La Problemática Del Recurso Hídrico Entre Las Comunidades Atacameñas de Chile [PDF]

Trabajo de Investigación para aprobar Curso Derecho Indígena, Facultad de Derecho, UNIVERSIDAD DE CHILE, Prof: Mylene Va

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Zitiervorschau

Trabajo de Investigación para aprobar Curso Derecho Indígena, Facultad de Derecho, UNIVERSIDAD DE CHILE, Prof: Mylene Valenzuela y Milka Castro Lusic. 1995. Ulises Cárdenas y Gemma Rojas

...Hijos de las montañas, del silencio y el agua, atacameños, nuestras raíces no sólo se hunden y se nutren en el tiempo, sino también en esta tierra, donde abuelos y gentiles supieron hacer brotar la quínoa, la papa y el maíz. Tierra bendita, regada con los sudores de nuestros ancestros, con la alegría del carnaval y el silencio del invierno. Tierra nuestra, de ayer y hoy, que no puede ni debe dejar de ser Atacameña. A no vender la tierra, a no vender el agua, a no vender la vida, a no vender el pasado y el futuro del pueblo atacameño... ...Agua y Tierra fortalecen nuestra identidad, Agua y Tierra mantienen nuestras vidas. Agua y Tierra tiene un valor sagrado, más allá de lo económico, más allá del dinero, más allá de lo momentáneo...

(anónimo)

Agradecimientos. No queremos dejar pasar la oportunidad de expresar nuestros más sentidos agradecimientos a todos aquellos que de una u otra forma colaboraron en la realización de este trabajo de investigación. En especial a Milka Castro, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, quien tuvo la deferencia de orientarnos respecto a las materias analizadas, así como a don Pablo Jaeger, abogado jefe del Departamento Legal de la Dirección General de Aguas, quien nos proporcionó información de vital importancia. También expresamos nuestra gratitud a Erika Muñoz, secretaria del Centro de Información de Recursos Hídricos, por la colaboración prestada durante las cesiones de fotocopiado de microfichas, así como al personal de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas de Chile.

Índice.

• Parte I: • Parte II:

• Parte III:

• Parte IV:

• Parte V: • Referencias . • Anexos.

Introducción General. Aproximación Antropológica a la Percepción Andina del Agua. 2.1 Visión indígena del Recurso Hídrico. 2.2 Estudio de Caso: Socaire, II región. Situación Actual del Manejo del Agua al Interior de la II Región. 3.1 Antecedentes Generales. 3.2 Problemática con las Empresas Mineras en Torno al Manejo del Recurso Hídrico. 3.2.1 Zona geográfica Río Loa Superior-Río Salado. 3.2.2 Zona geográfica Cuenca Salar de Atacama. El Recurso Hídrico en el Derecho Positivo. 4.1 Concepción del agua en el derecho positivo. 4.2 Análisis del Tratamiento que el Recurso Hídrico Recibe en los Diferentes Instrumentos Legales. Conclusiones.

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Parte I:

Introducción General.

El agua, considerada como un recurso del medio ambiente ha acompañado al hombre desde sus orígenes proveyéndolo de los elementos necesarios para el normal desarrollo de todas sus actividades. Por lo tanto, no es de extrañar que este recurso haya sido internalizado por el hombre del pasado como un elemento divino poseedor del don de la vida y merecedor de una particular ritualística de características sumamente complejas. Las sociedades precolombinas -por medio de la evidencia arqueológica- nos ejemplifican el proceso antes descrito, pero es conveniente a veces detenernos en nuestra realidad y cuestionarnos acerca del papel que cumple este vital elemento en el acontecer diario de nuestras vidas ya que sólo la reflexión profunda nos permitirá comprender el verdadero rol que cumple el Recurso hídrico en nuestra sociedad. Esta reflexión, tan ajena a la cultura occidental, no fue desechada por las culturas prehispánicas ya que fueron éstas las que mediante una serie de “filosofías” visualizaron el rol capital de este recurso, proporcionando a los sistemas ideacionales los principios directrices que articularon las principales creencias en torno a este elemento. Con el paso del tiempo, la transmisión del conocimiento cultural por medio de numerosas generaciones logro plasmar en la mentalidad de las “Comunidades indias” una serie de creencias que guardaban una intima relación con el agua. Una de esa comunidades fue la Atacameña, comunidad que aún dadas las características presentadas por el momento actual, ha podido conservar ancestrales formas de relacionamiento con los recursos naturales y entre ellos el recurso hídrico. Hemos querido caracterizar la problemática del manejo del recurso hídrico en la zonas pertenecientes a las comunidades atacameñas, ya que creemos que si las actuales políticas economicistas y desarrollistas se siguen ejecutando, producirán un inevitable etnocidio con una de las culturas menos conocidas de Chile, perdiéndose de esta forma una serie de conocimientos valiosísimos, que nos ayudarían, inclusive, a comprender nuestra actual situación. Por lo tanto, para conocer más cabalmente tal caracterización nos introduciremos en la cosmovisión andina del agua, en donde destacaremos en forma especial -mediante un estudio de caso efectuado el mes de octubre de 1996- la percepción que tienen de tal recurso los Atacameños. Luego nos insertaremos en el contexto situacional actual en el cual visualizaremos el manejo que recibe el recurso hídrico al interior de la II Región y por último analizaremos una serie de instrumentos legales -tanto nacionales como internacionales- que nos permitirán formarnos una opinión fundamentada con el objetivo de tratar de comprender la concepción que el derecho positivo posee sobre el recurso hídrico. Los invitamos a leer...

Parte II:

Aproximación Antropológica a la Percepción Andina del Agua.

“Si po, si el agua es viva, si la Pacha también es viva, esta tierra nos cría y ella misma nos come(...)” Pedrito Plaza.

2.1 Visión Indígena del recurso hídrico en los Andes. El recurso hídrico es considerado desde la óptica andina como un elemento fundamental para la subsistencia diaria y debido a esto la relación que se establece entre las comunidades y el agua no es de dominación de un elemento de la naturaleza por parte del hombre, aspecto que involucra la palabra “uso” (relación tan característica de la cultura occidental), sino que por el contrario, de “formas de relación” entre dos elementos de la naturaleza (agua y hombre) en donde el principio de la reciprocidad impera como una de las máximas que siempre ha de ser considerada. De ahí que el agua, desde tiempos inmemoriales, haya jugado un rol decisivo en el desarrollo de las sociedades indígenas, llegando inclusive a ser sacralizada a una categoría de divinidad. Este fenómeno no sólo se produce con este vital recurso, sino que con todos los elementos de la naturaleza. De este modo encontramos en el panteón andino diferentes deidades que representan a los elementos más esenciales para el mantenimiento de la vida: la tierra y el agua. Desde tiempos preincaicos el agua tuvo una importancia decisiva en el quehacer diario de las comunidades andinas, y esta importancia se materializa en la gran cantidad de mitos que giran en torno a este recurso y que explican tanto el origen de la vida como del hombre. De lo anterior se desprende la significación que adquiere este vital recurso en la religiosidad andina, la que se expresa en una serie de ritos, fiestas y ceremonias ligadas al agua. La significación antes enunciada sitúa al agua como a un elemento que posee vida propia como cualquier otro ser vivo, de esta forma asume el carácter de una fuerza viva que explicaría el principio de la vida y que participaría en el universo como cualquier otro elemento vivo... “Si po si el agua es viva...”1. De lo anterior subyace que el agua merezca respeto y estima y aún con mayor razón porque se trata de una divinidad. Pero como cualquier otro ser vivo, el agua es un ser caprichoso que tiene un comportamiento muy variable. De ahí que se encuentren en el agua una serie de características que sólo se localizarían en los seres vivos . En relación a esto es pertinente citar la percepción que tiene una atacameña respecto a este tipo de comportamiento que da como resultado el poco crecimiento que experimentan las plantas: “El agua no se fue, el agua siguía corriendo, pero no cundía el regadío, no cundía el regadío el agua pasaba y pasaba, días y días...”2 La frase anterior se puede interpretar desde un punto de vista antropológico como un “capricho” del agua, ya que esta al no entregar todo su potencial nutricional provoca en los vegetales un lento crecimiento. De esta forma, los estados de animo de este recurso son muy variables, ya que según la percepción andina unos días estará bondadosa, prodigando favores y favoreciendo el proceso de crecimiento de las plantas, pero otros días puede estar malévola, retardardando o simplemente destruyendo los cultivos que encuentra a su paso. 1 2

Entrevista a Don Pedrito Plaza. Entrevista a Doña Josefa Cruz.

Frente a esta situación, las comunidades andinas en general, han ideado una serie de respuestas que tienen como propósito principal el tratar de controlar el comportamiento de este vital recurso mediante una serie de ritos y ceremonias que tienen como objetivo el complacer y “pagar” a las aguas los favores dados. Es por esto que estas ceremonias brinden la oportunidad a los hombres andinos de congraciarse a través de ofrendas con sus diferentes divinidades, y en especial con el agua y la tierra y los antepasados, el Tata Putarajni, la Pachamama y los Abuelos. Los objetos ofrendados son muy variados y comprenden hojas de coca, licores, grasa de animales, y diversos productos agrícolas, los que son entregados al líder ritual el que se encargara de ofrendárselos a través de los llamados “convidos” a las divinidades mediante ceremonias que se realizarán en lugares especiales (bocatoma, Canal matriz) y que guardan una relación intima con el ciclo agrícola (v.gr. Limpia de Canales). Paralelo a esto se aprovechan estas ocasiones para limpiar e inspeccionar los canales antes de la llegada de la época de mayor riego (primavera y verano). Un aspecto fundamental de estas actividades, es el hecho de que estas fiestas cumplen un importantísimo papel en la cohesión social, potenciando los lazos afectivos y estimulando las relaciones sociales que unen a las comunidades. De ahí deriva el hecho capital de que estas fiestas, aún transcurridos cinco siglos de aculturación , hayan mantenido su vigencia refortaleciendo y revitalizando las identidades culturales de estas comunidades. Una explicación a este fenómeno nos la entrega Francisco Greslou ya que el plantea que “el hecho de que las creencias y costumbres relacionadas con el agua sean las que mejor han sobrevivido se debe a que estas guardan un estrecho vínculo con la producción de alimentos por una parte y por el refortalecimiento de la cohesión del grupo social por otra”3 Conociendo algunos aspectos de esta amplia visión y concepción del agua al interior de las comunidades andinas, es necesario circunscribirnos a una realidad en particular con el objetivo de conocer de manera más profunda la trascendencia que adquiere este vital elemento en una cultura en particular: la Cultura Atacameña. Las Comunidades Atacameñas se encuentran ubicadas al interior de la II región de Antofagasta, principalmente en la provincia El Loa, la cual alberga en su seno al 90% de la población de esta etnia. Esta población se encuentra distribuida en 13 pueblos los que están localizados en diferentes tipos de pisos ecológicos (Desierto Absoluto, Oasis de Pie de Puna y Quebradas Altas.). Socaire es uno de estos pueblos, pueblo ubicado en la zona de las quebradas altas, y en donde se han mantenido a salvo de la sociedad occidental costumbres y tradiciones de la Cultura Atacameña que han perdurado desde tiempos antiquísimos. 2.2 Estudio de Caso: Socaire 2.2.1 Contextualización General a. Ubicación Geográfica:

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Greslou, Francisco; Agua:Visión andina y usos capesinos, Hisbol 1990, La Paz, Bolivia.

Socaire es un poblado origen prehispánico, que pertenece a la comuna de San Pedro de Atacama, Provincia del Loa, II Región de Antofagasta, ubicado entre los 23º 35’ y 67º 53’ L.S., en el margen oriente del Salar de Atacama. Se encuentra a una distancia de 189 Km. de la ciudad de Calama, y a 97 Km. de San Pedro de Atacama. Con esta localidad se encuentra unido por un camino que sólo esta asfaltado hasta Toconao. Socaire se encuentra relativamente apartado del resto de los pueblos aledaños a pesar de los caminos que los unen, puesto que las distancias y adversidades geográficas contribuyen al aislamiento, a lo cual se suma la ausencia de locomoción colectiva constante hasta Socaire, ya que los buses sólo llegan hasta Toconao. Sin embargo, los socaireños resuelven este problema recurriendo al conocimiento que tienen de su espacio, acortando distancias a través de atajos y pasos que cruzan quebradas y pampas, o bien, llegan en bus hasta Toconao y de ese sitio esperan algún viajero particular que los conduzca hasta Socaire. b. Características Geoecológicas: Socaire es un oasis de altura situado en el plano inclinado que desciende desde la Puna Salada o de Atacama, a unos 3.500 m.s.n.m., desde donde se puede apreciar como un gran lago el Salar de Atacama y el cordón montañoso de Domeyko, relieve que se desprende del macizo andino encerrando al Salar de Atacama y a una unidad menor llamada Cordillera de la Sal. Volcanes, cerros, quebradas, configuran el paisaje de la Puna Salada. Los principales Cerros cercanos a Socaire son: Tumisa, Láscar o Laúsa, Legía, Chiliques, Miscanti, Miñiques y Puntas Negras, constituyendo a su vez, elementos centrales en la cosmovisión atacameña, ya que son considerados por la Comunidades Atacameñas como los Cerros tutelares o protectores. c. Hidrografia: Con respecto a la hidrografía, Socaire cuenta con una red relativamente amplia, de cursos pequeños y quebradas, además de lagunas ubicadas en pisos de mayor altura, como la laguna Miscanti y Lejía. El agua de la Quebrada de Cuno que alimenta el canal matriz de Socaire, proviene principalmente de los cerros Lejía, Chiliques y Miscanti, recogiendo agua de otras vertientes y riega la totalidad de los cultivos del oasis. El agua corre por la Quebrada de Cuno desde el nacimiento 6 km. hasta la bocatoma, donde su curso natural es desviado por la acción del hombre hacia el poblado. d. Características Climáticas: La vida del socaireño transcurre en un clima de extrema aridez, formando parte de una zona de estepa desértica de altura y clima desértico normal marginal de altura. En invierno el clima es extremadamente seco y con bajas temperaturas, aunque se pueden presentar precipitaciones tanto en forma liquida como sólida; sólo en el verano hay algunas lluvias que permiten mantener una vegetación de arbustos, pastos duros y cortos. Tanto en invierno como en verano existe una intensa radiación solar junto con un constante viento helado, propio de la cordillera que hace descender las temperaturas progresivamente. Socaire, por constituir un oasis de altura, presenta oscilaciones térmicas diarias no tan marcadas como los oasis de pie de puna. e. Flora y Fauna:

La flora característica de la zona, está compuesta por cultivos de altura (maíz, papas, quínoa, alfalfa), plantas alimenticias silvestres (algarrobo, chañar, hierbas y bulbos comestibles), forrajes (alfalfa, y pastos gruesos, gramíneas y bofedal en sitios más altos) y plantas medicinales (copa copa, rica rica, pingo pingo, carboncillo, flor de puna, chacha o coa etc.). La fauna es típicamente de altura, encontrando fauna silvestre y ganado. En la primera encontramos la vicuña, roedores como la chinchilla y vizcacha, zorros, aves como la parina o flamenco, ñandú, cóndor, águila. Dentro de la fauna de pastoreo encontramos ovinos, porcinos, equinos (burros y mulas) y ciertos tipos de camélidos especialmente llamas, pero también se hallan algunos animales domésticos como perros, los que cumplen un papel fundamental para el pastor de las alturas. f. Demografía: De acuerdo a los índices demográficos entregados por el Censo de 19924 el tamaño de la población de Socaire corresponde a: Carácter del poblado Población total Hombres Mujeres SOCAIRE 280 hab. 128 152 Socaire-pueblo Caserío 137 60 77 Compañía Caserío 10 3 7 Cortadera Parcela 3 1 2 Desierto Caserío 31 16 15 Destacamento Militar Campamento 5 5 0 Filivistoso Parcela 4 2 2 Flor del Valle Parcela 6 1 5 Palquimiri Parcela 3 1 2 Peñaloza Caserío 32 15 17 San Bartolo Parcela 16 8 8 San Francisco Parcela 3 2 1 Santa Rosa Caserío 30 14 16 Podemos inferir que la mayor cantidad de población se concentra en el sector Socaire-pueblo. Le siguen los caseríos o sectores de Peñaloza, Desierto, Santa Rosa y San Bartolo. La distribución por sexos demuestra el leve predominio de la población femenina por sobre los varones. 2.2.2 Características Generales de la Comunidad de Socaire: Socaire alberga una población típicamente atacameña. Tanto racial como culturalmente, es una de las menos “contaminadas” por la sociedad occidental-chilena. En efecto, es posible percibir que el socaireño tiene una tendencia a mezclarse con personas de Peine y del mismo pueblo. Asimismo, se identificó entre cuatro y cinco apellidos predominantes entre la población socaireña: Varas, Tejerina, Cruz, Plaza, Pachao. La lengua hablada por los socaireños es el castellano, habiéndose perdido totalmente la lengua nativa prehispánica, el kunza, en el habla cotidiana. Sin embargo, 4

Fuente: Localidades Pobladas XV Censo Nacional de Población y Vivienda, II Región de Antofagasta, (Abril,1992) Instituto Nacional de Estadísticas.

aún persisten palabras y frases aisladas, ya sea en nombres de plantas, de los espíritus de la naturaleza (tierra pachamama, cerros Tata Mayllko y Agua Tata Putarajni-), y de las ceremonias y cantos asociados a ellas (talatur) y algunos elementos rituales ( kájcher5, chorromón6 etc.). Dentro de las tradiciones que se mantienen, una de las más importantes de la vida del socaireño es la Limpia del Canal, tradición en donde se manifiestan el sistema ideacional del Atacameño, y en donde el culto al agua es de vital importancia. Otras ceremonias importantes son el Floreamiento del Ganado , el Carnaval, el Convido a los Cerros y los Convidos a la tierra y a las semillas. De estos “estilos”7, sólo los dos últimos se conservan dentro de la comunidad, aunque desde los últimos años se practican sólo a nivel del núcleo familiar, no comunitario como la Limpia. El Floreamiento del Ganado se realizó por última vez en el año 1994, “(...) El Floreamiento es una fiesta con invocaciones a la Pachamama y también al espíritu de la montaña, a quienes se le solicita la fertilidad, protección y alimentos para el ganado.”8. En esta festividad la Pachamama, los Tata Abuelos y Tata Mayllko asumen un rol activo en el sistema ideacional del atacameño, ya que son las deidades más importantes del panteón andino que están encargadas de velar por el bienestar de la manada. En este ruego la relación entre hombres y deidades se expresa por una serie de ritos en donde son entregadas variadas ofrendas, las que constituyen en su conjuntos los ingredientes necesarios para realizar los denominados “pagos” 9.Entre los ingredientes más comunes para realizar los “pagos o convidos” figuran la infaltable hoja de coca, la aloja10, harina de maíz, patasca11, cigarros y vino. Estas actividades rituales se realizan en lugares que tienen una connotación sagrada, como pueden ser los “gentilares”12, la falda o cima de algún cerro tutelar, las bocatomas de aguas etc. Otra de las festividades que rigen el calendario ritual atacameño es el Carnaval que se perdió completamente en Socaire, quedando sólo los recuerdos de una hermosa fiesta que constituía un acontecimiento social de gran magnitud. Se bailaba alegremente, junto a bombos y guitarras, se consumía alimento y bebidas alcohólicas en abundancia. Además de estas actividades, se realizan ceremonias cristianas, las cuales tienen profundos signos de conservar algunos aspectos de las pretéritas tradiciones atacameñas. De ahí que el carácter sincrético que se puede hallar en las Fiestas de San Bartolo (24 de Agosto), Semana Santa y Navidad sea tan riquísimo. En las dos primeras se hacen Convidos y se presentan ofrendas al patrono (San Bartolomé o Bartolo), hechos que ponen en evidencia el peculiar sincretismo atacameño. Las principales organizaciones sociales que existen en la Comunidad de Socaire nos indican la capital importancia que tiene el recurso hídrico ya que giran en torno a este elemento: Comité de Agua Potable, Comité de Agricultores, Juntas de Vecinos. 5

Ofrenda a las deidades que consiste en una botella pisquera que contiene en su interior el trago típico de la zona: la aloja. 6 Instrumento musical que se utiliza durante el canto del Talatur. 7 Expresión que utilizan los Socaireños para referirse a las antiguas tradiciones. 8 Hidalgo, Blas. Socaire, una aldea Atacameña, 1992, Memoria para Obtener el Título de Licenciado en Antropología Social, Universidad de Chile, pp. 373. 9 Expresión que hace referencia al rito mediante el cual se agradece a las deidades por medio de las ofrendas. 10 Bebida típica de los pueblos Atacameños que se obtiene de la fermentación de las vainas del Algarrobo. 11 Granos de maíz pelados. 12 Hace referencia a los antiguos cementerios prehispanicos.

2.2.3 Percepción del agua en la Cosmovisión Atacameña: El agua entre las Comunidades atacameñas y en especial en Socaire es percibida como un recurso imprescindible para el desarrollo de la vida, llegando hasta el punto de ser integrada en el sistema cognitivo del hombre, el que la diferencia como un recurso natural por una parte, y como un recurso cultural por otra. Como recurso cultural, el agua posee una significación social vastísima, integrándose a la cultura como un elemento fundamental, poseedor del principio de la vida y de su mantenimiento, aspectos claves para el desarrollo de ésta. Pero al igual que en las sociedades andinas, entre los Atacameños, los nexos entre los hombres y la naturaleza no se rigen por simples relaciones de poder, sino por el contrario el atacameño se relaciona de distintas maneras en las que actúa la reciprocidad como una premisa básica. De esta forma el atacameño comparte las características esenciales del mundo andino, las que le confirman su participación en la dinámica cultural de la zona andina desde tiempos inmemoriales. Desde esta perspectivas nos proponemos abordar las diversas manifestaciones culturales del agua, situándolas en tres niveles13, los cuales nos permitirán tener una aproximación más completa del fenómeno en estudio: a) Nivel técnico-productivo. b) Nivel organizacional. c) Nivel ideacional. Estas dimensiones son abstracciones establecidas con fines metodológicos, con el objetivo de acceder en profundidad a la realidad socaireña, realidad en donde se manifiesta el recurso hídrico como la base material, social e ideológica de la cultura. Los dos primeros niveles serán esbozados a continuación, dejando en el tercero el análisis de la Limpia de Canal. a. Nivel Técnico-Productivo: El agua como parte del medio ambiente, es un elemento vital para el ser humano, ya que de ella depende la vida. A pesar del medio hostil de la Puna de Atacama y sus zonas desérticas, los oasis brindaron y entregaron en el pasado y entregan todavía hoy, inmensas posibilidades para el desenvolvimiento de la vida en la cuenca del Salar de Atacama. Los oasis permiten la sobrevivencia humana en el desierto, posibilitando el establecimiento de sociedades agro-ganaderas; y este mismo hecho restringe la vida a aquellos lugares donde se encuentra el recurso hídrico. Las comunidades atacameñas, al ser fundamentalmente agrícolas y ganaderas están adscritas en sus fundamentos al recurso agua. De este modo, el agua se perfila como una riqueza natural, de la cual depende la vida biológica, a la vez que participa de la configuración cultural de las comunidades atacameñas, surge así una organización social, política, económica y cultural muy coherente con el uso racional de los recursos.14 Es en este contexto donde surgen las distintas formas de transformación en torno al recurso hídrico, donde el atacameño incorpora formas de adaptación para proveerse y 13

Castro, Milka, et al., Cultura Hídrica, Un caso en Chile, La Habana, Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe, Unesco, 1991. 14 Castro, Milka, et al., 1991: 47.

utilizar el agua conformando un cuerpo tecnológico y material en función de los conocimientos adquiridos del medio ambiente y del recurso para la apropiación del mismo y de los factores que están de su lado como cerros, quebradas, el plano inclinado del relieve, entre otros. Esta dimensión técnico-productiva no se reduce sólo a los aspectos tecnológicos; estos están definidos al interior de un sistema mayor: lo económico.. El agua, al igual que la tierra, es entendida como el factor productivo (recurso natural) que interviene en el proceso económico de producción que junto con los factor trabajo y capital (físico e intelectual) se encargan de iniciar la dinámica de aprovisionamiento del recurso, con la posterior distribución del agua por redes hídricas como canales y sus derivados en el perímetro del poblado, para satisfacer las necesidades de consumo de los individuos. En el caso socaireño, el agua es utilizada para el riego de cultivos, la mantención de pastizales naturales, el consumo diario y la producción de energía. Para llevar a cabo estas actividades, ha sido necesario que la comunidad intervenga en su espacio geofísico circundante extrayendo este recurso natural y transformándolo en un elemento cultural que satisface las necesidades económicas de Socaire, resultando una compleja estructura en torno al agua, la que podemos sintetizar en la red hídrica y en la organización del riego dentro del ciclo anual. En cuanto a la red hídrica, el origen del agua en Socaire se encuentra unos 30 km. de Socaire-pueblo hacia la cordillera, en el Nacimiento, como los socaireños le llaman al origen del agua, el cual se inicia en las altas cumbres, recogiendo agua de varias vertientes, quebradas y lagunas. Un socaireño nos habla acerca del nacimiento del agua: “(...) sus nacimientos de donde nacen también tiene su nombre, hay muchos nacimientos(...) usted va a quedar admirado, de aquí sale un chorrito, de allá sale otro chorrito, se empalma aquí, y sigue juntando15 juntando(...)”5 El cauce proviene principalmente del cerro 16ejía, Miscanter6 y Chiliques, drenando algunos cursos que vienen del Volcán Puntas Negras. Este cause recorre los sectores Chorrillos, pasando por la Laguna Miscanter, luego por el sector Carante, hasta encausarse por la Quebrada de Cuno ubicada en las proximidades de Socaire. El agua es captada de la Quebrada de Cuno en la Bocatoma, la que se ubica a unos 9 km. al suroeste del pueblo. Ésta esta construida con pie17ras y “champas”7, lo que mirado desde la perspectiva del ingeniero agrícola es muy rudimentario, pero que le ha permitido al socaireño hacer frente a las limitaciones de su medio físico, y con muy buenos resultados... La bocatoma es el sector donde se inicia el canal matriz, a un costado de este se ubica un espacio llano destinado como escenario del talatur. En este lugar los socaireños celebran la festividad del canal compartiendo aloja, vino y coca a la espera del aviso del cantal mayor que anuncia el término de su trabajo iniciándose el almuerzo comunal. La bocatoma es un sitio de carácter simbólico en el que los convidos o pagos a la Pacha, a los cerros y al agua se hacen presentes con frecuencia.

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P. Plaza, Socaire. Los socaireños denominan Miscanter a la Laguna y cerro MIscanti 17 Especie de maleza que crece en las riberas del río. 16

En la bifurcación que hay entre la bocatoma y la Quebrada de Cuno el agua se encausa por un canal matriz, en ese sitio comienza la conducción del agua en forma canalizada artificialmente por el canal matriz hacia el pueblo, el cual tiene un ancho aproximado entre 80 cm. y 1 m., y un alto que varía entre 70 cm. y 1,20 m. El canal Matriz recorre unos pocos kilómetros antes de ramificarse por primera vez hacia un sector de cultivo denominado El Tapial, luego continúa su trayecto en dirección poniente, hasta llegar a las cercanías de pueblo, donde junto al estanque, se ramifica en pequeños canales derivados, dando lugar a la distribución del agua. Estos canales van en sentido sur hacia el sector Santa R18sa (63 regantes18 ) y Santa María (15 reg.); mientras que el afluente del canal matriz que sigue en dirección poniente recoge aguas de la Quebrada de Socaire antes de llegar al sector de Socaire-pueblo(111 reg.); por un lado, derivándose hacia el poniente a la zona de cultivo llamado Lava, luego hacia el Llano (31 reg.) a Peñaloza (21 reg.), San Francisco (19 reg.) y San Bartolo por el norte; y por otro parte el canal se ramifica pasando por Socaire-pueblo en dirección oeste a Negreros (51 reg.) a Compañía (29 reg.), a Pampa (6 reg.), a Desierto (16 reg.), a Talvire (9 reg.), para desaguar en el Salar de Atacama. El único tramo del canal que está encementado, es la ramificación que conduce a Peñaloza, todo el resto es de piedras y barro. La red hídrica posee un número importante de “obras de ingeniería vernacular” a lo largo del canal y sus derivados, tales como compuertas que regulan el acceso del agua de un canal a otro, redes que filtran las malezas y piedras arrastradas por el caudal, estanque, tuberías, etc. Durante la Limpia del Canal la bocatoma estaba cerrada por una compuerta de metal que impedía el paso del caudal por el canal matriz, desviándolo hacia la quebrada adjunta. El perímetro total de cultivo que se riega con el canal, tiene una extensión de 220 hectáreas, las cuales están distribuidas en distintas zonas. Vemos, así, que el nivel técnico-productivo abarca el sistema de riego en su plano material, lo cual comprende los sectores físicos que recorre la red, junto con la implementación instrumental de la misma, pero también el agua ocupa un importante papel en procesos tecnológicos tales como el funcionamiento de obras (molinos, generadoras de energía eléctrica etc.). Lo anterior nos ilustra y pone en evidencia la cantidad de respuestas que viene desarrollando el hombre andino en general, y en particular el socaireño, para “dialogar” con las aguas con el objetivo de satisfacer sus necesidades. b. Nivel Organizacional. En el plano organizacional distinguimos dos niveles: uno que abarca la administración del regadío y que implica división de funciones a nivel de comunidad y la otra comprende la organización del riego. La administración del riego está bajo el cuidado de autoridades, las cuales se les ha asignado determinadas funciones con el fin de velar por la correcta distribución y uso de los recursos hídricos por parte de los comuneros. El Alcalde de Aguas es elegido por los miembros del Comité de Agricultores. Las funciones del Alcalde se extienden desde Octubre a Marzo, que corresponde al período que los cultivos necesitan más orden en el regadío y más cantidad de agua. Son elegidos dos alcaldes por cada período anual, los 18

Los datos referentes al número de regantes fueron obtenidos de Usuarios de aguas de los Cauces afluentes al Salar de Atacama, Tomo IV, página 1051, Direción General de Aguas, Ministerio de Obras Publicas. 1

que se turnan mes por medio. El Alcalde de Aguas es el encargado de “cuidar el agua”, ordenar y dirigir los turnos de riego, y procurar que el funcionamiento del sistema no presente irregularidades, como que no se roben ni se corten el agua, que respeten los turnos y cumplan con los deberes. Para la Limpia del Canal, que es una vez al año, y cuyo fin es mantener en condiciones óptimas la red, para lo cual se realizan tareas de desmalezamiento, quitar arena y sedimentos que ha acumulado el canal y el agua durante su recorrido y arrastre; se eligen dos Capitanes, los cuales pueden ser de sexo masculino o femenino. Ellos son los encargados de dar las tareas, es decir, asignar los trabajos que a cada comunero le corresponde por hectárea, apurar el trabajo, y fiscalizar las faenas de la Limpia autorizando la retirada si ésta se realizó correctamente. Entre los dos capitanes existe una división de funciones: un capitán es el encargado de dar las tareas (el capitán mayor), y el otro de revisarlas y autorizar el retiro para efectuar la siguiente tarea (capitán menor). El Tareador, cuyo trabajo se limita a los días previos a la Limpia, es el encargado de dividir la longitud del canal marcándolos en metros, con el fin de que exista una señalización al otorgar las tareas. Cada persona que posee hectáreas y que por tanto, las mantiene con agua del canal, tiene el deber de cumplir con ciertos requerimientos para la mantención de la red, como es el pago mensual de un monto en dinero fijado de acuerdo al número de hectáreas, fondo destinado a financiar el sueldo del Alcalde de Aguas (el cual gana alrededor de $120.000 pesos). Otra obligación de los usuarios es limpiar un tramo del canal para la Limpia, en la cual cada usuario (o un peón mandado por él) debe limpiar un metro por hectárea que posea, y en caso de incumplimiento deben pagar multa. La organización del riego en Socaire se establece en base al ciclo de cultivo anual regido por el calendario agrícola. El calendario agrícola se inicia, por lo general, en Abril cuando se prepara la tierra para la siembra, y en Junio y Julio se inician las siembras. En invierno la cantidad de agua que necesitan los cultivos es mínima, por que éstos recién están creciendo. La cosecha se da en la temporada de más calor, variando según el cultivo. El riego se ordena de Octubre a Marzo, organizándose turnos de agua en este período, puesto que los cultivos requieren una mayor cantidad de agua, y por lo tanto mayor control. Los turnos se establecen de acuerdo al cultivo. Una socaireña nos explica de forma clara cómo funciona la organización de los turnos: “(...) Ese orden lo hacen por alcalde, por el juez de agua, él ya dice a qué hora nos da el agua y, tenemos que estar en la toma, y nos dice si esa persona ya regó, y le quita el agua. La dan por tiempos, por ejemplo, por ocho días, según porque sale el turno, después el medio turno y después viene 19l cuarto(...)”19 Con respecto a la propiedad del agua, ésta no posee una situación legal definida, por lo menos para la Dirección General de Aguas, no obstante los socaireños aparecen inscritos como usuarios de las aguas de Socaire. Sin embargo, para los socaireños este recurso pertenece a la colectividad, es decir, existe una posesión común del agua, a partir de la cual ellos obtienen el derecho (consuetudinario) de aprovecharla. 19 1

F.P., Socaire, Octubre 1996.

c. Nivel Ideacional. Para los atacameños, la naturaleza es generadora de vida, tiene una connotación sagrada, siendo valorizada de tal manera que ocupa una posición central dentro del sistema de creencias. En el ámbito de las creencias se concibe a la naturaleza no como un ente externo e inerte del cual los hombres pueden obtener sus recursos. Por el contrario, la naturaleza tiene vida, e incluso poder, tanto así que puede “golpear” 20, castigar, y exigir ofrendas y culto a los socaireños. De este modo, la naturaleza, se personifica en espíritus, como la tierra (Pacha), el Agua (Tata Putarajni, el espíritu del agua o el esposo del agua) y los cerros (Tata Mayllko). La Pacha, junto con agua, parecen constituir los principios fundamentales dentro de la cosmovisión de los socaireños, puesto que la pacha subsume a todas las fuerzas de la naturaleza, a pesar de que constituyen espíritus con características y poderes propios, pero que se integran en esta unidad mayor que es la tierra. Al respecto, una socaireña nos habla sobre el agua: “(...) la Pachamama otorg20 el agua y de ahí sale todo, es valioso para que se crezca...”. La Pacha es la tierra, es una deidad femenina por excelencia. Representa la abundancia, fertilidad, crecimiento y regeneración. Representa la totalidad de arquetipos germinantes21 . Por este motivo ella es el elemento central dentro de la percepción que los atacameños tienen de la naturaleza, pues es ella quien les da el sustento y cobija a todos los demás elementos de la naturaleza que permiten a los atacameños la vida. Pero por el mismo hecho de que es donadora de vida, también tiene derecho a quitarla. La frase de un socaireño refleja el sentido de esta dualidad: “... la Pacha, esta tierra nos cría y ella misma nos come”. Así, la Pacha configura los principios de dualidad y reciprocidad del hombre andino, puesto que es buena y mala a la vez (da y quita), y por esto mismo el hombre debe realizarle ofrecimientos por sus beneficios otorgados. La Pacha posee una naturaleza totalizadora, pues engloba, comprende y abarca todas las manifestaciones del medio ambiente y sus espíritus asociados. En la Pacha se articula el ámbito espacial y temporal; tiempo y espacio se conjugan en la madre tierra porque fusiona el espacio físico natural y los ciclos temporales de éstos, remitiendo siempre al origen (vida). La pacha, al representar el escenario, espacial y temporal, donde yacen en confluencia todos los elementos de la naturaleza y, por lo tanto, del mundo del atacameño, contiene los cerros y el agua, cada uno personificado por su espíritu morador (Tata Putarajni y Tata Mayllko). En esta relación con las deidades es necesaria la existencia de un agente mediador, personificado en la figura del cantal. En efecto, creemos que el cantal, en tanto representante de toda la comunidad ante los espíritus tutelares, es el punto de encuentro 20

Capacidad que tienen la naturaleza para producir daños.

20 21

Harris, O. y T. Bouysse-Cassagne; Pacha: “En torno al Pensamiento Aymara”, En Raices de América, Mundo Aymara, Editorial Alianza, 1988, Madrid, España.

entre la Pacha, el Tata Putarajni, el Tata Mayllko y los abuelos, y toda la comunidad (cada miembro de la comunidad está representado simbólicamente en una pluma de parina que esta colocada en el Kájcher). El cantal conoce al agua, a los cerros y a la Pacha: “el tiene que despertar todos los cerros, hablar con los cerros, hablar con los nacimientos, todos esos, los abuelos ¡tantas cosas!” Vemos así que el rol que desempeña el cantal es sumamente específico y se liga a la mantención de las costumbres y estilos que el pueblo contiene. Muchas veces se asocia su rol con la continuidad de los estilos, pues “parece que cuando él muera y ya no se les hable [a los cerros] se van a perder todas esas costumbres que teníamos, ya no va haber Talatur, y si va haber no va a ser tan agradable como él lo hace”. Entonces, el papel del cantal es mucho más difícil y trascendental que cualquier otro: “el cantal ya no trabaja21ese día porque él tiene más trabajo que nosotros, mucho más, no ve que tiene que hacer al Putarajni, que le decimos nosotros, y ahí tiene que estar así po’, mucho, mucho trabajo, isque’ le hacen despertar a éste en la tarde, al Tata Putarajni”21 La comunidad toma conciencia de que la permanencia de la tradición depende en gran parte de conservar deliberadamente ciertas cosas, porque de lo contrario el estilo se pierde no habiendo contacto con los seres divinos, y por esa razón el mundo del socaireño se arruinaría: “no va haber quien anime, sin cachos, no hay chorromones, no hay Talatur nada, y ahí Socaire caga, porque se va a enojar el agua, no vamos a saber qué es lo que va a pasar, como dice va a quedar la mierda, por eso no hay que olvidar el estilo...(...) Dig22n lo que digan las otras personas a nosotros no nos importa, nosotros somos nosotros, lógico, tenemos que seguir con nuestro respeto a los cerros, digan lo que digan las otras personas a nosotros, no les incumbe, que no olvidemos la tradición”22 Podemos apreciar, por lo tanto, que la necesidad de continuar los estilos también toma significación en cuanto las tradiciones atacameñas constituyen el medio de continuidad entre la comunidad y los espíritus. Don Laureano Tejerina, cantal mayor de Socaire, lo señala así: “pero hay que continuar con nuestros estilos, eso es lo que nosotros le decimos, continuar con nuestros estilos, porque todo el mundo necesita eso, pero en realidad no es todo el mundo sino 21 21

Entrevista a Flora Pachao, Socaire.

22 22

Entrevista a Laureano Tejerina, Socaire.

nosotros mismos, la gente de acá del pueblo, no mundial, nosotros necesitamos acá la tradición.” Actualmente existe preocupación entre los adultos y ancianos por la permanencia de las tradiciones. En ellos predomina un clima de incertidumbre y aflicción frente a la percepción de una posible pérdida de los estilos, esto se fundamenta sobre todo en la idea que los jóvenes se muestran muy desinteresados en ser cantal. Los espíritus de los cerros constituyen parte importante de las creencias del socaireño, puesto que son elementos integrantes de la Pacha: el paisaje que lo rodea es fundamentalmente montañoso y de los cerros proviene el agua. El espíritu de los cerros, que a su vez albe23ga a los espíritus de los abuelos. ...es dueño de los ojos de agua, vertientes, lluvias y pastizales de sus cumbres, laderas y quebradas. Se le identifica con la forma física y nombre de un cerro y volcán sagrado reconocido en una localidad23 . Debemos decir que dentro del universo simbólico del socaireño, los cerros son invocados en cada rito y ceremonia; de hecho, en la ceremonia del cantal en la Limpia, propia del agua, el cerro ocupa un lugar fundamental, es decir, no es un agente complementario sino determinante para que el agua pueda fluir y entregarse al atacameño. Aquí, los cerros son evocados en los Convidos, además están representados en el merendadero24 como piedras-cerros: Piedra Chiliques, Tata Mayllko, etc., y ser nombrados por el cantal. En este último punto cabe destacar que el cantal nombra cerca de 80 a 100 cerros, acto en el cual se les solicita favores y a cambio se les concede ofrendas (traguitos de aloja de los kajcher). A este encuentro con los cerros, don Laureano Tejerina, cantal mayor, se refiere de la siguiente forma: “ me conocen todos los cerros y nacimientos, los mayllko, y yo me he tirado firme no más, me tiré firme y me apuraba, y me pedían y me pedían dale, dale, a mi me piden, porque me conocen me piden (...) Me piden pronto alojita, vino, coca, y hay suficiente para el cobero pidiendo ahí.” Podemos observar que hay una relación recíproca entre la comunidad, representada por el cantal, y los cerros. La comunidad le pide, en los convidos, a los cerros, y éstos a su vez, exigen a la comunidad ofrendas. Vemos aquí la importancia y alcance de la aloja, coca y vino como elementos netamente rituales: mediatizan en contacto con las divinidades y concretan este pacto. De acuerdo a la idea expresada anteriormente, que el entorno total de la naturaleza forma una unidad diferenciada, distinguimos una relación entre cerros y aguas. Los primeros contienen a manantiales y nacimientos, agua se origina en estos sitios, en su lugar más intimo y sagrado. En este sentido, el primer contacto en el acceso del cantal a estos sitios, es por medio del agua, entregandoles a los cerros la aloja y coca por medio del agua, a cambio de que los cerros entreguen más agua a futuro. 23 23

Grebe, M. y B. Hidalgo, “Simbolismo Atacameño: un aporte etnológico a la comprensión de significados culturales”. En Revista Chilena de Antropología N° 7, 1988, pp.75-97. 24 Lugar sagrado en donde se realizan la ceremonia de los Cantales.

Vemos entonces la necesidad imprescindible de hacer los convidos, es decir, rendirle las ofrendas al Tata Putarajni, al espíritu del agua. Él mora en las vertientes, ojos de agua, lagunas, etc. Según M. E. Grebe y B. Hi24algo, este espíritu proporciona el agua que fertiliza los cultivos y que permite la vida del hombre y su ganado. Se cree que es el agua misma o bien el esposo del agua25 . El agua posee, al mismo tiempo, atributos femeninos, puesto que se le vincula con la fertilidad. En relación a esto, la maestra, doña Josefa Cruz nos señala que “el agua es una mujer, igual que la Pachamama”26 . Un atributo que posee el agua muy relacionado con su calidad femenina, es su musicalidad. La maestra, entiende que es el agua la que canta en los manatiales, por lo tanto ella lo que hace, durante el Talatur, es recrear con el chorromón la música del agua. La maestra dice que a quien ella le enseñó a cantar, don Saturnino, aprendió la melodía del agua escuchándolo desde el manantial de Cuno: “... es la Sirena, canta en kunza pa’ la Quebrada de Cuno, y ahí me dijo, ahí conversando con don Saturnino que le había escuchado desde el manantial de Cuno (...) Hay que tomarle tono a la canción (...) el día especial, si no no sale lindo, nada, nada, pero entonces eso fue (...) yo iba aprender en Cuno, iba aprender en Cuno (...) él tenía que ir tres noches a Cuno para cantar con la sirena (...)” Al respecto, Olivia Harris y Therese Bouysse-Cassagne, dicen que existen determinados lugares con un sesgo de peligrosidad, pero que tienen un lado positivo, como por ejemplo las vertientes de agua, donde el hombre no se acerca si no es con mucha precaución. En estos lugares habita el Sirinu o Sirina, que enseñan a cantar sus melodías. En Socaire, se dice que la Quebrada de Cuno es un lugar peligroso, y como la sirena sólo enseña a cantar de noche, la oscuridad aumenta el grado de dificultad en el acceso a ella, son muy pocos los que se atreven a ir a Cuno de noche, además deben ser llamados por la sirena para escuchar su música; Barthel27 describe que este episodio le sucedió a un difunto maestro y cantal mayor, don Saturnino Tejerina, agregando que él quedó intranquilo después de haber sentido el canto del agua en su interior. Grebe también menciona la capacidad musical del agua en la cosmovis25ón aymara, para ella el Sereno y sus diversas manifestaciones (como sirena, como sapo, etc.) son los espíritus de la música. ...Como tales, se les asocia con el agua en movimiento y sus sonidos naturales(...) sereno genera la música en el contexto de los sonidos y ruidos de la naturaleza en las vertientes, manatiales, arroyos y ríos. Su lugar específico se identifica unánimemente con las fuentes de agua subterránea.28 24 25

Ibid: 89. Entrevista a Josefa Cruz, Socaire. 27 Barthel, Thomas, “Agua y primavera entre los Atacameños”. En Allpanchis, N°28, Año XVIII, Cusco, 1986, pp.147-184. 26

25

Lo anterior nos ejemplifica a grandes rasgos algunos aspectos claves de la cosmovisión atacameña del hombre de Socaire, cosmovisión que hoy en día esta siendo alterada dramaticamente por la industrialización que afecta a esta región producto del auge de las diferentes actividades mineras que se están desarrollando en esta zona. Es por esto que se suscita y se produce un gran problema moral ya que al no dejar que las comunidades atacameñas puedan utilizar libremente el recurso hídrico, éstas se ven obligadas a emigrar hacia los grandes centros urbano-mineros, produciendose el abandono de las actividades agricolas y de pastoreo, y por ende de los conocimientos que giran en torno a éstas, desarrollandose paulatinamente un gran proceso aculturativo que se traducira más tarde en la perdida de la cultura atacameña...

28

Grebe, M. E. “La Cosmovisión Aymara”, En Revista Santiago , 1981, I. Municipalidad de Santiago, Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackena, N°1.

Parte III:

Situación Actual del Manejo del Agua al Interior de la II Región.

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3.1 Antecedentes Generales. Hemos querido analizar la situación actual del manejo del recurso hídrico al interior de la segunda región debido a que esta zona presenta dos factores que la hacen interesante desde el punto de vista metodológico para realizar una investigación: por una parte, la existencia de una etnía poco considerada para la realidad nacional: la cultura atacameña; y por otra, la presencia de un importante desarrollo de la actividad minera, ya que esta región es considerada como una de las más ricas en recursos minerales no renovables (cobre, litio, azufre, etc.). Pero sin duda lo más significativo que queremos destacar es la conflictiva relación histórica y actual existente entre estos dos agentes: los atacameños y las grandes Empresas Mineras presentes en la zona desde comienzos de siglo. Esta relación se enmarca dentro de un contexto global, en donde el desarrollo económico es sinónimo de progreso, y las culturas indígenas son concebidas como “primitivas” o subdesarrolladas. Esta concepción ideológica, muy enraizada en el discurso público, ha llevado a la elaboración de una serie de instrumentos legales que han producido históricamente el desmejoramiento de la situación indígena actual, tanto a nivel general como específicamente en el caso de los atacameños de la II Región. Con el fin de entender mejor esta relación, se hace necesario señalar algunas características generales de la región en cuestión. Geográficamente cabe destacar que esta zona es considerada la más árida del planeta, ya que comprende casi la totalidad del Desierto de Atacama. Como todos sabemos, el nivel pluviométrico de la región es uno de los más bajos que existen para la zona de los trópicos, comparándose a los de África y Asia, dado que impera un régimen de altas presiones, correspondiendo a los climas secos de estepa y de desierto. La existencia de recursos hídricos superficiales en la depresión intermedia es casi nula, siendo el río Loa el único curso de agua que la atraviesa de cordillera a mar. Esta situación se explica debido a que en Los Andes se produce un fenómeno climático provocado por la presencia del frente ecuatorial de bajas presiones, la que se traduce en la gran cantidad de precipitaciones estivales conocida como el “invierno boliviano”, de Diciembre a Marzo, que provoca una mayor acumulación de aguas en la alta cordillera, las que después se desplazan a través de numerosos afluentes. A pesar de esto, los recursos hídricos en la zona son siempre escasos, lo cual produce un permanente conflicto por la apropiación y manejo de ellos. Antiguamente la relación del hombre -el atacameño- y el agua no suscitaba estos problemas, ya que éste mediante su acervo cultural, pudo desarrollar las condiciones adaptativas necesarias para su subsistencia y reproducción -biológica y cultural- en condiciones inhóspitas y extremas. Esta armonía del hombre atacameño con su entorno se vio bruscamente perturbada con la aparición del hombre occidental, que trajo consigo el desarrollo de la actividad minera y con ella una forma distinta de relación con los recursos, primando criterios economicistas por sobre los criterios ancestrales de relacionamiento con el territorio (entendiéndolo como la tierra y los recursos naturales que la integran). 3.2 Problemática con las Empresas Mineras en Torno al Manejo del Recurso hídrico. Dado el contexto antes señalado, las Empresas Mineras, valiéndose de los vacíos legales que existían con respecto al tema, de las ambigüedades y cambios en la legislación, y de la ingenuidad de los atacameños, usurparon y se apropiaron de gran cantidad de derechos de aguas, lo que provocó y produce hasta hoy la gran crisis de la cultura atacameña, dada por la carencia de este vital recurso que, como veíamos más

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arriba, forma parte sustancial de la cosmovisión atacameña y de la subsistencia de todo ser vivo. Para entender más cabalmente este fenómeno, ejemplificaremos lo anterior en dos zonas geográficas diferentes, utilizando los datos otorgados por un informe de la Dirección General de Aguas con respecto a las demandas de recursos hídricos actuales y futuras en la cuenca Río Loa y en la cuenca Salar de Atacama. 3.2.1 Cuenca Río Loa26. La cuenca de estos ríos (ver anexo) se encuentra ubicada al interior de la II Región, entre los paralelos 20° 51’ y 22° 57’ latitud sur, y los meridianos 67° 48’ y 70° 5’ de longitud oeste. La superficie total de la cuenca del río Loa asciende a los 31925 km2, representando el 25,5% de la provincia de El Loa. Con respecto a sus dos principales afluentes, los ríos San Pedro y Salado, las superficies de sus subcuencas son de 1264 km2 y 5028 km2, respectivamente. De las cifras expuestas podemos inferir que la subcuenca del río Salado representa poco más del 16% de la cuenca del río Loa. Los recursos de agua de El Loa y sus afluentes son muy escasos como consecuencia de las exiguas precipitaciones en la zona. Este se caracteriza por un caudal bastante regular con pequeños aumentos en Junio, Julio y Agosto. Siendo la estación de las lluvias en la alta cordillera en verano, se suele registrar un aumento de su caudal también en los meses de Enero, Febrero y Marzo, aunque no todos los años. A lo largo de su cauce y como consecuencia de los aportes superficiales y subterráneos y de las extracciones para fines de regadío, el río Loa presenta variaciones importantes en su caudal: antes de su confluencia con el San Pedro tiene un caudal promedio de 1,3 m3/ seg., en épocas normales, llegando a un caudal máximo promedio de 3 m3/seg. a la altura de Yalquincha, para finalmente evacuar al mar un caudal promedio de 1 m3/seg. El río Salado -principal afluente del río Loa- esta constituido en su parte alta por la confluencia de varios cursos de agua entre los que se distinguen el Caspana, el Turicana, el Curti, el Salado Chico, el Hojalar, y el Toconce existiendo en estos tres últimos ríos represas y tomas -pertenecientes a las empresas de servicios sanitarios y a CODELCOque distorsionan sensiblemente el régimen natural de la subcuenca. Cabe destacar que estos son los principales ríos que sustentan la base económica de los pueblos atacameños ubicados en este sector, pueblos que se basan principalmente en la agricultura y el pastoreo para obtener sus recursos básicos. Pero es interesante señalar que desde los inicios de siglo se empezó a extraer aguas desde las nacientes de los ríos de la cuenca del Loa, lo que ha producido un proceso que ha obligado a los indígenas a abandonar, paulatinamente, sus tierras y lugares de pastoreo, para ir a conseguir trabajo en las ciudades. Al respecto Victoria Castro agrega “La acelerada desertificación de áreas afectadas añade otro impacto negativo, a su vez, en las unidades domésticas que aún persisten en su intento por subsistir de acuerdo a sus patrones tradicionales de vida”27 26

Consultores en Economía, Planificación y Administración Ltda. CEPA, Catastro General de Usuarios de Aguas en la Subcuenca del río Salado, afluente del río Loa. Informe Final , Tomo I, 1991. 27 Castro, Victoria y José Luis Martínez. “Poblaciones Indígenas de Atacama”. En Jorge Hidalgo et. al., Etnografía, Sociedades Indígenas Contemporáneas y su Ideología, Santiago, Editorial Andrés Bello, 1996, pp. 69-109.

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Los siguientes son los antecedentes proporcionados por la DGA28, los cuales nos permitirán sacar algunas conclusiones con respecto al manejo del recurso hídrico en la zona. a) Demandas Industriales. Demandas Industriales Actuales. En la cuenca del río Loa (Cuenca DGA 021), la única fuente de demandas de agua para uso industrial la constituye el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica, (CIMM) localizado en la subcuenca del Río Salvador en las cercanías de la ciudad de Calama, el cual utiliza un caudal neto de aproximadamente 220 m3/mes, de recursos subterráneos, que equivale a 0,1 l/s como promedio solamente. En términos de demanda bruta, ésta asciende a 3300 m3/mes. Existen otras actividades productivas que demandan recursos hídricos para su adecuado funcionamiento, pero ellas están clasificadas dentro del rubro explotación minera y no propiamente industrial. Demandas Industriales Futuras. Las tasas de crecimiento industrial para diferentes períodos han sido determinadas por región, correspondiendo a la II región las señaladas en el cuadro siguiente: Cuadro: Tasas de Crecimiento Promedio Sector Industrial II Región. Período Tasa de Crecimiento (%/año) 1985-1993 4,6 1993-2001 5,7 2001-2009 4,8 2009-2017 4,3 1993-2017 5,0 En función de los antecedentes disponibles, se puede afirmar que las demandas industriales futuras de agua en la cuenca del río Loa serán las siguientes: Cuadro: Demandas Industriales Futuras Cuenca del Río Loa. Año Factor Demanda Neta Demanda Bruta 3 3 (m /año) (l/s) (m /año) (l/s) 1993 1,000 2640 0,08 3300 0,11 1995 1,117 2950 0,09 3690 0,12 2000 1,473 3890 0,13 4860 0,16 2005 1,862 4920 0,16 6150 0,20 2010 2,331 6150 0,20 7690 0,25 2015 2,878 7690 0,24 9500 0,31 2017 3,131 9500 0,27 10330 0,33 b) Demandas Mineras.

28

Dirección General de Aguas, Ministerio de Obras Públicas. Análisis Uso Actual y Futuro de los Recursos Hídricos de Chile. Informe Final Regiones I,II,III,IV, 1996.

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Demandas Mineras Actuales. Las demandas mineras que se muestran en el cuadro siguiente corresponden a los derechos de agua oficialmente otorgados a las Empresas Mineras. Se indica, para cada derecho otorgado, la subcuenca en que está ubicado, de acuerdo a la nomenclatura del B.N.A.(Banco Nacional de Aguas), el número de resolución y la fecha en que fue otorgado, el nombre de la Empresa, la fuente y los derechos asignados en litros por segundo.

Cuadro: Demandas Mineras Actuales. N° Cuenca N° Resolución Fecha 02103 02103 02103 0211 02112 02112 02112 02112

239 40 050 127 600 517 554 400

22/03/90 12/01/90 15/02/93 24/06/75 14/12/92 04/12/91 19/11/92 15/09/92

Nombre

Fuente

CODELCO Chile CODELCO Chile CODELCO Chile Cía Minera Exótica CODELCO Chile SOQUIMICH SOQUIMICH SOQUIMICH

Silote Subterránea Subterránea Subterránea Subterránea Subterránea Subterránea Subterránea

Derechos l/s 41 1850 40 20 390 4,87 4,55 10,68

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Demandas Mineras Futuras. De acuerdo con los antecedentes obtenidos en el Servicio Nacional de Geología y Minas (SERNAGEOMIN), en la Comisión Chilena del Cobre y en la Corporación de Desarrollo Tecnológico de Bienes de Capital, en esta cuenca existen a futuro los siguientes proyectos de inversión en minería: Proyecto Quebrada Blanca* Collahuasi* Radomiro Tomic

Consumo Estimado (l/s) 150 500 400

Subcuenca 02113 02113 02113

Por otra parte, para estimar el crecimiento de la demanda actual en los próximos 25 años, a falta de datos más precisos, se utilizó el crecimiento del PGB de esta actividad en la Segunda Región. Se ha determinado un crecimiento promedio anual del PGB en la minería del 2,5%, por lo que en 25 años se tendría un aumento de un 80,9%. Considerando que deberían mejorarse las tecnologías utilizadas y que actualmente el caudal utilizado es menor que los derechos concedidos se ha supuesto que la demanda crecerá sólo en la mitad de lo indicado en el PGB, o sea, en un 40,4%. A continuación se indican los promedios mensuales, expresados en litros por segundo, de las demandas futuras en esta cuenca, separados por subcuencas. Se incluyen además las demandas por los nuevos proyectos indicados en el cuadro anterior. Subcuenca 0210 0211

*

Demanda Proyectada 2711 604

Ubicados geográficamente en la I Región.

Demanda Nueva 1050

Demanda Total 2711 l/s 1654 l/s

En relación a los derechos de aprovechamiento otorgados por la DGA. en la subcuenca río Salado, podemos mencionar que es una de las más afectadas por la demanda, como se desprende del cuadro siguiente: Cuadro: Concesiones de Aguas en la Hoya Río Salado Propietario Fuente Uso Caudal (l/s) Decretos CODELCO Toconce Potable 25,0 2440/06.12.1921 CODELCO Toconce Potable 10,0 370/09.02.1925 CODELCO Toconce Potable 15,0 557/03.03.1927 CODELCO Hojalar Industrial 50,0 2974/13.12.1961 CODELCO Hojalar Industrial 90,0 2974/13.12.1961 CODELCO

Hojalar

CODELCO ESSAN S.A. ESSAN S.A. ESSAN S.A. ESSAN S.A. ESSAN S.A.

Salado Hojalar Hojalar N Linzor Toconce Caspana

Generación Energía Industrial Potable Potable Potable Potable Potable

Año Operación 1920 1920 1927 1966 1966

112,0

1049/18.05.1938

-

400,0 90,0 140,0 50,0 470,0 0,9

1310/17.06.1955 1409/1959 113/28.03.1985 413/12.12.1985 409/11.12.1985 139/17.03.1987

1952-1954 1961 Ant. 1916 1958 -

Observaciones Concesión devuelta al gobierno según convenio ad referéndum del 13/06/1969. No se ha hecho entrega física de ella. Solicitud pendiente de 50 l/s del 01/07/1980. Corresponde al traslado de derechos en el río Loa. Merced de uso eventual, con restitución aguas abajo de la toma.

Agua potable rural

40

3.2.2 Cuenca Salar de Atacama29. La cuenca del Salar de Atacama (ver anexo) está ubicada entre los paralelos 22° 30’ y 24° 00’ de latitud Sur, siendo su hoya total de unos 15.400 Km 2. Gran parte de esta superficie corresponde al Salar propiamente tal. A pesar que el Salar recibe las aguas de innumerables cursos de agua, los únicos que tienen importancia tanto desde el punto de vista de sus caudales, como de su utilidad son el río San Pedro de Atacama y el río Vilama. El río San Pedro es el de mayor caudal y más largo de la cuenca de Atacama, drena desde su nacimiento una extensión de 70 Km2 de longitud. Del análisis de la curva de gastos medios mensuales se destacan algunos rasgos de su régimen, siendo el más notable la constancia de los caudales a través del año, sólo a 0,6 m3/seg. Otra característica es la absoluta irregularidad de sus variaciones que impiden clasificarlos ni entre los ríos de régimen pluvioso ni entre los ríos de régimen nival. El río Vilama tiene su hoya hidrográfica independiente del río San Pedro, y su naciente algo más al sur son esencialmente de origen termal, muriendo en el Salar de Atacama al sur del Ayllu de Poconche. Desde el punto de vista de la agricultura, los sectores aptos para el desarrollo de esta actividad, se encuentran ubicados -en su mayoría- en la ribera oriental del río San Pedro. Todos éstos forman un gran oasis marginal al centro-este de la Provincia El Loa, en el extremo norte del mencionado Salar, abarcando una superficie total de 1.695 Hás distribuidas en sectores separados en forma natural, denominados “Ayllus” Según un informe proporcionado por la DGA30. las demandas para la cuenca de el Salar de Atacama son las siguientes: a) Demandas Agrícolas. No ha sido posible hasta la fecha obtener información referente a las demandas agrícolas en esta cuenca. Sólo se conoce la superficie reconocida, alrededor de 2000 Ha, por el estudio de suelos del proyecto “Manejo Experimental de la Cuenca del Río San Pedro de Atacama, II Región”. No se tienen antecedentes para determinar las demandas actuales y futuras para el desarrollo de esta actividad. b) Demandas Agua Potable. Localidades a estudiar. De acuerdo al criterio de selección de la DGA. las localidades en estudio son las siguientes: Localidad San Pedro de Atacama Toconao

Subcuenca Salar de Atacama Salar de Atacama

Código DGA 0250 0250

29

Consultores en Economía, Planificación y Administración Ltda. CEPA, Catastro General de Usuarios de Aguas de los Cauces Afluentes al Salar de Atacama.Informe Final, Tomo I, 1991. 30

Dirección General de Aguas, Ministerio de Obras Públicas. Análisis Uso Actual y Futuro de los Recursos Hídricos de Chile. Informe Final Regiones I,II,III,IV, 1996.

41

Socaire

Salar de Atacama

0250

Estudio de Población. Por no encontrarse otros antecedentes de población, ya que son localidades del tipo rural, se utilizarán los resultados del Censo de 1992. Luego se tienen los siguientes valores: Cuadro de Población Año 1992 Localidad Población Total (Hab) San Pedro de Atacama 1002 Toconao 488 Socaire 280 Fuentes de Agua Potable. De acuerdo a los antecedentes entregados por la Empresa de Servicios Sanitarios de Antofagasta (ESSAN S.A.), se tiene lo siguiente: - San Pedro de Atacama: Esta localidad tiene una captación del tipo superficial, que aprovecha las aguas provenientes de afloramientos subterráneos en la ribera del río Vilama, en la subcuenca del Salar de Atacama. Está ubicada a 2300 metros del norte del pueblo y a una cota de 2543 m.s.n.m. - Toconao: Esta localidad tiene una captación superficial en la Quebrada de Silapeti en la subcuenca del Salar de Atacama, ubicada a 6900 metros al noreste del pueblo y a una cota de 3030 m.s.n.m. - Socaire: Esta localidad tiene una captación superficial en su canal ubicado a 650 metros al este de la plaza del pueblo y a un nivel de 50 metros por sobre la cota de dicha plaza en la subcuenca del Salar de Atacama. Demanda Actual Bruta. De acuerdo a los antecedentes entregados por la Empresa de Servicios Sanitarios de Antofagasta (ESSAN S.A.), y considerando los sectores residencial, comercial y fiscal, se tienen los siguientes valores: Año 1992

Cuadro de Demandas Brutas (l/s) San Pedro de Toconao Atacama 1,69 0,56

Socaire 0,37

Demanda Actual Neta. Por no encontrarse antecedentes de demandas netas (consumos), se han considerado dotaciones para su estimación, de acuerdo con ello se tiene para las localidades las siguientes dotaciones:

42

Dichos valores consideran aproximadamente un 40% de pérdidas, lo que está dentro de los rangos para la zona Norte. Luego, multiplicando estos valores por los datos de población, se tienen los siguientes resultados: Año 1992

Cuadro de Demandas Netas (l/s) San Pedro de Toconao Atacama 0,99 0,34

Socaire 0,23

Eficiencia Actual del Sistema. Con los antecedentes de demanda bruta y neta se pueden calcular las pérdidas arrojadas por el sistema, las que serán expresadas como un porcentaje de la demanda bruta, resultando con ello los siguientes valores: Cuadro de Pérdidas (%) Año San Pedro de Toconao Socaire Atacama 1992 41,67 39,48 38,53 Proyección de Población. Por no encontrarse otros antecedentes de población, ya que son localidades de tipo rural, se utilizarán los resultados del Censo de 1992, con una tasa de crecimiento anual del 2,0%. Luego se tienen los siguientes resultados: Proyección de Población (Hab) Año San Pedro de Toconao Socaire Atacama 1992 1002 488 280 1993 1022 498 401 1995 1063 518 417 2000 1174 572 460 2005 1296 631 508 2010 1431 697 561 2015 1580 770 620 2017 1644 801 645 Proyección de la Demanda Bruta De acuerdo con los antecedentes entregados por la Empresa de Servicios Sanitarios de Antofagasta (Essan S.A.), y considerando los sectores residencial, comercial y fiscal, se tienen los siguientes valores: Año 1992 1993 1995 2000 2005 2010 2015 2017

Proyección de la Demanda Bruta (l/s) San Pedro de Toconao Atacama 1,69 0,56 1,73 0,57 1,80 0,59 1,99 0,65 2,19 0,71 2,43 0,77 2,68 0,82 2,79 0,84

Socaire 0,37 0,38 0,40 0,44 0,49 0,54 0,60 0,63

43

Proyecciones de la Demanda Neta. Por no encontrarse antecedentes de demandas netas (consumos), se han considerado dotaciones para su estimación, de acuerdo con ello se tienen para las localidades las siguientes dotaciones: 100 80

San Pedro de Atacama: 100 1/Hab/Día

60 40

Toconao: 70 1/Hab/Día

20

Socaire: 70 1/Hab/Día

0

Multiplicando estos valores por la proyección de población se tienen los siguientes resultados: Año 1992 1993 1995 2000 2005 2010 2015 2017

Proyección de la Demanda Neta (l/s) San Pedro de Toconao Atacama 1,16 0,40 1,18 0,40 1,23 0,42 1,36 0,46 1,50 0,51 1,66 0,56 1,83 0,62 1,90 0,65

Socaire 0,32 0,32 0,34 0,37 0,41 0,45 0,50 0,52

Eficiencia Futura del Sistema. Con los antecedentes de demanda bruta y neta se puede calcular las pérdidas arrojadas por el sistema, las que serán expresadas como un porcentaje de la demanda bruta, resultando con ello los siguientes valores: Año 1992 1993 1995 2000 2005 2010 2015

Pérdidas (%) San Pedro de Toconao Atacama 31,38 29,40 31,62 29,25 31,63 28,89 31,72 28,73 31,50 27,96 31,84 26,66 31,76 23,97

Socaire 13,95 14,53 15,53 15,21 15,94 15,79 16,32

44

2017

31,75

23,15

16,82

c) Demandas de Agua para la Producción de Energía Eléctrica. En estas cuencas no existen actualmente demandas para la producción de energía eléctrica, ni tampoco se consultan para el futuro. d) Demandas Industriales y Mineras. Demandas Industriales Actuales. En la cuenca del Salar de Atacama (cuenca DGA 025) se localizan importantes empresas que requieren recursos hídricos para sus procesos productivos. Tal es el caso de la explotación del Litio en el sector sur del Salar y algunos yacimientos de Azufre en las cercanías de San Pedro de Atacama. Las demandas de estas actividades se analizan en las Demandas de Agua en la Minería. Demandas industriales futuras. Las principales actividades productivas desarrolladas en la zona están incluidas en la minería, y no en la industria propiamente tal. Demandas Mineras Actuales. Las demandas expuestas en el cuadro que sigue corresponden a los derechos de agua oficialmente otorgados a las Empresas Mineras. En este cuadro se indica, para cada derecho otorgado, la subcuenca en que está ubicado, de acuerdo a la nomenclatura del B.N.A., el número de Resolución y la fecha en que fue otorgado, el nombre de la Empresa, la fuente y los derechos asignados en litros por segundo.

Cuadro: Demandas Actuales Mineras. N° Cuenca N° Resolución Fecha 0250 0250 0250 0250 0250 0250

259 203 314 264 316 64

01/07/93 06/05/87 30/07/93 08/07/93 24/08/83 02/03/88

Nombre Cía. Minera del Pacífico S.A. Escondida Ltda. Minera Utach de Chile Inc. Minera Utach de Chile Inc. Soc. Chilena del Litio Ltda. Soc. Chilena Salar de Atacama

Fuente

Derechos l/s Subterránea 43 Subterránea 70 Subterránea 55 Subterránea 56,7 Ver. Tilapozo 8,5 Subterránea 205

49

Demandas Mineras Futuras. Se ha estimado para esta región un crecimiento promedio anual del PGB en la minería del 2,5%, por lo que en 25 años se tendría un aumento de un 80,9%. Considerando que deberían mejorarse las tecnologías utilizadas y que actualmente el caudal utilizado es menor que los derechos concedidos, se ha supuesto que la demanda crecerá sólo en la mitad de lo indicado por el PGB, o sea, en un 40,4%. e) Balance entre Recursos y Demandas. De acuerdo a las características generales de esta cuenca, a la ubicación y tipo de demandas de aguas y a la localización de sus controles fluviométricos, en ella sólo se ha considerado una sola subcuenca cuyo balance se detalla a continuación: Río San Pedro en Cuchabrachi-Subcuenca 0251 • Recursos Superficiales: En el siguiente cuadro se detallan los caudales medios mensuales promedio y para un año de seguridad 50% y 85% en miles de litros por segundo.

Cuadro: Caudales Medios Mensuales Característicos (Miles de l/s)31. ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV Q 0,870 0,920 0,910 0,920 0,920 0,880 0,800 0,790 Q50% 0,810 0,850 0,870 0,900 0,870 0,870 0,720 0,750 Q85% 0,660 0,720 0,760 0,790 0,750 0,710 0,590 0,590

31

DIC 0,820 0,760 0,570

ENE 1,040 0,800 0,600

FEB 1,120 0,880 0,630

MAR 1,260 0,860 0,640

Fuente: Análisis estadístico de Caudales en los Ríos de Chile, Etapa II; bf Ingenieros Civiles, Dirección General de Aguas; 1992.

AÑO 0,940 0,810 0,690

51

• Recursos Subterráneos. Los antecedentes existentes permiten determinar que las aguas subterráneas de esta subcuenca permitirían explotar un caudal variable entre 80 y 590 l/s, en lugares ubicados en los alrededores del salar, pero lejanos, donde existe algún tipo de agricultura. • Demandas. En el cuadro siguiente se resumen las demandas de agua tanto actuales como futuras que deberían satisfacerse con los recursos indicados anteriormente.

Cuadro: Demandas Actuales (Miles l/s). ABR MAY JUN JUL AGO Agrícolas No existen antecedentes para evaluarlas. Agua Potable 0.003 0.003 0.003 0.003 0.003 Industrial No tiene. Minera 0,438 0,438 0,438 0,438 0,438 Energía No tiene. Cuadro: Demandas Futuras (Miles l/s). ABR MAY JUN JUL AGO Agrícolas No existen antecedentes para evaluarlas. Agua Potable 0.004 0.004 0.004 0.004 0.004 Industrial No tiene. Minera 0,615 0,615 0,615 0,615 0,615 Energía No tiene.

SEP

OCT

NOV

DIC

ENE

FEB

MAR

AÑO

0.003

0.003

0.003

0.003

0.003

0.003

0.003

0.003

0,438

0,438

0,438

0,438

0,438

0,438

0,438

0,438

SEP

OCT

NOV

DIC

ENE

FEB

MAR

AÑO

0.004

0.004

0.004

0.004

0.004

0.004

0.004

0.004

0,615

0,615

0,615

0,615

0,615

0,615

0,615

0,615

En cuanto a la calidad química de las aguas de las dos cuencas mencionadas (río Loa y Salar de Atacama), los estudios indican conclusiones lapidarias para la agricultura y el consumo humano. Para los ríos Loa y Salado:

a) El río Salado nace contaminado y los afluentes de agua dulce que podrían mejorar su calidad son captados para fines de agua potable. b) Ambos ríos poseen “ojos de agua” de alto grado de salinidad que contribuyen también a deteriorar la calidad del agua. c) La tendencia es a una disminución de los índices aguas abajo, aunque todos son superiores a los valores admisibles para el consumo humano y la agricultura. d) La influencia del Salado sobre el río Loa es pequeña comparada con la contaminación que sufre el río Loa en su propio lecho.

Para la Atacama:

cuenca

Salar

de a) Para las demandas de agua potable no cumple con las normas, dado que existen cloruros, sulfatos, magnesio y arsénico fuera de límites tolerables. b) En cuanto al riego sólo es apta para cultivos muy tolerantes, por su alta salinidad y excesivo contenido de arsénico y boro.

Comparando los antecedentes otorgados por la DGA, creemos que el diagnóstico realizado favorecería en primera instancia a las Empresas Mineras, toda vez que señala la poca calidad del agua para uso humano y agrícola, justificando de esta forma el otorgamiento de derechos de agua a las primeras. Lo anterior pone en evidencia el actual manejo que experimenta el recurso hídrico, manejo que proviene principalmente de la actividad minera y que ha dejado sin este vital elemento a las comunidades atacameñas. A modo de ejemplo, esta situación queda demostrada al comparar los resultados de las demandas del sector minero y de agua potable, siendo los derechos de agua concedidos a las empresas mineras entre los 8,5 l/s y 205 l/s, y para el consumo humano las demandas netas se calculan entre los 0,23 l/s y 0,99 l/s., esto en el caso de la Cuenca Salar de Atacama. En relación a lo anterior quisiéramos explayarnos y señalar algunas situaciones concretas en las que se pone en evidencia el conflicto suscitado por esta política que privilegia al sector minero perjudicando gravemente a los asentamientos humanos de esta zona. No es nuestro animo perjudicar la imagen corporativa de las grandes empresas mineras, sino señalar a grandes rasgos la injusticia que se cierne sobre los atacameños.

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1)El año 1985 CODELCO-CHILE División Chuquicamata obtuvo derechos de aprovechamientos de agua en los sectores de Turi Este y Turi Norte, ubicados en la hoya hidrográfica del río Salado, lo que le permitiría la explotación de los yacimientos mineros el Abra y Chuqui Norte. Producto de lo anterior hoy en día las vegas de Turi -principal fuente de recurso para las comunidades agropastoriles de Turi, Ayquina y Toconcesufrieron un daño irreparable el que se tradujo en proceso irreversible de desecación. Como consecuencia de la situación antes descrita, prevista por Carlos Aldunate en 1985, se intensificaron los siguientes problemas “a) el abandono de las tierras altas fronterizas con Bolivia; b) La migración a los centros urbano-industriales (Calama); c)Perdida de formas de vida ancestrales muy bien adaptadas al duro medio de las tierras altas; d) La acentuación del problema de la marginalidad urbana”32 2) CODELCO-CHILE, con fecha 1 de julio de 1988 solicitó derecho de aprovechamiento de aguas subterráneas en la subcuenca río San Pedro de Inacaliri. La cantidad de agua a extraer fue de 1850 l/s. Esta solicitud generó gran problemática en la región y la oposición por parte de las comunidades de agua de la provincia El Loa, quienes con fecha 12 de agosto de 1988 envían a la Gobernación Provincial la carta que transcribiremos íntegramente a continuación: Las COMUNIDADES de Aguas de la provincia de El Loa, con derechos de aprovechamientos de aguas del 05.11.81 Fjs.1914 Vta. N° 701 ante Notario, representadas por sus Presidentes que suscriben la presente oposición, todos con residencia Calama, cuya identidad se individualiza al final. Los que suscriben, agricultores de la Comuna de Calama, Provincia de El Loa, en atención a la petición que ha efectuado la Corporación Nacional del Cobre, División Chuquicamata, publicada en el Diario Oficial del 15.07.88 al Sr. Director General de Aguas, exponen lo siguiente: La petición efectuada por CODELCO, se refiere al aprovechamiento de agua subterránea en la cuenca San Pedro Inacaliri, ubicada en la Comuna de Calama, Provincia de El Loa, Segunda Región. El derecho que solicita es consuntivo de ejercicio permanente por una caudal de 1850 lt/seg. y se captaría indistintamente de las obras y ubicación que indican: Las razones de nuestra oposición son las siguientes: Que, estimamos que el aprovechamiento de las aguas subterráneas exploradas por la peticionaria en la cuenca San Pedro Inacaliri, afectan al Río Loa, por ser afluentes de la hoya hidrográfica, y que los estudios efectuados por Codelco en un lapso de aproximadamente de dos años, no puede determinar que esta extracción no afectaría al Río Loa. Nuestra inquietud, es que con todas las extracciones efectuadas en el Río Loa, como Quinchamale de 300 lt/seg., ya 32

Aldunate del Solar, Carlos. “Desecación de las Vegas de Turi”. En Revista Chungará, N°14, 1985, pp. 135139.

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afectara en riego de los cuatro oasis de este desierto Lasana, Chiu-Chiu, Calama y Quillagua, los que prácticamente desaparecerían por la falta de agua de riego, cuyo déficit, ya lo estamos sufriendo. Calama, cabecera del Mineral de Chuquicamata, cuyo valle consta de 1500 Hás, Lasana y Chiu-Chiu 300 Hás y Quillagua 200 Hás aportan a la economía, produciendo alimentos humanos y para el ganado y es una fuente de trabajo para los 700 agricultores y que su núcleo familiar alcanza a los 3000 que viven de la explotación agrícola. Además, que terminar con la existencia de estos valles, significaría atentar contra la fauna y flora de la Provincia que es una herencia de nuestros antepasados que tuvieron una clara visión de la conservación de estos valores. (el destacado es nuestro). De acuerdo a la Constitución vigente del año 1980, que en su Capítulo III art. 8° “El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, es deber del estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza”. En tal circunstancia nos oponemos a la petición de la Corporación Nacional del Cobre, División de Chuquicamata. Saludan con todo respeto. Ernesto M. Cruz Berna Carnet de Identidad 3.175.204-3 Granaderos # 1798 - Calama

Tomás Ramos Herrera Carnet de Identidad 4.199.984-5 Pasaje la Ligua #2135 Calama

Se adjunta nomina con las firmas de 16 presidentes de Comunidades de Aguas. Como respuesta a esta carta, la DGA con fecha 3 de julio de 1989, rechazo la oposición de las Comunidades de Agua de la Provincia de El Loa, a solicitud de aprovechamiento de agua subterránea de Codelco-Chile, División Chuquicamata, en la Comuna de Calama, Provincia el Loa, dado que los antecedentes técnicos entregados por la solicitante habrían revelado que los recursos solicitados provienen de acuíferos independientes del río Loa, enviando posteriormente el 12 de Enero de 1990 una carta en que constituyó derecho de aprovechamiento de agua subterránea en favor de Codelco. 3) La Corporación Nacional del Cobre (CODELCO), con fecha 11 de noviembre de 1993 envió una solicitud de aprovechamiento de agua subterránea, pozo ASB-10, Salar Ascotan, la cual suscito una serie de controversias en que se opusieron los intereses de la empresa minera con los argumentos presentados tanto por el Servicio Agrícola y Ganadero, como por la Dirección de Riego, quienes basándose en una serie de instrumentos legales señalaban la inconveniencia de otorgar tales derechos de agua a dicha empresa. Pese a esto la Dirección General de Aguas, con fecha 11 de mayo de

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1994 constituyó derecho de aprovechamiento de aguas subterráneas, de ejercicio permanente y continuo a CODELCO-CHILE.(Este caso será profundizado en el capitulo siguiente). 4) Con fecha 20 de Enero de 1994, la Sociedad Chilena de Litio Ltda. Solicitó derecho de aprovechamiento de agua subterránea presentes en terrenos fiscales en el sector Sur Este del Salar de Atacama en el lugar denominado Tucucaro, pidiendo un caudal de 20 lt/seg. La DGA por su parte constituyó dicha solicitud el 8 de Julio de 1995, sin mayores problemas. 5) En el periódico El Mercurio de Calama del Jueves 2 de Enero de 1997, aparecieron diversas solicitudes de exploración de aguas subterráneas en la Comuna de San Pedro de Atacama, por la Compañía Minera Riochilex S.A. “en forma exclusiva y excluyente” por un caudal total de 1100 lt/seg. A juzgar por los casos anteriormente expuestos no es de extrañar que dicha petición sea contestada favorablemente por parte de la DGA. 6) En el marco del programa de perforación y habilitación de sondajes de agua subterránea, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) a través del Centro de Información de Recursos Naturales (CIREM), venderá 774 pozos de agua entre las regiones I y VIII, correspondiendo 161 de ellos a la II Región. El diario el Mercurio expone en su Editorial que “el sector más perjudicado en esta batalla por el liquido elemento, es sin lugar a dudas la agricultura y quienes la sustentan. Las comunidades indígenas desaparecen paulatinamente. El hecho de contar con menos posibilidades de proteger su patrimonio natural ha sido determinante para este letargo que les ha llevado al borde de la casi completa extinción (...). En cuanto a los Valles y plantaciones ancestrales, es indiscutible que ha podido más la creciente demanda de la industria y del consumo humano para decidir la asignación del recurso hídrico. Lo cierto es que debe ser replanteado el tema de la venta de pozos de agua”33. Dado los casos anteriores notamos que en la problemática del manejo del agua priman más los criterios economicistas y desarrollistas que los intereses ecológicos y culturales.

33

Editorial “Agricultura y venta de pozos” En El Mercurio, Calama, Domingo 2 de Marzo de 1997. Pág. 3

73

Parte IV:

El Recurso Hídrico en el Derecho Positivo.

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4.1 Concepción del Agua en el Derecho Positivo. Los recursos hídricos, según la concepción del derecho positivo, son bienes con valor de cambio susceptibles de ser transados en un mercado. La idea antes señalada nos indica que son bienes utilizados por el hombre, concepto que semánticamente implica una relación de dominación por parte de la sociedad sobre un recurso natural. Esta forma de visualizar el agua se enmarca dentro de un contexto económico-social en donde el desarrollo -visto como evolución- impera como una de las principales premisas y en la cual la relación hombre-medio ambiente se racionaliza en términos de bienes limitados para satisfacer necesidades ilimitadas. Por lo tanto, para la lógica que sustenta al derecho positivo, el agua no es vista como un ser vivo, un ser con características dinámicas -como lo concibe la cultura atacameña- sino como un mero recurso natural que está disponible en el entorno ecológico para el uso humano y que permite el desarrollo de sus actividades industriales. Lo anterior es internalizado por el hombre occidental en términos utilitarios, no así en sus creencias religiosas, como sí ocurre en el caso atacameño. Más aún, dentro de la dinámica económica de la sociedad occidental la relación antes descrita entre necesidades-recursos genera una problemática que se traduce en el concepto de escasez, el cual cobra gran importancia en el contexto actual sobre todo en zonas áridas en las cuales efectivamente el recurso hídrico escasea. La falta de este vital elemento provoca una situación de conflicto y competencia entre los diversos agentes que necesitan de él (actor agrícola v/s actor minero-industrial), por ello la posesión concreta de los derechos de agua va a significar poder sobre tal recurso y, por lo tanto, sobre los otros agentes que lo requieren, esto en el marco ideológico de dominación antes descrito. Dicha situación encuentra en muchos casos el amparo de los instrumentos legales vigentes en el derecho positivo. Sin embargo existen otros instrumentos jurídicos que, enmarcados en una visión pluralista del derecho, poseen otra visión con respecto a los recursos naturales, y en especial el agua, comprendiendo la forma en que otras sociedades y culturas visualizan a estos elementos. 4.2 Análisis del tratamiento que el recurso hídrico recibe en los diferentes instrumentos legales. En este apartado queremos analizar el tratamiento que experimenta el agua en los instrumentos legales circunscribiéndonos al Código de Aguas y a la Ley N° 19.253, toda vez que estas leyes tienen injerencia en la resolución de los conflictos por manejos del recurso hídrico; y a diversos instrumentos internacionales que nos proporcionan otro marco de análisis sobre el tema. Deseamos expresar que por razones de espacio no analizaremos íntegramente todos los instrumentos legales, sino que nos limitaremos a destacar los artículos que

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según nuestro juicio son más pertinentes para el tema estudiado ya que guardan una relación directa con algunos aspectos considerados claves en relación al recurso hídrico. Primero que todo debemos recordar que los recursos hídricos, según la concepción del Derecho Positivo Nacional, “son bienes nacionales de uso público”34, cuya utilización es regulada por los derechos de aprovechamiento establecidos por el Código de Aguas. Esto permite a los particulares la adquisición de derechos de goce y uso del bien, por lo que esta entrega gratuita y sin el necesario control protege a las empresas productivas en desmedro de la agricultura y la ganadería. Debemos recordar que en la legislación anterior los derechos de tierra y agua eran indivisibles, lo cual permitía que el sólo hecho de tener la posesión de las tierras garantizaba el libre aprovechamiento de los recursos que se encontraban en ella, y entre ellos el agua. Esto implicaba que no era necesario realizar la inscripción de derechos de tierra y agua por separado. En la actual legislación el DFL N°1.122 señala en su art. 112 que “Los Conservadores de Bienes Raíces llevaran un Registro de Aguas”, consagrándose mediante este mecanismo la inscripción independientes del agua respecto de la tierra, (lo que se contrapone a la noción de territorialidad consagrada en diversos instrumentos internacionales). Lo anterior produjo que una gran cantidad de comunidades tuvieran que inscribir separadamente estos derechos, inscripción que tardo en concretarse muchos años y que facilitó el otorgamiento de los derechos de aprovechamiento a las grandes empresas industriales. Esta situación se vio favorecida por la política gubernamental con la que el Estado trato a estas Comunidades, ya que la zona en estudio es considerada por razones geopolíticas y económicas como estratégica para el desarrollo de la nación. En especial, lo anterior afecto a las comunidades atacameñas agropastoriles -las que se caracterizan principalmente por un régimen de vida transhumántico- ya que estas se vieron seriamente limitadas en el uso de extensos territorios en los que se enclavaban bofedales y vegas, los que constituían en conjunto sus rutas de pastoreo. La contradicción de este Decreto con Fuerza de Ley con la realidad ecológicacultural de estos pueblos la vemos evidenciada además en el art. 63, que señala que la D.G.A. podrá declarar zonas de prohibición para nuevas explotaciones. Esta legislación estaba vigente en el año 1985 para el caso de las vegas de Turi que señalábamos en la Parte III, pero paradójicamente este articulo no fue utilizado en beneficio de estas comunidades. Más aún, con fecha 25 de julio de 1992, la Ley N° 19.145 se agrega al Código de Aguas en el articulo antes mencionado unos incisos que señalan que las zonas que correspondan a acuíferos que alimenten vegas y bofedales de las regiones de Tarapacá y Antofagasta se entenderán prohibidas para mayores extracciones que las autorizadas y que “la Dirección General de Aguas podrá alzar la prohibición de explotar”, legalizando de esta forma la situación que antes era irregular. Cabe destacar que los derechos de aprovechamiento de aguas revisten ciertas características expuestas en el Código de Aguas y que son fundamentales para entender el manejo que experimenta este recurso por parte de las empresas mineras. Si bien es cierto, que en el art. 12 se señala que estos derechos son consuntivos o no consuntivos; de ejercicio permanente o eventual; continuo, discontinuo o alternado entre varias personas; notamos que concretamente la mayoría de los derechos cedidos por la D.G.A a las empresas mineras son permanentes y continuos. Lo primero implica que los derechos 34

Codigo de Aguas, Art. 5°.

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se otorgan en fuentes de abastecimientos no agotadas y facultan para usar el agua en las dotaciones que correspondan (Art. 16 y 17), y lo segundo implica que se permite usar el agua en forma ininterrumpida durante las veinticuatro horas del día (Art. 19). Dadas las características antes señaladas visualizamos que en el área de estudio se llegó a un estado en donde ciertas zonas vieron disminuidos considerablemente sus recursos hídricos, produciéndose catastróficos procesos de desecación, los que se tradujeron en la perdida de extensas áreas de pastoreo que constituían en conjunto la base económica de las sociedades agropastoriles de la cultura atacameña. Pero es pertinente agregar a lo antes expuesto que los derechos de aprovechamiento otorgados a las empresas mineras son necesariamente consuntivos ya que su uso en las actividades industriales implica su consumo total debido a que son recursos hídricos que - a pesar de los esfuerzos recientes de las empresas- quedan inutilizables por parte del hombre debido a la gran contaminación que experimentan durante los procesos industriales. Aunque el art. 11 del DL N°3.557 publicado el 9 de Febrero de 1981 otorga en casos calificados al Presidente de la República la posibilidad de ordenar la paralización total o parcial de las actividades y empresas que contaminen el agua dañando la salud de los habitantes y de la flora y fauna, así como la actividad agrícola; notamos que en la realidad este artículo pocas veces se lleva a efecto. En relación a la Ley Indígena N° 19.253, podemos señalar que variadas son las potencialidades que posee este instrumento legal en lo que respecta a la temática del recurso hídrico, y en especial a los derechos de aprovechamiento que pueden ser otorgados a los Individuos y Comunidades Indígenas. Es conveniente señalar antes de introducirnos en el análisis mismo del texto legal, que la ley Indígena se promulgó en un contexto socio-cultural en el cuál se demostraba la enorme desprotección jurídica producto del poco reconocimiento que sufrían estas Comunidades por parte del estado Nacional. En relación a esto se señala en el art. 1 del indicado instrumento que “Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación”35(el subrayado es nuestro). Lo anterior nos indica cual es la política que articula al accionar del Estado con respecto al trato con las Comunidades Indígenas, ya que nos señala que este actor deberá adoptar las medidas adecuadas para la protección de los recursos naturales de las Comunidades. Sin embargo vemos que el énfasis mayoritario recae sobre las tierras indígenas, no así sobre las aguas, siguiendo la tradición histórica de los instrumentos nacionales. No por ello debemos dejar de reconocer que esta ley presenta grandes avances al respecto. En relación a la temática investigada, este texto legal plantea en su art. 20 la creación de un Fondo para Tierras y Aguas Indígenas el que será administrado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y que tiene entre sus objetivos el deber de financiar la constitución, regularización o compra de derechos de aguas. Esto constituye un mecanismo por medio del cual se podría otorgar derechos de aprovechamiento de agua a las comunidades indígenas, y en especial a la Atacameña. Pero lamentablemente la operacionalización de tal medida no se ha podido realizar correctamente en las zonas afectadas debido entre otras cosas, al poco presupuesto con 35

Ley N°19.253, Art. 1°.

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el que cuenta este fondo. En la realidad atacameña hace poco se implemento un programa para la regularización de títulos de aguas, pero este programa no considera en su ejecutar la compra de nuevos derechos de agua ni tampoco el restablecimiento de los derechos de agua ancestrales de las Comunidades Atacameñas. Esta situación se contrarrestó por medio de un Convenio firmado entre la DGA y la CONADI, el que será analizado detalladamente más adelante. Otro articulo importante a destacar es el N° 40 ya que este permite a la CONADI recibir del fisco, de otros organismos públicos o de personas privadas, a titulo gratuito, bienes raíces o derechos de agua para asignarlo a Comunidades o personas indígenas en propiedad, uso o administración. Pero como se puede comprobar en la realidad los organismos públicos (Bienes Nacionales y diversas carteras en general) no ha desarrollado una acción tendiente a realizar lo antes mencionado. En relación a la particular realidad de las Comunidades Indígenas Aymaras y Atacameñas, la ley indígena señala en su art. N° 64 que “Se deberá proteger especialmente las aguas” de estas Comunidades , y agrega que serán considerados bienes de propiedad y uso de la comunidad indígena las aguas que se encuentren en los terrenos de la comunidad sin perjuicio de los derechos que terceros hayan inscrito de conformidad al Código de Aguas. Incluso no se otorgarán nuevos derechos de aguas sobre acuíferos que surten a las aguas de propiedad de varias comunidades indígenas, sin garantizar previamente el normal abastecimiento de estas. Con las medidas antes expuestas la CONADI también incentivará programas especiales para la recuperación y repoblamiento de pueblos y sectores actualmente abandonados de las etnias aymara y atacameña (art. N°65). Según nuestro juicio tal despoblamiento se debió principalmente a la desecación producto de la escasez del recurso hídrico, por lo que creemos que junto con los programas antes mencionados deberían incentivarse iniciativas tendientes a la adquisición de derechos de aguas específicamente para estos fines de repoblamiento. Como antes señalábamos muchas soluciones en torno al problema del recurso hídrico y en especial en su relación con las Comunidades Atacameñas, dependían del establecimiento de un convenio entre la CONADI y la DGA, convenio firmado el día 30 de Mayo de 1997. Tal convenio se denomina “Convenio marco para la protección, constitución y restablecimiento de los derechos de agua de propiedad ancestral de las comunidades Aymaras y Atacameñas”. Este texto indica en su inciso segundo que la constitución y protección de los derechos de aguas de propiedad ancestral de las mencionadas comunidades, estará referida a la regularización y constitución de derechos de aguas, a la identificación y delimitación de las áreas de vegas y bofedales y a la aplicación efectiva de las normas complementarias de protección establecidas en el Código de Aguas. Los gastos que impliquen las medidas señaladas serán asumidas por la DGA y no significaran costo alguno para las comunidades indígenas. La CONADI y la DGA financiaran un estudio destinado a determinar y implementar mecanismos de protección de los derechos de aguas de propiedad ancestral de dichas comunidades (incluyendo los derechos no consuntivos y los de aguas subterráneas). Además la DGA solicitará un informe de agua cada vez que se presenten solicitudes de exploración, constitución o regularización de derechos de aprovechamiento de agua que puedan afectar a comunidades aymaras o atacameñas, el cual constituirá un antecedente que la DGA tomara en consideración para resolver las peticiones. Por otra parte con

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motivos de compensar o restablecer a las comunidades que han sido privadas de sus derechos de aguas ancestrales sin su consentimiento, la CONADI se compromete a financiar un estudio destinado a cumplir el fin antes expuesto. Para introducirnos en el análisis de los instrumentos internacionales respecto del tema estudiado, es necesario destacar previamente que no todos los mencionados a continuación han sido ratificados por Chile, pero adquieren importancia toda vez que nos reflejan la forma en que la relación entre pueblos indígenas y recursos naturales es problematizada a nivel internacional Iniciaremos esta exposición señalando que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 consagra en el Art. 1 el derecho de Libre Determinación de los Pueblos, el cual -si consensuamos llamar “pueblos” a las sociedades indígenas- permitiría a éstas “disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales”, entre ellos el recurso hídrico. Lamentablemente esta discusión no ha sido sanjada en el ámbito internacional como para constituirse en un derecho válido que puedan ejercer las comunidades indígenas estudiadas. Por otra parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 plantea en su Art. 27 el derecho de las minorías étnicas a tener su propia vida cultural, y ya vimos que específicamente el recurso hídrico forma parte sustancial de la forma de vida propia y particular de las comunidades atacameñas, por lo que la aplicabilidad de este artículo pasa -según nuestro parecer- por el reconocimiento de esa situación que guarda directa relación con la cosmovisión de estas comunidades. Sin embargo, dicha aceptación pasa por consideraciones éticas y morales que dependen del grado de tolerancia y respeto que la sociedad occidental posea con respecto al tema indígena, situación que, para superarse, no depende necesariamente de los instrumentos legales internacionales, sino de un cambio de concepciones más lento y profundo. Un interesante esfuerzo por salvaguardar los derechos de las comunidades indígenas lo constituye el Convenio N° 169 de la OIT, el cual plantea, entre otras cosas, que los gobiernos son quienes deben tomar medidas para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios habitados por pueblos indígenas, en cooperación con ellos (Art. 7). Los gobiernos además deben respetar la especial importancia que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios36 que ocupan o utilizan de alguna manera (Art. 13). Es precisamente en virtud de esta relación especial a que hace alusión el presente Convenio que nosotros argumentamos la importancia más trascendental que utilitaria del recurso hídrico para los pueblos atacameños. El Art. 15 señala explícitamente que los derechos de utilización, administración y conservación que los pueblos indígenas poseen sobre sus tierras deben protegerse. Más aún, los pueblos deben ser consultados antes de emprender o autorizar cualquier programa de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras. Consideramos que si este Convenio estuviera ratificado por Chile, probablemente podrían haberse evitado muchos conflictos ecológicos y culturales que han afectado directamente a la cultura atacameña en la II Región. Incluso se plantea en el Convenio que los pueblos deben participar de los beneficios de las actividades extractivas o bien percibir una indemnización por los posibles daños, pero ninguna de esas dos situaciones se evidencian en nuestro país. 36

El concepto Territorio aquí expuesto hace referencia a la totalidad del hábitat de las regiones ocupadas por los pueblos indígenas.

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Otro argumento que podemos extraer a partir del derecho internacional para la protección de los recursos hídricos indígenas lo constituye el Convenio del Patrimonio Mundial suscrito en París y promulgado en Chile por D.S. N°259 (D.O. 12/05/80) en su Art. 4° establece que “Cada uno de los Estados Partes en la presente Convención reconoce que la obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y nacional situado en su territorio, le incumbe primordialmente”, y obviamente dentro del patrimonio cultural chileno no podemos ignorar a sus comunidades indígenas, su cultura, su cosmovisión y su particular forma de relacionamiento con los recursos. Por otra parte, la Convención sobre Zonas Húmedas de Importancia Internacional, suscrita en Ramsar, Irán, promulgada por el D.L. del RR.EE. N° 771 (D.O. 11/11/81) comienza señalando que “Las Partes Contratantes, reconociendo la interdependencia del hombre y el medio ambiente que lo rodea: Considerando las funciones ecológicas fundamentales de las zonas húmedas como reguladores de los regímenes de agua y como regiones que permiten la conservación de una flora y fauna características, especialmente aves acuáticas; estamos convencidos, que las zonas húmedas constituyen un recurso de gran valor económico, cultural, científico y recreativo, cuya pérdida sería irreparable (...)” Si bien estos dos últimos instrumentos mencionados no hablan específicamente de la protección de recursos hídricos para las comunidades indígenas, sí se refieren a la relación hombre-medio ambiente y la necesaria protección que el primero debe dar al segundo, por lo que consideramos que pueden ser extrapolables al caso indígena toda vez que ellos pueden gozar de los derechos internacionales que se otorgan a todo ciudadano. Por último, debemos recordar que es la misma Constitución de la República la que garantiza a todas las personas el derecho de vivir en un medio ambiente libre de contaminación37 (que en el caso de los atacameños es producida principalmente por las empresas mineras), autorizando al legislador para establecer restricciones específicas de determinados derechos o libertades en pos de la protección del medio ambiente; y garantiza el libre ejercicio del derecho de propiedad salvo cuando lo exijan los intereses de la Nación, la seguridad nacional, la utilidad y salubridad pública y el patrimonio ambiental (Art. 24), con lo que se podría justificar una eventual restricción en las actividades minero-industriales en la zona para proteger el medio ambiente, principalmente aquellos recursos indispensables para la supervivencia de toda una cultura, como es el caso de los atacameños.

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Art. 19.

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Parte V:

Conclusiones.

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A partir de los antecedentes expuestos en el presente trabajo de investigación podemos concluir que la problemática por la que atraviesan las comunidades atacameñas en relación con la defensa del recurso hídrico es un proceso que viene desarrollándose desde los primeros contactos con el hombre occidental, y en especial con sus empresas mineras. Esta situación ha producido el desmejoramiento de la calidad de vida de los atacameños y la pérdida de su identidad cultural, ya que se ven privados del acceso al agua, lo que genera paulatinamente una mayor integración obligada a la sociedad nacional. Desde un punto de vista legal, apreciamos el poco respeto que se tiene en torno a los problemas reales de estas comunidades, más aún, creemos que se hace dificultoso el actuar concreto impulsado por una política indigenista, sobre todos si es de carácter internacional, dado que permanentemente se produce una incongruencia con la legalidad nacional vigente con respecto a los mismos temas. Si bien existen muchos intentos positivos por el rescate y respeto de los derechos de los pueblos indígenas, la ejecución de un cambio real es poco probable en un contexto neoliberal como el que impera actualmente en nuestro país. Las Empresas Mineras, principales responsables directas del etnocidio de muchas comunidades, no han asumido una actitud de respeto hacia éstas, y lo que es aún peor, continúan solicitando derechos de aprovechamiento de aguas en esta zona, sin dimensionar el daño que producirán en la cultura de las comunidades atacameñas, y más aún, en sus modos de subsistencia. La realidad es que muchas comunidades han debido abandonar sus territorios ancestrales y emigrar hacia los centros urbanos en condiciones de marginalidad, provocando paradójicamente el mismo subdesarrollo que el desarrollo industrial quiere combatir. Quizás si se respetara y se aprovechara más la potencialidad de la legalidad vigente muchos de estas condiciones se superarían. El problema moral a resolver es evidente, y de su resolución depende cuál será el futuro de las comunidades atacameñas.

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• Pacheco, Máximo. Los Derechos Humanos, Documentos Básicos, Santiago, Editorial

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Anexos

Cuenca Salar de Atacama

Cuenca Río Loa

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Subcuenca Río Salado

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Entrevista en Socaire Esta entrevista fue realizada el día 26 de octubre de 1996 en la casa del cantal mayor de la ceremonia de la limpia de canales, Don Laureano Tejerina, el cual se encontraba con un grupo de amigos dialogando y haciendo un pequeño balance de la mencionada actividad. - ¿Pero cómo encontraron la fiesta ? ¿Cómo la pasaron? Esta bien, bien. - ¿Se conservo la tradición como en los años pasados? No, se perdió un poco, se perdió - ¿Qué se perdió? Se perdió el respeto, por eso estoy diciendo yo, el respeto a los capitanes porque ante era más ordenado, más ordenado. Pero los capitanes estuvieron mal, ‘taban mal, ‘taban muy curados y en los años anteriores no, era otra cosa, otro estilo y el primer día llevaba su cacho su clarines, ¿no es cierto? Y ahora no po, no pasa nada, ayer no más pues, claro ayer no más, y más eso, hoy día tendrían que haber salido temprano a tocar y entregar su cargo. - Antiguamente ¿así se hacía? ¿se entregaba su cargo? Si, se entregaba su cargo. - ¿Y a quién se le entregaba? A la junta de vecinos, al presidente de la junta de vecinos, ahora en este caso no, ahora tiene que entregarlo al presidente de los agricultores, tiene que entregar su cargo, lo tiene que entregar. El presidente de la junta de vecinos le nombraba como su capitán no cierto, aquí esta tu cargo tú, le entregaba su clarín, su cacho toda esas cosas pa’ que sigan ejerciendo ellos, ahora se perdió eso, se perdió, pero no tanto sabe que falta ordenarlo, falta ordenar y sacar buenos capitanes. - Pero antes me decían que llevaban más Kájcher, más alojita y ahora habían como diez o algo así... Claro, entonces eso se va perdiendo, se va perdiendo, como digamos se pierde ¿ sabe porqué se esta perdiendo ? por la, cómo se llama la, la , cuanto se llama, la religión por la religión porque aquí han dentrado mucha religión, la religión esta entrando, los testigos de Jehová, entonces ellos dicen no, por que en realidad se pierde por eso. No, no tanto, no tanto (otra opinión) No aquí más que nada se perdió por que, por la cuestión, no, por el trago, por el trago más, no tanto por la religión, la religión yo voy a decirte aquí hay como, habrá unos cinco u ocho evangélicos, no hay más y esas personas no deciden, no hacen nada, no dicen nada y eso no es problema. - Pero ¿ Los evangélicos participan, van para allá (a limpiar el canal) o se quedan acá (en el pueblo)? Sí, si trabajan, trabajan, pero no participan en la fiesta, pero trabajan normal, pero no participan, pero son pocos si ¿ahora cuanto habrá evangélicos ,que trabajan, que han ido a trabajar evangélicos? no hay más de cuatro cinco, pero eso no es motivo pa’ que se pierda, no implica, no es el motivo. El motivo es el trago, con el trago se curan y ahí se echa a perder y ya cagó, y hay muchos que somos muy patudazos como podamos decirle porque el trago le da mucha capacidad, da más animo, uno hasta gueón se pone, perdone, no cierto, entonces eso es lo que pasa aquí, ahí va la desorganización y no sólo en este pueblo no más, en varios, en todos los pueblos, en los pueblos se va perdiendo la tradición, pero son ciertas personas que llevamos la tradición, pero nosotros queremos llevar pero que sacamos con dos o tres cuando, el grupo más grande esta la el desorden, pero también tenemos que saber elegir capitanes, claro, porque, yo voy a decir la verdad de las cosas sabemos que Adrián (Capitán de ese año) es tomador, entonces ta’ bien que sea un tomador, pero que sea más responsable, Adrián no es tan responsable, o sea que

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digamos que es tomador pero que se controle y se haga respetar y que se controle antes de salir de la pega, porqué uno puta, chuta aunque sea muy tomador pero tiene un cargo y tiene que respetar (...) él no estaba, no estaba ni ahí, claro, no estaba ni ahí entonces ese, por eso digo de la responsabilidad de los capitanes, por eso ahora cuando volvamos a elegir capitanes hay que elegir personas buenas, lógico, pero no po, el capitán tiene por algo capitán, por algo es capitán, tiene que juntar su gente. - Y los capitanes son los que dan las tareas y ven si están buenas o si están malas... Claro, si están buenas o malas y ven todo. Ya loco meta coca y Ud. También, métale de esto. La verdad de las cosas es que por lo menos se esta manteniendo, si pu’ se ha mantenido y nunca, eso es lo que digo yo nunca hay que terminar eso, nunca hay que terminar la tradición ¿O no? no po, no se puede, digan lo que digan las otras personas a nosotros, hablen lo que hablen, a nosotros no nos importa, nosotros somos nosotros, lógico, tenemos que seguir con nuestro respeto a los cerros, digan lo que digan las otras personas a nosotros, no les incumbe, que no olvidemos, que no olvidemos la tradición. - Don Laureano, me contaban por ahí que en un año no hicieron convido, no hicieron nada, limpiaron no más y echaron el agua y el agua se enojo, se fue para otro lado. Y ¿Como fue eso? Ah, has mucho años, uh me lo contaba mi abuelito. -¿ Y qué le decía su abuelito? Mira,(a mi me contaron que en Río Grande también le paso lo mismo (Otra persona) ), mira, mira, lo que pasa cuando mi abuelito, mi tía que eran muy antiguos, bueno, se alzaron y abandonemos todo estilo, ya, llegaron a la ...(brecha) y se han venido, se han venío esperar el agua aquí, y el agua no llegó, no llegó el agua, no han venido con el agua nada, le echaron, se han venío a buscar el agua, el agua no llegó, y ahí no más, venían pa’ arriba contaba mi tía, ahí quedo la grande, aquí (...) con nuestro estilo y listo, había gente muy caprichosa, entonces dijo que no, dijo mi tía, claro saben muchos saben varios, eh y esperando el agua, no llegó el agua, le fueron ver, un tremendo trabajo, un tremendo trabajo para ir pa’ arriba al merendadero y dice que lo rompió el agua, ve como es. ( A mi me contaron que en Río grande paso lo mismo (otra opinión) ) dice que no hicieron el estilo, no hicieron el estilo cualquier parte se rompía, se rompía el agua, sí ,sí, y el agua se enojo, se enojo todo ahí la pacha, o sea el cerro, los abuelos y no llegaba el agua, sí y es verdad, entonces recién cuando han hecho los deberes recién llego, con el agua han venío. - Tuvieron que hacerle los convidos, los deberes... Claro, como es, como conocimos le hicieron los convidos, entonces decimos ven. - Y eso se lo contó su abuelito... Claro, muchos años, gente caprichosa ya, botemos todo el estilo y echemos el agua y listo, un día le echaron el agua y le botaron el agua y esperaban el agua aquí. Pero si hasta ahora último estaba próximo a perderse, ya estaba listo a perderse hasta ahora último, pero como que ahora agarro más , o sea que no porque el tiempo estaba listo, si un año no han salido ni a talar, entonces nosotros, yo era joven, era cabro con Marcelo y Camilo, el chorromón no aparecía en ninguna parte (otra persona), estaba escondido, entonces han hecho de una (vitrola) y Lauro tú tenías dos, sí, una o dos, dos que mi papá que me dejo como era talador. Entonces eran dositos (Chorromones), eran dos. ¿Hembra y macho? No, puros machos, machitos eran, entonces nosotros de repente fuimos allá el viejo Varas era joven, era más joven, no tan joven es que le gustaba el estilo, entonces allá gueón allá tenía vitrola, una vitrola, y esos chorromón y hasta ahora esta andando, hasta ahora anda y esos son de una vitrola, sabis que nosotros le hemos cortado y le hemos arreglado más o menos y lo hemos traído y venia el finao Nieves y

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‘tamos a cantar por ahí y el finao Nieves no sabía el canto, no sabia, sabia un resto y eso es lo que estoy diciendo yo que aprendan los niños o aprendan las niñas o cualquiera, que aprendan a talar, entonces nosotros venimos, dentramos a la casas por ahí, nos reciben bien conforme, contento, talando toda la gueá, porque antes ya no existía tanto baile, no naa, aquí nada , así que nosotros veníamos, contenta la gente como carnaval, entonces de ahí después Marcelo los llevo a su casa y les arreglo y les dejo igual (Chorromones) y hasta ahora están , esos dos chicos, pero eran cuatro y se perdieron dos y ahí están, ahí están los dos machos, y el chorromón legítimo ‘ta en Toconao, pero esos eran legítimos. - Pero hay chorromón hembra y chorromón macho. Claro, y suenan distinto, el macho es ronco y la hembra más fino, entonces a veces se combinan, se va combinando, pero eso se esta perdiendo y de eso no queda nada el chorromón se escondió, y sonaba hasta abajo de la quebrada. Por eso digo yo, porque no hay juventud quien aprenda el canto (una persona señala); pero si hay , antes era peor, pero ahora hay, por ejemplo la Dina (hija de Don Laureano) sabe cantar, la Dina canto harto ayer, cuando bajamos con el agua, fuimos a la casa de la flora con doña Josefa (La Cantora) y doña Josefa dijo que estaba muy cansado y empezó cantar la Dina, la Olga también sabe cantar pero no estaba, pero ante el único que sabia cantar era el finao Saturnino, un sólo maestro, y cuando se enfadada no salía por eso digo yo que es un egoísmo, pero saben algunos cantar. Ahora el Cantal también dicen lo mismo, pero nadie quiere aprender de los jóvenes , me muero y se pierde todo también, no quiere los jóvenes una prueba, ahora viene mi nieto pero pa’l año no va, entonces que va hacer yo, otro va a entrar , así no queda firme tiene que ser tres años hasta que aprenda bien y tiene que venir siempre (señala Don Laureano). Pero ahora yo voy a decir que esta mejor que otros años, años atrás era peor, pero hay que continuar con nuestros estilos, eso es lo que nosotros le decimos continuar con nuestros estilos, porque todo el mundo necesita eso, pero en realidad no es todo el mundo sino que nosotros mismos, la gente de acá del pueblo, no mundial, pero nosotros no po, nosotros necesitamos acá la tradición, al menos como lo dicen que en Río Grande y Caspana sigue con su estilo y es verdad y ahí hacen grande la cosa, es mucho mejor que aquí, pero en San Pedro llegan, terminan de trabajar y cada uno a su casa, ahí el estilo se perdió. Y ayer no pasó naa no había pelea, noticia de pelea naa, no había naa todos tomando normal la gente, y bien en la merienda, se junta la mesa tremenda, una mesa grande de todos, no ve todos comimos y antes era mejor y ahora se esta perdiendo eso ,ya es otro merendero, ahora se esta perdiendo todas esas tradiciones. - Pero ahora queda chico el merendadero para tanta gente. Claro, la gente es grande la gente mucha juventud, pero no lo podemos como lo han conocido nuestro bisabuelos como han hecho y ahí le dejamos, no podemos agrandarlo no podemos cuidar, una piedra si esta mal ay que dejarla en el mismo lugar, ahí mismo porque los abuelos lo dejaron así, así como yo le he conocido y así tiene que seguir no más , no podemos agrandarlo, hay mucha juventud sentada por la falda porque no se puede, pero años atrás era de otra manera, me contaba mi tía mi abuelita llegaba (un año) la merienda y había un platero y todos se servían igual, todo lo llevaba usted. un picaíto, la papita, una habita, harina tostaíta, pancito y todo se compartía , ahora ahí comimos todo, ahí en la tremenda mesa se pone una manta, pero ahí se junta y había mucha comida carne, arroz, patasca. - Ayer la fiesta fue bonita. Si po, ayer pa’ arriba una alegría, arriba pa’ la bocatoma, la gente fue hasta el cerro y a la bocatoma. Pero porque nosotros somos tan egoístas, porque no le enseñamos a los niños pero es que el problema es que no quieren, el problema es que la juventud puro copete no más, la juventud tiene que saber varios jóvenes de aquí, pero

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nadie sabe pura dama. Si algún día te vay pa’ otro mundo Laurito y que hemos quedado nosotros y se va perder, se botara, va a pa’ pasar que con pala al hombro echemos el agua y nos vinimos ahí no hay capitanes, bueno habrá comisión de trabajo, no va haber quien anime, sin cachos, no hay chorromones no hay talátur nada y ahí Socaire caga, porque se va a enojar el agua, no vamos a saber que es lo que va a pasar, como dice va a quedar la mierda, por eso no hay que olvidar el estilo, pero ningún joven quiere quedar, todos los jóvenes nadie quedo conmigo, ahora mi nieto capaz pa’l año no se presente y va ser yo cómo enseño, claro empezamos tarde empezamos a la una, y como yo se todo trabajo a dos brazos. - ¿Y a qué hora se empieza siempre? Yo empezaba a las once, a mucho once y media, ahora he empezado a la una de la tarde porque me conocen todos, yo se como trabajar los años ¿ Saca la cuenta? del ‘43 año, cantal todavía, cuantos años, casi 50 años, yo me he renunciado pero la gente me dice que no, otra vez me colocan. Por eso ahí tú tienes que enseñar (le señala una persona a Don Laureano), pero sí no quieren cuando es la prueba nadien queda firme, ahora capaz que mi nieto, ahora pa’l año no esta y dentra otro y así ¿como le enseño? Tiene que quedarse alguien firme, firme, tiene que estar fijo, entonces yo entregaría, alguien que quede firme, yo me he quedado firme y hasta ahora estoy firme, porque me gusta el estilo como lo hicieron mi papa, mi abuelito le gustaba el estilo y sigo hasta ahora y a veces he estado sólo, tengo un compañero, un muchachito ahí, porque ayer yo no pude decir nada a mi nieto porque son cosas muy demorosas, demora mucho, pero mientras te (...) pero algo yo le enseño, vamos pa’ allá, con la izquierda con la derecha tiene que llegar aquí (...) tiene que llegar a Tulan, ve voy a meter a la Argentina a Bolivia, a donde me meto veí, los candaguas. - ¿Los Candaguas? Los Candaguas, la mano de los manantiales, de los cerros, los candaguas la mano del agua, de los convidos, entonces yo no le pude enseñar porque sabe que era muy tarde, nunca empezamos a la una, a las once y media con mucho empezamos a trabajar, y a hora a la una para enseñarle no podía porque hay mucha demora y mejor le dije yo déjamelo, yo voy a trabajar más pronto ya po, porque la gente y era muy tarde era y entonces yo como yo conozco y me conocen todos los cerros y nacimientos, los mayllko y yo me he tirado firme no más, me tire firme y me apuraba y me pedían y me pedían, dale ,dale, dale no más, me pedían firme, me piden, piden, a mi me piden como me conocen me piden, me piden , me piden. - ¿ Y como sabe que le piden, que le llaman ? Me piden, me piden pronto alojita, vino, coca y ay suficiente para el coquero, pidiendo ay. Este joven vive en Calama y el es socaireño y viene hace dos años con su tradición y aquí en Socaire tiene su familia, su hermana, su hermano todo tiene aquí, Y eso le digo yo que nunca te olvidis de la tradición, y todos los años manda porque vive en Calama (le señala don Laureano a un joven que vive en Calama), manda el Kájcher y se lleva las plumas, la harinilla, todo ¿la tuftuca? Si, años se hacían con eso mismo, se hacia hongos, con la tuftuca, la tuftuca de la llama y ahí se van, se van todos y después la otra familia igual, otra familia e igual ,entonces ya manden no más, porque yo trabajo para toda la comunidad, para toda la comunidad de Socaire. Pero no hay que olvidar aunque seamos herejes, o digamos no creamos pero se hace , se hace igual, y a veces hijo nosotros somos herejes dice que no quiere naa, no comparte, y mucho antes he sufrido, dijieron que hacen esos hombres ahí sentado, hay unos hombres sentados que es lo que hacen esos hombres sentados, por eso digo no esperen de gente extraña, ahí no más. Mirando así alrededor de todo lo que paso, se quiere hacer como que antes, como había sido siempre, acarreamos la gente pa’ arriba y tocando (....) tocando putu, tocando

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todo, bonito, se vivió una fiesta, alegría, el cumpleaños del canal (Otra persona), pero a la juventud le gusta mucho la alegría, pero no hacen nadien quiere, arriba si, les gusta, la alegría de la juventud, pu la juventud una alegría grande...

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