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Teoría Sociológica clásica. Resumen
Historia de la Teoría Sociológica (UNED)
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TEORIA SOCIOLOGICA CLASICA GEORGE RITZER
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CAPITULO 1 ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: PRIMEROS AÑOS. Comenzamos con las siguientes ideas: Nos dirigimos hacia un mundo dominado por la ciencia. Comte. El mundo camina hacia un mayor orden y armonía. Spencer. El capitalismo se basa en la explotación de los trabajadores por los capitalistas. Marx. El mundo moderno ofrece menos cohesión moral que las sociedades anteriores. Durkheim. El mundo moderno es una jaula de hierro de sistemas racionales de la que no hay salida. Weber. La ciudad genera un tipo particular de personas. Simmel. Las mentes de las personas y sus conceptos de sí mismas están configuradas según sus relaciones sociales. Herbert
Mead.
En sus relaciones sociales las personas suelen confiar en “fórmulas” verdaderas que han sido aplicadas anteriormente para saber cómo manejar esas relaciones. Schutz. La sociedad es un sistema integrado de estructuras y funciones sociales. Parsons.
INTRODUCCION. Por teoría sociológica clásica nos referimos a las teorías ambiciosas que se crearon durante la edad clásica de la sociología en europa, siglos XIX y XX. Comte, Spencer, Marx, Durkheim, Weber y Simmel son los grandes pensadores de estas teorías en Europa. Mead, Schutz y Parsons en los Estados Unidos. Si analizamos a estos nueve teóricos es por dos razones. Primera, su obra cobró gran importancia en su tiempo y sirvió para desarrollar la sociología en general. Segundo, sus ideas han sido y siguen siendo importantes y leídas por los sociólogos contemporáneos. Estos son los pensadores sociales que nos interesan y comenzamos con el examen de las fuerzas sociales e intelectuales más importantes que configuraron sus ideas.
FUERZAS SOCIALES EN EL DESARROLLO DE LA TOERIA SOCIOLÓGICA. El contexto social configura profundamente todos y cada uno de los campos intelectuales. Analizaremos algunas de las condiciones sociales más importantes del siglo XIX y principios del XX, condiciones de suma importancia para el desarrollo de la sociología. Revoluciones políticas. Desde la Revolución Francesa de 1789 se han desarrollado importantes revoluciones en el siglo XIX en Europa, estas constituyeron el germen de la aparición de la teoría sociológica. La influencia en la sociedad de estas revoluciones fue muy grande. Sin embargo, lo que atrajo a los teóricos de la sociología no fueron los resultados positivos de esos cambios, sino sus efectos negativos. El caos y el desorden resultante, sobre todo en Francia, atrajo a los escritores, sintiendo la necesidad de restaurar el orden de la sociedad. Algunos de los más extremistas, anhelaban la vuelta a la Edad Media, otros más sofisticados, reconocían que la vuelta era imposible. Este interés por la cuestión social fue una de las preocupaciones principales de los teóricos clásicos como Comte, Durkheim y Parsons. La revolución industrial y el nacimiento del capitalismo. Si importante fue la revolución política, la revolución industrial no se quedó atrás. La revolución industrial no es un único acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados que culminaron en la transformación del mundo occidental, que pasó de ser un sistema fundamentalmente agrícola a otro industrial. Gran cantidad de personas abandonaron el campo y se volcaron en las fábricas de las ciudades. Se crearon inmensas burocracias para dar abasto a la industria y al naciente sistema económico capitalista. El ideal era un libre mercado en el intercambio de productos del sistema industrial. En este sistema unos pocos obtenían grandes beneficios, mientras la mayoría trabajadora, trabajaba muchas horas por poco salario. La consecuencia de ello fue la reacción en contra del capitalismo y del sistema industrial en general. Se creó el movimiento obrero en defensa de los abusos del capitalismo. Todo esto provocó una revuelta en el mundo occidental, cuyos pensadores como Marx, Weber, Durkheim y Simmel, pasaron su vida estudiando estos problemas y caminos de solución. El nacimiento del socialismo. Una serie de cambios cuyo objetivo era solucionar los excesos del sistema industrial y del capitalismo pueden agruparse bajo el término de “socialismo”. Algunos sociólogos apoyaron el socialismo como solución de los problemas de la clase obrera, la mayoría se manifestó en contra de él. Karl Marx apoyaba activamente la caída del sistema industrial y el capitalismo y su sustitución por el sistema socialista. Marx no desarrolló ninguna teoría del socialismo, aunque criticó activamente el sistema capitalista.
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Weber y Durkheim reconocían las carencias del sistema capitalista, pero se opusieron al sistema socialista. Buscaron una tercera vía de reforma social dentro del capitalismo. Como veremos más adelante, la teoría sociológica se desarrolló como una reacción a la teoría socialista en general y a la marxiana en particular. Urbanización. La revolución industrial atrajo a millones de personas del campo a la ciudad. El crecimiento desmesurado de las ciudades produjo una lista interminable de problemas urbanos. La naturaleza de esta vida urbana y sus problemas atrajo la atención de Weber y Simmel. De hecho, la primera escuela sociológica estadounidense, la escuela de Chicago, se define por la preocupación por la ciudad y sus intereses en la utilización de Chicago como laboratorio de estudio. Cambio religioso. Los cambios sociales que se produjeron a raíz de las revoluciones políticas, industriales y la urbanización, tuvieron un profundo efecto en la religiosidad de la gente. Muchos sociólogos habían recibido una educación religiosa, y querían aplicar la religión a la sociología. Su deseo era mejorar la vida de las personas. Para Comte la sociología se convirtió en religión. Durkheim dedicó una de sus obras principales a la religión. La moral jugó un papel importante para Parsons. Weber dedicó muchas de sus obras a las religiones del mundo. Marx fue el más crítico con la religión. Spencer también discutió sobre las “instituciones eclesiásticas” como un componente importante de la sociedad. Crecimiento de la ciencia. En el curso del desarrollo de la teoría sociológica tuvo lugar un creciente interés por la ciencia, no sólo en las universidades, sino también en la sociedad en general. Los productos tecnológicos impregnaban todos los campos de la vida. La física, biología y química fueron muy estudiadas. En la práctica, estos estudios, quisieron modelar la sociología, según creía Comte, Durkheim, Spencer, Mead y Schutz. Sin embargo, hay otros autores como Weber, que pensaban que las características particulares de la vida social dificultaban la adopción de un modelo absolutamente científico.
FUERZAS INTELECTUALES Y SURGIMIENTO DE LA TEORIA SOCIOLÓGICA. La Ilustración y la fundación de la sociología en Francia. La Ilustración fue un periodo de notable desarrollo y cambio intelectual en el pensamiento filosófico. Muchas ideas sobre la vida social fueron reemplazadas durante la Ilustración. Los dos pensadores por antonomasia son Montesquieu y Rousseau. Sin embargo, la influencia de la Ilustración en la teoría sociológica fue más indirecta y negativa que directa y positiva. Según Irving Zeitlin, la sociología se desarrolló inicialmente como una reacción a la Ilustración. Los pensadores vinculados a la Ilustración estuvieron influenciados por pensadores del siglo XVII como Descartes, Hobbes y Locke. El interés de estos últimos filósofos se basó en la producción de sistemas ambiciosos, generales y abstractos de ideas que tuvieran un sentido racional. Pensadores posteriores, sin rechazar la filosofía de sus antecesores, hicieron esfuerzos por derivar sus ideas al mundo real y verificarlas. En toras palabras, querían combinar la investigación empírica y la razón. El modelo para llevar a cabo esa combinación era el científico especialmente la física newtoniana. La Ilustración se caracterizó por la creencia de que las personas podían comprender y controlar el universo mediante la razón. Del mismo modo que la ciencia se regía por leyes naturales, mediante el empleo de la razón y la investigación científica, al filósofo atañía descubrir las leyes sociales. La creación de un mundo más racional y mejor. Los filósofos de la Ilustración rechazaban la autoridad tradicional, las consideraban irracionales e inhibidoras del desarrollo humano. Reacción conservadora a la Ilustración. Aunque produjo sus teorías en Alemania, el filósofo Karl Marx, fue el más directa y positivamente influenciado por la Ilustración. La sociología francesa se convirtió en una sociología racional, empírica, científica y orientada al cambio. Pero ese cambio no fue antes de que se formara una reacción a la Ilustración. La forma más extrema de reacción la adoptaron Louis de Bonald y Joseph de Maistre. De Bonald añoraba la paz y armonía de la Edad Media. Dios es la fuente de la sociedad y las creencias religiosas tienen más valor que las ideas ilustradas. De Bonald se oponía a todo lo que estuviera en contra del patriarcado, la familia monógama, la monarquía y la Iglesia Católica. A ambos les disgustaban las revueltas y deseaban mantener el orden existente, y por ello deploraban la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. Zeitlin expuso diez proposiciones principales que definen la reacción conservadora y proporcionan la base del desarrollo de la teoría sociológica clásica.
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1. Mientras que la mayoría de los filósofos de la Ilustración tendían a hacer hincapié en el individuo, la reacción conservadora llevó a un mayor interés por la sociedad. La sociedad no era un mero agregado de individuos. La sociedad existía per se, con sus leyes de desarrollo y raíces en el pasado. 2. La sociedad era la unidad de análisis más importante. Era la sociedad la que creaba al individuo a través del proceso de socialización. 3. El individuo no era ni siquiera el elemento más básico de la sociedad. Una sociedad se componía de elementos tales como roles, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones. 4. Se creía que las partes de una sociedad estaban interrelacionadas y eran interdependientes. Estas interrelaciones constituían la principal base de la sociedad. 5. Se contemplaba cualquier cambio como una amenaza. Cuando las instituciones se destruyen, la gente sufre y ese sufrimiento desemboca en desorden. 6. Los diversos componentes de la sociedad eran útiles tanto para la sociedad como para el individuo. 7. Pequeñas unidades como la familia, el vecindario y los grupos religiosos son calificados como esenciales para los individuos y la sociedad. 8. La industrialización, la urbanización y la burocratización tenían un efecto desorganizador en la sociedad. 9. La reacción conservadora llevaba a reconocer la importancia de los factores no racionales como el ritual, la ceremonia y el culto en la vida social. 10. Los conservadores apoyaban la existencia de un sistema social jerárquico. Aunque hay elementos de discordancia entre la Ilustración y la contra-Ilustración, Siedman defiende que hay vínculos y afinidades entre ellas: Primero, la contra-Ilustración prolonga la tradición científica desarrollada por la Ilustración. Segundo, la contra-Ilustración, adoptó el interés de la Ilustración por las colectividades, en oposición al individuo, y las estudió en profundidad. Tercero, ambas se interesaron por los problemas del mundo moderno, especialmente por sus efectos negativos sobre los individuos. Pasamos a la fundación real de la sociología como disciplina con la obra de tres pensadores franceses: Claude Henri Saint-Simon. Saint-Simon tuvo de discipulo y secretario a Comte, pero un amargo debate entre los dos terminó a su separación final. Saint-Simon pretendía preservar la sociedad tal y como sera, pero no anhelaba las ideas de De Bonald y Maistre y el regreso a la vida de la Edad Media. Saint-Simon era positivista, creía que el estudio de los fenómenos sociales debía emplear las mismas técnicas científicas que las ciencias naturales. Saint-Simon previó la necesidad de reformas socialistas, especialmente la planificacion centralizada del sistema económico. No fue tan lejos como Marx, aunque ambos previeron que los capitalistas suplantarían a la nobleza feudal, Saint-Simon no creía que la clase trabajadora pudiera sustituir a los capitalistas. Auguste Comte. Comte fue el primero en utilizar el término “sociología”. Influyó mucho en Spencer y Durkheim. Comte creía que el estudio de la sociología debía de ser un estudio científico. Contrario a la Revolución Francesa y la Ilustración, se sentía profundamente perturbado por la anarquía que reinaba en la sociedad y se mostraba crítico con los que apoyaban a la Ilustración. Desarrolló el positivismo para luchar contra la filosofía destructiva de la Ilustración. Comte se alineaba con De Bonald y Maistre. Pese a ser un contrarrevolucionario, su obra debe ser analizada por dos motivos. Primero, no creía que fuera posible un regreso a la Edad Media. Segunda, desarrolló un sistema teórico bastante más sofisticado que sus predecesores. Comte desarrolló su física social para luchar contra las filosofías negativas y la anarquía perjudicial que reinaban en la sociedad francesa. El uso del término física social evidencia el afán de Comte por modelar la sociología a partir de las “ciencias duras”. Esta nueva ciencia debía ocuparse tanto de la estática social (de las estructuras sociales existentes) como de la dinámica social (del cambio social). Comte percibía la dinámica social más importante que la estática social. Comte recomendaba una evolución natural de la sociedad, eso mejoraría las cosas. Las reformas eran necesarias sólo para empujar levemente el proceso de cambio. Esto nos lleva a la piedra angular de la teoría de Comte, su teoría de la evolución o ley de los tres estadios. De acuerdo con Comte, no sólo el mundo atraviesa este proceso, sino también los grupos, las sociedades, las ciencias, los individuos y las mentes de las personas. El primer estadio es el: Teológico.- Define el mundo anterior a 1300. Se caracterizaba por la creencia de que los poderes sobrenaturales, las figuras religiosas, diseñados a partir del hombre, constituían el origen de todo. Idea de Dios como creador. Metafísico.- Situado entre 1300 y 1800. La naturaleza lo explica todo mejor que lo sobrenatural. Positivo.- A partir de 1800.Creencvia en la ciencia. Se abandona a Dios y a la naturaleza como explicación de todo, para concentrarse en la observación del mundo físico y social y en la búsqueda de las leyes que lo regían. Comte afirmaba que el desorden intelectual era la cusa del desorden moral. El desorden se derivaba de los antiguos sistemas teológico y metafísico que existian en la edad del positivismo. Tarde o temprano llegaría el positivismo , aunque quizás no tan rápido como algunos afirmaban. Lo realmente necesario para Comte era el cambio intelectual y apenas podían aducirse razones para apoyar la revolución social y política.
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Comte utilizaba como unidad básica de análisis entidades como la familia y no el individuo. Comte recomendó elaborar teorías abstractas, hacer uso de la observación, la experimentación y el análisis histórico comparado. Comte creía que la sociología se convertiría en la fuerza científica dominante del mundo debido a su capacidad de interpretar las leyes sociales y de desarrollar reformas para solventar los problemas del sistema. Emile Durkheim.- También para Durkheim la Ilustración supuso una influencia negativa, aunque para la obra de Comte y Durkheim tuvo efectos positivos. Durkheim era más conservador que Comte. Mientras Comte se mantuvo alejado de los círculos académicos franceses, Durkheim legitimó la sociología en Francia y su obra se convirtió en una fuerza dominante en el desarrollo de la sociología en general. Durkheim era políticamente liberal, pero intelectualmente adoptó una postura más conservadora. Gran parte de su obra está dedicada al desorden social, algo que temía y odiaba. Mientras Marx pensaba que los problemas del mundo eran inherentes a la sociedad, Durkheim y la mayoría de los sociólogos, disentían de Marx. La bibliografía de Durkheim es muy extensa. En Las reglas del método sociológico Durkheim defiende que la tarea especial de los sociología era el estudio de lo que el denominaba hechos sociales, que para Durkheim eran fuerzas y estructuras externas y coercitivas al individuo. En este libro distinguía dos tipos de hechos sociales: los materiales y los no materiales. Analizó ambos, pero se centró más en los hechos sociales no materiales, como la cultura, que en los hechos sociales materiales, como la burocracia o el derecho. En su obra La división del trabajo social se interesó por los hechos sociales no materiales y concluía que las sociedades primitivas se mantenían unidas a través de hechos no materiales como la moral o conciencia colectiva. En El suicidio razonaba que si se podía vincular un comportamiento individual como el suicidio con causas sociales, ello supondría una prueba irrefutable de la importancia de la sociología como disciplina científica. En Las formas elementales de la vida religiosa se embarcó de nuevo en el estudio de los hechos no materiales, la religión. En esta obra, Durkheim examina las sociedades antiguas buscando el origen de la religión. Llegó a la conclusión de que la fuente de la religión era la sociedad per se. A través del clan como germen mismo de la religión y el totemismo, deificando plantas y animales, concluyó que la sociedad y la religión era fenómenos indistintos. La religión era el modo en que la sociedad se expresaba a sí misma bajo la forma de un hecho social no material. Como identificaba a Dios con la sociedad, Durkheim era contrario a las revoluciones, era un reformador social dedicado a buscar la manera de mejorar el funcionamiento de la sociedad. En 1898 Durkheim fundó una revista especializada en sociología,” L’Année Sociologique”. Esta revista se convirtió en referente para la difusión de las ideas sociológicas. El desarrollo de la sociología alemana. Si la sociología francesa tiene un relato coherente, no pasa lo mismo con la sociología alemana. La sociología alemana estuvo fragmentada desde sus comienzos. Así, se produjo una brecha entre Marx y sus seguidores y los primeros gigantes de la corriente principal de la sociología alemana, Weber y Simmel. Aunque la teoría marxista se consideraba inaceptable, sus ideas se introdujeron de diversas maneras, positivas y negativas, en la corriente principal de la sociología alemana. Raíces y naturaleza de las teorías de Karl Marx.- La educación de Marx estuvo muy influenciada por Hegel, así como por la división que se produjo entre los seguidores de Hegel tras su muerte. Entre sus seguidores destacó la figura de Ludwig Feuerbach quien influyó también en Marx. Dos conceptos, la dialéctica y el idealismo, configuran la esencia de la filosofía de Hegel. La dialéctica es tanto un modo de pensar que subraya la importancia de los procesos, las relaciones, las dinámicas, conflictos u contradicciones, como una imagen del mundo en la cual el mundo no se compone de estructuras estáticas, sino en procesos, relaciones, dinámicas, conflictos y contradicciones. Marx aunque aceptó la mayoría de las ideas hegelianas, algunos aspectos de esas ideas fueron criticados, como por ejemplo que no se aplicaran a la economía. El idealismo de Hegel da más importancia a la mente y a los productos mentales que al mundo material. En su forma extrema, el idealismo establece que sólo existen la mente y los constructos psicológicos. Los idealistas enfatizan no sólo los procesos mentales, sino también las ideas producidas por esos procesos. Hegel produjo una teoría evolucionista del mundo. Al principio sensorial, más adelante la capacidad de ser conscientes y entenderse a sí mismos, el autoconocimiento y la autocomprensión, las personas llegaron a comprender que podrían ser más de lo que eran. En términos del enfoque dialéctico de Hegel, se desarrolló una contradicción entre lo que la gente era y lo que sentían que podían ser. La solución
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reside en que los individuos llegan a darse cuenta de que su realización esencial consiste en el desarrollo y la expansión del espíritu de la sociedad como un todo. De esta manera, los individuos evolucionan desde la comprensión de las cosas a la comprensión de sí mismos, y de aquí a la comprensión de su lugar en el más amplio esquema de las cosas. Ludwig Feuerbach fue un importante puente entre Hegel y Marx. Feuerbach criticaba el excesivo idealismo de Hegel y pensaba que se debía centrar más en la realidad material de las cosas. Feuerbach se centró en la religión para criticar a Hegel. Dios era una proyección de características positivas, mientras el hombre se veía a sí mismo como un ser imperfecto y pecador. Feuerbach reclama que esa religión debe de ser superada y que sea el hombre un fin en sí mismo. Marx tampoco estaba plenamente satisfecho con la postura de Feuerbach, éste, se centraba demasiado en la religión y Marx pensaba que se debía analizar el mundo social en su conjunto y, en particular, la economía. Para Marx, el idealismo de Hegel era harto conservador y equivocado. Marx adoptó una postura muy diferente al manifestar que la raíz de los problemas de la vida moderna podía encontrarse en fuentes reales materiales, y que las soluciones, residían en la destrucción de esas estructuras por medio de la acción colectiva de un gran número de personas. Marx se quedó con la dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach, y los incorporó a su propia orientación teórica, el materialismo dialéctico, que se centraba en las relaciones dialécticas en el mundo material. El trabajo de Marx hizo que se acercara a la obra de Adam Smith y de David Ricardo. Para Marx, el trabajo era la fuente de la riqueza. Ello condujo a Marx a la construcción de su teoría del valor del trabajo, y las siguientes consideraciones de que el obrero era explotado y no recibía un salario justo, y las ganancias de los capitalistas estaban basadas en la explotación del obrero. El valor añadido, retenido y reinvertido por el capitalista, constituía la base de todo el sistema capitalista. Marx consideraba que estos males no eran inevitables y criticaba la aceptación, como mal menor, del capitalismo, exigía un cambio radical en el sistema productivo. Marx no era sociólogo, pero podemos encontrar una teoría sociológica de la obra de Marx. La reacción negativa en la sociología norteamericana constituyó un factor muy importante en la configuración de gran parte dela teoría sociológica. La razón fundamental del rechazo a Marx era ideológica. Muchos de los sociólogos heredaron la reacción conservadora y odiaban los desórdenes y las ideas radicales de Marx. Los sociólogos estaban ávidos de una nueva ideología conservadora con un envoltorio de teoría sociológica, pero no la teoría de Marx, que se encontraba en las antípodas de la teoría conservadora. A Marx no le importaban los desórdenes, lo que le importaba era el carácter opresivo del sistema capitalista, el interés de Marx era la revolución. En resumen, Marx ofreció una teoría de la sociedad capitalista fundamentada en su imagen de la naturaleza básica de los seres humanos. Marx creía que las personas eran esencialmente productivas; es decir, para sobrevivir, las personas necesitaban trabajar en y con la naturaleza. Al hacerlo, producían alimentos y otros bienes básicos que le permitían vivir. Su productividad era un modo perfectamente natural del expresar sus impulsos creativos básicos. Las personas eran inherentemente sociales. Necesitaban trabajar juntas con el fin de producir lo que necesitaban para su supervivencia. En el transcurso del tiempo se habían creado estructuras que interferían el proceso productivo natural. Era en la sociedad capitalista donde estas estructuras interferían con más fuerza. El capitalismo es en lo fundamental una estructura que impone barreras entre el individuo y el proceso de producción, los productos de ese proceso y los demás individuos, en última instancia, divide incluso al individuo. Este es el significado básico del concepto de alienación. La alienación se produce debido a que el capitalismo se desarrolla dentro de un sistema de dos clases en el que unos pocos capitalistas poseen los medios de producción, los productos y el tiempo de trabajo de los que trabajan para ellos. Marx dedicó muy poco tiempo en idear un estado socialista utópico. Raíces y naturaleza de las teorías de Weber y Simmel. La teoría weberiana se desarrolló en gran parte en oposición a la teoría marxista, en otra parte, Weber intentó “redondearla”. Weber reaccionó más hacia la obra de los marxistas que contra del mismo Marx. Weber no creía en las teorías monocausales económicas que defendían los marxistas. Weber, en lugar de concentrarse en los factores económicos, dedicó más atención a las ideas y a sus efectos sobre la economía. En La ética protestante y el espíritu del capitalismo estudió el protestantismo como sistema de ideas y las consecuencias en el sistema capitalista. Algunos estudiosos llegaron a la conclusión de que Weber desarrolló sus ideas en oposición a las de Marx. Otros estudiosos consideran que Weber intentó completar la perspectiva teórica de Marx. Interpretando su trabajo sobre la religión, y el esfuerzo por mostrar que no sólo los factores materiales afectaban a las ideas, sino que las propias ideas afectaban a las estructuras materiales. Esta interpretación acerca a Weber y a Marx. Un buen ejemplo del proceso de redondeo de Weber sobre la
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teoría de Marx lo tenemos en el área de la teoría de la estratificación. Marx estudió la estratificación en las clases sociales y Weber la amplió con las dimensiones del prestigio y el poder. Esta ampliación no supone una refutación de Marx, sino una ampliación. Si hubo dos filósofos que influyeron en Weber, estos fueron Kant y Nietzsche. Si Hegel influyó en la teoría marxista, la influencia de Kant en la sociología alemana fue determinante. Para Kant, el mundo es una mareante confusión de acontecimientos que no podían conocerse directamente. Sólo se podía adquirir conocimiento del mundo a través de procesos de pensamiento que filtraban, seleccionaban y categorizaban aquellos acontecimientos. A Weber le interesaba la cuestión general de por qué las instituciones habían evolucionado en el mundo occidental de una forma progresivamente racional, mientras poderosas barreras parecían impedir desarrollos similares en el resto del mundo. Weber utiliza el término racionalidad, que implica una preocupación por las elecciones que hacen los actores entre medios y fines, influidos los actores por estructuras de gran envergadura, como la burocracia y la economía. Weber percibía la burocracia como el ejemplo clásico de racionalización. Distinguía tres tipos de sistemas de autoridad: tradicional, carismático y racional legal. Sólo en el mundo moderno se podía ejercer el sistema racional-legal, en el resto del mundo seguía dominado por los sistemas carismático y tradicional, que impedía el desarrollo del progreso de un sistema de burocracia moderno. Weber también realizó estudios detallados de la religión, el derecho, la ciudad y la música. En sus estudios religiosos concluyó que fue el calvinismo jugó un papel central en el nacimiento del capitalismo en Occidente. En otras partes del mundo Weber encontró otro tipo de religiones más irracionales que contribuían a la inhibición del desarrollo de un sistema económico racional. La teoría de Weber fue mejor aceptada que la de Marx. Weber no ponía soluciones radicales para los problemas. Weber era más conservador en unos aspectos y liberal en otros. Asimismo, Weber trabajaba con la tradición filosófica kantiana y esto equivalía a pensar en términos de causa-efecto. Este modo de pensar era mucho más aceptable para los sociólogos posteriores. Georg Simmel fue un teórico de la sociología y coetáneo de Weber. Simmel ejerció una influencia profunda en el desarrollo de la sociología norteamericana, mientras que Weber y Marx fueron ignorados durante décadas. Simmel contribuyó a dar forma a la Escuela de Chicago y a su teoría central, el interaccionismo simbólico. Las ideas de Simmel influyeron en la escuela de Chicago debido a las figuras de Albion Small y Robert Park. Simmel, al contrario que Weber y Marx, estudió fenómenos a pequeña escala, especialmente la acción y la interacción individual. Lo que fundamentalmente vio Simmel fue que la comprensión de la interacción entre la gente era una de las grandes tareas de la sociología. Dispuso de algunas herramientas conceptuales como las formas de interacción y los tipos de interactores. Lo que hizo a Simmel accesible fue su estilo en el estudio de la interacción. Produjo una serie de ensayos engañosamente simples sobre fenómenos interesantes como el pobre, la prostituta, el miserable, el gastador y el extraño. La brevedad de esos ensayos y el alto nivel de interés que despertaron facilitaron la difusión de sus ideas. Estos breves ensayos oscurecieron obras más voluminosas como La filosofía del dinero. En esta obra, Simmel hace patente su trabajo sobre díada y tríada. Simmel estaba convencido que algunos desarrollos sociológicos cruciales se habían producido cuando un grupo formado por dos personas (o díada) se convertía, por la adición de un tercero, en una tríada. Con ello surgen posibilidades de que ese tercero se convierta en árbitro o mediador de las diferencias entre los dos restantes. Y lo que es más importante, dos de los miembros pueden aliarse y dominar al otro miembro del grupo. También en la obra La filosofía del dinero hace un estudio sobre como la economía, la cultura y el conjunto total de sus diversos componentes se expandía y, a medida que lo hacía, decrecía la importancia del individuo. Los orígenes de la sociología británica. Sin duda, las ideas continentales influyeron en la sociología británica, pero aún fueron más importantes las aportaciones autóctonas. Economía, política, ameliorism y evolución social. Philip Abrams mantenía que la sociología británica tomó forma en el siglo XIX bajo tres fuentes que entraban con frecuencia en conflicto: la economía política, el ameliorism y la evolución social. En el tema de la economía política analizada por Adam Smith, los sociólogos británicos tendían a aceptar que existía una mano invisible que modelaba el mercado de trabajo y bienes. El mercado era una realidad independiente que se situaba por encima de los individuos y controlaba su conducta, el mercado era considerado una fuerza positiva, una fuente de armonía y orden, al contrario que Marx. Los sociólogos británicos no criticaban la sociedad, simplemente reunían datos sobre las leyes que la regían. La meta era proporcionar al gobierno los hechos que se necesitaban para comprender cómo operaba el
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sistema y dirigir lo mejor posible su funcionamiento. Al contrario de la sociología continental, los pensadores británicos tendían a estudiar a los individuos que constituían las estructuras. A mediados de la década de 1800 los estadísticos dominaban la ciencia social británica. Estos sociólogos orientados hacia la estadística llegaron a encontrar ciertas limitaciones en su enfoque, necesitaban un mayor esfuerzo de teorización. Para unos pocos sociólogos, un problema como la pobreza apuntaba hacia los fallos del sistema de mercado y del conjunto de la sociedad. Para la gran mayoría, la fuente del problema residía en la utilización de métodos inadecuados de investigación, no en el conjunto del sistema. Los estadísticos trabajaron muy cerca de los políticos como para llegar a la conclusión de que el conjunto del sistema económico y político era el problema. El ameliorism es el deseo de solucionar los problemas sociales mediante la reforma de los individuos. Los sociólogos deseaban prever la violencia y la revolución, y reformar el sistema sin alterar su esencia. Deseaban evitar la llegada de una sociedad socialista, los sociólogos británicos eran marcadamente conservadores. Herbert Spencer.- A Spencer se le suele estudiar junto a Comte, pero existen importantes diferencias entre ambos. Básicamente ambos eran conservadores, aunque Spencer en sus inicios era un poco más liberal. La posición liberal se basa en el laissez-faire, pensaba que el estado no debía intervenir en los asuntos individuales, excepto en el caso de la muy pasiva función de la protección de las personas. Esto significa que a Spencer, al contrario de Comte, no sentía interés por las reformas sociales; su deseo era que la vida social se desarrollara libre de todo control externo. Con estas premisas, Spencer era considerado un darwinista social y sostenía la idea evolucionista de que el mundo mejoraría progresivamente. También aceptaba la creencia darwiniana de que el proceso de la selección natural de la supervivencia del más apto, también se producía en el mundo social. Otra diferencia es que Spencer se centraba en el individuo y Comte en estructuras más grandes como la familia. Comte y Spencer compartían con Durkheim la tendencia a pensar en la sociedad como un organismo. Spencer se inspiró en la biología para dar forma a los conceptos de la estructura general de la sociedad y la interrelación entre las partes de la sociedad. Spencer rechazaba los tres estadios de Comte, para Spencer era demasiado teórico, Spencer optó por desarrollar una teoría de la evolución más real. Spencer desarrolla una teoría con varias formas, poco clara y muy ambigua. Según Spencer la sociedad crece debido tanto a la multiplicación de los individuos como a la unión de los grupos (composición). El aumento del tamaño de la sociedad supone el crecimiento de las estructuras sociales y su mayor diferenciación. Spencer habla de un movimiento evolucionista desde las sociedades más simples a las compuestas, doblemente compuestas y las triplemente compuestas. Spencer considera que la sociedad progresa hacia un estado moral ideal o perfecto. Por otra, manifiesta que las sociedades más aptas sobrevivirán mientras se dejará morir a las sociedades menos aptas. Figuras claves de la sociología italiana. Wilfredo Pareto y Gaetano Mosca fueron los sociólogos más influyentes de la sociología italiana. Pareto rechazaba no sólo a Marx, sino también a una gran parte de la filosofía de la Ilustración. Mientras los filósofos de la Ilustración defendían la razón, Pareto subrayaba el papel importante de los instintos humanos. Consideraba que los factores instintivos eran muy importantes e inalterables y no era realista esperar que se pudieran introducir cambios sociales drásticos mediante una revolución económica. Pareto proponía una teoría elitista del cambio social que mantenía que la sociedad estaba inevitablemente dominada por una elite de egoístas ilustrados. Para Pareto el cambio social se produce cuando la élite comienza a degenerar y es sustituida por una nueva élite no gobernante o de los elementos más sobresalientes de las masas. Así, nos encontramos en una teoría cíclica del cambio social en lugar de las teorías lineales de Marx, Comte, Spencer y otros. Sin embargo, esta teoría no fue la principal aportación de Pareto a la sociología. Lo que más ha perdurado es su concepción científica de la sociología y del mundo social. Pareto contemplaba la sociedad como un sistema en equilibrio, un conjunto constituido por partes interdependientes. Esta teoría jugó un papel importante en el desarrollo de la teoría de Parsons y, en términos generales, en el funcionalismo estructural. La teoría de Mosca es muy similar a la de Pareto. Rechazo de Marx y de la Ilustración, teoría elitista del cambio social. Desarrollos del marxismo europeo a la vuelta del siglo. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se produjo un escaso contacto entre marxismo y sociología, Weber fue una excepción. Las dos escuelas se desarrollaron paralelamente con escaso o
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ningún intercambio entre ellas. Tras la muerte de Marx, la teoría marxista estuvo inicialmente dominada por quienes entreveían en su teoría un determinismo económico y científico. Wallerstein denomina esta etapa la época del “marxismo ortodoxo”. Engels fue el primer exponente de esta perspectiva. En lo fundamental, la teoría científica de Marx relevaba que las leyes económicas que regían el mundo capitalista estaban abocadas al colapso, y por lo tanto, el fin del sistema capitalista. Marx no tuvo en cuenta la relación dialéctica entre los individuos y las grandes estructuras sociales. Eso de sentarse y esperar que pase el cadáver de tu enemigo, para el capitalismo, no ha servido. El capitalismo es el único sistema económico que es capaz de aprender de sus errores, modificarse y mutarse. Estas ideas supusieron una reacción de los marxistas hegelianos que se negaron a reducir al marxismo a una teoría científica que ignoraba el pensamiento y la acción del individuo. Se les llamó marxistas hegelianos porque se esforzaron por combinar el interés de Hegel por la conciencia y el interés de los deterministas por las estructuras económicas de la sociedad. El principal exponente de este punto de vista fue George Lukács. Lukács fue el padre del marxismo occidental y el autor de Historia y conciencia de clase, reconocida como la carta fundacional del marxismo hegeliano. Lukács comenzó a principios de siglo a integrar marxismo y sociología.
CAPITULO 2 ESBOZO HISTÓRICO DE LA TEORIA SOCIOLOGICA: AÑOS POSTERIORES. LA PRIMERA TEORÍA SOCIOLÓGICA ESTADOUNIDENSE.
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Es difícil datar la fecha exacta de la fundación de la sociología americana. Desde 1858 hasta 1892 se impartieron diferentes cursos sobre problemas sociales. Albion Small se trasladó en 1892 hasta la Universidad de Chicago y estableció el primer centro importante de la sociología estadounidense. La orientación política de la primera sociología estadounidense. Un importante estudio constata que los primeros sociólogos estadounidenses deben definirse políticamente como liberales y no como conservadores. El liberalismo se define por dos rasgos fundamentales; primero, operaba con la creencia en la libertad y el bienestar del individuo, según la orientación de Spencer. Segundo, muchos sociólogos asociados a esta orientación adoptaron una idea evolucionista del progreso social. Sin embargo, no se pusieron de acuerdo en el modo en que se podría conseguir este progreso. Algunos pensaban que el gobierno debía tomar medidas para contribuir a la reforma social, mientras otros suscribían la doctrina del laissez-faire. AL límite, el conservadurismo se aproxima bastante al liberalismo. La creencia en el progreso social y la creencia en la importancia del individuo llevaron a posturas de apoyo al conjunto del sistema- La creencia fundamental es que el sistema social funciona o puede reformarse para que funcione. Bajo estos parámetros apenas se cuestiona el capitalismo. La primera teoría sociológica estadounidense contribuyó a la racionalización de la explotación, el imperialismo nacional e internacional y la desigualdad social. Cambio social, corrientes intelectuales y primera sociología estadounidense. Roscoe Hinkle y Ellsworth Fuhrman subrayan que existen diversos contextos básicos a la hora de la fundación de la sociología estadounidense. Los cambios después de una Guerra Civil, la industrialización y la urbanización fueron parte de esos contextos básicos. Fuhrman pensaba que la industrialización tenía aspectos positivos, no obstante, también eran conscientes de sus peligros. Atraídos por el movimiento obrero, no eran partidarios de cambiar radicalmente la sociedad. Arthur Widich y Stanford Lyman defendieron la influencia del protestantismo en la aparición del a sociología en los Estados Unidos. Para ellos, la sociología ha representado una respuesta moral e intelectual a los problemas de la vida y el pensamiento. Los sacerdotes trabajaban dentro de la religión, los sociólogos, dentro de la sociedad. Otro aspecto a tener en cuenta es que la sociología encontró dificultades para entrar en las universidades europeas, en los Estados Unidos les resultó más fácil. Spencer y Comte fueron los autores europeos más importantes para los americanos. Simmel fue posterior y todavía más tarde llegó el efecto de las teorías de Durkheim, Weber y Marx. La influencia de Herbert Spencer en la sociología. ¿Por qué influyó más Spencer que otros autores como Comte, Weber o Durkheim? Simplemente, Spencer escribía en un inglés no técnico y fácil de leer, lo cual hizo que su obra fuera más accesible. Otras razones fueron que ofreció una orientación científica muy atractiva para una audiencia inexperta. Sugirió una teoría global que supuestamente explicaba el recorrido total de la historia humana. Por último, su teoría se dirigía a una sociedad que atravesaba el doloroso proceso de la industrialización. Desde el punto de vista de Spencer, la sociedad se dirigía hacia un bienestar cada vez mayor. El discípulo de Spencer más famoso fue William Graham Summer. Spencer también influyó en muchos sociólogos, entre otros, Robert Park. A partir de 1930, Spencer se eclipsó. Sus teorías se desbarataron en una época entre guerras y depresión económica. El laissez-faire, era ridículo. En 1930, Talcott Parsons proclamó la muerte intelectual de Spencer en el ámbito de la sociología. William Graham Summer. Fue la primera persona que impartió el primer curso que podría llamarse Sociología en los Estados Unidos. Summer fue el principal exponente del darwinismo social en los EE.UU, aunque parece que cambió de opinión al final de sus días. En lo fundamental, Summer, adoptó la teoría de la supervivencia del más apto en el mundo social, las personas luchaban contra su entorno y los más aptos lograban el éxito. Según su opinión, la intervención del gobierno a los menos favorecidos operaba contra la selección natural. Este sistema teórico se ajusta bastante al desarrollo del capitalismo debido a que confiere legitimidad teórica a la existencia de grandes diferencias de riqueza y poder. Summer tiene un interés meramente histórico, ya que, su darwinismo social era una vasta legitimación del capitalismo y del status quo y no sentó unas bases sólidas en Yale para fundar una escuela de sociología como más tarde sucedería en Chicago. Lester F. Ward. Destacó en su época, ahora tiene escasa relevancia. Pasó gran parte de su vida dedicado a la Paleontología. Ward leyó a Spencer y Comte y se sintió interesado por la sociología. A resultas de los éxitos en sus publicaciones, Ward fue elegido como primer presidente de la American Sociological Society. Ward, como Summer, aceptaban la idea de que la humanidad había evolucionado desde formas
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inferiores a su condición presente. La humanidad había pasado de lo simple a lo complejo. Ward era un convencido de que la sociología debía ocuparse de algo más que la vida social, en definitiva, que creía necesaria una sociología aplicada. Ello implicaba el uso consciente del conocimiento científico para lograr una sociedad mejor. De este modo Ward no era un darwinista social extremista, creía en la necesidad y en la importancia de la reforma social. La escuela de Chicago. En 1892, Albion Small fundó el departamento de sociología de la Universidad de Chicago. Albion actuó en pro de la creación de un departamento en la Universidad de chicago, que terminaría por convertirse en el centro de la disciplina en los EE.UU. durante muchos años. En 1894 Small colaboró en el primer manual de sociología. En 1895 fundó el American Journal of Sociology, en 1905 también fundó con otros la American Sociological Society, asociación profesional de sociólogos. La A.S.S., por sus siglas no estaba bien vista y pasó a llamarse en 1959 American Sociological Association. Los inicios de la Escuela de Chicago. El inicio del primer departamento tuvo mucho que ver con la religión. Algunos de sus miembros eran sacerdotes o hijos de sacerdotes. Albion Small pensaba que la meta última de la sociología debía ser esencialmente cristiana. Esta creencia condujo a la sociología a ocuparse de la reforma social a través de un carácter científico. Chicago fue su laboratorio. W.I. Thomas se incorporó en 1895 e hizo hincapié en la necesidad de la investigación científica sobre cuestiones sociológicas. Sus ideas se manifestaron en una obra publicada en 1918 “The polish peasant in Europe and América”, obra coescrita con Florian Znaniecki. Tanto Martin Bulmer como Norbert Wiley consideran a esta obra de gran importancia para la sociología en el sentido de que clarificaba el singular espacio intelectual en el que esta disciplina puede observar y explorar la desorganización social de los emigrantes polacos. La obra era sobre todo un estudio macrosociológico de las instituciones sociales. Thomas, más adelante en su carrera, optó por un enfoque microscópico y socio-psicológico, que se oponía a los estudiosos de grandes estructuras como Marx, Weber y Durkheim. El producto teórico de la Escuela de Chicago fue el Interaccionismo simbólico. Otra figura relevante de la Escuela de Chicago fue Robert Park. Su importancia para el desarrollo de la sociología se debe a diferentes razones: Primera, se convirtió en la figura principal del departamento de sociología. Segunda, Park había estudiado en Europa y llevó a américa filosofías continentales. Al mismo tiempo, Park había seguido a Simmel, por lo que las ideas de Simmel, particularmente su interés por la acción y la interacción, intervinieron decisivamente en la Escuela de Chicago. Tercera, antes de ser sociólogo, había sido periodista, y su experiencia le dio un sentido de la importancia de los problemas humanos y de la necesidad de salir al exterior para recabar datos mediante la observación personal. Así surgió el duradero interés por la ecología urbana. Cuarta, Park jugó un papel importante en la dirección de los estudiantes contribuyendo al desarrollo de un programa de investigación cualificada. Finalmente, en 1921, Park y Burgess publicaron el primer manual importante de sociología, “An Introduction to the Science of Sociology”, que se convirtió en un texto influyente durante muchos años. A finales de los años 20, Park se marchó a Fisk University, una universidad de negros. El declive de la Universidad de Chicago no se debió a la marcha de Park. Antes de analizar el declive de la Universidad de Chicago debemos conocer a Charles Horton Cooley y George Herbert Mead. Charles Horton Cooley. Cooley no comenzó su carrera en Chicago, sino en Michigan, pero se veía muy atraído por el interaccionismo simbólico. Aunque a Cooley se le recuerda por sus incursiones en los aspectos socio-psicológicos de la vida social, se mostró más interesado por la conciencia y como se va modelando con la interacción social, su concepto del self-espectacular. Otro concepto básico de Cooley es el del grupo primario. Los grupos primarios son grupos íntimos, en los que la relación es cara a cara, grupos primarios de jóvenes, familia y pares son esenciales en el desarrollo del ser social. En esos grupos primarios es donde nace el self-espectacular, donde el niño egocéntrico aprende a ser consciente de los demás y se convierte en un miembro de la sociedad. Cooley rechazaba la visión conductista de los seres humanos. Creía que las personas tenían conciencia, un self, y que la responsabilidad de los sociólogos era estudiar este aspecto de la realidad social. Cooley aconsejaba ponerse en el lugar de los actores que estudiaban, que utilizaran el método de la introspección simpática para analizar la conciencia. George Herbert Mead. Es el pensador más importante vinculado a la Escuela de Chicago y al interaccionismo simbólico. NO era sociólogo, era filósofo. Mead impartió cursos de filosofía a sociólogos de la Escuela de Chicago y sus ideas influyeron en un gran número de ellos. Los estudiantes combinaron las ideas de Mead con las de Park y Thomas, a raíz de esta combinación, surgió el interaccionismo simbólico. Estos estudiantes reunieron los apuntes tomados y publicaron un volumen póstumo “Mind, Self and Society”. Este volumen constituye el pilar intelectual del interaccionismo simbólico.
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Es preciso analizar las ideas de Mead en el contexto del conductismo psicológico. Lo que inquietaba a Mead era que el conductismo no iba lo suficientemente lejos. Es decir, no contemplaba seriamente la conciencia, ya que mantenía la idea de que no era susceptible de un estudio científico. Se afanó por extender los principios del conductismo al análisis de la mente. Para llevar a cabo esta tarea Mead adoptó un enfoque similar al de Cooley. Mientras la postura de Cooley parecía acientífica, la postura de Mead prometía una concepción más científica de la conciencia mediante la ampliación de los principios y métodos altamente científicos del conductismo psicológico. Mead legó a la sociología una teoría totalmente contraria a los principales teóricos europeos, a excepción de Simmel. Así, el interaccionismo simbólico se desarrolló por el interés de Simmel por la acción y la interacción y del de Mead por la conciencia. No obstante, esta idea tiene una debilidad, los niveles societal y cultural. La decadencia de la sociología de Chicago. Además de la muerte de Mead y la desaparición de Park, Fred Matthews, identifica varias razones de su decadencia. Primera, La disciplina se mostraba cada vez más preocupada por ser científica y la utilización de métodos sofisticados y el empleo del análisis estadístico. Park comenzó a desdeñar la estadística o esa magia parlante, como el la denominaba, porque parecía prohibir el análisis de la subjetividad, de lo idiosincrásico y peculiar. Se terminó buscando la cantidad y no la calidad. Segunda, la excesiva influencia de la Escuela de Chicago a través de sus publicaciones en el resto de las universidades estadounidenses. Esto llevó a la creación de la American Sociological Review, en contraposición a la American Sociological Association. Su caída marcó el desarrollo de otros centros poderosos como Harvard y en general de la Ivy League. El interaccionismo simbólico perdió terreno frente a sistemas teóricos más explícitos y codificados como el funcionalismo estructural. LA TEORIA SOCIOLOGICA ESTADOUNIDENSE HASTA LA MITAD DE SIGLO. El nacimiento de Harvard, la Ivy League y el funcionalismo estructural. La fecha de nacimiento de la Sociología en Harvard viene de la mano de Pitirim Sorokin en 1930. Su teoría no ha superado la prueba del tiempo, pero si fue trascendental en Harvard fue por la creación del departamento de Sociología y la contratación de Talcott Parsons. Parsons se convirtió en la figura principal de la sociología estadounidense debido a que introdujo los teóricos europeos a una audiencia estadounidense, a sus propias teorías sociológicas y a muchos alumnos suyos que se convirtieron en grandes teóricos de la sociología. Pitirim Sorokin. Sorokin fue un escritor muy prolífico. En su obra a cuatro volúmenes “Social and Cultural Dynamics” parte de una numerosa serie de datos empíricos para desarrollar una teoría general de cambio social y cultural. A diferencia de una evolución lineal, el opta por una mentalidad: sensual, ideacional e idealista. Las sociedades dominadas por el sensualismo destacan el papel de los sentidos en la comprensión de la realidad. Las ideacionales eran sociedades dominadas por un modo de comprensión más trascendental y religioso. Las sociedades idealistas eran tipos de transición entre el sensualismo y la religiosidad. El motor del cambio se encuentra en la lógica interna de cada uno de estos sistemas. Así, una sociedad sensual llega a ser tan sensual que sienta las bases de su desaparición. Cuando el sensualismo llega a su fin lógico, se refugian en sistemas religiosos. Cuando una sociedad se convierte en excesivamente religiosa, surge una cultura idealista, y todo queda preparado como que el ciclo comience de nuevo. Talcott Parsons. La gran contribución de Parsons fue la influencia que ejerció sobre los estudiantes de licenciatura que, con el tiempo, llegarían a ser notables teóricos de la sociología. Robert Merton, Kingsley Davis y Wilbert Moore fueron seguidores de Parsons en Harvard. Moore escribió uno de los trabajos centrales de la teoría estructural-funcional, la orientación que terminaría por convertirse en el gran producto de Parsons y los parsonianos. En el año 1937 fue un año importante para Parsons y el estructuralismo, se publicó “The Structure Social”. Fue importante por cuatro razones: Primera, sirvió para dar a conocer las grandes teorías europeas al público estadounidense. La mayor parte del libre estaba dedicado a Weber, Durkheim y Pareto. Segunda, Parsons apenas dedicó tiempo a Marx, como consecuencia, la teoría marxiana continuó excluida de la sociología ortodoxa. Tercera, su libro defendía la teorización sociológica como una actividad legítima y significativa. Cuarta, Parsons defendió ciertas teorías sociológicas que llegaron a tener una profunda influencia sobre la sociología. Si en un principio a Parsons se le consideró un teórico de la acción, gradualmente se convirtió en un teórico estructural-funcional centrado en los grandes sistemas sociales y culturales. Parsons se convirtió en el exponente fundamental del funcionalismo estructural. Parsons se centró en el estudio de las
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estructuras de la sociedad y la relación entre ellas. Percibía que estas estructuras se mantenían recíprocamente y tendían hacia un equilibrio dinámico. El interés se centraba en el modo en que el orden se mantenía entre los diversos elementos de la sociedad. A Parsons no sólo le preocupaba el sistema social per se, sino también su relación con los otros sistemas de acción, en especial los sistemas cultural y de la personalidad. Las estructuras intersistémicas e intrasistémicas se definían por la cohesión, el consenso y el orden. Su obra también tuvo algunas consecuencias negativas. Primera, sus interpretaciones de los teóricos europeos parecía reflejar su propia orientación teórica en lugar de la de aquellos. Muchos sociólogos se expusieron a recibir una interpretación errónea de las teorías europeas. Segunda, ignoró a Marx, por lo que las ideas de Marx permanecieron durante muchos años al margen de la sociología. Tercera, su teoría acusa importantes puntos débiles, aunque su fama apagó toda crítica. George Homans. Acaudalado bostoniano, obtuvo su licenciatura en Harvard. A través del fisiólogo L.J. Henderson entró en contacto con las teorías de Pareto. Homans siempre se preguntó por qué se sentía atacado por los marxistas. Homans estaba dispuesto a creer en Pareto porque le proporcionaba una defensa. La publicación de “An Introduction to Pareto” convirtió a Homans en sociólogo, aunque era lo único leído por Homans. Sin llegar a leer su tesis doctoral en Harvard, Homans se convirtió en una de las principales figuras de la sociología de su tiempo. En 1939 se propuso la su incorporación al departamento de sociología, pero la guerra interrumpió esa propuesta. Después de la guerra, Parsons había creado el departamento y Homans se incorporó a él. Parsons y Homans llegaron a estar enfrentados. Homans afirmaba que la teoría de Parsons no era en absoluto una teoría, sino un vasto sistema de categorías intelectuales en las que encajaban muchos aspectos del mundo social. Homans creía que la teoría debía construirse a partir de una observación cuidadosa del mundo social y , sin embargo, al teoría de Parsons partía del nivel teórico para luego descender al nivel empírico. Homans acumuló gran cantidad de observaciones empíricas, pero hasta 1950mno dio un enfoque satisfactorio a su teoría. Esa teoría era el conductismo psicológico, que alcanza su mejor expresión en las ideas de B. F. Skinner. Sobre esta base Homans construyó su teoría del intercambio. Harvard y su principal producto, el funcionalismo estructural, predominaron en los años treinta y desplazaron a la Escuela de Chicago y el interaccionismo simbólico. La decadencia de la Escuela de Chicago. Comenzó a decaer con la muerte de Mead y la marcha de Park. Aunque a principios de los años cincuenta seguía constituyendo una importante fuerza en el área de la sociología. La figura central del departamento de Chicago fue Herbert Blumer, fue el verdadero exponente del desarrollo de las ideas de Mead, Cooley, Simmel, Park y otros. De hecho fue Blumer quien acuñó la frase de “interaccionismo simbólico”. Entre 1941 y 1952 fue editor del American Journal of Sociology y se esforzó para que esta revista continuara siendo uno de los principales órganos de difusión de los escritos que sintonizaban con la tradición de Chicago en general, y con el interaccionismo simbólico en particular. Las universidades continuaban divididas entre el interaccionismo simbólico y el funcionalismo estructural. Para extender la influencia del interaccionismo simbólico, varios teóricos marchan a diferentes universidades, uno de ellos, Manford Kuhn se marchó a Iowa y se produjo una ruptura entre Blumer y Kuhn; de hecho, la gente empezó a hablar de las diferencias entre las escuelas de interaccionismo simbólico de Chicago y Iowa. La ruptura se produjo sobre la cuestión de la ciencia y la metodología. Kuhn creía que el estudio sobre los actores debía de ser más científico, por ejemplo, mediante el uso de los cuestionarios. Blumer optaba por la introspección simpática y la observación participante. Blumer terminó abandonando la Universidad de Chicago y marchó a Berkeley. Chicago siguió teniendo su importancia, pero cada vez era menos su influencia en la sociología, aunque el interaccionismo simbólico continuaba vigente. Desarrollos de la teoría marxista. Desde principios de 1900 hasta los años treinta, la teoría marxista se desarrolló al margen de la corriente principal de la teoría sociológica. La única excepción fue el nacimiento de la escuela crítica de Frankfurt, escuela inspirada en el marxismo hegeliano. La idea de la creación de la escuela de Frankfurt partió de Félix J. Weil. Se relacionan con la escuela crítica autores como Max Horkheimer, Adorno, Fromm o Marcuse. Hacia 1934, bajo el terror nazi, el instituto se tuvo que cerrar, la hostilidad era palpable ya que muchos de los pensadores eran judíos. Horkheimer se marchó a EE.UU y tuvo la oportunidad de seguir trabajando sobre la teoría marxista en la Universidad de Columbia. Hubo mucha presión para evitar que el marxismo arraigara en las universidades de los EE.UU. Después de la guerra, aumentaron las presiones para que volviera a Alemania. McArthur? Aunque el instituto se
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volvió a Alemania, muchos pensadores relacionados con él, siguieron sus propios caminos. Al principio, los investigadores relacionados con el Instituto tendían a ser marxistas tradicionales centrados en la economía. Pero hacia 1930 se produjo un cambio importante a medida que este grupo de pensadores se interesaba más por el análisis del sistema cultural. Esta orientación se alineaba con Georg Lukács, marxista hegeliano. Los teóricos críticos combinaron ideas de Weber e ideas de Marx, esto sirvió para legitimar años más tarde a los ojos de los sociólogos la teoría marxista. Otro paso fue el empleo de rigurosas técnicas científico-sociales desarrolladas por los sociólogos americanos para investigar cuestiones que interesaban a los marxistas. Y aún más. Los teóricos críticos se esforzaron por integrar la teoría freudiana, centrada en el individuo, con los principios societales y culturales de Marx y Weber. La escuela crítica ha venido realizando un trabajo bastante útil desde los años veinte, pero hubo de esperar hasta los años cincuenta, para ser descubierta por un sinnúmero de teóricos estadounidenses. LA TEORIA SOCIOLOGICA DESDE LA MITAD DE SIGLO. Funcionalismo estructural: auge y decadencia. Los años 40 y 50 constituyeron loa años del apogeo del funcionalismo estructural y el comienzo de su decadencia. Parsons produjo una serie de trabajos que exponían con claridad su cambio de orientación desde la teoría de la acción al funcionalismo estructural. Los más importantes departamentos de sociología fueron ocupados por discípulos de Parsons. Por ejemplo en 1945, Davis y Moore publicaron un ensayo sobre estratificación social desde una perspectiva estructural-funcional, en el cual reconocían la necesidad de la desigualdad en términos ideológicos. En 1949 Merton publicó otro ensayo sobre la teoría estructural-funcional, en el cual, manifestaba que el funcionalismo estructural debía de ocuparse también de las disfunciones de la sociedad. A partir de 1950 y años 60 el estructuralismo funcional tuvo muchas críticas por parte de Wright Mills, Lockwood y Horowitz. George Huaco vinculó el nacimiento y la decadencia del funcionalismo estructural a la posición que ocupaba la sociedad estadounidense en el mundo. Cuando en 1945 los EE.UU se sitúan en una posición dominante, el funcionalismo estructural está en pleno apogeo. El funcionalismo estructural apoyó esta posición mundial en dos sentidos. Primero, la idea funcional-estructural de que “toda pauta tiene consecuencias que contribuyen a la preservación y la supervivencia del sistema” era simplemente una celebración de los EE.UU. y de su hegemonía mundial. Segunda, su perspectiva del equilibrio (el mejor cambio social es no cambiar) sintonizaba bien con los intereses de los EE UU., que entonces constituía el imperio más rico y poderoso del mundo. La decadencia de EE.UU. en los años setenta coincide con la caída de la teoría funcionalestructural. La sociología radical en América. C. Wright Mills. Aunque la teoría marxista fue ampliamente ignorada en los EE.UU, se dieron excepciones como la de C. Wright Mills. Mills se destacó por mantener viva la tradición marxista en la teoría sociológica. Los sociólogos marxistas modernos tienen una gran deuda con Mills debido a las actividades profesionales y personales que abrieron hueco a su propia obra. Mills no era marxista, y no leyó a Marx hasta 1955. Se limitaba a leer las pocas traducciones en inglés, ya que Mills no sabía alemán. Mills publicó dos grandes obras “White Collar”, una dura crítica al estatus de una categoría profesional que aumentaba: los trabajadores de cuello blanco. La segunda obra fue “The Power Elite”, que tenía por objeto mostrar que los estadounidenses estaban dominados por un pequeño grupo de hombres de negocios, políticos y líderes militares. En los años cincuenta el interés de Mills se dirigió hacia el marxismo y los problemas del Tercer Mundo con sus libros “The marxists” y “Listen yankee: The revolution in Cuba”. Su radicalismo lo situó en la periferia de la sociología en los EE.UU. Su actitud crítica culminó en “The Sociological Imagination”. Es muy notable su aguda crítica de Talcott Parsons y de su práctica de la gran teoría. De hecho, muchos sociólogos están más familiarizados con las críticas de Mills que con la teoría de Parsons. El desarrollo de la teoría del conflicto. Cuando el funcionalismo estructural apenas había obtenido el liderazgo de la teoría sociológica empezaron los ataques sobre su conservadurismo y su corrección política. Uno de los resultados de estas críticas fue el desarrollo de la teoría del conflicto para superar los problemas del funcionalismo estructural integrando el interés por la estructura con el interés por el conflicto. Este esfuerzo demostró una escasa coherencia intelectual. Varios autores como Lewis Coser y Van den Berghe intentan analizar la teoría del conflicto, el resultado es vago y difuso. El gran problema de las teorías del conflicto era que carecían de lo que más necesitaban: un anclaje coherente en la teoría marxista. La única excepción digna de mención es el trabajo de Ralf Dahrendorf. Dahrendorf intentó engastar su teoría del conflicto con la
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tradición marxista. Sin embargo, al final, su teoría del conflicto parecía más un reflejo especular del funcionalismo estructural que una teoría marxista del conflicto. Su obra “Class and Class conflicto in Industrial Society” influyó en la teoría del conflicto, pero ello se debía principalmente a que parecía alinearse más con el funcionalismo estructural que con la corriente principal de la sociología. La teoría del conflicto fracasó por ser cobarde en su apuesta marxista. Ere demasiado pronto, años 50 y 60, para que la sociología estadounidense aceptara un enfoque plenamente marxista. Sin embargo, este esfuerzo fue útil, ya que sentó las bases para que a finales de los años sesenta comenzara a aceptarse este enfoque. No debemos olvidar a Randall Collins en la teoría del conflicto. Collins acusa la misma debilidad que los otros trabajos pertenecientes a la tradición del conflicto, su pobreza cuando se lo compara con la tradición marxista. El problema de la teoría del conflicto es que se centra generalmente en las estructuras sociales; tiene poco o nada que decir sobre los actores y sus pensamientos y acciones. El nacimiento de la teoría del intercambio. Hacia los años cincuenta parece la teoría del Intercambio. Homans es la figura más importante de esta corriente. El conductismo de Skinner es la fuente principal de la teoría del intercambio. Homans pretendía mantenerse alejado del enfoque cultural y estructural de la teoría parsoniana y deseaba concentrarse en las personas y su conducta. Homans analizó numerosos datos procedentes de estudios sociológicos de pequeños grupos y estudios antropológicos de las sociedades primitivas, entonces fue cuando comenzó a vislumbrar que el conductismo de Skinner era válido para su objetivo y que proporcionaba una alternativa teórica al funcionalismo estructural de Parsons. “Social Behavior: Its Elementary Forms” marcó el nacimiento de la teoría del intercambio como perspectiva sociológica relevante. La idea básica de Homans era que el núcleo de la sociología estaba en el estudio de la conducta y la interacción individual. Demostró poco interés por la conciencia o por los diversos tipos de grandes estructuras e instituciones que preocupaban a la mayoría de los sociólogos. Se concentró principalmente en las pautas de refuerzo, la historia de las recompensas, los costes, que dirigían la actuación de las personas. Homans manifestaba que las personas continuaban haciendo lo que había obtenido recompensa en el pasado. Y a la inversa, dejaban de hacer lo que se había demostrado costoso. Así, el objeto de la sociología no debía ser la conciencia o las estructuras e instituciones sociales, sino las pautas de refuerzo. La teoría del intercambio se ocupa no sólo de la conducta individual, sino también de la interacción entre las personas que entraña un intercambio de recompensas y costes. Otro importante exponente dela teoría del intercambio es Peter Blau “Exchange and Power in Social Life”. Blau adoptó la perspectiva de Homans, pero había una importante diferencia entre ambos. Mientras Homans se mostraba satisfecho con el análisis de las formas elementales de la conducta social, Blau quiso integrar ese tipo de análisis con el intercambio a escala cultural y estructural. Para ello, partía delos intercambios entre los actores y avanzaba hacia las estructuras de más alcance que eran producto de ese intercambio. Así, terminó por analizar los intercambios entre las grandes estructuras. En cierto sentido, supuso un regreso al estilo de Parsons de teorizar tan criticado por Homans. Richard Emerson ha aparecido recientemente como una figura central de la teoría del intercambio. Se le reconoce sobre todo su esfuerzo por desarrollar un enfoque integrado micro-macro de la teoría del intercambio. Análisis dramatúrgico: la obra de Erving Goffman. A Erving Goffman se le suele considerar el más grande pensador vinculado con la Escuela de Chicago original. Goffman y Blumer se reunieron en Berkeley, donde juntos crearon algo así como un centro de interaccionismo simbólico. No llegaría a ser tan importante como el de Chicago, Blumer ya no era tan influyente y Goffman estaba por descubrir. A partir de 1952 el interés por el interaccionismo simbólicos decae, aunque sigue siendo una teoría sociológica importante. A pesar de esta situación Goffman se labró una posición sólida y distintiva en la teoría sociológica contemporánea. Goffman publico una serie de libros y ensayos que provocaron el nacimiento del análisis dramatúrgico como una variante del interaccionismo simbólico. En su libro “Presentation of Self in Everyday Life”, Goffman pensaba que existían múltiples analogías entre las representaciones teatrales y el tipo de actos que todos realizamos durante la acción e interacción cotidianas. Consideraba que la interacción era sumamente frágil y que se mantenía por las representaciones sociales La representación deficiente o desorganizada constituye una gran amenaza para la interacción social, del mismo modo que lo que es para la representación teatral. En
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toda interacción social existía una región anterior que equivalía al proscenio de la representación teatral. Los actores en el escenario y en la vida real se muestran interesados en su apariencia, su vestimenta y el empleo de accesorios. También una región posterior, en la cual los actores podían retirarse y en el que se preparaban su representación. Entre bambalinas, los actores podían desprenderse de sus papeles y ser ellos mismos. El análisis dramatúrgico es coherente con sus raíces en el interaccionismo simbólico. Se fija en los actores, la acción y la interacción. Goffman consideró que el teatro constituía una metáfora brillante para arrojar luz sobre los procesos sociales de escala reducida. Por otro lado, Goffman tuvo bastantes críticas. Primera, se le acusó de centrarse en cuestiones bastante esotéricas. Segunda, era un teórico micro en una época en que se admiraba todo lo macro. Tercero, atrajo pocos estudiantes capaces de construir teóricamente a partir de sus principios. Y cuarta, se ha realizado escaso trabajo teórico dentro de la tradición dramatúrgica. El desarrollo de las sociologías creativas. Las décadas de los años 60 y 70 fueron una explosión de diversas perspectivas teóricas que Mónica Morris las agrupó bajo el nombre de “sociologías creativas”. Bajo este etiqueta se agrupan la fenomenología, la etnometodología y la sociología existencial. La sociología fenomenológica y la obra de Alfred Schutz. La fenomenología está centrada en el análisis de la conciencia y su principal impulsor fue Alfred Schutz en su obra “The Phenomenology of the Social World”. Schutz llegó a EE.UU huyendo de los nazis, pronto empezó a trabajar en la New School for Social Research de Nueva York. Schutz partió de la filosofía fenomenológica de Edmund Husserl, que se había propuesto una comprensión interna del ego trascendental, y le dio un giro externo hacia la intersubjetividad. A Schutz le interesaba sobre todo el modo en que las personas aprehenden la conciencia de los otros mientras viven en la corriente de su propia conciencia. Schutz utilizaba el termino intersubjetividad para referirse al mundo social, en especial a la naturaleza social del conocimiento. Schutz se centra en un aspecto del mundo social que denomina el mundo de la vida, o mundo de la vida cotidiana. La gente se crea la realidad social, a la vez que está sujeta a las constricciones que ejercen las estructuras sociales y culturales previamente creadas por sus antecesores. Schutz diferenciaba entre las relaciones íntimas cara a cara “relaciones entre nosotros” y las relaciones distantes e impersonales “relaciones entre ellos”. Schutz aportó penetrantes intuiciones sobre el mundo intersubjetivo. En conjunto, Schutz estudió la relación dialéctica entre el modo en el que construimos la realidad social y la inexorable realidad social y cultural que heredamos de los que nos han precedido en el mundo social. A mitad delos años sesenta se produjeron desarrollos cruciales. Peter Berger y Thomas Luckmann coescribieron “The Social Construction of Reality”, este libro contribuyó a dar a conocer las ideas de Schutz inaccesibles a la sociedad estadounidense e integrar las ideas de Schutz con la corriente principal de la sociología., Desde 1967 la fenomenología no ha hecho sino ganar popularidad en el ámbito de la sociología. Etnometodología. Esta perspectiva es apenas distinguible de la fenomenología. El creador fue Harold Garfinkel y fue discípulo de Schutz. Al mismo tiempo fue alumno de Parsons y conjugó las teorías de Schutz y Parsons. Fue en la Universidad de California donde desarrolló la etnometodología. La etnometodología fue el primer producto teórico de la Coste Oeste, donde ha seguido trabajando hasta ahora. La etnometodología comenzó a gozar de difusión nacional con la publicación, en una prosa difícil y oscura, en 1967 de la obra Studies in Ethnomethdology de Garfinkel. La etnometodología es el estudio del “cuerpo de conocimiento de sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones (métodos) por medio de los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia”. Los autores que han desarrollado esta perspectiva se sienten muy atraídos por la vida cotidiana a escala del individuo. Mientras los fenomenológicos se centran en lo que piensan las personas, los etnometodólogos les preocupan lo que hacen. Los etnometodólogos también se preocupan de las estructuras y cómo influyen en la vida cotidiana. La etnometodología tuvo ataques muy severos por los sociólogos ortodoxos. Coser en la American Sociological Association calificó a la etnometodología como trivial, entreguista y orgía de subjetivismos. Sociología existencial. Es la sociología menos importante. La sociología existencial se centras en las complejidades de la vida del individuo y en el mundo en que los actores intentan solventar esas complejidades. Se muestra particularmente interesada en el self. Aunque comparten ciertas raíces con la fenomenología y la etnometodología, la sociología existencial intenta distanciarse de ellas. Se ve a sí misma como más involucrada en el mundo real que cualquier otra sociología creativa. La obra de Jean-Paul Sartre fue una de sus fuentes. La sociología existencial, a pesar de los esfuerzos por difundirla, se encuentra en la periferia. No obstante, las sociologías creativas han hecho su aportación a la sociología, pese a la oposición de muchos sociólogos. Hemos analizado cuatro teorías micro: la teoría del intercambio, la sociología fenomenológica, la etnometodología y la sociología existencial. Mientras las tres últimas comparten la perspectiva del actor reflexivo y creativo, la teoría del
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intercambio no lo hace. En la década de los setenta, estas teorías adquirieron fuerza en la disciplina y amenazaron con desplazar a las teorías de orientación macrosocial. Teoría de sistemas. Uno de los desarrollos más interesantes en la sociología ha sido la ascensión y declive de la teoría de sistemas. Apareció a finales de los años sesenta y llegó a su punto culminante con la publicación por parte de Walter Buckley de la obra “Sociology and Modern Systems Theory”. Esta teoría deriva de las ciencias duras que consideran las entidades orgánicas como mecánicas en términos de sistemas. Esta teoría ve a la sociedad como un enorme sistema constituido por una serie de partes interrelacionadas. Hay que examinar las partes y la relación con otros sistemas. También se estudian las entradas (inputs) que penetran en el sistema, el modo en que se procesan y los resultados. Durante de la década de los sesenta el funcionalismo estructural era objeto de diversas críticas y los sociólogos se vieron atraídos por la teoría de sistemas. Parsons escribió en 1951 The Social System, escrito en unos términos que se asemejaban a los de la teoría de sistemas. Como estaba arraigada en las ciencias duras, los sociólogos se vieron interesados en fomentar la sociología científica. Apenas se trabajo en ella y no consiguió arraigar. La influencia de la sociología marxista. Fue a finales de los sesenta cuando la sociología marxista empezó a abrirse espacio en la sociología estadounidense. Hay varias razones que explican este proceso. Primero, el funcionalismo estructural, teoría dominante, era objeto de numerosas críticas debido a su conservadurismo. Segunda, la sociología radical de Mills y la teoría del conflicto, si bien no era una teoría marxista al uso, sentó las bases para el desarrollo de una teoría estadounidense auténticamente arraigada en la tradición marxista. Tercera, los años 60 se caracterizaron por la protesta negra, el renacimiento de la lucha feminista y estudiantil y la protesta por la Guerra del Vietnam. Muchos sociólogos se vieron atraídos por la sociología radical. La obra de Henri Lefebvre “La sociología de Marx” jugó un papel importante, y lo hizo debido a su argumento principal, aunque Marx no era sociólogo había mucha sociología en su teoría. Desde entonces, cada vez más sociólogos han vuelto a la obra original de Marx, y a la de otros marxistas, con el fin de encontrar ideas útiles para el desarrollo de una sociología marxista. Hoy día podemos ver como los sociólogos estadounidenses han producido varias obras importantes dentro del marxismo académico. Los teóricos estadounidenses se han visto atraídos por las teorías de Weber y Marx. Sckocpol y Wallerstein y Habermas recibieron gran reconocimiento en los EE.UU. El reto de la teoría feminista. En el preciso momento en que la teoría marxista lograba ser aceptada en los EE.UU. un nuevo reto aparecía en el horizonte de la sociología. La última rama del pensamiento social radical iba a constituirse bajo la teoría feminista contemporánea. Hay que remontarse casi 400 años en las sociedades occidentales para encontrar el rastro de los escritos feministas. No obstante, hace 150 años que existe un movimiento organizado por y para las mujeres. En los EE.UU. el movimiento feminista logró el derecho al voto para las mujeres en 1920, 150 años después de que se les reconociera a los negros En los años 50 decayó el movimiento feminista para reverdecer en los 60. Tres factores ayudaron al nuevo auge. Primero, el clima general de pensamiento crítico que caracterizaba este periodo. Segundo, la rabia de las activistas que se unieron en tropel a los movimientos en contra de la guerra y pro de los derechos humanos. Tercero, la experiencia de prejuicio y discriminación que sufrían las mujeres a medida que se incorporaban al mercado laboral y a la educación superior. A pesar de que otros movimientos fueron decayendo, el feminismo continuo expandiéndose durante los años 70 y 80 La nueva literatura sobre las mujeres constituye la obra de una comunidad interdisciplinar de escritores y escritoras que se encuentran dentro y fuera de la universidad. Esta literatura deja claro la complejidad de los sistemas que someten a las mujeres. La cultura popular, la violación o el análisis de la maternidad constituyen el hilo conductor de esta literatura. La teoría feminista contempla el mundo desde el ventajoso punto de vista de una minoría hasta ahora invisible y no reconocida –las mujeres- con la vista puesta en la manera relevante en que las actividades de esa minoría han contribuido a crear nuestro mundo. Este punto de vista requiere una nueva elaboración de nuestra comprensión de la vida social. Algunos sociólogos no han querido incorporar las ideas de la nueva literatura sobre las mujeres a su comprensión del mundo social. Pero más bien ocurre que los sociólogos y sociólogas feministas han sido separados de la sociología ortodoxa, y la teoría sociológica se ha reducida una única variable de investigación, el sexo, y a un único patrón de roles sociales, el género. Los prejuicios antifeministas, las
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dudosas credenciales científicas de una teoría tan próxima al activismo político, y la precaución que suscitó el reconocimiento de las implicaciones radicales de la teoría feminista, son las razones porque la sociología ha esquivado la teoría feminista. Las mujeres en general y los hombres y mujeres a los que el feminismo afecta en particular, constituyen una fracción importante dentro de la comunidad sociológica. Estructuralismo y posestructuralismo. El estructuralismo, mejor conocido como estructuralismo francés, constituye actualmente un fenómeno internacional. Aunque sus raíces se encuentran fuera de la sociología, el estructuralismo se ha hecho una posición dentro de la sociología. No resulta fácil encontrar una única presentación del estructuralismo que sea coherente ya que se ha desarrollado poco y el escaso desarrollo ha sido simultáneo en diversas áreas. Para unos, son las estructuras profundas de la mente las que conducen a las personas a pensar y a actuar como lo hacen. La obra de Freud puede considerarse un buen ejemplo de esta orientación. Para otros las estructuras invisibles de la sociedad son las que determinan las acciones de las personas y la sociedad en general. A veces, se puede considerar a Marx como un estudioso estructuralista de las estructuras invisibles, como la economía. Un tercer grupo contempla las estructuras como los modelas del mundo social que se pueden construir. Finalmente, otros estructuralistas se preocupan por la relación dialéctica entre los individuos y las estructuras sociales. Al antropólogo Claude Levi- Strauss se le suele relacionar con esta perspectiva. El problema de la sociología estructural es que aún continúa siendo una mezcla de ideas derivadas de diversas áreas, entre ellas la lingüística (Saussure), la antropología (Levi-Strauss), la psicología (Freud) y el marxismo (Althusser). Hasta que estas ideas no se conjuguen de un modo coherente, el estructuralismo seguirá siendo una corriente marginal dentro de la sociología. Los desarrollos en estas áreas han sido tan intensos que probablemente en pocos años se desarrollará una teoría estructural propia de la sociología. A medida que el estructuralismo se desarrolla dentro de la sociología, se produce un movimiento fuera de ella que va más allá de las premisas originales de aquel movimiento, el posestructuralismo. El principal representante es Michel Foucault. En sus primeras obras se centró en las estructuras para más tarde ir más allá y se centró en el poder y en la relación que existía entre conocimiento y poder. Los posestructuralistas aceptan la importancia de las estructuras, pero van más allá para tratar una amplia gama de cuestiones diferentes. LA TEORIA SOCIOLOGICA EN LOS AÑOS NOVENTA. Vamos a estudiar cuatro movimientos que prometen ser muy influyentes en los años venideros: el interés por la integración micro-macro, el integración acción-estructura, las síntesis teóricas y la metateorización en sociología. Integración micro-macro. Gran parte de los trabajos más recientes se ha ocupado de la vinculación entre las teorías micro y macrosociales y los niveles micro y macro de análisis. Durante los años 80 y 90 la vinculación micro-macro surgió como una problemática central en la teoría sociológica estadounidense. El mismo Ritzer intentó desarrollar un paradigma sociológico integrado que ajustara los niveles micro y macro tanto en su forma objetiva como subjetiva. Para Ritzer existen cuatro niveles de análisis social que deben analizarse de un modo integrado: macro-subjetividad, macro-objetividad, micro-subjetividad y micro-objetividad. Jeffrey Alexander ha creado una sociología multidimensional que se asemeja mucho a la de Ritzer. Alexander lo basa en el problema del orden –nivel individual o micro y nivel colectivo o macro—y el problema de la acción, que se supone que cuenta con un nivel material (objetivo) y un nivel idealista (subjetivo). Partiendo de estos dos básicos, desarrolla su teoría en cuatro niveles de análisis más: colectivo-idealista, colectivo-materialista, individual-idealista e individual-materialista. Aunque parecen similares los análisis de Ritzer y Alexander, Alexander otorga prioridad al nivel colectivo-idealista y Ritzer insiste en que debemos ocuparnos de las relaciones dialécticas entre todos los niveles. Wiley desarrolla otro enfoque afín, en el que bosqueja cuatro niveles de análisis semejante, el self, la interacción, la estructura social y la cultura. Los niveles de Wiley son meramente subjetivos, los de Alexander y Ritzer con objetivos y subjetivos. James Coleman se centró en la conexión entre micro y macro basada en el planteamiento de la elección racional derivada de la economía. Integración acción-estructura. La integración acción-estructura se ha desarrollado más en Europa que en los EE.UU. Aunque hay muchas similitudes con la integración micro-macro, también podemos ver grandes diferencias. Por ejemplo, mientras los agentes suelen considerarse como actores en un nivel micro, colectividades como los sindicatos también pueden ser agentes. Y mientras las estructuras suelen considerarse en un nivel macro, podemos encontrarlas en un nivel micro.
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En la teoría social europea contemporánea se han producido cuatro grandes líneas de investigación: 1.- Anthony Giddens y su teoría de la estructuración. Contempla la acción y la estructura como una dualidad, no pueden ser separadas, la acción está involucrada en la estructura y viceversa. 2.- Margaret Archer rechaza la idea de considerar la acción y la estructura como una dualidad y las ve más bien como un dualismo. Es decir, la acción y la estructura pueden y deben ser separadas. 3.- Bourdieu y la cuestión acción-estructura, que se traduce en una preocupación por la relación entre el habitus y el campo de acción. El habitus es una estructura mental o cognoscitiva interiorizada mediante la cual la gente se maneja en el mundo social. El habitus produce la sociedad y la sociedad produce el habitus. La estructura del campo de acción constriñe a los actores, ya sean individuales o colectivos. La preocupación principal de Bourdieu es la relación entre habitus y campo de acción, que el concibe como una relación dialéctica. 4.- Jurgen Habermas ha tocado la cuestión acción-estructura bajo la expresión de “la colonización del mundo de la vida”. El mundo de la vida constituye un micromundo donde las personas interactúan y se comunican. El sistema tiene sus raíces en el mundo de la vida, pero al final desarrolla sus propias características estructurales. A medida que las estructuras son más independientes y poderosas, ejercen más y más control sobre el mundo de la vida. En el mundo moderno, el sistema llega a colonizar el mundo de la vida, es decir, a ejercer su control sobre él. Síntesis teóricas. Las ideas micro-macro y la acción-estructura de los años 80 y 90 son la base para el desarrollo más amplio hacia la síntesis teórica que se ha puesto en marcha a principios de los 90. La síntesis teórica es un esfuerzo por sintetizar dos o más teorías sociológicas. No obstante, existen dos aspectos distintivos de estos nuevos trabajos de síntesis. Primero, no constituyen intentos aislados de síntesis, sino que están muy extendidos. Segundo, la meta es lograr una síntesis relativamente reducida de ideas teóricas, y no el desarrollo de una gran teoría sintética que abarque toda la teoría sociológica. Dentro del funcionalismo estructural, hemos hablado del neofuncionalismo, cuyo objetivo es superar las muchas limitaciones del funcionalismo estructural incorporando ideas derivadas de otras teorías. Es una reconstrucción del funcionalismo estructural según Alexander y Colomy. En el interaccionismo simbólico se ha experimentado una drástica transformación, ya que, en palabras de Fine, se ha compuesto una teoría a partir de otros planteamientos teóricos tomados de la sociología fenomenológica, de la teoría feminista y de la teoría del intercambio, entre otras. Al mismo tiempo se está redefiniendo a autores como Mead y Blumer. En el ámbito de la teoría del intercambio, Richard Emerson comienza centrándose en los principios del conductismo, pero posteriormente se esfuerza por vincularlos a la estructura social y a las relaciones de intercambio social. Más recientemente, Cook, O’Brien y Kollock han llegado a definir la teoría del intercambio en términos inherentemente integradores y a sintetizarla con ideas derivadas del interaccionismo simbólico y la teoría de redes. La teoría social posmodernista se basa en la idea de que en los últimos años hemos pasado de una sociedad moderna a otra posmoderna. Mientras la sociedad moderna era racional y rígida, la posmoderna se considera más irracional y flexible. Esta teoría es eminentemente integradora en el sentido de que extrae ideas de una amplia gama de disciplinas: la filosofía, la teoría cultural y la teoría social entre otras. Los modernistas defienden más bien esfuerzos sintéticos específicos más reducidos del tipo de los que se han venido realizando en el ámbito de la teoría sociológica a principios de los noventa. La teoría marxista incluye tres desarrollos teóricos sintéticos: 1.- El marxismo analítico, que se esfuerza por aplicas los métodos habituales de la filosofía analítica y la ciencia social a temas marxistas tradicionales. Wright. 2.- Laclau y Mouffe toman ideas prestadas de la teoría de la posmodernidad y las conjugan con aspectos dela teoría marxista tradicional. 3.- Bowles y Gintis, cuyo objeto es integrar la teoría marxista y liberal. Metateorización en sociología. La metateorización puede definirse como el estudio sistemático de las estructuras subyacentes de la teoría sociológica. Mientras que el objeto de estudio de los metateóricos es la teoría, los teóricos reflexionan sobre el mundo social. El trabajo metateórico ha formado parte dela sociología desde sus inicios. Particularmente destacables son los estudios metateóricos de Marx sobre Hegel, los Jóvenes Hegelianos, los economistas políticos y los socialistas utópicos. Paul Furfey presentó, aunque de forma fallida, el primer trabajo sobre el esfuerzo sistemático por definir el trabajo metateórico. También, de forma fallida, Alvin Gouldner intentó definir una sociología de la teoría sociológica, es un precedente de la metateorización. La metateorización sociológica ha llegado a su mayoría de edad en la década de los años noventa y promete desempeñar un papel central en la clarificación de las teorías sociológicas actuales.
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CAPITULO 3 AUGUSTE COMTE LAS GRANDIOSAS AMBICIONES DE COMTE. El positivismo: la búsqueda de leyes invariantes. La sociología recuerda a Comte por su defensa del positivismo. El término positivismo se refiere a la búsqueda de las leyes invariantes del mundo natural, así como del social. Estas leyes se obtienen a partir de la investigación sobre el mundo social y/o de la teorización sobre ese mundo. Según Comte los hechos derivados de la investigación tienen una importancia relativa comparada con la especulación reflexiva. El positivismo de Comte no excluye la investigación empírica, pero esa investigación está subordinada a la teoría. Para Comte, existe un mundo real y la tarea del científico consiste en descubrirlo y dar cuenta de él. Comte es lo que denominamos hoy, un realista. Hay dos caminos para alcanzar el mundo real: investigar y teorizar. Comte acentuaba la necesidad de la teoría y la especulación. El positivismo ha sido objeto de duros ataques, se han realizado numerosos trabajos que han planteado la duda de si el positivismo se ajusta a lo que hacen las ciencias naturales, duda que conduce a otra aún mayor sobre la posibilidad de una sociología positivista. Hoy en día, el positivismo no ha desaparecido de la disciplina sociológica, pero es evidente que la sociología atraviesa una era pospositivista. Comte se declaró a sí mismo como descubridor de la sociología, muchos sociólogos afirman que eso es cierto. Comte definía a la sociología como una ciencia positiva y desarrolló una jerarquía de las ciencias positivas, en cuya cúspide se encontraba la sociología. Esta jerarquía desciende a partir de las ciencias que son más generales para llegar a las concretas y cercanas a las personas. Comte identificaba tres métodos sociológicos básicos: observación, experimentación y comparación. La observación enseguida fue rechazada por Comte, lo consideraba ateórico y aisladas del mundo social. Las observaciones deben realizarse bajo una teoría y, una vez hechas, deben ser conectadas a una ley. La experimentación, era considerada por Comte, más adecuada para otras disciplinas. Resulta obvio que es prácticamente imposible interferir en los fenómenos sociales e intentar controlarlos. La comparación Comte la divide en tres subtipos: 1.- Podemos comparar a las sociedades humanas con las de los animales inferiores. 2.- Podemos comparar a las sociedades en las diferentes zonas del mundo. 3.- Podemos comparar los diferentes estadios de las sociedades en el transcurso del tiempo. A este último subtipo, Comte, lo denominó el “principal artefacto científico” de la sociología. Se le suele aplicar un estatus independiente como la cuarta metodología principal de Comte. Para John Stuart Mill fue la gran aportación de Comte a la sociología. Comte creó una serie de leyes positivas generales, leyes que aplicó al mundo social. La ley de los tres estadios. La ley más famosa de Comte es la ley de los tres estadios. Comte identifica tres estadios básicos partiendo de la premisa de que la mente humana atravesaba tres estadios. Cada estadio implicaba la búsqueda por parte de los seres humanos de una explicación de las cosas que les rodeaban. 1. Estadio teológico. Es el primer estadio y necesario punto de partida de los otros dos estadios. La mente humana busca la naturaleza esencial de las cosas. Esto desemboca en la búsqueda del conocimiento absoluto. Se supone son fuerzas o seres sobrenaturales quienes crean o regulan los fenómenos. Aunque Comte incluye el fetichismo y el politeísmo, el desarrollo último de este estadio es el monoteísmo. Lo subdivide en estadio fetichista, politeísta y monoteísta. 2. El estadio metafísico. Es el estadio menos importante. Es un estadio transitorio entre el estadio teológico y el positivo. En el estadio metafísico las fuerzas abstractas sustituyen a los seres sobrenaturales para explicar las causas originales y los propósitos de las cosas del mundo. Se recurre a las fuerzas misteriosas como la naturaleza para explicar por qué las cosas son como son. 3. El estadio positivo. Es el estadio final y más importante para Comte. En este estadio las personas abandonan la búsqueda de las causas originales. Las personas abandonan las ideas no científicas y se centran en la búsqueda de las leyes invariables que gobiernan todos los fenómenos. La búsqueda de estas leyes supone practicar tanto la investigación empírica como la teoría.
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Comte distinguía entre leyes concretas y abstractas. Las concretas se descubren mediante la investigación, las abstractas se descubren mediante la teorización. Si bien Comte reconocía la sucesión inevitable de los tres estadios, también admitía que los tres estadios podían coincidir en el tiempo en un momento determinado. Comte aplicó la ley de los tres estadios a una gran variedad de situaciones. Los niños estaban en el estadio teológico, los adolescentes en el estadio metafísico y los adultos en el estadio positivo, aplicable a la historia del mundo. El positivismo: la búsqueda del orden y el progreso. Comte usaba el término positivismo en oposición al negativismo que dominaba el mundo social de su tiempo. Comte pensaba que a raíz de la Revolución Francesa, el caos y del desorden, la anarquía intelectual, la corrupción política y la incompetencia amenazaban a Europa. Comte pensaba que la profunda crisis moral que sufría Europa se explicaba con la ley de los tres estadios, ya que esa anarquía intelectual se debía a la coexistencia de las tres filosofías incompatibles: la teología, la metafísica y la positiva. No sólo coexisten en el tiempo sino que ninguna de ellas se encuentra en su plenitud. La respuesta a este caos intelectual residía claramente en el predominio de las dos primeras en detrimento de la tercera. No obstante, el positivismo se impondría. Comte creía que de esta manera se acabaría la crisis revolucionaria que asolaba Europa. El positivismo debería atraer los fenómenos sociales a su dominio. El orden y el progreso también eran una fijación para Comte. Según Comte, la teología ofrecía orden pero no progreso, la metafísica confería progreso pero sin orden, el positivismo era el único sistema capaz de garantizar orden y progreso. Para Comte el progreso debe ser considerado simplemente como el desarrollo del orden. El positivismo debía ser el aglutinante de las ideas y germen de todo progreso. Comte era un idealista, contrario a Marx (materialista). Marx se mofaba de las ideas de Comte, ya que consideraba que sería la revolución material y no las ideas las que cambiarían el mundo. LA SOCIOLOGÍA DE COMTE. Para hablar de la sociología de Comte debemos empezar por una de sus contribuciones, la distinción entre estática social y dinámica social. La estática social. Comte define la estática social como la investigación de las leyes que gobiernan la acción y la reacción de las diferentes partes del sistema social. Comte nos dice que las leyes que rigen los modos de interacción entre las partes del sistema social no se derivan de un estudio empírico, más bien se deducen de las leyes de la naturaleza humana. Con su estática social, Comte adelantó muchas ideas posteriores del funcionalismo. Comte desarrolló una perspectiva sobre las partes o estructuras de una sociedad, el modo en que ellas funcionan, y su relación funcional con el conjunto del sistema social. Las partes y el conjunto se veían en un estado de armonía. La idea de armonía la transformarían más adelante los funcionalistas en la palabra equilibrio. Ya que conocemos el todo, debemos estudiar también las partes, decía Comte, por eso se dice que fue uno de los padres del funcionalismo estructural. La estática social describe una sociedad que es “típico-ideal”. El sistema de estática social que concibió Comte nunca existió en el mundo real; se trataba de un modelo ideal del mundo social en un momento determinado. El individuo en la teoría de Comte. El individuo constituye una fuente principal de energía en su sistema social. Es el predominio de los sentimientos en los individuos lo que da energía y dirige las actividades intelectuales de las personas. Y los productos de esas actividades intelectuales son los responsables de los cambios que se producen en el conjunto del sistema social. Comte pensaba que el individuo era imperfecto, limitado, débil y estaba sometido por formas inferiores de egoísmo más que por formas superiores de altruismo. Para Comte, el problema principal de la vida humana residía en la necesidad de que el altruismo dominara al egoísmo. El hombre es egoísta por naturaleza y el cambio debe venir de la sociedad, promoviendo impulsos altruistas. Comte, como Durkheim, su sucesor, pensaba que el ser humano era en sí un problema y que sólo podía solucionarse mediante el control exterior de los impulsos negativos. Consecuentemente, las personas no crean el mundo social, más bien es el mundo social el que crea a las personas. Comte abordó esta cuestión de otro modo, entre lo subjetivo y lo objetivo. El principio subjetivo implica la subordinación del intelecto al corazón, mientras que el principio objetivo entraña la necesidad inmutable del mundo exterior, que realmente existe fuera de nosotros.
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Fenómenos colectivos. La familia y no el individuo es el pilar de la sociología de Comte. Las familias son unidades macroscópicas similares a la sociedad, aunque más pequeñas que por tanto pueden constituir la base de la gran sociedad. No sólo es el pilar de la sociedad, sino que también cumple la función de integración del individuo en la sociedad. Puesto que la familia constituye la institución central, cualquier cambio en ella influiría profundamente tanto sobre el individuo como sobre el conjunto de la sociedad. Si la familia es una institución básica, para Comte, la religión es la más importante. Comte identificaba dos funciones centrales de la religión: primera, servía para regular la vida del individuo al reprimir el egoísmo y elevar su altruismo, segunda, cumplía la función más macroscópica de fomentar las relaciones sociales entre las personas, sentando así las bases para la formación de estructuras sociales mayores. Otra institución importante era el lenguaje, ya que esta institución le permitía a la gente interactuar con sus contemporáneos, antecesores y sucesores. Otro elemento de la sociedad era la división del trabajo. La solidaridad social se intensificaba en un sistema en el que los individuos dependían entre sí. No obstante, le preocupaba la excesiva especialización del trabajo en general y del intelectual en particular. Otro elemento es el gobierno, que se basaba en la legitimación de la fuerza para mantener el orden social. Aunque la fuerza pudiera mantener unida a la sociedad, si su uso llegara a descontrolarse, el gobierno constituiría un factor más de destrucción que de integración. La dinámica social. Comte dedicó más tiempo a la dinámica social ya que la consideraba más importante e interesante. Sin embargo, podemos poner en cuestión esta forma de actuar, ya que, ¿por qué es más interesante el pasado y el futuro que el presente? Siempre hemos conocido más del presente que del pasado y del futuro, y que el aquí y ahora es, con mucho, más interesante e importante que el pasado o el futuro. El objeto de la dinámica social de Comte era el estudio de las leyes de sucesión de los fenómenos sociales. La sociedad se encuentra siempre en proceso de cambio, pero un cambio que se produce ordenadamente, de acuerdo con las leyes sociales. Comte veía a la humanidad en una continua evolución hacia nuestras más nobles disposiciones, hacia el predominio del altruismo sobre el egoísmo. Para Comte la sociedad sigue invariablemente la ley del desarrollo progresivo, en las cuales el individuo no puede influir, o si influye, de una forma muy primaria. El individuo sólo puede intervenir en cosas que hubieran sucedido de todos modos. Sin embargo, es el momento de señalar que la idea de que las personas apenas pueden influir no le impidió a Comte trazar grandes planes para la futura sociedad positiva. Comte había verificado estas leyes en su propia mente mediante los métodos de observación, experimentación y comparación, y pensaba que estaba tan probada como cualquier otra ley admitida en cualquier campo de filosofía natural. Comte contemplaba la historia del mundo en términos dialécticos, esto significa, que ubicaba históricamente las raíces de cada estadio consecutivo en el estadio o estadios precedentes. Dicho de otro modo, cada estadio histórico estaba dialécticamente relacionado con los estadios pasados y futuros. Marx tenía un punto de vista similar cuando consideraba que el capitalismo es consecuencia de otros sistemas económicos como el feudalismo. Comte se limitó al estudio de Europa Occidental y de la raza blanca, debido a que ésta era la sociedad que más había evolucionado. Y había evolucionado desde un estadio teológico de guerras a la fase positiva de la industria. Comte creía que el siglo XIV fue un momento decisivo ya que la teología empezó a decaer, el catolicismo perdía fuerza a favor del protestantismo, al que Comte consideraba poco más que una protesta creciente contra la base intelectual del viejo orden social. El protestantismo sentó las bases de la negatividad al fomentar la especulación libre e ilimitada. Tal doctrina negativa se había desarrollado gracias a Rousseau y Voltaire, que en opinión de Comte, al no ser unos pensadores sistemáticos, no eran capaces de obtener especulaciones coherentes. Estas teorías incoherentes de Rousseau y Voltaire obtuvieron gran apoyo de las masas porque aparecieron en una época en la que la teología se debilitaba y el positivismo no estaba preparado para reemplazarla. En conclusión, la negatividad superaba con creces al positivismo, y todavía no se disponía de medios intelectuales para reorganizar la sociedad. Comte veía en esta anarquía signos muy negativos de desorden moral y filosófico, pero también veía un desarrollo hacia el positivismo en el arte, en el ámbito científico y en su actividad industrial. Contrario a las ideas de Rousseau y Voltaire sobre el individuo y sus derechos, Comte aconsejaba sustituir al individuo por fenómenos colectivos mayores como la familia y la sociedad. El deseaba una sociedad basada en los deberes más que en los derechos individuales. Este hincapié en los deberes capacitaría a la sociedad para controlar el egoísmo individual y sacar a la luz el altruismo innato en las personas. TEORIA Y PRÁCTICA
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Comte quería algo más que teorizar, buscaba cambios sociales prácticos, su objetivo era la conexión entre teoría y práctica. Para este objetivo Comte fijó dos objetivos al positivismo. El primero era hacer avanzar la ciencia de la humanidad. El segundo, sistematizar el arte y la práctica de la vida. Así, el positivismo se constituía tanto como filosofía científica como una práctica política. Una de las primeras cuestiones políticas que abordó Comte fue la siguiente: ¿Qué grupos sociales sería más probable que apoyasen la nueva doctrina del positivismo? Comte excluye a las clases altas, siervas de las teorías metafísicas e interesadas sólo en sus problemas. Comte esperaba ayuda de tres grupos sociales, los filósofos, la clase trabajadora y las mujeres. Comte pensaba que los trabajadores y las mujeres tenían fuertes instintos sociales y entre ellos se encontraba el mayor fondo de sentido común y buenos sentimientos. Comte tenía una idea muy romántica de los trabajadores y las mujeres. Comte como alternativa al comunismo, que se iba afianzando cada vez más en la sociedad, proponía el positivismo. Para Comte el comunismo era el desastre y explicaba varias diferencias entre el comunismo y el positivismo. Primera, el positivismo buscaba respuestas morales más que políticas o económicas. Segunda, el comunismo perseguía la supresión de la individualidad, mientras el positivismo fomentaba tanto la individualidad como la cooperación entre individuos. Tercera, el comunismo suponía la eliminación de los líderes de la industria, mientras el positivismo los consideraba esenciales. Cuarta y última, el comunismo buscaba la abolición de la herencia, mientras el positivismo la consideraba muy importante para la continuidad histórica de las generaciones. Comte tenía ideas poco comunes sobre las mujeres. Su opinión central en relación con ellas era que brindaban a la política la necesaria subordinación del intelecto al sentimiento social. Comte admiraba a las mujeres, pero esa admiración, no impedía que él creyera que la mujer era inferior al hombre práctica e intelectualmente. No creía en la igualdad de sexos. El hincapié de Comte en las mujeres y su capacidad para el sentimiento representó un cambio general de perspectiva. Al orden y al progreso añadió entonces la importancia de los sentimientos (el amor) que, en su opinión, eran patrimonio de las mujeres. A resultas de lo cual, llegó a proclamar la máxima positivista, “amor, orden y progreso”. El énfasis en los sentimientos y el amor llevó a Comte a añadir la moralidad. En su escala de valores, la moralidad era superior a la sociología. Para Comte la moralidad era el objeto último de toda filosofía, y el punto de partida de toda política. Con esta filosofía, la moralidad se encontraba en el centro de la relación entre teoría y práctica. Después de añadir la moralidad a la lista de sus principales preocupaciones, Comte regresó a su ley de los tres estados. Observó que los dos primeros estadios, teológico y metafísico estaban dominados por los sentimientos, sin embargo, el positivismo, el último estadio, ofrecía finalmente una unidad y armonía de pensamiento, sentimientos y acción. Bajo la guía de la moralidad, el positivismo llegaría a ocuparse de los problemas más complejos, importantes, urgentes y fácilmente solubles de su época. Incorporando la moralidad a su teoría, la convertía en religión. Comte y sus seguidores se convertían en sacerdotes y Comte se declaró a sí mismo, con toda su humildad, como el fundador de la religión de la humanidad. Su dio era la humanidad que más tarde la llamaría “gran ser”. LOS PLANES DE COMTE PARA EL FUTURO. En esta parte de su obra encontramos las ideas más ridículas y extravagantes. Calendarios de trece meses y 28 días, creación de nuevos templos positivistas, con sus sacerdotes y vicarios, elección de un nuevo papa con residencia en París. Algunos banqueros e industriales tendrían papeles cruciales en la sociedad positivista. Diseñó una arquitectura social estrafalaria con un número limitado de banqueros, comerciantes e industriales. La religión y el nuevo Papa vigilarían que todo se llevase a cabo, incluso las tareas de gobierno serían supeditadas al Papa. Censura de libros, algunos de ellos, según Comte, obstaculizaban la meditación. Trazó un plan eugenésico, en el que los tipos superiores y las mujeres se podrían reproducir. Me canso de describir y escribir más chorradas. COMTE: UNA VALORACION CRÍTICA. Después de las extravagancias de Comte sobre el futuro, muchos estudiantes creerán que Comte no merece la pena ser estudiado, todo lo contrario. Comte hizo muchas aportaciones a la sociología, no obstante, también tuvo sus puntos flacos que luego veremos. Contribuciones positivas. 1. Comte fue el primer pensador que utilizó la palabra sociología. 2. Comte definió a la sociología como una ciencia positiva con la creencia de las leyes invariantes.
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Comte enunció los tres principales métodos sociológicos, la experimentación, la observación y la comparación, que continúan siendo utilizados hoy día en sociología. Comte diferenció la estática social de la dinámica social. Sigue siendo actual en sociología, aunque ahora con otro nombre, estructura social y cambio social. Comte describió la sociología en términos macro y la describió como el estudio de los fenómenos colectivos, esta definición se vería más clara con Durkheim. Muchas de las ideas de Comte influyeron en el funcionalismo estructural. Comte expresó que si se dejaba a su arbitrio, la naturaleza humana se vería dominada por el egoísmo. En lo fundamental, se requiere la presencia y actuación de esas estructuras para controlar el egoísmo individual y permitir que surja el altruismo. Comte ofreció una idea dialéctica de las macroestructuras. Las macroestructuras de su tiempo, eran una reliquia del pasado y contenían el germen de las futuras. Continuidad histórica. Su perspectiva histórica era más avanzada que la de pensadores actuales. Comte no se contentó con desarrollar una teoría abstracta, sino que trató de integrar teoría y práctica. Esta ambición se frustró debido a algunas ideas absurdas sobre el futuro de la sociedad.
Debilidades básicas de la teoría de Comte. Algunas teorías de Comte o han sido adoptadas por la sociología contemporánea, o no han pasado la prueba del tiempo. No obstante, podemos aprender de los errores de Comte para no caer en los mismos. 1. Su teoría se vio comprometida por su vida privada. La misoginia que desprende Comte en sus teorías se ven reflejadas en su vida privada. Su sexismo se agravó hasta el punto de asignar a las mujeres sentimientos y a los hombres capacidad intelectual. Comte sufrió diversos episodios de desorden mental 2. Comte experimentó un creciente proceso de pérdida de contacto con el mundo real. Después de la Filosofía Positiva, sus teorías se caracterizaron por la desarticulación de la lógica interna de sus ideas. Comte no realizó ninguna investigación empírica. 3. Perdió contacto con el trabajo intelectual de su tiempo. Come evitaba la lectura de cualquier texto que pudiera interferir en sus ideas. Hay pruebas de su intelectualismo en la lista de cien libros para leer, el resto se podía quemar. La enseñanza que se deriva de los errores de Comte es sin duda que los teóricos deben estar en contacto tanto con el mundo empírico como con el intelectual. 4. Apenas se ocupó de la investigación y que la que llevó a cabo consistió simplemente en una serie de vagas generalizaciones sobre el curso de la historia del mundo. Es difícil aceptar, en su obra teórica, como leyes sociológicas muchas de sus extravagantes generalizaciones del mundo social. 5. Aunque se ha afirmado que Comte creó la sociología, encontramos muy poca sociología auténtica de su obra. Su análisis superficial de los grandes periodos históricos difícilmente puede calificarse de sociología histórica. 6. Mill minimiza claramente la contribución de Comte a la sociología. Mill dice que Comte era consciente de sus limitaciones y su falta de originalidad. 7. De ofrecer Comte alguna sociología, ésta sufriría las distorsiones derivadas de un organicismo primitivo, que le llevaba a ver un gran parecido entre el funcionamiento del cuerpo humano y el del social. Comte veía analogías entre el desorden social y las enfermedades físicas del cuerpo humano. Esta suerte de organicismo hace tiempo que ha desaparecido de la sociología. 8. Comte desarrollaba herramientas que luego las aplicaba sin criterio a sus teorías. La teoría de los tres estadios la aplicó a la historia social, a la historia de la ciencia, a la historia de la mente y al desarrollo de los individuos desde su infancia a su madurez. 9. La concepción extravagante y colosal que Comte tenía de sí mismo le condujo a una serie de disparates ridículos 10. Comte sacrificó muchas de sus teorías cuando se dedicó posteriormente a la religión positivista. Huxley describía el sistema de Comte como catolicismo menos cristianismo. 11. Implicaciones totalitarias de los planes de Comte para el futuro.
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CAPITULO 4 HERBERT SPENCER En las ideas teóricas de Herbert Spencer advertimos un avance considerable sobre las ideas de Comte. La obra de Spencer es importante ya que muchas de sus ideas teóricas ocupan un lugar prominente y seguro en la teoría sociológica contemporánea. A pesar de ello, Jonathan Turner, ha señalado que los teóricos modernos no han tomado en serio a Spencer y lo han relegado al cubo de la basura en la historia de la Sociología. Ese rechazo es imputable al conservadurismo de Spencer y a la teoría de la supervivencia del más apto. Demostraremos que algunas de las ideas teóricas de Spencer siguen en plena actualidad. No obstante, encontraremos otros puntos débiles que nos dirán que Spencer no llegaba a la altura de otros grandes teóricos como Marx, Durkheim, Weber o Simmel. SPENCER Y COMTE. Aunque las vidas de Spencer y Comte se solaparon en el tiempo, pertenecían a países diferentes y se llevaban muchos años de diferencia. Cuando Comte finalizaba su obra, Spencer publicó su primer libro, “Estática social”. Sin embargo, tan pronto como Spencer publicó su libro, empezaron las comparaciones con Comte. Spencer comentó el trabajo de Comte en varios lugares de su obra. A pesar de los elogios, a Spencer le interesaba mucho situarse entre los adversarios de Comte y que sus propias ideas se distinguieran de las de Comte. Spencer adoptó también el uso de la palabra sociología. Ambos derivaron de la biología los términos de estructura y función, y tendían a usarlos con un significado similar. Spencer y Comte jugaron un papel muy importante en el desarrollo del funcionalismo estructural. Sin embargo, en el tema de estática social y dinámica social, encontramos grandes diferencias entre los dos pensadores. Para Comte, estos conceptos podían aplicarse a todo tipo de sociedad, mientras Spencer los relaciona con su sociedad ideal futura. Spencer defiende que la estática social se ocupa del equilibrio de la sociedad perfecta y la dinámica social del estudio de las fuerzas motrices que hacen que la sociedad avance hacia la perfección. Así, para Spencer, estos dos conceptos son normativos y para Comte son descriptivos.
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Spencer se describe a sí mismo como un positivista al que le interesaba descubrir las leyes invariantes del mundo social, pero se apresuraba a decir que Comte no fue quien inventó el positivismo. Tanto Spencer como Comte estudiaron una amplia de ciencias, pero Spencer pensaba que era incorrecto clasificar las ciencias según un orden lineal o jerárquico, Spencer pensaba que todas las ciencias estaban interrelacionadas. Comte estaba interesado en la evolución de las ideas y Spencer se centró en la evolución estructural y funcional. El deseo de Comte era construir una sociedad, o incluso un mundo, dominados por una religión positivista de la humanidad, Spencer afirmó que la fe de Comte en que la religión de la humanidad fuese la religión del futuro, constituye una creencia que no se sostiene ni inductiva ni deductivamente. Además, Spencer no veía con buenos ojos el control centralizado puesto que ese control sería más perjudicial que beneficioso. El ideal de Spencer era una sociedad en la que el gobierno se redujera a su mínima expresión y en la que se permitiera a los individuos la máxima libertad. A Spencer le parecía absurda la idea de que la moralidad se pudiera enseñar. Spencer creía que esa moralidad surgía de la acción individual, es decir, las personas eran recompensadas por conducirse moralmente, y penalizadas por su comportamiento inmoral. En suma, aunque Spencer y Comte compartían su interés por la sociología, había profundas diferencias entre ellos, así como en sus teorías generales. PRINCIPIOS TEÓRICOS GENERALES. Spencer comienza afirmando que en los primeros años de la historia de la humanidad, la religión y la ciencia se unían en un esfuerzo por analizar y comprender el mundo. Gradualmente, empezaron a separarse; la religión comenzó a ocuparse de lo desconocido y la ciencia de lo cognoscible. Hoy en día, la religión y la ciencia siguen solapándose y entrando en conflicto. Spencer percibía que su mundo albergaba elementos científicos como la inteligencia y elementos religiosos como la moral. La preocupación principal de Spencer era más científica que religiosa. La ciencia nunca podía conocer la naturaleza última de las coas, pero podía aspirar al grado más alto posible de conocimiento. Spencer enunció una serie de verdades generales sobre el mundo, entre ellas que la materia era indestructible, que existía la continuidad del movimiento y la persistencia de la fuerza, que la relación entre las fuerzas persiste, y que materia y movimiento se redistribuían constantemente. Spencer enunció un conjunto de ideas que constituyen su teoría general de la evolución. Spencer creía que todos los fenómenos –inorgánicos, orgánicos o superorgánicos (o Societas)— experimentan evolución e involución o disolución. Una vez deducidos estos principios generales de la evolución y la involución a partir de sus supuestos más generales, Spencer se ocupa de las áreas específicas con el fin de mostrar que su teoría de la evolución (e involución) se mantienen también inductivamente, es decir, que todo orden exhibe una integración progresiva de la materia y una pérdida concomitante de movimiento. La teoría evolucionista final, según Spencer, nos lleva a: 1. Primero, la evolución implica el cambio progresivo desde una forma menos coherente a otra más coherente; en otras palabras, implica una integración creciente. 2. Segundo, junto a esta integración creciente, encontramos el movimiento de la homogeneidad a una cada vez mayor heterogeneidad; dicho de otro modo, la evolución implica una diferenciación creciente. 3. Tercero, se produce un movimiento desde la confusión al orden desde el orden indeterminado al determinado, por tanto, la evolución supone un movimiento desde lo indefinido a lo definido. Así, los tres elementos principales de la evolución son la integración creciente, la heterogeneidad y la definición. Spencer aplica estos tres elementos de su teoría general de la evolución a las estructuras y las funciones. Una vez esbozada su teoría de evolución, Spencer analiza las razones que explican que ocurra la evolución. 1. Primera, Spencer afirma que los fenómenos homogéneos son inherentemente inestables. Una de las razones de esta inestabilidad es el hecho de que las diferentes partes de un sistema homogéneo están constantemente supeditadas a las diferentes fuerzas, y por ellos éstas tienden a diferenciar aquellas entre sí. 2. Segunda, un segundo factor por orden de intervención es la multiplicación de los efectos. Para Spencer la multiplicación de los efectos es geométrica, es decir, un ligero cambio en un sistema homogéneo tiene efectos que se ramifican de manera creciente.
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3.
Tercera, Spencer analiza los efectos de la segregación sobre la evolución. Esta segregación sirve para el mantenimiento de las diferencias entre los sectores, y ello, a su vez, para impulsar la multiplicación de los efectos cuando un sector se expone a las características diferenciales de los otros sectores y las incorpora a su seno. Teniendo en cuenta de que la evolución es un proceso inevitable… ¿a dónde se encamina la evolución? En su camino hacia su estado final, los fenómenos atraviesan una serie de estados transitorios que pueden describirse como de equilibrios en movimiento. Se puede pensar que nos movemos hacia un estado de quietud, y entonces se plantea la pregunta… ¿acaso no progresamos claramente hacia la muerte omnipresente debido a la disipación de las fuerzas motrices? Spencer responde que no, afirmando que nos movemos hacia la vida universal a través de nuevos estadios del proceso evolutivo. La evolución termina sólo cuando se alcanza la perfección total y la felicidad absoluta. A pesar de su fe en la evolución, Spencer admitía, que el proceso de la disolución complementaba el proceso de evolución y, periódicamente, lo conducía a su ruina. El proceso de disolución es probable que se produjera cuando la evolución acababa y los fenómenos habían comenzado a decaer. A nosotros nos importa el punto de vista de Spencer sobre la evolución de las sociedades humanas, su desarrollo y la evolución de sus estructuras y funciones. La razón principal por la que Spencer dedicó tanta atención a la evolución de la sociedad y sus instituciones reside en su idea de que para comprender las relaciones sociales humanas era necesario entender su evolución, ciclos y disolución. SOCIOLOGIA Definición de la ciencia de la sociología. Spencer define el objeto de la sociología como el estudio de la evolución en su forma más compleja. Sin embargo, Spencer no limita la sociología al estudio histórico de las sociedades, sino que incluye también el estudio de las organizaciones e instituciones que interactúan entre sí. La necesidad de la investigación contemporánea, sólo tiene verdadero sentido cuando se sitúa en un contexto histórico evolucionista. La sociología de Spencer se centra fundamentalmente en los fenómenos macrosociales (agregados sociales) –las sociedades, las estructuras sociales y las instituciones sociales--, así como en sus funciones. Spencer compartía con Comte la idea de que la sociología debía tratar las cuestiones sociales del mismo modo que las ciencias naturales estudiaban sus fenómenos. Además, Spencer, como Comte, pensaba que la sociología constituía la más compleja de las ciencias. Aunque Spencer creía que la sociología no era exacta, ¿qué ciencia lo era? La sociología busca las leyes de los fenómenos naturales. En su esfuerzo por sentar las bases para esa suerte de sociología científica, Spencer se encontró con el mismo problema que tuvieron los sociólogos: la necesidad de legitimarla. Las actitudes profanas en el campo dela sociología eran muchas y Spencer encontró muchas barreras. Por ello, Spencer advertía que los sociólogos requerían hábitos disciplinados de pensamiento, y que estos hábitos debían derivarse de un cuidadoso estudio de otras ciencias. Spencer puso de ejemplo a los sociólogos las ramas de la biología y la psicología. Spencer pensaba que había tres vínculos básicos entre la biología y la sociología: 1. Primero, creía que todas las acciones sociales estaban determinadas por las acciones de los individuos, y que aquéllas acciones conformaban las leyes de la vida general. 2. Segundo, la sociedad en su conjunto es un organismo vivo y se caracteriza, entre otras cosas, por el desarrollo, la estructura y la función. 3. Tercero, existe entre los campos una suerte de progresión y relación natural, puesto que los humanos constituyen el problema último de la biología y el punto de partida de la sociología. El funcionamiento del proceso de supervivencia del más apto, tanto en los organismos vivos como en los sociales, constituye una semejanza aún más específica entre la biología y la sociología. Spencer también dedicó bastante tiempo al estudio de la psicología. Adoptó la perspectiva general de que las verdades psicológicas yacen en la base de las verdades sociológicas. En su opinión, la psicología es el estudio de la inteligencia, los sentimientos y la acción. Creía que una de las principales lecciones que nos proporcionaba la psicología era que los sentimientos, y no la inteligencia, eran los que determinaban la acción. Esta idea es bastante similar a la estudiada con anterioridad con Comte. Si bien las personas han estado siempre dominadas por los sentimientos y los deseos, es bien cierto que los hombres primitivos eran más impulsivos que las personas del mundo moderno, que se guían por los hábitos de una vida más colectiva. Así, Spencer afirmaba que los hombres primitivos se caracterizaban por un mayor egoísmo y que en el mundo moderno existía más altruismo.
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Spencer engasta su sociología en una serie de supuestos sobre las características psicológicas de los individuos, no acepta la idea de que estas características sean invariables. Spencer pensaba que las características psicológicas cambiaban cuando se producían cambios en la sociedad. A partir de su estudio de la psicología, Spencer llega a la conclusión de que las unidades de la sociedad son los individuos y de que los individuos constituyen la fuente de los fenómenos sociales. No obstante, Spencer no dedicó demasiado tiempo a analizar el modo en que estos fenómenos psicológicos conducían al desarrollo de la sociedad y de sus diversas instituciones. Spencer supone que los individuos son unidades y constituyen la base de la sociedad y las instituciones, para luego pasar a un macronivel y estudiar así la evolución de la sociedad y sus instituciones. Métodos sociológicos. Spencer se centra en los problemas metodológicos en la sociología. En su tiempo, existían problemas metodológicos en lo tocante a la naturaleza intrínseca de los hechos que lo sociólogos deben analizar. La sociología no son unas ciencias naturales en las cuales se puede percibir todo a simple vista. Los fenómenos sociales no pueden medirse con relojes o termómetros, son mucho más difíciles de estudiar. Otra dificultad metodológica consistía en que los sociólogos, a diferencia de los psicólogos, no podían usar la introspección como método; los hechos sociales no pueden medirse con la introspección. El tiempo y los datos altamente dispersos complican el estudio sociológico. Otro problema añadido era la escasa fiabilidad de los datos de las sociedades pasadas y presentes. La distorsión de los hechos y la poca objetividad del sociólogo, son problemas añadidos. Como ser humano, el sociólogo corre el riesgo de aplicar profesionalmente los modos de observación y razonamiento que emplea en la vida cotidiana, y estos hábitos pueden no ser los más adecuados. Las emociones de los sociólogos pueden llegar a distorsionar el resultado fianl de su investigación. Si bien Spencer reconocía que las dificultades objetivas son formidables, pensaba que la sociología podía analizar científicamente las clases generales de hechos, pero no los hechos específicos. Spencer analiza algunos prejuicios emocionales específicos. 1. En primer lugar está el sesgo educativo. Spencer encuentra su origen en el hecho de que vivimos en una sociedad que combina elementos de sociedades militares y sociedades industriales. El resultado es que se nos educa en una confusa mezcla de ideas derivadas de ambos sistemas, y ello lleva a los sociólogos a interpretar erróneamente los fenómenos sociales. El sociólogo debe de ser imparcial en sus apreciaciones. 2. En segundo lugar, el sesgo del patriotismo (y el antipatriotismo). Los sociólogos deben de emanciparse del prejuicio del patriotismo, pero Spencer reconoce que no es fácil librarse de ese prejuicio. Spencer creía que con el avance tecnológico disminuiría el sentido patriótico y aumentaría la capacidad de objetivar. 3. El tercero es el sesgo de clase. Se halla entre las diferencias de clase. Todos los sociólogos vienen de una clase u otra, por lo tanto llevan implícitos su sesgo de clase. Spencer cree que con la futura armonía societal desaparecerá ese sesgo de clase. 4. El cuarto es el sesgo político. El gobierno, leyes y resto de instituciones influyen en el trabajo de los sociólogos. Por ejemplo, el gobierno se encargara de hacer más visible sus acciones positivas que las acciones negativas. 5. El quinto es el sesgo teológico. Por ejemplo, el sociólogo puede sentirse inclinado a analizar las cosas relativas al creo de una religión determinada más que el modo en que influyen en el bienestar general de la humanidad. Spencer utilizó en su obra el método histórico comparado. Es decir, se comprometió principalmente con el estudio comparado de los diferentes estadios por los que había atravesado las sociedades en el curso del tiempo, así como de los diversos tipos de sociedades contemporáneas. LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD. Spencer emplea su teoría de la evolución en su extensa obra en tres volúmenes The Principles of Sociology. Spencer emplea las tres dimensiones generales, la integración creciente, la heterogeneidad y la definición, añade una cuarta dimensión, la coherencia creciente de los grupos sociales (las civilizaciones modernas se mantienen unidas durante mucho más tiempo que los primeros grupos nómadas. Spencer no creía que la evolución fuera inevitable y unilineal. Las sociedades cambian constantemente en función de los cambios que se producen en su entorno, pero esos cambios no tienen que ser necesariamente evolucionistas. Sólo de vez en cuando, según Spencer, se producen un cambio en el entorno que inicia en el organismo una alteración que da lugar a la formación de algo similar a una
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estructura superior. En cualquier momento determinado puede producirse la evolución, la disolución o no producirse ningún cambio. Spencer analiza la cuestión del nominalismo (la sociedad no es nada más que sus partes constituyentes) frene al realismo (la sociedad constituye una entidad distintiva y distinguible) y se sitúa de parte del realismo a causa de la permanencia de las relaciones entre las partes constituyentes que forman la individualidad del conjunto Para Spencer la sociedad es una “cosa”, si bien no idéntica a las demás cosas excepto por los principios semejantes relativos a los modos en que se relacionan las partes constituyentes. El realismo social de Spencer sintoniza difícilmente con su individualismo metodológico. El individualismo metodológico lleva a adoptar una postura nominalista de la sociedad, mientras que el realismo social excluye el punto de vista del individualismo metodológico. Spencer mantiene las dos posturas sin decirnos cómo es posible adoptar estas dos perspectivas discordantes o cómo se vinculan entre sí. Spencer maneja el organicismo, este organicismo le llevó a encontrar varios paralelismos entre la sociedad y las entidades orgánicas. Ambas aumentaban su tamaño y acusaban una diferenciación estructural y funcional. Es decir, las partes constituyentes de la sociedad, como las de un organismo, están interconectadas y dependen unas de otras. Y eso no es todo, en el caso de que muera el conjunto de la sociedad o un organismo, las partes pueden sobrevivir, y a la inversa. Desde un punto de vista más concreto, Spencer contempla la sociedad como una agregación de personas que forman un grupo en el que se produce cooperación con objeto de obtener fines comunes. Desde el punto de vista de nuestro pensador, había dos tipos básicos de cooperación: la división del trabajo que especializaba a los individuos para el beneficio de la sociedad y el segundo estaba constituido por el gobierno y la defensa, para el servicio del individuo. En los sistemas sociales, como en los organismos, el sistema mantenedor se ocupa de las cuestiones internas con el fin de mantenerlas con vida. En un organismo vivo el sistema mantenedor adopta la forma de aparato digestivo. De las cuestiones externas se encarga el sistema regulador, es el sistema neuromuscular en los organismos y del aparato gubernamental-militar en los sistemas sociales. El sistema distributivo conecta los órganos y sistemas mantenedores y reguladores. Spencer encuentra una semejanza entre las venas y arterias de los organismos y las vías de comunicación en los sistemas sociales, canales que llevan en unos casos sangre y alimentos y en el otro, hombres y mercancías. Sociedades simples y compuestas. Spencer desarrolla dos sistemas diferentes para la clasificación de las sociedades. El primer método se basaba en el crecimiento de la cantidad de miembros de un agregado y en el grado de composición a través de su combinación con otros agregados mediante la conquista o la absorción pacífica. Aunque , Spencer solía oponerse a la teoría unilineal, en lo tocante a esta cuestión afirmaba que: “ Las fases de composición y recomposición deben atravesarse sucesivamente. Ninguna tribu llega a ser una nación debido a un crecimiento simple; y ninguna gran sociedad llega a constituirse mediante la unión directa de las más pequeñas sociedades”. Spencer identifica cuatro tipos de sociedades de acuerdo con su grado de composición: 1. Sociedades simples, que constituyen entidades cuyo funcionamiento es sencillo y que carecen de conexión con otra u otras entidades. 2. Sociedades compuestas, que presentan cierta heterogeneidad. Es posible identificar un jefe supremo que gobierna sobre los jefes de varios grupos simples. Se deduce que ha habido cierta composición, o bien mediante la conquista o por medios pacíficos. Existe una mayor división del trabajo económico y un incremento de la organización. 3. Sociedades doblemente compuestas, constituidas sobre la recomposición de grupos compuestos. Ellas tienen un grado más alto de heterogeneidad y mayores avances en la civilización. 4. Sociedades triplemente compuestas, o las grandes naciones del mundo, mucho más avanzadas que las anteriores en todos los campos de conocimiento y organización. A esta categoría pertenecían algunas sociedades antiguas, como el Imperio Romano, y también las naciones modernas. Sociedades militares e industriales. Spencer nos presenta un sistema secundario para la clasificación de las sociedades. Aquí encontramos su famosa distinción entre sociedades militares y sociedades industriales. 1. Las sociedades militares tienden a estar dominadas por un sistema regulador, mientras que las industriales se caracterizaban por un sistema mantenedor altamente desarrollado. Creía que la
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evolución de la sociedad militar a la industrial era un proceso lento y duradero pero no unilineal. También menciona la posibilidad de un tipo superior de sociedad futura caracterizada por intereses intelectuales y estéticos. Las sociedades militares se caracterizaban por sus organizaciones altamente estructuradas para el ataque y la defensa en caso de guerra. El ejército es la nación movilizada, y la nación es el ejército en reposo; nación y ejército son la misma estructura. La sociedad militar está dominada por su sistema regulador, un gobierno centralizado y déspota, un control político ilimitado sobre la conducta personal, y una población rígidamente controlada, disciplinada y organizada. La cooperación que se da en este tipo de sociedad es producto de la coerción. En ella existe una jerarquía social rígida y las posiciones individuales se determinan de acuerdo con el rango, la ocupación y la localidad. La industria existe para satisfacer las necesidades del gobierno militar. Spencer cree que la guerra es útil para las sociedades militares, ya que facilita la agregación social. Esta actitud hacia la guerra está relacionada con su idea de supervivencia del más apto. 2. La sociedad industrial está dominada por un sistema mantenedor, y su sistema industrial es más desarrollado y variado. El control regulador que sigue existiendo tiende a ser más negativo, las personas no harán ciertas cosas, que positivo, las personas deben hacer ciertas cosas. No es necesario un control despótico, y el gobierno tiende a ser democrático y a permitir que los representantes del pueblo ejerzan cierto poder. Se da la cooperación voluntaria entre las personas, y la colectividad existe para el bien de sus miembros. El sistema militar queda supeditado a las necesidades del sistema industrial. La armonía, más que el conflicto, caracterizan a las sociedades industriales. Las sociedades industriales son mucho más interdependientes desde el punto de vista económico. Las sociedades militares son extraordinariamente rígidas, al contrario de las industriales, más flexibles y tolerantes. Las sociedades descritas anteriormente son tipos ideales que, en realidad, pueden llegar a variar mucho dependiendo de sus ambientes. Spencer especifica algunos factores que contribuyen a que las sociedades oscilen entre uno u otro tipo, e incluye entre ellos la composición racial, la naturaleza de la sociedad inmediatamente anterior, el hábitat y las sociedades del entorno. Spencer también analiza las sociedades híbridas, parcialmente militares o industriales, y sostiene que suelen ser más militares que industriales. Spencer reconoce la posibilidad de regresión hacia una sociedad militar. Por ejemplo, un conflicto internacional puede hacer que una sociedad industrial pase a ser más militar por el hecho de haber emprendido acciones externas más agresivas y desarrollado un gobierno más represivo. LA EVOLUCION DE LAS INSTITUCIONES SOCIETALES. Instituciones domésticas. Spencer creía que las instituciones familiares o domésticas cumplían importantes funciones. 1.- Contribuían a la preservación de los agregados sociales 2.- Corresponde a las familias proporcionar a la sociedad la máxima cantidad posible de miembros sanos y criarlos hasta que alcancen la madurez. 3.- A medida que la estructura familiar evoluciona, los hijos fomentan y hacen menos gravosos los intereses de sus padres. En las sociedades primitivas, la familia como nosotros la conocemos, no existe, puesto que la vida se caracteriza por su inestabilidad e incertidumbre. Las relaciones entre los sexos no están reguladas por instituciones mayores o por sistemas de ideas. Spencer describe varias prácticas repugnantes en las sociedades primitivas, así como otras civilizadas. En las sociedades civilizadas también encuentra prácticas repugnantes y otras civilizadas. No obstante, si observamos los hechos en su totalidad, nos percatamos de que le progreso hacia tipos sociales superiores va acompañado del progreso hacia tipos superiores de instituciones domésticas. Las sociedades han pasado desde la promiscuidad a la monogamia, pasando por la poliandria (relaciones de una mujer con varios hombres), poliginia (relación de un hombre con varias mujeres) a la monogamia. Desde la promiscuidad hasta la monogamia, supone una mejora en las condiciones de las mujeres y sus hijos a nivel de estabilidad, seguridad familiar, preservación social y relaciones familiares. Las familias contemporáneas funcionan mejor que sus predecesoras respecto del bienestar de la especie, de sus hijos, de los padres y de la sociedad. Por último, Spencer reflexiona sobre el futuro de la familia y explicita que no adopta una teoría unilineal de la evolución. El triunfo de la familia monógama entraña una serie de beneficios positivos como la eliminación de la promiscuidad, supresión de la bigamia y el adulterio, la disminución de las tensiones familiares, un aumento del altruismo y un mayor deseo de hijos y nietos por parte de padres y abuelos.
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Spencer también pronostica una mayor igualdad de los sexos en la vida familiar, pero parece improbable que se alcance una absoluta igualdad con los hombres. Instituciones ceremoniales. Spencer procede también a analizar las instituciones ceremoniales como estructuras que regulan las vidas de las personas. En las sociedades más primitivas las ceremonias cumplen la función de ejercer control social, político y religioso sobre las personas. Pero con el tiempo estas formas de control cambian, pasan a ser autónomas, ejercen control por sí mismas y se convierten en ceremonias independientes. La función del control ceremonial exige estructuras minúsculas, al contrario de otras funciones sociales. Todas las ceremonias son más apropiadas para las sociedades militares se desvanecen con el paso a la más pacífica y armoniosa sociedad industrial. Trofeos, mutilaciones, presentes, visitas, reverencias, tratamientos y títulos son instituciones ceremoniales que de un modo u otro indican la sumisión, respeto, adhesión y el reconocimiento de unos sobre otros. Con la evolución al industrialismo, la riqueza y sus signos ya no equivalen al liderazgo militar. Se trata de mismo fenómeno que la moda, más que evitar lo que hacen los líderes, los subordinados demuestran respeto emulando las acciones e imitando las vestimentas de los líderes. Así, la moda suele producirse en la sociedad industrial y no en la militar, porque la sociedad industrial tiende a una mayor igualdad. Esta tendencia hacia una mayor igualdad e individualidad suele debilitar las ceremonias en general. Spencer pronostica un decaimiento de la institución ceremonial.
Instituciones políticas. En opinión de Spencer, la única fuente de poder político en estas sociedades la constituían los sentimientos de la comunidad. Es más, las organizaciones políticas son producto de los sentimientos del grupo y derivan su poder de esos sentimientos, que, a su vez, ejercen restricción sobre aquellas. La opinión pública controla la autoridad política no sólo en las sociedades primitivas, sino también, en las contemporáneas. Existen pequeñas sociedades primitivas que carecen de organizaciones políticas. Pero a medida que las tribus aumentan de tamaño comienzan a desarrollar una organización política rudimentaria como, por ejemplo, la figura emergente de un jefe. Estas organizaciones políticas son funcionales en diversos sentidos: fomentan el mantenimiento del orden, facilitan una división del trabajo algo más compleja. Sin embargo, pueden también ser disfuncionales, como las sociedades tiránicas. Las organizaciones políticas, como podemos ver, son necesarias para el desarrollo, pero también pueden impedirlo. Con todo, Spencer creía que las organizaciones políticas eran positivas. Después de analizar el desarrollo de estas organizaciones, Spencer procede a estudiar la integración del sistema político en la evolución. La integración política ocurre cuando los elementos de la sociedad se someten a fuerzas semejantes. Estas fuerzas pueden ser externas a la sociedad como puede ser el clima, o internas, como la composición racial de esa sociedad, pero lo que sucede por regla general es que un conjunto común de estas fuerzas transforma lo que al principio era un sistema político incoherente en otro cada vez más integrado. Además de analizar la evolución de la organización política, Spencer estudia la evolución de algunos elementos específicos de aquélla, como, por ejemplo, los líderes políticos, los cuerpos consultivos, los cuerpos representativos, etc. Veamos algunos ejemplos. El líder déspota es instrumental. El déspota es útil para conducir la guerra en las sociedades compuestas. En la evolución a las sociedades industriales, el despotismo deja de ser una forma funcional de liderazgo político. Es en las sociedades industriales donde aparece la libre elección de los representantes y la formación de los cuerpos representativos. Los ministros se forman inicialmente de entre los ayudantes de los gobernantes. Con la evolución, los ministros son cada vez más numerosos y definidos Las sociedades militares, a medida que evolucionan, la organización militar se convierte en una entidad separada de la política. Al principio, el sistema judicial no se diferencia del militar, con el tiempo, el sistema judicial se separa y se convierte en una organización centralizada y heterogénea.
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El sistema impositivo gubernamental es inicialmente muy irregular e indefinido, pero más tarde adopta una forma más regular y definida. Spencer tiene la precaución de explicar que no habrá un único régimen político futuro, sino que variará de una sociedad a otra. Y aunque las sociedades industriales sean menos propensas a la guerra que las sociedades militares, es imposible pronosticar si las naciones entrarán en guerra o no. En su estudio de las estructuras ideales futuras, Spencer describe una jefatura de gobierno electa y una legislatura representativa que responda a la voluntad general. El gobierno será cada vez menos centralizado y permitirá un control más local e individual. Las limitaciones impuestas a las estructuras y las funciones políticas permitirán una mayor libertad individual. Instituciones eclesiásticas. Spencer analiza la religión fiel a su perspectiva evolucionista y conservadora. Spencer considera las instituciones eclesiásticas como estructuras, e indaga la cuestión de su procedencia y las funciones que satisfacen. Spencer explicita que la religión no es innata en la naturaleza del hombre, puesto que existen sociedades primitivas que no profesan religión alguna, otra cosa es que no tengan creencias en espíritus. En las sociedades primitivas, los curanderos son más poderosos que los sacerdotes debido a que son los únicos que pueden hacer frente a los espíritus. Con el paso del tiempo, los sacerdotes están destinados a ser superiores que los curanderos. Al principio, la función de los sacerdotes aparece desdibujada en la sociedad, generalmente, es el varón más anciano y experimentado el que se erige como cuasi sacerdote. Spencer piensa que las instituciones eclesiásticas se derivan del respeto y la veneración a los mayores. En consecuencia, en las sociedades primitivas apenas encontramos distinción entre los mundos sagrado y secular. Probablemente, el antiguo jefe era, al tiempo, el mejor guerrero y sacerdote. Las instituciones eclesiásticas no evolucionan independientemente de la naturaleza cambiante de otras estructuras sociales, sobre todo de la organización política. Allí donde la organización política apenas se ha desarrollado, encontramos escaso desarrollo en las organizaciones eclesiásticas; por eso, un gobierno civil coercitivo y centralizado va acompañado de un gobierno religioso no menos coercitivo y centralizado. A medida que las sociedades ganan estabilidad y confianza, las instituciones eclesiásticas tienden a definirse y desarrollarse. Una vez que las instituciones eclesiásticas comienzan a distinguirse de las políticas, se produce una lucha entre ellas por la supremacía. La religión tiene inicialmente una serie de ventajas en esta lucha. Por ejemplo, como representante de la deidad, es la religión la que confiere autoridad al gobernante, tiene influencia sobre los temidos y venerados seres sobrenaturales. A largo plazo, el poder terrenal se sitúa por encima del poder espiritual, cambio que está estrechamente ligado con el nacimiento de la industrialización. Finalmente, la propagación del conocimiento reduce la importancia y el poder del conocimiento sacerdotal. Para Spencer las instituciones eclesiásticas han sido de enorme influencia e indispensables en las estructuras sociales desde la antigüedad hasta nuestros días. Entre otras muchas funciones, la religión fomenta la cohesión social, actúa como freno de la guerra en la sociedad, sirve de sistema regulador complementario al sistema político, y hace que los individuos sean respetuosos mediante la coerción eclesial. Instituciones profesionales. Las profesiones constituyen para Spencer un caso paradigmático de su perspectiva general. Ningún grupo de instituciones ilustra con tanta claridad el proceso de la evolución social; y ninguno demuestra más indiscutiblemente el modo en que la evolución social cumple la ley general de la evolución. Spencer comienza su análisis de las profesiones señalando que los grupos realizan una variedad de funciones para la sociedad, entre ellas, la preservación de la sociedad ante la amenaza de su destrucción por parte de sus enemigos, la regulación de la vida y su continuidad. Las profesiones constituyen una estructura cuya función es la mejora de la vida. Para Spencer, la religión se convierte en la fuente principal de las profesiones. Los sacerdotes eran capaces de dedicar tiempo y energía a la labor y a la disciplina intelectual que resultan necesarias para que las ocupaciones profesionales se diferencien de otras ocupaciones. El origen de la profesión médica tiene su origen en los curanderos, quienes atribuían causas sobrenaturales a las enfermedades y prescribían tratamientos de esa índole. A resultas de lo cual, Spencer veía en los sacerdotes la fuente más importante de la profesión médica, puesto que fueron ellos quienes intentaron acercarse a lo sobrenatural con buenas artes, en lugar de hacerlo de manera antagonista. Finalmente, los médicos y cirujanos comenzaron a diferenciarse de los sacerdotes, pero
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mientras los primeros médicos seguían pareciéndose a sacerdotes, los cirujanos comenzaron a centrarse en las enfermedades físicas cuyas causas eran más naturales. Con el tiempo se produjo un aumento de la división del trabajo. Esta creciente diferenciación hizo que aumentara la integración profesional mediante las asociaciones profesionales. Al final, de acuerdo con su orientación típicamente conservadora, Spencer concluye que todas las profesiones específicas, así como las profesiones en general, son indispensables en la sociedad. Instituciones industriales. La industria es la última institución que Spencer examina desde su perspectiva evolucionista. Define la división del trabajo como la especialización de las funciones directa o indirectamente relacionadas con la satisfacción de necesidades materiales, y las ayudas materiales a las necesidades mentales. Spencer comienza por examinar las diferencias que existen entre las aptitudes naturales de los individuos, las diferencias sociales y las diferencias de sexos. Spencer culpa a los varones y a su capacidad para obligar a las mujeres a realizar las ocupaciones menos deseables y satisfactorias…de acuerdo con su fuerza, delegan en las mujeres la realización de los trabajos más tediosos y monótonos. A Spencer le preocupa más el trato inhumano que daban los hombres a las mujeres en las sociedades militares, aunque se tranquilizaba pensando que ese trato se humanizaba en las sociedades industriales. Muchos sociólogos contemporáneos criticarían esta división, pero Spencer limita sus críticas a los sistemas antiguos. La siguiente cuestión que estudia es la evolución de la mera adquisición de lo que se necesita para la supervivencia (por ejemplo, caza y recolección) a la producción de mercancías. El desarrollo inicial de la producción se ve dificultado en las sociedades militares primitivas. Aunque estas sociedades necesitan de cierta producción (armas de fuego), en la mayoría de los casos las actividades para la destrucción inhiben las actividades productivas. Así, el estado de guerra permanente tiende a destruir todo brote de organización industrial y a obstaculizar el desarrollo de las ocupaciones no relacionadas con la guerra. El progreso de la industria está estrechamente relacionado con la decadencia de las instituciones militares. Otra barrera al desarrollo industrial es la naturaleza humana. Para que la evolución industrial siga adelante, se requiere una remodelación de la naturaleza humana. Spencer afirmaba que la naturaleza humana no es estable sino que evoluciona con la sociedad. Los cambios sociales como el avance de la industria, tienden a expandir la naturaleza humana, lo que permite a su vez un mayor progreso industrial. Por tanto, la producción aumenta a medida que los deseos se multiplican y se hacen más fuertes. Un elemento añadido al aumento de la división del trabajo y la producción es la expansión del sistema distributivo necesario para transportar los bienes de un lugar a otro. Con el tiempo, aumenta la complejidad del sistema de distribución. La evolución del sistema distributivo lleva a la del sistema de intercambio, lo que da lugar al desarrollo de un papel moneda, que facilita la distribución y la producción. Otro elemento del sistema industrial lo constituyen los medios de regulación del trabajo. Spencer esboza la historia de la regulación del trabajo que parte de la regulación paternal, patriarcal, comunitaria, para llegar a la regulación a cargo de los gremios y sindicatos. Spencer analiza también la esclavitud y la servidumbre como formas primitivas de control laboral relacionadas con las sociedades militares. Estos sistemas decaen a medida que la sociedad se inclina hacia la cooperación voluntaria de la sociedad industrial. Spencer se declaraba en contra del socialismo, puesto que lo consideraba más apropiado para la sociedad militar que para otra de tipo industrial, caracterizada por la cooperación voluntaria. A Spencer le preocupaba más el poder creciente del estado que la propagación del socialismo; vislumbraba una tendencia hacia la regulación estatal de la industria, a resultas de la cual, la organización industrial compulsiva usurparía el lugar de la organización industrial voluntaria actual. Temía que al final se estableciera un estado en el que ningún hombre pudiera hacer lo que desease y tuviera que hacer lo que le ordenasen. De hecho, hablaba de un estatalismo radicalmente opuesto al individualismo. ETICA Y POLITICA. Spencer manifiesta en su obra una postura ética y política bastante coherente. Las ideas políticas y morales de Spencer se derivan en no poca medida de su individualismo metodológico. Spencer se centró en los macrofenómenos, pero lo hizo partiendo de su idea de que la base de esos fenómenos eran unidades individuales. Esta idea específica del mundo social se deduce de sus principios generales. Las características de las unidades determinan las del grupo, como ningún cuerpo no puede exhibir
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fenómeno alguno si sus miembros individuales carecen de la capacidad inherente de producirlo. Del mismo modo que los macrofenómenos son producto de los individuos, también lo es la ley moral de la sociedad. La conducta correcta de la humanidad en su estado de multitud se encuentra en la humanidad es su estado de unidad. Spencer creía que los individuos nacen con un sentimiento moral que guía sus acciones y, en última instancia, la estructura y las funciones de la sociedad. Aunque los individuos son la causa inmediata de la moralidad social, la causa más lejana es Dios. Teniendo a Dios por en medio, Spencer suponía que la sociedad evolucionaba hacia una mayor perfección y felicidad. Otro factor de esta evolución hacia un estado moral de perfección era que el mal llegaría a desaparecer de forma progresiva. Spencer recurría al argumento de la supervivencia del más apto. Spencer pensaba que el mal era una consecuencia de la inadaptación a las condiciones externas. Spencer pretende que la felicidad del hombre proceda de la satisfacción de sus deseos. Por tanto, las personas deben practicar el libre ejercicio de sus facultades, es decir, deben tener libertad. Además, esta libertad no debe constituir el derecho de unos pocas exclusivamente; como todos los hombres nacen con esas facultades, todos los individuos tienen el derecho a su libre ejercicio. Sin embargo, esta libertad personal tiene sus limitaciones. Cuando un individuo ejerce su derecho, no debe permitírsele coartar la libertad del otro. Este pensamiento conduce s Spencer a una perspectiva política libertaria en la que el papel del estado es muy limitado. El estado debe limitarse a proteger la libertad individual y no intervenir en la propia marcha de la evolución, permitiendo así que se cumpla la ley y la dinámica del proceso evolutivo. Spencer no considera que las duras realidades como el hombre y la enfermedad constituyan un mal, sino que son producto de la más alta benevolencia. Para decirlo de otra manera, los que no disfrutan de salud, no son listos, no son decididos, y no creen en lo divino que en beneficio de la sociedad deban morir. Si se permite la supervivencia de los ineptos, la sociedad se verá infectada de ineptos e impide que se reproduzcan los más aptos y detiene el proceso purificador de la evolución natural. Spencer se opone a la caridad administrada por el estado y a la educación estatal. Incluso se opone a que el gobierno se implique en cuestiones sanitarias como la recogida de basura. En suma, se debe frenar la intervención del gobierno no sólo porque impide la marcha natural de la evolución, sino porque además recorta los derechos individuales. Para Spencer, el liberalismo defiende la libertad individual frente a la coerción del estado. En respuesta a sus críticos, Spencer expresaba su sorpresa ante el hecho de que lo tomasen por un enemigo de los pobres y otros miembros desafortunados de la sociedad. Aducía que no estaba de acuerdo con la pasividad ante los problemas sociales, pero que se debían de tomar las medidas adecuadas. Spencer tenía muy mala opinión de los que vivían a costa del estado y pensaba que unos trabajadores no debían de cargar con la carga de otros trabajadores. Obviamente, de la oposición de Spencer a la intervención estatal se deduce su oposición a cualquier cambio radical de la sociedad. (Socialismo o Comunismo). Spencer distinguía su sociedad ideal de la de los socialistas cuando afirmaba que no era partidario de dar a las personas una porción igual de bienes, sino de dar a cada uno la oportunidad de adquirir los objetos que deseen. Spencer creía que las personas nacían con un instinto de sus derechos, y uno de esos derechos era el deseo de la propiedad. Por lo tanto, el socialismo se oponía radicalmente a este elemento de la naturaleza humana y, consecuentemente, el socialismo no podía sobrevivir. Los teóricos contemporáneos de la sociología, liberales o radicales, tienden a rechazar el tipo de moralidad y de política conservadora de Spencer. Turner decía que no se debe rechazar una teoría simplemente porque no se es partidario de la moral o la política de su creador. Sin embargo, hay otra razón para poner en cuestión la teoría de Spencer, y reside en la percepción de que su sociología está influida y distorsionada por sus prejuicios morales y políticos. Dicho esto, no debemos perder de vista el hecho de que en la teoría sociológica de Spencer hay más mérito del que se le concede en la actualidad.
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CAPITULO 5 KARL MARX En algunas zonas del mundo, al menos hasta el final de la guerra fría, la teoría sociológica era virtualmente idéntica a la teoría marxista y neomarxista, pero en otros países, como los EE.UU., Marx ha sido prácticamente ignorado como pensador de relevancia sociológica. La influencia de Marx en Europa del Este era inmensa. Sin embargo, en la Europa Occidental, esa influencia ha sido variable. En los EE.UU., salvo C. Wright Mills, tendían a ignorar a Marx. Por ejemplo, Talcott Parsons despreció la obra de Marx en unas pocas páginas, y dedicó, sin embargo, cientos de ellas a Weber, Durkheim y Pareto. En los años sesenta, debido a la fiebre por los derechos civiles, feminismo y la Guerra del Vietnam, comenzaron a considerar seriamente a Marx como teórico de la sociología. Desde finales de la década de los sesenta se ha venido realizando un serio esfuerzo por integrar las teorías marxista y neomarxista en la teoría sociológica estadounidense. El reciente fracaso de las sociedades comunistas y su giro hacia una economía más capitalista hace necesario plantearse el papel que juega la teoría de Marx en la sociología. A primera vista parece que estos cambios sugieren una decadencia de la teoría marxista. Los nuevos teóricos están menos dispuestos a buscar en la obra de Marx las respuestas a los problemas de las sociedades capitalistas
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modernas. Sin embargo, el alejamiento de la teoría sociológica marxiana será menos limitado por diversas razones. 1. La mayoría de los sociólogos tienen un largo y profundo compromiso con ellas. 2. Muchas de las ideas de Marx han sido integradas en diversas teorías sociológicas. 3. La teoría sociológica de Marx es mucho más importante que su teoría económica. Marx ofreció una teoría sociológica abstracta, coherente y sumamente satisfactoria que puede emplearse para analizar cualquier sociedad. Los estudiantes formados en una tradición antimarxiana se han socializado en la creencia de que Marx era un sanguinario radical, es preciso destruir este mito. Se puede ofrecer un par de argumentos básicos a los antimarxistas que rechazan a Marx como sociólogo debido a su orientación ideológica. 1. En el enfoque marxista se percibe una poderosa influencia de su ideología, es importante admitir que todos los sociólogos tienen su sesgo ideológico. Es más, Marx nunca intentó evitar u ocultar su sesgo ideológico. 2. Marx no era un sanguinario enloquecido. Marx era un humanista al que hería profundamente el sufrimiento de la clase trabajadora. Su humanismo le llevó a predicar una sociedad más justa y más humana que la capitalista. Marx no creía que ese cambio implicaría forzosamente un derramamiento de sangre. La transición al socialismo podía hacerse pacíficamente. Aunque estos argumentos puedes disipar dudas a los lectores con prejuicios antimarxistas, seguramente no satisfacen a los que comparten una orientación promarxista. Estos estudiantes pueden objetar que pensar en Marx como simplemente un sociólogo, es limitarle demasiado. Marx era filósofo, revolucionario, panfletista, periodista y pensador dialéctico. Hay varias escuelas de teoría neomarxista, y muchas de sus diferencias nacen de las diversas interpretaciones que hacen de la teoría marxista. Por ejemplo, algunos subrayan la obra temprana de Marx sobre el potencial humano y consideran el resto de su trabajo una consecución de sus primeros trabajos. Otros, sin embargo, hacen hincapié en la obra madura de Marx sobre las estructuras sociales, en especial las estructuras económicas, y consideran que estos trabajos son distinguibles de su producción temprana. LA DIALÉCTICA. Marx adoptó el modo dialéctico de la lógica de Hegel. Si Hegel se ocupó de la dialéctica de las ideas, el enfoque dialéctico de Marx lo aplicó al mundo material. Marx tomó la dialéctica de la filosofía y lo aplicó a las relaciones sociales existentes en el mundo material. Dos características básicas del análisis dialéctico distinguen el pensamiento de Marx de la mayor parte del pensamiento sociológico. 1. El método dialéctico de análisis no contempla una única y unidireccional relación causa-efecto entre las diversas partes del mundo social. Para el pensador dialéctico, las influencias sociales nunca se dan en una sola dirección, como ocurre para los que piensan en términos de causas y efectos. Este tipo de pensamiento no implica que el dialéctico nunca tenga en cuenta las relaciones causales existentes en el mundo social. Significa que cuando los pensadores dialécticos hablan sobre causalidad, siempre se refieren a las relaciones recíprocas entre los factores sociales, así como a la totalidad dialéctica de la vida social en la que se dan. 2. La segunda característica del análisis dialéctico es que los valores sociales no son separables de los hechos sociales. El pensador dialéctico piensa que no sólo es imposible apartar los valores del estudio del mundo social, sino que tampoco es deseable, porque produce una sociología inhumana y desapasionada que apenas tiene algo que ofrecer a las personas que buscan respuestas a sus problemas. Hechos y valores están entretejidos. Así, para Marx no era posible ser desapasionado cuando se trataba de analizar las dos principales clases del capitalismo: la burguesía y el proletariado. Por ejemplo, en El Capital, cuando Marx se refería a los capitalistas les llamaba licántropos y vampiros que chupaban la sangre de los trabajadores y se solidarizaba con la penosa condición del proletariado. De la implicación tan emocional de Marx no se deduce ningún tipo de imprecisión en sus observaciones. Un estudioso menos apasionado habría ahondado menos profundamente en la dinámica del sistema. Estas dos características de la dialéctica reflejan la idea de Marx de que no existen líneas divisorias definidas entre los fenómenos del mundo social. Marx creía que los diversos componentes del mundo social se entremezclaban gradual e imperceptiblemente. Marx afirmaba que los capitalistas y el
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proletariado no se encontraban claramente separados, sino que se entremezclaban de manera gradual. Un capitalista arruinado puede volverse proletario y un trabajador de éxito puede ser capitalista. Los pensadores dialécticos también adoptan una perspectiva relacional del mundo social. Las relaciones entre los individuos, entre los diferentes grupos de personas y entre las diversas subunidades de la organización, se analizan bajo el meticuloso escrutinio del pensador dialéctico. Además, un pensador dialéctico jamás se centra en una unidad social aislada del resto de las unidades sociales. Los pensadores dialécticos se interesan no sólo por la relación entre los fenómenos sociales del mundo contemporáneo, sino también por la relación entre esas realidades contemporáneas y los fenómenos sociales pasados y futuros. Ello supone dos implicaciones diferentes, que los sociólogos dialécticos se interesan por el estudio de las raíces históricas del mundo contemporáneo, y que los pensadores dialécticos se preocupan por la dirección futura que tomará la sociedad. Este interés por el futuro constituye una de las principales razones de que la sociología dialéctica sea intrínsecamente política, pues posee una imagen del mundo futuro y su interés es promover actividades prácticas que den vida a ese mundo. Para los sociólogos dialécticos las fuentes del futuro existen en el presente. La naturaleza básica de la dialéctica se opone a la orientación determinista. El futuro puede basarse en algún modelo contemporáneo, pero no de forma inevitable. Los marxistas esperaban y creían que el futuro produciría el socialismo, pero el proletariado no podía esperar pasivamente a que éste llegara. Tenían que ganárselo y carecían de garantías absolutas de su llegada. Esta miedo a pensar de un modo determinista se lo que distorsiona el bien conocido modelo dialéctico de tesis, antítesis y síntesis. Este simple modelo implica que un fenómeno social genera una forma opuesta a su forma original y que el choque entre las dos formas dará lugar a una nueva forma social sintética. Sabiendo que el pensador dialéctico se interesa por el estudio de las relacione sociales y no por las grandes abstracciones, es lo que llevó a Marx a alejarse de Hegel y lo que le hubiera llevado a rechazar hoy la excesiva simplificación de la dialéctica al modelo de tesis, antítesis y síntesis. Lo más conocido de la dialéctica tal vez sea su interés por el conflicto y la contradicción. Lo que más nos importa es que la dialéctica provoca interés por los conflictos y las contradicciones que se dan entre los diversos niveles de la realidad social. Para Marx, la contradicción última en el seno del capitalismo se da, tal vez, en la relación entre burguesía y proletariado. En términos de Marx, la burguesía produce proletariado, y al producir y expandir esta clase, los capitalistas producen sus propios sepultureros. El filtro de la historia no le da la razón. EL POTENCIAL HUMANO. La base de gran parte del pensamiento de Marx la constituyen sus ideas sobre el potencial humano. Tenía que haber una oportunidad histórica para que los individuos pudieran llegar a realizarse en plenitud, pero los individuos estaban muy ocupados en conseguir comida y protección, por lo tanto les era prácticamente imposible realizarse como personas en plenitud. El capitalismo constituía un medio demasiado opresivo para estos fines humanistas. Así, Marx no podía describir con precisión el potencial humano porque aún no se le había permitido desarrollarse y expresarse adecuada y plenamente. Capacidades y necesidades. El fundamento de la concepción marxista del potencial humano son sus ideas sobre las capacidades y las necesidades de las personas. Las capacidades pueden definirse como las facultades y aptitudes de las personas. Las necesidades constituyen los deseos de las personas de cosas que normalmente no se pueden obtener de forma inmediata. Las necesidades, como las capacidades, varían mucho según los entornos sociales en los que viven las personas. Es necesario distinguir entre necesidades y capacidades naturales y de la especie. Las capacidades y necesidades naturales son las que compartimos con otros animales, mientras que las específicas son exclusivamente humanas. Las capacidades y necesidades naturales per se apenas nos interesan, porque el hombre natural aún no es un hombre, sino un animal. Sin embargo, todas las capacidades y necesidades pueden expresarse en formas distintivamente humanas. El sexo, por ejemplo, es un comportamiento común a los seres humanos y a otros animales, pero cuando se expresa de formas particularmente humanas entra dentro de la categoría de capacidades y necesidades de la especie. Conciencia. El núcleo de la noción del potencial humano reside en la idea de Marx de que los hombres se distinguen de otros animales pro su conciencia y por su capacidad de ligar esa conciencia a sus acciones. Estas ideas vienen de la filosofía hegeliana, aunque Marx critica el que analice la conciencia como si ésta existiera
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independientemente de las personas, en lugar de analizar la conciencia de las personas reales y conscientes. Marx no se contentó con señalar simplemente que los hombres se distinguían de otros animales por su conciencia. Marx creía que las siguientes capacidades mentales hacían de la especie humana algo totalmente distinto de los demás animales. 1. Mientras los animales sólo hacen, las personas pueden distanciarse mentalmente de lo que están haciendo. 2. Los actores humanos son capaces de elegir entre actuar o no hacerlo. Además, son capaces de elegir qué tipo de acción realizar. 3. Las mentes de los seres humanos les permiten planear de antemano la acción que van a realizar. 4. Los seres humanos poseen flexibilidad tanto física como mental. 5. Los seres humanos son capaces de concentrar su atención en lo que hacen durante un largo periodo de tiempo. 6. La naturaleza de la mente humana lleva a las personas a ser altamente sociales. La conciencia es, por tanto, desde sus orígenes, un producto social, y seguirá siéndolo mientras el hombre exista. Es la capacidad de controlar sus actividades mediante la conciencia lo que distingue a las personas de los animales. Para Marx, la característica específica de la naturaleza humana es su inteligencia creativa, su capacidad de tratar una estructura en la imaginación para luego construirla en la realidad. Pero el problema de esta concepción del potencial humano es que es sumamente abstracta, por lo que Marx sintió la necesidad de trasladarla al mundo real. Las personas, su conciencia y sus actividades, no pueden existir aisladamente, tienen que relacionarse con el mundo natural. Estamos rodeados de lo natural e interactuamos con la naturaleza, así pues, Marx distingue tres componentes de la relación entre los seres humanos y la naturaleza: la percepción, la orientación y la apropiación. La percepción es el contacto inmediato que tienen las personas con la naturaleza a través de sus sentidos. Se requiere un proceso de orientación que organice, modele e imponga un marco a las diversas percepciones del mundo. Una vez percibido el mundo y organizada esa percepción se procede a la apropiación, por la que los actores emplean sus capacidades creativas para actuar sobre la naturaleza con el fin de satisfacer sus necesidades. No es sólo que la naturaleza de las capacidades y necesidades de las personas configure la forma de la percepción, orientación y apropiación, sino que la forma que éstas adoptan en los distintos entornos sociales influye, a su vez, en la naturaleza de estas capacidades y necesidades. Esto refuerza la idea de que, para Marx, la naturaleza humana no era algo petrificado, sino que dependía enormemente de la naturaleza del entorno social. Siguiendo a Marx podemos distinguir tres estadios de la relación entre el potencial humano y los procesos de percepción, orientación y apropiación: la sociedad primitiva, el capitalismo y el comunismo. En la sociedad primitiva las personas empleaban sus recursos naturales para producir cosas que necesitaban. Sus necesidades eran limitadas, por lo tanto, sus capacidades eran limitadas. Marx pensaba que el capitalismo constituía una fase en la que la capacidad creativa de la mayoría de los seres humanos, que se expresaba en el acto de apropiación, había quedado virtualmente eliminada. Así, la meta del capitalismo era la propiedad, en lugar de la expresión de las capacidades humanas. Cuando Marx las compara señala: el mundo antiguo proporcionaba una satisfacción limitada, mientas que el moderno no proporciona satisfacción alguna y, en caso de hacerlo, es vulgar y mediocre. Sin embargo, el comunismo era una fase en la que se habrían destruido las fuerzas estructurales que causaban la distorsión de la naturaleza humana, y en la que las personas podrían expresar su potencial humano en un grado desconocido. El comunismo constituye la fase de la apropiación personal plena. Actividad. La actividades puede ser considerada como el medio que utilizan las personas para apropiarse de los objetos de la naturaleza. Es importante señalar que el concepto de actividad que emplea Marx es virtualmente inseparable de sus conceptos de trabajo y creatividad. Para Marx, el trabajo constituye una expresión de las capacidades distintivas de las personas. De hecho, el trabajo no se limita a las actividades económicas, sino que entraña todas las actividades productivas que requieren las capacidades creativas del actor. Aunque Marx no hizo una distinción entre actividad, trabajo y creatividad, tendió a usar diferentes términos en las distintas épocas de su carrera. Actividad hacer referencia al movimiento implicado en los esfuerzos deliberados; el trabajo, al proceso de producción material; y la creatividad, a la capacidad de las personas para hacer productos únicos. Bajo el capitalismo, el trabajo estaba separado de la actividad y la creatividad, bajo el comunismo era probable la integración del trabajo, actividad y creatividad.
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Objetivación. Para apropiarse del mundo natural, la gente debe comprometerse siempre con un proceso de, que implica la producción de objetos como ropas y alimentos. Para Marx el proceso de objetivación era importante por varias razones. Primera, reafirma su orientación materialista y su interés por el mundo real de los actores reales. Segunda, Marx creía que la objetivación era el auténtico proceso en el que las personas expresaban sus capacidades humanas. Este proceso de objetivación constituye una expresión del potencial humano siempre que presente ciertas características. Primera, que la conciencia de los actores esté implicada en la actividad. Segunda que los actores expresen sus capacidades de forma comprehensiva. Tercera, que expresen su carácter intrínsecamente social en el proceso de objetivación. Y cuarta, que el proceso de objetivación no constituya simplemente un medio para lograr otros fines. Trabajo. En el contexto de esta imagen de la objetivación específicamente humana, Marx analiza el trabajo en la sociedad capitalista. Para el estudio de este tipo de sociedad, Marx, apenas utiliza los conceptos interrelacionados de trabajo, actividad y creatividad. En las ideas de Marx, el concepto de trabajo implica la apropiación, objetivación y la plena expresión del potencial humano. Sin embargo, Marx pensaba que el trabajo en la sociedad capitalista adoptaba ciertas formas distintivas y pervertidas. En lugar de constituir un fin en sí, el trabajo en el capitalismo se reduce a un medio para alcanzar un fin: ganar dinero. Bajo el capitalismo, el trabajo no equivales a trabajo, actividad, creatividad. Socialidad. Otro aspecto de la imagen de Marx del potencial humano es la idea de que las personas son intrínsecamente sociales. Para Marx, el hombre no sólo es un animal social, sino también un animal que sólo dentro de la sociedad se convierte en individuo. Esto significa que todas las capacidades humanas no tienen sentido si se expresan aisladamente. Desde el punto de vista de Marx, las personas no pueden expresar su humanidad sin la interacción con la naturaleza y con las otras personas. Por otro, la socialidad constituye una parte integrante de la naturaleza humana. Es decir, las personas necesitan relacionarse con otras personas tanto por el mero hecho de relacionarse, como para poder apropiarse de la naturaleza adecuadamente. Consecuencias imprevistas. Finalmente, un aspecto apenas analizado hace referencia al hecho de que las personas hayan producido el capitalismo, una estructura que distorsiona su naturaleza esencial. Si bien solemos relacionar esta idea con Weber, parece evidente que Marx también tuvo en mente, “he aquí, pues, la espiral dialéctica: al tiempo que solemos lograr resultados inmediatos de nuestras intenciones conscientes, demasiado a menudo no anticipamos ni prevemos las consecuencias no deseadas más remotas de esos resultados”. En términos generales podemos deducir que el capitalismo constituye una consecuencia imprevista que resulta de un sinnúmero de acciones. La intención de la gente no era crear una estructura que distorsiona la naturaleza humana, pero ese fue el resultado. Marx habría especificado que probablemente las consecuencias imprevistas no constituyen una característica de la sociedad. Es decir, el comunismo no necesariamente se verá perturbado por las consecuencias imprevistas ya que estas consecuencias imprevistas dependen del contexto social. ALIENACIÓN. Hasta aquí hemos analizado varios componentes a un nivel micro: el potencial humano, las capacidades, las necesidades, la autoconciencia y la conciencia, la actividad, el trabajo, la creatividad, el trabajo (percepción, orientación y apropiación), la objetivación, la sociabilidad y las consecuencias imprevistas. Estos componentes pertenecen a la etapa temprana de Marx. En sus primeras obras, Marx denominaba alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque era el actor el que sufría la alienación en la sociedad capitalista, Marx centró su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban tal alienación. Marx ofreció básicamente una teoría de la alienación, que según Marx, “es la estructura social la que rompe las interconexiones naturales que caracterizan la naturaleza humana en un sentido ideal”. Aquí es sumamente importante el sistema de dos clases, en el cual los capitalistas emplean a los trabajadores y son propietarios de los medios de producción, así como de los productos resultantes. Para sobrevivir y tener acceso a las herramientas y materias primas, los trabajadores se ven obligados a vender a los capitalistas su fuerza de trabajo. Aunque los trabajadores usen las herramientas y actúen sobre la naturaleza, las interrelaciones naturales están rotas.
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Componentes de la alienación. Puede considerarse que el concepto de alienación incluye cuatro componentes básicos. 1. En la sociedad capitalista los trabajadores están alienados por su actividad productiva. Trabajadores y capitalistas creen que el pago de un salario significa que la actividad productiva pertenece al capitalista. En lugar de ser el trabajo un producto satisfactorio, la actividad productiva se reduce a un aburrido e idiotizante medio de cumplir el único objetivo que de verdad importa en el capitalismo: ganar el suficiente dinero para sobrevivir. 2. Los trabajadores están alienados por el objeto de esas actividades: el producto. El producto, como el proceso de producción, pertenece a los capitalistas, que pueden usarlo como deseen. Los trabajadores no sólo no ejercen control alguno sobre el producto, sino que, tampoco tienen una percepción concreta de lo que producen. Las cadenas de montaje suelen ser tan largas y tienen tantos eslabones que los individuos se limitan a cumplir un papel insignificante en el proceso global. 3. En el capitalismo, los trabajadores están alienados por sus compañeros de trabajo. Las personas necesitan y desean trabajar en colaboración con otras personas para extraer de la naturaleza lo que necesitan para sobrevivir. Pero el capitalismo destruye esa cooperación natural, y las personas se ven obligadas a trabajar codo con codo para los capitalistas. Y lo que todavía es peor, los trabajadores suelen verse obligados a competir por su puesto de trabajo. El capitalismo enfrenta a los trabajadores para ver cuál es el más rentable. A los que son más productivos se les recompensa con dádivas. En cualquier caso, estas situaciones generan hostilidad. 4. Los trabajadores están alienados por su propio potencial humano. Los individuos se realizan cada vez menos como seres humanos y quedan reducidos en su papel de animales de carga. El resultado es una masa de personas incapaces de expresar sus capacidades específicamente humanas. Distorsiones derivadas de la alienación. La alienación es la ruptura estructuralmente impuesta por el sistema de la interconexión total y natural que constituye una parte esencial de la vida, al menos en un sentido ideal. El comunismo implica un restablecimiento de las interconexiones que ha destruido el capitalismo. La alienación se opone a lo que las personas pueden potencialmente ser. Como consecuencia de la alienación, el trabajo en el capitalismo se reduce al simple trabajo en cuya realización el individuo no se siente satisfecho ni se realiza como persona. Las personas no pueden ser más que lo que realmente son, pero en el capitalismo el dinero confiere a las personas capacidades y aptitudes que no tienen realmente. Valido el dicho de tanto tienes, tanto vales. Si bien el dinero puede comprar prácticamente todo en el capitalismo, en un mundo verdaderamente humano no puede realizar esa función. La lista de distorsiones causadas por la sociedad capitalista es larga: 1. El proceso productivo convierte a los trabajadores en monstruos. 2. El capitalismo rompe la interrelación natural entre mente y mano. Sólo unas pocas personas pueden hacer un trabajo intelectual. 3. El capitalista convierte el trabajo en un proceso monótono y especializado. 4. Los seres humanos dejan de ser creativos y se orientan en soledad hacia la posesión de objetos. La propiedad privada para Marx, hace referencia a gente estúpida y estrecha de miras. 5. Las personas han producido una sociedad que les permite sentirse a gusto sólo cuando funcionan como animales. 6. Marx afirmaba que el capitalismo era un mundo invertido en el que los que deberían estar abajo, están en la cúspide y los que están en la cúspide, deberían estar abajo. Emancipación. La crítica marxiana a la sociedad capitalista no era un fin en sí misma, sino un esfuerzo cuyo objetivo era que se llevaran a cabo los cambios necesarios para crear una nueva sociedad. Podemos afirmar que el objeto de la sociología de Marx era la emancipación de la humanidad de la esclavitud de la sociedad capitalista. La transición hacia la sociedad socialista y la emancipación podía lograrse sólo mediante la acción concreta o praxis. No debemos sólo filosofar, hay que actuar. El proletario no puede esperar pasivamente a que llegara el derrumbe final del capitalismo como fruto de sus contradicciones internas. La sociedad comunista creada mediante la praxis “no gobernará sobre los individuos, pues en sí misma, no es otra cosa que los individuos concretos en sus mutuas relaciones sociales, eliminará la alienación, reunirá a las personas con sus productos, actividades y con otras personas”. La meta de la emancipación
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es el ser genérico y el comunismo, que constituye, la primera expresión real y la realización auténtica del hombre, de la esencia del hombre y de su esencia real. ESTRUCTURAS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA. La primera cuestión que abordaremos es si Marx consideraba a no esas estructuras sociales como cosas, es decir, como estructuras solidificadas. Las opiniones de Marx sobre las grandes estructuras se formaron a partir de su modo de pensar dialéctico, especialmente sobre la base de su tendencia a centrarse en las relaciones sociales. Marx percibía las estructuras como un conjunto de relaciones sociales numerosas y continuas. Si bien tenía una perspectiva dinámica de las estructuras, Marx consideraba que el conjunto de relaciones en el capitalismo eran externas a los actores y coercitivas. Mercancías. El concepto de mercancía de Marx arraiga la orientación materialista de su análisis sobre las actividades productivas de los actores. Para Marx, las personas producen los objetos que necesitan para sobrevivir mediante su interacción con la naturaleza y otros actores; la objetivación constituye un aspecto necesario y universal de la vida humana. Estos objetos se producen para el uso de una persona o para el de otras en su entorno inmediato: constituyen valores de uso. Los productos en vez de ser usados inmediatamente en el sistema capitalista, son intercambiados en el libre mercado a cambio de dinero (valores de cambio). Aunque son las personas las que producen objetos en el capitalismo, el papel que desempeñan en la producción de mercancías, y su control sobre ellas, se mistifica. La mercancía aparece como una realidad externa, mística, independiente. Fetichismo de la mercancía. El fetichismo de las mercancías implica el proceso por el que los actores olvidan que es su trabajo el que confiere a las mercancías su valor. Llegar a creer que su valor procede de las propiedades naturales de las cosas o que el funcionamiento impersonal del mercado es lo que les otorga su valor. Al conceder realidad a las mercancías y al mercado, el individuo en el capitalismo pierde el control sobre ellos. El análisis de Marx sobre las mercancías y su fetichismo consiste en que parte del micronivel del actor y la acción individual para luego elevarse al macronivel de las grandes estructuras sociales. El fetichismo de las mercancías confiere a éstas y al mercado una realidad objetiva independiente que es externa y coercitiva. Reificación. Es necesario señalar que las personas producen no sólo objetos económicos como comida, ropa p alojamiento, sino también relaciones sociales y, en última instancia, estructuras sociales. La reificación puede considerarse como el proceso por el que se llega a creer que las formas sociales humanamente creadas son naturales, universales y absolutas y, consecuentemente, que esas formas sociales adquieren, de hecho, esas características. El concepto de reificación implica el convencimiento de las personas de que las estructuras sociales están fuera de su control y son inalterables. El uso de este concepto implica que las personas reifican no sólo las mercancías, sino también el conjunto total de las diversas estructuras sociales. Marx afirma que bajo las circunstancias específicas del capitalismo, el trabajo, como fenómeno social, se convertía en una mercancía. “La fuerza del trabajo aparece en el mercado como una mercancía exclusivamente si, y en la medida en que su poseedor, el individuo propietario de esa fuerza de trabajo, la pone en venta o la vende como una mercancía”. Del mismo modo en que se reifican las mercancías también se reifican las estructuras religiosas, políticas y organizativas. Capital. Como estructura independiente, el capital explotaba a los trabajadores, responsables de su creación. Marx pensaba que el poder del capital aparecía como “un poder otorgado por la naturaleza, un poder productivo inherente al capital”. Los trabajadores eran explotados por un sistema y habían olvidado que ellos lo habían producido mediante su trabajo, por lo que no se percataban de que podían cambiar. Esta es la idea que llevó a Marx a la conclusión de que el capitalismo era un mundo invertido. Circulación de mercancías. Marx examinó la circulación de mercancías y lo consideró como el punto de partida del capital. Marx distinguía dos tipos de circulación de mercancías. Uno de esos tipos de circulación Dinero-Mercancías Dinero (D-M-D) es característico del capital; no ocurre así con el otro: Mercancías-Dinero-Mercancías (M-D-M). O buscas satisfacer tus necesidades con el sistema de cambiar lo que produces por dinero y así comprar otras mercancías, u optas por hacer lo contrario, con tu dinero compras mercancía para volver a vender con una plusvalía. El fin de este último circuito no es el consumo del valor de uso, el fin es el dinero en una forma más extensa, un dinero que cualitativamente es idéntico, pero no cuantitativamente.
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El sistema D-M-D es un proceso más abstracto y por lo tanto más vulnerable a la reificación. Propiedad privada. Para Marx, la propiedad privada se deriva del trabajo alienado de los trabajadores. Los trabajadores no se dan cuenta de esa situación. En lugar de controlar la propiedad privada, es la propiedad privada lo que controla al trabajador. El concepto de Marx de la propiedad privada está directamente relacionado con su obra temprana sobre el potencial humano y la interacción. Para que las personas puedan expresar su potencial humano deben destruir la propiedad privada y los demás componentes estructurales de la sociedad capitalista División del trabajo. Marx y Engels encontraron el origen de la división del trabajo en la familia antigua. El padre hacía el papel de amo y su mujer e hijos de esclavos. Marx no veía bien esta división del trabajo, pero peor aún lo veía en el sistema capitalista. En particular, a Marx le interesaba la especialización del trabajador. Esta especialización impedía el pleno desarrollo intelectual y creativo del trabajador. 1. La división del trabajo separa artificialmente al individuo de su comunidad. 2. El proceso laboral se rompe hasta el punto de que se separan funciones que idealmente deberían estar integradas. 3. Las capacidades del individuo se reducen a una simple herramienta más en el proceso de producción. 4. Cada persona hace sólo una mínima contribución al resultado del producto final. 5. La especialización estricta influye en el hombre en el sentido de que le atonta y deshumaniza. 6. Pese a todo esto, Marx no suponía que todo el mundo supiera hacerlo todo. Lo que sí creía era que la división del trabajo impedía artificialmente a los trabajadores un desarrollo pleno. Por lo tanto, según Marx, en el comunismo no todas las personas serán poetas o arquitectos, pero sí quedarán eliminadas todas las trabas para un pleno desarrollo humano. Clase social. La clase social constituye otra de las cuestiones a las que Marx desarrollo más tiempo en su estudio dela estructura social. Marx consideraba a las clases sociales como estructuras externas y coercitivas para las personas. Para Marx, las clases sociales se derivan de los actos de producción; las personas llegan a Reificar las clases y, consecuentemente, comienzan a cobrar una vida independiente que constriñe al actor. ASPECTOS CULTURALES DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA. El materialismo de Marx le llevó a interesarse poco por la cultura. Marx relega el nivel cultural a la condición de epifenómeno. Sin embargo, Marx tenía mucho que ofrecer en sus análisis de la conciencia de clase y de la falsa conciencia y la ideología dentro del ámbito cultural. La conciencia de clase y falsa conciencia. En la obra de Marx, la idea de conciencia de clase y la de falsa conciencia están estrechamente relacionadas. Existe una falsa conciencia que afecta a la burguesía, proletariado y al sistema capitalista y los trabajadores carecen de una conciencia de clase. La burguesía, después de todo, se sirve del sistema en su propio beneficio. Georg Lukács señaló algunos elementos de la falsa conciencia de la burguesía. La burguesía no es consciente de su propia historia y del papel que desempeñó en la formación del capitalismo. No es consciente de las contradicciones que existen en el seno del capitalismo ni de su contribución al aumento de sus contradicciones. Su sistema de ideas contiene suposiciones falsas sobre su control del sistema capitalista. El hecho es que sus acciones contribuyen a la desaparición del capitalismo y de la burguesía. Sin embargo, hay una diferencia importante entre las dos clases. La burguesía nunca podrá transformar su falsa conciencia en una auténtica conciencia de clase; ello es sólo posible en el caso del proletariado. El proletariado tiene ese privilegio ya que constituye el modelo para una sociedad futura en la que no exista la propiedad privada. Cuando Marx habla de conciencia de clase (y la falsa conciencia) de clase, no se refiere a una conciencia individual, sino a la conciencia de la clase en su conjunto. Para Marx, los conceptos de conciencia y falsa conciencia no son estáticos, sino más bien dinámicos que cobran sentido sólo a la luz del cambio y del desarrollo social. Marx asocia la falsa conciencia al capitalismo y la conciencia de clase es la condición
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que le espera al proletariado y que puede ayudarle a realizar el cambio de una sociedad capitalista a otra comunista. Ideología. La otra gran dimensión cultural del análisis de Marx es la ideología. Puede definirse la ideología como el sistema integrado de ideas que es externo a los individuos y resulta coercitivo para ellos. Podemos destacar al menos tres ideas fundamentales interrelacionadas sobre el conceptualización que hace Marx de las ideologías. 1. Las ideologías representan los intereses de la clase dominante. 2. Constituyen un reflejo invertido y truncado de la realidad. 3. Las ideologías tienen una existencia independiente que resulta coercitiva para las personas. El papel de las ideologías es asegurar la sumisión de los oprimidos y explotados. LA ECONOMIA DE MARX: ESTUDIO DE UN CASO. Este último apartado está dedicado a la economía de Marx, pero no a la economía per se, sino como ejemplificación de su teoría sociológica. La economía marxiana parte de los conceptos de valor de uso y valor de cambio. Las personas siempre han creado valores de uso, que se define cualitativamente; es decir, algo es o no es útil. Por el contrario, un valor de cambio se define cuantitativamente; es decir, se define se valoran por la capacidad de cambio de valores de otro uso. Mientras la producción de valores de uso constituye una expresión natural humana, la existencia de valores de cambio pone en movimiento un proceso que implica distorsión de la naturaleza humana. La estructura del sistema capitalista se levanta sobre la base de los valores de cambio. Para Marx, la fuente básica de cualquier valor era la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario requerida para producir un objeto en condiciones normales de producción y con un grado medio de cualificación e intensidad de tiempo. Esta es la teoría de valor-trabajo. La base del valor de uso se difumina progresivamente a medida que nos movemos hacia el reino de los valores de cambio. Marx situó en el corazón de su sociología la cuestión de la explotación del ser humano, aunque éstos no sean conscientes de su explotación. El concepto de plusvalía se define como la diferencia entre el valor del producto y el de los elementos invertidos en la formación de ese producto. La cantidad de plusvalía es, por lo tanto, una expresión exacta del grado de explotación de fuerza de trabajo por parte del capital. Los capitalistas utilizan este excedente para pagar cosas tales como una renta a los terratenientes o abonar los intereses bancarios. También lo pueden reinvertir en su empresa, convirtiéndola así en una base para la creación de más valor añadido. El deseo de mayores ganancias es lo que Marx denominó la Ley general de la acumulación capitalista. Marx afirmaba que la estructura y el ethos del capitalismo empujan a los capitalistas a acumular cada vez más y más capital. Como para Marx el trabajo es la fuente de todo valor, los capitalistas aumentan la explotación del proletariado para conseguir esta acumulación. Pero, al final, esta acumulación tiene un límite, y el gobierno se ve en la necesidad de imponer restricciones a las acciones de los capitalistas para evitar huelgas y revueltas. Consecuentemente, los capitalistas buscan otros medios de acumular dinero. A medida que avanza la mecanización, un creciente número de personas quedan despedidas y comienzan a formar parte del ejército industrial de reserva. Al mismo tiempo, la mayor competencia y aumento de costes conducen a una disminución progresiva de la cantidad de capitalistas. Al final, Marx preveía una situación en la que la sociedad se caracterizaría pro una cantidad insignificante de capitalistas explotadores y una inmensa masa de proletarios y miembros del ejército industrial de reserva. El aspecto clave de la ley general de acumulación capitalista es el grado en el que los actores, tanto capitalistas como proletarios, se ven obligados debido a la misma estructura y ethos del capitalismo a hacer lo que hacen. Marx no solía culpar individualmente a los capitalistas por sus acciones, ya que pensaba que éstas venían determinadas fundamentalmente por la lógica del sistema capitalista.
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CAPITULO 6 EMILE DURKHEIM La orientación teórica de Durkheim muestra muy pocas ambigüedades. Su mayor preocupación fue la influencia de las grandes estructuras en la sociedad. Durkheim contribuyó enormemente a la formación de la teoría estructural-funcional, que se centra en el análisis de la estructura social y la cultura a nivel macroscópico. El desarrollo y uso del concepto de hecho social constituye el núcleo de la sociología de Durkheim. En términos modernos, los hechos sociales son las estructuras sociales, así como las normas y los valores culturales que son externos y coercitivos para los actores. Para entender la razón por la que Durkheim desarrolló el concepto de hecho social y su significado necesitamos examinar al menos algunos aspectos del contexto intelectual en el que vivió. Para Durkheim, la sociología nació en Francia en el siglo XIX. Reconoció sus raíces en Platón y Aristóteles y como fuentes más próximas, Montesquieu y Condorcet. Para Durkheim estos filósofos no llevaron lo suficientemente lejos y ofrecieron ideas novedosas o ingeniosas sobre los hechos sociales, pero no intentaron el desarrollo de una nueva disciplina. Durkheim le concedió a Saint- Simon el mérito de haber
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sido el primero en formular la noción de una ciencia del mundo social, aunque imperfecta y difusa. Desde el punto de vista de Durkheim, fue Comte el que perfeccionó esas ideas. Aunque el término de sociología fue acuñado por Comte algunos años antes, no existía un área específica para la disciplina en la Francia del siglo XIX. Las disciplinas existentes, como la psicología y la filosofía, se oponían radicalmente a la fundación de la sociología. La obsesión de Durkheim era crear un nicho separado e identificable para la sociología. Durkheim afirmaba que, para diferenciarse de la filosofía, la sociología debía orientarse hacia la investigación empírica. Esto parece bastante obvio, pero Durkheim también pensó que la sociología estaba amenazada desde el interior de la escuela filosófica que existía dentro de la sociología. En su opinión, Comte y Spencer, se interesaban más por la filosofía y las ideas que por el estudio empírico del mundo social. Durkheim se vio en la necesidad de atacar a Comte y Spencer para diferenciarse de ellos. Acusó a ambos de teorizar demasiado sobre la realidad social y hacía falta un método científico de trabajo. A Comte le acusó de suponer teóricamente que el mundo social evolucionaba hacia la perfección en lugar de llevar a cabo un estudio minucioso de la naturaleza cambiante de las diversas sociedades y a Spencer de dar por supuesta una armonía social en lugar de estudiar si realmente existía dicha armonía social. HECHOS SOCIALES. Con el fin de lograr que la sociología se alejara de la filosofía y de darle una entidad clara y particular, Durkheim afirmó que el objeto distintivo de la sociología debía ser el estudio de los hechos sociales de una forma empírica y no filosófica. Durkheim creía que las ideas podían concebirse introspectivamente (filosóficamente), pero las cosas no pueden concebirse mediante una actividad puramente mental. Aunque tratar los hechos sociales como cosas contrarrestaba la amenaza que planteaba la filosofía, era sólo parte de la respuesta al problema de la amenaza planteada por la psicología. Ambas ya eran empíricas y para diferenciarlas, Durkheim, afirmó que el objeto de la sociología debía ser el estudio de hechos sociales externos y coercitivos, mientras que la psicología apuntaba al estudio de hechos psicológicos internos y heredados. Al optar Durkheim por una postura muy radical hacia sus objetos de estudio, en un futuro, limitaría algunas ramas de la sociología actual. Durkheim distinguía entre dos tipos de hechos sociales: 1. Hechos sociales materiales. Son los más claros de ambos tipos, porque son entidades reales y materiales. La arquitectura y el derecho son dos ejemplos de hechos sociales materiales. Son secundarios para el estudio de Durkheim. 2. Hechos sociales inmateriales. Ocupan gran parte de su obra. Hechos sociales inmateriales son las normas y valores (cultura) que rigen una sociedad. ¿Cómo es posible que hechos sociales inmateriales tales como normas y valores sean externos al actor? ¿Dónde pueden residir sino es en la mente del actor? Y en el caso de residir en la mente del actor, ¿acaso no son entonces internos en lugar de externos? La mejor manera de conceptualizar los hechos sociales inmateriales es pensar en ellos como externos y coercitivos respecto de los hechos psicológicos. Entonces, deducimos que tanto los hechos psicológicos como algunos hechos sociales, existen dentro de las conciencias y entre ellas. Es preferible considerar a los hechos sociales inmateriales como fenómenos mentales, pero externos y coercitivos respecto a otros aspectos del proceso mental: los hechos psicológicos. Esto difumina un poco la distinción de Durkheim entre sociología y psicología, pero sirve para hacer más realista la distinción y, por lo tanto, más defendible. La sociología se ocupa de los fenómenos mentales distintos de aquellos de los que trata la psicología. Durkheim afirmaba que mientras la sociología se interesa por las normas y los valores, la psicología se preocupa por los instintos humanos. El análisis de Durkheim comienza por el nivel de los hechos sociales materiales, no porque fuera un nivel más importante para él, sino porque sus elementos suelen tener influencia en los hechos sociales inmateriales. Los principales niveles de la realidad social en la obra de Durkheim son: A.-Hechos sociales materiales. 1) Sociedad. 2) Componentes estructurales de la sociedad (Iglesia, Estado) 3) Componentes morfológicos de la sociedad (Demografía, Canales de comunicación, etc. B.-Hechos sociales inmateriales. 1) Moralidad.
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2) Conciencia colectiva. 3) Representaciones colectivas. 4) Corrientes sociales. Los niveles dentro de las dos categorías figuran en orden descendente en lo que se refiere a generalidad. Su análisis de los hechos sociales en el macro nivel constituye una de las razones que explican el importante papel de Durkheim en el desarrollo del funcionalismo estructural, que ofrecía una similar orientación macro. Durkheim se inspiró en la biología para explicar el funcionamiento de la sociedad. LA DIVISION DEL TRABAJO EN LA SOCIEDAD. Durkheim basó su análisis en la división del trabajo social en su concepción de dos tipos ideales de sociedad. 1. El más primitivo, caracterizado por la sociedad mecánica, presenta una estructura social indiferenciada, con poca o ninguna división del trabajo. Una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica se mantiene unificada debido a que la totalidad de sus miembros tienen aptitudes y conocimientos similares. Una familia encabezada por un padre cazador y una madre que se ocupaba de la comida era virtualmente autosuficiente. Como las personas que forman las sociedades caracterizadas por la solidaridad mecánica suelen parecerse en lo tocante a las tareas que realizan, hay mayores posibilidades de que compitan entre sí. 2. El tipo más moderno, caracterizado por una sociedad orgánica, presenta una mayor y más refinada división del trabajo. Una sociedad caracterizada por la solidaridad orgánica se mantiene unida debido a las diferencias entre las personas, debido al hecho de que tienen diferentes tareas y responsabilidades. La familia moderna, para poder vivir, necesita de un amplio compendio de actividades a su alrededor. La diferenciación facilita la cooperación entre las personas y permite que puedan ayudarse en una misma base de recursos. Para Durkheim, la división del trabajo en la sociedad es un hecho real material que indica el grado en que las tareas o las responsabilidades se han especializado. Por ejemplo, ser madre en las sociedades primitivas es ocupar una posición mucho menos especializada que en la sociedad moderna. Los cambios en la división han tenido enormes implicaciones para la estructura de la sociedad. Densidad dinámica. La división del trabajo para Durkheim, constituía la principal pauta de interacción en el mundo social. Otro hecho social material estrechamente relacionado con la división del trabajo es la densidad dinámica. Este concepto hace referencia a la cantidad de personas de una sociedad y al grado de interacción que se produce entre ellas. Un aumento de la cantidad de personas más un aumento de su interacción conduce a la transición de la solidaridad mecánica a la orgánica, dado que, si se producen simultáneamente, provocan un aumento de la competencia por los recursos escasos y una lucha más intensa por la supervivencia entre los diversos componentes paralelos y similares de la sociedad primitiva. El nacimiento de la división del trabajo permite a las personas y a las estructuras sociales creadas por ellas cooperar, en lugar de entrar en conflicto, lo que hace más probable a su vez la coexistencia pacífica. Además, el aumento de la división del trabajo produce una mayor eficacia, lo que produce un aumento de los recursos que hace que más y más gente pueda vivir en paz. Durkheim mostró especial interés en el efecto que tenían estos cambios materiales en los hechos inmateriales y su naturaleza. Para estudiar los hechos sociales inmateriales de una manera científica el sociólogo debe buscar y examinar los hecho sociales materiales que reflejan la naturaleza de los hechos inmateriales y sus cambios. Esa función la cumple el derecho, sus diferentes formas en distintas sociedades, en la división del trabajo social. Derecho. 1. Durkheim afirmaba que una sociedad que presenta solidaridad mecánica se caracteriza por su derecho represivo. Como las personas son muy similares en este tipo de sociedad, y como la totalidad de sus miembros creen profundamente en una moralidad común, cualquier ofensa contra su sistema de valores compartido suele ser de la mayor importancia para la mayoría de los individuos. El transgresor suele ser severamente castigado si comete una acción considerada ofensiva para la moral colectiva. La administración del derecho represivo está en manos de las masas. Amputaciones pro robo o blasfemia.
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2. Por el contrario, una sociedad con solidaridad orgánica se caracteriza por su derecho restitutivo. En lugar de ser duramente castigado por la más mínima ofensa contra la moralidad colectiva, a los individuos se les suele pedir que tan sólo cumplan con la ley o que restituyan a los que han resultado perjudicados por sus acciones. Apenas existe una moralidad común, o en el caso de que la hubiere, tiene escasa influencia. El mantenimiento del derecho restitutivo está en manos de una única entidad especializada como la policía y los tribunales. En el sistema teórico de Durkheim, los cambios que se producen en un hecho social material, como el derecho, son simplemente reflejos de aquellos otros que se producen en los hechos sociales inmateriales, tales como la moralidad o la conciencia colectiva. En el nivel más general e inclusivo, Durkheim fue un sociólogo de la moralidad. El interés de Durkheim por la moralidad de su época le llevó, como sociólogo, a dedicarse casi totalmente al estudio de los elementos morales de la vida social y el debilitamiento de esa moral en el mundo moderno. Estos vínculos morales eran tan importantes que pensaba que sin su existencia, el individuo llegaría a ser esclavo de pasiones insaciables. Durkheim mantenía la opinión aparentemente contraria de que el individuo necesitaba de una moralidad y un control externo para ser libre. Anomía. Como bien sabemos Durkheim estaba muy preocupado por la moralidad común. La anomía es el debilitamiento de la moral en la sociedad, cuando los conceptos morales y apropiados no están claros. Para Durkheim la anomía es una patología, por lo tanto susceptible de ser curada. La división del trabajo, que Durkheim la consideraba un punto de cohesión, no era suficiente para evitar la relajación moral. La anomía era consecuencia del nacimiento de la solidaridad orgánica. Los individuos también se pueden encontrar aislados y abandonados en la realización de sus actividades altamente especializadas, es fácil sentirse aislado y no percibir los vínculos comunes con los que trabajan a su alrededor. Pero esta aislabilidad es anormal, porque sólo en circunstancias no normales la división moderna del trabajo relega a las personas a tareas y empleos aislados y carentes de sentido. El concepto de anomía no está sólo en la división del trabajo, sino también en El Suicidio como una de las principales causas de suicidio. Conciencia colectiva. Durkheim analizó el problema de la conciencia colectiva como ejemplo social inmaterial. 1. Es evidente que cuando Durkheim hablaba del conjunto de creencias y sentimientos comunes, hace referencia a la conciencia colectiva de una sociedad dada. 2. Durkheim concebía la conciencia colectiva como un sistema cultural independiente, aunque sostenía la perspectiva de conciencia colectiva, también especificó que se realizaba en las conciencias particulares. La lógica de la conciencia colectiva desarrollada en la división del trabajo es que el aumento de la división del trabajo, que se produce como consecuencia del aumento de la densidad dinámica, causa una reducción de la conciencia colectiva. Es más probable que en una sociedad moderna se mantengan unidos mediante la división del trabajo y la mutua necesidad. En otras palabras, la conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Anthony Giddens señaló que la conciencia colectiva en los dos tipos de sociedad difiere en cuatro dimensiones: 1. Volumen. Se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva. 2. Intensidad. Se refiere al grado en que sienten esa conciencia colectiva. 3. Rigidez. Se refiere a su nivel de definición. 4. Contenido. Se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad. En una sociedad caracterizada por una solidaridad mecánica, casi todos los individuos comparten la misma conciencia colectiva. En una sociedad con una solidaridad orgánica la conciencia colectiva es menor y la comparten una cantidad de gente inferior, se percibe con menor intensidad, consecuencia del cambio de derecho penal por el restitutivo. Representaciones colectivas. El concepto de conciencia colectiva, vago y amorfo, fue abandonado por Durkheim progresivamente. Lo cambió por otro concepto mucho más específico, las representaciones colectivas. Las representaciones colectivas pueden considerarse estados específicos o substratos de la conciencia colectiva. Desde una perspectiva contemporánea, las representaciones colectivas hacen referencia a las normas y valores de
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colectividades específicas como la familia, la ocupación, el estado o las instituciones religiosas o educativas. Esta idea permitió a Durkheim conceptualizar los hechos sociales inmateriales de una manera específica, no obstante, estas representaciones pueden utilizarse en el ámbito colectivo e individual. Las representaciones colectivas, aun pudiéndose aplicar al individuo, lo trascienden, es decir, su existencia no depende de ningún individuo en particular, en el sentido de que su duración en el tiempo es mayor que la duración de la vida del individuo. Las representaciones colectivas constituyen el elemento central del sistema de hechos sociales inmateriales de Durkheim. SUICIDIO Y CORRIENTES SOCIALES. Durkheim propuso un concepto aún más específico y dinámico como hecho social inmaterial: las corrientes sociales. Durkheim las definió como hechos sociales inmateriales que son igualmente objetivas e influyen en igual grado sobre el individuo que los hechos sociales analizados anteriormente. Puso como ejemplo los grandes movimientos sociales guiados por el entusiasmo, la indignación o la piedad. Durkheim los definió como hechos sociales ya que pueden, y de hecho lo hacen, en cualquier individuo. Durkheim explicó la idea de las corrientes sociales en Las reglas del método sociológico y las aplicó en el famoso estudio sobre el suicidio. En El Suicidio, Durkheim demostró que los hechos sociales, y en particular las corrientes sociales, son externas y coercitivas para el individuo. Eligió el suicidio porque era un fenómeno relativamente concreto y específico; disponía de datos relativamente fiables sobre este fenómeno y constituía uno de los actos más privados y personales que se pueden realizar. Si Durkheim era capaz de demostrar que la sociología podía explicar este hecho tan individual, sería fácil aplicarlo a otros dominios y fenómenos. Como sociólogo, a Durkheim no le interesaba estudiar por qué un individuo particular se suicidaba, eso era tarea del psicólogo. Lo que a él le preocupaba era explicar las diferentes tasas de suicidio, es decir, por qué un grupo tenía una tasa de suicidio más alta que otro. Durkheim pensaba que las variables sociológicas eran factores determinantes para determinar las tasas de suicidios. Dentro de la investigación empírica figuraba la psicopatología individual, y analizó la raza, la herencia o el clima. Todos ellos fueron rechazados por diversos motivos, incluida la teoría de la imitación propuesta por Gabriel Tarde. Para Durkheim, los factores más importantes de las variaciones de las tasas de suicidio debían buscarse en diferencias producidas en el nivel de los hechos sociales. Durkheim analizó la influencia de la densidad dinámica en las diferencias de las tasas de suicidio, pero descubrió que sus efectos sólo eran indirectos. Sin embargo, las variaciones en la densidad dinámica y en otros hechos sociales materiales, influían en las diferencias en los hechos sociales inmateriales, y éstas tenían una influencia directa sobre las tasas de suicidio. Durkheim desarrolló dos argumentos interrelacionados: 1. Señaló que las diferentes colectividades desarrollaban diferentes conciencias y representaciones colectivas. Estas, a su vez, producían diferentes corrientes sociales, que influían de modo distinto en las tasas de suicidio. 2. Durkheim afirmó que las diferencias en la conciencia colectiva producían diferencias en las corrientes sociales que, a su vez, conducían a diferentes tasas de suicidio. En ambos casos, la lógica del argumento es la misma: las diferencias o cambios en la conciencia colectiva producen diferencias o cambios en las corrientes sociales, y estas, a su vez, conducen a las diferencias o cambios en las tasas de suicidio. Los cuatro tipos de suicidio. En el estudio de Durkheim se distinguen 4 tipos de suicidios. Para analizarlos hay que tener en cuenta dos factores: la integración y la regulación. La integración hace referencia al grado en el que se comparten los sentimientos colectivos. Al suicidio altruista tiene un alto grado de integración y el egoísta un bajo grado de integración. La regulación se refiere al grado de constricción externo sobre las personas. Al suicidio fatalista se le atribuye un alto grado de regulación y al suicidio anómico un bajo nivel de regulación. 1. Suicidio egoísta. Altas tasas de suicidio egoísta se dan en sociedades en las que el individuo no está totalmente integrado en la unidad social global. En las sociedades cohesionadas se impide la propagación de estos actos, este tipo de sociedades da a los individuos un significado a su vida. En las
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sociedades con corrientes sociales débiles, los individuos pueden fácilmente sobrepasar la conciencia colectiva y hacer lo que desean debido a su insatisfacción personal y descontento. Durkheim pensaba que la desintegración societal conducía a corrientes de depresión y desilusión. La desintegración moral de la sociedad predispone al individuo al suicidio, pero las corrientes depresivas también pueden ser la causa de diferencias en las tasas de suicidio egoísta. No obstante, Durkheim reafirmaba la importancia de las fuerzas sociales ya que los individuos nunca pueden sentirse libres de la fuerza de la colectividad. El estudio del suicidio egoísta indica que incluso en el caso de los actos más individualistas y privados, la causa determinante son los hechos sociales. 2. Suicidio altruista. El suicidio altruista se lleva a cabo cuando la integración es demasiado fuerte. El individuo se ve literalmente obligado a suicidarse. El suicidio en Guyana es un buen ejemplo. Se suicidaron porque sintieron el impulso de dar sus vidas por la sociedad intensamente integrada de los fanáticos seguidores de Jim Jones. Se suicidaron porque se vieron obligado a ello. A diferencia de lo que ocurre con el suicidio egoísta, el alto grado de integración no constituye la principal causa del suicidio altruista. Los diferentes grados de integración producen diferentes corrientes sociales que, a su vez, influyen en las tasas de suicidio. Mientras que el hastío y la depresión son la causa del suicidio egoísta, la melancolía y la esperanza de una nueva vida después de la vida mortal, son la causa del suicidio altruista. 3. Suicidio anómico. Es el principal tipo de suicidio para Durkheim. Es el suicidio cuya probabilidad aumenta cuando dejan de actuar las fuerzas reguladoras de la sociedad. Son fuerzas externas llamadas interrupciones, una depresión económica o un crecimiento súbito de la economía suelen desencadenar el suicidio anómico por crearse actitudes desarraigas y desreguladas. Si normal podemos considerar el suicidio anómico en una depresión económica, no es menos normal que el éxito súbito aleja a los individuos de las estructuras tradicionales en las que se está inmerso. 4. Suicidio fatalista. Mientras el suicidio anómico es más probable que ocurra cuando la regulación es demasiado débil o laxa, el suicidio fatalista sucede cuando la regulación es excesiva. Durkheim describía esta tipo de suicidio como “personas cuyo futuro esta implacablemente determinado, cuyas pasiones están violentamente comprimidas por una disciplina obsesiva”. Lo mostramos con el clásico ejemplo del esclavo que se quita la vida debido a la desesperación que le provoca la reglamentación opresiva de todas sus acciones. ¿Mente colectiva? El problema de pensar que las corrientes sociales independientes atravesaban el mundo social como si flotaran suspendidas en el vacío social, llevo a acusar a Durkheim de ser el promotor de la existencia de una mente colectiva. Los fenómenos culturales no pueden flotar por si mismos en un vacío social, Durkheim era consciente de ello. En términos contemporáneos, las corrientes sociales pueden considerarse como conjuntos de significados que comparten intersubjetivamente los miembros de una colectividad. Se deduce que esta definición que no pueden derivarse de la mente de un solo individuo, sino que son mentalmente compartidas por un conjunto de actores miembros de la colectividad y que son variables de una colectividad a otra, entre ellas, el suicidio. En defensa de Durkheim podemos aducir que tenía un concepto muy moderno de los hechos sociales inmateriales como son las normas, valores y cultura. Durkheim solía hacer afirmaciones muy exageradas sobre los hechos sociales y cometía contradicciones sobre la relación existente entre los hechos sociales inmateriales y los procesos mentales de los individuos. RELIGIÓN. Para Durkheim, la religión es el hecho social inmaterial por excelencia. La religión para Durkheim tiene una naturaleza dinamogénica, es decir, tiene la capacidad no sólo de dominar a los individuos, sino de elevarles por encima de aptitudes y capacidades. La principal fuente de datos, por diversas razones, que utilizó Durkheim para el estudio empírico de la religión fue sobre una tribu primitiva australiana. 1. Creía que era mucho más fácil entender la naturaleza esencial de la religión en la sociedad primitiva que en la moderna. 2. Los sistemas ideológicos de las religiones primitivas presentaban un menor desarrollo que los de las religiones modernas.
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3. Mientras la religión adopta las más variadas formas en las sociedades modernas, en las sociedades primitivas hay conformidad moral e intelectual. En las sociedades primitivas aparecía la religión en su forma más clara. 4. Si Durkheim empezó por estudiar una religión primitiva no fue por que le interesara esa religión per se, sino que lo hizo con el fin de entender la naturaleza religiosa del hombre. Dado el carácter uniforme y omnipresente de la religión en las sociedades primitivas, podemos equiparar esa religión con la conciencia colectiva. Pero a medida que aumenta la especialización en la sociedad, se reduce el dominio de la religión. En vez de ser la conciencia colectiva de la sociedad, la religión pasa a ser una representación colectiva más. Ya no es sólo la religión, sino la ciencia y el derecho, las que conforman esa conciencia colectiva. Durkheim acepta que cada vez el dominio de la religión es más reducido, no obstante, las diversas representaciones colectivas de la sociedad moderna tienen su origen en el tipo de religión omniabarcante de la sociedad primitiva. Lo sagrado y lo profano. La cuestión importante es saber la fuente de la religión moderna. Durkheim deduce que todo hecho social podía ser la causa de otro hecho social. Durkheim concluyó que la sociedad era la fuente de toda religión. La sociedad, a través de los individuos, clasificaba a ciertos fenómenos como sagrados y otros profanos. Los aspectos de la realidad social que entran en la definición de lo sagrado (prohibidos y apartados) forman la esencia de la religión. El resto constituye lo profano, lo mundano y cotidiano. No sólo la diferenciación entre fenómenos profanos y sagrados es condición necesaria para el desarrollo de la religión. Se requieren otras tres condiciones. 1. Tiene que desarrollarse un conjunto de creencias religiosas. Esas creencias constituyen las representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que sostienen entre sí o con las cosas profanas. 2. Se requiere un conjunto de ritos, que son reglas de conducta que prescriben el comportamiento del hombre en relación con las cosas sagradas. 3. Toda religión necesita de una iglesia, una comunidad moral. Durkheim definió la religión como: “Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas; es decir separadas, interdictas, creencias y prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que se adhieren a ellas”. Totemismo. El totemismo es un sistema religioso en el que ciertas cosas, en particular, animales y plantas, llegan a considerarse sagradas y emblemas del clan. Durkheim lo considera como la forma más simple y primitiva de religión, comparable a una primitiva organización social, el clan. Un clan podía poseer varios tótems. No eran diferentes religiones, sino que los consideraba como un conjunto de ideas interrelacionados entre ellas que proporcionaban al clan una representación más o menos completa del mundo. Los tótems son representaciones materiales de la fuerza inmaterial que mana de ellos. Y esa fuerza inmaterial no es sino la ya familiar conciencia colectiva de la sociedad. El totemismo, y la religión en general, se derivan de la moralidad colectiva y se convierten en una fuerza impersonal. Efervescencia colectiva. ¿De dónde proviene la conciencia colectiva? Según Durkheim, del clan. El clan es la fuente de la conciencia colectiva, del totemismo y de la religión. Pero, ¿cómo crea el clan el totemismo? La respuesta reside en un concepto: la efervescencia colectiva. La efervescencia colectiva no fue definida por Durkheim, pero a grandes rasgos, eran grandes movimientos históricos en los que una colectividad alcanza un nuevo y alto nivel de exaltación colectiva, que produce marcados cambios en la estructura de la sociedad. La Reforma y el Renacimiento podrían ser dos de estos movimientos históricos de efervescencia colectiva. Es durante los periodos de efervescencia colectiva cuando los miembros del clan crean el totemismo. El totemismo es la representación simbólica de la conciencia colectiva, de la religión, del concepto de Dios y de todo lo sagrado. Por esta razón, podemos afirmar que lo sagrado, y Dios en última instancia, y la sociedad son lo mismo. Esta relación estaba clara en la sociedad primitiva, pero en la moderna, esa relación está oscurecida por las complejidades de la sociedad moderna. REFORMISMO SOCIAL.
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Hemos analizado los conceptos más importantes para Durkheim: la moralidad, la conciencia colectiva, las representaciones sociales y la religión. Hemos analizado que los hechos sociales inmateriales eran más importantes que los materiales. Pero para Durkheim, los hechos sociales materiales cumplen otro papel importante, constituyen soluciones estructurales a los problemas morales de nuestro tiempo. Durkheim era un reformador y creía que los problemas de la sociedad moderna eran aberraciones temporales y no dificultades intrínsecas. Por ello se oponía tanto a los radicales como a los conservadores de su época. Ni el conservadorismo de Louis de Bonald, ni el revolucionario Marx, eran la solución para los problemas de la sociedad. Durkheim afirmaba que los problemas de la época constituían patologías, como la anomía o la desigualdad social en el mundo del trabajo, pero que admitían remedios si se administraban con la racionalidad de un médico. Asociaciones profesionales. La principal reforma que Durkheim propuso para aliviar las patologías sociales fue el desarrollo de las asociaciones profesionales. Opuesto a Marx, Durkheim no creía que hubiera un conflicto básico de intereses entre propietarios, administradores y trabajadores. El conflicto entre propietarios y trabajadores era debido a una falta de moralidad común. Sugirió que la estructura necesaria para proporcionar esta moralidad integradora era la asociación profesional, que podía agrupar a los actores de un mismo gremio, unidos y organizados en un grupo propio. Estas asociaciones tenían un nivel superior a los sindicatos y organizaciones empresariales, ya que éstas últimas, no servían más que para acrecentar las desigualdades entre empresarios y trabajadores. Estas asociaciones deberían de tener un sistema moral integrador. Este sistema moral, con sus reglas y leyes, contrarrestaría la tendencia hacia la atomización de la sociedad moderna y mantendría una moralidad colectiva. Culto al individuo. Durkheim creía que los problemas esenciales de la sociedad moderna eran de índole moral y que la única solución real residía en reforzar la intensidad de la moralidad colectiva. Si bien era difícil regresar a la conciencia colectiva de sociedades con solidaridad mecánica, Durkheim veía un germen de aquella, aunque débil. A esta versión moderna de la conciencia colectiva, culto al individuo. Era un concepto confuso, ya que, parecía fusionar la conciencia colectiva y el individualismo. El individualismo ganaba terreno y, para bien o para mal, se estaba convirtiendo en un sistema moral aceptable para la sociedad de la época. No deja de ser irónico y paradójico que aunque Durkheim se siguiera oponiendo al egoísmo, propusiera el culto al individuo como solución al egoísmo moderno. Uno de los muchos problemas que plantea esta perspectiva es la virtual imposibilidad de diferenciar en la vida real entre las acciones que podrían entrar en un individualismo moral y las que podrían entrar en el egoísmo. Durkheim afirmaba que sí se podían distinguir. EL ACTOR EN EL PENSAMIENTO DE DURKHEIM. Si hasta ahora hemos estudiado los hechos sociales como aspecto macroscópico, a Durkheim también le interesaron los hechos microscópicos de la realidad social. Si bien Durkheim pudo haberse manifestado en contra del estudio de la conciencia, se detuvo a reflexionar sobre ella en varios momentos. No obstante, como dicen otros estudiosos de su obra, apenas se interesó por la conciencia individual, porque no la consideraba susceptible de análisis científico, y consideraba a los actores y sus procesos mentales como factores secundarios o, más frecuentemente, como variables dependientes cuya explicación residía en factores focales e independientes: los hechos sociales. Durkheim criticaba el estudio de la conciencia, pero reconocía la importancia de los procesos mentales. El objetivo de Durkheim fue integrar una comprensión de los procesos mentales en su sistema teórico. Ello se ve claro en su trabajo sobre el suicidio, en el que vincula las causas sociales con los estados subjetivos. Supuestos sobre la naturaleza humana. Pese a que Durkheim negó haber estudiado los supuestos sobre la naturaleza humana, lo hizo. De hecho Durkheim identificó varios componentes de la naturaleza humana.
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En un nivel básico, aceptaba la existencia de los impulsos biológicos. Pero para la sociología, eran más importantes los sentimientos sociales como el afecto, el amor o la solidaridad. Durkheim pensaba que las personas tenían una naturaleza social porque si los hombres no estuvieran inclinados por naturaleza hacia sus semejantes, nunca hubieran surgido. Las personas eran capaces de pensar. Durkheim mantenía que los hombres difieren de los animales debido a que las imágenes y las ideas intervienen entre los impulsos innatos y la conducta. Y la base de su sociología. Las personas nacen con una diversidad de impulsos egoístas que, si no se contienen, constituyen una amenaza para ellas y para la sociedad. Las personas tienen multitud de pasiones, si estas pasiones no se contienen, el individuo se hace esclavo de ellas. Para Durkheim, las personas son libres siempre que las fuerzas externas controlen sus pasiones; de éstas fuerzas, la más general e importante es la moralidad común. Esta cuestión queda manifiesta en la distinción que hace Durkheim entre el cuerpo y el alma. El cuerpo representa las pasiones y el alma, la moralidad común de la civilización. Es la civilización la que ha hecho al hombre tal como es; es lo que le distingue del animal: el hombre sólo es hombre debido a que ha sido civilizado. Pero la libertad para Durkheim tiene otra acepción: la libertad se deriva de la internalización de una moralidad común que acentúa el significado y la independencia de los individuos. Podemos incluir también las representaciones individuales dentro de los supuestos de Durkheim sobre la naturaleza humana. Mientras las representaciones colectivas se crean mediante la interacción entre la gente, las representaciones individuales se forman a raíz de la interacción entre las células cerebrales. Las representaciones individuales quedan relegadas al ámbito de la psicología, y Durkheim no quería entrar en ese ámbito. Fue su punto flaco más vulnerable. Hoy la psicología estudia fenómenos sociales que Durkheim hubiera considerado dominio de la sociología. Según Homans, hoy en día, es difícil separar con claridad la sociología de la psicología actual. Socialización y educación moral. Teniendo en cuenta sus ideas sobre las pasiones humanas innatas y la necesidad de controlarlas mediante una moralidad común, no nos sorprende que Durkheim se interesara por la internalización de las costumbres sociales a través de la educación y de la socialización. Para Durkheim, la moralidad común penetra en nosotros y forma parte de nosotros. A Durkheim no le importa tanto la cuestión de la internalización como el modo en que podía solventar los problemas estructurales y culturales de su época y la disminución del grado en que los hechos sociales ejercían control sobre la conciencia. Durkheim nunca abandonó la convicción de que la sociedad occidental de su tiempo atravesaba una grave crisis debido a la relajación de la autoridad moral sobre las vidas de los individuos. La disciplina colectiva en su forma tradicional ha perdido su autoridad. Durkheim definía la educación y la socialización como los procesos mediante los cuales el individuo aprende las maneras de un determinado grupo o sociedad, es decir, adquiere las herramientas físicas, intelectuales y morales necesarias para actuar en la sociedad. La educación moral tiene tres aspectos fundamentales: La meta de la educación moral es proporcionar al individuo la disciplina que se necesita para controlar las pasiones que amenazan con someterlos. Los individuos nacen con un sentimiento de autonomía. Pero se trata de una clase de autonomía atípica, en virtud de la cual, el niño entiende por qué las reglas que prescriben ciertos tipos de conducta deben ser deseadas libremente. El objeto primordial del proceso de socialización era el desarrollo de un sentimiento de dedicación y respeto a la sociedad y a su sistema moral. En términos más generales, Durkheim se ocupó del modo en que la moralidad colectiva constriñe a las personas, tanto externa como internamente, y de cómo se sirve de él para controlar el pensamiento y las acciones de los individuos. Variables dependientes. En todas las obras de Durkheim la conciencia aparece como una variable dependiente determinada por diversos hechos sociales materiales y, en especial, por los inmateriales. En El Suicidio, por ejemplo, se mostró bastante ambiguo respecto al modo en que las corrientes sociales influían en la conciencia individual y a la manera en que esta conciencia alterada elevaba, a su vez, las tasas de suicidio.
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En La división del trabajo, Durkheim analiza la conciencia de un modo indirecto, pero se ve con claridad que la considera una variable dependiente. Es decir, sostiene que los cambios en los niveles culturales y societal producen cambios en los procesos de la conciencia individual. En El Suicidio, sin embargo, el estatus de la conciencia como variable dependiente resulta mucho más claro. En otras palabras, la principal variable independiente es la moralidad colectiva, y la variable dependiente más importante son las tasas de suicidio; sin embargo interviene también otro conjunto de variables dependientes que, simplemente, son los estados mentales. Durkheim percibía los estados de conciencia concretos que acompañaban a cada tipo de suicidio. Es evidente que estos estados le interesaban poco debido a su mayor preocupación por los fenómenos de mayor alcance. Categorías mentales. Un ejemplo específico de esta tendencia a asignar prioridad al nivel de la sociedad lo constituye la obra de Durkheim y Mauss en torno a la influencia de la estructura de la sociedad en la forma del pensamiento individual. En lo fundamental, Durkheim y Mauss afirmaban que la forma que adopta la sociedad influye en la forma que adopte el pensamiento. Frente a los que creían que las categorías mentales moldeaban el mundo, ellos afirmaban que era el mundo social el que daba forma a las categorías mentales. Durkheim hubiera creado una sociología más satisfactoria si se hubiera detenido a analizar la conciencia en lugar de considerarla una misteriosa variable dependiente. Durkheim se equivocó al presumir que la conciencia no era susceptible de investigación y explicación científica. Tal investigación debe emprenderse si se desean superar las teorías parciales de la vida social. El compromiso de Durkheim con una perspectiva restringida de la ciencia, así como su tendencia a hacer enunciados radicalmente sociológicos, que excluyen el recurso a la conciencia, le llevaron por mal camino. Durkheim también se equivocó al no asignar a la conciencia un papel activo en el proceso social. En su sistema teórico las personas están, por lo general, controladas por fuerzas sociales, pero aquéllas no controlan activamente esos sistemas de fuerzas. Al mismo tiempo, Durkheim atribuía muy poca independencia a los actores. Los actores pueden rechazar algunos, la mayoría o incluso todos los principios morales que les rodean. Cuando Durkheim hablaba de autonomía, se refería a la aceptación de las normas morales de la autonomía. Pero para Wallwork, la autonomía tiene un componente bastante más activo. La autonomía también implica una exploración voluntaria, una iniciativa espontánea, una destreza competente y la autorrealización creativa. La investigación sobre los procesos cognitivos llevados a cabo por Piaget, indican que la creatividad individual constituye un importante componente en la vida social. En otras palabras, una sociología satisfactoria requiere un actor más creativo y una investigación más profunda sobre los procesos creativos. Las ideas de Durkheim, la pasiva imagen de los actores y el carácter periférico que tienen los procesos mentales confieren vaguedad e indeterminación a su investigación sobre estos procesos. ACCION INDIVIDUAL E INTERACCION. El punto flaco más vulnerable de Durkheim se encuentra en la inexistencia de un estudio rigurosos sobre la acción y la interacción individual. En su sistema encontramos de manera implícita y sin detallar la idea de que los cambios en el nivel de los macrofenómenos sociales producen cambios en el nivel de acción y la interacción individual. Por ejemplo, en una sociedad son solidaridad mecánica, el individuo suele enfurecerse ante la violación de la conciencia colectiva y actuar inmediata y agresivamente contra el violador. Sin embargo, un individuo en una sociedad con solidaridad orgánica suele adoptar una actitud más moderada, como llamar a la policía o recurrir a los tribunales. De modo similar, en El suicidio, el supuesto que se encuentra en la base del estudio de las variaciones de las tasas de suicidio es que la naturaleza de la acción e interacción individual varía como resultado de las variaciones en las corrientes sociales. En esta obra se emplean las tasas de suicidio como mediadas acumulativas de los cambios en el nivel individual, pero no se analiza la naturaleza de los cambios.
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CAPITULO 7 MAX WEBER. Max Weber es probablemente la figura mejor conocida y más influyente en la teoría sociológica. Si son abundantes sus obras, mayor aún es la producción de sus críticos y estudiosos. Una gran parte del trabajo de sociología de las organizaciones procede de su trabajo sobre burocracia. Asimismo, sus ideas acerca de la relación entre el protestantismo y el capitalismo son extraordinariamente polémicas. Weber dificulta bastante la síntesis de su trabajo debido a su inconsistencia y a su capacidad para decir lo que pensaba. Weber influyó en el funcionalismo estructural a través de Talcott Parsons, en la tradición del conflicto y en la teoría crítica, donde ha provocado casi tantos estudios como la orientación de Marx, y
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sobre todo en la obra de Jurgen Habermas, principal heredero de la tradición de la teoría crítica. Los interaccionistas simbólicos se han visto afectados sobre todo por las ideas de Weber acerca de la verstehen. Weber se opuso a la utilización del razonamiento abstracto puro, prefiriendo siempre una investigación empírica y a menudo histórica. Su metodología modela su investigación, y la combinación de ambas fundamenta su orientación teórica. METODOLOGÍA. Historia y Sociología. Weber se centraba en lo sustancias: “Las ciencias solamente pueden ser establecidas y pueden desarrollar sus métodos empleando la claridad y resolviendo problemas sustantivos. Por otro lado, nunca en tales desarrollos han jugado un papel crucial reflexiones puramente epistemológicas y metodológicas. Es importante examinar la orientación metodológica de Weber, no sólo porque nos ayuda a entender su postura ante la sociología, sino también porque muchas de estas orientaciones son hoy en día trascendentales en lo que se refiere a la metodología sociológica”. Weber empezó como historiador, años más tarde se dedicó al estudio de la sociología. Desde su punto de vista consistía en que la tarea de la sociología consistía en proveer a la historia de un servicio que ésta necesitaba. Así explica la diferencia entre dichas disciplinas: “La sociología persigue formular conceptos distintivos y generalizar las uniformidades de los procesos empíricos. Esto la distingue de la historia, que está orientada al análisis causal y a la explicación de acciones individuales, de estructuras y de personalidades poseedoras de una significación cultural”. A pesar de tenerlo tan claro Weber, fue incapaz de combinar ambas ideas. Definió su proceder ideal como “la segura imputación de hechos individuales y concretos ocurridos en la realidad histórica para concretar las causas históricamente dadas a través del estudio de precisos datos empíricos que han sido seleccionados desde puntos de vista específicos”. Así pues, podemos pensar que Weber era un sociólogo histórico. Su pensamiento se vio influido por los debates que se hacían en Alemania que abordaban la relación entre historia y ciencia. En los extremos de esos debates estaban los positivistas, que pensaban que la historia se rige por leyes generales (nomotéticas) y los subjetivistas, que reducen la historia a acciones y acontecimientos idiosincrásicos (idiográficos). Por ejemplo, un pensador positivista generalizará acerca de las revoluciones sociales, mientras que un analista subjetivista se fijará en los hechos específicos que conducen a la revolución norteamericana. Weber rechazó ambos extremos, según Weber, la historia se compone de acontecimientos empíricos y únicos; no puede haber generalizaciones en el nivel de la experiencia. Los sociólogos deben separar el mundo empírico del universo conceptual que construyen. Aunque Weber se muestra claramente a favor de las generalizaciones, rechaza a los historiadores que intentan reducir la historia a un simple conjunto de leyes, ya que una ciencia sistemática de la cultura, no tendría sentido en sí misma. Weber concluye que la larga y continua historia de la civilización mediterránea europea no nos muestra ni ciclos cerrados ni una progresión lineal. Weber adaptó su propia perspectiva que constituía una fusión de las dos posiciones. Weber intuye que la historia, esto es, la sociología histórica, debe interesarse tanto por la individualización como por la generalización. Los puntos de vista de Weber ante la sociología histórica están construidos por la disponibilidad de datos empíricos, así como su compromiso de estudiarlos. Weber se inclinaba más a estudiar esos datos que a construir generalizaciones abstractas acerca de las verdades básicas de la historia. En resumen, Weber creía que la historia se compone de una inagotable fuente de fenómenos específicos. Para estudiarlos era necesario elaborar una gran variedad de conceptos destinados a ser útiles para la investigación del mundo real. Weber trataba de combinar lo específico y lo general en un esfuerzo por hacer evolucionar una ciencia, que hiciera justicia a la compleja naturaleza de la vida social. Verstehen. Weber creía que los sociólogos tenían una ventaja sobre los científicos naturales. Esta ventaja residía en la capacidad de los sociólogos para comprender fenómenos sociales, mientras que el científico natural no podía conseguir una comprensión similar del comportamiento de un átomo o de un componente químico. La palabra alemana para comprensión es verstehen. Las ideas de Weber sobre la verstehen eran relativamente comunes entre los historiadores alemanes de su tiempo y se derivaban de un campo conocido como hermenéutica. El objetivo de la hermenéutica es la comprensión del pensamiento del autor, así como la estructura básica del texto. Tanto Weber como
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otros autores, intentaron ampliar esta idea, llevándola desde la comprensión de textos a la de la vida social. En otras palabras, Weber trató de usar las herramientas de la hermenéutica para entender los actores, la interacción y asimismo toda la historia de la humanidad. Weber rechazó categóricamente la idea de que la verstehen implicara el significado de intuición, participación armónica o empatía. Para Weber, verstehen es un procedimiento de estudio racional. La cuestión clave al interpretar lo que Weber entendía por verstehen es si éste pensó que era la aplicación más apropiada para los estados subjetivos de los actores individuales o para los aspectos subjetivos de las unidades de análisis de gran escala, por ejemplo, la cultura. Podemos encontrar elementos de la obra de Weber que apoyan las dos concepciones, y entre sus intérpretes encontramos defensores de ambas posturas. Las múltiples interpretaciones del concepto de verstehen nos ayudan a entender por qué Weber ocupa un lugar tan destacado en la teoría sociológica. La interpretación a escala cultural sería coherente con las teorías en sentido amplio (como el funcionalismo estructural), mientras que, desde una perspectiva individual, es apropiado para teorías en sentido estricto (por ejemplo el interaccionismo simbólico). Causalidad. Otro aspecto importante de la metodología weberiana es su empeño por el estudio de la causalidad. La causalidad es importante porque supone otro espacio en el que Weber intentó combinar sus aproximaciones idiográficas y nomotéticas. Weber entendía por causalidad la probabilidad de que un acontecimiento fuera seguido o acompañado por otro. No es suficiente fijarse en las constantes, las repeticiones, las analogías o los paralelos históricos, el investigador tiene que observar tanto las razones como el significado de los cambios históricos. Weber fue bastante explicito acerca de su postura sobre la causalidad múltiple en el estudio de la relación entre el protestantismo y el espíritu del capitalismo. Weber afirmaba que la ética protestante fue uno de los factores causales de la aparición del moderno espíritu del capitalismo, pero no fue el único. En La ética protestante y el espíritu del capitalismo, se muestra muy interesado en el problema de la causalidad, pero no opera simplemente con el modelo de una única dirección; tiene en cuenta siempre las interrelaciones de un gran número de factores sociales. Las ideas de Weber sobre el concepto de causalidad están ligadas a sus esfuerzos por resolver el conflicto entre el conocimiento nomotético e idiográfico. Aquellos que se adscriben al punto de vista nomotético sostienen que existe una relación necesaria entre los fenómenos sociales, mientras que los defensores de la perspectiva idiográfica se inclinan a ver relaciones aleatorias entre esas entidades. Weber toma una postura conciliadora, que se resume en su concepto de causalidad adecuada. Esta noción supone que lo mejor que se puede hacer en sociología es establecer proposiciones probabilísticas acerca de la relación entre los fenómenos sociales; o lo que es lo mismo, si ocurre (x) entonces es probable que ocurra (y). El objetivo es estimar el grado en que cierto efecto es favorecido por determinadas condiciones. Tipos ideales. El tipo ideal es una herramienta creada por Weber como un instrumento conceptual. Según Weber, un tipo ideal está formado por la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la síntesis de gran cantidad de fenómenos concretos individuales, difusos, distintos, más o menos presentes, aunque a veces ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados de manera unilateral en una construcción analítica unificada. Dicha construcción mental, puramente conceptual, no puede ser encontrada empíricamente en ningún lugar de la realidad. No obstante, Weber no fue coherente en su manera de usar el concepto de tipo ideal. Un tipo ideal es un concepto construido por un científico, a partir de su interés y orientación teórica, para aprehender los rasgos esenciales de ciertos fenómenos sociales. Los tipos ideales funcionan como aparatos heurísticos. Como dice Lachman, un tipo ideal es esencialmente una vara de medir y su función consiste en compararla con la realidad empírica a fin de establecer sus divergencias o similitudes, de describirla por medio del más inteligible e inequívoco de los conceptos, y de comprenderla y explicarla causalmente. Por ejemplo, los científicos sociales construirían un tipo ideal de burocracia a partir de su análisis de los datos históricos. El investigador buscará divergencias en el caso real respecto al tipo ideal exagerado. El paso siguiente constituye la búsqueda de las desviaciones, que pueden ser: 1. Burócratas cuyas acciones están motivadas por la desinformación.
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2. Errores estratégicos, cometidos por líderes burocráticos. 3. Falacias lógicas ocultas tras las acciones de líderes y seguidores. 4. Decisiones tomadas en la burocracia en función de la emoción. 5. Alguna irracionalidad en la acción de líderes burocráticos o de seguidores. Por otro lado Hekman apunta que los tipos ideales no son el producto del capricho de la imaginación del científico social, sino que son conceptos construidos lógicamente. Por lo tanto, para producir tipos ideales, los investigadores han de sumergirse primero en ellos mismos en la realidad histórica, y después derivar los tipos de esa realidad. En línea con sus esfuerzos para encontrar un campo intermedio entre el conocimiento nomotético e idiográfico, Weber argumenta que los tipos ideales no han de ser excesivamente generales ni excesivamente específicos. Por lo tanto, aunque los tipos ideales debieran derivarse del mundo real, no son imágenes especulares del mundo. Mejor, han de ser exageraciones unilaterales de la esencia de lo que ocurre en el mundo real. El uso de las palabras ideal o utopía, según el uso de Weber, significa que la forma descrita en el concepto está rara vez, si es que lo está alguna vez, basada en el mundo real. Weber creía que podían describir los tipos ideales tanto entidades estáticas como dinámicas. Por lo tanto, podemos tener el tipo ideal de una estructura, tal como la burocracia, o de un desarrollo social, tal como la burocratización. Los tipos ideales no han sido desarrollados de una vez por todas, ya que la sociedad está continuamente cambiando y el interés de los científicos sociales también. Como consecuencia, es necesario desarrollar nuevas tipologías para ajustar la realidad cambiante. Aunque hay ciertas contradicciones en la manera en que Weber definió el concepto, en su obra sustantiva usaba este término de una manera que difiere de la forma en que había dicho que se debía usar. Weber ofrece diversas variedades de tipos ideales. 1. El tipo ideal histórico. Por ejemplo la situación de mercado capitalista moderno. 2. El tipo ideal de la sociología general. Por ejemplo, la burocracia. 3. El tipo ideal de acción. Por ejemplo la acción afectiva. 4. El tipo ideal estructural. Por ejemplo, la dominación tradicional. Weber desarrolló claramente gran número de variaciones de tipos ideales, y la riqueza de su trabajo estriba en su diversidad, aunque lo común de todos ellos sea el modo de construirlos. Valores. El pensamiento sociológico moderno de los EE.UU. se ha visto en gran medida modelado por la noción weberiana de la sociología libre de valores. Una percepción común de los científicos sociales no tienen que dejar de ninguna manera que sus valores personales influyan en su investigación científica. El trabajo de Weber a propósito de los valores es mucho más complicado, y no debe reducirse a una noción simplista el hecho de que dichos valores se mantengan fuera de la sociología. Valores y enseñanza. Desde este punto de vista, los académicos tienen perfecto derecho a expresar sus valores personales de forma libre en discursos, en la prensa, y en tantos otros lugares, pero en el aula académica es distinto. La diferencia básica entre un discurso público y una conferencia académica radica en la naturaleza de la audiencia. Una multitud que escucha a un orador público ha elegido estar allí y de puede marchar cuando guste. Pero los estudiantes, no tienen más alternativa que escuchar atentamente las posiciones del profesor cargadas de valores. Weber pudo pensaba que se podía separar hecho y valor, al contrario que Marx, que pensaba que desde su punto de vista, hecho y valor estaban entretejidos. Valores e investigación. La postura de Weber sobre el lugar de los valores en la investigación científica es mucho más ambigua. Éste creía posible separar hecho de valor, y su posición podía ser ampliada al mundo de la investigación: el investigador y el profesor deben mantener separados incondicionalmente el establecimiento de datos empíricos y sus propias evaluaciones personales. Weber solía distinguir entre el conocimiento existencial de lo que es y el conocimiento normativo de lo que debe ser. Sin embargo, algunos hechos apuntan a una dirección distinta. Weber no operaba con la postura simplista de que los valores han de ser eliminados de la investigación social. Weber quería decir que debemos emplear los procedimientos regulares de la investigación científica, tales como la precisa observación y la comparación sistemática. Los valores deben restringirse a los momentos previos a la investigación social. Weber deriva hacia la relevancia valorativa de Heinrich Rickert, para quien, en la investigación histórica esto significaría que la elección de los objetos de estudio estaría hecha en razón de lo que se considera importante en la sociedad donde los investigadores viven. Para Weber, los juicios de valor no deben ser totalmente eliminados del discurso
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científico. Aunque Weber se opusiera a la confusión de hecho y valor, no creía que los valores tuvieran que ser separados totalmente de las ciencias sociales. Hay una discontinuidad entre lo que Weber dijo y lo que realmente hizo. Este no tuvo miedo de expresar un juicio de valor, incluso en el centro del análisis de datos históricos. Otro aspecto de la obra de Weber respecto a los valores, es el que se refiere a sus ideas sobre el papel de las ciencias sociales como ayuda para que el hombre elija entre varias posiciones de valor últimas. El científico social debe derivar ciertas conclusiones fácticas de su investigación social, pero esta investigación no puede decirle a la gente lo que debe hacer. La investigación empírica puede ayudar a la gente a elegir un significado adecuado para un fin, pero no debe ayudarlos a elegir ese fin en vez de otros fines.
SOCIOLOGIA SUSTANTIVA. Vamos a estudiar la anomalía básica de su obra, a pesar de su compromiso con la sociología de los procesos a pequeña escala, su trabajo se sitúa en los niveles a gran escala del mundo social. ¿Qué es la sociología? Dentro de las incoherencias entre sus declaraciones programáticas y su sociología sustantiva, los estudiosos de Weber piensan que esas incoherencias sean debidas a las diferencias inherentes entre sus programas y su trabajo sustantivo. Weber desde un principio se opuso a la sociología evolucionista que reinaba en aquellos momentos. Se adhirió al método individualista, reconociendo que era imposible sustraerse de la sociología de las ideas colectivas. No obstante, sea sociología de las ideas las redujo a patrones y regularidades de la acción individual. A escala individual, Weber estuvo muy interesado por el significado y por la manera en que la acción social se produce. Si Weber cree en la microsociología, ¿cómo pudo desarrollar teorías colectivas como la de los tipos ideales? Weber usa una metodología individualista y subjetivista. A Weber le interesa reducir las colectividades a lo que hacen los individuos y el por qué lo hacen. Sin embargo, en la sociología sustantiva, Weber pone el énfasis en las grandes estructuras como la burocracia o el capitalismo y no se preocupa de lo que los individuos hacen ni el porqué de sus actos. ¿No es contradictorio? Con estos antecedentes vamos a describir la sociología weberiana: ”sociología es una ciencia a la que compete la comprensión interpretativa de la acción social y, por tanto, la explicación causal de su curso y sus consecuencias”. Entre los temas que vamos a tratar tenemos: La sociología debe ser una ciencia. La sociología debe ocuparse de la causalidad. La sociología debe emplear la comprensión interpretativa o verstehen. Acción social. La acción social es cualquier actitud o conducta en la medida en que el agente o agentes de la misma asocien un sentido subjetivo a la misma. La acción social entraña la actividad y actos de los demás y está orientada hacia ellos. La conducta es el comportamiento automático que implica procesos no pensados. Weber estaba más interesado en la acción que supone la intervención de procesos reflexivos entre el origen del estímulo y la conclusión de la respuesta. Es erróneo considerar la psicología como la base de la interpretación sociológica de la acción. Los sociólogos están interesados en los procesos mentales, pero no de la forma en que a los psicólogos les concierne la mente, la personalidad, etc. La teoría de la acción: el propósito más claro de Weber consistía en centrarse en los individuos y en las pautas y regularidades de su acción, no en la colectividad. A la sociología de la acción le conciernen en último término los individuos, no las colectividades. La diferenciación de Weber entre los dos tipos básicos de acción racional es de gran importancia: 1. El primero es la racionalidad con arreglo a fines, o acción que “está determinada por expectativas en el comportamiento y utilizando estas expectativas como condiciones o medios para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos”. 2. El segundo es la racionalidad con arreglo a valores, o acción que “está determinada por la creencia consciente en el valor: ético, estético, religioso... propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el resultado”. La acción afectiva está determinada por el estado emocional del actor. La acción tradicional está determinada por los modos de comportamiento habituales del actor y por sus costumbres.
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Para esclarecer su complejidad Weber subdividió la acción social en cuatro categorías generales: Por su finalidad racional: acción calculada al margen del valor moral. Posee una racionalidad instrumental. Se juzga por su grado de eficacia. Su valoración racional: conducta racional que se ejecuta bajo ciertos principios morales. Su carga emocional: acciones sociales guiadas por la emoción y las pasiones En realidad los cuatro grupos se encuentran entremezclados. Clase, estatus y partido: Concepto de clase: una clase no era una comunidad. Constituía un grupo humano cuya situación compartida es una base posible, y a veces frecuente, para la acción de un grupo, una “situación de clase” existe cuando se dan tres condiciones: Cierto número de hombres. Con intereses lucrativos y posesión de bienes. En las condiciones determinadas por el mercado. El estatus se refiere normalmente a las comunidades. Weber definió la situación de estatus como todo componente típico del destino vital humano condicionado por una estimación social específica del honor. El estatus se asocia con los estilos de vida. Clase y estatus no están necesariamente unidos. Los partidos pueden ser establecidos en un orden político, son siempre estructuras que luchan por el poder. Por tanto, son los elementos más organizados de los sistemas de estratificación weberianos. Los partidos representan a las clases y/o a los grupos de estatus. Elementos que propician la situación social: Dinero: clase social. Honor o prestigio: grupo de status. Posición política: partidos políticos. ESTRUCTURAS DE AUTORIDAD Aunque Weber criticara el capitalismo moderno casi tanto como Marx, no defendía la revolución. Pretendía un cambio gradual de la sociedad. Prefería la democracia como forma política, no porque creyera en las masas, sino porque ofrecía el máximo dinamismo y el mejor medio de generar líderes políticos. La autoridad se legitima ante los seguidores mediante tres bases: racional, tradicional y carismática. La autoridad legitimada sobre fundamentos racionales descansa “en una creencia en la legalidad de las ordenaciones establecidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad” la autoridad legitimada sobre fundamentos tradicionales se basa en “la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones inmemoriales y la legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad”. Finalmente, la autoridad legitimada por medio del carisma reside en la devoción de los seguidores hacia el carácter excepcional de los líderes. Todos estos modos de legitimación de la autoridad implican claramente actores individuales, procesos de pensamiento (creencias) y acciones. a. La autoridad legal: formada por representantes elegidos por los ciudadanos y pueden ser revocados en caso de incumplirse sus mandatos. En estos sistemas racionales - legales permanecen otras formas de autoridad: monarquía en España como tradicional y además el carisma permanece en algunos personajes políticos. La que más despertó el interés de Weber fue la burocracia: “el tipo más puro de ejercicio de autoridad legal”. Weber ve en la burocracia aspectos políticos como la igualdad y la eficacia pero prevé los problemas que va a acarrear la excesiva burocracia de la sociedad. Eso hace que el individuo no cuente, queda diluido. Se acaba convirtiendo en una “jaula de hierro”. Los procedimientos se hacen cada vez más complejos en vez de simplificarse, y se pierde la relación interpersonal. La burocracia típica - ideal: es un tipo de organización. Weber dijo: “El futuro pertenece a la burocratización”. Características de la burocracia típico- ideal: Organización continúa de funciones (cargos) oficiales limitadas por reglas. Cada cargo tiene una esfera de competencias limitada. Los cargos están organizados en un sistema jerárquico. Los cargos pueden llevar consigo cualificaciones técnicas. El personal que ocupa estos cargos no es dueño de los medios de producción a los que está vinculado. Al titular de un cargo no se le permite apropiarse de su posición, que siempre sigue formando parte de la organización. Los actos administrativos, las decisiones y las reglas son formulados y grabados por escrito. No hay alternativa posible a la burocratización. En el sistema capitalista al menos los propietarios no son burócratas, pero en un sistema socialista, los líderes incluso del nivel más alto son burócratas. El
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capitalismo ofrecía la mejor alternativa para la preservación de las libertades individuales y los liderazgos creativos en un mundo burocrático. b. Autoridad tradicional: se basa en la pretensión de los líderes y en la creencia, por parte de los seguidores, de que existen virtudes en la santidad de las normas y los poderes antiguos. En tal sistema, el líder no es un superior, sino un maestro. El personal administrativo está constituido no por funcionarios, sino principalmente por partidarios personales. La lealtad personal es lo más importante. Diferenció entre dos formas tempranas de autoridad tradicional: La gerontocracia implica el gobierno de los más viejos. El patriarcalismo primario implica líderes que heredan sus posiciones. Ambas formas carecen de personal administrativo, por tanto, de burocracia. La forma más moderna es el patrimonialismo, que es una forma de dominación tradicional con una administración y una fuerza militar que son puros instrumentos personales del señor. Todavía más moderno es el feudalismo, que limita el poder del señor mediante el desarrollo de relaciones más rutinizadas, incluso contractuales. Las estructuras y prácticas de la autoridad tradicional constituyen una barrera para el crecimiento de las estructuras económicas racionales. c. Autoridad carismática: el sentido del carisma depende más del grupo de seguidores y del modo en que definen a su líder carismático. Si los seguidores definen a su líder como carismático, entonces es probable que se convierta en ese líder independientemente de si posee o no cualidades sobresalientes. Carisma y revolución: el ascenso de un líder carismático puede muy bien representar una amenaza para el sistema y conducir a un cambio dramático del mismo. Lo que distingue el carisma como forma revolucionaria es que lleva consigo cambios en las mentes de los actores. La otra gran fuerza revolucionaria en el sistema teórico de Weber, que fue mucho más de su interés, es que la racionalidad (formal) es externa; cambia las estructuras de la sociedad primero, y luego los pensamientos y las acciones de los individuos. d. Organizaciones carismáticas y rutinización del carisma; comparada con la burocracia típica ideal, la plantilla del líder carismático carece virtualmente de todos sus elementos. La organización no se rige por normas formales, ni órganos administrativos establecidos. A largo plazo, el carisma no puede ser rutinizado; debe ser transformado en una autoridad tradicional o legal racional. Weber sostenía que la racionalidad - no el carisma - es la fuerza revolucionaria más irresistible. La gerontocracia implica el gobierno de los más viejos. El patriarcalismo primario implica líderes que heredan sus posiciones. Ambas formas carecen de personal administrativo, por tanto, de burocracia. La forma más moderna es patrimonialismo, que es una forma de dominación tradicional con una administración y una fuerza militar que son puros instrumentos personales del señor. Todavía más moderno es el feudalismo, que limita el poder del señor mediante el desarrollo de relaciones más rutinizadas, incluso contractuales. Las estructuras y prácticas de la autoridad tradicional constituyen una barrera para el crecimiento de las estructuras económicas racionales. Racionalización. La racionalización se sitúa en el corazón de la sociología sustantiva de Weber. Tiene varias definiciones distintas del término: define la racionalidad con arreglo a fines y la racionalidad con arreglo a valores, dichos conceptos se refieren a tipos de acción. El primer tipo es la racionalidad práctica: toda forma de vida que mira y juzga la actividad mundana en relación a los intereses puramente pragmáticos y esencialmente egoístas de los individuos. Los que practican la racionalidad práctica aceptan realidades dadas y se limitan a calcular las formas más oportunas de tratar las dificultades que presentan. No se restringe al mundo occidental. La racionalidad teórica implica un esfuerzo cognitivo para dominar la realidad mediante conceptos crecientemente abstractos: inducciones lógicas, deducciones, atribución de causalidad, etc. La racionalidad teórica conduce al actor a trascender las realidades cotidianas en un intento de entender el mundo como un cosmos significativo. No necesita influir en la acción. La racionalidad sustantiva implica la elección de medios en función de fines en el contexto de un sistema de valores. La racionalidad formal implica el cálculo de medios y fines. En referencia a reglas, leyes y regulaciones universalmente aplicadas. La racionalidad formal se presentó en Occidente sólo con la industrialización. Weber describió el capitalismo y las burocracias como dos grandes fuerzas racionalizadoras. Racionalidad formal y sustantiva: la racionalidad formal puede definirse mediante seis características básicas: Las estructuras racionales y las instituciones enfatizan la calculabilidad. La eficiencia o empleo del mejor medio para alcanzar un fin dado.
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Interés por asegurar el concepto de predictibilidad. Reemplaza la tecnología humana por tecnología no humana, son más calculables, más eficientes y más predecibles que las tecnologías humanas. Intentan lograr el control sobre una serie de incertidumbres. Tienden a tener consecuencias irracionales para las personas implicadas. Una de las irracionalidades de la racionalidad es que el mundo tiende a desencantarse, a ser menos mágico y, en última instancia, menos significativo para la gente. La racionalidad formal se opone a la racionalidad sustantiva. Weber temía que la racionalidad sustantiva se volviera menos importante que otros tipos de racionalidad, sobre todo que la racionalidad formal. Muchas de las religiones actúan como impedimentos para lograr la racionalidad. El derecho como cuerpo de normas es externo y coercitivo para los individuos y para sus pensamientos y acciones. El derecho primitivo era un sistema de normas apenas diferenciado y estaba, por lo general, exento de formalidad. Algunas de las características del sistema legal racional son: Toda decisión legal concreta implica la aplicación de proposiciones legales abstractas a situaciones específicas. Debe ser posible, en cada caso concreto, derivar lógicamente la decisión a partir de proposiciones legales abstractas. El derecho debe tender a ser un sistema de proposiciones legales sin fisuras o, al menos, debe ser tratado como tal. El sistema legal sin fisuras debe ser aplicado a todas las acciones sociales. La historia había visto evolucionar el derecho desde un sistema cultural de normas a otro más estructurado de leyes formales. Política: “comunidad cuya acción social se orienta hacia la subordinación a un orden establecido por los participantes de un territorio y de la conducta de las personas que pertenecen a él, a través de su disposición a recurrir a la fuerza física, incluyendo normalmente la fuerza armada”. Este tipo de política nunca ha existido. La ciudad: Weber se interesó por el nacimiento de la ciudad racional del mundo occidental. Rasgos que posee la ciudad: Es un asentamiento relativamente cerrado. Es relativamente grande. Posee un mercado. Tiene una autonomía política parcial. Las ciudades occidentales desarrollaron de forma peculiar un carácter racional con un mercado racionalmente organizado y una estructura política entre otras cosas. Formas de arte: la racionalización de varias formas de arte. Por ejemplo, la música que se ha desarrollado en Occidente en una dirección peculiarmente racional, y en última instancia, matemático. Weber adoptó la perspectiva de que los cambios en el nivel cultural de la racionalidad conducían a cambios en las estructuras, así como en los pensamientos y acciones individuales en el mundo moderno. El sistema de racionalización cultural ocupa una posición de prioridad causal en su obra.
La religión y el nacimiento del capitalismo: analiza las fuerzas económicas que influyen el protestantismo; las fuerzas económicas que influyen en otras religiones; los sistemas de ideas religiosas que influyen en los pensamientos y acciones individuales (económicamente); los sistemas de ideas religiosas que han influido a través del mundo; los sistemas de ideas religiosas que han tenido un efecto único en Occidente, posibilitando la racionalización de los sectores económicos y virtualmente de cualquier otra institución; y los sistemas de ideas religiosas en el mundo no occidental que han encontrado barreras estructurales insalvables para la racionalización. Weber desarrolló una tipología de las rutas de salvación al analizar las relaciones entre las religiones del mundo y la economía. El ascetismo combina la orientación hacia la acción con el compromiso de los creyentes de autonegarse los placeres terrenales. Dividido en dos: el ascetismo ultramundano que obliga a los creyentes a trabajar dentro del mundo secular y el ascetismo intramundano, que incluye el calvinismo, sin rechazar el mundo. El misticismo implica contemplación, emoción e inactividad. El misticismo de rechazo del mundo (ultramundano) conduce a un apartamiento total del mundo, el misticismo intramundano requiere esfuerzos contemplativos para comprender el significado del mundo, dentro del mundo. “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”: En esta obra, la más importante, analiza por qué el capitalismo se da en Occidente y la analiza en el ámbito de la racionalización. No cabe duda de que el capitalismo es una organización racional del trabajo que ha sido posible gracias a la separación de la economía dogmática de lo que es la industrial y a la consecución de dinero de forma racional (no sufragar gastos sino gastar dinero).
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Las condiciones económicas son importantes pero hay otros aspectos culturales que fomentan una actitud racional. Enlaza una mentalidad cultural y religiosa con una mentalidad económica. Señala Weber cómo el protestantismo fomenta las mentalidades afines en el trabajo y la adquisición de riquezas a través del trabajo y no para el disfrute inmoderado personal. Trabajo como vocación: trabajo duro y no disfrute. Estas ideas las ve sobre todo en el calvinismo (dos aspectos). La idea de la predestinación: cuando nacemos ya estamos predestinados a salvarnos o condenarnos. Esto crea una angustia tremenda en el hombre, y para solventarla Calvino decía que la única muestra de que nos vamos a salvar es el éxito material en vida. Para ello nos esforzaremos en trabajar duro para conseguir éxito y saber que estamos salvados, crean una mentalidad muy en consonancia con el capitalismo. La religión protestante, por ejemplo, llevan una vida metódica con un gran control de uno mismo. La idea del ascetismo intramundano: tradicionalmente dentro del ascetismo se había considerado únicamente con aspecto religioso. Pero Calvino asegura que puede haber un acercamiento a Dios dentro del propio mundo, considerando también que el trabajo es una vocación (también en consonancia con el capitalismo) Trató el efecto del protestantismo ascético (sobre todo del calvinismo) en el nacimiento del espíritu del capitalismo. Relación entre la religión y el capitalismo moderno. El capitalismo no es más que un componente de este sistema de desarrollo (emergencia de la racionalidad característica del mundo occidental). Trata del origen de un espíritu peculiar que finalmente hizo que el capitalismo moderno y racional se extendiera y llegara a dominar la economía. El protestantismo ha logrado con éxito convertir esa búsqueda de beneficios en una cruzada moral. El espíritu del capitalismo se puede considerar como un sistema normativo que implica diversas ideas interrelacionadas: una actitud que persiga el beneficio racional y sistemáticamente predica la renuncia a los placeres terrenales. Es un deber de las personas incrementar constantemente su riqueza; esto sitúa al espíritu del capitalismo fuera del espacio de la ambición individual y dentro de la categoría de los imperativos éticos. El protestantismo fue crucial para el nacimiento del espíritu del capitalismo. El capitalismo fue una consecuencia imprevista de la ética protestante (idea de Marx). El calvinismo y el espíritu del capitalismo: El calvinismo constituye la versión del protestantismo que más le interesaba a Weber. Sólo es elegido para la salvación un pequeño número de personas. Las personas estaban predestinadas a estar o bien entre las que se salvarían o bien entre las que se condenarían. Existían unos signos que indicaban si una persona se salvaría, como el éxito económico. Así estaban obligadas a trabajar con ahínco. El protestantismo proveyó al capitalismo de trabajadores sobrios, sensatos e industriosos. Proceso de la racionalización de la religión más el análisis de la época protestante en el capitalismo: Weber se plantea por qué se produce la racionalización de la religión en Occidente: La racionalización en un ámbito conlleva la racionalización en los demás ámbitos. Él analiza esto en la economía, el arte, la religión... en su libro “Economía y Sociedad”. Cuando se produce la racionalización de un ámbito se produce una profesionalización. Se produce también una normalización y una formalización. Posteriormente se produce una burocratización (esta idea será retomada por la Escuela de Frankfurt). Los aspectos culturales ayudan al desarrollo de la racionalización de la religión. En su obra “Economía y Sociedad” es crítico con la excesiva racionalización del mundo. Este proceso es un reflejo de los lazos comunitarios, ve negativa la excesiva secularización del mundo, el desencantamiento de la primacía de la razón. Los hombres acaban siendo esclavos y la sociedad se acaba convirtiendo en una “jaula de hierro”. La primera forma organizativa desde un punto de vista simbólico es la magia: se dan dos importantes características: 1. No se puede separar la magia de la acción comunitaria (surge dentro de la propia acción comunitaria (se produce ya una división entre administradores y administrados). 2. No se pueden separar acción social - magia porque ambas surgen del mismo punto. Los hombres empiezan a pensar de forma religiosa y mágica dentro de sus acciones y en la vida cotidiana. En esta interacción, una vez que este pensamiento se orienta sobre otra persona se delega este pensamiento en alguien. Desde este momento ya se está racionalizando (incipiente especialización, profesionalización). A partir de aquí se separan administradores de administrados. El mago, o persona cualificada se opone al lego, marcándole ciertas normas motivadas por su saber. Se produce esto porque el mago tiene estas cualidades y las utiliza, las institucionaliza (lo que institucionaliza es la lucha contra las fuerzas adversas a través de conjuros, hechizos...). El mago es una personalidad carismática, es capaz de situarse en distinto plano, “above the line”. Lo que ha ido pasando a lo largo de la historia es que la magia y su evolución (teología) se ha convertido en un instrumento de dominación, burocratizándose y perdiendo su propia significación. Por ejemplo el surgimiento de las sectas. El siguiente paso de este proceso de burocratización dice que la magia llega a producir una sistematización del objeto que hemos trascendentalizado. Posteriormente se van empleando divinidades (a medida que el proceso va especializándose estas divinidades se sistematizan y el mago se convierte en sacerdote). Incluso la adoración se realiza de una forma más estable,
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precisa, normada... y una vez que están los dioses establecidos (dogmados) estos sacerdotes se funcionarizan dedicándose a la administración de lo religioso y se centralizan (Roma). La incorporación del elemento jurídico es importante en el proceso. Se introduce un elemento coactivo (normas, castigos) y se convierte en elemento de dominación. Del politeísmo al monoteísmo. Este paso posibilita una mayor universalización, menos local. Desde el punto de vista de los elementos personales de la organización: Sacerdotes. Profetas. Laicos Se produce un conflicto entre los tres ámbitos. Entre 1 y 2: los sacerdotes representan más la tradición y los profetas más la innovación. Entre 1, 2 y 3: los laicos pueden demandar determinadas transformaciones a los estamentos “profesionales”, se caracteriza por el conflicto. Formalización de las normas: las normas se acaban convirtiendo en dogmas (unión sacerdocio y profeta). Normalmente se considera que la base de la religión era rural y de las clases bajas. Weber dice que en las ciudades los burgueses están más racionalizados y por ello resulta más fácil. La racionalización se produce más en la burguesía que en la nobleza porque ésta última entiende más las visiones de magia que la racionalización. La religión y el capitalismo en China. China pudo ser comparada con el mundo occidental ya que en China existía una tradición de intenso espíritu adquisitivo y competencia carente de escrúpulos. Una industria en auge, gremios y un exceso de población parecía ser el caldo de cultivo idóneo para que surgiera el capitalismo. ¿Por qué no se desarrolló el capitalismo en China? Factores sociales, estructurales, como por ejemplo, los fuertes lazos de parentesco entre los miembros de la familia (sibs), la distribución de la tierra, la producción agrícola meramente campesina, la estructura del Estado chino tradicional y alegal en temas de comercio, el idioma chino y mentalidad de los chinos y religiosos como la filosofía confucionista que debías pertenecer a una élite literata pero con pocos conocimientos de mercado, el trabajo de la administración era un trabajo muy bajo para tenerlo en consideración, no obstante, los no confucionistas tenían vedado el acceso a la administración, todo estos puntos impidieron dicho desarrollo. Esto no significaba que no hubiera capitalistas en China, los había, pero de una forma rudimentaria, prestamistas y proveedores, pero faltaba el mercado. Desde la perspectiva de Weber, el capitalismo rudimentario de China apuntaba hacia una dirección opuesta al desarrollo de empresas corporativas económicas y racionales. La religión y el capitalismo en India. La argumentación de Weber sobre el capitalismo en India es similar al que tiene sobre el capitalismo en China. Barreras estructurales como las castas y su infranqueable movilidad social. El sistema ideológico del brahmanismo no se ocupaba del mundo, lo consideraba sucio e indiferente. La idea clave de la religión hindú es la reencarnación, y en virtud de la cual, el ciudadano hindú debe hacer méritos para que su próxima vida sea mejor. A diferencia del calvinismo, la salvación en el hinduismo se consigue con un fiel seguimiento de las normas; toda innovación no te iba a conducir a ser de una casta superior. La actividad en este mundo no era importante, porque el mundo es una morada transitoria. De ésta y de muchas otras formas, el sistema ideológico hindú no consigue producir el tipo de personas que puedan crear un sistema económico capitalista y, de modo más general, una sociedad ordenada racionalmente.
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CAPITULO 8 GEORG SIMMEL. El impacto de las ideas de Georg Simmel tuvo poca influencia en la teoría sociológica americana de principios del siglo XX. Si bien Simmel fue conocido por los primeros sociólogos norteamericanos, pronto se vio eclipsado por Marx, Weber o Durkheim, aunque Simmel ejerce una influencia superior a Comte o Spencer. Dicha influencia se aprecia en la teoría del conflicto, el interaccionismo simbólico, la teoría del intercambio y la teoría de redes. Su obra más importante es La filosofía del dinero. PREOCUPACIONES PRINCIPALES. Simmel fue un filósofo y sus publicaciones trataban temas filosóficos y sobre otros filósofos como Kant. Simmel es el microsociólogo mejor conocido de los que jugaron un papel esencial en el estudio de pequeños grupos, del interaccionismo simbólico y de la teoría del intercambio. Refleja su creencia de que los sociólogos deben estudiar la interacción social. Según David Frisby la fundamentación de la sociología en ciertas categorías psicológicas puede ser una razón de por qué la sociología de Simmel se considera tan atractiva, no sólo por los interaccionistas, sino también para la psicología social. El trabajo microsociológico de Simmel sobre las formas de interacción se enmarcaba en una teoría más extensa de la relación entre los individuos y la sociedad en sentido común. En su teoría existen cuatro niveles básicos de preocupación en la obra de Simmel. 1. En primer lugar se encuentran sus suposiciones microscópicas sobre los componentes psicológicos de la vida social. 2. En segundo lugar se encuentran sus análisis de los componentes sociológicos de las relaciones interpersonales. 3. En tercer lugar, de forma más macroscópica, esta su estudio sobre la estructura y los cambios sociales y culturales. 4. En cuarto lugar, adoptó el principio de emergencia, la idea de que los niveles más altos emergen desde los más bajos. Su preocupación por los múltiples niveles de la vida social se refleja en su definición del problema de las tres áreas separables de la sociología. 1. Describió la primera como sociología pura. En esta área, las variables psicológicas se combinan con formas de interacción. Su trabajo más microscópico versa sobre las formas que adopta la interacción, así como sobre los tipos de personas que se ven envueltos en esa interacción. La subordinación, la supra-ordenación, el intercambio, el conflicto y la sociabilidad se incluyen dentro de sus formas. Distinguía entre posiciones en las estructuras de la interacción tales como, el competidor, la coqueta y orientaciones sobre el mundo, tales como el avaro o el aventurero. 2. En el nivel intermedio se encuentra la sociología en general, que trata de los productos culturales y sociales de la historia del hombre. Simmel se interesó por fenómenos de mayor escala como los grupos, la estructura y la historia. 3. Finalmente, en su sociología filosófica, trató de las perspectivas de la naturaleza básica y del destino inevitable de la humanidad. Pensamiento dialéctico. El enfoque dialéctico de Simmel es muy similar al de la sociología de Marx, un enfoque multicausal y multidireccional, donde integra hechos y valores, que se fija no sólo en el
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presente, sino en el pasado y el futuro. A pesar de las similitudes, hay diferencias importantes entre ellos. Por ejemplo, mientras Marx optaba por el optimismo revolucionario, Simmel tiene una visión más cercana a “la jaula de hierro” de Weber, de la cual no se puede salir. Simmel demostró su compromiso con la dialéctica de varias formas. Por un lado, la sociología de Simmel tuvo siempre en cuenta la interacción y se fijó siempre en los dualismos, conflictos y contradicciones que existen en cualquier campo del mundo social. Simmel recurrió a la moda, la cultura subjetiva-objetiva y los conceptos de “más vida” y “más-que-vida” para el análisis del pensamiento dialéctico. La moda. Simmel describió las contradicciones de la moda de muchas formas. La moda es una forma de relación social y de integración, por otro lado, el que se quiere distinguir también usa la moda para ello. La moda también es dialéctica en el sentido de que el éxito y la propagación, es decir, el distinguirse de algo conduce a inaugurar una moda, sin embargo, ya que mucha gente la acepta, esta conducta deja de ser distinta y por consiguiente pierde su atractivo. Otra dualidad es el liderazgo que se produce en el mundo de la moda, ese liderazgo guía al grupo, siguiendo una norma. En resumen, Simmel nos dice que la dualidad se lleva a cabo tanto siguiendo la moda como no siguiéndola. Todas las tendencias antitéticas dominantes están representadas de una manera u otra. La cultura individual (subjetiva) y la cultura objetiva. Las personas están influidas por sus producciones culturales. Hay que distinguir entre cultura individual y cultura objetiva. La cultura objetiva se refiere a aquellas manifestaciones que las personas producen, el arte, la ciencia, etc. La cultura individual (subjetiva) es la capacidad del actor para producir, absorber y controlar los elementos de la cultura objetiva. Es decir, la cultura individual modela y es modelada por la cultura objetiva. El problema que se plantea es que la cultura objetiva llega a tener vida propia, en otras palabras, la existencia de estos productos culturales entra en contradicción con los actores que los crean porque son ejemplo del profundo extrañamiento o animosidad que existe entre los procesos orgánicos y creativos del alma y sus contenidos y productos. Para K. Peter Etzkorn “en la dialéctica simmeliana, el hombre está siempre en peligro de ser asesinado por esas criaturas de su creación, que han perdido su coeficiente humano orgánico”. Más-vida y más-que-vida. La sociología filosófica de Simmel supone una manifestación de su pensamiento dialéctico. Al analizar las estructuras sociales y culturales, Simmel y Marx tienen una postura muy parecida. Marx utilizaba el concepto de fetichismo de la mercancía para remarcar la separación entre las personas y los productos. Esta separación podría superarse con una etapa socialista. Para Simmel, esta separación es inherente a la naturaleza de la vida humana. La cuestión de más-vida y más-que-vida nos dice que las personas poseen una capacidad doblemente trascendente por dos motivos, primero por su inquietud y sus capacidades creativas (más-vida) y en segundo lugar, esta capacidad trasciende, es creativa y les permite producir constantemente conjuntos de objetos que les trascienden. La existencia objetiva de estos dos fenómenos establecen una posición irreconciliable. En otras palabras, la vida social crea y produce por sí misma algo que no es vida pero que tiene su propia significación y se rige por sus propias leyes. La vida se encuentra en la unidad, y en el conflicto, entre ambas. Simmel concluye afirmando que “la vida encuentra su esencia, su proceso, siendo más-vida y más-que-vida. CONCIENCIA INDIVIDUAL. Simmel trabajaba desde el supuesto de que los seres humanos poseen una conciencia creativa. Las bases de la vida social para Simmel estaban formadas por individuos conscientes o grupos de individuos que interactúan cada uno por gran variedad de motivos, propósitos e intereses. Este interés en la creatividad viene dado debido a otra creación de los seres humanos como son las estructuras sociales y los efectos que tienen sobre la creatividad. Para Simmel, la interacción implica que los actores han de ser conscientemente orientados unos hacia otros, y esto requiere que los supraordenadores y los subordinados se orienten, de lo contrario el sistema de estratificación fracasaría. Lo mismo se puede decir de todas las otras formas de interacción. La sociedad no es ente que está “ahí fuera” sino que es también mi representación, algo dependiente de la actividad de la conciencia. Los valores de la sociedad se interiorizan en la conciencia individual. Además, Simmel tenía una concepción sobre la capacidad de las personas para enfrentarse a sí mismas mentalmente, una concepción muy parecida a Mead y al interaccionismo simbólico. El actor puede recibir estímulos externos, calcularlos, probar diferentes vías de acción, y entonces decidir su proceder. No obstante, existe una paradoja, la mente puede proteger a los actores de ser esclavizados por estímulos externos, pero también tiene la capacidad de volver sobre sí misma, de crear objetos que llegarán a esclavizarlos. Por lo tanto, aunque la inteligencia de las personas las capacita para evitar ser
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esclavizadas por los mismos estímulos externos que someten a los animales, crea asimismo estructuras e instituciones que coaccionan sus pensamientos y acciones. INTERACCION SOCIAL (ASOCIACION). Simmel es conocido por sus contribuciones a la comprensión de las pautas o formas de interacción social. Simmel deja claro con esto que uno de sus intereses primarios es la interacción entre actores conscientes, y que su intento estaba dirigido a observar una amplia gama de interacciones que pueden parecer triviales en algunas ocasiones, pero que son cruciales en otras. Simmel equiparaba la sociedad con la interacción: “La sociedad sólo es la síntesis o el término general para la totalidad de esas interacciones específicas. La sociedad es idéntica a la suma total de esas relaciones”.
Interacción: formas y tipos. En Simmel la forma está por encima del contenido de la interacción social. Esta preocupación viene de la tradición kantiana, en la que se insiste en la diferencia entre forma y contenido. Desde su punto de vista, el mundo real está compuesto de innumerables acontecimientos, y para orientarnos en el laberinto de la realidad, el actor se enfrena a un número limitado de formas, en lugar de a un conjunto confuso de acontecimientos específicos. La tarea del sociólogo es imponer un número limitado de formas a la realidad social, a la interacción en particular, para que de esta manera pueda analizarse mejor. Esta metodología permite obtener un extracto de las características comunes que se encuentran en un amplio frente de interacciones específicas. David Levine nos dice que las formas son las pautas exhibidas por las asociaciones de personas. El interés de Simmel por las formas de interacción social ha sido objeto de críticas. Por ejemplo, de imponer un orden donde no lo había y de producir una serie de estudios inconexos que no terminan imponiendo a las complejidades de la realidad social un orden mejor que el de los legos. Sin embargo, existen varias formas de defender la aproximación a Simmel a la sociología formal. En primer lugar, se sitúa muy cerca de la realidad. En segundo lugar, no supone una imposición de categorías arbitrarias y rígidas. En tercer lugar, la aproximación simmeliana no utiliza un esquema teórico general dentro del cual estén comprendidos todos los aspectos del mundo social. En cuarto lugar, la sociología formal lucha contra la pobre conceptualización del empirismo, tan característico de la mayor parte de la sociología. Simmel utilizó datos empíricos, pero éstos estaban subordinados a su esfuerzo de imponer orden en el confuso mundo de la realidad social. Geometría social. Simmel realiza un esfuerzo por desarrollar una geometría de las relaciones sociales. Dos de los coeficientes geométricos son el número y la distancia. NÚMERO.- Puede comprobarse el interés de Simmel por el impacto del número de personas en su análisis de la diferencia entre triada y diada. La adición de una tercera persona ocasiona un cambio radical y fundamental en el juego de la interacción y motiva la variedad de roles sociales. Por otro lado, el tamaño del grupo, adopta la postura de que el crecimiento del tamaño de un grupo o sociedad aumenta la libertad individual. Un grupo o una sociedad pequeña probablemente controlan al individuo por completo. Sin embargo, en una sociedad más grande, es probable que el individuo pertenezca a varios grupos, cada uno de los cuales controla solamente una pequeña parte de su personalidad. DISTANCIA.- El interés de Simmel por la distancia se manifiesta en varias partes de su obra, principalmente en La filosofía del dinero y en El extraño. En La filosofía del dinero, Simmel enunció algunos principios generales acerca del valor, que sirvieron como base para su análisis del dinero. Lo esencial es que el valor de cualquier cosa está determinado por su distancia del actor. La dificultad de obtenerlo le añade valor. La distancia juega asimismo un papel central en El extraño. La distancia peculiar entre el extraño y el grupo le permite una serie de pautas de interacción inusuales con los miembros entre sí. Por ejemplo, el extraño puede ser más objetivo en sus relaciones con los miembros del grupo. TIPOS SOCIALES.El pobre.- El pobre se definía en términos de sus relaciones sociales ya que es ayudado por otras personas o al menos tiene derecho a ser ayudado. Simmel aprovechó la ocasión en su ensayo El pobre para desarrollar un amplio abanico de interesantes intuiciones sobre el pobre y la pobreza. Por ejemplo, la sociedad requiere ayuda para el pobre para que de esta manera el pobre no se convierta en enemigo activo y peligroso para la sociedad. Por lo tanto, ayudar al pobre es un beneficio para la sociedad. Simmel mantenía que los pobres no son simplemente aquellos que están en el punto más bajo de la sociedad, la pobreza se encuentra en todos
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los estratos de la sociedad, si los miembros de la clase alta tienen menos que sus iguales, entonces es probable que se sientan pobres en comparación a ellos. FORMAS SOCIALES.- Simmel observó una amplia gama de formas sociales, incluyendo el intercambio, el conflicto, la prostitución y la sociabilidad. Se puede ilustrar a través de su análisis de la dominación, es decir, de la supraordinación y la subordinación. Supraordinación y subordinación.- Estos conceptos tienen una relación recíproca. El líder no quiere influir completamente en los pensamientos de los otros, espera del subordinado que reaccione positivamente o negativamente. Ni esta ni ninguna otra forma de interacción puede existir sin relaciones mutuas. Simmel argumentó que uno puede estar subordinado a un individuo, a un grupo, o a una fuerza objetiva. El liderazgo de un solo individuo generalmente conduce a un grupo bien entretejido, ya sea para apoyar al líder, ya sea para oponerse a él. ESTRUCTURAS SOCIALES. Simmel negaba la existencia de este nivel en la realidad social y rechazaba la posición realista ejemplificada por Durkheim, según la cual la sociedad en una entidad real, material. Sin embargo, Simmel se sentía incómodo con la concepción nominalista de que la sociedad no es nada más que un conjunto de individuos aislados. Entonces adoptó una posición intermedia, concibiendo la sociedad como un conjunto de interacciones. Aunque Simmel enunció esta posición interaccionista, en la mayor parte de su obra trabajaba como un realista, como si la sociedad fuera una estructura real y material. En esta contradicción, Simmel afirmaba que la sociedad trasciende al individuo y vive su propia vida, que sigue sus propias leyes. Se enfrenta, además, al individuo con una firmeza histórica e imperativa. La solución a esta paradoja descansa en la diferencia entre la sociología formal simmeliana, interaccionista, y sus sociologías histórica y filosófica, que le hacían decantarse más por una visión de la sociedad como una estructura social coercitiva e independiente.
CULTURA OBJETIVA. Uno de los principales enfoques de la sociología filosófica e histórica de Simmel es el nivel cultural de la realidad social, o lo que él llamaba la “cultura objetiva”. En su opinión, las personas producen cultura, pero dada esa capacidad de Reificar la realidad social, el mundo cultural y el mundo social llegan a tener vida propia, vida que dominan a los actores que la crean. Para Simmel los objetos culturales llegan a vincularse cada vez más entre ellos en un mundo auto-contenido que tiene cada vez menos contactos con la psique subjetiva (individual) y con sus deseos y sensibilidades. En diversas partes de su obra, Simmel identificaba diversos componentes de la cultura objetiva, por ejemplo: Herramientas Productos de la ciencia Artes Esfera intelectual Ideales (patria) La cultura objetiva crece y se expande de varias formas. Su tamaño absoluto crece cuando aumenta la modernización. El conocimiento científico, por ejemplo. Crece asimismo el número de los diversos componentes del reino de la cultura. Los diferentes elementos del mundo de la cultura se van engarzando más y más en un mundo poderos e independiente, que se encuentra crecientemente bajo el control de los actores. Simmel estaba impresionado por el desconcertante número y variedad de los productos humanos que en el mundo contemporáneo rodean y asedian al individuo. Simmel se mostraba a favor de que la cultura individual dominara el mundo, pero esta posibilidad le parecía cada vez más improbable. La realidad nos dice que se produce un crecimiento de la cultura objetiva, a costa de la individual subjetiva. En la Metrópoli y la vida mental, Simmel analiza los tipos de interacciones que se producen en las ciudades, concluye que las relaciones genuinas disminuyen y las relaciones sociales tienden a estar dominadas por actitudes distantes y reservadas. La ciudad es el centro dela división del trabajo y la especialización juega un papel central en la producción de una cultura objetiva siempre en expansión, con la consiguiente disminución de la cultura subjetiva o individual. Es necesario indicar que una de las muchas ironías de la influencia de Simmel en el desarrollo de la sociología es que se utilizara su microanálisis, pero que sus implicaciones más atrevidas se ignorasen casi en su totalidad.
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LA FILOSOFIA DEL DINERO. La filosofía del dinero ilustra muy bien la sofisticación y amplitud del pensamiento de Simmel que éste merece. Simmel estaba interesado en la importante cuestión del valor y el dinero puede considerarse simplemente como una forma de valor específico. En otro nivel, Simmel se interesó no por el dinero en sí mismo, sino por su influencia en una variada gama de fenómenos tales como el mundo interior de los actores y la cultura objetiva como un todo. En otro nivel distinto, trató el dinero como un fenómeno específico vinculado con gran variedad de componentes de la vida, como el intercambio, la propiedad, la avaricia, etc. Por último, Simmel considero el dinero como un componente específico de la vida, capaz de ayudarnos a entender su totalidad. La filosofía del dinero tiene mucho que ver con la obra de Karl Marx. Simmel puso énfasis en el capitalismo y en los problemas que creaba la economía monetaria. A pesar de eso, las diferencias son notables. Simmel consideraba que los problemas económicos de su época eran una manifestación de un problema cultural más general, la alienación de lo objetivo de la cultura subjetiva. Para Marx esos problemas eran específicos del capitalismo, pero para Simmel formaban parte de la tragedia universal –la pérdida creciente de poder del individuo frente al desarrollo de la cultura objetiva --. Mientras el análisis de Marx es esencialmente histórico, el de Simmel intenta extraer del flujo de la historia humana verdades atemporales. Marx creía que los problemas económicos eran históricos, producto de la sociedad capitalista, y que podrían ser resueltos con el tiempo. Simmel consideraba que los problemas básicos eran inherentes a la vida humana y que no ofrecían la esperanza de una vida mejor. Simmel está mucho más cerca de Weber con su jaula de hierro, referida tanto a su imagen del mundo moderno como del futuro. La filosofía del dinero comienza con el análisis de las formas generales de dinero y valor. Simmel defendía que las personas crean valores haciendo objetos, separándose de ellos y después intentando sobrellevar la distancia, obstáculos y dificultades. Cuanto mayor es la dificultad de obtener un objeto, mayor es su valor. No obstante, esa dificultad para alcanzarlo tiene un límite superior y otro inferior que haga que merezca la pena. Las cosas que desafían excesivamente a nuestro esfuerzo por obtenerlas dejan de ser valiosas. Las cosas que son más valiosas son las que no son demasiado inaccesibles ni tampoco demasiado fáciles de obtener. En este contexto general del valor, Simmel analizó el papel del dinero. El dinero sirve tanto como para crear la distancia que nos separa de los objetos como para proveernos de los medios para llegar a ellos. La dificultad de conseguir el dinero y, por ende, los objetos, los hace valiosos para nosotros. Al mismo tiempo una vez que hemos conseguido el dinero suficiente, tenemos la capacidad de superar la distancia entre nosotros y los objetos. Así, el dinero cumple tanto la interesante función de crear distancia entre las personas y los objetos, como también la de proveer los medios para superar esa distancia. Simmel afirma que el dinero ha desarrollado las prácticas más objetivas, las normas más lógicas, puramente matemáticas, de la libertad absoluta en cualquier ámbito personal. Simmel no consideraba si el proceso de reificación, sino como parte de un proceso más general por medio del cual la mente se encarna y simboliza en los objetos. El dinero no sólo ayuda a crear un mundo oficial reificado, sino que también contribuye a la creciente racionalización de este mundo social. Tomaba como ejemplo de reificación a las transacciones de capital, que llegan a convertirse en una parte importante de la decadencia de la individualidad. El dinero ha venido a ser el ejemplo extremo de un medio que se ha convertido en un fin en sí mismo. Una sociedad en la que el dinero se convierte en un fin en sí mismo, cuando no en el fin último, tiene diversos efectos negativos sobre los individuos, dos de los más interesantes son el aumento del cinismo y la apatía. Otro efecto negativo de la economía del dinero son las relaciones cada vez más impersonales que fomenta. En la división del trabajo moderna del trabajo, característica de una economía dineraria, nos encontramos con la situación paradójica de que, mientras dependemos más de otras posiciones para sobrevivir, sabemos menos acerca de la gente que las ocupa. Asunto muy relacionado es el dela influencia de la economía dineraria sobre la libertad individual. La economía pecuniaria lleva a un aumento de la esclavización de las personas. Por ejemplo, la prostitución. Algunas de las intuiciones más interesantes de Simmel radican en su reflexión sobre la influencia del dinero en el estilo de vida de las personas. Por ejemplo, una sociedad dominada por una economía dineraria, tiende a reducirlo todo a una cadena de conexiones causales, que pueden ser entendidas intelectualmente, no emocionalmente. La clave del análisis de Simmel sobre la influencia del dinero en el
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estilo de vida descansa en el crecimiento de la cultura objetiva a expensas de la cultura individual. La distancia entre ambas crece a un ritmo acelerado. La causa más importante de esta creciente disparidad es el aumento de la división del trabajo en la sociedad moderna. El incremento dela especialización es un incremento de la disparidad entre cultura objetiva y subjetiva, cuanto más crece la cultura objetiva, más ser atrofia la individual. Uno de los ejemplos de este fenómeno es que el lenguaje, en su totalidad, se ha expandido claramente, y con todo, las capacidades lingüísticas de los hablantes parecen deteriorarse. La masiva expansión de la cultura objetiva tiene un efecto devastador sobre el ritmo de vida. En tiempos pasados el consumo de alimentos era cíclico, hoy con los métodos de conservación se pueden comer todos productos durante todo el año. Los medios de comunicación hacen posible estar comunicado en cualquier momento. La luz eléctrica ha cambiado el ritmo natural de noche y día. No obstante, hay elementos positivos en todo esto, las personas son mucho más libres porque están menos coartadas por su ritmo natural de vida. A pesar de todos estos adelantos, los problemas se originan porque todos estos desarrollos se producen en el nivel cultural objetivo y son parte de un proceso por el cual la cultura objetiva crece y empobrece la cultura individual. Al final, el dinero ha venido a ser el símbolo y el factor más importante del desarrollo de un modo relativista de existencia. En otras palabras, el dinero nos permite relativizar todo. La alienación endémica provocada por la expansión de la cultura objetiva en la moderna economía dineraria supone una amenaza para las personas. La moderna economía dineraria también tiene sus aspectos positivos. Nos permite tratar con muchas más personas en un mercado más extenso. Nuestras obligaciones con los demás se limitan a servicios concretos de productos y no lo abarcan todo. La economía del dinero permite a las personas encontrar satisfacciones que no podrían darse en sistemas económicos anteriores. Las personas tienen una mayor libertad para desarrollar su individualidad de forma plena en este ámbito. Las personas son más capaces de mantener y proteger su centro subjetivo, toda vez que están implicadas sólo en relaciones muy limitadas. El dinero ayuda a las personas a desarrollarse cada vez más libres de las constricciones de los grupos sociales. EL SECRETO: ESTUDIO DE UN CASO EN LA SOCIOLOGÍA DE SIMMEL. El secreto se define como la condición en que una persona tiene la intención de esconder algo mientras otra investiga para revelar lo que está siendo encubierto. Simmel comienza con el hecho básico de que las personas deben saber algunas cosas sobre las demás con el fin de interactuar con ellas. Debemos saber a quién tratamos y podemos llegar a saber gran cantidad de cosas sobre otras personas, pero no podemos conocerlas todas. Nos hacemos una imagen mental claramente coherente de las personas con las que interactuamos. Simmel veía una relación dialéctica entre la interacción (existencia) y el cuadro mental que tenemos de los otros (concepción). En todos los aspectos de nuestras vidas nos hacemos con parte de la verdad, pero también con la ignorancia y el error. Sin embargo, es en la interacción con otras personas donde ignorancia y error adquieren un carácter distintivo. Las personas, a diferencia de cualquier otro objeto de conocimiento, tienen la capacidad de revelar intencionalmente la verdad acerca de sí mismas o de mentir y ocultar tal información. El hecho es que incluso si las personas quisieran revelar toda su información (y casi nunca lo hacen), no podrían hacerlo, porque esta información podría volverse contra uno mismo. Las personas deben de decidir que contar y que no contar, sólo ofrecemos fragmentos de nuestra vida interiores a otros, elegimos. Por ello, en toda interacción, sólo descubrimos una parte de nosotros mismos, y la parte que elegimos mostrar depende de cómo seleccionemos y ordenemos los fragmentos. Esto nos conduce a mentir, el mentiroso esconde intencionalmente la verdad a los otros. En la mentira, no ocurre sólo que los otros se queden con una idea falsa, sino que el error se une al hecho de que el mentiroso se propone que los otros sean engañados. Simmel analiza la mentira en términos de geometría social, concretamente de sus ideas sobre la distancia. Esta distancia influye en la aceptación de las mentiras. Nos duele que nos mienta una persona cercana, mucho menos nos duele que el que nos miente sea un político que no conocemos. Simmel defiende que las relaciones sociales requieren todos los elementos, conocidos y no conocidos, lo que conocemos y lo que no conocemos. Incluso la relación más íntima requiere tanto cercanía como
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distancia, un conocimiento mutuo y la mutua ocultación. El secreto es una parte integral de todas las relaciones sociales. El secreto está vinculado con el tamaño de la sociedad. En los pequeños grupos es más difícil que se desarrollen secretos. En los grandes grupos, por el contrario, los secretos pueden desarrollarse más fácilmente y se necesitan más porque hay grandes diferencias entre las personas. Sobre la cuestión del tamaño, en el nivel más macroscópico, debemos hacer notar que el secreto no sólo es una forma de interactuar, sino también, puede llegar a caracterizar a un grupo en su totalidad, por ejemplo las sociedades secretas. Hay factores como la confianza, la amistad, la discreción y el matrimonio que son fundamentales a la hora de hilvanar el concepto de secreto y su funcionamiento. Simmel considera el secreto como una de las más grandes conquistas de la humanidad, el secreto supone una gran ampliación de la vida, porque en completa publicidad muchas manifestaciones de ésta no podrían producirse. El secreto ofrece un segundo mundo, junto al mundo patente. La interacción humana se modela por medio del secreto y su oposición lógica, la traición. El secreto siempre va acompañado dialécticamente por la posibilidad de ser descubierto. La traición puede producirse por dos causas, o te descubren o lo revelas. Del contraste entre ambos intereses, el de ocultar y el de descubrir, brota el matiz y el destino de las relaciones mutuas entre los hombres. Simmel vinculó sus ideas sobre la mentira a sus consideraciones sobre la sociedad en el mundo moderno. Para Simmel, el mundo moderno es mucho más dependiente de la honestidad que las sociedades anteriores.
CAPITULO 9 GEORGE HERBERT MEAD. George Herbert Mead influyó en el conductismo psicológico. Mead define el conductismo en su sentido más general como simplemente un enfoque sobre el estudio de la experiencia del individuo desde el punto de vista de la conducta. El conductismo de la época de Mead se inspiraba en la psicología animal. Watson, contemporáneo de Mead, aplicó los principios de la conducta animal a los humanos. Para Watson, las personas eran poco más que máquinas orgánicas. Desde el punto de vista de Mead, Watson intentaba partir de la conducta
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para explicar la experiencia del individuo, sin preocuparse de la experiencia interior, la conciencia y las imágenes mentales. A diferencia de Watson, Mead pensaba que incluso las experiencias internas podían estudiarse desde el punto de vista del conductista. Así Mead, es un conductista, aunque él mismo se denominaba “conductista social”. La teoría del interaccionismo simbólico es muy diferente de las teorías conductistas, como la teoría del intercambio, y ambas, se inscriben en paradigmas sociológicos distintos. El deseo de Mead era estudiar la mente partiendo de la propia conducta, no empleando el método introspectivo. En lugar de estudiar la mente introspectivamente, Mead se centró en el acto social. Los actos son conductas que pueden definirse a partir de nociones conductistas de estímulo y respuesta. En otras palabras, ciertos estímulos externos causan el que las personas respondan con un acto. Mead afirmaba que parte del acto reside dentro del organismo y sólo más tarde cobra expresión. Consecuentemente, mantiene que debe admitirse la existencia de algo como la mente o la conciencia, en un sentido o en otro. Mead define la mente en términos funcionales, no idealistas. La mente se define en términos de lo que hace, del papel que desempeña en el acto, más que como un fenómeno subjetivo trascendental. La mente forma parte del sistema nervioso central, y Mead intenta extender el análisis del acto, especialmente del acto social, a lo que se deja observar en el sistema nervioso central. Mead se negó a pensar en la mente en términos subjetivos y la estudió como algo que forma parte de un proceso objetivo. Otro aspecto intelectual del pensamiento de Mead es el pragmatismo. Mead es una de las figuras claves en el desarrollo de la filosofía pragmática. El pragmatismo reflejaba el triunfo de la ciencia y del método científico en la sociedad estadounidense y su extensión al estudio del mundo social. El pragmatismo estudia el mundo real, la realidad empírica. Los pragmatistas creen en la superioridad de los datos científicos sobre los dogmas filosóficos y cualquier otro tipo de conocimiento. Los pragmatistas rechazan la idea de la existencia de verdades absolutas. De acuerdo con el conocimiento científico, creen que las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura. El pragmatismo también implica una serie de ideas como que la verdad y la realidad no existen fuera del mundo real, que la gente recuerda el pasado y basa su conocimiento del mundo en lo que se ha revelado útil, que las personas definen los objetos sociales y físicos que encuentran en el mundo de acuerdo con el uso que hacen ellos, y si queremos comprender a los actores, debemos basar nuestra comprensión en lo que realmente hacen en el mundo. Lewis y Smith distinguieron entre dos corrientes del pragmatismo: El pragmatismo nominalista (Dewey y William James) que defiende que, si bien los fenómenos societales existen, no existen independientemente de las personas y no tienen una influencia decisiva en la conciencia y la conducta individual. Ideas opuestas a Marx y Durkheim. Esta perspectiva concibe a los individuos como agentes existencialmente libres que aceptan, rechazan, modifican o, en cualquier caso, definen las normas, los papeles y las creencias. El pragmatismo filosófico (Mead) pone el énfasis en la sociedad y en el modo en que ésta crea y controla los procesos mentales individuales. Más que construir agentes libres, los actores y sus procesos cognitivos y conductas están controlados por el conjunto de la comunidad. En el pensamiento de Mead encontramos ambos elementos pragmáticos. La obra de Mead se caracteriza por una dialéctica entre el realismo y el nominalismo. Esto nos lleva a otra importante fuente intelectual del pensamiento de Mead, la filosofía de Hegel y su dialéctica. LA PRIORIDAD DE LO SOCIAL. Según Mead, para poder comprender la experiencia social había que darle prioridad al mundo social. El todo social precede a la mente individual. En su análisis del acto, el cual implica a una sola persona, se centra en el estímulo y la respuesta. Para el vemos el estímulo como una oportunidad para actuar y no como un mandato. Identifico cuatro fases fundamentales, que se interrelacionan, del acto. -El impulso es un estímulo sensorial inmediato y la reacción del actor al estímulo es la necesidad de hacer algo como respuesta. El impulso puede estar relacionado con un problema en el entorno. -La percepción es donde el actor busca y reacciona a un estímulo relacionado con el impulso. Son capaces de percibir o sentir el estímulo a través del oído, el tacto, el gusto, el olfato, etc. Implica estímulos entrantes como imágenes mentales que crean. Las personas seleccionan las características de un estímulo y eligen entre diferentes estímulos. -La manipulación ocurre luego de que se manifiesta el impulso y se percibe el objeto. Es la acción o manipulación que la persona emprende sobre el objeto. Para Mead es una pausa temporal pues en el
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proceso por que no ocurre ninguna respuesta inmediatamente permitiendo que los humanos puedan contemplar diferentes respuestas. -La consumación es donde el actor emprende la acción que satisface el impulso original. El acto social implica dos o más personas. Su mecanismo básico son los gestos. Los gestos son movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas socialmente apropiadas del segundo organismo. En otras palabras, la acción de un individuo causa automáticamente la reacción de otro individuo. Los humanos participan en conversaciones inconscientes de gestos. Hay acciones inconscientes de gestos no significantes donde el individuo responde instintivamente a las acciones del otro, y los significantes donde el individuo reflexiona antes de que se produzca la reacción. En el desarrollo de los gestos significantes es importante el gesto vocal. La función del gesto es posibilitar la adaptación entre los individuos involucrados en cualquier acto social dado. Gestos y símbolos significantes. Mead utiliza los símbolos significantes los cuales solo los pueden realizar los seres humanos. Estos son gestos que surgen de un individuo para el que constituyen el mismo tipo de respuesta que se supone provocaran en aquellos a quienes se dirigen. Es con los símbolos significantes que logramos la comunicación. El lenguaje es un símbolo significante pues es un símbolo que responde a un significado en la experiencia del primer individuo y que también evoca ese significado en el segundo individuo. Su función es proporcionar una mayor facilidad para la adaptación y readaptación entre los individuos en cualquier acto social, y hace posible los procesos mentales, espirituales, etc. El pensamiento solo es posible a través de estos. Mead lo define como una conversación interna del individuo consigo mismo por medio de estos gestos. Hacen posible la interacción simbólica. PROCESOS MENTALES Y PENSAMIENTO. Mead analizo los procesos mentales empleando una serie de conceptos. La inteligencia Mead la define como la adaptación mutua de los organismos. Sostiene que los animales tienen “inteligencia irracional” y los humanos tienen “razón”. Explica que se razona indicándose a uno mismo los factores que provocan ciertas reacciones. Lo más importante de la inteligencia reflexiva de los humanos es la capacidad de demorar sus reacciones frente a los estímulos pues “la reacción demorada es necesaria para la conducta inteligente”. La conciencia para Mead tiene dos significados, aquello a lo que solo el actor tiene acceso y la inteligencia reflexiva. Para él la conciencia no está en el cerebro sino al medio en que nos encontramos o característica de él. El pensamiento Mead lo define como una conversación interna con nosotros mismos y no es un proceso interno del individuo, ni está en el cerebro sino que es un fenómeno social. La mente se distingue por su capacidad de responder al conjunto de la comunidad y de poner en marcha una respuesta organizada. La mente, analizada desde la perspectiva pragmática de Mead, intenta solucionar los problemas que plantea el mundo real y permite que las personas se comporten con eficacia en el mundo. SELF ¿Cómo es posible que un individuo salga experiencialmente de tal modo que pueda ser objeto para sí mismo? Mead llama a este proceso auto-indicación (Self indication) y lo refiere como un problema de naturaleza psicológica referida a la mismidad (Selfhood) o auto-conciencia. La auto-conciencia incluye un proceso racional, objetivo que se manifiesta en una actitud no afectiva hacia el individuo. También la situación social donde la persona está inmersa influye el proceso. En la medida en que el individuo puede reflexionar objetivamente, en esa medida, se objetiviza. El contenido social de esta objetivación es la capacidad del individuo de verse a sí mismo desde los diferentes puntos de vista de los miembros del grupo o desde un punto de vista generalizado del grupo al que pertenece. El individuo, pues, se convierte en "Self" en la medida en que introyecta e incorpora las actividades que otros tienen hacia él dentro de un ambiente o contexto social de experiencia o conductas donde todos (el individuo y los otros) están involucrados. La característica más importante de la explicación anterior es el reconocimiento de Mead de las habilidades reflexivas sus del es decir, la capacidad del individuo de ser propio objetivo de conocimiento. Estas habilidades son posibles gracias a que se percibe como parte de un todo social: su grupo. Entonces, la auto-conciencia o la conciencia de sí mismo no puede surgir en aislamiento, no es concebible en un vacío social. La autoconciencia, pues, es posible tanto porque el individuo se experimenta como el
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destino de las reflexiones (de los otros hacia él como por la conciencia del individuo de que " parte de un todo social constituido por otros individuos que también son parte y todo. La explicación de la auto-conciencia responde claramente a la cuarta tesis del Holismo I de Phillips: "Las partes no pueden ser entendidas si son consideradas aisladamente (por separado) del todo". En términos de la explicación de Mead: la auto-conciencia (la parte) no puede ser concebida por separado, independientemente, del grupo (del todo). Más específicamente, la auto-conciencia no puede ser entendida aisladamente del grupo social: "es posible concebir el surgimiento de un "Self" fuera de la experiencia social". Según Mead la comunicación es una conducta que le permite al individuo ser un objeto para sí mismo. La comunicación humana, pues, es una instancia de expresión del "Self": al tiempo que afecto a mi interlocutor con lo que digo, me afecta a mí mismo con lo dicho. Cuando un mensaje es estímulo tanto para la persona que lo transmite a una segunda como para sí misma, se convierte del mensaje en un conjunto de símbolos significantes. Mead nos dice que existe tina diferencia entre la comunicación humana y otras formas animales de comunicación. Ilustra su punto estableciendo que no es lo mismo el llamado de una gallina a sus polluelos o el aullido de un lobo a su manada y la comunicación de símbolos significantes. La comunicación humana involucra al "Self". La comunicación humana, en tanto conversación con símbolos significantes, nos remite a lo que Mead refiere como el discurso o la argumentación significativa (significant speech). Esta consiste en una, acción "que afecta al propio individuo y este electo es parte del llevar a cabo inteligentemente la conversación con otros,... Uno conversa con su "Self" como uno conversaría con otra persona" (p. 205). En esta instancia particular, Mead explica la comunicación humana como el resultado, la consecuencia de la capacidad del individuo de objetivarse. Esto es, reconoce que el individuo tiene habilidades reflexivas (v. gr., auto conciencia) y, a través de símbolos significantes, se puede comunicar, con los demás y afectarlos de la misma manera en que sé afecta a sí mismo. La comunicación entre humanos está, pues, determinada por la capacidad reflexiva de las personas, por su autoconciencia (Selfconsciousnéss). Esta explicación está, en espíritu, cerca de, la tercera tesis del Holismo I de Phillips: "El todo determina la naturaleza de las partes". Sin embargo, en, seguida esto no es claro prima face como lo veremos en seguida. Mead nos ha hablado de cómo un individuo se transformara en persona al aparecer el "SeIf". Esta persona desarrolla habilidades reflexivas al adquirir un lenguaje y experimentar su como parte de un todo social. Sin embargo, la persona surge también y paralelamente, como, un todo social. Es precisamente, aquí donde la naturaleza de la comunicación humana es relevante, en tanto que la persona no sólo es un individuo sitio una persona en posesión de un "SeIf" social, es decir, un individuo con auto conciencia. La persona, como un todo, determina la naturaleza de su comunicación con los demás. Es el todo (la persona, el individuo con auto-conciencia, el individuo con habilidades reflexivas) el que determina la naturaleza de sus partes (la comunicación con los demás). El individuo incorpora los procesos sociales generales y los organiza en su experiencia personal, lo cual constituye la base y prerrequisito para el máximo desarrollo del "Self" individual. Queda claro que para Mead la sociedad es a la persona corno la persona es a su conducta consciente (conducta con la presencia reflexiva del "Self"). Este paralelo "todo partes" es posible por la presencia del "otro generalizado" que Mead explica así "La comunidad organizada grupo social que da al individuo su unidad de "Self" puede ser llamado ´el otro generalizado. La actitud del otro generalizado es la actitud de toda la comunidad. Esta es, sin duda, una de las instancias más elocuentes donde Mead presenta su posición frente a lo que es la acción social y la formación de actitudes. SOCIEDAD. Los espíritus, las personas, la conciencia y la inteligencia no podrían haber surgido de otro modo: tiene que haber existido alguna clase de proceso social en desarrollo. Mead busca la base de la sociedad humana a través de dos vías: lo biológico y lo institucional. Desde el polo biológico Mead va a buscar una continuidad entre el hombre y el animal. Desde el polo institucional el ubica como punto de partida a la familia y todas las formas de organización social humana mas amplia, están en definitiva basadas en la familia. Las normas sociales pueden ser transformadas por los mismos individuos ya que todos tienen posibilidad de generar algo nuevo en la experiencia pues pueden ubicarse en cualquier lugar de la sociedad y gracias a su discurso influir en el otro. La sociedad para este autor adquiere sustento en base a la comunicación que posibilita el intercambio económico y el bien por el prójimo y es la misma
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interacción social la que genera los mecanismos de control pues la comunicación nos lleva a buscar el bien común. Mead hace derivar la sociedad humana de alguna forma anterior en que no existía aun la interacción simbólica: la sociedad humana se entiende desde dos polos Polo fisiológico: el hombre, como los animales, tiene impulsos que solo puede satisfacer son su semejante: sexo, paternidad y vecindad. Se satisface, sobretodo, la familia, comunidad originaria de la vida social. Polo institucional: las instituciones o conjuntos de reacciones idénticas a los otros, con las que surge el lenguaje simbólico, y que controlan la realización de los instintos. Los vertebrados tienen familias y se unen en rebaños, pero sin personas no hay sociedades humanas, y las personas surgen e la comunicación social. EVOLUCION. Mead comienza por distinguir entre el organismo fisiológico como tal y el "SeIf". El primero está allí cuando nacemos, el segundo se desarrolla en el proceso de interacción del individuo con su ambiente. Dentro del ambiente que rodea al individuo, Mead destaca el conjunto de relaciones humanas. Es precisamente esta experiencia evidenciada y dramatizada por la adquisición del lenguaje, que sirve de fundamento al "Self". En esta observaciones primeras de su teoría, Mead hace clara su adherencia al punto de vista holista del desarrollo del "Self" y a una concepción dinámica, vis-a-vis estática, del ser humano. Esto se hace evidente al notar su viso de los conceptos de desarrollo, proceso y relaciones. También es importante destacar el espíritu dinámico que pernea el texto. Al establecer la diferencia entre el organismo fisiológico y el "Self", Mead apunta -Implícitamente- a una tesis de lo que Phillips identifica como Holismo 1: "el todo es más que la suma de sus partes". El siguiente análisis de Mead nos da más material para apoyar un cuerpo y un "Self". Un cuerpo "está allí" y puede operar, incluso de manera inteligente, sin la presencia de un "SeIf". El "Self", como ya se apuntó antes, tiene la capacidad del individuo de objetivarse, es decir, de ser su objeto y objeto de conocimiento al mismo tiempo. Es perfectamente aceptable decir que el ojo ve al pie, sin embargo, no puede ver al cuerpo como un todo. Las experiencias corpóreas están organizadas alrededor de un "Self" Las partes del cuerpo pueden distinguirse de este "Self". Es más, podemos perder partes del cuerpo sin afectar seriamente al "Self" El cuerpo entonces, no se experimental sí a mismo como el "SeIf " lo experimenta. Uno de los aspectos más conocidos y mejor logrados de la teoría del "Self" de Mead es su explicación del "yo" y del "mi". Ya habíamos mencionado que algunas explicaciones de Mead caen dentro de lo que algunos autores en ciencias sociales han llamado el pensamiento holista. También citamos la tesis holista acerca de la influencia del todo en sus partes. La descripción mediana del "yo" del "mi" ilustra claramente esta tesis. El "SeIf", es decir, la capacidad reflexiva de la persona es el todo que tiene dos partes: el "yo" y el "mi". El "yo" es la parte reactiva de la persona en las actitudes de los demás. Es, por decirlo de alguna manera, la parte originalísima que la persona aporta -a través de sus respuestas -en su interacción con los otros. Estas actitudes que toma ante los demás son el elemento novedoso, la aportación de la persona. El "yo", afirma Mead, da un sentido de libertad, de iniciativa. El "mi", por el otro lado, "representa una organización definida de la comunidad ahí en nuestras actitudes, la cual demanda una respuesta, pero la respuesta que tiene lugar es algo que sólo pasa. No hay seguridad en cuanto a ella". La relación del "yo" y del "mi" es curiosa e interesante. Son entidades que existen de manera independiente y, sin embargo, se pertenecen, están juntas. Son partes de un mismo todo. Su separación, nos dice Mead, no es ficticia, es real. No. son idénticos. El "yo" no es calculable, predecible. La "mi" demanda una respuesta del individuo de acuerdo con una situación, sin embargo, el "yo" que es la entidad que provee la respuesta nunca llega a dar la respuesta perfectamente adecuada a la situación. "El "yo" tanto llama al "mi" como responde a él. Tomados juntos constituyen una personalidad tal y como aparece en la experiencia social. El "Self" es esencialmente un proceso social en marcha con dos fases distinguibles. Si no tuviese estas dos fases, no podría haber responsabilidad consciente y no habría nada novedoso en la experiencia. En lo anterior encontramos en el trabajo de Mead una instancia teórica difícil de analizar. El problema de la dualidad en la unidad está presente cuando Mead discute las dos partes estructurales del "SeIf": el "yo" y el "mi". El autor ¡lo se refiere explícitamente a ninguna estructura, sin embargo, establece un
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paralelo entre el "yo" y el "mi" y la estructura tripartita de la personalidad según Freud; el id o ello, el ego y el superego. Por un lado, uno está tentado a tratar al "Self" como un término holista que, corno antes dijimos, define su unidad en la dualidad. Aquí las partes (el "yo" y el "mí") están concebidas y explicadas como entidades interrelacionadas y, dinámicas de un todo (el "Self"). Están interrelacionadas porque se afectan mutuamente. Son interdependientes porque el "yo" es inconcebible sin el "mi" y el "mi" es contingente de la existencialmente "yo" para su surgimiento. Por otro lado, la concepción del "mi" es holista en el sentido de que no es solamente una mera internalización de normas sociales por parte del individuo sino de alguna manera se refiere al mismo contenido del otro generalizado, es decir, la completud del grupo social, una actitud a un todo social externo, organizado y unitario. El "mi" incorpora esta alteridad otherness) al "SeIf". La argumentación no puede ser positiva en cuanto a que el "yo" y el "mi", corno en el caso del otro generalizado, necesitan nuevos conceptos para definir partes de la estructura del "Self". A pesar' de que la descripción estructura del "Self" de Mead está llena de colorido y utilidad, su explicación conlleva problemas de definición. PENSAMIENTO DIALECTICO. Los conceptos de Mead están dialécticamente relacionados unos con otros. Su enfoque se inspira en Hegel y se asemeja a la dialéctica de Marx. Es imposible separar claramente los conceptos de mente, self y sociedad. Pasamos a estudiar los principales elementos de la dialéctica y el modo en que se manifiestan en la obra de Mead. 1. El pensador dialéctico rehúsa analizar el mundo en términos causales unidireccionales. Por ejemplo, el self surge de la sociedad, y lo selfs contribuyen al desarrollo de una sociedad más compleja y organizada, a una mayor diferenciación, evolución y organización de la sociedad. 2. El pensador dialéctico se niega a separar hecho y valor. Mead no se opuso a hacer juicios de valor, como con su aversión a la Iglesia como institución represora. 3. El pensador dialéctico no encuentra líneas divisorias rígidas y marcadas entre los fenómenos sociales. Se niega a separar mente, self y sociedad. 4. El pensador dialéctico adopta una perspectiva relacional del mundo. Esto se manifiesta en el análisis de la relación entre el yo y el mí, que se necesitan mutuamente para existir. 5. El pensador dialéctico se preocupa no sólo por el presente, sino también por su relación con el pasado y con el futuro. Esta preocupación por el pasado, presente y futuro se manifiesta en la reflexión que hace acerca de la evolución social. 6. El pensador dialéctico nunca adopta una perspectiva determinista del futuro. Mead cree un estado ideal, pero lo que importa y lo que determina el grado de progreso hacia la evolución ideal es lo que hacen los actores. 7. El pensador dialéctico se preocupa por el conflicto y la contradicción. Hay importantes conflictos y contradicciones en la obra de Mead, como los que se dan entre el yo y el mí, así como entre la necesidad de amoldarse a la sociedad y la necesidad de ser innovador y cambiarla.
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CAPITULO 10 ALFRED SCHULTZ INTERPRETACIONES DE LA OBRA DE SCHUTZ. La interpretación de la obra de Schutz la podemos dividir en diferentes grupos: Los etnometodólogos y fenomenólogos ven en Schutz la fuente de su interés por el modo en que los actores crean o construyen la realidad social. Mean y Wood afirmaron que la cuestión principal de su enfoque era el modo en que los actores crean las situaciones y las reglas, creándose a la vez a sí mismos y a sus realidades sociales. Para Mónica Morris el objeto de la sociología es el modo en que los seres humanos constituyen o crean el mundo de la vida cotidiana, según Schutz. Otros autores críticos con Schutz como Robert Bierstedt, critican el análisis de Schutz por su análisis del modo en que los actores construyen la realidad social, y por su correspondiente falta de interés por la realidad de las grandes estructuras de la sociedad. Es decir, los críticos de Schutz lo criticaban por lo mismo que lo alababan los otros. Sin embargo, aunque chocaron en las conclusiones, coincidieron en el enfoque micro. Otra escuela de pensamiento opina todo lo contrario a Schutz y lo considera un determinista cultural. Robert Gorman sugirió que Schutz hacía hincapié en las constricciones que la sociedad imponía al actor. Los actores no eligen libremente creencias o pautas de acción, ni construyen a su arbitrio el sentido de la realidad social. Gorman concluye que la conducta social responde aparentemente a factores independientes del sujeto. La perspectiva más legítima es una combinación de la primera y la tercera interpretación de su obra. Es decir, los actores de Schutz crean la realidad social, pero lo hacen según pautas de acción socialmente determinadas que los constriñen. LAS IDEAS DE EDMUND HUSSERL 1) La Fenomenología como Método. Lo mismo que Descartes, Husserl quiere darle a la filosofía un método absoluto sobre el cual basa su sistema de verdades. Así como Descartes se había inspirado en la
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firmeza de las matemáticas para lograr su método, Husserl hace una distinción en la evidencia que aparece a nuestro espíritu, de la cual dice que hay dos clases: Evidencias acertóricas, que se refiere a una verdad pero no hace imposible que lo contrario sea verdadero, este tipo de evidencias se encuentran en los hechos que continuamente palpamos. Y evidencias apodícticas, es superior a la anterior pues no sólo se refiere a algo verdadero sino a lo necesario, de tal modo que sería absurdo pensar lo contrario como verdadero; este tipo de evidencias lo encontramos en verdades rigurosas como las de las matemáticas. "Husserl piensa que todas la ciencias han procurado basarse en verdades apodícticas, mientras que la filosofía todavía no lo ha hecho, pues continúa enunciando proporciones que carecen de validez universal, o sea, que no son válidas para toda conciencia. En consecuencia Husserl propone para tal fin un método que él denomina fenomenológico". En síntesis esta fenomenología consiste en remontarse por intuición hasta las esencias que posibilitan las captaciones ordinarias; así por ejemplo, hacer la fenomenología del amor no consistirá en describir experiencias concretas y realistas del amor, sino las vivencias necesarias para experimentar el amor como un valor. "La fenomenología echa mano de la descripción de lo que aparece, pero de aquello que surge con evidencia apodíctica. Deja entonces de lado la explicación de las cosas por los primeros principios y por las causas, y establece que es la intuición intelectual el procedimiento propio de la filosofía, pues no se puede aceptar nada con evidencia apodíctica si no se capta directamente en su manifestación donde el objeto aparece". Descripción neutra se refiere a la descripción del objeto presente sin asociarlo con ideas o creencias corrientes e ingenuas acerca de su existencia real. La aceptación de esa existencia real es necesaria en la vida cotidiana pero no en el rigor filosófico, esto no quiere decir que se niegue tal existencia, pero tampoco que se afirme, simplemente se permanece en una postura neutral. 2) El Centro de la Fenomenología y su Objeto Principal. Son las esencias, dejando de lado que es simplemente fáctico o contingente o singular, interesándose sólo por ese centro o unidad de características que se entrelazan. Pero estas esencias no son de cualquier tipo sino que son aquellas que caracterizan las vivencias o sea, a los modos de captar por la conciencia algún objeto. 3) La Reducción. El término central utilizado por Husserl en su fenomenología es el término Reducción o Apojé, que en resumen, es la operación mental por la cual se coloca entre paréntesis o se prescinde o se deja fuera de consideración, algún dato que ordinariamente se presenta. 4) La Intencionalidad. Es una propiedad esencial de la conciencia por la cual ésta se tiende hacia un objeto, gráficamente se podría representar como una flecha tendida hacia el objeto. La conciencia no debe entenderse entonces como una substancia sino como una actividad, como un estar lanzado hacia la conciencia, es siempre conciencia de, y cada tipo de objeto tiene siempre un tipo de intencionalidad. LA CIENCIA Y EL MUNDO SOCIAL. Alfred Schutz propuso como el objetivo primario de las ciencias sociales lograr un conocimiento organizado de la realidad social. Para mayor claridad, propuso su concepto de realidad social, el cual es “la suma total de objetos y sucesos dentro del mundo social cultural, tal como los experimenta el pensamiento de sentido común de los hombres que viven su existencia cotidiana entre sus semejantes, vinculados por múltiples relaciones de interacción. Es el mundo de objetos culturales e instituciones sociales en el que todos hemos nacido, dentro del cual debemos movernos y con el que tenemos que entendernos”. Los seres humanos seremos, entonces, los actores en el escenario social que experimentamos desde nuestro nacimiento, el mundo en que vivimos como un mundo natural y cultural simultáneamente. Este no es un mundo privado sino intersubjetivo, puesto que es común a todos nosotros, es otorgado y potencialmente accesible a cada uno. El mundo de la vida cotidiana es la realidad que parece evidente para los hombres que permanecen en la “actitud natural”. Esa realidad pertenece a las estructuras fundamentales de lo pre-científico y debe constituir la descripción inicial de las ciencias que aspiran a interpretar y explicar el pensamiento y el comportamiento humanos. El hombre participa continuamente en formas que son a la vez inevitables y pautadas, dentro del ámbito de la realidad. Aquella región en la que el hombre puede intervenir y que puede modificar, mientras opera en ella a través de su organismo animado, se denomina el mundo de la vida cotidiana. Desde el punto de vista de Schutz, “solo dentro de este ámbito (la vida cotidiana) podemos ser comprendidos por nuestros semejantes, y solo en él podemos actuar junto con ellos”. El mundo de la vida cotidiana es entonces, la realidad fundamental y eminente del hombre. Ese mundo se le presenta al hombre en normas coherentes de objetos bien circunscritos que tienen propiedades
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determinadas. El hombre también presupone que otros existen en ese mundo, dotados de una conciencia que es esencialmente igual a la suya. De esta manera, su mundo cotidiano no es un mundo privado, es más bien un mundo intersubjetivo, en el que puede actuar sobre sus semejantes y ellos pueden actuar sobre él, dando lugar a múltiples relaciones. El ámbito de las cosas del mundo exterior es, así mismo, intersubjetivo. El mundo de la vida, entendido en su totalidad, como mundo natural y social, es el escenario y lo que pone límites a las acciones reciprocas. Los objetivos deben ser dominados y transformados, mediante nuestros actos, para ser reales. De esta manera, los hombres no solo actuamos y operamos dentro del mundo de la vida sino también sobre él. En resumen, nuestra actitud natural de la vida está determinada totalmente por un motivo pragmático. TIPIFICACIONES Y RECETAS. Las tipificaciones ignoran los rasgos individuales y particulares y se centran sólo en características genéricas y homogéneas. En términos generales, siempre que hacemos uso del lenguaje estamos tipificando. Las recetas tienden a tener relación con las situaciones. Las personas utilizan las recetas para controlar las miles de situaciones a las que se enfrentan día con día en la vida cotidiana. La mayoría de nuestras actividades diarias, desde levantarnos hasta dormir, son de este tipo. Se realizan de acuerdo con recetas que se reducen a hábitos culturales de trivialidades que no se cuestionan. INTERSUBJETIVIDAD. El mundo es cultural e intersubjetivo. Es intersubjetivo porque vivimos en él como hombres entre hombres, con quienes nos vinculan influencias y valores comunes, comprendiendo a los demás, y siendo comprendidos por ellos. Es un mundo de cultura, porque, desde el principio, el mundo de la vida cotidiana es un universo de significación para nosotros, vale decir, una textura de sentido que debemos interpretar para orientarnos y conducirnos en él. Pero esta textura de sentido, se origina en acciones humanas, y ha sido instituida por ellas, por las nuestras, y las de nuestros semejantes. Todos los objetos culturales (herramientas, arte, sistemas de lenguaje, etc), señalan en su mismo origen y significado las actividades de sujetos humanos. Debido a ello siempre somos conscientes de la historicidad de la cultura que encontramos en las tradiciones y las costumbres. Esta historicidad es plausible de ser examinada en su referencia a actividades humanas cuyo sedimento constituye. Por la misma razón, no se puede comprender un objeto cultural sin referirlo a la actividad humana en la cual se origina. El mundo, no es un mundo privado, sino intersubjetivo, y que, por la tanto, el conocimiento de él, no es privado, sino intersubjetivo y socializado desde el principio. Es por ello que se deben considerar los siguientes tres aspectos del problema de la socialización del conocimiento. 1. La reciprocidad de las perspectivas. Se basa en presumir la inteligencia de los semejantes. Esto, implica que los objetos del mundo, son, en principio, accesibles a su conocimiento, o sea que son conocidos o conocibles, por ellos. Es algo que se sabe, y se presupone, están fuera de toda duda. Pero también hay conocimiento de que el mismo objeto, debe significar algo diferente para mí, y para cualquiera de mis semejantes.
2. El origen social del conocimiento. Solo una parte del conocimiento, se origina dentro de la experiencia personal. En su mayor parte es de origen social, ha sido transmitido por amigos padres y maestros. Se nos enseña a definir el ambiente, (es decir las características típicas del aspecto natural relativo del mundo que predomina en el endogrupo como la suma total incuestionada, pero siempre cuestionable, de cosas que se presuponen hasta nuevo aviso) sino también a elaborar construcciones típicas de acuerdo con el sistema de significatividades aceptado por el punto de vista anónimo unificado del endogrupo. Esto incluye modos de vida, métodos para abordar el ambiente, recetas eficaces para el uso de medios típicos que tienden a lograr fines típicos en situaciones típicas. El medio tipificador por excelencia que permite transmitir el conocimiento de origen social es el vocabulario y la sintaxis del lenguaje cotidiano. 3. La distribución social del conocimiento. El conocimiento esta socialmente distribuido. El conocimiento real “a mano”, mencionado anteriormente, difiere de un individuo a otro, y el pensamiento de sentido común toma en cuenta este hecho. No solamente difiere lo que un individuo conoce de lo que conoce su semejante, sino también el modo como conocen ambos el mismo hecho. El conocimiento tiene muchos grados de claridad, nitidez, precisión y familiaridad, al igual que el acervo de
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conocimiento que un individuo tiene a mano. Esta estructura se origina en el sistema de significatividades vigente, y por ende, esta biográficamente determinado. El conocimiento de esas diferencias individuales constituyen en sí mismo un elemento de la experiencia de sentido común: Se sabe a que abogado o medico hay que consultar, y en qué circunstancias hay que hacerlo. Para resumir, en la vida diaria, se construyen tipos acerca del campo de trato directo del otro, y del alcance de su conocimiento. Al hacerlo, se presume que el otro se guiará por determinadas estructuras de significatividades, que se expresan en un conjunto de motivos constantes que conducen a una pauta particular de acción, y hasta codeterminan su personalidad. INTERPRETACION DE LA TEORIA DE SCHUTZ Alfred Schutz se adhirió a la filosofía fenomenológica de Edmund Husserl, cuyo objetivo era la comprensión del ego trascendental, y le dio un giro externo para analizar la subjetividad, el mundo de la vida y el mundo social. La clave para entender la teoría de Schutz es la comprensión de su sentido de la ciencia. La ciencia constituye uno de los varios mundos examinados por Schutz, entre otros, se cuentan el mundo de los sueños, el de las fantasías, el de la demencia y, especialmente, la realidad eminente del mundo cotidiano. A diferencia de las personas que habitan el mundo cotidiano los científicos no están pragmáticamente implicados en el mundo diario de los sujetos sometidos a estudio ni, mientras hacen ciencia, en su propio mundo cotidiano. Se implican en el mundo de la ciencia y confían en su acervo de conocimiento. En lugar de confiar en el acervo de conocimiento asociado al mundo cotidiano. Mientras en el mundo cotidiano las personas se conducen sensata y razonablemente, sólo en los modelos teóricos del científico social se comportan de un modo totalmente racional. Los modelos racionales y los contractos (de segundo orden) de los científicos sociales (es decir, los tipos ideales) se basan en los contractos de primer orden que las personas utilizan para vivir sus vidas cotidianas. El objetivo del análisis del científico social es la construcción de pautas de acción. La construcción de estos tipos ideales de actores totalmente racionales (títeres u homúnculos) y de sus pautas de acción. La construcción de estos tipos ideales debe cumplir los requisitos de una ciencia rigurosa. Es este tipo de teorización, señala Schutz, lo que hace posible una ciencia de la subjetividad objetiva y racional. En una buena parte de lo que acabamos de señalar está implícita la importancia central de las tipificaciones tanto para los científicos sociales como para las personas que habitan el mundo cotidiano. Por lo general, las tipificaciones se derivan de factores sociales y son socialmente aprobadas, a la vez que permiten a las personas actuar sobre la base de la cotidianidad. Sólo frente a situaciones problemáticas las personas abandonan (con reticencia) sus tipificaciones ( y recetas) y crean nuevas fórmulas para tratar con el mundo social. A Schutz le interesaba fundamentalmente la intersubjetividad, o el modo en que las personas captan la conciencia de otras mientras viven dentro de sus propios flujos de conciencia. Una buena parte de la obra de Schutz se ocupa del análisis del mundo de la vida, o del mundo de la vida cotidiana. Es este un mundo intersubjetivo en el que las personas crean la realidad social, a la vez que están constreñidas por las estructuras sociales y culturales preexistentes, que crearon sus predecesores. Aunque una buena parte del mundo de la vida es común a todas las personas, también existen aspectos privados de ese mundo. Distingue Schutz cuatros reinos del mundo social: el futuro (folgewelt), el pasado (vorwelt), el mundo presente de los saciados, con los que mantenemos un contacto cara-a-cara (umwelt), y el mundo presente de contemporáneos a quienes conocemos sólo como tipos (mitwelt). Los constructor de primer orden se crean en el umwelt, y aunque los constructor del segundo orden creados por los científicos sociales pueden aplicarse con mayor facilidad al mitwelt, es más relevante su aplicación al umwelt. Las íntimas relaciones-nosotros se establecen en el umwelt, y las tipificadas relaciones- ellos caracterizan al mitwelt. Si bien Schutz se distanció del análisis de la conciencia, nos ofreció ciertas reflexiones, especialmente en sus ideas sobre los significados y los motivos. Su teoría incluye una relación por la relación dialéctica entre el modo en que las personas construyen la realidad social y el presente inmediato, una realidad cultural inexorable que otros han construido y siguen construyendo. Esas realidades influyen sobre las personas, no sin ser capaces de dar un sentido, interpretar e incluso reconstruir el mundo cultural.
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CAPITULO 11 TALCOTT PARSONS LOS ESFUERZOS INTEGRADORES DE PARSONS. Era uno de los sociólogos más explícitos en lo tocante a su intención de desarrollar un enfoque integrado de teoría sociológica. Varios hechos lo demuestran.
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Primero, fundó el Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad de Harvard con la intención de unificar las distintas ciencias sociales. Su objetivo integrador incluía campos del saber tales como la psicología clínica, la psicología conductista, la antropología y la sociología. Segundo, en su propia teorización, desarrolló una noción clara de los distintos niveles de análisis social, especialmente ejemplificada por su noción de los cuatro sistemas de acción: el organismo conductual, la personalidad, el sistema social y el sistema cultural. Finalmente, Parsons afirmó en una de sus obras más importantes, El sistema social, que la integración de los niveles de análisis social es de suma importancia en el mundo social. Su obra quedó empañada por ciertas confusiones básicas, en particular por una incómoda mezcla de teoría de la acción y funcionalismo estructural. Partiendo del análisis de los pensadores que consideraba relevantes en la historia de la sociología, en su teoría de la acción Parsons elaboró inicialmente lo que parecía una orientación micro. Esto se aprecia con claridad en el hincapié que hizo en el acto unidad y en el voluntarismo de su obra temprana. Sin embargo, con los años, el acto unidad y el voluntarismo se desvanecieron de la teoría de Parsons, así como la teoría de la acción. En su lugar desarrolló una teoría estructural-funcional en la que los actores no actuaban de manera voluntaria, sino básicamente constreñidos por las estructuras sociales y por la cultura. PRINCIPIOS GENERALES. Los principios generales que su construcción teórica debía tener son: 1. Teoría de acción en la que los mecanismos centrales debían ser los actores orientados hacia ciertas situaciones con diferentes metas, valores y modelos normativos. 2. Voluntarismo: elección de un actor entre valores y cursos de acciones libres. 3. Fenómenos culturales: ideas, ideales, metas, normas. 4. Idea de emergencia: los sistemas de un orden más alto emergen de los sistemas de orden inferior. Raíces teórica y filosófica. Parsons para elaborar su teoría se basa en varias fuentes. Principalmente toma a Durkheim, utilizando su definición de sociedad, pero considerada como un sistema y no un organismo, En contraposición a Marx considera al conflicto como disfunción. Toma de Weber el concepto de acción social, lo que es una conducta con significado referente a la cultura. También retoma cuestiones de autores externos a la disciplina sociológica, como Freud, utilizando su segunda tópica, que plantea a la personalidad compuesta por tres componentes, el Ello (deseos), el Superyó (restricciones) y el Yo (mediador realista). Con esto se basa en el libro de Freud El malestar de la cultura que plantea a la sociedad como represor de nuestros instintos, ya que en el caso de las represiones del Superyó son todas de conformación social. Por último toma de Ludwig von Bertalanffy, biólogo y padre de la teoría general de sistemas, su propuesta de un modelo que amplíe la visión científica bajo un nuevo aspecto de ordenamiento y relación a través del modelo de sistema. Teoría de la acción. Tiene su origen en la obra de Max Weber sobre la acción social. Parsons escogió el término acción porque tenía una connotación diferente a la de conducta. Conducta implica una respuesta mecánica a los estímulos, mientras acción entraña un proceso mental activo y creativo. Parsons tuvo la precaución de distinguir explícitamente la teoría de la acción del conductismo. EL ACTO UNIDAD está compuesto por el actor, el fin, la situación en la que tiene lugar la acción, las condiciones que el actor no puede controlar y los medios que el actor puede controlar. Las normas y valores. Sirven para determinar la elección del actor de los medios para alcanzar los fines. Parsons afirmó que la acción no es más que un esfuerzo por acatar las normas. EL VOLUNTARISMO. Hace referencia a las elecciones que hacen los actores en las situaciones sociales en las que se encuentran. Esto no significa que los actores sean totalmente libres al hacer su elección, el concepto de voluntarismo implica una mente, una conciencia, e individuos que toman decisiones. LA VERSTEHEN. La necesidad de analizar la acción desde una perspectiva subjetiva.
El alejamiento de la teoría de la acción.
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El acto unidad hace referencia a actores y su acción mientras que el estatus-rol a la posiciones dentro de una estructura de la interacción. Parsons desarrolló el concepto de disposición de necesidad como la unidad más relevante en el nivel de la personalidad. Éstas son necesidades biológicas configuradas por fuerzas externas, y las orientaciones de valor son pautas culturales internalizadas. PAUTAS VARIABLES. Son un conjunto conceptual de cinco elecciones dicotómicas de acción que los actores pueden hacer en cada situación. Las pautas variables son elecciones universales que hace un actor antes de que la situación tenga un significado determinado. Afectividad-neutralidad. Cantidad de emoción o afecto que invertimos en un fenómeno social. Especificidad-difusibilidad. Orientación hacia lo específico o lo general en un fenómeno social. Universalismo-particularismo. Categorización de los fenómenos sociales como universales o locales. Adquisición-adscripción. Definición de los fenómenos sociales de acuerdo con lo que está adscrito a ellos o definirlos de acuerdo con lo que es adquirido. Sí mismo-colectividad. Dilema entre perseguir nuestros intereses privados o los compartidos con otros miembros de la colectividad.
AGIL La función es un complejo sistema de actividades dirigidas hacia la satisfacción de una o varias necesidades del sistema. Hay cuatro imperativos funcionales necesarios de todo sistema: (A) Adaptación (al entorno) (G) Goal attainment (capacidad para alcanzar metas) (I) Integración (interrelación entre sus partes) (L) Latencia (mantenimiento de patrones) Estos están vinculados a los cuatro sistemas de acción siguientes: 1. Organismo conductual. Adaptación o transformación al mundo externo. 2. Sistema de la personalidad. Logro de metas. 3. Sistema social. Integración. 4. Sistema cultural. Normas y valores que motivan acción. EL SISTEMA DE LA ACCION El sistema social expone las interrelaciones entre los subsistemas y es un modo de organización de los elementos de la acción en el que se dan relaciones actor-situación, siendo el protagonista el que orientará sus acciones hacia el logro de sus metas, buscando gratificaciones y evitando privaciones. La sociedad como sistema regula las actuaciones de los hombres manteniendo el equilibrio y el orden. El sistema general de la acción es un conjunto interrelacionado y jerarquizado de partes que interactúan produciendo un determinado comportamiento. Aquí se da la relación actor-situación. Este sistema está integrado por 4 subsistemas: 1. Social: permite la integración del individuo en la sociedad. Para del proceso de socialización está primero la familia y segundo la escuela. Aquí se hay Instituciones Jurídicas. 2. Personalidad: son los rasgos individuales, las orientaciones y motivaciones para que tiene para lograr sus objetivos y metas, relacionado también con las expectativas. Aquí se dan Instituciones Políticas. 3. Cultural: son las normas y valores que regulan y guían la conducta del individuo, el cual va internalizando y manteniendo pautas culturales. Este subsistema está compuesto de símbolos y aquí se desarrollan Instituciones Educativas. 4. Biológico: es una especie tipo organizada. Tiene como función la adaptación del individuo y ayudar a suplir las necesidades básicas de él. Aquí se dan las Instituciones Económicas. En cuanto al marco de referencia de la acción es donde el individuo se va a mover, con fines y objetivos, en un determinado lugar y donde cada individuo posee status y roles. Hay tres factores a tener en cuenta dentro de la acción: 1. Cognitivos: son las alternativas que tiene el actor para realizar una determinada acción (interés) y está relacionado con el conocimiento. Son Factores Racionales. 2. Catéticos: son los deseos, impulsos, sentimientos que hacen que el actor realice una determinada acción. Estos No Son Factores Racionales.
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3. Evaluativos: son estándares éticos, religiosos a partir de los que el actor evalúa las alternativas que tiene para realizar una acción. Son Factores Racionales.
El actor orienta sus acciones en un marco de ROL Y STATUS: • Rol: papel que el individuo desempeña dentro del sistema social de acuerdo a su status y en relación con los otros. Es un Aspecto Procedimental. • Status: posición que tiene el individuo dentro de la sociedad y determinado por ella, la cual envuelve sus roles, y en relación con el juego de expectativas, gratificaciones y recompensas. El individuo puede tener diferentes status de acuerdo a la posición que tendrá dentro de la sociedad, y por lo tanto tendrá diferentes roles. A partir de aquí se plantean expectativas de rol con respecto a los otros en una relación EGO (actor que se toma como referencia a sí mismo, puede ser un solo individuo o un colectivo) – ALTER (actor que toma a otros como punto de referencia). Estas expectativas están definidas por criterios de valor institucionalizados. Así el actor organiza sus conductas y orienta las del resto según expectativas, y con una motivación adecuada por parte de ambos se producen relaciones, con sanciones positivas o negativas que determinan si la relación satisface o no las expectativas y lleva o no al orden social. Cuando las expectativas de rol no son satisfechas correctamente se producen tensiones que llevan a conductas lesivas o desviaciones, para esto la sociedad debe aplicar los mecanismos necesarios para encarrilar dicha desviación y para que el individuo se adapte. O bien estas conductas lesivas pueden ser acumuladas y producir un cambio en la estructura, que no por ello es ruptura. Un individuo puede tener múltiples roles que al ser gratificados provocará optimismo y expectativas de movilidad social ascendentes, logrando así mantener una integración social. La socialización es la integración del individuo en la sociedad, y para lograrlo se dan dos procesos: • Internalización: el individuo incorpora las pautas, normas y valores del sistema cultural, es decir las “hace suyas”. Aquí los valores culturales del subsistema cultural se plasman e interiorizan en el de la personalidad. • Institucionalización: valores y normas culturales convertidas en instituciones, las que permiten mantener el orden social entre los individuos. Este proceso se da entre el subsistema cultural y el subsistema social. Parsons utiliza 5 variables pautas, que son parejas dicotómicas, para manifestar el paso de las sociedades primitivas a la sociedad moderna. Ellas son: 1. Cualidad – Realización: referido a si el rol o status es adscrito o adquirido, es decir se da el paso de una sociedad donde los roles y status son impuestos por herencia a una sociedad donde se los puede adquirir por medio del trabajo. La cualidad sería el rol/status adscrito y la realización el rol/status adquirido. 2. Auto orientación – Orientación colectiva: referido a cómo actúa el actor dentro de la sociedad, por intereses propios o por intereses de la comunidad. Lo primero, es decir la persecución del interés privado es propio de la sociedad moderna. Un ejemplo de auto orientación sería un comerciante, y un ejemplo de orientación colectiva sería un médico. 3. Universalismo – Particularismo: refiere a las metas y fines a los cuales va a llegar el autor, hace hincapié a si involucra o no al ego y tiene relación con la orientación catética de la acción. En el universalismo no se involucra al ego (es decir es una cuestión objetiva) y en el particularismo si (es una cuestión subjetiva). 4. Especificidad – Difusividad: referidos a los roles, donde el actor es proveedor de muchos servicios o de servicios especializados. Un ejemplo de especificidad sería la relación cliente-vendedor, y un ejemplo de la difusividad sería el matrimonio. 5. Afectividad – Neutralidad afectiva: hace referencia a las expectativas de rol que tiene un individuo de otro. Aquí se habla de una “perdida” de afecto o el no tenerlo en consideración para ciertas cuestiones. Un ejemplo de afectividad sería una relación de pareja, pero un efecto de neutralidad afectiva sería la relación entre un docente y sus alumnos, o bien el elegir a un compañero de trabajo no ya por amistad sino por conveniencia. En cuanto al problema del orden, surge de cómo integrar las motivaciones de los actores con criterios normativos-culturales orientados hacia un valor. Por lo tanto se dan dos planos: • El de la adaptación, la cual se obtiene por los mecanismos adecuados que permitan adaptar al individuo con la sociedad, pero éste no siempre funciona. • El de la desviación, para lo cual se deben usar mecanismos de control y ajustes, y se da cuando no existe una motivación adecuada en la relación ego-alter, por lo que se producen conductas lesivas, es decir se interfiere en el rol de la otra persona, por lo que se van acumulando tensiones que pueden llevar al cambio.
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La anomia para Parsons no es un problema, ya que se encuentra implícita, ésta se da cuando no se garantiza el orden social, y para salir de ella se precisa que las instituciones establezcan y mantengan el orden. Dichas instituciones deben indicar lo que se puede o debe hacer y lo que no, con el fin de garantizar el equilibrio dentro de la sociedad. Ellas forman parte del sistema de control social dentro del sistema social, y son las que apalean el cambio, el cual para el autor es gradual Sistema social. Los contenidos de la acción se organizan, analíticamente, de acuerdo con tres modos (que son abstracciones de la conducta social concreta): el sistema social, el sistema de la personalidad y el sistema cultural. El sistema social es un modo de la acción motivada que se organiza alrededor de las relaciones mutuas entre los actores (individuales o colectivos). Es el proceso de interacción en sí. El sistema social se revela por medio de tres características propias de la noción de sistema: 1) la existencia de partes mutuamente interdependientes, 2) las partes contribuyen al funcionamiento del sistema, y 3) la búsqueda constante del equilibrio. El sistema cultural Es el sistema de patrones simbólicos, integrados por la organización de los valores, normas y símbolos, que orientan las elecciones de los actores y limitan las interacciones entre estos. Con otras palabras, es el sistema que sustenta y hace posible la acción motivada. Provee los contenidos (valores, normas y símbolos) que sustenta la posición y orientación de los actores individuales. Para Parsons la integración dentro de los sistemas de acción tiene dos aspectos: un aspecto negativo y otro positivo. El negativo persigue la disminución de todo aquello que tiende a obstruir la estabilidad del sistema por destrucción o por obstaculización reciprocas (reglamentaciones prohibitivas). El aspecto positivo se refiere a las relaciones de apoyo, de cooperación, tendientes a posibilitar el funcionamiento total del sistema (trabajo común). El sistema de la personalidad Es el modo de la acción motivada que se configura alrededor del carácter orgánico del individuo. Es decir, el sistema de la personalidad se refiere a las acciones de un individuo organizadas de acuerdo con lo que Parsons llama necesidades-disposiciones incluyen necesidades tanto orgánicas como aprendidas. En su conjunto, el sistema de la personalidad pone de relieve el aspecto orgánico (biológico) que se mencionó con anterioridad. Organismo conductual. En su análisis, los sistemas inferiores proporcionan las condiciones que requieren los sistemas superiores, y los sistemas superiores controlan a los que están en un nivel inferior en la jerarquía. El funcionalismo estructural se establece con los siguientes supuestos: 1.-Los sistemas tienen como característica el orden e interdependencia de las partes2.-Tienden hacia un orden o equilibrio que se mantiene por sí mismo3.-Los sistemas pueden ser estáticos o entrar en un proceso ordenado de cambio.4.-Un parte del sistema influye en la forma que adoptan las otras partes.5.-Los sistemas mantienen límites con sus ambientes.- 6.La distribución e integración son procesos fundamentales para el equilibrio de un sistema- Los sistemas tienden al automantenimiento. TEORÍA EVOLUCIONISTA Parsons hizo el estudio del cambio social, denominado como un paradigma del cambio evolucionista. Primero, había que definir la diferenciación entre la estructura y su función. Un momento importante en la sociología de Parsons es el que se revela en la revalorización o renacimiento de las concepciones evolucionistas en ciencias sociales: El renacimiento que señalamos expresa Parsons- obedece en gran parte al desarrollo de un nuevo tipo de relación entre las ciencias sociales y biológicas, que hace cada vez más evidente que el establecimiento de una continuidad entre ambas dentro de la categoría general de ciencias de la vida es fundamental. Esta nueva orientación parte de una continuidad directa entre lo humano y lo subhumano. Así la articulación entre los dos niveles es el resultado necesario de un proceso ya gestado en las etapas inferiores del desarrollo evolucionario y que se extiende hasta las perspectivas del presente .En esta línea de las ciencias, Parsons se interesa por aquellas capacidades presentes en las estructuras (a cualquier nivel) que por su
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importancia son capaces de facilitar (y aun de producir) la continuidad del proceso evolucionario. El autor designa a tales desarrollos con el término evolucionarios universales y define el concepto con especial atención a la adaptación(relación de equilibrio de un sistema vivo con su medio):Un evolucionario universal, entonces, es un complejo de estructuras y procesos asociados cuyo desarrollo incrementa tanto la capacidad adaptativa a largo plazo de los sistemas vivos en una clase dad, que solo los sistemas que desarrollen este complejo pueden alcanzar ciertos niveles superiores de capacidad general adaptativa .En el plano de la cultura y la sociedad, Parsons distingue un conjunto de prerequisitos que mantienen un vínculo fundamental con el surgimiento de las primitivas formas de las sociedades. Estos pre-requisitos son: religión, comunicación con lenguaje, organización social a través del parentesco, y tecnología. Parsons explica el contenido y la importancia de cada una de estas características consideradas como pre-requisitos y observa en ellas las bases de una línea universal del desarrollo que conduce hasta las sociedades modernas. Podemos decir que en este último sentido el interés del autor es retomar los esfuerzos de Max Weber para establecer los rasgos que particularizan el desarrollo de occidente. Las sociedades modernas representan la culminación de la gran línea de la evolución social. En tal sentido, Parsons distingue un conjunto de evolucionarios universales, constituidos por un sistema de mercado basado en el dinero, organizaciones burocráticas, normas universales generalizadas y la organización política democrática (democracia formal). Estas cuatro características pueden ser rápidamente reconocidas como inherentes al desarrollo de la sociedad capitalista contemporánea. Durante los años 60 se debatió sobre la eficacia de esta concepción para ser aplicada a las modernas sociedades socialistas que lograron un desarrollo paralelo al del capitalismo sin presentar el cuadro completo de los evolucionarios parsonianos. Específicamente las sociedades socialistas rechazaban explícitamente el sistema de mercado basado en el dinero y la asociación democrática (burguesa).Los evolucionarios parecieron encontrar un límite de su universalidad, pero el autor enfrento las críticas por medio de la afirmación de que las sociedades socialistas tenían dos caminos: la adopción del conjunto completo de requisitos o el retroceso de estadios inferiores de la evolución. Puede decirse, ciertamente, que esta proposición que se presentaba como universal encontró un obstáculo o limite histórico en los marcos geográficos del capitalismo de la época. En el debate político, la sociología de Parsons era vista por muchos como un aspecto más de la Guerra Fría. Se llegó a denunciar el trasfondo imperialista de estas nociones. Los cambios históricos resientes como en las sociedades como en la teoría nos colocan en otra situación que nos informa, hasta cierto punto, el cumplimiento de las predicciones de Parsons. Medios generalizados de intercambio..
Planteada originalmente por T. Parsons a mediados de la década del sesenta, los medios de intercambio simbólicamente generalizados son definidos como recursos relativos a los procesos de intercambio entre los subsistemas del sistema social. Parsons generaliza las características del dinero arribando a un conjunto de propiedades comunes para todos los medios (poder, influencia y compromisos de valor). Posteriormente, la teoría ha sido utilizada y desarrollada por teóricos como N. Luhmann y J. Habermas, quienes le han introducido innovaciones específicas: Luhmann abandona la idea de intercambio reemplazándola por la de comunicación, mientras que Habermas distinguirá entre medios de control y de comunicación. El resultado de ello ha sido la ampliación del referente a partir del cual se estudian las propiedades generales de los medios incluyéndose, además del dinero, también al lenguaje. Más allá del alcance de tales innovaciones, sostenemos que estamos en presencia de una única teoría de los medios simbólicamente generalizados, pues se ha mejorado la capacidad analítica de la teoría, permanecido inalterado su pretensión de conocimiento: investigar las dinámicas de coordinación social más estables que se presentan en sociedades altamente diferenciadas.
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europeas
1815-1840
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LINEA DE VIDA 1600
1650
1700
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Revoluciones
Revolución Francesa y I Comuna de Paris II Comuna de Paris
1550
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1950
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DESCARTES (1595-1650) JOHN LOCKE (1632-1704) MONTESQUIEU (1689-1755) ROUSSEAU(1712-1778) ADAM SMITH (1723-1790) SAINT-SIMON (1760-1825) ALEXIS DE TOCQUEVILLE (18051859) COMTE (1798-1857) DE MAISTRE (1753-1821 DE BONALD (1754-1840) DAVID RICARDO (1772-1823) C. DARWIN (1809-1882) HERBER SPENCER (1820-1903) WILFREDO PARETO (1848-1923) KARL MARX (1818-1883) DURKHEIM (1858-1917) WEBER (1864-1920) GEOR SIMMEL (1858-1918) GEORGE HERBERT MEAD (18631931) ALFRED SCHÜZT (1899-1959) TALCOTT PARSONS (1902-1979) Revolución Industrial
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