oyó y vio la escena... Sin más, salió corriendo tras la pantera para contarle cómo la había engañado el perrito: ¡Cómo serás de tonta... Esos huesos ya estaban ahí! Además... ¡Es sólo un perrito! La pantera, enfurecida, sale corriendo a buscar al perro con el mono montado en el lomo. El perrito ve a lo lejos que viene la pantera con el mono y se da cuenta de que se han percatado del engaño. ¿Y ahora qué hago?, piensa asustado. Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda, como si no los hubiera visto, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito exclama: ¡Este mono maldito, hace media hora le mandé a traerme otra pantera y aún no aparece! La moraleja es que en momentos de crisis, la imaginación es tan importante como el conocimiento, y la audacia vale más que la fuerza. Hay que procurar ser imaginativo como el perro, evitar ser tan crédulo como la pantera y nunca ser tan malo como el mono. El vuelo de los gansos El vuelo de los gansos es el más claro ejemplo de las ventajas de trabajar en equipo. Vuelan formando una V, porque cada pájaro, al batir sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás. Volando en V, el grupo aumenta un 70% su poder de vuelo, comparado a que cada pájaro lo hiciera solo. La unión hace la fuerza. Cada vez que un ganso se sale de la formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se reincorpora al grupo, para beneficiarse del poder del compañero que va delante.

Unidos vencemos, divididos caemos. Cuando un líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Todos debemos estar dispuestos a asumir responsabilidades. Los gansos que van detrás producen un sonido y lo hacen con frecuencia para estimular a los que van delante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento aumenta las fuerzas. Cuando un ganso enferma o cae herido, dos de sus compañeros se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo, y se quedan con él hasta que esté nuevamente en condiciones de volar, o hasta que muere. Si sólo tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos uno al lado del otro, ayudándonos y acompañándonos. El gato y los ratones Un gato estaba persiguiendo dos ratones, pero éstos fueron más rápidos y lograron refugiarse en un pequeño hueco que encontraron. El gato desde fuera esperaba la salida de su alimento. "Miau, miau, miauuu...", decía. Dentro, los ratones murmuraban: "Ojo que ahí está el gato", decía uno al otro. De pronto se oyó el ladrido de un perro: "Guau, guau, guau". Y en ese momento un ratón le dice al otro: "Llegó un perro y seguro que ahuyentó al gato, aprovechemos y corramos hacía la ratonera". Cual no sería la sorpresa de los ratoncitos al ver al gato fuera esperándolos para darse un gran banquete con ellos. En un dos por tres, el gato estiró sus dos patas, abrió las garras y los atrapó. Mientras disfrutaba de su banquete, el gato decía: "Hoy en día, el que no hable al menos dos idiomas se muere de hambre". La hormiga productiva y feliz Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay! no era supervisada.

El abejorro gerente general consideró que eso no era posible, así que se creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida de la hormiga, y también preparó informes. Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras, la hormiga feliz trabajaba y trabajaba. El abejorro gerente estaba encantado con los informes del escarabajo supervisor, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias. Entonces fue necesario contratar una abeja ayudante para el supervisor y fue indispensable un nuevo ordenador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer ahora. El abejorro gerente, entonces, consideró que era momento de tomar medidas. Así crearon el cargo de gerente del área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. El cargo fue para una libélula que alfombró su oficina e hizo comprar un sillón especial. El nuevo gerente necesitó -claro está- un nuevo ordenador, y cuando se tiene más de un ordenador hay que montar una red local. El nuevo gerente pronto necesitó un asistente (que había sido su ayudante en la empresa anterior) para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz. La hormiga ya no tarareaba sus melodías y cada vez estaba más irascible. "Vamos a tener que realizar un estudio de clima laboral", dijo la libélula. Pero un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes. Así que contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe: "Hay demasiada gente en este departamento". Así, el gerente general siguió el consejo del consultor y... despidió a la hormiga productiva y feliz. Moraleja: Si eres hormiga productiva y feliz, no pierdas el tiempo en una organización donde no valoran tu potencial; mejor inicia tu propia empresa. Si eres el abejorro gerente, identifica a las hormigas productivas y felices de tu empresa para ascenderlas y darles oportunidades.

5 lecciones de fábulas para emprendedores Estos relatos breves enseñan a los dueños de negocios a ser perseverantes, trabajar duro, tener los pies en la tierra y cumplir su palabra. Cuando éramos niños, obtuvimos muchos aprendizajes de la vida por medio de fábulas. Pero estos relatos cortos (y milenarios) con animales o cosas como protagonistas también dan lecciones a los adultos, en particular a los emprendedores. Aquí te compartimos las de cinco conocidas fábulas: 1. El león y el ratón

Dormía un león cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. Despertó el león y lo atrapó. A punto de ser devorado, el ratón le pidió que le perdonara, prometiéndole pagarle en el futuro. El león echó a reír y lo dejó marchar. Días después, unos cazadores apresaron al rey de la selva y lo ataron con una cuerda. Al oír el ratón los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre. “Días atrás” - le dijo -, “te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos”. Lección: Nunca menosprecies tu tamaño ni el de los demás. Es probable que como emprendedor, sientas que eres pequeño a comparación de las grandes compañías, y que nada puedes hacer para competir contra ellas u ofrecerles valor. La clave está en satisfacer las necesidades de un mercado y aprovechar las oportunidades para poco a poco ganar tracción. Conócete y descubre qué es lo que puedes hacer por los demás. Asimismo, nunca menosprecies a alguien por su tamaño, posición o condición. En tu empresa considera las opiniones de tus colaboradores, sin importar su área o cargo, ya que nunca sabes de dónde puede venir tu siguiente gran idea; tampoco juzgues a alguien por su condición o nombre, la persona que menos esperas puede convertirse en tu siguiente gran cliente o socio. Y por último: siempre cumple tu palabra.

2. La zorra y las uvas

Una zorra que tenía mucha hambre, al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca. Como no pudo alcanzarlos, se alejó diciéndose: ¡Ni me agradan, están tan verdes...! Lección: No culpes a los demás (o la situación) de lo que no puedes lograr. Éste es un mal muy común en los managers terribles y en los directivos poco efectivos: Culpar a su equipo por la falta de resultados para evitar salir dañado. Lo cierto es que los resultados de tus colaboradores son resultado de tus habilidades directivas; así que acepta tu responsabilidad y convierte esas uvas en tu siguiente meta. También, esta fábula puede aplicar a los emprendedores que buscan “excusas” y razones de sus fracasos. Si tu negocio no consigue despegar y fracasas, nunca digas que en realidad no te interesaba o que el mercado no estaba preparado o que los inversionistas no cumplieron. Si alcanzas las deliciosas uvas es únicamente porque te esforzaste en hacerlo, invirtiendo tiempo y dinero en tus estrategias; al final, todo dependerá de ti.

3. La liebre y la tortuga

Una vez, una liebre, se burlaba de las patas cortas y de la lentitud de una tortuga. Ésta dijo a la liebre: "Puede que seas muy veloz, pero estoy segura de poderte ganar una carrera”. Sorprendida, la liebre aceptó el reto. Llegó el día de la carrera y mientras la tortuga no dejaba de caminar aunque a paso lento, la liebre corrió rápidamente y al ver seguro su triunfo decidió echarse una siesta. Poco después, la liebre despertó y vio a la tortuga llegar a la meta y ganar. Lección: La carrera del emprendedor es una maratón, no una prueba de velocidad. No existen atajos ni fórmulas mágicas para llegar a la meta; sólo aquel perseverante y trabajador es el que consigue triunfar en el mundo de los negocios. No intentes saltarte etapas ni buscar el éxito fácil; la única receta es el trabajo duro. Y además: nunca te duermas en tus laureles. No sabes cuándo un competidor, por más chico que parezca, pueda superarte y ganar a los consumidores.

4. La cigarra y la hormiga

Llegó el verano y una hormiga recogía con afán granos para guardarlos y alimentarse durante el invierno. La cigarra, que pasaba el día cantando, se sorprendió de ver a la hormiga trabajar tan arduamente en época en que los animales se entregaban a la diversión. Cuando llegó el invierno, la cigarra estuvo hambrienta y fue a pedirle a la hormiga unos cuantos granos. La hormiga le dijo: “Si hubieras trabajado en el momento oportuno, hoy no tendrías escasez de alimento. Ahora canta, mientras yo como”. Lección: Planea, anticípate y organízate. Nunca permitas que el ocio se inserte en tu vida y dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Aprende a ser un emprendedor eficiente que tiene anticipados cómo serán los meses “flojos” y cómo serán los “ocupados”. Distribuye tu carga laboral diaria de manera que no desperdicies el tiempo hoy para arrepentirte mañana. Sólo la autodisciplina te permitirá crear hábitos positivos que te conviertan en una persona productiva y de alto desempeño. Además, de esta manera podrás disminuir el estrés y equilibrar mejor tu vida personal y profesional.

5. La lechera

Una lechera llevaba en la cabeza un cubo de leche recién ordeñada y caminaba soñando despierta. Pensaba: “Esta leche dará mucha nata, la cual batiré hasta convertirla en una mantequilla que me pagarán muy bien en el mercado. Con el dinero me compraré un canasto de huevos y pronto tendré pollitos. Cuando crezcan los venderé a buen precio, y con el dinero me compraré un vestido nuevo. Me lo pondré el día de la fiesta mayor, y el hijo del molinero querrá bailar conmigo. Pero no voy a decirle que sí a la primera. Esperaré a que me lo pida varias veces y, al principio, le diré que no con la cabeza”. La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y entonces el cubo de leche cayó al suelo y la lechera se quedó con nada. Lección: No esperes a tener para actuar. Muchas veces, los emprendedores “pecan” por soñadores; es decir, se imaginan todo lo que podrán hacer… una vez que tengan dinero, una vez que se posicionen en el mercado, cuando consigan a sus primeros cien clientes, cuando le ganen a la competencia, el día que levanten capital, etcétera. No te dejes caer en estas ilusiones y esperar a que tengas lo que soñaste para actuar. Un verdadero emprendedor sueña, pero tiene los pies en la tierra, y sabe que para lograr lo que siempre ha querido tiene que actuar… ahora. https://www.entrepreneur.com/article/266891