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COMPENDION DE POEMAS DEL INDIO ROMULO JOSÉ RESURRICIÓN Soy José Resurricción y mi apelativo es Ramos y Toy pa servirle a mis amos Con toda satijasción. Yo no supe onde nací: Pasque jue en Sutapelao, Y en después que tube criao Me trujeron pa Monguí. Mi agüelo era Luis Moncó, Y creigo que era de Sora, y mi mamita señora Creigo que era de Sopó. Murieron en Usaquén El año de la virgüela: ¡Ah! humanidá de mi agüela Y de mi agüelito también. A mi mamita endespués Un día en que vido a mi taita, Que taba tocando gaita Y le convendría tal vez no. Mi taita le dijo "adios", Ella se riyó con susto Y como si jue si gusto Se casaron ambos dos. La jamilia les rindió; Pus tuvieron al contao, A yo y mano Tanislao Y a la Jesús que murió.
Luego mano Salvador, Endespués la Serajina, Más detrás mana Blasina Y el Zute que jue el menor. Mi taita era la verdá Se vido muy atrasao, Pa ver de dar el bocao A toda su cristiandá. Pero sabía trabajar Porque era güen clarinero, Y con un buen tamborero Eso era de no vagar. Ya la jiesta en Chiriví, Del Señor Crucificao, O la jiesta del Sagrao En el pueblo de Monguí. Que ya pa Viracachá Que ya pa Leyva o pa Suta, Ora las jiestas de Tuta, Ora las de Tibaná. Onde quera Valentín Tocaba, ya se sabía. Clarín de noche y de día Sin que jaltara clarín. Daban ganas de bailar Cuando tocaba mi taita: Hasta de Velís y Suaita Lo mandaban a llevar
Pero endespués sucedió Que echó a meterle al guarapo, Y se puso que ni un sapo, Endrópico (digo yo).
La tal se llamaba Paz, que comenzó con sus chanzas, Y con risas y jreganzas Que yo ya no podía más.
Y de esta cuenta, señor, Dio en delicarse del todo, Luego echó a dolerle un codo Y el romatís lo jregó.
La Paz se picó de yo Y echó derecho a cuidarme, A abrazarme y a besarme y hasta un rial me regaló.
Cuando vido que crecí Me rejiaba que ni un Cristo, Y yo me puse temisto Y del rancho me juyí.
Se puso la tal mujer Muchísimo de coqueta; Yo le decía: "Tate queta Porque lo pueden saber".
Tres días duré entre un maizal " De mi padrino Juan Criollo, Mascando mero cogollo, Durmiendo entriun matorral.
"Mira que no te chanciés Onde mis amos nos vean, Mira que la malicean Eso sí, allá lo veras".
Y como eché a maliciar que me taban persiguinedo, Derecho sajé corriendo Y a Velis juí a resollar.
¿Si acatarán?" "Cómo no", Entón me daban un codazo, O me echaba to su brazo Sobre el pescueso de yo.
Apenitas que llegué Me juí de pronto al convento, Y con el cura al momento Mi trabajo contraté.
Y yo le volvia a dicir: "Déjate de esa tu risa, Mira que la china avisa"; Entón se echaba a reyir.
Me pusieron a cargar Las aguas pa la cocina, A limpiar una letrina A barrer y a desyerbar.
Asina jué: mi patrón Un día nos vido chanciándonos, Todo jué vernos y echándonos Y se acabó la junción.
Endespués iba puel pan A la tienda e misiá Pía, Y con el cura salía A jalta de sacristán.
"José (me dijo) vení, Decime por qué haces eso, ¿Con que abrazos de pescueso...? Lárgate horita de aquí.
Asina serví al patrón Dos años de correndilla Hasta que una condenilla Miso caer en tentación.
Yo dije: "mi amo dotor, En eso no soy culpante, De mancha soy inocente, Se lo prometo señor."
Pero no me quiso oyir Y me arrempujó pa juera, Yo cogí mi maletera Y me tuve que venir.
Yo me tercié mi morral Y mientras salía la gente, Pedí licencia al teniente Y me juí a la calle rial.
La revolución jirvió Y el alcalde con machete, Me echó mano del gollete, Y a la cárcel me embutió.
Iba por satisjacer Toito lo que debía Un rial onde misiá Pía, Un rial onde otra mujer.
A yo y al viejo Manuel Nos llevaron ajuntaos Y allá en Tunja los soldaos Nos metieron al cuartél.
Sietimedio a don Ramón, Nueve a misiá Candelaria, Cuatro a la niña Nazaria Y se acabó la junción.
Cuando la recluta entró Me rasgaron mi sombrero Y vino un cabo primero Y al contao me motiló.
Luego onde mi amo Siquiel Merqué medio de mistela; Una mitá de panela Y me juí para el cuartel.
Ya echaron luego a enseñar A todos los de mi tierra, A caminar que ni en guerra Con cachucha melitar.
En llegando el capitán Me dió un planazo al contao Pes pasqué me había tardao Y porque era un haragán.
Después nos dieron jusil Calzones y bayoneta, Y un trocito de chaqueta Que no tapaba el cuadril.
Me metió en la jormación A punta de jurgonazos, Y me dio tres calibrazos Con mi mesmo canillón.
Aprendimos a trotiar De pa trás y de palante, Y un día vino el comandante Y a la marcha hizo tocar.
Soy José Resurricción y mi apelativo es Ramos Toy pa servirle a mis amos Con toa satijasción.
LA GUELTA AL PUEBLO Dios se lo pague a la Virgen Chiquinquireña que ya juimos y goltiamos. Y ahora pongan toiticos las orejas, que les quero espipitiar tuesto que treigo aquí metío en la mollera entualito como si lo trujera escribío en un papel. Lo que son las ganas de conocer a Gogotá; no jué sino que nos montáramos en ese jeroz jerrocorriendo, ques un animal grandorrotote, y negro como un carbón que camina puencima de unos bejucos de jierro hecha jumo por debajo de los sobacos que el mesmo que lo manija es el mesmo que lo pitea. Entualitamente llegamos al camellón de la sabana, lo primeriticamente que divisamos jue un par de mamarrachos; que taban el uno junto al otro que ni que un par de enamoraos, y mi amo Jajustino me notijicó y me dijo, quesque era ña Chavita y ño Colón. Ña Chavita taba con un maná e papeles en la mano y ño Colón haciendo así con el dedo, como diciendo correte a jartar chicha a las cruces. Y diay cojimos puay arriba, diay llegamos honde ño Vitorino, y diay onde mano Juan de Dios quesque es el abogado de toitos los enjermos. Luego goltiamos por la calle de a rial y cuando yo menos me percaté, jue porque nos colamos en la plaza de la costipación, y allí topamos a mi amo Simón Golívar, parao sobre una parranda de cajones, y mirando pal capítulo, ques onde se jabrican las leyes pa jodelo a uno. Y diay por supuestamente nos colamos a la catedral, y allí topamos a mi amo Señor toito cundío de ceras blancas que nian paqué es decir la comparencencia.
Luego cogimos por la calle dia rial ques la mesma sétima y en la esquina de lotava hay donde mi amo Agustín, topamos una maná de señores vestidos de generales, que taban soplando puentre unos candeleros grandorrototes y jetones; al único que pude distinguir, jue a mano Chichamoco que taba dándole al bombo que ni qué ni qué. Luego cogimos por la calle dia ocho y de repentón jue que me topé jrente a un edijicio delgadito y largo como una tuza; y mi amo Jajustino me notificó y me dijo quesquera el Sorbatorio estrambótico, allí onde quesque se miran las estrabagaciones del cielo en las horas matutinas de la noche. En estas mi amo Jajustíno, me invitó que juéramos altiatro de ño Colón y q´eso quedaba frente a la casa de amo Presidente, ay mesmo mercó dos boletas, una de cuneta y otra de orqueta y cuando yo menos me percato... ay Virgen Santísima.., es que se cayen las paredes de abajo parriba, y entualito salieron unos hombres y unas mujeres que armaron un jurrusconón de los diez mil demonios. Por supuestamente que lo más que me gustó jué ver unos vijigos con unos tiples grandorrototes que les rascaban la barriga y los hacían berriar que ni que marranos sogamoseños. Y cuando yo menos me percato, ay Virgen Santísima es porque veo allá en frente una señora desas que taban plastadas una debajo de otra que me apuntaba con un jusil de dos cañones y ay mesmito me agarro a gritar: Mano Justino que me ajusilan, que me ajusilan. Me grita pasito a la oreja: No sía tan burro ni tan múcura. No ves que Tan mirando por un par de biñóculos?.
Y cuando bajamos por la calle día doce mano Jagustino me notijicó y me dijo que la jurrusca no era con nosotros sino allá pa contraellos mesmos. Y diay llegarnos onde mano Vitorino y una mocita pintorrestiasa nos tendió la cama y al golverse pal rincón mano Jagustino me dijo: apague el joco; que mugres de extranjerias... pues es un mecho metío entre un jrasco; y yo por supuestamente sople que sople y naa que se apagaba y hasta que por un me acordé que en un rincón había dejao mi garrote, y lo agarro a dos manos y le atravieso dos garrotazos y hasta que por jin quedamos a oscuras. Ya por la mañana mi amo Jagustino me notijicó y me dijo, que 1´ único que nos había jaltao por concer jue los suspensorios de los edijicios y el jornicador de Monserrate. Y cuando ya tábamos de regreso pal pueblo ay subiendo el alto de los venaos, alcancé a divisar a la Pascacia, y me agarro a gritar: Oh... mija Pascacia, écheme pacá ese cordero cachudo, hijo de l´ oveja mora, pues pa llevalo al mercao y venderlo y comprarles unos zaracitos y taparles el encostillao a estos muchachitos, que ya toy de regreso pal pueblo!. Oyooooo¡.
EL YERBATERO Por mi, Patrón yo podía decile sin tanta labia, que manque soy yerbatero yo nunca he tau en la jábrica, onde jabrican los títulos de mis colegas, se tanta mas edecina quellos porque yo sé mas gotanica.. Mire yo se curar romanticismo, jlemones, jiebres, neugralgias, sarampión, idropesía,
tisis, cáncer, alejancia, viriguela, coto, carate, sabañones y hemoragias. Yo sé curar con mis yerbas, mis rezos y mis pomadas gota, coral, tembladeras, vagido, vómito, nausias, paludismos, beriveri, heresipela, tos y asma…Gripa, carraspera, cólico, calenturas, cangros, llagas, diabetis, calambres, doleres de muelas, tumores, húlceras, caspa, chichones, escarlatina, mal de ojos, mal de patas, mal de estómago, mal de amores, mal de rabia, mal de sambito, lombrices, gusanera en la arretranca, animales de las tripas y la tenia solitaria. Y eso es lo que me embejuca que sabiendo tantas vainas no me dejen recetar en la comarca. Yo no necesito isamen, soy tegua y con eso basta.
MALHAYA LA TARJETA Dicen que puallá en España están que se matrimonian el hijo del rey Juan Carlos, el don Jelipe, y su novia. Es un cristiano muy alto, como una vara de feria, y la chata está gonita, delgaditica y risueña. Hay jijuemil invitados a la misa y al festín pero a yo se me figura que me saltaron a mí. Todas las tardes pregunto si me ha llegao a la venta una tarjeta que diga: “Díganle al Indio que venga”. Pero no llega la carta ni tampoco la tarjeta y es por eso que me paso triste y callado la jeta. Yo pensaba que el Jelipe iba a llevar, pa’ mostrarlos, unos indios, como hacía su antepasado don Carlos. Carlos Quinto, me refiero, que jue rey de estas comarcas antes de que aquí llegaran los políticos jerarcas. Pero Jelipe y Letizia no se chantan en sus mentes que también comen perdices los nativos boyacenses. Pior pa’ellos, me repito, porque se pierden ahora arepitas y mazorcas y un’olla de mazamorra que iba a llevarles de Tuta de regalo este invitao
con cuchuco y espinazo y envuelto recalentao. Vuelvo a mirar el buzón pa’ ver si llegó un expreso. Pero, nanái, que no llega la invitación pal festejo. Esperaré dos días más para no meter las patas y, si no llega, devuelvo la ruana y las alpargatas y los calzones de dril que iba a estrenar en la boda. Yo iba a dir muy elegante: ¡don Jelipe es quien se soba! No pierdo las esperanzas. Con permiso, sumercé, que a lo mejor sí me invitan: voy a mirar mi Internet.
EL BRINDIS DEL BOHEMIO En torno de una mesa de cantina, una noche de invierno, regocijadamente departían seis alegres bohemios. Los ecos de sus risas escapaban y de aquel barrio quieto iban a interrumpir el imponente y profundo silencio. El humo de olorosos cigarillos en espirales se elevaba al cielo, simbolizando al resolverse en nada, la vida de los sueños. Pero en todos los labios había risas, inspiración en todos los cerebros, y, repartidas en la mesa, copas pletóricas de ron, whisky o ajenjo. Era curioso ver aquel conjunto, aquel grupo bohemio, del que brotaba la palabra chusca, la que vierte veneno, lo mismo que, melosa y delicada, la música de un verso. A cada nueva libación, las penas hallábanse más lejos del grupo, y nueva inspiración llegaba a todos los cerebros, con el idilio roto que venía en alas del recuerdo. Olvidaba decir que aquella noche, aquel grupo bohemio celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos, la agonía de un año que amarguras dejó en todos los pechos, y la llegada, consecuencia lógica, del “feliz año nuevo” . . . Una voz varonil dijo de pronto: – las doce, compañeros; digamos el “requiescat” por el año que ha pasado a formar entre los muertos. ¡Brindemos por el año que comienza! porque nos traiga ensueños; porque no sea su equipaje un cúmulo de amargos desconsuelos . . . – Brindo, dijo otra voz, por la esperanza que la vida nos lanza, de vencer los rigores del destino, por la esperanza, nuestra dulce amiga, que las penas mitiga y convierte en vergel nuestro camino. Brindo porque ya hubiere a mi existencia puesto fin con violencia esgrimiendo en mi frente mi venganza; si en mi cielo de tul limpio y divino no alumbrara mi sino una pálida estrella: Mi esperanza. ¡Bravo!, dijeron todos, inspirado esta noche has estado y hablaste bueno, breve y substancioso. El turno es de Raúl; alce su copa y brinde por . . . Europa, ya que su extranjerismo es delicioso . …
Bebo y brindo, clamó el interpelado; brindo por mi pasado, que fue de luz, de amor y de alegría, y en el que hubo mujeres seductoras y frentes soñadoras que se juntaron con la frente mía. . . Brindo por el ayer que en la amargura que hoy cubre de negrura mi corazón, esparce sus consuelos trayendo hasta mi mente las dulzuras de goces, de ternuras, de dichas, de deliquios, de desvelos. -Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente brote un torrente de inspiración divina y seductora, porque vibre en las cuerdas de mi lira el verso que suspira, que sonríe, que canta y que enamora. Brindo porque mis versos cual saetas lleguen hasta las grietas formadas de metal y de granito, del corazón de la mujer ingrata que a desdenes me mata . . . ¡pero que tiene un cuerpo muy bonito! Porque a su corazón llegue mi canto, porque enjuguen mi llanto sus manos que me causan embelesos; porque con creces mi pasión me pague. .. ¡vamos!, porque me embriague con el divino néctar de sus besos. Siguió la tempestad de frases vanas, de aquellas tan humanas que hallan en todas partes acomodo, y en cada frase de entusiasmo ardiente, hubo ovación creciente, y libaciones, y reir, y todo. Se brindó por la patria, por las flores, por los castos amores que hacen un valladar de una ventana, y por esas pasiones voluptuosas que el fango del placer llena de rosas y hacen de la mujer la cortesana. Sólo faltaba un brindis, el de Arturo, el del bohemio puro,
de noble corazón y gran cabeza; aquel que sin ambages declaraba’ que sólo ambicionaba robarle inspiración a la tristeza. Por todos lados estrechado, alzó la copa frente a la alegre tropa desbordante de risa y de contento los inundó en la luz de una mirada, sacudió su melena alborotada y dijo así, con inspirado acento: -Brindo por la mujer, mas no por esa en la que halláis consuelo en la tristeza, rescoldo del placer ¡desventurados!; no por esa que os brinda sus hechizos cuando besáis sus rizos artificiosamente perfumados. Yo no brindo por ella, compañeros, siento por esta vez no complaceros. Brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos; por la mujer que me arrulló en la cuna. Por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero; por la mujer que me arrulló en sus brazos y que me dió en pedazos uno por uno, el corazón entero. ¡Por mi madre!.. bohemios, por la anciana que piensa en el mañana como en algo muy dulce y muy deseado, porque sueña tal vez que mi destino me señala el camino por el que volveré pronto a su lado. Por la anciana adorada y bendecida, por la que con su sangre me dió vida, y ternura y cariño; por la que fue la luz del alma mía; y lloró de alegría sintiendo mi cabeza en su corpiño. Por esa brindo yo, dejad que llore, que en lágrimas desflore esta pena letal que me asesina; dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente que mi ausencia es un fuego que calcina. Por la anciana infeliz que sufre y llora y que del cielo implora que vuelva yo muy pronto a estar con ella; por mi madre bohemios, que es dulzura vertida en mi amargura y en esta noche de mi vida, estrella . .. El bohemio calló; ningún acento profanó el sentimiento nacido del dolor y la ternura, y pareció que sobre aquel ambiente flotaba inmensamente un poema de amor y de amargura.
BARBARISMOS Quiero con estas habladas Y en una forma jocosa Comenzar por explicarles Las vainas que son gaciosas... Y con gran nacionalismo Quero hablar sin pendejadas de se tal extenjerismo... Nuestro querido lenguaje Se volvio una mescolansa Revuelven extranjerismos En todito lo que se habla... Con terminos agringaos Y sin saber lo que es Volvimos nuestro idioma Del derecho pal reves... Ahora las carnes asadas Les decimos bisteck Y a las papas machacadas Hay que decirles pure... Pues que el "si" ahora es "yes" Y el "adios" un simple "chao" Si algo resulta bien hay que decir "ok" Ya no es madre la mamá Solamente dicen mami Y para hablarle al papá Hay que decirle papi El armario es un closer La lampara es un quinque El corredor es un hall La despensa es un buffet
La la cena es un seibo Que a pasear es la turné Y la cama es un somier La comida es el menú Un guarda ropa vestier Un recuerdo es souvenir La loteria es un bingo Un domingo es un weekend... Y con uno que otro barbarismo Volvimos ****** a Cervantes Con el tal extranjerismo.
LOS POLÍTICOS
Toy cansao de ser arrendatario ¡Que ca ra jo!
"Ya toy cansao de toitas las promesas de esos dotores que p’uaquí aparecen dos tres meses antes d’iliciones
¡Toy cansao de servirle al gamonal!
¡Que tan solo mentira nos ofrecen!
¿On' ta?
Y van diciendo que es que son los redentores de los que están sin pan, sin techo y sin abrigo...
¿On' ta un terrón que sea mi propiedad?
¡Y valga la verdad…! Naite he ganao con que me echen el brazo por la espalda, me den palmaditas, me hablen ahí con unas gracias que naiden las comprenden,
¿On' ta la tierra pa que yo cultive? A ver…
¿On' ta el pan que mi sudor se gana si mi amito, el dotor, naita me da? Toito es de mi dotor y cual me veo pa' tan siquiera tener un animal.
Toy cansao de serles un esclavo como les fueron mis taitas, mis abuelos...
armados en los balcones de las casas grandes, haciendas de los ricos,
¡Como mis hijos muy pronto lo serán!
y siempre con la misma cantaleta, con el mismo mentir de muchos años.
¡Toy cansao de joder me con la yunta de gueises, la pica, la garlanche, el azadón…
¿On' ta, doctores, el pan que mis chinitos lloran? Si ustedes se jartan los impuestos y a todos nos hacen la mamola. ¿On' ta la escuela pa' mis tripiverdes? A ver… Pa' que leigan, se estruigan, pa' que apriendan a rasguñar su nombre, pa' con eso más tarde no los engañen como a yo, ni tengan que decirle a todos "Al tiro mi patrón, mi doctor, su mercedcito"
Pa' que toito el jruto de mis asjuerzos se vaya derechito al bolsillo del que ha sido por siempre mi patrón!
Toy cansao que el hijo de mi patrón y sus amigos busquen a mis hijas pa' calmar la jiebre A las malas, a ellos se le acuesten como si jueran mujeres de la calle, como si jueran esclavas pa' mercar. ¡A ver dotores ¿On' ta la justicia? Tanainnas juera, pa' jo der lo a uno, ¡Ahí si!
Si alego a mi patrón por mis derechos, pa' la calle, en la inopia, voy derecho. ¡A yo déjenme queto y no me jodan más!" Si contradigo al juez, salgo multao y eso que le ruje a un sarabiao. Si voy donde el alcalde a contestar demanda, y no le llevo también su sarabio, pues pa' la cárcel me zampan a empujones, sin tener derecho de decir ni miao.
¿On' ta doctores la justicia? Tanainnas juera pa' jo der lo a uno ¡Ahí si! ¿On' ta la paz? ¡Si jueron bustedes mesmos los que se inventaron estos dos colores, pa' que nosotros, los de mesmo pueblo, ya liberales, ya conservadores, hagamos temblar nuestras manos el cuchillo, el machete o el bordón pa' soplárselo a aquel que aunque sea bueno, pertenezca a los del otro color!
¡Toy cansao de toitas estas vainas, que cara jo! Y ahora si les diré ¡No mi dotor, ya no voto por ninguno de bustedes pa’ que después me jueguen a traición! ¡Ya tuve suficiente! Aquí me quedo De hoy en adelante yo les hago dedo Mas bien me voy diciendo ¡Vivan las fiestas! ¡Vivan los lico res! ¡Viva la mozedad!
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EL GRAN INSULTO A ver, a ver, a ver... cuéntame las cosas cómo sucedieron José Pantaleon ... Mire, acate y persiva señor inspetor yo pasaba queto cuando el me llamó y sin más ni menos y sin ton ni son comenzó a decirme ala, so bolsón... Y entonces comenzó a estaparse Contra yo diosito del cielo Me escupió la cara. Me pisó el sombrero Me dijo una cosa Quesque homosensual Y otro poco e cosas en un santiamén Ah me cogió e la ruana y me sacudió Claro quenseguidamente golvió y me soltó Yo que no tenía ganas de peliar Saqué mi tabaco y me puse a fumar… Entonces habló malamente de mi santo padre Y sin más replieges … me mentó la madre Me dijo quesque mi hermano pacho quesquera raponero Y que por las noches apartamentero, Me trató maluco, pero muy maluco señor inspetor Y golvió a decirme "indio homosensual" Ahí cogió resuello
Pasó saliva Y güelve a entonar sumercé Quesque yo era un manilavao Que tenía la cara de papa guanosa Que me la pasaba por ahí de maquetas Que no servía ni pa tiro'escopeta Cuando yo vi estas cosas yo me quise ir Me saqué el tabaco pa podé escupir Ah me dijo, me dijo… Adúltero público Enviciado Chusmero Perjoro Ignorante Abominable Calmadaclero Delincuente Peculado Tres veces sumariado Ladrón Sacrilego Mendáz ¡político! Me mentó la madre como treinta veces Y también me dijo otro palabrón Que no se lo digo por respeto a Dios Y puel puro pecho me dio un empujón Cuando yo vi estas cosas yo me quise ir Me saqué el tabaco pa'podé escupir Y aguanté de todo con resinación Me cogió del cuello y me dijo otra véz bolsón Y me dijo y me dijo y me dijo señor inspetor
Hasta cuando por desgracias me dijo.. Individuo… Ahí, ahí ahí jué cuando todo se oscureció Se juntó la tierra con el firmamento Y saco la mano y se la recuesto Por donde la mama le puso el pezón Y no se lo niego señor inspetor Y si un dia destos lo topo porahí Yindividuo, me güelve a decir… Aquí se lo traigo callaíto la geta Y entre cuatro velas Pa que aprienda que a yo no se insulta desa manera Y quiera el cielo y mi Diosito lindo Que naiden me diga ni equivocadamente Individuo, señor inspetor.
POR QUE NO TOMO MÁS Se está por empezar la zafra en el horcón, Ingenio que en la ocasión necesitaba peones, los paisanos sus reuniones hacían en la pulpería donde trabajo ofrecía el capataz.
Se bebía, se tomaba mucho, quizás con demasía, en esas entró Julián mozo apreciado de tuitos,
-Sírvase de algo aparcero,-Gracias amigo no tomo, -¿Cómo dice? ¿Quée; no toma? ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja, Y donde ha visto un criollo que no chupe por lo menos, ja,ja,ja,ja,ja,ja, por lo menos un litro de guaro
al día, ja, a ver pulpero, ponga un frasco que va a tomar conmigo el mozo,
-Perdone amigo, le he dicho que no tomo, no quiero tomar, pero ya que tanto insiste escuche, yo he tomado quizás como el primero, tuitos ustedes conocieron a esa que fue mi mujer, mi Juana, alma pura que ni yo mesmo mereciera y que más de alguno envidiara, por ella si, únicamente por ella, por no verla sufrir ni lloriquear contuve muchas veces mis impulsos de tomar.
Pero cuando un día Dios para siempre de mi la'o la llevó, pa ese pago donde no se vuelve, cuando me vi de sólo, completamente sólo con el hijo de su amor, que formara al juntarse con el mío como un fruto o una flor, entonces si!, entonces si!! Volví con ansia a la bebida, y encerra'o en mi rancho con un frasco de guaro tomaba, tomaba, tomaba hasta perder la cabeza, y allí cuando estaba bien pero bien toma'o, en la pared del rancho aparecía ella, mi Juana, y me hablaba, me hablaba con esa voz pa' mi más dulce que el canto 'e la calandría.
Esa ilusión se me hacía tan real, se me hacía tan cierta, que un día mi pobre hijo entrando al rancho me dijo -¿Pero cómo? ¿Todavía esta tomando guaro papacito?, lleva seis días, seis días tomando, ¿Por qué toma tanto de un tiempo a esta parte papacito?, ¿Por qué?, ¿No ve que estoy descalzo?, ¿No ve que estoy vestido de harapos?,
¿No ve que cuando salgo del colegio me gritan tu padre es un borracho? y tienen razón ¿Por qué papacito?¿Por qué toma tanto?
-¿Cómo dice? ¿Cómo dice mocoso sonso? ¿Qué por qué estoy tomando?, ¿Qué por qué estoy tomando? ¿No ve que tomando la estoy viendo? -¿A quién ve?, ¿A quién? , si adentro 'el rancho no hay naide más que uste' y que yo... ¿A quién ve? -¿Cómo?, ¿Qué a quien estoy viendo? ¿No la esta viendo a su madre?ja,ja,ja,ja,ja,ja Juana, dice tu hijo que no te ve,
-¿A mi madre?, uste', uste', ¿;Uste' esta viendo a mi madre? ¿Pero cómo?, ¿No me ha dicho uste' siempre que me mi madre se ha muerto cuando yo nací? ¿Dónde está?,¿Dónde está mi madre? ¿Dónde está mi madre? yo quiero verla, Yo quiero verla a mi madre!!!, quiero verla!!!.
-Uste' quiere verla a su madre, mire, para verla a su madre tiene que tomar guaro, tiene que tomar mucho guaro igual al que lo tomo yo, ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja.
Un día frente a mi rancho me apeo, de adentro me llegó un ruidaje como de risas, llanto, pataleo, Algo más negro qu'el ojo 'e mi caballo cruzó por mi cabeza, y de una patada eche abajo la puerta 'el rancho, y en el suelo, revolcándose en convulsiones, y con la boca llena 'e baba como pica'o por una víbora, estaba m'hijo, m'hijo estaba el suelo,
asusta'o miré pa' tuitos la'os y sobre la mesa, estaba el frasco 'e guaro completamente vacío, lo alce, levantando la mano pa' castigarlo, le dije ¿Por qué has toma'o?¿Por qué has toma'o hijo de una gran? ¿Por qué has toma'o?,
y mi pobre hijo dando los ojos vuelta por el espanto me dijo -No me pegue, no me pegue papacito, no me pegue, yo he toma'o, yo he toma'o, yo voy a seguir tomando, yo voy a seguir tomando porque quiero verla, quiero verla a mi madre como uste' la ve.
-Comprenden ¿POR QUÉ NO TOMO MÁS?!!!
QUEREME CHINITA Quereme chinita como yo te quero.... No sias remilgada, no sias tan esquiva, puñao de virtudes, piacito de cielo!... Decíme una cosa: ¿Por qué te desgustas cuando yo a tu laíto me asiento; por qué no dejarme que pase la tarde viéndome en las niñas de tus ojos negros; por qué ponés trompas y ti haces la brava si pu entre tus trenzas yo eslizo mis deos?... ¡Dejáme quererte, dejáme que goce queriéndote hartico, paloma, lucero! Mirá china linda, pa ti, pa ti mera yo tengo un ranchito que lu hice yo mismo, pa que allí soliticos vivamos cuando nos casemos. Yo no soy tan pobre: tengo mi ranchito, mi sementerita del pie del barbecho, mi burra mosqueta, mi vaca parida, mi yunta de güeyes, mi cría de corderos y mis cuatro maticas de trigo bien sembráas en la falda del cerro. A mi amo curita los dos le decimos cuánto nos queremos; yo le pago una misa solene con repiques y cantos y inciensio pa que ante la Virgen con je nos bendiga, pa que bien casaditos quedemos y podás vos quererme, chinita, como yo te quero. Reyíte, mostráme tus dientes que paecen piacitos de queso: abrillá tus ojos como dos luceros, dejá que se escurran por tu frente mechones de pelo y decíme palabras bonitas, hacéme cariños y dame hartos besos, y queréme, queréme chinita como yo te quero.
EL QUE MENOS CORRE VUELA Bien simpatica si era la negra Juana María, 18 abriles tenia, no eran más sus primaveras. Lacia y negra cabellera por la espalda le caía, cada paso era una estrella
como el lucero del día y un mirar de picardia, como vena'o en gallera. Yo sin saber que era ajena, chico, mis ilusiones me hacia, sin saber lo que venia al fin de la borrachera. Algo así que desespera dentro de mi pecho ardia, aquí está mi compañera, silencioso me decia, y si esta negra no es mía, ningun otro se la lleva. Fui atizando la candela, puse el sombrero bien puesto y, si señor, ¿qué le cuento? que empiezo a bailar con ella. La música placentera tocaba un seis por derecho y así, vea, pecho con pecho; la piqué de morcillera. Parapa madrugadora, perro que duerma en la cueva. hacia repicar las suelas de mis viejas alpargatas le eche la centela danta y la vuelta picorera, y en lo que se pela un bollo le pedí que me quisiera que yo estaba enamora'o y hasta tenia buen gana'o y en el hato la quesera y un troconco 'e cañaveral pa' mole' apenitas llueva, 100 caballos, 30 yeguas, 200 vacas de ordeño; era un hatico pequeño, pero ojalá que lo viera. Una buena marranera que hasta me jode el conuco y una cria de pataruco que llevé de perigüera. Le busco una cocinera que maneje la cocina, le compro ropa bien fina y los zapatos que quiera. ¡Qué negra tan pajarera!, chico, no quería come'se el cuento. Claro que era un argumento pa' que el anzuelo mordiera, pero si un hombre se empeña, no juegue, una muje' se seduce
y entre embuste y más embustes me dijo que la pidiera y que por la mañanita recogia la maletera para ir a posesionarse, en mi hato, como dueña. que vino de po' allá afuera 'taba agilao agilao, rastreando traz de su huella. Evitando habladurias no quise armar la perrera, te cuento que no corria casi la sangre en mis venas, y aguardiente por botellas ca'a nadita repartía, y to'o muergano bebia a costa de mi faltriquera. Como el guate en seguir sur pretenciones, le tantié los pantalones, me fui saliendo pa' afuera y hasta abajo del sobaco me arremangue la franela y, en menos que canta un gallo, al guate le hice señas y apenas que me llego, jalo la mano y le zampo un golpe por la pechera guape rodo por el suelo despues que dio vuelta entera cometí la pendejada de deja'lo que reviviera y ese bicho era una fiera, que animal tan pateador, me pateaba el desgraciado revolcandome el la arena y nadie chistaba na' dejando que me jodiera. Me paré de santa vaina, así, medi tatareco, mirando una sombra negra y cojo impulso y se la siembro abajito de la lengua pero ¿saben a quien fue? ¡a la mama de mi novia! esa que iba a ser mi suegra, y ahí si fue cierto, no juegue, que la cuestion tuvo seria, me pegaron los cuñados y hasta el mensual de la casa me jahia mirar candela. En ese pi'azo de rancho el que menos corre vuela
y la muchacha decia ojala que se muriera ¡llevense a ese gran carajo antes que yo me resuelva y le diga: da más palo que a una gata cocinera! ¿para que vive así un zangano que a las mujeres les pega? Me pare pasitico sin que ninguno me viera, enganche mis alpargatas y me aprete a la carrera y dije: ¡nunca vuelva a enamorar a una mujer! es un problema. ¿Sabe la causa que Adan el pecado cometiera? ¿sabe quien lo seducio? ¡La vagabunda de Eva! Es mejor morir pequeño sin saber de cosas buenas y no pasar 15 días sin carne en la tazajera.
LA CARTA Una sola puerta da paso al olvido y a la remembranza; puerta de oficina que el teclear monótono sobre el cauce seco de la calle vacía. Un roído estante con sabor a escuela ( el abecedario los destinos marca) es para el que pasa de ilusión promesa porque cada sobre guarda una esperanza. Un viejo en la puerta temeroso aguarda a que se apacigue y no salte en el pecho éso que ignoramos si es músculo o alma. Es un campesino de los nuéstros, de esos cíclopes de grava, titanes de un siglo de dioses caidos, atlas que sostienen en hombros la patria. Tímido y valiente como son los hombres de pico y azada, por quienes los bosques florecen laureles y la tierra misma se plasma en medalla. "Señorita" -roto su dique de angustiala pregunta ansiosa de su boca escapa como torbellino: "Pa Olegario Montes haberá una carta...? Revuelan -pichones implumes- las manos que el temblor acusan de loca confianza y ya la baranda conoce la fuerza con que esas dos manos estrujando hablan. Hace mucho tiempo que viene al correo con la misma pena pintada en la cara: maduró de uvas un cerco en sus ojos, le quemó en el pelo la ilusión su llama; y al ver que pregunta sabiéndolo inútil, y al ver esa mueca que crispa su cara, y al saber que por hombre no llora a la señorita se le parte el alma. Ya sabe su historia, la ha escuchado a trozos semana a semana; cada vez que él viene, va dejando un poco de su propia vida vacía y amarga. conoce el secreto de su hogar deshecho: cuatro hijos que fueron dejando la casa, la parcela alegre que les dio sus pechos de nodriza negra cariñosa y mansa. El mismo camino los llevó a los cuatro la parvada alegre desplegó las alas,
mas fueron ingratos y ninguno quiso volver a casa; ni mandar un mensaje a los viejos para que supieran de su estrella clara -un mensaje que hubiera tornado su tarde en mañana-. Y la soleada casa en que nacieron se volvió una tumba ruinosa y opaca, que a la pobre vieja la embrujó la pena y es frente a la muerte vacilante llama. El rostro del viejo se surcó de brechas, se blanqueó la cabeza y la barba para darles lo que él nunca tuvo, para izar el pendón de su raza; porque no siguieron pegados al surco, porque fueran señores mañana... Y lo fueron: ganaron la cima. Dos se hicieron médicos y lo son de fama; de abogado hay uno que pica por lo alto y otro es ingeniero. ¡Son hombres de talla! Pero pobrecitos son dignos de lástima....! Se olvidaron del campo, su cuna, con esfuerzo digno de una buena causa; de los árboles que ellos sembraron y dieron semillas para nuevas plantas; del agua que vieron alzarse en vapores y caer en forma de lluvia o escarcha; de los cafetales en flor, donde iban a buscar pomarrosas y guamas y de los potreros en donde corrían cerreros muletos en pelo y al anca, de los guardias fieles sus perros de caza; de los gallos de riña que eran orgullo del taita . Se olvidaron del viejo labriego de la pobre anciana desesperanzada. Pobrecitos hombres... son dignos de lástima....! "Señorita , busté que es tan léida hágame una carta que paresca que es echa de éllos y creiga la vieja que ésos se la mandan. Yo solo, me aguanto, pero es que la pobre ya desta no pasa, y yo quiero llevarle consuelo mas que sea engañándola.
Ya otras veces he echo lo mesmo para que el abandono no me la matara, pero ora se muere y ésta ya es la última... ya naide la puede sacar de la cama. Que le diga qellos tan muy ocupaos y que los perdone por tanta tardanza; que ya pronto vienen, que se ponga buena pa éllos llevarla;
y endespués...." En océanos de llanto los ojos naufragan, y es estrecha la cárcel del pecho para éso que salta, que se anuda al cuello y que nadie sabe si es músculo o alma.