34 0 5MB
Re en el acontecimiento de una conaencia actual, No hay, por tanto, "espacio virtual". En cambio, está en vías de desplegarse una reproducibilidad electrónica de los lugares, países yextensienes geográficas: poco desarrollada todavía, abre inmensas perspectivas y constituye efectivamente una digitalización de los territorios y de los espacios de habitación que proceden del desarrollo de los objetos nómadas (entre ellos los teléfonos móviles), de las infraestructuras que son adecuadas a ello (en particular redes de frecuencia UTMS), balizas GPS (global position systcm), instrumentos de captación (tipo webcam), bancos de datos georefaenciados -urbanos, militares, demográficos, económicos, logísticos, metereológicos, etc-, sistemas electrónicos de información geográfica (SIG), satélites y sistemas de ayuda para la navegación, etc., por medio de los cuales se está iniciando un proceso de re-territorielieacion sobre las redes)' por medio de las redes, que abre unas perspectivas completamente inéditas y redistribuye los retos geopolíticos de la "sociedad de la información".' 228
Están en curso el mallaje y la representación digitales de los territonos, y la generalización de las infraestructuras de emisiones de informaciones localizadas ve la instalación de una "segunda generación" de técnicas digitales de navegación: las de lageo-información. En efecto, la digitalización de los territorios concierne a losJlJ"temaJ de navegación en los datos gcoreferenciales sobre unos fondos de mapas digitalizados en los que también se integran fotografías, grabaciones en vídeo, reproducciones de patrimonios de todo tipo y vectores de trayectos, y, a la vez, a los dispositivos de balizaje para la telefonía, la asistencia al vuelo y, más generalmente, la gestión de los aparatos móviles, de los objetos nómadas y de los vehículos de todo tipo. Ahora bien, esto significa también que el usuario se convierte él mismo en un dato' que circula en unos "paisajes de datos", es decir en unos datos electrónicos físicamente localiz ados y situados en unas interfaces que simulan los espacios territoriales. La gco-información confiere así a los territorios una función técruca de navegación -como Simondon demuestra que el agua del mar se convierte en un "medio asociado", una función técnica de la turbina Ouimbal que eqUipa las fábricas mar-motrices, un medio natural que está integrado él mismo en el "proceso de concretización" y, por tanto, funcionalmente sobrcdeterminado por él que se ha convertido esencialmente en medio tecnogeográfico.'"
229
3. Industrias de la transmisión y sistemas educativos a) Conciencias y substratos: evocaciones y desalTollos
La nueva época de la epifilogénesis, inducida por la evolución rnnemotécnológica resultante de la fusión de las industrias del cálculo, de la producción de los símbolos y de su telecomunicación, en la que ya no se puede distinguir entre sistema técnico industrial y sistema mnemotécnico, es la instalación de una industria mundiaLmente mtegrada de La transmisión, La transmisión es la función del dispositivo rctencional constitutivo del vínculo social, es decir, de la individuación psíquica y colectiva. La adopción no es la transmisión. Ésta (la transmisión) constituye el dispositivo de legado, mientras que aquella (la adopción) es la asunción de La herencia. Pero no hay adopción posible sin dispositivo de transmisión -que, evidentemente, puede muy bien no ser adoptado y desmoronarse. Esta nueva época de la epifilogénesis necesita la instalación de una calendariedad y de una cardinalidad e11"Js mismas integradas y mundiales. En los programas cósmicos y en la visión que de ellos da el cielo es donde encontraron su fuente común los más antiguos sistemas cardinales y calendarios (que proyectan orígenes y confines): la alternancia de días y noches, el crecimiento de las lunas y la sucesión de las estaciones 230
son las experiencias más universales de la calendariedad, que la mnemotecnia enriquece después con la anotación de los movimientos de los asiros en las efemérides y con los cálculos astronómicos. 'Iras los relojes de sol y los relojes hidráulicos, los mecanismos permiten a partir del siglo XVIII medir, objetivar y delegar en los artefactos motores el cómputo del transcurso horario del tiempo, lo que David Landes llama "guarda-tiempos"," y sincronizar por medio del repique de las campanas la vida social, base de las primeras citas en las que hay que "ser puntual"]: oficios religiosos, taller, escuela, etc. Repique de campanas que Husserl toma corno ejemplo en sus Lecciones sobre eL tiempo: es un objeto temporal.
El cielo, espectáculo inmenso en el que la humanidad aprende la contemplación -la teoría- es igualmente el espacio de constitución de la cardinalidad y en su sentido propIO, orientarse significa: encontrar a partir de una región celeste dada -dividimos el horizonte en cuatro reglOnes- las demás regiones y sobre todo, oriente." La orientación supone esta división y ésta desde luego no es más dada por la experiencia inmediata del cielo de lo que lo es el cómputo calendario de las efemérides, aun cuando éste se arraigue en el sentimiento de una diferencia: quiero decir aquella entre la derecha y la izquierda. Este "sentimiento" tmodernidad que scría la _,alida de la modernidad es sobrevaluar la definición de la modcrnidad por la l'eriodizaC1(¡n de la historia de [a filosofía y sub-evaluar el inmeo~o cfCcto de
ruptura 'Iue eo"'tituye la revolución industrial. La distancia entre ROIl~'eau y Marx e-s infinitamente mayur que [a distancia entre Nietzsche y nosotros. Esta oh~ervación no ~ignifica que la "postrnodernidad'' sea un concepto vado: La condición postmodalla fuc un libro importante. Sin embargo, es necesario situar preei,amente el inten's y e! sentido de época dcccpuoa de la modernidad.
pruebas 'Iu~
24. Sobre [a compleja aniwlaeióo eotre i"'truceión e industrialización, en la é,ta parece haber frenado en mucho, caso~, al menos en un primer momento,
259
la alfabetización, el Fran~ois Furet y [acques Ozouf L.re a Éoire, volumen 1, Minuit, 1977, 1'1'. 2')9-269.
25.
t«, ibid.,
pp. 275-276.
26. Cf especialmente Kant, nenko. Vrin, 1967.
Réfl~x;ons sur
Nducation, rr. [al francés] A. Phila-
27. La cual supone una institución quc suscita un problema de epistemología jurídica, retomando la expresión de Cathcrine Kintzler, CondorCeI, l';nslructÍon pubfiqu~ ~I la naissana du atoyen, Gallimard, colección "Folio", 1984, p. 32.
1\: N.
de la T.: los "profesores agregados" equivalen a Ins profesores de enseñanza secundaria de nuestro sistema de enseñanza pública. 211. Induso por un
mark~ting
Capítulo cinco
especializado, en cierto lJlodo un melamarket;ng, en
el que el político se encarga menos de concdnr "el cambio" que de oendcrio. 29. Friedcrich Nietzsche, Sur l'av~n;r d~ nos ¿Iablissements d'enseignements, traducción lal francó] J. L. Backer, M. Haar y M. B. de Launay, en Oellllres Cnmpll:tes, t. r, vol. Il. Galfunard, 1975, p. 96. [Traducción al castellano, Sobr~ el porv~nir de nuestras escuelaspúbLicas, 'Iusqucts, 19110.1
HACER LA DIFERENCIA
30. Respecte a la relación entn: ciencia y medios de comunicación, Nietzsche escribe tambi.:'n lo siguiente: "Alcanzarnos ahora el punto en el que el hombre de ciencia en tanto que tal ya no tiene en absoluto la palabra en todas la:; cuestiones generales de naturaleza seria y, sobre todo, en los problemas filosóficos más elevados; en cambio, esta capa de cola viscosa que se ha deslizado actualmente entre las ciencia:;, el periodismo, cree cumplir ahí su cometido y lo realiza conforme a su naturaleza, es decir, como su nombre indica, como un cometido de jornalero, periódico. El periódico sustituye a la cultura y quien todavía aspira a la cultura, aunque sea a título de sabio, se basa habirualmenre en esta capa de cola viscosa que Cementa las junturas entre todas la formas de vida, rodas las clases sociales, todos los artes, todas las ciencias. En el periódico es donde culmina el designio particular que nuestro tiempo tiene sobre la cultura: el periodismo, maestro del instante, ha ocupado el lugar del gran genio, del guía establecido para siempre, de aquel 'lue libera del instante".]J, ¡bid. 260
261
1. La espacialidad del ser-en-el-mundo y el «paso absolutamente desapercibido" En sus análisis de la espacialidad Sein und Zeit objeta a Kant el olvido dc la ruundaneidad -el In-der-Welt-Sein- de lo que da testimonio el razonamiento de ¿Qué es orientarse [orientiercn] en el pensamiento? Escc pasaje de Sem und Zeít, cuyo análisis ya habíamos Iniciado en ELpecado de Epimeteo' nos Interesa tanto más cuanto que también conCierne a la radiodifusión que entonces está empezando a nacer. En 1926 la radiodifusión civil de programas sólo existe desde hace algunos años -apcnas cinco años. Herrz descubrió las ondas electro-magnéticas en 1888, once años después de la invención del fonógrafo por Edison y tres años antes de la aparición de la Filosofía de la aritmática de Husserl. En 1895 Marconi explota el descubrimiento de Hertz e inventa los principios de la radiodifusión, cinco años después del eronofotógrafo de Marey, un año después de la cámara de los hermanos Lumiere, que también es una aparato de proyección, y seis años antes de la publicación de las Inoesdgaciones Lógicas. El trfodo es puesto a punto en Estados Unidos por Lee de Forest en 1912, mientras que Husserl dicta sus cursos sobre los objetos temporales y un año antes de la publicación de las Ideas relativas a una fenomenología pura y a una filosofíafenomenológica. Los amplificadores de tubos electrónicos se desarrollan durante la primera Guerra Mundial mientras Heidegger redacta su
263
Tratado de las [ategoría," y del significado en Duns Scot v Husserl retoma sus investigaciones sobre el tiempo. Las primeras estaciones de radio empiezan a emitir sobre todo a partir de 1923. un año antes de la conferencia El concepto del tiempo. Hitler da entonces sus primeros pasos en política. Heidegger evoca la necesidad existencia! de la radio a partir de lo que Sein und Zeit llama e! a-leja miento (Ent-fánung) que con la orientación (Ausrichtung) es el concepto existencial de la espacialidad del Dasein. Ahora bien, siendo consciente de que e! sentido de esta muy reciente innovación técnica es "todavía dIfícil de dominar con la mirada", olvida la vocación pro-gramática de la radio, es decir, su función retencíanal a la vez cardinal y calcndaria, Además, mientras está estableciendo con Edith Stein las Lecciones para una fenomenología de la conciencia íntima del tiempo de Husserl', a quien dedica Sein und Zeit "con ocasión de! 8 de abril de 1926" , es decir, por su sexagésimo séptimo aniversario, parece que se le escapa totalmente el carácter temporal de los objetos que la radiodifusión difunde y encadena. Se nos podría objetar que aquí, en el parágrafo VIgésimo tercero de Sein und Zeit dedicado a la espacialidad, la cuestión no es el tiempo. Pero, aparte de que este argumento sería muy discutible, como vamos a ver y como sin duda habría subrayado el propio Heidegger para quien el espacio sólo puede ser pensado a partir del tiempo, no se hace mención alguna de la radiofonía en los análisis de la temporalidad' -mcluido 10 que Scin und Zai llama la inrratemporalidad es decir la temporalidad técnica de la "preocupación" y de la medida tiemp~.
del
Por esta razón la crítica en contra de Kant sobre la que descansa e! análisis de la espacialidad en Sein und Zeit se puede volver contra su autor: es lo que vamos a hacer aquí. 264
Lo haremos demostrando que la analítica existencial no sabe establecer que la mandancídad, a partir de la cual solamente puede ser pensado el espacio, es de entrada retenciones y la necesidad de orientarse ahí, antes de toda distribución ya sea temporal o espacial de este estado de hecho cn dispositivos calendarios y cardinales como substratos de la espacialidad y de la temporalidad originarias de! Dasein: como ya hemos subrayado varias veces, una retención terciaria es a la vez e irreductiblemente espaCIal y temporal -un "espaciamiento de! tiempo" y una "tempor{al)izarión del espacio", es decir, una diferancia. El análisis de la orientación en e! espacio en que consiste el parágrafo que se titula "La espacialidad de! ser-en-el-mundo" plantea en primer lugar que el Dasein sólo puede ser efeaado por la espacializacion del ser-en-el-mundo porque él mismo es originariamente espacial en el sentido de que "inmediatamente y la mayoría de las veces" es "a-lejanle", es decir, que tiende a acercar lo que está lejano, "a-leja" 10 que está alelado, tiene una tendencia esencial a la proximidad. Todos los modos de crecimiento de la velocidad en los que hoy nos vemos más o menos obligados a participar tiene por objetivo la superación del ser-alejado. Por ejemplo, con la "radiodifusión" el Dasein lleva a cabo un a_1cjamiento del "mundo" todavía dificil de dominar con la mirada por lo que se refiere a su sentido existcncial: este a-lejamiento reviste la forma de una extensión del mundo ambiente cotidiano.' Así pues, con e! a-lejamiento se articulan unas prótesis, de las que la radio sólo es un caso lo mismo que las gafas o incluso la calle -aunque singularmente "difícil de dominar con la mirada por lo que se refiere a su sentido existencial". Ahora bien, en su conjunto estas prótesis a-
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iejanres, "inmediatamente y la mayoría de la,' veces" ,'L sc oloidaun esencia I_ mente: V
Si 1 la vista . ~ " " y el oído llevan lejos no es sobre.la.hasclJCsu a. canee ~atural, sino porque el Dasein, en tanto que a¡tl a.m e ~sta en,dloS,de manera preponderante. Por ejemplo, para quien lle~a gafas, que Sin embargu están tan cerca de él por la distancia a la yue están "en la nariz" en I ' I do ambi , ... esenoue m un o ~mhlcnte esta herramienta utilizada está más alejada que un cuadro colgado de la pared de enfrente. Esta herramienta tiene tan puca proximidad que con frecuencia inclusu pasa absolutamente desapercibida de inmediato, La herramienta para ve~,. e igualm~nt.e la herramienta para oír, por ~Jempl() el auricular telefónico, se caracteriza por la 00Imposición del ente inmediatamcnte al-alcance-de-Ia-mano L~ que tam~i~n vale, por ejemplo, para la calle -Ia herra~ mienta para Ir.' . . Pero ,este "paso absolutamente desapercibido" no COnCierne sólo y pn.mordlalmefl~e al carácter naturalizado de las prótesis que son los objetos en '" inmensa maY(lrí~, la cuchara como herramienta para comer, el dinero como herramienta para intercambiar la rop' herra . , como rruenta para protegerse del calor o del frío, esconder la desnudez y ;ostrarse, to~~ lo qu~, Heidegger llama "el complejo de herramientas e un mun~o . También concierne y sobre todo al olvido de los dispasi-
ficidad de las "conciencias de imágenes" y otras retenciones sintéticas escapa, y por una necesidad que él mismo describe aquí sin ver sin embargo lo que describe, a [a mirada a-lejantc que Heidegger dirige sobre el Dasein y su ipseidad. Volvemos a insistir aquí porque sus consecuencias son decisivas respecto a la cuestión de la onentación, que sigue a la del a_lejamiento;y respecto a la crítica de ¿Qué es orientarse en el pensamiento? -por consiguiente, respecto a la cuestión del principio
mbjetivo de la dIferenciación. Porque Heidegger denuncia la "pura construcción de! espíritu" que sería este principio puramente subjetivo de diferenciación entre la derecha y la izquierda del que Kant hace el principio a prion de orientación del sujeto en e! espacio. Para Heidegger esta aprioridad de la orienta(Ión es menos un principio de diferenciación (entre la izquierda y la derecha) que la espacialidad mIsma del Dasein como modo de su ser-enel-mundo, es decir, la existencialidad de este ser-en-el mundo o, en otras palabras, el hecho de que el Dasein está de entrada, siempre ya y necesanamente fuera de él. Este principio a príon sólo es una manera "pSIcclcgizante" de na ver la mundaneidad a prion del Dasein -que veremos que se constituye en el saber originario de una diferencia ontológica.
Esto es cierto en particular y en un sentido espedfico de la escritura del documento y de los apoyos rctencionales. del ya-ahíI propiamente . ' , . •
La preocupación de Kant por despejar un a priori a partir de la orientación desde e! sentimiento de la derecha y de la Izquierda sólo pone en evidencia el ya-ahí del mundo al tiempo que se le escapa -y por esta razón Heidegger se vale de este texto como un caso ejemplar de ceguera metafísica ante jo que ocurre en relación al ser de este ser-ahí que somos nosotros mismos, en tanto que originariamente situados en, por y como este ahí. Lo que es dado no es ni la izquierda ni la derecha, afirma Heidegger, sino el mundo. Ahora bien, nos parece importante señalar aquí que en su razonamiento "psicologízante" lo que Kant des-
mnemoteclllCOS. Ya hemos demostrado ampliamente' por qué la especi-
cuida es precisamente la memoria:
tlV~S retencíonaies que soporta este mundo de herramientas ellas m' olvidadas com h . d. .. umas . o crramicntas, ¡SPOSltIVOS retencionales que constituyen precisamente este mundo como mundo' y po r meUIO fio d e cuya uuenon. ., . zacton vemos, sentimos, nos movemos y pensamos, etc.
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267
Si tengo que onentarme, el "simple sentimiento de la diferenCIa" entre mis dos lados no me sirve entonces absolutamente para nada mientras no se capte un objeto determinado, del que además Kant dice incidcntalmenn- "que me acuerdo de su emplazamiento"," Alexis Philonenko comenta la objeción insistiendo en la remcmhranza que sustenta el objeto: Se puede concebir fácilmente qué grave crítica del kantismo puede añadirsc a esta observación. Este "recuerdo" al que Kant concede tan poca importancia es en realidad la manifestaciún delln-der-lVelt_Sein, del ser en el mundo; significa -por lo que concreme a la orientación- que sólo me oriento en el mundo y a partir del mundo. Si se reflexiona bien sobre dlo,.el análisIs kantiano encierra un absurdo: trata de dar un scntidn a ~a orientación haciendo abstracción del mundo y de hacer posible una orientación en el mundo sin el mundo. Y esta contradicción se revela en el fracaso kantiano en fundar una orientación en un principio puramente subjetivo.' , Pero si tengo que coger un objeto y entonces me acuerdo de su POSIClan, este objeto es él mismo un "ayuda-memo-in" que no tiene nada de slm~lemente púcológl co: en un sentido úngular es un "substrato" del sentíd~ Interno, una pcrmencncia en el transcurso de un flujo, como habría dicho Kant. Se, ~o.dría reprochar a Kant el cometer aquí el mismo olvido que en su análisis del esquematismo, llevado a través del caso de la numeración de los números 5 y 1000 como resultado de un método de abstracción del que creemos haber demostrado que hace abstracción de los dispositiVOS concretos de có~puto y de abstraCCión -la bola de arcilla, imagenobJeto y represcntacron material-abstracta del rebaño- que permiten 268
constituir un día un sistema decimal materializado que una enseñanza
permite mentalizar sobre la base de gestos repetidos. Pero también se podría demostrar que en Kant y el problema de la metafisica Heidegger radicaliza la oposición que de ahí se deduce entre Imagen y esquema, y que lo que él reprocha a Kant en Scin und Zcir. él lo mantiene en otra parte sin percibir las consecuencias de ello. El fracaso de Heidegger en pensar la retención terciana bajo el nombre dado por él de Weltgeschichtlichkeit, que es también su puro y simple olvido de pensar el carácter existencial de la enseñanza, es su fracaso en pensar la csquematización, es decir, la imaginación trascendental, es decir, la temporalidad misma de! Dasein, según sus propios análisis en la obra (lue se acaba de citar. Porque lo que él reprocha aquí a Kant significa que e! ser-en-elmundo es un ser-en-la-"historicidad-mundana" del recuerdo del mundo, etn in-der-Weltgeschichtligkeit-sein, un ser en el mundo donde el mundo es memoria de objetos y objetos de memoria, más allá del "compleJO de herramientas" y de sus "remisiones" : un tejido de retenciones terciarias que son la condición de las retenciones primarias y secundarias, como demuestra Sein und Zcit: sólo son posibles, nos dice la analítica existencial, a partir de la facticidad de un ya-ahí. Expulsando él mismo este tejido retenciona! de la constitución originaria del tiempo, de lo que él llama el "tiempo propio" del Dasein por oposición al "tiempo de la preocupación" del Se Impersonal, bajo pretexto de que la retención terciaria es también el soporte material del cálculo y de la medida del tiempo, Heidegger se prohíbe así una verdadera crítica, tanto de Kant como de Husserl: hace precisamente lo mismo que aquí le reprocha a Kant. 269
Si Kant no ha podido descubrir esta contradiccicn, por medio de la cual pide ayuda al mundo para socorrer un principio a priori, y que es su contradicción -lo quc demuestra que a ningún flujo de conciencia, ni siquiera al de Kant, le es posible respetar sus principios unificadores, siquiera cuando han sido formalizados por esta misma conciencia- es, comenta también Philonenko,
poralidad sea ella misma mundana en un sentido diferente de! que Heidegger concede a este calificativo cuando habla de la temporalidad "intramundana", pero que pasa por esta "intrarnundaneidad'', para que la mundaneidad de la temporalidad del Dasein como tener-que-ser su tiempo trame a ésta (la temporalidad del Dascin's como lo que condiciona SIl síntesis.
en función de su concepción de! espacio que él concibe como e! marco en e! que e! mundo se va a disponer; en otras palabras, e! sujeto kantiano no es originariamente en relación a un mundo, sino sólo a un espacio: es originariamente sujetosin-mundo; porque posee un espaCio podrá poseer un mundo y no porque posee un mundo posee un espacio. A partir de este momento, SI el espacIO precede lógicamente al mundo y condiciona sus dimensiones, el principio que permite operar una distinción en el espacio a priori -el sentimiento de la izquierda y la derecha- también deberá permitirme operar a posterion unas distinciones en el mundo. Así pues, se ve lo LJue funda el análisis kantiano al mismo tiempo que su contradicción; lo que se vuelve a cuestionar por la crítica del principio kantiano de orientación en el espacio es la a prioridad del espacio y nada menos que esta a prioridad. El verdadero a priori, como muestra la necesidad de! recuerdo de la posición de un objeto, no es el espacio en e! sentido kantiano, es el ser-en-el-mundo.'
En resume, "el verdadero a priori, como demuestra la necesidad del recuerdo de la posición de un objeto, no es el espacio en e! sentido Kantiano, es el ser-en-el-mundo", es decir, el tiempo como herencia [transmisián y adopción) de retenciones terciarias; y tal como éstas son a la vez espacialesy temporales, es decir, a fin de cuentas preceden (como diferancia] a la diferencia entre espacio y tiempo. Es en estos términos como hay que plantear la actualidad de la cuestión de la cardinalidad y, por tanto, de la espacialidad (de la espacialidad como mundo y no como espacio): la cuestión de la cardinalidad se plantea indisolublemente como cuestión de la calendariedad.
Pero, de hecho, poseer un mundo sólo puede ser la espacialidad del Dasein porque esta mundaneidad es ella misma la mundaneidad de la temporalidad que es el Dasein. La espacialidad es la mundancidad del Dasein. Ahora bien, la mundaneidad del Dasein es también y en primer lugar, como ya-ahí, su temporalidad. Por consiguiente, la espacialidad del Dasein es su temporalidad. En otras palabras, es necesario que la tem270
2. El sentido "existencial" de la educación La cuestión de la cardinalidad se plantea indisolublemente como cuestión de la calcndariedad, pero Heidegger asimila ésta a la inrraternporalidad, es decir, a la medida del tiempo, que compete a la "concepción vulgar del tiempo". La inrratcmporalidad, es decir, también la calcndariedad, es lo que en Seín und Zeit, como tiempo de la medida a la vez común y calculahle, oculta el fenómeno de la temporalidad originaria que es el tiempo "propio" del ser-para-la-muerte, es decir, el nem271
po de la indetermmación radical del futuro del Dasein -que recordamos aquí demasiado brevemente que en cierto modo está pre-afectado por la indeterminación radical del momento delfi'nal del Dasein. Indeterminación del futuro del Dasein significa indeterminación del "desenlace" de este flujo temporal que es una conciencia, que es también el Dasein heideggeriano, y que está completamente vuelto, originariamente y en permanencia, aunque de un modo también originariamente ocultado, hacia el momento de su propio fin, su deceso.
lización de las posibilidades de la herencia facticia que constituye el pasado de este Dasein como historia. A todas luces esta herencia sólo es ella misma accesible como sistema de retenciones terciarias constitutivas de un mundo. Así pues resulta Imposible separar claramente tiempo propio y tiempo de cálculo, diacronía de lo indeterminado y del "tener-que-ser" y sincronía determinante, Dasein y Se Impersonal. La proyectividad cinemato-gráfica de este flujo retencional que es el tiem-
En Sein und Zeit la intratemporalidad es lo que pone en marcha unos medios de determinación de este mdeterminado, es decir, de huida del Dasein ame su "tener-que-ser", es decir, que éste huye de la singularidad irreductible de su destino, en el reparto un tiempo común, de una sincronía, que Heidegger llama el tiempo de la pre-oeupación. Evidentemente este tiempo común también es él un destino para todo Dasan , pero, afirma Heidegger, es dcrivado, no es el tiempo originario: es el velamiento de lo que es el tiempo y la fuente de la inautenticidad y de la impropiedad en la que el Dasein se convierte en el Se impersonal.
Al plantear Heidegger previamente la necesidad de esta separación, al rechazar al mismo tiempo el cine de la adopción y el proceso ro el que ella consiste más ampliamente, ro especial como modernidad, asimila documentos y huellas a la intraremporalidad y se le escapa el sentido de la cuesnon de la educación como sistema retencionat.
Ésta es la razón por la que Seín und Zeit acaba por excluir la Wéltgeschichtlichkeit: el documento y la huella, las antigüedades son asimiladas al dominio óntico e intrarcmporal